1. Introducción
Gracias a la Red Internacional de Investigación Vivir en las Ciudades del Futuro, este artículo es el resultado del trabajo conjunto entre un investigador ecuatoriano y uno senegalés, con temas de investigación y visiones del mundo diferentes. El primero de los autores se encuentra investigando sobre el cambio del discurso de las políticas de vivienda social en la ciudad de Quito (2007-2019) y el segundo, trabaja sobre las tecnologías de la información y comunicación (TIC´s) en la ciudad de Dakar.
Teniendo en cuenta lo anteriormente descrito, este artículo desarrolla un comentario a partir de las realidad ecuatoriana y senegalesa a raíz de las ideas articuladas en la conferencia "Pensar la ciudad del mañana es un gran desafío paradójico", del sociólogo y urbanista francés Alain Bourdin, dictada en 2020.
La conferencia invitó a salir del pensamiento establecido y de la acción urbana predominante mediante la demolición de la estandarización impuesta por el pensamiento urbano hegemónico, lo que implica alejarse de instrumentos teóricos prácticos normalizados, posicionando la creatividad social como eje de reflexión del futuro de las ciudades.
Pero, ¿por qué es necesario mejorar las teorías y prácticas existentes para construir, pensar y gestionar la ciudad?
Bourdin trató de responder a esta pregunta llamando la atención sobre la necesidad de explorar nuevas experiencias, apuntando hacia la innovación, teniendo en cuenta el contexto de la ciudad.
Como ya mencionamos en párrafos anteriores, a raíz de las orientaciones investigativas de los autores, a continuación, caracterizamos brevemente cada uno de sus objetos de estudio con el fin de articular el pensamiento de Bourdin con las realidades investigadas:
En Ecuador, las políticas de vivienda son entendidas como acciones del Estado direccionadas a proveer unidades habitacionales a las personas con menos recursos y también son uno de los pilares macroeconómicos generadores de empleo.
En Senegal las TIC´s aparecen más allá de su función comunicacional, como una alternativa para tratar los problemas urbanos de la rápida y mal controlada urbanización. Las citadas tecnologías por su utilización masiva, particularmente para fines comerciales a través del smartphone, se consideran como uno de los principales marcos estructuradores de la economía [10] y como un importante fenómeno societal [1].
Contrario a lo que se pudiera pensar, poner a dialogar estas dos latitudes geográficas y de pensamiento, enriquece el debate y las perspectivas de investigación en el campo del pensamiento urbano. Siendo el punto de encuentro de estas dos investigaciones y la conferencia, el estudio de lo urbano y la necesidad urgente de buscar nuevas epistemologías y metodologías para los territorios del futuro. Aunque este tipo de encuentros es impredecible e inimaginable responde de una cierta manera al llamado de Bourdin a la construcción de nuevas teorías urbanas partiendo de comparar lo incomparable para así encontrar nuevas herramientas analíticas, que impulsen a los académicos al uso de la creatividad para hallar nuevos caminos teórico-metodológicos que den cuenta de la complejidad del actual sistema urbano y su futuro.
Para entender la demanda de nuevas epistemologías en el estudio de lo urbano hay que recordar que las ciudades actuales se encuentran inmersas en procesos de dominación y globalización. Así, se puede entender cómo las teorías de la normalización aplicadas en Ecuador y Senegal nacieron en Europa y América del Norte.
2. Un cambio necesario en el pensamiento urbano: buscando la ruptura de la hegemonía de las ideas
En América Latina, y en particular en Ecuador, la normalización teórica se ha manifestado, por ejemplo, con el establecimiento del "gobierno urbano" o "buen gobierno" promovido por organizaciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo. Esta gobernanza se ha consolidado como la nueva matriz del neoliberalismo urbano latinoamericano [4], desarticulada en cierta medida por los procesos políticos y comunitarios propios de las ciudades, además de implementar procesos estandarizados de asociaciones público-privadas.
Por otro lado, en África, donde la historia reciente sigue estando influenciada por la colonización, donde los cambios medioambientales no están suficientemente controlados y donde las economías están debilitadas por diversos factores, la evolución urbana presenta ciertas particularidades. A pesar de lo anterior, la academia africana ha tratado de construir su propio camino.
De ahí, que las ciudades africanas y latinoamericanas no pueden seguir centrándose en las teorías existentes en el contexto de una globalización que conquista cada vez más la vida de las personas. |ral, el pensamiento imperante ignora la imaginación en el proceso de pensar la ciudad para dedicarse a una lectura basada en instrumentos como: Clasificación mediante el uso de indicadores; conceptos promovidos por organizaciones internacionales; producción de modelos teóricos urbanos como ciudades sostenibles o ciudades inteligentes, y manuales prácticos basados en un sistema de normalización global [3], los cuales son marcados por la descontextualización y un enfoque que no tiene necesariamente en cuenta la diversidad de los problemas urbanos locales. En este sentido, el desarrollo tecnológico y múltiples fenómenos políticos, económicos, sanitarios, ambientales, migratorios se presentan en el Sur-Sur del mundo siendo particularmente observables en África, América Latina y el Caribe, donde los porcentajes de urbanización son dispares, en el primer caso 43 % y en el segundo 81 % [6]. De ahí, que ciudades de países como Senegal y Ecuador son presa de múltiples problemas de saneamiento, vivienda, transporte, seguridad, degradación del medio ambiente, etc., vinculados a una ocupación urbana rápida y a veces irregular que merece un tratamiento especial.
Efectivamente en estos contextos la normalización del pensamiento no ofrece necesariamente una mejor visión del proceso y los efectos de la urbanización poco controlada.
Ya que los actores más solicitados para estudiar la ciudad son los planificadores futuristas, que se han convertido en los demiurgos de los estudios urbanos de carácter profético e inútil, como lo dice Bourdin en su conferencia, especialmente en los países del Sur donde los documentos producidos no tienen mayor impacto en las ciudades. Por ejemplo, en África subsahariana la urbanización es a la vez el resultado de la oferta de oportunidades para mejorar las condiciones de vida, como también del cambio climático que ha provocado una reducción de los rendimientos en las zonas rurales. Ya en la década de 1990, Lat Soucabé Mbow informó que cada año se urbanizaban más de 400 hectáreas de tierras agrícolas, lo que provocaba cambios multifacéticos en ciudades como Dakar. Como respuesta el gobierno encargó a planificadores africanos la realización de estudios sobre la gestión de los estilos de vida, mientras la expansión urbana se aceleraba amplificando los problemas relacionados con la misma.
También podemos referirnos a escuelas de pensamiento de sociología y urbanismo extranjeras que han marcado la investigación científica latinoamericana instituyendo: (i) La fetichización de la globalización capitalista, especialmente con la idea de la “ciudad global”; (ii) el uso de modelos, explicaciones y conceptos descriptivos creados para analizar a los países hegemónicos; (iii) la polarización analítica que desconoce la realidad cultural histórica de la región, en el caso de ambos continentes la invisibilización del colonialismo; (iv) la fragmentación del conocimiento, que ha causado que los fenómenos urbanos sean analizados de forma independiente a todo el sistema que los articula [9]; y (v) la implementación de la gobernanza como teoría y como praxis de gobierno.
En el caso de Ecuador, parte de los estudios urbanos se han centrado en problemas como la escasez de viviendas, la excesiva expansión urbana y la mala calidad del transporte público, sin adaptarlos a las realidades locales. Por ejemplo, el estudio de las políticas habitacionales ha sido cooptado por los manuales internacionales manteniéndose una visión de la problemática de la vivienda como una carencia numérica y cualitativa o de características físicas de la, mediante los difundidos “déficits” vivienda [7]. Olvidando, por una parte, que la verdadera problemática de la vivienda es multidimensional abarcando cuestiones que van desde el manejo del suelo, hasta lógicas vinculadas al trabajo; y por otra parte las realidades propias del país como la construcción social del hábitat y el cooperativismo.
Cercano a lo mencionado anteriormente, los estudios senegaleses sobre la ciudad parecen estar, hasta ahora, fuertemente influenciados por cuestiones de colonización y dependencia (Sagna 2019) que han estructurado las agendas de investigación fuera de la realidad local. En consecuencia, es necesario definir nuevos mecanismos de reflexión direccionados a estudiar nuevos temas como los efectos producidos por el uso de las herramientas digitales.
En orden argumental, se puede resaltar que el pensamiento académico en los dos continentes ha terminado abordando la gobernanza como una categoría de análisis que obvia muchas veces la particularidad política y social en donde se desarrollan las políticas públicas. Así, en 2021, los mismos problemas siguen acechando la paz de los habitantes ante la mirada impotente de las autoridades, a pesar de la aparición de nuevas herramientas de gestión como las TIC, consideradas ahora como un instrumento capaz de resolver las mayores dificultades de la ciudad.
Según Bourdin, esta limitación de la "imaginación" basada en la estandarización de la gobernanza, por ejemplo, comportaría tres restricciones que nos impiden pensar la ciudad del futuro:
i. Tratar eventos variables perturbadores o inesperados.
ii. La serendipia, o la capacidad de razonar a partir de la evidencia del puro azar.
iii. El margen de maniobra y márgenes de razonamiento.
En efecto, el no tener en cuenta:
Eventos imprevistos como el cambio de patrones migratorios, o desastres naturales como ocurrió en Ecuador con el terremoto de Manabí en 2016; la serendipia, o la capacidad de razonar a partir de la evidencia de la pura casualidad, por no aceptarla como “científica”; el no considerar los márgenes de maniobra y el desconocimiento que un problema urbano es dinámico impiden proyectarnos y proyectar nuestros territorios.
Situación que se ha podido observar con la pandemia de COVID19, que paralizó todos los sectores del funcionamiento mundial, mostrando finalmente los límites de las teorías habituales y las políticas urbanas basadas en la normalización fuera de los contextos locales. Estos problemas demandan nuevas teorías e instrumentos de política pública. Buscando poner fin al pensamiento urbano normalizado que, por un lado, no se adapta al contexto aplicado al carecer de mayor reflexión, y por otro, es obsoleto para las problemáticas actuales y mucho más para las problemáticas futuras.
3. Propuestas para ir más allá de la normalización teórica
La normalización teórica y práctica que ha dominado la política urbana dificulta el establecimiento de una teoría para pensar en la ciudad del mañana. Por esta razón, el mundo académico está llamado a distinguirse de las teorías existentes proclamando la transformación paulatina del sistema de normalización hacia teorías y metodologías acordes a cada realidad estudiada.
Bourdin [3] señala que pensar en la ciudad del mañana es a la vez un reto y una paradoja, ya que una revolución urbana sería un fenómeno impredecible que requiere un verdadero debate metodológico. Así, a raíz de las ideas del sociólogo francés se plantean algunas propuestas que deben, a nuestro parecer, ser tenidas en cuenta en los contextos ecuatorianos y senegaleses, como [3]:
1) Poner atención a las herramientas de anticipación, o los detalles para identificar las señales débiles, entendidas como elementos de percepción del entorno, oportunidades o amenazas que deben ser vigiladas desde el principio, con el fin de desarrollar opciones para el futuro.
2) Movilización de la imaginación utilizando nuevas metodologías para solucionar y analizar determinado problema. Como, por ejemplo, el comparar lo aparentemente incorporable.
3) Dentro de una visión de ciudad postcarbono facilitar el encuentro de actores con ideas y objetivos heterogéneos en la búsqueda de consensos, aun si son difíciles de alcanzar.
4) Tener una variedad e independencia de escalas de razonamiento, dependiendo del caso que se analice.
5) Guardar una lógica adecuada a cada situación, pero flexible en caso de ser necesaria para salir de la normalización, buscándose comparar los contextos urbanos aparentemente incomparables.
4. Perspectivas
El contexto y las nuevas problemáticas urbanas demandan un cambio inminente de rumbo en la academia con la ruptura de la estandarización, lo cual insta una mayor participación de los investigadores, necesitándose de redes de investigación que permitan el constante intercambio de ideas y realidades.
Para una mayor visibilidad, los investigadores deben asumir el riesgo público de emitir criterios, tratando de llegar a la mayor cantidad de actores que piensan, viven y construyen ciudad.
Finalmente, salir de la estandarización y pensar en el futuro de las políticas urbanas implica apelar a la innovación a través de la reactivación de la imaginación, con el fin de que surjan nuevas teorías y conceptos que provengan del encuentro de múltiples actores.