INTRODUCCIÓN
La insuficiencia cardíaca se define como un sindrome clinico causado por una en-fermedad cardiaca que genera disfunción sistólica, diastólica o ambas, de gravedad suficiente como para contrarrestar los mecanismos compensatorios del aparato cardiovascular (Alvarez y Cruz 2009). Las lesiones del tejido cardiaco con muerte celular se reparan mediante la formación de tejido conjuntivo denso, lo que interrumpe su función en el sitio lesionado (Ross y Pawlina 2012). Las disfunciones del corazón llevan a remodelamiento ventricular e isquemia, generando liberación de marcadores biológicos como las enzimas (Pino 2008).
Creatina quinasa (CK-MB) es una isoenzima presente en el citosol de las células cardiacas y la lactato deshidrogenasa (LDH) está presente en el citosol de todas las células, catalizando la conversión reversible de L-lactato a piruvato en la glicólisis anaeróbica (Latimer 2011).
Las enfermedades cardiovasculares son comunes en caninos. Estas se diagnostican con técnicas imagenológicas como la radiografia, electrocardiografia y ecocardiografia. También existen nuevos métodos para diagnosticar cardiopatias de forma rápida y eficaz, como es el caso de los biomarcadores cardiacos (Correa y Galvis 2014).
En la presente investigación se midieron los niveles séricos de la isoenzima CK-MB y LDH en perros con enfermedad cardiovascular (ECV) y clinicamente sanos, con el fin de determinar si pueden ser usados como indicadores de daño miocárdico en perros.
MATERIALES Y MÉTODOS
Población del estudio
Se realizó un estudio cuantitativo de diseno experimental con pacientes caninos pertenecientes a tres clinicas veterinarias de la provincia de Llanquihue, Chile. Se seleccionaron 16 perros que cumplieron con los criterios de inclusión. De estos, 10 pacientes correspondieron a perros diagnosticados con enfermedad valvular degenerativa y 6 fueron perros clínicamente sanos. El estudio fue aceptado por el Comité Ético-Científico Macrozona Sur de la Universidad Santo Tomás (ORD N.°109/2018). Asimismo, se obtuvo el consentimiento informado de los propietarios para la participación de sus mascotas en el estudio.
Paciente | Ecocardiografia | Electrocardiografia | Radiografia |
---|---|---|---|
1 | ER | ER | ER |
2 | ER | ER | ER |
3 | ER | ENR | ER |
4 | ER | ENR | ER |
5 | ER | ER | ER |
6 | ER | ER | ER |
7 | ER | ENR | ER |
8 | ER | ER | ER |
9 | ER | ER | ER |
10 | ER | ER | ER |
ER: examen realizado. ENR: examen no realizado.
Fuente: elaboración propia.
Como criterio de inclusión de los perros se consideró a pacientes con historia clínica concordante con signos clínicos de enfermedad cardiovascular, a los que se les había realizado un examen físico del sistema cardiovascular; que contaban con al menos un examen complementario como ecocardiografía, electrocardiografía o radiografìa torácica (tabla 1); que se encontraran clasificados en la fase C, según la clasificación del ACVM; que no padecían otras patologías sistémicas y que tenían entre 3 y 20 anos, sin distinción de sexo ni raza. Para el caso de los perros sanos, se consideró que tuvieran un historial y examen clínico sin alteraciones, entre 3 y 20 anos, sin distinción de sexo ni raza.
Tamaño de la muestra
Se realizó una técnica de muestreo no probabilístico por conveniencia, debido a que se buscaron pacientes que debían cumplir con características específicas. Para obtener un número estimado anual de pacientes diagnosticados con enfermedad cardiovascular se llevó a cabo una encuesta telefónica a clínicas veterinarias ubicadas en la provincia (tabla 2). Esta información se aplicó a la fórmula de cálculo de muestreo de población finita (Aguilar 2005) dando como resultado el número de 12 perros con enfermedad cardiovascular.
Muestras
La población fue seleccionada de tres clínicas veterinarias, en las que los médicos veterinarios contactaron mediante vía telefónica a los duenos de los pacientes que calificaban para formar parte de este estudio. Los duenos fueron citados en la respectiva clínica veterinaria junto con su mascota, la cual contaba con 12 horas de ayuno previo. Se tomó una muestra de sangre (4 ml) de la vena cefálica o yugular en un tubo sin aditivo con gel separador, se dejó reposar por 30 minutos para la formación del coágulo y se centrifugó a 2500 rpm por 10 minutos para la obtención del suero. Los sueros resultantes fueron guardados en congelación a -20°C por un mes, antes de ser enviados al laboratorio clínico para su análisis.
Para la determinación de LDH en suero se utilizó el método UV optimizado (SFBC), y para la isoenzima CK-MB el método UV para la determinación de la isoenzima MB de creatina quinasa con anticuerpos anti-CK-M.
Análisis estadístico
Se calcularon la media aritmética, desviación estándar y varianza de los valores de CK-MB y LDH de los perros diagnosticados con enfermedad cardiovascular y de los perros clínicamente sanos. Se realizó la prueba de diferenciación de medias para determinar si la diferencia de las medias de CK-MB y de LDH entre los dos grupos de perros eran significativas. Asimismo, mediante la prueba de correlación de Pearson se determinó la correlación entre los niveles séricos de CK-MB con los niveles séricos de LDH.
RESULTADOS
Los niveles séricos de las enzimas CK-MB y LDH de los pacientes se muestran en la tabla 3. Las medias de ambas enzimas fueron diferentes entre grupos, especialmente para la enzima LDH, cuya media en los perros diagnosticados con ECV fue 5,7 veces mayor que en los perros clínicamente sanos.
Los rangos de valores de CK-MB de los dos grupos de perros no fueron muy amplios, a excepción de tres perros diagnosticados con ECV que presentaron niveles sobre 250 U/L, lo cual implicó que las medias de ambos grupos fueron significativamente diferentes (p < 0,05). Por otro lado, los niveles séricos de LDH de los perros clínicamente sanos se mueven dentro de un rango estrecho de valores (máximo 38 U/L), mientras que aquellos de pacientes con ECV se mueven dentro de un rango más amplio (máximo: 190 U/L), lo que indica que las medias son significativamente diferentes (p < 0,05). La correlación entre los niveles séricos de CK-MB y LDH, aunque fue directamente proporcional, no fue estadísticamente significativa.
DISCUSIÓN
Los niveles séricos de la isoenzima CK-MB en perros diagnosticados con enfermedad valvular degenerativa fueron significativamente diferentes de aquellos clínicamente sanos. Estos resultados coinciden con las investigaciones realizadas por Pino (2006) y Bakirel y Gunes (2009), quienes obtuvieron medias aritméticas de 186 y 83,5 U/L, respectivamente, en perros con patologías cardíacas.
Los valores de concentración de CK-MB pueden variar por el método de inmunoanálisis utilizado (Santaló et al. 2003). Pino (2006) utilizó el mismo método empleado en el presente estudio, lo cual se refleja en la similitud obtenida en las medias aritméticas (186 U/L), cuyo valor es de 181,4 U/L en el presente estudio. El hecho de que los valores séricos de CK-MB sean muy variables dependiendo del kit empleado hace difícil hacer comparaciones con los resultados obtenidos en otros estudios, así como para crear un rango de referencia estándar, haciendo que su uso se vuelva poco práctico en la clínica diaria.
Según Vishal et al. (2012), CK-MB es una isoenzima que se incrementa luego de entre 3 y 12 horas, alcanza niveles máximos entre las 12 y 25 horas y su concentración se normaliza entre los 2 y 3 días. Esto puede diferir en los pacientes con enfermedad valvular degenerativa en estadios C, los cuales requieren un tiempo de evolución de la enfermedad, generando dificultades en la utilización de CK-MB como biomarcador en medicina veterinaria.
Es posible en pacientes humanos una rápida elevación y descenso, la CK-MB puede utilizarse para detectar un reinfarto ulterior (Santaló et al. 2003). De allí, que se pueda asumir que es más probable que los valores séricos de CK-MB se encuentren aumentados en casos agudos, lo cual puede diferir en medicina veterinaria. En el caso de este estudio, los pacientes no presentaban sinología clínica al momento de tomar las muestras, debido a que se encontraban con tratamiento médico.
Silva et al. (2016) estudiaron el comportamiento de varios marcadores cardíacos en perros con leishmaniasis visceral (se presume que Leishmania spp. danaría las fibras cardíacas), los cuales presentaban diversos signos clínicos, incluso algunos eran asintomáticos. Los resultados no indicaron una relación entre la concentración de CK-MB con la gravedad de los signos clínicos, lo cual podría senalar que los niveles séricos de CK-MB en perros con daño cardíaco no se relacionan con los signos clínicos del paciente.
En el caso de los niveles séricos de la enzima LDH se encontraron grandes diferencias entre perros diagnosticados con ECV y perros clinicamente sanos, a diferencia de lo reportado por Pino (2006), que si bien los perros-controles presentaron una media de 129 U/L y los perros con patología cardíaca de 267,5 U/L, las diferencias no fueron estadísticamente significativas.
LDH cataliza la conversión reversible de piruvato a L-lactato (Latimer 2011).
Al ser el lactato un producto del metabolismo anaeróbico, su concentración en sangre se utiliza clínicamente como un indicador de hipoperfusión e hipoxia (Sharkey y Wellman 2013), la cual es una consecuencia de la ECV, debido a que el corazón es incapaz de cumplir con las necesidades metabólicas de los tejidos periféricos (Silverstein y Hopper 2015). Esto aumentaría su actividad en sangre, en perros con ECV. No obstante, LDH es una enzima inespecífica que se encuentra en células de hígado, corazón, músculo y sangre, entre otros (Wittwer 2012), por lo que sus niveles séricos pueden verse afectados por causas extracardíacas.
CONCLUSIONES
Se pudo determinar en este estudio la existencia de una correlación positiva entre los valores séricos de LDH y de CK-MB en los pacientes. Sin embargo, en este estudio los niveles séricos de la isoenzima CK-MB resultaron no tener una diferencia estadísticamente significativa, bajo un 95% de confianza entre los perros diagnosticados con enfermedad valvular degenerativa, en comparación con los perros clínicamente sanos. Al comparar los niveles séricos de CK-MB obtenidos en otros estudios se comprobó que sus valores son muy variables y que no se relacionan con la gravedad de los signos clínicos. Por ende, esta isoenzima probablemente no brinda una utilidad como examen complementario en la clínica diaria.
Los niveles séricos de la enzima LDH entre los perros diagnosticados con enfermedad valvular degenerativa, en comparación con los de los clínicamente sanos, tuvieron una diferencia estadísticamente significativa bajo un 95% de confianza, lo cual podría ser un predictor de daño miocárdico, pero, debido a su característica de ser una enzima inespecífica y al comparar los resultados obtenidos en otros estudios que utilizaron un Tamaño muestral mayor, se puede inferir que los resultados obtenidos no son concluyentes.
Finalmente, debido a que los resultados de esta investigación difirieron con los resultados de otros estudios, se concluye que se debe utilizar un Tamaño muestral más alto de perros diagnosticados con enfermedad valvular degenerativa y con una mayor cronicidad de la enfermedad, para obtener resultados más claros con respecto al uso de los niveles séricos de CK-MB y LDH como indicadores de daño miocárdico. Todo esto con la finalidad de ampliar la diversidad de biomarcadores de lesión celular o sistémica en medicina veterinaria.