1. Introducción
El emprendimiento sostenible y su manifestación en la creación de empresas son considerados dinamizadores del desarrollo social y económico de las naciones y las regiones (Saravia, 2010), razón por la cual el sector público, el privado y la academia muestran interés creciente por entender dichos fenómenos y los elementos que los estimulan y favorecen (Hernández et al., 2017; Varela, 2008; Audretsch, Belitski y Desai, 2007), por lo que busca que cada vez más estudiantes y profesionales universitarios se conviertan en empresarios con amplia visión de sostenibilidad de sus empresas (García, Mendoza y Romo, 2017; Goyanes, 2015; Bae, Qian, Miao y Fiet, 2014; Joensuu, Varamáki y Viljamaa, 2015; González, 2004).
En dicho contexto, es importante tener en cuenta que en cualquier proceso de emprendimiento hacia la sostenibilidad, intervienen las personas y los entornos general y empresarial en los que debe encontrar oportunidades y recursos, y que para autores como Vainrub (2009) y Timmons y Spinelli (2004) el principal es el humano, por lo que su potencial emprendedor es estudiado desde enfoques como sus aptitudes (Mora, 2011) y perfiles sociales y psicosociales (Novillo, Sarmiento, Ollague y Ramón, 2017; Moriano, Trejo y Palaci, 2001).
De acuerdo al modelo conceptual delGlobal Entrepreneurship Monitor (GEM), estudio que mide la tasa de actividad emprendedora (TEA) en diferentes países y regiones, una de las fases en la creación de empresas es la de intención, en la cual a los individuos que están considerando hacerlo se les define como empresarios intencionales. En ese sentido, numerosas investigaciones como las de Laguía, Moriano, Molero y Gámez 2017); Rueda, Fernández Herrero (2012); y Sánchez, Lanero y Yurrebaso (2005) han confirmado que la intención es una buena variable predictora del inicio de empresas.
No obstante a lo señalado, el informe GEM 2016 muestra para Colombia que mientras un 53 % de las personas encuestadas en este país eran empresarios intencionales, solo el 16.3 % habían iniciado efectivamente actividades empresariales (Buelvas et al., 2017), habiéndose desaprovechado en consecuencia o fugado por la tubería empresarial el restante 26.7 % de las intenciones de crear nuevas empresas, situación que debe interesar y preocupar a la clase dirigente e intelectual.
En ese sentido, a nivel mundial numerosos trabajos como los de Hernández et al. (2017) y Valencia, Montoya y Montoya (2015), han confirmado la utilidad de los conceptos aportados por la Teoría del Comportamiento Planificado desarrollada por Ajzen en 1991, para identificar y describir los factores que estimulan o desalientan en los individuos de diferentes condiciones y características la intención de crear empresas, por lo cual en este documento se le denominará como intención emprendedora; sin embargo, dichos estudios se han aplicado principalmente en las grandes ciudades, sin profundizar en las más pequeñas que generalmente difieren en su ecosistema empresarial respecto a las primeras.
En ese escenario, la Universidad del Valle, sede Norte del Cauca, ubicada en Colombia en el municipio de Santander de Quilichao, atiende a su población y a la de otros 13 municipios de tamaño igualmente pequeño en los departamentos del Cauca y del sur del Valle del Cauca, los cuales son importantes para la región y el país por su potencial económico y su problemática social.
De acuerdo con lo señalado anteriormente en este trabajo de investigación, que contribuye a llenar el vacío de literatura descrito en relación con el emprendimiento sostenible universitario en ciudades no capitales, se responde a las preguntas: ¿Cuál es el nivel de interés por crear sus propias empresas sostenibles por parte de los estudiantes de Contaduría Pública y Administración de Empresas de la Universidad del Valle, sede Norte del Cauca? ¿Cómo la idea de la forma en que la sociedad percibe dicha actividad influye positiva o negativamente en ello?
El presente artículo está estructurado de tal manera que en la primera parte se desarrolla el contenido del trabajo, lo que incluye el marco teórico, los estudios previos encontrados, las hipótesis de investigación, la metodología utilizada y se presentan y discuten los resultados y en la segunda se plantean sus conclusiones, limitaciones y futuras líneas de trabajo.
2. Marco teórico
A continuación, se describen los principales aspectos teórico-conceptuales que enmarcan la presente investigación:
2.1 Emprendimiento, emprendedor e intención emprendedora
El emprendimiento y los emprendedores han sido objeto de estudio para importantes autores (Diez, 2016) debido a su relevante papel en el cambio y el desarrollo socioeconómico, es así que Schumpeter (1950) los liga al concepto de empresario innovador (Ramirez-Salazar, Perez-Uribe y Salcedo-Perez, 2018), entendiéndolo como aquel que es capaz de romper la inercia de los mercados para renovarlos de manera permanente.
El término emprendimiento, que en francés se denomina entrepreneuriat y en inglés entrepreneurship, es definido en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) como una de sus acepciones «acción de emprender», al emprender como «acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro», y al emprendedor como quien «emprende con resolución acciones o empresas innovadoras» (RAE, 2017).
Diferentes autores se refieren también al emprendimiento con otros términos, como actividad emprendedora o espíritu empresarial, y señalan que tienen tres elementos fundamentales: a) el individuo o grupo de individuos que lo ejercen, b) el medio o entorno en el cual se desarrolla, y c) la acción o actividad emprendedora como tal; es por ello que para entenderlo como fenómeno económico y social ha sido estudiado desde diferentes enfoques o corrientes, entre ellas la económica, la sociopsicológica y la comportamental (Gómez, 2010).
Según Alonso (2012) en relación con la creación de empresas, ya en 1984 Shapero señalaba que esta podía estar animada o desestimulada por las percepciones de deseabilidad y de factibilidad que el emprendedor tuviera de dicha acción. Posteriormente autores como Krueger (2000) y Liñan (2004), señalaron además de la importancia de los rasgos de personalidad y los factores demográficos, agregar a dicho análisis elementos como la intención, lo cual podría hacerse a través de teorías como la del comportamiento planificado de Ajzen (1991).
2.2 Emprendimiento y sostenibilidad
Cortés y Peña (2015, p. 43) ofrecen la siguiente definición, que aclara de tajo el concepto de lo sostenible:
En la literatura en español, se encuentra la utilización de los términos sostenible y sustentable; desarrollo sostenible y desarrollo sustentable; sostenibilidad y sustentabilidad. Sin embargo, quienes utilizan las expresiones se fundamentan en el término sustainability, como referente para sus publicaciones. Así por ejemplo, se pueden encontrar artículos científicos que traducen sustainability como sostenibilidad, y a su vez, otros artículos que traducen el término como sustentabilidad, incluso cuando la referencia citada es la misma (p. 53).
Rodríguez (2016), citando a Schaltegger y Wagner (2011), afirma que emprendimiento sostenible es la realización de una innovación dirigida a un segmento de mercado que proporciona beneficio a gran parte de la sociedad. Desde el punto de vista de la gestión ambiental las organizaciones que hacen de esta dimensión su actividad principal se pueden llamar empresas sostenibles, generando nuevos productos -bienes y servicios-, herramientas y métodos de organización que permitan trabajar en armonía con el ecosistema y aumenten la calidad de vida. Este enfoque implica lograr el desarrollo sostenible, mediante el descubrimiento, evaluación y explotación de oportunidades y la creación de valor para generar prosperidad económica, cohesión social y reconstrucción y protección del medio ambiente.
2.3 Teoría del comportamiento planificado - TCP
La TCP utilizada en múltiples investigaciones para medir la intención emprendedora de las personas (Valencia, Montoya y Montoya, 2016), fue propuesta por el psicólogo social Icek Ajzen en 1991 como complemento de la teoría de la acción razonada (Ajzen y Fishben, 1980) buscando perfeccionar el marco de comprensión de los antecedentes de las acciones de los individuos. La TCP que ha derivado en diversos cuestionarios como los utilizados por Liñán, Moriano y Jaén (2016), postula como predictores de la creación de empresas los siguientes factores: la actitud hacia el comportamiento, la norma subjetiva y el control percibido o autoeficacia. La figura 1 muestra el modelo conceptual propuesto:
Finalmente, el control percibido o autoeficacia lo define como la percepción o grado de confianza que tiene el individuo en relación con su capacidad y preparación para realizar una determinada actividad.
El segundo factor de la teoría de Ajzen (1991) es en el que profundiza esta investigación, tanto para conocer la valoración de la percepción que tiene la sociedad sobre la creación de empresas, como el impacto que ello tiene en su intención emprendedora. A continuación, se relacionan trabajos encontrados en relación con la teoría del Comportamiento Planificado, la norma subjetiva y la intención emprendedora, mismos que aportan elementos conceptuales o empíricos a la presente investigación (Tabla 1).
3. Hipótesis de investigación
Teniendo en cuenta el problema de investigación planteado, el marco teórico-conceptual y los estudios previos señalados, se plantea las siguientes hipótesis de investigación:
H: cuanto mayor es en los estudiantes la percepción de una positiva valoración social respecto a la creación de empresas sostenibles, mayor es su actitud emprendedora.
4. Metodología de la investigación
Este estudio es de corte transversal, descriptivo y explicativo, ya que busca observar y analizar para un momento específico los factores que influyen positiva o negativamente sobre la intención emprendedora de los estudiantes objetivo, es decir los 533 matriculados durante el periodo académico febrero a junio del 2015 en las carreras profesionales de Administración de Empresas y Contaduría Pública de la Universidad del Valle, sede Norte del Cauca; programas en los que se incluyen las asignaturas de creación de empresas y electivas en áreas de profundización en emprendimiento sostenible.
Para determinar el tamaño de la muestra se utilizó la fórmula de Jany (2009) para poblaciones finitas, la cual con un margen de confianza del 95 % y de error del 5 % indicó que debía ser como mínimo de 223 individuos. El muestreo fue aleatorio y estratificado con asignación proporcional, tomando como variables el programa académico -Administración de Empresas y Contaduría Pública-, el género de los alumnos, la jornada -diurna o nocturna-, el ciclo académico -fundamentación o profesional- y el estrato socioeconómico. La recolección de datos se realizó personalmente en junio de 2015 a través de la aplicación de un cuestionario estructurado, basado en los utilizados de manera internacional (Pérez, Zárate, Díaz, Martínez y Vargas, 2015; Laguía et al., 2017). El procesamiento de los datos se realizó utilizando técnicas y herramientas de estadística descriptiva e inferencial según fuera el objetivo abordado.
La tabla 2 permite ver que la muestra quedó constituida por 246 estudiantes, de los cuales 73 eran hombres -30 %- y 173 mujeres -70 %-, que 78 estaban en la jornada diurna -31 %- y 168 en la nocturna -69 %-, 118 cursaban el ciclo profesional -48 %- y 128 el de fundamentación -52 %-; y finalmente que 243 eran de estrato socioeconómico 1-3 -99 %- y el solo 3 de los estratos 4-6 -1 %-.
4.1. Medición de variables y validación de escalas.
A continuación se muestran las variables que fueron observadas y la forma en que se midió cada una, puede verse que en todos los casos se utilizaron escalas tipo Likert.
4.1.1 Intención emprendedora o creación de empresa sostenible propia.
Para medir esta variable se preguntó a los estudiantes cuál era su disposición actual para crear una empresa sostenible propia, ofreciéndoles las siguientes alternativas: 1) Nada dispuesto; 2) Poco dispuesto; 3) Medianamente dispuesto; 4) Dispuesto y; 5) Totalmente dispuesto.
4.1.2 Valoración social de la creación de empresas.
La tabla 3 muestra las preguntas que se formularon y las opciones que se utilizaron para conocer la percepción que tenían los estudiantes sobre la valoración social de la creación de empresas sostenibles, puede verse en el estadístico Alpha de Cronbach de 0,70 -cercano a 1- que la escala es fiable, es decir que mide adecuadamente la variable revisada (Mercado y Gil, 2012, p. 266).
5. Resultados y discusión
5.1 Resultados descriptivos
La tabla 4 muestra el nivel de intención emprendedora sostenible de los estudiantes abordados según las opciones planteadas. Se observa que del total un 69.92 % estaba dispuesto o totalmente dispuesto a crear su propia empresa sostenible, un 20.73 % medianamente y solo el 9.35 % tenía ninguna o poca disposición a ello. Así mismo que la intención emprendedora sostenible era ligeramente más alta en la carrera de Contaduría Pública (70.75 %) que en la de Administración de Empresas (69.29 %).
Los resultados señalados coinciden con los de Vargas y Bedoya (2015) respecto a que la mayor parte de la población estudiada estaba totalmente dispuesta, o medianamente dispuesta en emprender de manera sostenible, tan solo una minoría estaba poco o nada dispuesta. Con respecto a la intención empresarial fue más alta en los alumnos de áreas contables que en las administrativas.
Por su parte, la tabla 5 indica que la media de la intención emprendedora en el total de alumnos encuestados es de 3.87, al acercarse al 4.0 señala que en general tienen buena disposición a crear empresa propia. Estos resultados coinciden con otros estudios realizados también en el país, como son los de Hernández et al. (2017), Buelvas et al. 2016 y los de Vargas y Bedoya (2015), ya que en todos la media es superior al valor intermedio de las escalas respectivas -de 1 a 5, o de 1 a 7 según el caso-.
En la tabla 6 se muestra que para el global de estudiantes la calificación promedio de su percepción sobre la valoración que hace la sociedad sobre la creación de empresas sostenibles fue de 3.601, lo que indica que en general es moderadamente buena, siendo los factores con mejor percepción la valoración positiva de la familia directa con 3.90 y vocación emprendedora sostenible en su región con 3.71, y la que cuenta con peor percepción es la favorabilidad positiva de la cultura general de país con 3.25.
Al contrastar estos resultados con los de Vargas y Bedoya (2015) en estudiantes de nivel tecnológico en Colombia, se encuentra que para estos la media fue un poco más baja -3.55-, y como coincidencias que el factor mejor percibido es el apoyo de la familia, y que el peor es la favorabilidad de la cultura de sostenibilidad general de país, lo que corrobora que en las familias del sur occidente colombiano es bien vista la actividad empresarial en lo sostenible, pero que pueden haber factores que hacen que los estudiantes abordados no piensen lo mismo en cuanto a la generalidad del país.
5.2 Resultados correlacionales o inferenciales
5.2.1 Análisis de diferencias de medias.
Al comparar por medio de la prueba T de Student, las medias de los factores de percepción social en los alumnos de contaduría frente a los de administración, se observa que en todos los casos son distintas, pero que estadísticamente ninguna de dichas diferencias es significativa (p>0,05), por lo que en esta investigación no se puede concluir que la carrera profesional tenga efectos sobre la intención emprendedora de los estudiantes (Tabla 7).
A continuación, se presenta el modelo conceptual utilizado para revisar estadísticamente el efecto acumulado de los factores de percepción social sobre la intención emprendedora sostenible de los alumnos analizados, así como los resultados de dichas revisiones.
5.2.2 Impacto de la valoración social en la intención emprendedora sostenible.
El siguiente es el modelo de regresión lineal utilizado para validar la hipótesis de este trabajo, es decir que cuanto mayor es en los estudiantes la percepción de una positiva valoración social respecto a la creación de empresas, mayor es su actitud emprendedora sostenible:
Intención= β0+β1 Valoraciónglobal +ε
Donde cada factor significa lo siguiente (Tabla 8):
La tabla 9 muestra los resultados de la regresión lineal utilizada para determinar el impacto de la valoración total sobre la intención emprendedora sostenible de los alumnos abordados. Se aprecia que el valor de la F (6.598**) indica un buen ajuste general del modelo usado, que al ser el VIF (Factores de Inflación de la Varianza) 1.0 y el de prueba de Durwin Watson encontrarse por debajo de 1.66, se deduce que en los datos utilizados no hay problema de multicolinealidad ni independencia. De igual manera que un R2 del 0.025 señala que la varianza de la intención emprendedora se explica en un 2.5 % por la valoración social que se hace de ella.
La misma tabla señala que el beta es positivo y significativo a un 95 % de confianza (6.598**), lo que quiere decir que cada punto de aumento en la valoración total -sumatoria de la valoración en el país, en la familia, en los amigos, en la región y en los compañeros de estudio genera un incremento de 0.22 puntos en el promedio de la intención emprendedora de los alumnos. Estos resultados que permiten probar la hipótesis de la presente investigación están en la línea de los hallazgos de Yang (2013), los de Vargas y Bedoya (2015), y los de Hernández et al. (2017).
6. Conclusiones
Las siguientes son las principales conclusiones de esta investigación que buscando aportar nuevos indicios sobre la relación de las intenciones emprendedoras y la creación de empresas en el ámbito universitario como factores de sostenibilidad social y económica para las regiones, abordó 246 estudiantes de contaduría pública y administración de empresas residentes en ciudades pequeñas y no principales de Colombia:
La intención emprendedora es alta en el país y la región abordada, esto se comprobó al encontrar que casi un 70 % de los alumnos encuestados están dispuestos a ser empresarios, lo que coincidió con los resultados de otros estudios realizados a nivel nacional. Lo señalado es alentador, especialmente para la zona geográfica analizada que históricamente ha tenido múltiples problemas sociales, pues según las investigaciones y literatura previas, la creación de empresas influye positivamente en el avance económico y social, especialmente cuando estas nuevas organizaciones son manejadas con criterios de responsabilidad social empresarial.
En las ciudades colombianas tanto grandes como pequeñas, los alumnos tienen una positiva percepción general de la norma subjetiva o valoración de la sociedad respecto a la creación de empresas, y el apoyo de la familia se constituye en el factor que observan como más positivo al respecto.
La valoración social tiene un impacto positivo sobre la intención emprendedora universitaria regional, por esto se debería incrementar su permanente fomento dentro de los programas de desarrollo empresarial, lo cual podría apoyarse en campañas de divulgación masiva al interior y fuera de las universidades y de la presentación en los medios de comunicación de casos de empresarios exitosos y comprometidos con la sostenibilidad global.
Como limitaciones del trabajo pueden señalarse que incluyó únicamente dos carreras de pregrado, pues haber abordado otros programas académicos, inclusive de posgrado, generaría un conocimiento más amplio de la intención emprendedora universitaria regional. Entre las posibles líneas de investigación futura que pueden derivarse de esta se plantean las siguientes: a) aplicar la encuesta en más carreras y en otras pequeñas ciudades de Colombia y de otros países, de tal manera que se produzca evidencia más fuerte sobre las características del emprendimiento regional; b) verificar cómo la formación en emprendimiento y desarrollo sostenible está influyendo sobre la intención emprendedora de los alumnos de la región estudiada y de las nuevas que se consideren estratégicas.
Los resultados de esta investigación son importantes para el sector gubernamental, el privado y para el académico, pues les ratifica que mejorando la percepción que tienen los alumnos sobre el entorno empresarial, es posible que se decidan con más frecuencia e intensidad por contribuir al desarrollo económico y social de sus regiones mediante la creación de empresas sostenibles y sustentables.