Introducción
El corazón puede sufrir alteraciones asociadas a la utilización de fármacos y otras sustancias, entre ellas, la miocardiopatía por estrés o miocardiopatía de takotsubo. La denominación de miocardiopatía por estrés se debe a que, usualmente, el desencadenante es un suceso o una sustancia que, por diferentes vías, genera estrés físico y/o psicológico. Por su parte, la denominación de miocardiopatía de takotsubo, se refiere a que, en su etapa aguda, el ventrículo
izquierdo adopta una forma similar al instrumento usado por los japoneses para atrapar pulpos, conocido como takotsubo1
En general, este tipo de cardiopatía se caracteriza por: morfología del ventrículo izquierdo, tiempo de curso transitorio, con recuperación completa en días a semanas, cambios en el electrocardiograma, aumento de los biomarcadores cardiacos y ausencia de estenosis, miocarditis e hipertrofia del miocardio, al igual que de otras condiciones patológicas que pueden explicar la disfunción regional2, como enfermedad cerebrovascular o feocromocitoma. Sin embargo, debido a que la miocardiopatía de takotsubo se presenta principalmente en pacientes de edad avanzada y con otros factores de riesgo, en algunos casos, puede coexistir con enfermedad coronaria3.
La importancia de identificar de forma acertada esta miocardiopatía se debe a que, en la mayoría de los casos, la recuperación se da por completo sin necesidad de tratamiento farmacológico1, pero en otros casos, puede requerirse la utilización de diuréticos, betabloqueadores, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, bloqueadores de los receptores de la angiotensina-II, estatinas y ácido acetil salicílico4. Por su parte, el soporte inotrópico puede agravar la condición del paciente, causando hipotensión marcada, aumento de la probabilidad de utilizar mayor dosis de catecolaminas y, con ello, mayor intensidad de la miocardiopatía. Esta situación se explica por la asociación existente entre el aumento en los niveles de estas sustancias con dicha cardiopatía5. En este sentido, la miocardiopatía de takotsubo es más frecuente en mujeres posmenopáusicas, en quienes los niveles normales de catecolaminas se ven notoriamente aumentados por ituaciones de estrés emocional6.
Algunas revisiones estructuradas han mostrado que la utilización de medicamentos con la capacidad de generar, de forma directa o indirecta, un aumento en los niveles de catecolaminas, podrían desencadenar CTT7. En este sentido, desde el punto de vista farmacológico, es posible que el uso o exposición a ciertas drogas de abuso, sustancias químicas y venenos de origen animal que causen aumento en los niveles de catecolaminas, también puedan desencadenar miocardiopatía de takotsubo; sin embargo, no se dispone de una revisión estructurada orientada a identificar casos de miocardiopatía de takotsubo asociados a dichos productos. Por ello, el objetivo de este trabajo fue identificar drogas de abuso, sustancias químicas o venenos de origen animal asociados a la cardiopatía de takotsubo.
Materiales y métodos
Se hizo una revisión estructurada en la base de datos Medline/PubMed, usando los términos: stress cardiomyopathy AND induced by; takotsubo cardiomyopathy AND induced by; tako-tsubo cardiomyopathy AND induced by; Apical ballooning syndrome AND induced by; transient- leftventricular ballooning syndrome AND induced by; Broken heart syndrome AND induced by; ampulla cardiomyopathy AND induced by; stress cardiomyopathy AND iatrogenic; Stress cardiomyopathy AND drug-induced; takotsubo cardiomyopathy AND iatrogenic; tako-tsubo cardiomyopathy AND iatrogenic; Broken heart syndrome AND iatrogenic; takotsubo cardiomyopathy AND drug-induced; takotsubo cardiomyopathy AND drugs abuse; stress cardiomyopathy AND drugs abuse; stress cardiomyopathy AND chemistry substance. Los artículos publicados entre el 01/01/1990 y el 31/10/2015, en inglés, francés o español, con acceso a texto completo. En la revisión se incluyeron los artículos con reportes de drogas de abuso y sustancias químicas o venenos de origen animal (mordeduras o picaduras) como posibles desencadenantes de miocardiopatía de takotsubo. Adicionalmente, se incluyeron las referencias de los artículos seleccionados, valoradas como relevantes. Por su parte, se excluyeron los artículos sin una descripción clara de una sustancia como desencadenante de miocardiopatía de takotsubo y las cartas con comentarios de casos ya identificados. De cada caso se recopiló la edad, género del paciente y la sustancia desencadenante o asociada a la miocardiopatía de takotsubo.
Resultados
En la búsqueda en la base de datos Medline/PubMed se identificaron en total 2.599 artículos, de los cuales 1.747 referencias se repiten (Tabla 1). De las 852 referencias diferentes, se excluyeron 829; 2 por no presentar una relación de causalidad clara entre la sustancia y el desarrollo de miocardiopatía de takotsubo (uso de suplemento dietario8, y picadura de avispa9)) y 5 cartas al editor con comentarios de casos ya eportados10)- (14. Adicionalmente, se excluyeron 48 artículos con conceptos teóricos relacionados con la miocardiopatía de takotsubo (Fig. 1). Por tanto, para este trabajo se seleccionaron y revisaron 23 referencias con reportes de casos. Adicionalmente, de las referencias de los artículos incluidos se identificaron 4 relevantes para la revisión, para un total de 27 referencias incluidas. De este grupo, un artículo reporta 12 casos15 y 26 artículos reportan un caso16)- (17 (Fig. 1).
Términos de búsqueda | Número de referencias (n = 2.599) |
Stress cardiomyopathy AND induced by | 814 |
Takotsubo cardiomyopathy AND induced by | 406 |
Tako-tsubo cardiomyopathy AND induced by | 414 |
Apical ballooning syndrome AND induced by | 418 |
Transient-left-ventricular ballooning syndrome AND induced by | 35 |
Broken heart syndrome AND induced by | 408 |
Ampulla cardiomyopathy AND induced by | 7 |
Stress cardiomyopathy AND iatrogenic | 20 |
Stress cardiomyopathy AND drug-induced | 10 |
Takotsubo cardiomyopathy AND iatrogenic | 18 |
Tako-tsubo cardiomyopathy AND iatrogenic | 18 |
Broken heart syndrome AND iatrogenic | 18 |
Takotsubo cardiomyopathy AND drug-induced | 2 |
Takotsubo cardiomyopathy AND drugs abuse | 4 |
Stress cardiomyopathy AND drugs abuse | 4 |
Stress cardiomyopathy AND chemistry substance | 3 |
En los 27 artículos incluidos, se identificaron 38 casos de miocardiopatía de takotsubo en pacientes con una edad media de 43 años (rango de 4 a 83 años), y 24 (63,2%) de ellos en mujeres (Tabla 2). En los 38 casos se identificaron 14 tipos de sustancias diferentes que, por su uso o por retiro repentino, se asociaron con la aparición de miocardiopatía de takotsubo (Tabla 2):
Intoxicación por monóxido de carbono (n = 13 casos, 34,2%)15), (16.
Venenos de origen animal (n = 5 casos, 13,2%): picadura de medusa (n = 2) (27), (28, picadura de araña ''viuda negra'' (n = 1) (29, mordedura de serpiente (n = 1) (30 y picadura de escorpión (n = 1) (31.
Consumo de sustancias naturales (n = 2 casos, 5,2%): hongo Psilocybe semilanceata (n = 1) (36 y marihuana (n = 1) (37.
Abstinencia a la heroína (n = 1; 2,6%)38.
Veneno sintético compuesto por carbamatos/piretroides (n = 1; 2,6%)39.
Intoxicación con cloroquina (n = 1; 2,6%)40 y
Consumo de bebida energizante (n = 1; 2,6%)41.
Discusión
En esta revisión se identificaron 38 casos de miocardiopatía de takotsubo asociados al uso o exposición a 15 drogas de abuso, sustancias químicas o venenos de origen animal, en los cuales se descartó como desencadenante el estado de estrés emocional. En la mayoría se estableció una relación entre la miocardiopatía de takotsubo y los efectos de dichas sustancias, la respuesta física (en casos de abstinencia) y los niveles de catecolaminas presentes en la circulación, hecho que refuerza la hipótesis sobre el efecto del aumento, directo o indirecto, de los niveles de catecolaminas7.
El uso de sustancias psicoactivas ha hecho parte de la historia del hombre, quien las ha asociado a diversas prácticas, desde religiosas y curativas hasta de defensa y supervivencia. Sin embargo, el uso y abuso de dichos productos es un problema de salud pública principalmente para la población adulta-joven, en quienes su consumo es mayor. En este contexto, es importante destacar, además de las consecuencias sociales, los efectos cardiacos de algunas de estas sustancias, asociadas a la generación de estados hiperadrenérgicos42.
En general, la información generada con diversos casos de miocardiopatía de takotsubo ha permitido establecer el papel fisiopatológico relevante del aumento de los niveles catecolaminas presentes en la circulación. Así, el incremento de estas sustancias puede causar daño directo al miocardio por la activación de los receptores beta-1 y beta-2, mediada por la estimulación de la proteína G (Gs), fenómeno que puede generar estrés oxidativo cardiotóxico a través del adenosín monofosfato cíclico (cAMP) dependiente de la proteína quinasa A (PKA), sobrecarga de calcio y, finalmente, muerte celular. Esta alteración inotrópica se evidencia más en el miocardio apical, debido a que en esta zona hay mayor densidad de receptores beta43.
En este trabajo, similar a lo que se estableció en revisiones estructuradas de casos de miocardiopatía de takotsubo por medicamentos7, en la mayoría de los 38 casos, el uso o exposición a drogas de abuso, sustancias químicas o venenos de origen animal y la presentación de miocardiopatía de takotsubo, podría explicarse por un aumento en los niveles de catecolaminas, tal como se comenta a continuación:
•Cardiopatía de takotsubo por monóxido de carbono (CO) (13/38 casos, equivalente al 34,2%)15), (16: aunque, el mecanismo principal de toxicidad por CO se atribuye a la hipoxia isquémica secundaria a la hipoxemia, se han identificado otras posibles explicaciones, entre ellas: a) Aumento en la producción neuronal en el sistema nervioso simpático y, con ello, incremento en los niveles de las catecolaminas epinefrina y norepinefrina; b) Estimulación de la actividad del sistema nervioso simpático y, con ello, aumento del gasto cardiaco y de la presión arterial; c) Producción de radicales libres en la lesión por isquemiareperfusión; y d) Aturdimiento miocárdico, posiblemente por el aumento de catecolaminas15), (16.
•Cardiopatía de takotsubo por cocaína (5/38 casos equivalente al 13,2%17)- (21: la cocaína bloquea la recaptación presináptica de dopamina y norepinefrina, aumentando la concentración de estas aminas en la hendidura sináptica. En general, los efectos psico-estimulantes de la cocaína se atribuyen a un aumento en la neurotransmisión de dopamina; mientras que los efectos cardiovasculares se deben a un mayor estado simpaticomimético. La cocaína tiene acción directa o indirecta sobre el corazón y los vasos sanguíneos, mediada por estimulación de receptores alfa y beta. La estimulación de los receptores alfa-1 adrenérgicos causa vasoconstricción arterial, seguida de la elevación en la presión arterial; por su parte, la estimulación de los receptores beta-adrenérgicos genera un aumento en la frecuencia, contractilidad y demanda de oxígeno por el corazón. La vasoconstricción se amplifica por la inhibición de la síntesis de óxido nítrico y por el aumento de la formación de endotelina-1. Por otra parte, la cocaína induce un estado rotrombótico mediante la estimulación de plaquetas y de la coagulación; con el tiempo, estos diversos efectos promueven aterosclerosis y disfunción endotelial, que aumentan aún más el riesgo de eventos cardiovasculares en los consumidores crónicos de cocaína44; adicionalmente, esta bloquea los canales de Na+ en las membranas, cambiando el potencial de acción asociado a su efecto anestésico local44), (45.
•Cardiopatía de takotsubo por alcohol (5/38 casos equivalente al 13,2%)22)- (26: la abstinencia alcohólica aguda puede causar un estado hiperadrenérgico durante 48 a 96 horas, lo que puede desencadenar temblor, ansiedad, náuseas, vómitos, diarrea, taquicardia e hipertensión23. Adicionalmente, existen varias explicaciones para la disminución de la contractilidad y la función ventricular causada por el alcohol: a) Daño mitocondrial, directamente por el alcohol o por la ausencia de la enzima alcohol deshidrogenasa en los cardiomiocitos; b) Lesión de los cardiomiocitos, reducción de la síntesis proteica e inhibición de la ATPasa miofibrilar, atribuidas al acetaldehído (metabolito del metabolismo del alcohol); c) Alteración de enzimas del ciclo del ácido tricarboxílico (ciclo de Krebs) y, con ello, inhibición de la cadena respiratoria; y d) Deterioro de la absorción y unión del calcio en la mitocondria45)- (48.
•Cardiopatía de takotsubo por venenos de origen animal (5/38 casos equivalente al 13,2%)27)- (31: los casos de miocardiopatía de takotsubo asociados a la picadura de un animal podrían ser explicados desde dos perspectivas. La primera supone que una exposición accidental es por sí misma un evento estresante; y la segunda sugiere que hay evidencia de que algunos de los venenos son estimulantes químicos directos que causan disfunción cardiaca, como es el caso del veneno de la araña viuda negra, que contiene alfa-latrotoxina, la cual induce la liberación de neurotransmisores desde las terminales nerviosas29; el veneno del escorpión, que contiene varias toxinas, en especial alfa-toxinas, las cuales tienen la propiedad de inducir una estimulación neuronal, principalmente en el centro autonómico, provocando la liberación de catecolaminas hacia la circulación10), (11), (31; y el veneno de medusa, que causa daño cardiaco, el cual hace parte de los síntomas del ''síndrome Irukandji''', que está asociado a un exceso de liberación de catecolaminas endógenas27), (28.
•Cardiopatía de takotsubo por anfetaminas (4/38 casos equivalente al 10,5%)32)- (35: la 4-fluoroanfetamina (4-FA) inhibe la recaptación y estimula la liberación de dopamina, serotonina y norepinefrina. En comparación con otras anfetaminas halogenadas, 4-FA tiene un efecto más débil, de corta duración y reversible en la disminución de serotonina y en la inhibición de la monoamina oxidasa32.
•Cardiopatía de takotsubo por el hongo Psilocybe semilanceata (1/38 casos equivalente al 2,6%)36: este hongo posee un metabolito que interactúa con receptores dopaminérgicos, adrenérgicos y serotoninérgicos, causando disfunción contráctil del miocardio. Los hongos de este tipo contienen triptamina, profármaco de la psilocina, una sustancia que, además de sus efectos simpaticomiméticos deletéreos sobre el miocárdico36, se comporta como un agonista parcial de los receptores serotoninérgicos 5-HT1A y 5-HT2A, lo que puede desencadenar un espasmo de la arteria coronaria.
•Cardiopatía de takotsubo por marihuana (1/38 casos equivalente al 2,6%)37: los endocannabinoides pueden causar una disminución de la contractilidad y aturdimiento miocárdico debido a su capacidad de estimular receptores CB-1. Un mecanismo similar podría aplicarse a los cannabinoides exógenos, tales como la marihuana, cuyo consumo agudo causa un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático.
• Cardiopatía de takotsubo por abstinencia de heroína (1/38 casos equivalente al 2,6%)38: aunque la heroína aumenta la actividad parasimpática y disminuye la simpática, en los casos se abstinencia a la droga se produce un estado hiperadrenérgico y de irritabilidad del sistema nervioso central, lo que puede explicar el aumento en los niveles de catecolaminas y sus efectos a nivel cardiaco50.
•Cardiopatía de takotsubo por insecticida (1/38 casos equivalente al 2,6%)39: la exposición a carbamatos y piretroides puede causar daños cardiacos por su toxicidad; además estos productos aumentan los niveles de acetilcolina y, con ello, sus efectos colinérgicos y muscarínicos39.
• Cardiopatía de takotsubo por cloroquina (1/38 casos equivalente al 2,6%)40:la dosis excesiva de cloroquina provoca una liberación adrenérgica endógena intensa en respuesta al bloqueo de la conducción ventricular40.
•Cardiopatía de takotsubo por bebidas energéticas (1/38 casos equivalente al 2,6%)41: este tipo de bebidas contiene sustancias simpaticomiméticas, tales como cafeína y 1,3-dimetilamilamina (DMAA). La cafeína es un agonista competitivo de los receptores de adenosina A1 y A2, tanto del sistema nervioso central como del miocardio, que altera la liberación de neurotransmisores y la frecuencia cardiaca. Adicionalmente, provoca un aumento de calcio intracelular en los miocitos y, con ello, posibles alteraciones en el ritmo cardiaco. Por su parte, la DMAA, sustancia psicoactiva no aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, su sigla en inglés), puede causar un aumento de los niveles de adrenalina41.
Con relación a la miocardiopatía de takotsubo es importante mencionar que, en 1991, Kounis et al. (51 describieron el síndrome de la angina alérgica, en el cual la exposición a venenos de origen animal, químicos, factores ambientales, entre otros, se asocia con la aparición de eventos coronarios, acompañados de reacciones anafilácticas y anafilactoides. Los autores sugieren que la histamina, liberada durante las reacciones alérgicas, puede producir espasmo arterial coronario y, con ello, angina de pecho debido a la estimulación de receptores H1 y H2 cardiacos y coronarios. En este sentido, se debe tener presente que algunos de los síntomas como la angina y la disnea, también se presentan en la miocardiopatía de takotsubo, lo que podría llevar a confusiones diagnósticas. Por ello, es necesario que el médico identifique y diferencie de manera correcta esta entidad de otros eventos coronarios y, con ello, prevenga a los pacientes de la exposición a posibles efectos adversos de las medidas terapéuticas utilizadas en el tratamiento de los eventos coronarios agudos. Resulta clave, así mismo, la identificación y caracterización de posibles desencadenantes, diferentes a los estados de estrés físico o emocional. En este contexto, esta revisión se convierte en un aporte relevante, debido a que identificó de forma estructurada, casos de miocardiopatía de takotsubo asociados con el uso o exposición de 14 drogas de abuso, sustancias químicas o venenos de origen animal. Ante la sospecha de un evento coronario agudo, el clínico debería indagar por el consumo o exposición a estos 14 productos, especialmente en quienes sea más probable dicha característica. De igual forma, los resultados de la revisión se convierten en un argumento a favor de la hipótesis del estado hiperadrenérgico directo o indirecto como mecanismo fisiopatológico de la miocardiopatía de takotsubo, tal como se aprecia en la mayoría de los 38 casos identificados.
Limitaciones
Los resultados de esta revisión deben interpretarse con cautela debido a algunas limitaciones. En primer lugar, la información sólo fue obtenida de los casos reportados, en los que no siempre se establece la existencia de una relación causal; y en segundo lugar, en la búsqueda solo se usó la base de datos PubMed/Medline, si bien, en general, en este tipo de trabajos se recomienda realizar la búsqueda en dos o más bases de datos. Sin embargo, esta limitación pudo ser disminuida debido a la búsqueda de otros reportes en las referencias de los artículos seleccionados. Adicionalmente, aunque la hipótesis planteada sobre la aparición de miocardiopatía de takotsubo es apoyada por el mecanismo farmacológico y biológico de las sustancias en estudio, clínicamente las pruebas son limitadas. En consecuencia, los resultados actuales requieren más investigaciones diseñadas para evaluar el riesgo real de miocardiopatía de takotsubo inducida por drogas y mejorar el conocimiento de la fisiopatología de este tipo de miocardiopatía.
Conclusiones
La miocardiopatía de takotsubo podría ser desencadena por la utilización o exposición de 14 drogas de abuso, sustancias químicas o venenos de origen animal, las cuales por su mecanismo de acción, o por la respuesta física en asuntos de abstinencia, en la mayoría de los casos, generan de forma directa o indirecta una sobreestimulación simpática. Por ello, se recomienda considerar este tipo de situación en pacientes que presenten miocardiopatía, especialmente en quienes no se identifique de forma precisa un desencadenante físico o emocional, en quienes exista sospecha o certeza del consumo de drogas de abuso como cocaína, heroína y anfetaminas, y en quienes se ha reportado exposición a venenos de origen animal o al monóxido de carbono.