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Cuadernos de Administración

Print version ISSN 0120-3592

Cuad. Adm. vol.19 no.32 Bogotá Jul./Dec. 2006

 

Editorial

Respecto a la primera cuestión, cabe señalar que las presentaciones efectuadas en el evento, algunas reflexiones académicas recientes y los datos sobre los grupos de investigación del área evidencian que, en efecto, estamos ante un cambio de trayectoria en la producción de conocimiento sobre la administración en Colombia, el cual se refleja en los índices de publicación en revistas de carácter académico. Ante esa situación, surge la pregunta en torno a las características de dicho crecimiento.

De esta manera se configura un reto ya abordado a finales de las décadas de los ochenta y noventa, con la realización de diversos estudios sobre la investigación en administración de empresas en Colombia, cuyos resultados, por lo demás, fueron pesimistas, pero apuntalaron una línea de trabajo que se debe continuar. Esa es una necesidad vigente. Incluso, en sí misma, la investigación acerca de esta disciplina es una fuente de recientes publicaciones en revistas académicas.

Dichos análisis podrían arrojar indicios sobre el tipo de investigaciones adelantadas y sus avances desde la perspectiva metodológica. Por ejemplo, en relación con el carácter empírico –cuantitativo y/o cualitativo– o conceptual de los estudios; con los tipos de estudio exploratorios/descriptivos o analíticos/predictivos; así como con las metodologías de contraste de hipótesis, las técnicas de tratamiento de datos y las fuentes de información. En esa dirección, sería interesante establecer si el despegue de la actividad investigativa en el área de administración en Colombia coincide con algunas características del boom de la investigación registrado a partir de 1995 en un país referente como España. Allí, la investigación académica y profesional se ha caracterizado por el crecimiento de estudios empíricos, con una naciente sofisticación metodológica y el uso de técnicas de tratamiento de datos; además, por el crecimiento de grupos de trabajo en las universidades locales con incipientes contactos internacionales a través de pasantías, estancias o realización de tesis doctorales.

La caracterización debería aprovechar los avances en la cienciometría o las técnicas de metaanálisis, y dar lugar o acompañarse de balances bibliográficos y diagnósticos sobre temas específicos; la reconstrucción de trayectorias de conocimiento en áreas o temas puntuales y la evaluación de los grados de acumulación alcanzados; la medición del impacto de la producción registrada, a través del rastreo de referencias bibliográficas; la identificación de los liderazgos institucionales o de los investigadores más sobresalientes en cada una de esos temas específicos, o las líneas de investigación maduras y las emergentes en ellos.

Con relación al segundo interrogante, esto es, si se está configurando en Colombia un campo maduro de conocimiento en administración de empresas, varios indicadores insinúan una respuesta positiva. Entre los indicios más claros se encuentran los relacionados con la creciente conformación de grupos de investigación y el aumento tanto de su actividad investigativa como de su producción académica; el paulatino incremento de los profesores de planta, con disponibilidad de tiempo para investigar; el surgimiento de programas de doctorado, para formar personas capacitadas para acometer la actividad investigativa, y la consolidación de las revistas académicas como medio de divulgación del nuevo conocimiento generado. Es decir, se están generando condiciones para el desarrollo y consolidación de una comunidad académica con unas prácticas compartidas de generación, validación y divulgación de conocimiento –sujetas a la reglas de juego de la evaluación por pares– que permiten afirmar que se avanza hacia su fortalecimiento.

Los avances en otros indicadores también registran síntomas alentadores, pero son menos nítidos. Por ejemplo, con la creciente investigación parece que se está empezando a comprender que la administración de empresas es un campo de estudio y conocimiento específico; sin embargo, parece igualmente necesaria una mayor discusión sobre el carácter transdisciplinar y sus implicaciones; sobre la tendencia a privilegiar la investigación empírica sobre el modelaje matemático y la débil predictibilidad subsecuente; la ausencia de un paradigma teórico dominante, o la (¿excesiva?) tolerancia metodológica por la existencia de una pluralidad de disciplinas y metodologías convergentes. También existen indicios de una creciente internacionalización de la divulgación de la producción, pero no se sabe en qué grado está acompañada de un mayor vínculo a redes internacionales de investigadores.

Otro indicador que aporta indicios de avances hacia la madurez es la consolidación de los periódicos y revistas independientes de carácter profesional (Portafolio, Dinero, Poder, Gestión, etc.), que hacen eco de artículos de investigación escritos en formatos de divulgación profesional. En otras palabras, hay un reconocimiento a la existencia de dos públicos de los resultados de la investigación, claramente diferenciados: académicos y directivos profesionales. Al respecto, en el mundo se considera que la investigación en administración de empresas es un campo de estudio pragmático, que debe generar respuestas pertinentes a los problemas reales de las empresas. De este modo, el aumento de la divulgación de la investigación con formato para un lector profesional está alineada con las experiencias de los grandes centros o asociaciones profesionales, que han creado revistas de divulgación profesional para publicar el nuevo conocimiento, como Harvard Business Review, California Management Review o The Academy of Management Executive. Éstas tienen, incluso, mayores índices de impacto que importantes revistas académicas.

De lo anterior se desprende el reto para la comunidad académica colombiana de divulgar los resultados de la investigación en administración en formatos de escritura para dos públicos diferentes. En otros términos, la investigación académica debe demostrar relevancia práctica, por lo menos en sus conclusiones.

Algunos retos derivados para la comunidad académica de la administración son evidentes. Primero, demostrar que la cantidad en la conformación de grupos de investigación está acompañada de calidad y pertinencia, para ser relevante. Segundo, asegurar que los grupos de investigación entrarán en un proceso de internacionalización a través de su pertenencia a redes de conocimiento. Tercero, generar formas de organización que aumenten los ámbitos de divulgación y legitimación de los productos de la investigación. Cuarto, publicar en revistas indexadas en el país y en el mundo, para crear un círculo virtuoso entre la producción y la divulgación del conocimiento. Quinto, generar más recursos e incentivos para lograr una mayor especialización en la generación de conocimiento por subáreas de trabajo –finanzas, mercados y organizaciones–, con su correspondiente divulgación.

En suma, es oportuna una renovada investigación sobre la producción y difusión de conocimiento en el área de administración de empresas en Colombia y su consolidación como campo de conocimiento. Existen indicios de importantes avances; pero, a la vez, muchos interrogantes sobre el grado en que esto está aconteciendo, los desafíos emergentes y las tareas requeridas para apuntalar ese proceso.

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En este número 32 se presentan trece contribuciones de autores nacionales e internacionales. Éste inicia con artículos de investigación empírica sobre aspectos relevantes de la administración en Colombia. En el primero, Jesús Cardona y Gregorio Calderón, a partir de la teoría de los recursos y las capacidades y de un riguroso apoyo econométrico, establecen una significativa relación entre el aprendizaje organizacional, al cual consideran una capacidad dinámica, y un desempeño organizacional superior; pero para que esto acontezca, “debe existir una alineación estratégica –de éste– con la estrategia de la empresa”. En el segundo, Bernardo Barona, Alina Gómez y Julián Torres, mediante una encuesta aplicada a gerentes bancarios de las cuatro principales ciudades de Colombia, indagan por la financiación de las nuevas empresas. Su validación de los modelos de financiación de pymes (de Berger y Udell) y de inversionistas estratégicos de capital de riesgo es positiva; al tiempo, señalan que desde la perspectiva de los gerentes la banca comercial debería desempeñar un papel más activo en el mercado de capital de riesgo.

En el tercer artículo, Florentino Malaver evalúa el vertiginoso crecimiento de la investigación en el área de administración en Colombia, registrado desde inicios de la pre-sente década. En ese trabajo se muestra: (i) que la expansión tanto de los grupos de investigación como de su actividad investigativa y su producción académica permitió superar el endémico estado incipiente de la investigación en el área; (ii) que pese a la mejora cualitativa de la producción de los principales grupos, sólo una porción muy pequeña de ellos están consolidados; (iii) que la escasez de revistas nacionales indexadas es un cuello de botella para el desarrollo del conocimiento del área, y (iv) que son muchos los desafíos y apoyos requeridos para consolidar el desarrollo de la investigación en esta área en el país.

Los cuatro artículos siguientes efectúan críticas y propuestas conceptuales y/o metodológicas para el estudio y comprensión de temas centrales de la administración. En el cuarto artículo, Sergio Torres y Andrés Mejía cuestionan los textos de administración de empresas, por considerar que sus nociones de la administración son simplistas e incapaces de comprender las funciones y las prácticas de los administradores de empresas. Para remediarlo proponen una definición que pretende integrar los diferentes elementos de la administración desde una concepción dinámica de la organización. En el quinto, Diego Marín, a partir del concepto de sujeto humano de Morin, critica a pensadores fundamentales de la administración (Taylor, Fayol, Mayo y Weber), por su racionalidad instrumental, que reduce al hombre a la condición de medio; además, plan-tea una visión más humana del trabajador para “edificar lo humano administrativo”.

En los artículos sexto y séptimo, sus autores proponen incorporar desarrollos conceptuales y metodológicos para mejorar el análisis de importantes problemas administrativos. En el sexto, José Déniz evalúa, a partir de la contabilidad nacional y el full cost accounting, la posibilidad de incluir una cuenta de resultados donde se estime el desempeño ambiental de las empresas, pese a las limitaciones metodológicas que conlleva la inclusión de externalidades en la información contable. En el séptimo, Helena Heidtmann, Maria Itayra Coelho de Souza y Ana Rosete Camargo realizan una aproximación conceptual y metodológica a la antropología interpretativa o hermenéutica, centrada en uno de sus principales representantes, Clifford Geertz, para evaluar y comprender la cultura organizacional, con resultados positivos.

Dos artículos, el octavo y noveno, elaboran los balances de dos campos de la administración. En el octavo, Santiago Medina efectúa una revisión de la literatura a partir de la teoría de conjuntos y sistemas de inferencia difusos, complementada con el criterio experto, para apoyar la toma de decisiones financieras en ambientes de incertidumbre, para los cuales el autor considera insuficientes los modelos y herramientas convencionales. En el noveno, Gregorio Calderón, Claudia Álvarez y Julia Naranjo presentan una amplia y rigurosa revisión de la literatura especializada en gestión humana, en la que identifican sus principales tendencias y perspectivas de desarrollo tanto teórico como práctico; la revisión se hace, además, desde la perspectiva de la relación de los recursos humanos con las estrategias competitivas y la competitividad de las empresas.

Entre el décimo y duodécimo artículos se presentan propuestas conceptuales y metodológicas que son sometidas a validación empírica. En el décimo, Mariano González parte de la crítica de las metodologías diseñadas para evaluar los mercados financieros, debido a que “el riesgo del mercado de la electricidad no es lineal con respecto al volumen de la posición”, y propone la metodología Flow Energy at Risk (FEaR), validada en el mercado español, para captar mejor la situación de los productores (con posiciones de largo plazo) y los distribuidores (con posiciones de corto plazo) de energía. En el artículo undécimo, Laura Rugeles y JeanFrançois Jolly elaboran y validan la propuesta de desarrollar modelos agroempresariales, donde la integración de lo sectorial (dimensión vertical) y lo territorial (dimensión horizontal), articulados alrededor de las empresas, hacen más comprensivos tanto los análisis como las políticas orientadas por el propósito de crear capacidades competitivas y especializaciones productivas lideradas por los actores estratégicos regionales o locales. Juan Velásquez y Lina González, en el duodécimo artículo proponen, aplican y validan un modelo basado en redes neuronales artificiales para representar (y predecir) la dinámica del índice del tipo de cambio real en Colombia en contraposición de un modelo lineal autorregresivo.

Finalmente, en el último artículo, Alexander Cotte y Jin Cotrino analizan y comprueban los efectos positivos del desarrollo del capital humano –a través de mayor educación y entrenamiento– sobre el crecimiento y distribución del ingreso en Colombia.

Jesús Hernán Perdomo Ortiz

Director del Departamento Administración de Empresas, Pontificia Universidad Javeriana

Florentino Malaver Rodríguez

Editor

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