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Revista Colombiana de Cardiología
Print version ISSN 0120-5633
Rev. Col. Cardiol. vol.11 no.8 Bogota Apr. 2005
La investigación en salud en Santander: análisis de los últimos 10 años
Health research in Santander: analysis of the last 10 years
Patricio López-Jaramillo, MD., PhD.; Andrés Rincón, ECO. MSC.; Catalina Mateus, BB.
Bucaramanga, Colombia.
Instituto de Investigaciones. Fundacion Cardiovascular de Colombia, Bucaramanga, Colombia.
Correspondencia: Patricio López-Jaramillo, MD., PhD.; Instituto de Investigaciones. Fundación Cardiovascular de Colombia; Calle 155ª No. 23-58, Urbanización El Bosque; teléfono: (57-7) 6399292 ext. 331; fax: (57-7) 6392744, Floridablanca, Bucaramanga, Colombia. Correo electrónico: jplopezj@fcv.org
Recibido: 24/01/05. Aceptado: 06/04/05
El objetivo de este artículo fue estudiar el desarrollo que ha tenido el departamento de Santander en la investigación en salud de los últimos 10 años. El tiempo de análisis se dividió en dos periodos: el primero, de enero de 1995 a diciembre de 1999 y el segundo, de enero de 2000 a diciembre de 2004. Se analizaron dos variables: número de proyectos financiados por Colciencias y número de artículos publicados en revistas indexadas en PUBMED, en los cuales al menos una de las instituciones de filiación fue de Bucaramanga. Durante el primer quinquenio se financiaron cinco proyectos y se publicaron diecinueve artículos. En el periodo 2000-2004 se financiaron 56 proyectos y se publicaron 73 artículos. Las instituciones que más aportaron con proyectos y publicaciones fueron la Universidad Industrial de Santander (UIS), la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV), el Instituto de Investigaciones Biomédicas (ICIB) y la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB). Vale destacar que 70% de las publicaciones son trabajos colaborativos entre las instituciones corporadas del ICIB con apoyo de instituciones extranjeras que establecieron colaboración con esta institución. Se destaca que existió igual participación del sector público y del privado en este dramático incremento, lo cual no es usual en países en vía de desarrollo. Con base en los proyectos actualmente en marcha, se espera que el acelerado crecimiento de la investigación en salud en Santander se mantenga en los próximos años.
Palabras clave: investigación en salud, publicaciones indexadas, Santander, Colombia.
The aim of this article was to study the development of the health research in the Department of Santander during the last 10 years. The analysis time was divided in two periods: the first one from January 1995 to December 1999 and the second one from January 2000 to December 2004. Two variables were analyzed: number of projects financed by Colciencias and number of articles in journals indexed to PUBMED, in which at least one of the filial institutions belonged to Bucaramanga. Five projects were financed during the first 5 years and 19 articles were published. During the 2000-2004 period, 56 projects were financed and 73 articles were published. The institutions that contributed with more projects and publications were UIS, FCV, ICIB and UNAB. It is worth to emphasize that 70% of the publications are collaborative work between institutions making part of ICIB with support of collaborating foreign institutions. Also, there was an equal participation from the public and private sectors in this huge increment of health research, something unusual in a developing country. Based in projects that are now in course it is expected that the accelerated growth in health research in Santander may be maintained during the next years.
Key words: health research, indexed publications, Santander, Colombia.
Introducción
La tendencia actual en la política internacional de los sistemas de ciencia y tecnología (SCT) es considerar la investigación como una inversión.
A esta actitud los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Europa y del Este Asiático, le han asignado total importancia al reconocer de manera unánime que «la ciencia es un recurso sostenible que paga dividendos extraordinarios» y que «una ciencia básica fuerte es esencial para mejorar la economía de las naciones, la cultura intelectual y la calidad de vida» (1-7).
Una ciencia fuerte se basa en la existencia de fondos para investigación en suficiente magnitud. Así lo entienden los países desarrollados, y un buen ejemplo es lo que ocurrió en los Estados Unidos, donde los fondos para investigación manejados por los Institutos Nacionales de Salud experimentaron en 1999 un aumento del 14,7% (2 billones de dólares más que el año anterior), para un total de 15,6 billones de dólares dedicados a proyectos de investigación en salud (8). Además, las organizaciones científicas reciben recursos como «donaciones» y «exención de impuestos» (9-10), fuentes económicas que se usan para financiar proyectos de investigación por instituciones públicas y privadas.
Esta es la actitud que más nos diferencia de los países desarrollados. Mientras ellos invierten en ciencia y tecnología, nuestros gobiernos recortan los pobrísimos recursos asignados a nuestro sistema de ciencia y tecnología (STC), y el sector productivo que origina riqueza no se compromete con «donaciones» y «exención de impuestos», que sirvan de recursos para el SCT. Es en la implementación de esta actitud donde se deben invertir las mayores energías.
En Latinoamérica la prioridad al implementar un sólido SCT en salud, tiene que partir de la necesidad de superar la deficiencia de recursos humanos adecuadamente formados; recursos que tengan una visión integral para proponer y realizar investigaciones relevantes, cuyos resultados conduzcan a resolver problemas de salud pública importantes.
En la actualidad se reconoce que existe una continuidad entre varias disciplinas, de la genética a la biología molecular y celular, a la fisiología integradora, al fenotipo de la enfermedad, a la población y a los sistemas de salud. En consecuencia, los esfuerzos deben dirigirse a trasladar los descubrimientos realizados por científicos de las ciencias básicas, a las áreas clínicas y preventivas que beneficien la salud de la comunidad (11-12).
En Colombia, hasta hace pocos años se realizaron importantes inversiones en investigación, las cuales provenían principalmente de los préstamos otorgados por el Banco Internacional de Desarrollo (BID). Esos préstamos fueron administrados por la entidad rectora del SCT, COLCIENCIAS, y constituyeron un fuerte impulso al desarrollo científico y tecnológico del país. Sin embargo, al finalizar el periodo de 15 años de préstamos del BID, la inversión en investigación, en ciencia y tecnología se ve comprometida por la crisis de recursos a la cual se enfrenta COLCIENCIAS.
La crisis experimentada a partir de 1997 tiene su máxima expresión con la expedición del decreto 934 del 25 de mayo de 2000, por medio del cual se realiza un recorte del 22% (7.000 millones de pesos) al presupuesto inicial de COLCIENCIAS de 32.000 millones.
La situación financiera de COLCIENCIAS afectó enormemente a los diferentes grupos de investigación en salud establecidos a lo largo de toda Colombia.
La respuesta del sector salud se encaminó a encontrar fuentes alternativas para el financiamiento de la investigación biomédica. En este proceso la participación santandereana, liderada por los doctores Víctor Castillo de la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV) y Hernán Villa-Roel del Instituto Colombiano de Investigaciones Biomédicas (ICIB), fue definitiva para gestionar con el Ministro de Salud de la época (1999) Dr. Virgilio Galvis, ilustre santandereano, el trámite en el Congreso Nacional de la que actualmente es la ley 643 de enero 16 de 2001, por la cual se fija el régimen propio del monopolio rentístico de juegos de suerte y azar. Vale la pena destacar la importante gestión de Inés Gómez Prada, en esa época Directora de la Superintendencia de Salud, quien aprovechando la modificación del régimen rentístico de las loterías, sugirió la posibilidad de incluir un significativo porcentaje destinado a inversión en investigación en salud. Este acontecimiento ocurrió en noviembre de 1998, cuando precisamente se celebraba un simposio académico organizado por el ICIB en su primer aniversario. La Dra. Cecilia Reyes de León, ex-rectora de la UIS, conjuntamente con Hernán Villa-Roel y Víctor Castillo, se encargaron de sustentar el proyecto para que la investigación en salud se incluyera dentro del plan nacional de desarrollo, lo que posteriormente sirvió para que el gobierno estructurara el proyecto de ley de la república con recursos frescos y seguros que financiaran la investigación en salud, contando con el decidido apoyo del Dr. Virgilio Galvis Ramírez. El Dr. Guillermo Alfonso Jaramillo, cirujano de la FCV, realizó importantes gestiones ante el Congreso Nacional, así como ante las autoridades de COLCIENCIAS encabezadas por las Dras. Gloria Inés Palma y Margarita Garrido. En Planeación Nacional, el Dr. José Fernando Arias contribuyó positivamente, y a él se sumaron altos exponentes de la investigación biomédica en Colombia, como los Drs. William Rojas, Ángela Restrepo y Sócrates Herrera. Finalmente, se reconocieron los buenos servicios del Dr. Eduardo Pizano de Narváez para que la ley fuera sancionada por el Señor Presidente de la República, Andrés Pastrana Arango.
A través de la ley 643 el Congreso de Colombia legisla que «Los departamentos, el distrito capital y los municipios son titulares de las rentas del monopolio rentístico de todos los juegos de suerte y azar, salvo los recursos destinados a la investigación en áreas de la salud que pertenecen a la nación» el capítulo VIII de las transferencias al sector salud en su artículo 42, parágrafo 1 dice: «b) El siete por ciento (7%) con destino al fondo de investigación en salud. Los recursos que se destinen al fondo de investigación en salud, se asignarán a los proyectos a través del Ministerio de Salud y COLCIENCIAS para cada departamento y el Distrito Capital».
Con estos antecedentes, en este trabajo se propuso estudiar el desarrollo que ha tenido la investigación en salud en los últimos 10 años en el departamento de Santander.
Materiales y métodos
El tiempo de análisis se dividió en dos periodos: el primero, de enero de 1995 a diciembre de 1999 y el segundo, de enero de 2000 a diciembre de 2004. En cada uno de los periodos se analizaron dos variables:
1. Número de proyectos financiados por COLCIENCIAS en la región y los recursos adscritos.
2. Número de artículos publicados a nivel internacional en revistas indexadas y en los cuales al menos una de las instituciones de filiación de alguno de los autores fuera de Bucaramanga.
Los proyectos de investigación financiados por COLCIENCIAS constituyen el principal indicador de la actividad que se realiza y de los temas que se investigan. El número de artículos publicados en revistas indexadas es indicador de la calidad y confiabilidad de los resultados de las investigaciones que se han emprendido.
Para determinar el número y monto financiado en proyectos de investigación, se hace referencia a los datos proporcionados por el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología de la Salud de COLCIENCIAS. Los artículos publicados se consultaron a través de los portales PubMed de la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos, Washington. Inicialmente, se buscaron las publicaciones por las palabras Bucaramanga, Floridablanca y Santander, y luego se completó la búsqueda por el nombre de los autores que aparecieron en este listado inicial de quienes se sabe realizan actividad académica en las instituciones de Bucaramanga o tienen proyectos aprobados por COLCIENCIAS. Las revistas se calificaron de acuerdo con el impacto que obtuvieron en el año 2003, información obtenida de la «Home Page» de la institución rusa «Practical Molecular Biology» http://molbiol.edu.ru. El impacto se define como el número de veces en promedio que se espera que un artículo publicado en una revista sea citado en los próximos dos años. De acuerdo con patrones internacionales se clasifica con una revista en: A si el impacto es mayor de 4, B si está entre 2 y 4, C si está entre 1 y 2, D si está entre 0,5 y 1, y E si el impacto es de 0 a 0,5. Las revistas que no están listadas se consideran de impacto 0. Esta definición de calidad se aplicó al analizar las publicaciones realizadas por cada institución, así como por cada uno de los autores que en alguno de los periodos realizó más de 10 publicaciones.
La calidad de lo publicado por estos autores se analizó por la suma del impacto de la revista donde se publicó cada artículo, dividido por el número de artículos publicados. Este índice permite evaluar la cantidad de publicaciones frente a la calidad de lo publicado.
Resultados
Enero 1995 - diciembre 1999
En este periodo es notoria la participación de dos instituciones que jalonan el desarrollo de la investigación en Santander: la Fundación Cardiovascular de Colombia y la Universidad Industrial de Santander.
COLCIENCIAS financió cinco proyectos, los cuales representaron una inversión de $1.480’561.000.00, de los cuales $420’345.406.00 fueron recursos que provenían de COLCIENCIAS (Tabla 1).
Tabla 1. Proyectos financiados por COLCIENCIAS a instituciones radicadas en Santander Enero 1995-1999
De estos cinco proyectos, 3 correspondieron al Instituto de Investigaciones de la FCV y dos a la UIS.
En cuanto a publicaciones, la UIS participó en 16 de los 19 artículos publicados en revistas indexadas en este periodo (Tabla 2). Sin embargo, se observó que de las 16 publicaciones sólo 4 son artículos originales (AO) publicados en revistas clase E, tres con impacto 0 y una con impacto 0,271. Las otras publicaciones son tres revisiones (R), dos publicados en revistas clase E y una en clase D. Las restantes 9 son cartas al editor y comentarios de lo publicado por otros autores, dos en revistas clase A, 1 en B, 1 en C y 5 en E. La FCV participó en 3 de las 18 publicaciones, 2 en colaboración con instituciones de fuera de Bucaramanga y 1 en colaboración con la UIS. De los 3 artículos 2 son AO publicados en revistas categoría A y B y el restante, en colaboración con la UIS, es una revisión publicada en una revista de categoría E. León-Sarmiento es el único autor que publicó más de 10 artículos, de los cuales 9 son cartas al editor y comentarios, dos revisiones, y apenas un AO publicado en una revista E. De sus 12 contribuciones, 3 cartas se publicaron en revistas de buena calidad (A y B), 2 cartas en revistas de calidad aceptable (C) y las restantes 4 cartas, las dos revisiones y el artículo original se publicaron en revistas de calidad regular (D y E). Al este autor tener la mayor participación influye para que en este periodo la producción santandereana fuera apenas 31,5 % de AO, 21,1% revisiones y 47,4% cartas al editor y comentarios, y que apenas 26,3% de las publicaciones se realizan en revistas de buena calidad, 10,5% en revistas de aceptable calidad y 63,2% en revistas de regular calidad. El promedio de impacto de las revistas donde publicó León-Sarmiento fue de 1,40.
Tabla 2. Publicaciones hechas en revistas indexadas (PUBMED) por instituciones de Santander Enero 1995- Diciembre 1999
Enero 2000 - junio 2004
A partir del año 2000, además de la FCV y la UIS, instituciones como la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), la Fundación Oftalmológica de Santander (FOSCAL), la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), el Instituto Colombiano de Neurología Clínica y Reconstituyente y el Centro de Productividad y Competitividad del Oriente aparecen con proyectos financiados por COLCIENCIAS y con publicaciones indexadas.
En este periodo se financiaron 56 proyectos, de los cuales la UIS es responsable de 30 (53,37%), la FCV de 14 (25,00%), la UNAB de 10 (17,85%) y la UPB y el Centro de Productividad del Oriente de 1 cada uno (Tabla 3). Esto significó un incremento de más de once veces (1,120%) con respecto al periodo anterior.
Tabla 3. Proyectos financiados por COLCIENCIAS a instituciones radicadas en Santander Enero 2000-diciembre 2004
En cuanto a la información financiera, debido a que a la fecha de terminación de este artículo, la mayoría de los contratos de los últimos nueve proyectos se encontraban en proceso de legalización, no existió certeza en el valor final de la contrapartida que la entidad decidió aprobar. Por esto, para el siguiente análisis sólo se tuvieron en cuenta los 52 proyectos cuya información financiera se encontraba completa. Estos 52 proyectos representaron para Santander un incremento considerable en recursos transferidos por el gobierno central a instituciones de la región, al pasar de $420’345.406 en el periodo 1995 - 1999 a $5.504´173.542 en el quinquenio 2000 - 2004 es decir, un incremento del 1,209% con relación al periodo anterior. Además, las organizaciones santandereanas incrementaron el monto de sus aportes de $1.060’215.594 a $5.771´723.413 (444,4%) con relación al periodo anterior (Tabla 3). Las dos entidades que tuvieron mayor número de proyectos fueron las que más apoyo económico dieron a la investigación. Así, $2.638´245.986 fueron financiados por la UIS y $1.864’058.654 por la FCV.
Las publicaciones indexadas en este periodo aumentaron a 73 artículos, es decir un incremento de 54 artículos (384,2%) en relación con el periodo anterior (Tabla 4). Además, 45 son artículos originales (61.6%), 13 revisiones (17,8%), 1 carta de investigación (1,3%) y 3 reportes de casos (4,1%). Cartas al editor disminuyó a 8 (10,9%) y los comentarios a artículos de otros autores a 3 (4,1%) (Tabla 5).
Tabla 4. Publicaciones realizadas en revistas indexadas (PUBMED) por instituciones de Santander. Enero 2000 - diciembre 2004
La UIS participó en 52 (71,2%) de las 73 publicaciones, de las cuales 16 (30,8%) son únicamente de la UIS, 11 (21,2%) en cooperación con otras instituciones de Bucaramanga y 25 (48,1%) son además en colaboración con otras instituciones de fuera de Bucaramanga. La FCV participó en 23 (31,5%) publicaciones de las cuales 8 (34,8%) son en colaboración con otras instituciones de Bucaramanga y 15 (65,2%) son además en colaboración con instituciones de fuera de Bucaramanga. El ICIB participó en 18 (24,7%) publicaciones de las cuales 8 (44,4%) son en colaboración con uno o más de sus cooperados y 10 (55,6%) además con entidades de fuera de Bucaramanga. La UNAB participó en 11 (15,1%) publicaciones de las cuales 4 (36,4%) son únicamente de la UNAB, 1 (9,1%) en colaboración con otras instituciones de Bucaramanga y 6 (54,5%) además con instituciones de fuera de Bucaramanga (tabla 6).
Se destaca que de las 73 publicaciones, 51 (69,9%) artículos son colaboraciones de las instituciones que se encontraban corporadas en el ICIB y de instituciones nacionales y extranjeras que apoyaron al ICIB y a sus instituciones corporadas.
En la tabla 7 se detalla la calidad de las revistas donde se publicaron los artículos de las cuatro instituciones bumanguesas con mayor producción. De los 52 artículos de la UIS, 21 (40,4%) se publicaron en revistas categoría E, es decir, revistas sin impacto o con impacto menor a 0,5, mientras sólo 5 (9,6%) se publicaron en revistas categoría A con impacto mayor a 4, 6 (11,5%) en revistas categoría B, 14 (20,9%) en revistas categoría C y 6 (11,5%) en revistas categoría D.
Tabla 7. Instituciones con mayor número de publicaciones expresadas por cooperación y por calidad.
Si se asume que los artículos publicados en revistas categoría A y B se consideran al igual que las revistas donde se publicaron como de buena calidad, los de revistas de categoría C de aceptable calidad y los de categoría D y E de regular calidad, la UIS publicó 21,1% artículos en revistas de buena calidad, 26,9% artículos en revistas de aceptable calidad y 51,9% artículos en revistas de regular calidad. La FCV publicó 23 artículos, de los cuales 52,2% fueron en revistas de buena calidad, 21,7% en revistas de aceptable calidad y 26,1% en revistas de regular calidad. El ICIB publicó 18 artículos, de los cuales 33,3% fueron en revistas de buena calidad, 33,3% en revistas de aceptable calidad y 33,3% en revistas de regular calidad. La UNAB publicó 11 artículos, de los cuales 6 (55,4%) fueron en revistas de buena calidad y 5 (44,5%) en revistas de regular calidad.
En forma global, la región (Tabla 8) publicó en este periodo 22 (30,1%) artículos en revistas de buena calidad, 17 (23,3%) en revistas de aceptable calidad y 34 (46,5%) en revistas de regular calidad. Sin embargo, el análisis del último año del periodo (2004), demostró que los artículos publicados en revistas de buena calidad (3 en A y 4 en B) igualaron a los publicados en revistas de regular calidad (2 en D y 5 en E).
En la tabla 9 se describen los autores y sus instituciones de filiación que durante el periodo publicaron al menos un artículo por año. En la tabla 10 se detallan aquellos que publicaron más de 10 artículos. De los 5 autores 1 (León- Sarmiento) está afiliado únicamente a una institución, la UIS. Los 4 restantes pertenecieron al ICIB y a sus instituciones corporadas, la UIS y la FCV.
Tabla 10. Autores con diez o más publicaciones de artículos de instituciones de Bucaramanga en el periodo enero 2000 - diciembre 2004.
León-Sarmiento publicó 20 artículos de los cuales 3 (15%) están en revistas de buena calidad, 1 (5%) en revistas de aceptable calidad y 16 (80%) en revistas de regular calidad.
Además, este autor publicó 7 artículos (35%) como cartas al editor o comentarios publicados por otros autores, y son precisamente estos comentarios los que están en las revistas de mayor categoría. Los restantes 9 artículos son originales, la mayoría publicados en revistas categoría E y D, al igual que las revisiones. El impacto promedio de las revistas donde publicó sus 20 artículos fue de 1,65.
López-Jaramillo publicó 16 artículos de los cuales 6 (37,5%) están en revistas de buena calidad, 5 (31,3%) en revistas de aceptable calidad y 5 en revistas de regular calidad, categoría D (31,3%). Diez (62,5%) de sus artículos son originales, la mayoría publicados en revistas de buena y aceptable calidad; cinco (31,3%) son revisiones publicadas en revistas categoría C y D y una carta al editor (6,2%) publicada en una revista de categoría A. El impacto promedio de las revistas donde están publicados sus artículos es de 3,79.
Morillo publicó 13 artículos, de los cuales 7 (53,8%) están en revistas de buena calidad, 3 (23,1%) en revistas de aceptable calidad y 3 (23,1%) en revistas de regular calidad. Seis artículos originales (46,1%) publicados en revistas categoría A y B, 4 (30,8%) son revisiones en revistas de aceptable y regular calidad y 3 (23,1%) son cartas al editor. El impacto promedio de las revistas donde publicó sus artículos es de 5,16.
Bautista tiene 12 publicaciones en el periodo; ninguna en revistas de categoría A, 4 (33,3%) en una revista categoría B, 3 (25%) en revistas de aceptable calidad (C) y 5 (41,7%) en revistas de regular calidad (1 en D y 4 en E). El impacto promedio de las revistas donde publicó sus artículos es de 1,39. Este autor tiene el 75% (9) de sus contribuciones como artículos originales y 3 (25%) son revisiones.
Casas tiene 12 publicaciones, de las cuales 6 (50%) están en revistas de buena calidad, 4 (33,3%) en revistas de aceptable calidad y 2 (16,7%) en revistas de regular calidad; cuatro contribuciones originales (33,3%), 5 (41,7%) revisiones compartidas con los autores principales, al igual que 3 cartas al editor (25%). El impacto promedio de las revistas donde publicó sus artículos es de 5,36 (Tablas 10 y 11).
Tabla 11 .Autores con más de publicaciones el periodo 2000-2004 por categoría de revista.
Discusión
Los resultados de este trabajo demuestran claramente un dramático incremento de los dos parámetros estudiados, proyectos financiados por COLCIENCIAS y publicaciones en revistas indexadas por la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos (PUBMED), en los dos quinquenios analizados. El salto de 5 a 56 proyectos, significó un enorme incremento en el número de investigaciones propuestas y que a juicio del ente rector del SCT en Colombia, COLCIENCIAS, y su Consejo de Salud, tuvieron la suficiente calidad para ser seleccionadas para financiamiento, de entre casi 2.500 proyectos presentados a las convocatorias realizadas durante los periodos analizados. Las publicaciones en revistas indexadas pasan de 19 (3,8 publicaciones por año) en el primer quinquenio analizado, a 73 en el periodo 2000 - 2004 (14,6 publicaciones por año). Son varios los factores que pueden haber influido en este importante crecimiento de la investigación en salud en un periodo relativamente corto. El hecho de que 70% de las publicaciones realizadas en el segundo quinquenio fueran presentadas en colaboración con instituciones santandereanas corporadas al ICIB, demuestra que la creación de esta institución en 1998, con el objetivo de aunar los pocos recursos disponibles, tanto humanos como físicos, de la UIS, la FCV, la UNAB, la FOSCAL bajo el auspicio del Instituto Colombiano del Petróleo (ICP), para optimizar y estimular el desarrollo de la investigación biomédica en Santander, fue un modelo exitoso que explica en gran medida el explosivo crecimiento de esta actividad. La visión futurista e integradora de Víctor Castillo, Jorge Gómez Duarte y Jaime Cadavid respaldada en su momento por Gabriel Burgos, Virgilio Galvis, Roger Zarruk, Juan Carlos Mantilla, Gustavo Pradilla y Germán Oliveros, así como la gestión magistral de Hernán Villa-Roel en la Dirección Ejecutiva del ICIB, parece ser el factor clave del acelerado desarrollo de la investigación biomédica en Bucaramanga en el periodo 2000 - 2004. Esta afirmación se basa también en que de los cinco autores con mayor producción científica, cuatro estuvieron en algún momento del periodo ligados a más de una de las instituciones corporadas al ICIB, y que un alto porcentaje de los artículos publicados son el resultado de proyectos colaborativos de las instituciones corporadas al ICIB.
Otro factor determinante, sin duda, fue la mayor disponibilidad de recursos económicos para la investigación en salud, a partir de la expedición de la Ley 643, conocida también como la Ley de Loterías o Ley Villa-Roel por la comunidad científica, en enero de 2001, y que como se explicó en la introducción, es una ley en su concepción, gestión y expedición fundamentalmente santandereana.
Otro factor determinante fue lo que se denomina «cambio de referente», es decir, la presencia en las instituciones bumanguesas de recurso humano calificado y con comprobada experiencia en la generación de nuevo conocimiento quienes publicaron previamente en revistas de alto impacto. Así, el papel que tienen Morillo y López-Jaramillo en el proceso, es fundamental para que autores jóvenes como Casas, Serrano o Díaz, o autores con más experiencia como Bautista y Angulo, se motiven para publicar sus resultados, ya no en revistas locales o nacionales no indexadas en medios internacionales, sino en revistas internacionales con posibilidad de evaluación de su impacto.
También influyó, aunque en menor grado, el importante hecho de que una revista colombiana, Biomédica, fuera indexada a partir del año 2002 en PubMed, lo que determinó que varios (4/73) artículos publicados en ésta ya aparezcan en el criterio de selección de búsqueda.
Además, en el periodo 2000-2004 las contribuciones originales fueron 46 (63%), mientras que las revisiones fueron 13 (17,8%) y los reportes de casos, comentarios y cartas al editor fueron 14 (29,15%). Es decir 63% de lo publicado es el resultado de proyectos de investigación, mientras el 17,8% son revisiones publicadas en revistas que las aceptan si la contribución de los autores al conocimiento del tema revisado es significativa. Apenas 29,15% son publicaciones que resultan de opiniones sobre lo publicado por otros autores o de reportes de casos estudiados en la práctica clínica. En conjunto, estos resultados sugieren que en el quinquenio 2000 - 2004, además del dramático incremento en la cantidad de lo publicado, mejoró también la calidad de la producción científica, con una mayor contribución de artículos que generaron conocimiento nuevo con base en protocolos de investigación bien diseñados y que sufrieron un proceso de selección por COLCIENCIAS. Esta afirmación se basa también en que 30,1% de los artículos fueron publicados en revistas de buena calidad, 23,3% en revistas de aceptable calidad y 46,5% en revistas de regular calidad. La tendencia a mejorar la calidad de las revistas donde se publicaron artículos santandereanos, se observó claramente a lo largo de los años del periodo. Así, en el 2000 se publicaron 2 artículos en revistas A y B, mientras 5 en revistas D y E; en el 2001, 6 en A y B y 7 en D y E; en el 2002, 4 en A y B y 8 en D y E; en el 2003, 3 en A y B y 7 en D y E, y en el 2004, 7 en A y B y 7 en D y E.
En este periodo la UIS continuó siendo la institución con mayor número de publicaciones bajo un total de 52 (71,2%), pero a su vez es la que presentó el menor nivel de calidad de las revistas donde se publicaron sus contribuciones, con apenas 9,6% de artículos publicados en revistas clase A y 40,4% en revistas clase E. De forma glogal la UIS tiene 21,1% de sus contribuciones en revistas de buena calidad, 26,9% en revistas de aceptable calidad y 51,9% en revistas de regular calidad. La FCV participó con 23 publicaciones (31,5%) 26,1% en revistas clase A y sólo 17,4% en revistas clase E. Esta institución tiene más de la mitad de su producción (52,2%) en revistas de buena calidad, 21,7% en revistas de aceptable calidad y 26,1% en revistas de regular calidad. El ICIB participó con 18 publicaciones (24,7%) de las cuales 22,2% se publicaron en revistas clase A y apenas 5,6% en revistas clase E. Su producción global es equilibrada con 33,3% en revistas de buena, aceptable y regular calidad. Finalmente, la UNAB aparece con 11 publicaciones (15,1%) de las cuales 27,7% se publicaron en revistas A mientras 36,4% están en revistas categoría E. De los 11 artículos, 6 (54,4%) están publicados en revistas de buena calidad y 5 (45,6%) en revistas de regular calidad. En verdad, si la meta es alcanzar un nivel de producción científica que se publique en revistas de buena y aceptable calidad, la FCV es la que mejor perfil muestra, con 73,9% de su producción en revistas de esa calidad, seguida por el ICIB con 66,6%, la UNAB con 54,4% y la UIS con 48%. Es interesante ver que las dos instituciones con los artículos publicados en las revistas de mayor calidad, la FCV y el ICIB, tienen todas sus publicaciones en colaboración con otras instituciones de y fuera de Bucaramanga, mientras la UIS tiene 16 (30,8%) de sus publicaciones como única institución, y de este porcentaje apenas el 31,2% de los artículos están publicados en revistas de buena y aceptable calidad. Algo similar ocurre con las 4 publicaciones de la UNAB como única institución, si bien 2 artículos están en revistas categoría B y 2 artículos en revistas categoría E con 0 impacto. Estos resultados refuerzan la visión de que el trabajo colaborativo entre las instituciones corporadas al ICIB con el apoyo de instituciones extranjeras que se relacionaron con el ICIB y sus corporados, fue en el periodo 2000 – 2004 uno de los principales factores que explican la sensible mejoría en la cantidad y calidad de la producción científica biomédica en Santander. Esta propuesta también es soportada por el análisis de los autores con mayor producción. Así, de los 10 autores con al menos 1 artículo por año, 6 publicaron sus trabajos cuando estuvieron colaborando con el ICIB y sus corporados, 3 son de un mismo grupo de la UIS y 1 es de otro grupo de la misma institución. Además, los 3 autores (López-Jaramillo, Morillo y Casas) cuyos artículos en conjunto alcanzan un promedio de impacto de las revistas en las que publicaron sus trabajos equivalente a buena calidad (FI>2), publicaron la mayoría de sus trabajos en colaboración entre ellos y cuyas entidades de filiación son el ICIB y sus entidades corporadas. Es interesante destacar que Casas fue un médico rural de la Fundación Cardiovascular de Colombia y posteriormente un becario del ICIB que tuvo la oportunidad de interactuar en esa calidad con los referidos investigadores principales. Esto refuerza una vez más el papel fundamental del ICIB, incluso en la formación de nuevo recurso humano para la investigación biomédica.
Comentarios
Tres enunciados populares dan soporte al análisis crítico de la investigación científica:
1. Publica o perece. Durante el periodo 1995 – 1999 con apenas 3,8 publicaciones anuales, la investigación biomédica en Santander parecía destinada a perecer. La creación del ICIB y el cambio de referente producido por la incorporación de investigadores experimentados al ICIB y sus entidades corporadas, determinó un crecimiento dramático en el número de publicaciones. Vale decir que en el periodo 2000-2004 el número y la calidad de las publicaciones realizadas, soporta la propuesta de que la investigación en salud en Santander está en franco proceso de consolidación y crecimiento. Este concepto se refuerza, además, por el hecho de que el número de proyectos seleccionados para financiamiento por COLCIENCIAS creció de 5 proyectos a 56 en los periodos analizados. La UIS es la entidad que más aportó en el número de publicaciones. Sin embargo, es interesante destacar la importante participación del sector privado en el proceso de desarrollo científico en biomedicina en Santander, pues tanto la FCV, como el ICIB y la UNAB son entidades privadas que aportaron con 71,3% de lo publicado por el Departamento, mientras la UIS, la única entidad pública, aportó con igual porcentaje. Esta observación es realmente innovadora de frente a lo que usualmente ha ocurrido en Latinoamérica en general y en Colombia en particular, donde la participación del sector privado ha sido casi nula. Es de esperarse que las dos entidades privadas, la FCV y la UNAB, que se mantienen vigentes, continúen en el proceso de crecimiento de sus inversiones en los próximos años, y que esta actitud más los resultados expuestos en este artículo, sean la motivación para que otras instituciones, especialmente otras universidades privadas, decidan invertir en el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología.
2. Dime qué publicas y dónde publicas y te diré quién eres. En el periodo 1995-1999 la mayor institución de Bucaramanga que publicó artículos en revistas indexadas fue la UIS, con 16 artículos, de los cuales 12 fueron de León-Sarmiento y colaboradores, y 9 fueron cartas al editor y comentarios a artículos publicados por otros autores. Hubo 31,5% de artículos originales y 26,3% de las contribuciones que se publicaron en revistas de buena calidad. Es decir, la producción original producto de investigaciones sistemáticas fue casi nula. Para el periodo 2000-2004, las publicaciones originales suben a 63% y la calidad de las revistas en la que publican los artículos fue en 53,4% de buena y aceptable calidad, si bien instituciones como la FCV y el ICIB tienen mejor perfil de calidad que la UNAB y la UIS. Esta situación puede explicarse, al menos en parte, porque León-Sarmiento, el autor que aportó 20 (38,5%) de las publicaciones de la UIS, publicó sólo 3 artículos en revistas de buena y aceptable calidad, 2 de ellos cartas al editor y comentarios y sólo 1 artículo original (5%), lo que contrasta con sus 14 artículos (70%) publicados en revistas categoría E, la mayoría con impacto 0. Es decir 80% de su producción fueron cartas y comentarios publicados en revistas de regular calidad y 45% son contribuciones originales publicadas en revistas de regular calidad. El autor mantiene esta tendencia en los dos periodos analizados. Independiente de la causa, es claro que en los años venideros todas las instituciones santandereanas en general, pero especialmente la UIS y la UNAB, deberán esforzarse por obtener resultados que sean lo suficientemente originales y de calidad como para ser aceptados como publicaciones en revistas categoría A o B. El proceso hasta hoy desarrollado, con el consecuente aprendizaje y la adquisición de experiencia en los procedimientos para la publicación de calidad, más el hecho de que los proyectos que actualmente se realizan fueron seleccionados por COLCIENCIAS con base en calidad y originalidad, sugiere que en los próximos años deberán alcanzarse las metas de mejoría, tanto en la cantidad como en la calidad de los artículos publicados, como contribuciones originales fruto de los proyectos financiados por COLCIENCIAS. Esta es la gran responsabilidad a la que se ven comprometidas la UIS, la FCV y la UNAB, que son las instituciones con el mayor número de proyectos seleccionados y financiados por el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología.
3. Dime cuánto te citan y te diré cuánto te creen. Este es el tercer enunciado popular para valorar la producción científica, y en nuestro entender es el más importante indicador de calidad de la producción científica. Infortunadamente, la falta de acceso en toda Colombia al índice de Citación de Autores, no permite realizar en este artículo el análisis de este indicador. Sin embargo, de lo investigado por propio interés en el exterior puede señalarse, a manera de ejemplo, que el artículo publicado por nosotros en el Journal of Hypertension en el año 2001 sobre proteína C reactiva e hipertensión, lleva al momento 36 citaciones, de las cuales 23 fueron realizadas en los primeros dos años; es decir, alcanzó un nivel de impacto de 23 cuando la revista en la que se publicó, categoría B, tiene un promedio de impacto de 3,57. Otro artículo publicado en una revista categoría D con 0,8 de impacto, el International Journal of Gynecology and Obstetrics, en el 2001 sobre proteína C reactiva y preeclampsia, alcanzó 17 citaciones. Estos ejemplos demuestran que se publican resultados novedosos y sirven además para solicitar a COLCIENCIAS que del porcentaje económico que descuentan por gastos administrativos a los proyectos financiados, se realice la correspondiente suscripción corporativa al Institute of Scientific Information (ISI) para que todas las instituciones colombianas con proyectos financiados tengan acceso al mismo y puedan autoevaluar la calidad de su producción. Los autores de este artículo se comprometen en el lapso de este año a realizar a través de uno de sus becarios en el exterior, la investigación sobre el impacto de la producción científica en Santander, y a publicarla como la segunda parte de este artículo.
Perspectivas
Como se señaló en la discusión, el factor fundamental que explica la dinámica del proceso de crecimiento de la investigación biomédica en Santander, fue la creación en 1998 y la puesta en marcha del ICIB en 1999. Esta institución virtualmente fue desactivada en el 2003, al considerar sus corporados que cumplió con los objetivos para los que fue creada, y que cada una de las instituciones corporadas e independientemente, alcanzaron el desarrollo y madurez suficiente para continuar incursionando en la investigación biomédica con el mismo éxito que tuvieron mientras formaron parte del ICIB. Si esto está apegado a la realidad sólo podrá evaluarse en los años venideros. Sin embargo, vale la pena destacar el ICIB como un modelo que tuvo éxito en Santander y abrió vías de colaboración entre instituciones de carácter local, nacional e internacional. Un buen ejemplo es lo acontecido con la UNAB, cuya Facultad de Medicina sólo nombra un coordinador del centro del conocimiento a mediados de 1999 para actuar como contrapartida del director científico del ICIB, y en colaboración con el ICIB consiguió abrir sus primeras líneas de investigación, financiar en COLCIENCIAS sus primeros proyectos y realizar sus primeras publicaciones. Al momento, y en forma independiente, tiene sus propios grupos de investigación, con líneas bien definidas, con recursos humanos capacitados y con una producción científica de altísima aceptabilidad para un tiempo de cinco años apenas transcurrido.
Si la situación de solidez de la investigación biomédica en Santander es real, también se verá en los próximos años, pues de los 5 autores con más de 10 publicaciones en el periodo 2000-2004, 4 (León-Sarmiento, Bautista, Casas, Morillo) ya no están vinculados a instituciones santandereanas e inclusive dos de ellos han realizado sus últimas publicaciones sin mencionar ninguna vinculación con las instituciones santandereanas donde originalmente laboraron.
En todo caso, la disponibilidad de recursos económicos a través de la Ley Villa-Roel, la existencia de jóvenes talentos formados en instituciones bumanguesas con un «nuevo referente» para el quehacer científico, mas la presencia de los jóvenes que terminan su formación de postgrado, y que es de esperarse vuelvan a las instituciones de origen y que éstas les abran posiciones para que con dignidad desarrollen lo aprendido, así como los proyectos ya financiados por COLCIENCIAS y que están desarrollándose actualmente y en los próximos años, son factores que permiten vislumbrar el porvenir con optimismo y sugieren que el crecimiento acelerado del quinquenio 2000-2004 se mantendrá en el próximo periodo que comienza hoy. Pero además, la posición seria y competitiva de las instituciones privadas lideradas por la FCV y la UNAB, más la posición similar asumida por otras universidades santandereanas como la Pontificia Bolivariana y la Universitaria de Santander, refuerzan nuestro optimismo y mantienen vivos los postulados de «Bucaramanga Tecnopolis» y «Santander Polo de Desarrollo Científico y Tecnológico».
Agradecimientos
A COLCIENCIAS por el soporte financiero, y a Luisa Fernanda Osorio y Sandra Patricia Rueda por el apoyo en la preparación del manuscrito.
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