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Forma y Función
Print version ISSN 0120-338X
Forma funcion, Santaf, de Bogot, D.C. vol.22 no.2 Bogotá July/Dec. 2009
ANÁLISIS NARRATOLÓGICO DEL
TESTIMONIO, GÉNERO DISCURSIVO
EVANGÉLICO CRISTIANO*
Narratological Analys is of Testimony,
Christian-Evangelic Discursive Genre
Nelson Andrés Molina Roa
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá
namolinaro@unal.edu.co
Artículo de investigación recibido 12-04-08, artículo aceptado 27-07-09
Resumen
El testimonio es un discurso narrativo característico de la comunidad religiosa evangélica, a través del cual el creyente cuenta cómo Dios hizo un milagro en su vida. A partir del análisis narratológico de un testimonio concreto, este artículo expone algunas de las estrategias narrativo-estructurales desplegadas por los cristianos evangélicos para persuadir a los escuchas a creer en sus doctrinas.
Palabras clave: evangelicalismo, narraciones orales, testimonio evangélico, estructura narrativa, fabula narrativa.
Abstract
Testimony is a narrative discourse of the Evangelist religious community, through which the believer tells others how God created a miracle brought to their life. Through the narrative analysis of a concrete testimony, this article presents some narrative-structural strategies displayed by Evangelical Christians to persuade followers to believe in their doctrines.
Key words: Evangelicalism, oral narration, evangelical testimony, narrative structure, narrative fable.
Introduction
LOS ESTUDIOS SOCIOLINGÜÍSTICOS buscan comprender las dinámicas y procesos de las comunidades analizando lingüísticamente sus productos discursivos (Romaine, 2000). De esto se desprende que el corpus a observar en este artículo haya sido extraído del acontecer litúrgico de una comunidad, "la comunidad cristiana evangélica Los Ungidos de Dios", radicada en Bogotá, y que dicho corpus corresponda a un producto discursivo típico de la comunidad evangélica reconocido como tal por ella misma: la narración oral denominada "testimonio". El testimonio, como evento comunicativo, hace parte importante de la liturgia evangélica y cumple diversas funciones doctrinales y sociales en el interior y en el exterior de la comunidad. En esencia, es una narración oral que hace el cristiano evangélico delante de la congregación, donde cuenta cómo de manera milagrosa Dios intervino en un momento difícil de su vida ayudándole a superar la prueba. Puesto que es un discurso narrativo persuasivo, el testimonio hace gala de diversas estrategias —lingüísticas y no lingüísticas, narrativas y no narrativas— para afianzar o enunciar aspectos doctrinales de la Fe cristiana evangélica en los oyentes; es un discurso diseñado para ratificar los fundamentos de la doctrina evangélica.
Ahora, de entre los múltiples tipos de estrategias persuasivas que se utilizan en el testimonio, para el presente artículo se ha optado por exponer y analizar aquellas narrativo-estructurales evidentes en la trascripción de un solo testimonio que nos sirve, a modo de sinécdoque y desde el punto de vista de la narratología, como ejemplo para dar un vistazo a las estrategias y a la estructura narrativa de todos los testimonios. Partimos de la premisa ideal de que todos los testimonios, por pertenecer a un mismo género discursivo (Bakhtin, 1982), corresponderán a una misma estructura narrativa básica, común al género, que enseguida expondremos. Por ser "narración" y por ser "discurso", al testimonio se le pueden aplicar métodos narratológicos y lingüísticos de análisis —del léxico, del uso de los tiempos verbales, de la serie de acontecimientos (Mieke, 1990; Labov, 1988)— que arrojan datos interesantes respecto a la doctrina evangélica y el modo como esta es trasmitida en el testimonio. La trascripción que expondremos forma parte de un grupo de testimonios gravados durante una reunión dominical de la comunidad cristiana evangélica Los Ungidos de Dios realizada en junio del 2005. Hemos denominado Quique al creyente que pronunció este testimonio y tenemos su permiso para analizar y divulgar el mismo. Quienes estén interesados en el video original o en la investigación, pueden comunicarse al correo namolinaro@unal.edu.co o con los editores de la revista.
1. Conceptos preliminares: fábula, estructura narrativa, estructura narrativa del testimonio
El fenómeno de las estructuras narrativas ha sido tratado, entre otros, por estudiosos de la talla de Roland Barthes (1986) o Paul Ricoeur (1999) en el nivel escritural y William Labov (1988) en el nivel oral o discursivo. Algunas de las conclusiones que de estas investigaciones podrían extraerse son las siguientes: es innegable, tanto dentro de las narraciones orales —poéticas o de la vida cotidiana— como de las narraciones escritas —periodísticas, históricas o literarias—, la presencia de una estructura subyacente o un nivel narrativo profundo que tendría que ver con la organización o el modelo lógico, cronológico y psicológico al que el autor acude para insertar los hechos que quiere narrar. Mieke (1990) llama fabula a esta estructura profunda mientras que Ricoeur (1999) la denomina estructura interior de la narracion. En este orden de ideas, el andamiaje básico al que toda narración se sujetaría lo resume Labov (1988, p. 14) en las siguientes fases narrativas:
- Resumen: de lo que se va a contar.
- Orientación: contexto espacio-temporal donde se ubica lo que se narrará.
- Acción complicante: lo que correspondería al nudo dentro de la teoría de la narración literaria.
- Evaluación: elementos lingüísticos dentro de la narración que dan cuenta de lo que el narrador cree y opina acerca del mundo.
- Resolución: finalización de la historia contada.
- Evaluación o resumen final: reflexión conclusiva acerca de la historia narrada.
Por supuesto, este orden estructural es ideal puesto que el narrador puede alterar el orden de presentación de los elementos (lo cual es un recurso lingüístico narrativo útil para crear suspenso o hacer un chiste, por ejemplo), presentar obtusas las fronteras entre cada parte de la estructura, suprimir algún elemento, e incluso, dejar sin terminar una narración. Precisamente, son estas variaciones en la estructura básica, que de todos modos se darían sistemática y lógicamente en una narración coherente, las que originan los diversos géneros narrativos. Para entender mejor lo anteriormente dicho es recomendable conocer algunas de las definiciones básicas que Mieke ofrece:
a) Un texto narrativo es aquel en que un agente relata una narración. b) Una historia es una fábula presentada de cierta manera. c) Una fábula es una serie de acontecimientos lógica y cronológicamente relacionados que unos actores causan o experimentan. d) Un acontecimiento es la transición de un estado a otro. e) Actuar es causar o experimentar un acontecimiento. f) Los agentes son actores que llevan a cabo acciones. (Mieke, 1990, pp. 13-14)
Para Mieke, un texto narrativo consta de tres niveles o capas que se superponen recubriendo cada una un nivel más profundo: el texto, la historia y la fábula, siendo este último el que correspondería a la estructura profunda sobre la cual se articula la historia. Esta última es el orden escogido para presentar "la serie de acontecimientos" o hechos, y el texto, el producto final lingüístico a través del cual el lector se entera de la historia. La serie de acontecimientos es la columna vertebral del texto narrativo; es la fábula, configura la historia y es observable en el texto. Ahora, desde el punto de vista lingüístico, si hablamos de la transición lógica y cronológica de un estado a otro estamos hablando de un verbo de acción efectuado por un agente (cambio de estado o de acción desde un tiempo determinado a otro tiempo igualmente determinado). Si decimos, por ejemplo, "Juan está enfermo" y "Juan está en el hospital" no hemos elaborado una serie de acontecimientos ya que no hemos evidenciado la transición, en cambio, si decimos las frases "Juan está enfermo" y "Juan fue al hospital" estamos ya insinuando una serie de acontecimientos. Por último, se entiende por "estrategias narrativo-estructurales" la manera como el autor organiza —ya sea por estilo personal, ya sea a causa de las circunstancias externas, ya sea porque considera así el efecto de su narración más contundente— la serie de acontecimientos y qué elementos agrega o resta a dicha serie.
A partir de los postulados anteriores y del análisis estructural de varias muestras, se determinó en la investigación la estructura narrativa subyacente en los testimonios:
- Introducción al testimonio. Discurso introductorio del narrador para presentarse, saludar o hacer un anuncio que no tiene que ver con la narración en sí.
- Ubicación temporal del problema o circunstancia adversa que aquejó al narrador en algún momento de su vida.
- Narración del problema, de cómo se originó, su desarrollo, etc.
- Reflexión del narrador acerca de las circunstancias que lo llevaron al problema. Un "alto en el camino".
- Intercesión u oración a Dios ajena o propia pidiendo ayuda para solucionar el problema.
- Narración acerca de cómo se solucionó el problema gracias a la intervención divina. El milagro.
- Conclusión y moraleja a partir de la experiencia vivida.
2. El testimonio de Quique dentro de su fábula: corpus a analizar
El siguiente es el testimonio de Quique enmarcado, de una vez, dentro de su estructura profunda. Al final del corpus aparecen las convenciones que dan cuenta de los diferentes usos verbales a sabiendas de que son los verbos los que, por un lado, revelan las estrategias narrativas-estructurales y, por el otro, conforman la serie de acontecimientos, esto es, la fábula y la historia.
Convenciones
Subrayado: verbos en pretérito perfecto con Quique como sujeto.
Subrayado y un asterisco: verbos en pretérito perfecto con sujeto diferente a Quique.
Subrayado y dos asteriscos: verbos en pretérito perfecto que tienen a Quique, indirectamente, como sujeto (metonimias).
p: tiempos del presente: presente y pretérito perfecto compuesto.
i: pretérito imperfecto.
im: modo imperativo.
s: modo subjuntivo.
pl: pretérito pluscuamperfecto.
No se tuvieron en cuenta los verbos sustantivados.
3. Análisis narratológico del testimonio de Quique
La tabla 2 extrae las oraciones en pretérito perfecto mediante las cuales, en esencia, Quique elaboró la serie de acontecimientos.
La tabla_2 junto con el texto 1 evidencian la configuración tripartita que, según Mieke, subyace en los textos narrativos: la columna de la izquierda de la tabla_2 corresponde a la fábula o estructura profunda, la columna de la derecha a la historia o serie de acontecimientos y el texto 1 al texto o materialización lingüística de la historia. La serie de acontecimientos devela la estructura profunda y configura "la historia".
Ahora, las oraciones al inicio en cursiva se incluyeron en la tabla por estar regidas por pretérito perfecto, pero estas no anteceden ni originan otra acción inmediata e incluso podrían intercambiar sus posiciones, por tanto, no son acontecimientos. Estas no narran sino brindan ciertas informaciones convenientes a las estructuras donde están inscritas: la introducción y la ubicación temporal, la primera informa al público acerca del narrador y la segunda acerca de la narración. Lo que informan, por ser introductorio, definirá el ángulo desde el cual el escucha percibirá la futura historia. En este orden de ideas, Quique elaboró la introducción a su enunciado en los tiempos verbales presente y pretérito perfecto compuesto (ambos dan idea de presente), en el modo subjuntivo (función apelativa) y apenas una vez en el pretérito perfecto simple. Cuando Quique dice "siento que..." está informando al público acerca de sí mismo, de su condición allí y en ese instante y cuando dice al público "y ojalá y todos lo buscaran" expresa su deseo de que ellos obtengan algo que él, de antemano, ya tenía. Se observa mejor esto en la tabla 3 donde cambiamos "siento" por "es" y "tiene" ya que, en este contexto comunicativo, estos verbos cumplen la misma función semántica de enumerar las cualidades de Quique. No se incluye en la tabla la frase "eso que dicen que Dios habla a los hombres es verdad" porque esta no da información sino que propone una tesis. Esta frase no describe una cualidad de Quique a pesar de que él la haya incluido dentro de la enumeración de sus cualidades, más bien, introduce uno de los principales argumentos con los que él intenta convencer al público de su doctrina: Dios puede hablar a las personas, Quique es un ejemplo vivo de esta verdad.
De lo anterior, podrían resumirse las siguientes estrategias narrativo-estructurales de Quique durante su introducción:
- Dedicar más palabras y tiempo a informar sobre sus cualidades y a enumerarlas (las que ahora él posee).
- Dedicar un mínimo de palabras a contar lo que no podía hacer subordinando esta información a lo que ahora sí puede.
- Ofrecer los beneficios que él ya posee al público asumiendo que ellos aún no los tienen.
- Introducir una tesis en medio de su información para hacerla estar en el espacio de las informaciones y para reafirmar sus cualidades.
Ocurrirá entonces que en el momento en que Quique comienza a narrar su historia, el público ya se ha hecho a la idea de que quien va a contar el testimonio es un hombre con cualidades sobrenaturales y de que ellos también podrían alcanzar estas cualidades. Lo que Quique "no podía hacer" es opacado por lo que ahora es y puede hacer.
Tocante a la ubicación temporal, que esta es parte ya de la narración es evidente en la frase que la antecede: "y mi testimonio lo que dice la sierva es...". La ubicación temporal contextualiza a los escuchas respecto a la cotidianeidad de la vida de Quique ("toda la vida") antes de ocurrir el primer acontecimiento. Debemos tener en cuenta, para entender esta estructura, que el evangélico se refiere a las "cosas naturales" como a la manera de vivir, carente de espiritualidad y reducida al mundo sensible, que lleva el "hombre natural" o "viejo hombre", es decir, las personas antes de convertirse en evangélicas. Quique mismo define para el público qué son "las cosas naturales" a la luz de su experiencia (tabla 4).
Las estrategias que Quique usó durante esta estructura fueron entonces: - Usar palabras clave que activen en los escuchas conocimientos mutuos adquiridos: "toda la vida"; "las cosas naturales".
- Dejar claro, mediante un inciso que antecede a la estructura, dónde empieza su testimonio. Así diferencia los hechos problemáticos de su pasado de los victoriosos de su presente.
- Hacer uso de la función pedagógica de la narración al explicar aquellos conceptos que él mismo introduce.
A continuación del par de estructuras introductorias encontramos ya la serie de acontecimientos. La estrategia discursiva y estructural predominante para la narración del problema consistió en llevar a la par dos voces, una que narra los hechos (pretérito perfecto simple) y otra que expone las reflexiones que, a partir de estos hechos y según él mismo, surgieron en Quique en ese momento (pretérito imperfecto y presente):
Esta bipolaridad invita a los escuchas a reflexionar sobre cada una de las acciones que se van narrando. En últimas, para Quique, lo más importante de la narración son las diferentes reflexiones que, en ese momento dado, los hechos ocasionaron (o actualmente ocasionan) y no los hechos mismos. Es así que omite acontecimientos que otro orador incluso detallaría por ser estos básicos para definir momentos narrativos importantes y, en cambio, recalca reflexiones y explicaciones. Quique cuenta que, por ejemplo, en medio de su vida de rumba, trago y amigos, hubo un momento en el cual se involucró con drogas (involucrarse con drogas significa, entre otras posibles cosas, venderlas, manipularlas, esconderlas para otros, estar junto a ellas, permanecer con personas que las consumen, etc.) pero no especifica en qué momento ni con quién empezó a involucrase (no lo consideró relevante). Tampoco relata qué acciones específicas realizó dentro del término involucrarse: ¿qué hizo? ¿Pasó su tiempo con gente que las consumía? ¿Las vendió? Acto seguido Quique cuenta que llegó el momento en que probó las drogas; ¿cuándo fue ese momento? ¿Cómo fue? ¿Con quién? En vez de ahondar en detalles, lo que Quique introduce es una explicación (en tiempo presente, el ahora) acerca de las posibles causas que lo llevaron a consumir drogas. Insertar una reflexión en presente mediante la formula "no sé" es una estrategia de contraste verbal que invita directamente a los oyentes a reflexionar acerca de las causas de la drogadicción. La tabla 6 muestra las omisiones, reiteraciones o informaciones de más en la narración que Quique hizo del problema:
Sumemos algunas otras cuestiones: existe un punto de la narración, del cual Quique no considera relevante decirnos qué lo causó ni en qué circunstancias, en el cual, de repente, el viejo hombre de Quique hace una suerte de "alto en el camino" y se observa a sí mismo y su problema (desde "me vi alejado del camino original"). Lo primero que este viejo Quique nota es que había empezado en un punto dado del camino de "las cosas naturales" y que ahora se encontraba, desviado, en otro. Luego, es consciente de una serie de "defectos" e intenta explicar el porqué de estos (que no son las drogas). Este proceso, que simula la estructura de la reflexión, pertenece aún, por temática y conjugación, a la narración del problema pues aún prosigue el acontecimiento "empecé a generar una serie de conflictos" seguido ahora sí de la reflexión. Si los pretéritos imperfectos que anteceden a la frase "empecé a generar una serie de conflictos" fueran el "alto en el camino", inmediatamente hubiera seguido la estructura de la intercesión, pero no es así, a pesar de estas primeras reflexiones Quique continúa sumido en el problema. ¿Por qué Quique continúa generando conflictos a pesar de haber meditado sobre el problema? La respuesta tiene que ver con la secuencia temática y estructural de los testimonios; después de haber reflexionado tendría Quique que haber orado o buscado a Dios, alguien tendría que haber hablado por él a Dios (o a él de Dios) o Dios mismo tendría que haber intercedido. Esto es, para que una narración sea un testimonio es indispensable que sea Dios quien solucione el problema. Si Quique se hubiera curado a partir de sus reflexiones sin que Dios hubiera intervenido, no estaríamos analizando un testimonio.
De otro lado, existen razones doctrinales para que el viejo Quique no hubiera podido solucionar su problema por más consciente que fuera de este: la reflexión se dio en uno de los caminos del viejo hombre, fue sobre situaciones concernientes a las cosas naturales y la explicación que se dio a estos problemas se encontró en el mundo de las cosas naturales (sin Dios). Según los evangélicos, cualquier intento de solución a sus problemas que el hombre haga desde sus propias fuerzas resultará fallido y generará desilusión y desazón (Proverbios 7, 1-2). ¿Qué buscaba Quique presentando los hechos de este modo? Sobre todo causar en el escucha sensaciones de desazón, desconcierto y sorpresa puesto que activó en ellos, por medio de palabras clave y usando la ambigüedad, los conocimientos subjetivos que tenían de la doctrina y de la estructura y los confundió al ubicar una estructura donde no debería aparecer, lo cual causa en ellos una sensación de desazón (el público siente que algo no cuadra en la historia). Expliquemos esto mejor: después de que Quique les ha hablado directamente y les ha dicho: "creo ahora que en ese entonces me metí en las drogas por tales razones", el público percibirá "lógico: eran intereses del viejo hombre", luego Quique dirá: "me vi desviado del camino original", de lo que el público percibirá "por supuesto: un buen muchacho se metió en las drogas". Entonces, Quique hará entender: "hice un alto en el camino" y ante esta frase el público esperará "ya viene la intervención de Dios" (la estructura que corresponde) y ocurrirá que esta no aparece (algo pasa con la estructura de Quique que no entendemos, sentirá el público). Ocurre que si hubieran tenido en claro que el alto en el camino fue aún durante el mundo de "las cosas naturales" hubieran pensado mas bien: "de nada le sirve que se mate la cabeza, piensa como viejo hombre y no le ha pedido ayuda a Dios", y cuando Quique hubiese confirmado que efectivamente continuó en problemas hubieran dicho "pues lógico". Resumamos las estrategias usadas por Quique durante la narración del problema:
- Quique narra en dos voces para así poder alternar la narración de los hechos con reflexiones acerca de los hechos narrados. La voz que acompaña a la narración resulta como una conciencia que activa en los escuchas conocimientos y sentimientos mutuamente adquiridos.
- Quique inserta reflexiones en presente sobre los hechos acontecidos en el pasado. Esto es, por medio del contraste, los escuchas se verán impelidos a fijarse en el porqué de los hechos y en las reflexiones de Quique.
- Quique resta importancia a los detalles de los acontecimientos y en cambio resalta lo que sintió o pensó sobre ellos. De este modo, el oyente se dejará involucrar más por la subjetividad de Quique que por los hechos objetivos.
- Alterando el orden de las estructuras y haciendo uso de la ambigüedad y de palabras clave fuera de contexto, de modo que se activen y confundan los conocimientos estructurales y doctrinales subjetivos, Quique genera diversas sensaciones en los escuchas.
De todos modos, el efecto de desazón generado en el público será suplido por una sensación de agradable sorpresa cuando, durante la reflexión, Quique haya aclarado doctrinalmente lo que estructuralmente él mismo había confundido en la narración con el fin de insertar una enseñanza. Esta reflexión, que se caracteriza por carecer de acontecimientos (esto es: utiliza verbos en pretérito imperfecto), es más descriptiva que narrativa y es introducida abruptamente por Quique, dentro de la secuencia narrativa, con el epíteto "palabra de Dios". A lo largo de ella, Quique arriesga una pequeña prédica o enseñanza rica en elementos implícitos; a medida que describe lo que veía de sí mismo, después de haber empezado a generar conflictos (el verdadero alto en el camino), hace alusión a un pasaje de la Biblia sin referenciarlo para sustentar sus reflexiones. La reacción que esta estrategia podría generar en el público es doble: por un lado, quien conozca dicho pasaje de la Biblia deberá aceptar el dominio que tiene Quique tanto del tema como del género y deberá prepararse para recibir abiertamente el mensaje. Por otro lado, quien no conozca el pasaje, se verá compelido a investigar y, por el momento, tendrá que aceptar como cierto el mensaje pues su propia ignorancia no le permitirá abiertamente contradecirlo. En la tabla 7 se compara el texto bíblico en cuestión, Epístola a los Romanos 7, 7-25, con las palabras de Quique:
Las estrategias de Quique para esta estructura son las siguientes:
- Producir una estructura polifónica que active para ciertas personas unos conocimientos y para otras otros (una persona nueva en la comunidad, incluso una antigua, que no este familiarizada con las estructuras y temáticas cristianas, comprenderá de todos modos la narración, así no capte los significados profundos).
- Transmitir de manera indirecta principios doctrinales del cristianismo.
- Retar los conocimientos del público generando en él diversas actitudes frente al discurso y el testigo.
Después de la interrupción que genera la reflexión, la serie de acontecimientos sigue su curso en la intercesión. Allí, el narrador mismo, otra persona, o Dios inician una acción que da pie a que se solucione el problema. Esta acción, en el testimonio, necesariamente debe tener que ver con Dios y resultar completamente efectiva. En la intercesión Quique disminuye su tendencia reflexiva, pues ya no habla de él mismo, limitándose a emitir juicios de valor respecto a las acciones ajenas ("no me gustaba", "era nuevo", "era verdadero"), permitiendo que la fuerza misma de la narración se haga presente. El público se verá atrapado por la sola secuencia de hechos sin que haya necesidad de juegos estructurales. No obstante, en medio de la estructura, y aprovechando que la atención del público está contenida, Quique lanza "el mensaje" (en presente e incluyendo el pronombre nosotros), es decir, enuncia de manera directa el propósito de su narración y el tema para el cual había estado preparando subjetivamente al público. Por haber sido inducido de manera didáctica (la narración toda fue el instrumento) este mensaje resultará digerible para el público, afianzado en los ya convertidos o aceptado por los que no lo han sido. La estrategia estructural que Quique despliega esta vez es bastante directa y se basa en el contraste. Primero, Quique inserta, en medio de la serie de verbos en pasado, una frase en presente que, en vez de cumplir las funciones reflexivas típicas de sus inserciones en pretérito imperfecto, hace parte de la cadena de acontecimientos. Sumado a esto, Quique deja el "yo" para acudir al "nosotros" (ya no es mi experiencia sino nuestra experiencia). Este es el momento central del testimonio esperado por el público: Dios mismo interviene como actor en las acciones y contribuye al proceso (mejor dicho: Él lo efectúa) de solución del problema: el milagro.
De lo que Quique trata de persuadir al público con su narración es de cómo funciona el proceso de aceptar a Jesús en el corazón según los evangélicos y de las ventajas de esta aceptación (solucionar un problema grave). En esencia: Jesus murio por nosotros en la cruz, con su muerte murio el viejo hombre que habia en nosotros, al nosotros aceptar como ciertas las dos premisas anteriores hemos hecho activa esa realidad para nuestra vida, acto seguido hemos nacido de nuevo (en espiritu) y hemos empezado una nueva vida. Los problemas graves solo pueden ser solucionados desde esta nueva vida, pues en ella ya vive Jesús; cualquier intento por solucionar problemas graves sin haber aceptado a Jesús resulta infructuoso, pues las fuerzas del hombre son limitadas y se quedan cortas ante ciertos problemas. En un milagro es el poder de Jesús, a través del Espíritu Santo, quien obra. Quique expone a sus escuchas que este proceso se ejecuta en niveles o grados de conciencia que parten de la razón y culminan en la conciencia del corazón (el alma, los sentimientos) y la voluntad (el nuevo espíritu del hombre) (Primera Epístola a los Tesalonicences 5, 23). El recién convertido no solo debe convencerse intelectualmente, pues este es apenas uno de los pasos de la total aceptación, sino que debe además persuadirse desde un creer intuitivo, emocional y sensitivo. Aunque el contenido del mensaje es siempre el mismo, el recién convertido lo comprende cada vez en niveles más profundos de conciencia. Veamos esto en la tabla 8:
Desde que la hermana de Quique le habló, él supo del mensaje (hablar de "la palabra" es hablar de "la conversión" ya que esta es parte constitutiva y esencial de la doctrina) e incluso juzgó que no le gustaba. Luego, cuando fue el turno de la sierva, aunque Quique relata que "lo recibió en el corazón", en realidad dicho mensaje había sido recibido hasta ahora de manera racional puesto que él se permitió hacer juicios de valor y comparaciones (que lo había escuchado antes, por ejemplo). Quique da cuenta de este proceso al aunar a la serie de acontecimientos la oración "llega un momento en que Dios abre nuestro corazón y lo aceptamos y lo recibimos y la reacción que tenemos es: ah... eso". Con esta frase Quique quiere decir que, a pesar de haber aceptado anteriormente el mensaje, hasta ese momento no lo había entendido; comprenderlo a cabalidad fue un proceso que ocurrió en su corazón: saberlo, aceptarlo y recibirlo. La comprensión total del mensaje se evidencia en la aparición de realidades espirituales: ser lleno del Espíritu Santo y encontrar la clave para solucionar el problema. A continuación vendrá el milagro.
Las estrategias usadas por Quique durante esta estructura fueron:
- Aprovechar la fuerza de atracción que posee la cadena de hechos para mantener al público expectante.
- Reducir las subjetividades que alternaban a los hechos objetivos para así lograr que el público no se distraiga de los hechos narrados.
- Introducir dentro de esa cadena de hechos la estructura del mensaje que, por no ser una de sus típicas inserciones, capte la atención del público y lo haga sentir que el proceso allí especificado es parte constitutiva de la narración.
- Hacer sentir al público, mediante el pronombre adjetivo "nos", que el mensaje concierne al ahora (ellos ya pueden vivir ese proceso) y a todos los presentes convertidos o no.
En cuanto a la solución al problema, esta estructura prolonga, como era de esperar, la configuración temática y verbal que Quique venía planteando, tanto vedada como explícitamente, desde el inicio de la serie de acontecimientos. Esto es: durante la narración del problema Quique expuso al viejo hombre, sus intereses y cavilaciones, haciendo uso alternativo de las formas perfecta e imperfecta del pasado e incrustando una reflexión en presente. Luego, en la intercesión, Quique dio cuenta de un estado de transición entre ese viejo hombre y el nuevo donde las cavilaciones ceden a favor de las acciones, manteniendo el uso alternativo de las dos formas del pasado pero dando inicio a un proceso en tiempo presente. En la solución, pues, el nuevo hombre habla en tiempo presente (su tiempo) conservando la alternancia con el pretérito perfecto e incrustando frases en modo imperativo. La nueva combinación establece una relación directa orador-escucha que renueva en el público el recuerdo del Quique poderoso de la introducción y lo hace emerger de la historia ya no como personaje sino como ser real. La nueva pareja del pretérito perfecto implica otras connotaciones significativas: mientras que para el viejo hombre la forma verbal alternativa (pretérito imperfecto) introducía cavilaciones y sensaciones acerca de los hechos que ocurrían (pretérito perfecto), para el nuevo hombre los hechos se adjuntan a oraciones en presente indicativo que "es un tiempo absoluto que expresa coincidencia entre la acción y el momento en que se habla" (García-Pelayo, 1982) y que puede ser captado como un mandato (mañana vas a la librería y compras un libro), una extensión al futuro (mañana compro los boletos) y un anunciador de verdades intemporales (el triángulo tiene tres lados). El efecto persuasivo del presente ante el público es arrollador puesto que la tendencia natural del ser humano es creer las afirmaciones a no ser que algún signo (o estructura) contradictorio, perceptible, las acompañe (Krusche, 2002).
Ahora bien, el efecto persuasivo del presente indicativo se refuerza con el uso del modo imperativo que expresa mandato explícito. Es tan fuerte el efecto persuasivo del imperativo que las reglas sociales intentan limitar su uso a ciertos roles y a ciertas circunstancias catalogando como "grosero" su uso fuera de contexto. De ahí que Quique se hubiera atrevido a introducir el modo imperativo tan solo bajo la fórmula "citar a alguien". Ese alguien, que es Dios mismo, dice: "Ya no tienes ese problema, o sea, ya camina y acepta este regalo que te doy". Al escuchar estas palabras el público percibirá una orden directa de parte de Dios en boca de Quique aunque él haya hecho la cita: "ya camina y acepta", que se relaciona con el mensaje y se traduciría así: "acepta ya el mensaje y conviértete". La fuerza del modo imperativo es tal que, aun camuflada entre fórmulas de cortesía, no deja de surtir efecto (García-Pelayo, 1982).
Debemos anotar, no obstante, que la muletilla "o sea" imprime un sentido ambiguo a la frase: ¿le dijo Dios a Quique solamente "ya no tienes ese problema" y el resto de la frase es una explicación de lo que Quique entendió de las palabras de Dios? ¿O le dijo "ya camina y acepta este regalo que te doy" y de esta frase dedujo Quique que ya no tenía el problema?; ¿le dijo Dios toda la frase? Puesto que no podemos saber con certeza la respuesta, digamos más bien que la frase resume los dos momentos temporales antes de la conversión: la primera vida es el problema y la segunda vida es "camina y acepta": Quique ha nacido de nuevo ("tengo como una vida nueva") y le da esa orden al público: "ya no tienen ese problema", "ya caminen y acepten". Veamos un cuadro comparativo entre las acciones de Dios sobre Quique (los hechos) y las consecuencias de estas sobre su estado actual (indicativo):
Las estrategias estructurales que Quique usó en esta estructura son las siguientes:
- Alternar el tiempo presente con el pretérito perfecto propio de la serie de acontecimientos.
- Utilizar el presente indicativo como método de persuasión directa.
- Introducir el imperativo para dar órdenes directas al público.
Para terminar, la conclusión o moraleja da fin, además de al enunciado mismo, a sus componentes temático-doctrinal y estructural-narrativo. La frase con la que Quique culmina su serie de acontecimientos: "y desde ese momento en adelante mi vida cambió", reúne el último verbo en pretérito perfecto y el epílogo a la temática que Quique venía tratando: "y desde ese momento (desde que se convirtió en nuevo hombre) en adelante (hasta el momento actual en el cual Quique se encuentra narrando a los oyentes su historia) mi vida cambió". Las frases finales constan de fórmulas institucionales típicas para concluir testimonios: "le doy gracias a Dios", "para Él sea toda la gloria", de frases de reconocimiento al realizador del milagro: "le doy gracias a Dios por todo lo que ha hecho por mí", y de un resumen del mensaje: "las cosas que nosotros no podemos la voluntad de Dios lo puede, lo que es imposible para los hombres es posible para él".
Las estrategias utilizadas por Quique en esta estructura fueron:
- Haberse salido de la narración y mostrarse como producto de esta; el efecto en el público es el de querer corroborar si él que ahora habla en presente es el mismo del que se narra en pasado.
- Dar una conclusión efectiva tanto de temáticas, como a la estructura y a la historia.
- Acudir a las frases conclusivas.
- Exponer declaraciones directas acerca del mensaje.
* El artículo da cuenta de una parte de los resultados de investigación de la tesis El testimonio de Quique. Estrategias narrativas-estructurales y paralingüísticas-gestuales usadas por los cristianos evangélicos para persuadir al otro, presentada en el 2006 para optar al título Magíster en Lingüística del Departamento de Lingüística de la Facultad deCiencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
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