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Investigación y Educación en Enfermería

Print version ISSN 0120-5307On-line version ISSN 2216-0280

Invest. educ. enferm vol.28 no.3 Medellín Nov. 2010

 

REVISIÓN TEMÁTICA / REVIEW ARTICLE/ REVISÃO DE TEMA

 

La investigación-acción-participativa. Una forma de investigar en la práctica enfermera

The Participatory-Action-Research. A way to research in the nursing practice

Investigação-ação-participativa. Uma forma de pesquisar na prática enfermeira

 

 

Eva Abad Corpa1, Pilar Delgado Hito2, Julio Cabrero García3

 

1 Enfermera, Magíster en Ciencias Enfermeras, doctoranda en Enfermería. Responsable del Área de Investigación de la Dirección General de Planificación, Ordenación Sanitaria y Farmacéutica e Investigación de la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia, España. email: eva.abad@carm.es.

2 Enfermera. Magíster en Ciencias Enfermeras, doctoranda en Enfermería. Profesora asociada de la Escuela Universitaria de Enfermería de la Universidad de Barcelona, España. email: pdelgado@ub.edu.

3 Licenciado en Psicología, Doctor en Psicología. Catedrático de Escuela Universitaria. Departamento de Enfermería. Universidad de Alicante, España. email: julio.cabrero@ua.es.

 

Subvenciones: este artículo forma parte de la investigación Análisis de la efectividad de la implantación de un modelo de Enfermería Basada en la Evidencia, mediante una investigación-acciónparticipativa, en una unidad de oncohematología, financiado por el Fondo de Investigación Sanitaria (PI051330). Los resultados aquí publicados se refieren a la presentación teórico-metodológica del método a utilizar en la fase cualitativa de la investigación global financiada por el Fondo de Investigación Sanitaria. La presente investigación se realizó en la Unidad de Investigación del Hospital General Universitario JM Morales Meseguer, institución a la que pertenece la primera autora. Este artículo formará parte de la futura tesis doctoral de Eva Abad Corpa.

Conflicto de intereses: ninguno a declarar

Cómo citar este artículo: Abad E, Delgado P, Cabrero J. La investigación-acción-participativa. Una forma de investigar en la práctica enfermera. Inves Educ Enferm. 2010;28(3):464-74

 


 

RESUMEN

Dentro del paradigma cualitativo de la investigación, la Investigación- Acción-Participativa (IAP) integra el conocimiento y la acción; no hay que esperar a que tras producir el conocimiento se produzca la traslación de este a la práctica. Es un método que se utiliza desde hace varias décadas en disciplinas como la educación o la sociología, sin embargo es emergente en el ámbito de la salud. Existen una gran variedad de definiciones, clasificaciones y modelos de IAP y con este artículo pretendemos arrojar luz sobre este método de investigación, su historia, su filosofía y su utilización, dados su potencial y novedad en el ámbito de las ciencias de la salud.

Palabras clave: investigación cualitativa; investigación en enfermería; participación comunitaria.

 


 

ABSTRACT

Within the qualitative research paradigm, the Participatory-Action- Research (PAR) integrates knowledge and action. It is not necessary to wait for knowledge to be produced to transfer it into practice. It is a method used for decades in disciplines such as education and sociology; however it is emerging in the health field. There are a variety of definitions, classifications and PAR models; this article aims to shed light upon this method of research, its history, philosophy and its use, given its potential and innovation in the field of health sciences.

Key words: qualitative research; nursing research; consumer participation.

 


 

RESUMO

Dentro do paradigma qualitativo da investigação, a Investigação-Ação-Participativa (IAP) integra o conhecimento e a ação; não há que esperar a que depois de produzir o conhecimento se produza a translação deste à prática. É um método que se utiliza desde faz várias décadas em disciplinas como a educação ou a sociologia, no entanto é emergente no âmbito da saúde. Existem uma grande variedade de definições, classificações e modelos de IAP e com este artigo pretendemos arrojar luz sobre este método de investigação, sua história, sua filosofia e sua utilização, dados seu potencial e novidade no âmbito das ciências da saúde.

Palavras chaves: pesquisa qualitativa; pesquisa em enfermagem; participação comunitária.

 


 

INTRODUCCIÓN

Actualmente, nuestras organizaciones sanitarias han adquirido una extremada complejidad y su comprensión se vuelve cada vez más inminente. Estamos llamados a ser investigadores de nuestra práctica profesional. El entendimiento de cómo las estructuras y roles sociales pueden jugar el papel de barreras en las organizaciones está impregnado de la tradición crítica impulsada por Habermas,1 el cual reprocha a instituciones docentes y asistenciales su totalitarismo y hegemonía. Las culturas dominantes que se perpetúan a través del control social limitan la conciencia de las personas, la innovación y como consecuencia el conocimiento sobre su práctica profesional.

Debemos partir de premisas como que la investigación de las organizaciones debe ser colaborativa, que el papel de los participantes es de investigadores de su práctica y que la investigación, desde y para las organizaciones, se convierte en una herramienta clave de la mejora de la calidad asistencial.2

La investigación representa una actitud crítica y liberadora3 en cuanto que ayuda al profesional a mostrarse crítico y en posible desacuerdo con las tradiciones impuestas por la rutina y la tradición de los contextos. Así, podemos ver muchos autores que promueven la pluralidad, la diversidad y la variedad, tanto en la naturaleza del conocimiento como en la forma de obtenerlo.4-6 Por ejemplo, dentro de los paradigmas constructivista y sociocrítico podemos encontrar diferentes métodos que buscan diferentes objetivos: algunos están más orientados a la comprensión y otros más a la toma de decisiones y al cambio.7-9 Así, la Investigación- Acción-Participativa (IAP) es un método de investigación basado en una forma más democrática, cooperativa, transparente y eficaz de investigar y de intervenir en los cambios de la vida cotidiana, tratando de desvelar la complejidad de sus problemas mediante el diálogo y la colaboración.8 Consideramos a este método de investigación cualitativa como un gran instrumento generador de cambio. El cambio es un tema que preocupa a las profesiones sanitarias y concretamente a las enfermeras, y en este sentido Benner10 afirma que el factor humano no puede estar ni controlado, ni restringido, sólo puede ser comprendido y facilitado ya que éste está impregnado de significaciones y de un compromiso personal y cultural.

La IAP es un proceso abierto, holístico e igualitario entre investigadores y prácticos; un proceso en el que las enfermeras deciden y llevan a cabo los cambios en su práctica; un proceso en acción que necesita pasar por la experiencia y la reflexión para llegar a mejorar o cambiar las prácticas. En resumen, la IA integra la investigación científica con la acción social y tiene mucho que ver con enfoques anclados en la psicología social y el desarrollo organizacional, como son la “ciencia acción” y la “reflexión en la acción”.2 Se utiliza desde hace varias décadas en disciplinas como la educación o la sociología, sin embargo es un método emergente en el ámbito de la salud en España. Existe una gran variedad de definiciones, clasificaciones y modelos de investigación-acción que no ayudan precisamente a mejorar su comprensión. Analizando las diferentes conceptualizaciones se podría decir que la IAP se interesa especialmente en producir y evaluar cambios tanto a nivel “micro” como “macro” y, por lo tanto, ayuda a mejorar las prácticas profesionales y las prácticas de salud de las personas usuarias del sistema sanitario. Por su potencial y novedad, al menos en el campo de la salud, pretendemos con este artículo profundizar conceptual y metodológicamente sobre el método de la IAP con el fin de comprenderla, contextualizarla y favorecer su utilización.

Esbozo histórico: nacimiento y evolución de la iAP

La mayor parte de autores de la historia de la educación coinciden en atribuir a la obra de Dewey (1929) “Sources of the Science of Education” la investigación-acción (IA). Sus ideas sobre la “pedagogía progresiva”, el carácter democrático de la educación, el aprendizaje en la acción, la necesidad de que los profesores se impliquen en las investigaciones, en definitiva, su pensamiento crítico y reflexivo y sus ideas de democracia y participación subyacen implícita o explícitamente en sus planteamientos.11 A las ideas de Dewey se unen los escritos de Collier en 1945 sobre las relaciones interétnicas, que utiliza este tipo de investigación y señala la necesidad de aplicarla a los programas sociales y la colaboración entre investigador y participantes.

Aunque se reconocen a estos autores como los iniciadores de la IA, también es cierto que fueron las aportaciones de Lewin12 las más decisivas durante el periodo inmediato a la Segunda Guerra Mundial. La originalidad de este psicólogo social radica en la aportación de un nuevo concepto de investigación. Lewin denomina “action-research” a la orientación sugerida por Dewey, distinguiéndola así de la investigación científica en laboratorio. Para este autor, la investigación es ante todo IA (en palabras de Lewin, “no queremos acción sin investigación, ni investigación sin acción”).

Según Lewin, mediante este tipo de investigación los avances teóricos y los cambios sociales se pueden lograr simultáneamente, si se incluye la participación de los interesados en la producción del cambio.7 Este tipo de investigación fue absorbido por la educación casi tan pronto como surgió.

El trabajo de Lewin se centró en el estudio de las relaciones humanas, con atención especial a los problemas de cambio de actitudes y prejuicios y a la mejora de la calidad de dichas relaciones como consecuencia de su propia investigación. Los principios que caracterizan la IA aparecen ya en la obra de Lewin y son: el carácter participativo, el impulso democrático y la contribución simultánea al cambio social y a la ciencia social. Lewin describía el proceso de “action-research” indicando algunos de sus rasgos esenciales: análisis, recogida de datos, conceptualización acerca de los problemas, planificación de la acción, ejecución y de nuevo recogida de datos para evaluarla. Finalmente, de nuevo repetición de este amplio círculo de actividades.

Posteriormente, se sucedieron diferentes etapas históricas que resumimos a continuación:

• El periodo 1944-1953 supone el mayor impacto de esta investigación en el área de la educación, pero a partir de 1957 aparecen las primeras críticas y empieza un declive en su utilización. Algunas de estas críticas fueron las siguientes: su metodología, el concepto de investigación participativa, su carácter “acientífico” según los cánones de la filosofía de la ciencia social, el tiempo que consume, entre otras.11,13

• Letargo. A finales de la década de los años 50 esta modalidad de investigación declina cobrando pujanza el modelo de investigación tradicional.

• Despertar: En la década de 1970 resurge el movimiento con gran fuerza en la pedagogía en la colaboración entre maestros e investigadores. La fuerza de este movimiento se evidencia a partir de las diferentes ramificaciones en sus corrientes, unas puramente geográficas y otras de tipo más conceptual.

Una de esas ramificaciones es la existente en el ámbito de América Latina; es preciso recordar que entre 1960 y 1970 se fue gestando una corriente amplia de pensamiento en la que confluyeron la Educación Popular, la Teología de la Liberación, la Comunicación Alternativa, la IAP y la Filosofía de la Liberación. Uno de los mayores exponentes de la IAP en América Latina fue el sociólogo colombiano Orlando Fals Borda que expuso los siguientes ejes claves de la IAP: existe una tensión entre teoría y práctica que conduce a un diálogo entre saberes teóricos y saberes prácticos; una segunda tensión es la del sujeto que conoce y el objeto por conocer que se trastoca en una relación horizontal entre sujetos que juntos construyen conocimientos e inventan nuevos caminos; finalmente, existe también una tensión entre conseguir hacer una ciencia rigurosa, en la cual lo cualitativo aporte tanto como pueden hacerlo las técnicas cuantitativas, y que el sentimiento enriquezca lo que aporta la razón, como “practicantes sentipensantes”.14

En el ámbito internacional, dependiendo del marco teórico utilizado, el componente de intercambio en la IA estará más o menos presente. Sin embargo, no se puede entender una IA que no sea participativa pasando a denominarse en muchos casos investigación-acción-participativa (IAP).

En el mundo de la salud, concretamente en el ámbito anglosajón, se pueden citar algunos ejemplos de investigaciones que han utilizado la IAP para cambiar la práctica de un modelo enfermero,15 promocionar la salud,16,17 aumentar la autonomía enfermera,18 cambiar la atención primaria/ comunidad,19,20 cambiar servicios de urgencias,21 cambiar cuidados al paciente crítico,22 mejorar la calidad,2, reorganizar el tiempo,24 solucionar problemas relacionados con las órdenes médicas.25

Aunque en España está cobrando una especial relevancia en las últimas décadas en el ámbito de la educación,26 en el sector salud sigue siendo una metodología incipiente.27-29

Definición, características y tipos de iAP

En general, podemos entender la IAP como un proceso de análisis de la situación, identificación de problemas y elaboración de estrategias de acción planeadas, llevadas a cabo y sistemáticamente sometidas a observación, reflexión y cambio.26 Los participantes en la acción están involucrados en todas las actividades y por las características del proceso se demanda de ellas colaboración, participación real en todas las etapas del proceso, compromiso personal, apertura hacia la actividad humana y responsabilidad.30

La IAP es también considerada como una forma de adquirir el conocimiento de manera reflexiva por los participantes a fin de mejorar la racionalidad y la justificación de las actuales prácticas, la comprensión de dichas prácticas y la situación en que se realizan. La IAP proporciona un medio para trabajar que vincula la teoría y la práctica en un todo único: ideas en acción.31

Hay una serie de características que distinguen a la IAP de otros métodos de investigación: la colaboración entre los investigadores y participantes, la resolución de problemas prácticos, el cambio de la práctica y el desarrollo de teorías emergentes.2

La IAP se propone mejorar el mundo social a través de la investigación del cambio, aprender a partir de las consecuencias de los cambios (ver Figura 1) y para ello va acompañada de:2

- Un fuerte componente crítico.

- Un componente ideológico.

- Un comportamiento dialógico.

- Una naturaleza práxica.

- Una finalidad pragmática.

- Una opción metodológica.

La IAP se puede enmarcar dentro del paradigma constructivista, entendiendo que la realidad sólo existe en forma de múltiples construcciones mentales y sociales; sustituyendo los ideales teóricos de explicación, predicción y control por los de comprensión, significado y acción.32

Sin embargo, muchas IAP se han sentido más cercanas al paradigma socio-crítico. En ellas el interés está centrado en la transformación de la estructura de las relaciones sociales y en dar respuesta a determinados problemas generados por éstas. Algunos de sus principios son orientar el conocimiento para emancipar y liberar al hombre teniendo en cuenta las relaciones de poder y de género9,33,34 y la autorreflexión.11,35 Así, podemos distinguir en la IA varias corrientes de pensamiento:26

• La investigación-acción sobre el currículum, con una preocupación fundamentalmente de tipo diagnóstico.

• La corriente australiana, que desarrolla una investigación-acción vinculada más directamente con la crítica social.

• La investigación-acción más participativa, que se compromete con el cambio social.

• La investigación colaborativa, que supone el trabajo conjunto y la interacción progresiva entre investigadores y prácticos.

De la misma forma que existen múltiples corrientes y definiciones para la IA, también aparecen en la literatura infinidad de tipos y de nomenclaturas: investigación colaborativa,36 investigaciónacción, 39 investigación-acción-participativa,38,39 ciencia-acción,40 investigación cooperativa33 e investigación apreciativa.41

Además, dentro de la IAP es posible emplear una variada gama de posibilidades y así se puede enfocar como técnica, práctica o emancipatoria.42,43 El criterio fundamental de esta clasificación se basa en el rol del investigador. En la investigación técnica el experto aparece como esencial y existe una dependencia de los prácticos hacia él. En la investigación práctica el experto es el facilitador del proceso y se potencia la autocomprensión y la responsabilidad de los prácticos. En la IAP emancipatoria no existe el experto como tal, todos se encuentran al mismo nivel.

Modelos de IAP

Existen muchos modelos de IAP; lo interesante sería conocer varios y saber cuál se ajusta más a la problemática que se quiere estudiar. La evaluación de estos modelos permite, a pesar de algunas diferencias, afirmar que todos se inscriben en un proceso de ciclos en espiral. Esta manera de proceder es la propia de un proyecto de IAP, el cual busca resolver problemas dentro del medio natural, evaluar los resultados obtenidos y reajustar las formas de hacer para tentar una nueva intervención, hasta finalmente llegar a resolver el problema.

La IAP se materializa de formas muy diversas, ya que numerosos trabajos se presentan bajo esta apelación por poco que comporten una fase importante consagrada al cambio. En un extremo, se denomina IAP a simples evaluaciones con el fin de mejorar, seguidas de la revisión de la práctica; en el otro extremo, proyectos que consisten en cambiar radicalmente las maneras de hacer, programas, cambios mayores de métodos etc. También, en ciertos proyectos, el cambio está planificado y en otros es más espontáneo pudiéndose aplicar a instituciones, grupos o individuos.

Del mismo modo, el investigador puede ser un experto que permanece externo a la situación e interviene como “consultor” cerca del “cliente” que le demanda consejo. Y en otras ocasiones el investigador puede también decidir emprender una acción con un grupo que no le demanda intervenir; en este caso el investigador es el que ha realizado un juicio de experto y que quiere provocar un cambio intentando que lo hagan suyo los participantes. Pero el investigador puede también querer ser un actor que participa del cambio que quiere emprender el grupo, o puede actuar como un “misionero” que emerge en el grupo para cambiarlo desde el interior.26

Como se puede constatar, una de las características de la IAP es su adaptabilidad a las condiciones materiales y temporales del contexto. En consecuencia, no hay dos IAP que se desarrollen exactamente de la misma manera. Cada modelo propicia un tipo de IAP apostando por investigaciones más técnicas, pragmáticas y estructuradas o más emancipatorias, u optando por una visión más constructivista o más socio-crítica (ver Tabla 1).

Características metodológicas de la IAP

Tras el recorrido histórico de la IAP, la presentación de su definición, características y modelos, a continuación se desarrollan las características metodológicas esenciales de la IAP, véase: los diferentes roles, las distintas técnicas de recogida de datos y los aspectos éticos.

Los roles: investigadores y participantes. En general, en una IAP el investigador se convierte en actor implicándose en la acción y el actor en investigador reflexionando e interrogándose sobre su acción, jugando un rol activo a lo largo de todo el proceso.44 En este tipo de estudio ambos actores, investigador y participante, deben jugar un rol activo en todo el proceso de la investigación haciéndose explícito desde el reclutamiento de participantes en el estudio.31

Aunque estos roles pueden moverse en un amplio abanico de posibilidades, el papel del experto requiere de personas capacitadas para orientar y asesorar los grupos, expertos que sepan abrir caminos, despejar incógnitas, estimular al grupo y buscar conjuntamente con él la mejor solución a cada problema. Es una persona cualificada que tendría la misión de asesorar, ayudar y cooperar con los prácticos. El investigador se concibe como un recurso más que se utiliza con sus capacidades de análisis, crítica y empatía al servicio de la investigación. Así, la principal tarea del investigador en su rol de experto es propiciar el carácter participativo. Su presencia es más necesaria al principio, mientras el grupo comienza a dar sus primeros pasos; posteriormente tiene que saber desaparecer en el momento oportuno, concediendo el protagonismo al grupo, no para abandonar responsabilidades, sino para transferirlas.

Sin embargo, esta figura de experto no está exenta de riesgos que también conviene contemplar:

- El grupo puede generar actitudes de dependencia y no intentar afrontar los problemas por sí mismo, lo cual puede resultar un problema a la hora de finalizar el proceso y abandonar el campo.

- Por el contrario, se pueden crear actitudes de rechazo hacia cualquier asesoría o colaboración, o negar la inclusión a personas clave durante el proceso de investigación.

Por otro lado, en una IAP se espera de los participantes: implicación activa en el proceso según su talante, capacidades y experiencias; participación en la elaboración de instrumentos para encontrar significados; colaboración en las tomas de decisiones; cuestionamiento constante al investigador; y paciencia a la hora de la difusión oficial de cambios organizativos por parte de la jerarquía establecida.

Recogida de datos: técnicas. Las técnicas de recogida de datos pueden ser de lo más variado siempre y cuando sean utilizadas de forma rigurosa. Cualquiera que nos permita conocer los fenómenos en profundidad nos será de utilidad, sobre todo si se establecen como prácticas representativas de la perspectiva metodológica cualitativa.45,46 Callejo46 defiende que lo común de estas técnicas es que todas son situaciones sociales; y que lo que las distingue son las respectivas situaciones sociales.

Así, aparece como especialmente interesante en la IAP el poder recoger información de las personas implicadas, de las acciones tal y como se desarrollan, e información introspectiva sobre cómo se entendieron y vivieron las situaciones. En este sentido, las principales técnicas de recogida de datos son la entrevista, la observación y el diario de campo.

Entrevistas. La entrevista es un contexto formal de interacción entre el analista y las personas participantes que se utiliza para obtener información sobre el punto de vista y la experiencia de las personas o grupos que se analizan.47,48 Normalmente se utilizan dos tipos de entrevista: la entrevista individual y la entrevista grupal. La entrevista individual, también denominada en profundidad, tiende a definirse como una conversación ordinaria con algunas características particulares46 y puede ser semi estructurada o abierta y en profundidad. En general suelen realizarse entre dos personas aunque en algunos casos puede haber un observador. Las entrevistas grupales son entrevistas en las que los participantes reconstruyen discursivamente el grupo social al que pertenecen.49 Así, la entrevista es útil para conocer experiencias, opiniones, creencias, sentimientos, conocimientos, sensaciones etc., y hay una multitud de modalidades según el número de participantes, el nivel de estructuración y profundidad, la replicación de encuentros, etc.

Observación. Es una técnica básica en la IAP y es un proceso que requiere atención voluntaria, está orientado por un objetivo y dirigido hacia un objeto con el fin de obtener información.50 Consiste en la observación del contexto desde la participación no encubierta del propio investigador. Esta observación proporciona descripciones de los acontecimientos, las personas y las interacciones que se observan, pero también, la vivencia, la experiencia y la sensación de la propia persona que observa, y siempre en situaciones de campo “naturales”.45,46

La observación puede ser tanto descriptiva (detallando las personas, lugares, hechos, acontecimientos e impresiones del observador) como focalizada (utilizando notas personales y descriptivas) y/o selectiva (ambiente social: cambios patrones, diferencias género, etc.). Los registros de la observación contendrán tanto las descripciones como las vivencias e interpretaciones del observador. Así, recogerán todo lo relacionado con el proceso mismo de investigación: un registro detallado, preciso y completo de los acontecimientos y acciones; una descripción minuciosa de las personas y de los contextos; las hipótesis y las interpretaciones que el observador va conformando en el transcurso de la observación. En definitiva se recogerán notas teóricas, metodológicas y descriptivas.

Diario de campo: reflexión introspectiva. Los diarios de campo se definen como el proceso de una búsqueda o investigación realizada, como un manual imprescindible para registrar eventos y hechos vinculados a la investigación, para proyectar las reacciones de la persona, para documentar el proceso de investigación y para analizar la realidad social.26

El ideal es que los participantes en una IAP registren en los diarios de campo respuestas escritas a experiencias por las que pasen durante el proceso de la investigación.

La redacción de diarios de campo por parte de los participantes proporciona: un mecanismo que lleva a explorar sus prácticas, una estrategia para descubrirse a sí mismo, oportunidades de reflexión sobre la acción y un vehículo para favorecer la colaboración entre iguales. Es importante fijarse algunas pautas en la redacción, para que la reflexión fluya, como son reservar momentos especiales a la escritura y no preocuparse de la retórica.

Principios éticos de la IAP. Existe un tópico que sostiene que la naturaleza intrínseca de la investigación cualitativa, sus objetivos, sus técnicas, etc., son implícitamente de bajo riesgo ético para los participantes.51 Sin embargo, tal y como sostienen diversos autores.51,52 Dado que la investigación cualitativa se lleva a cabo en contextos humanos, que el tipo de datos informa sobre personas y sus circunstancias, etc., es imperativo ser extremadamente cuidadoso con los modos para tener acceso a esa información, como la interpretamos y el uso que le damos. Así, se plantean diversos requisitos de la investigación cualitativa relacionados con principios éticos comunes a toda investigación con humanos, como: valor social o científico; validez científica; razón riesgo-beneficio favorable; consentimiento informado; respeto por los participantes; evaluación independiente; y selección equitativa de los sujetos.53 En concreto, algunos autores plantean los siguientes principios éticos de la IAP:30

- Todas las personas e instancias relevantes deben ser consultadas y deben obtenerse los consentimientos precisos.

- Deben obtenerse permisos para realizar observaciones o examinar documentos que se elaboran con otros propósitos diferentes al de la investigación.

- Cuando la realización del proyecto requiera de la implicación activa de otras partes, todos los participantes deberán entonces tener la oportunidad de influir en el desarrollo del mismo.

- El trabajo debe permanecer visible y abierto a las sugerencias de otros.

- Cualquier descripción del trabajo o del punto de vista de otros debe ser negociado con ellos antes de hacerse público.

- Los participantes tienen los mismos derechos que el investigador respecto a los datos que proceden de ellos.

- En los informes de la investigación debe mantenerse el anonimato de los participantes.

- Todos los principios éticos que se establezcan deben ser conocidos previamente por los afectados y acordados con ellos.

El trabajo de campo científico se culminará con el análisis de los datos cualitativos obtenidos. Dicho análisis puede realizarse desde diferentes modelos (análisis de contenido, temático, conversacional, de discurso, estructural, narrativo, etc.) y, como comentábamos anteriormente, desde paradigmas diferentes.

Igualmente deberán tenerse presentes los diferentes criterios de confiabilidad de la investigación cualitativa54 como la credibilidad, dependencia, transferabilidad, confirmabilidad y reflexividad.55

Consideraciones finales

Probablemente la clave de la importancia y el potencial de la IAP es que, tal y como defiende Lewin, los cambios son más efectivos cuando los miembros de los grupos se implican en los procesos de investigación y toman parte colectivamente en las decisiones sobre los cambios oportunos.

Además, este método integra el conocimiento y la acción; no hay que esperar a que tras producir el conocimiento se produzca la traslación de éste a la práctica.54 De hecho, la IAP convierte la práctica en objeto de investigación, de manera que conocer y actuar forman parte de un mismo proceso exploratorio. 52 Así, la importancia de la IAP es su pretensión de cambiar la práctica, porque es uno de los factores diferenciadores respecto de otro tipo de investigación preocupada casi en exclusiva por la acumulación de conocimiento. El potencial de la IAP en el ámbito de la investigación sanitaria es evidente. En nuestro contexto, investigadores, gestores y profesionales sanitarios deberían tener en cuenta este método cuando su centro de interés sea el cambio o la evaluación de las prácticas, protocolos o programas profesionales. Del mismo modo, el método puede sernos de utilidad cuando pretendemos valorar las prácticas de los usuarios con relación a su saludenfermedad, además de interesarse por la búsqueda de soluciones a problemas, la comprensión de las prácticas locales o comunitarias, la mejora de una situación profesional o de salud y, finalmente, la emancipación, la liberación o la trasformación de las personas más vulnerables en temas de relaciones de poder y de género.

 

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Fecha de Recibido: 3 de diciembre de 2009. Fecha de Aprobado: 28 de septiembre de 2010.

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