Introducción
La pancreatitis crónica (PC) es una enfermedad diagnosticada cada vez más frecuentemente en la práctica médica. Se estima que la incidencia de la PC varía entre 5 y 14,4 casos por 100 000 habitantes 1,2. El dolor abdominal intratable y las anomalías morfológicas asociadas en el sistema pancreatobiliar son los principales factores determinantes del tratamiento endoscópico intervencionista en la PC 3. Los mecanismos de dolor en PC son múltiples y la evidencia experimental reciente sugiere que la hipertensión ductal pancreática puede activar células estrelladas pancreáticas, que a su vez pueden generar estrés oxidativo e inflamación subsecuente 4. Uno de los orígenes del dolor surge de la sumatoria de inflamación crónica y estrés oxidativo induciendo nocicepción, alodinia mecánica e hiperalgesia inflamatoria, neuropatía pancreática y neuroplasticidad periférica y central 5. En algunos pacientes, existen anormalidades estructurales dentro del ducto o del parénquima pancreático que pueden ser responsables o que pueden perpetuar este proceso. Dichas anormalidades son a menudo el objetivo para la intervención endoscópica o quirúrgica; sin embargo, su corrección no siempre se traduce en mejoría clínica, lo que subraya la naturaleza multimodal del síndrome de dolor de estos pacientes. La descompresión se puede realizar utilizando abordajes endoscópicos y quirúrgicos, con un enfoque endoscópico recomendado actualmente como la modalidad de primera línea por la Sociedad Europea de Endoscopia Gastrointestinal (ESGE) 6.
Es obligatorio realizar una evaluación morfológica meticulosa del Wirsung o conducto principal pancreático (CPP) para valorar la magnitud de la enfermedad y las alteraciones anatómicas locales que sugieran neoplasia antes de indicar la terapia endoscópica. Se debe descartar cáncer de páncreas, especialmente en pacientes mayores de 50 años, de sexo femenino, de raza blanca, con ictericia e insuficiencia exocrina manifiesta, y con ausencia de calcificaciones pancreáticas 7. El tamaño y distribución de los cálculos ductales pancreáticos pueden evaluarse mejor mediante tomografía axial computarizada (TAC), aunque la ecografía transabdominal también proporciona una evaluación bastante buena. La presencia de estenosis ductal pancreática, estenosis biliares y variantes anatómicas como el páncreas divisum se identifican mejor con la colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM). La CPRM también es ventajosa con respecto al ultrasonido endoscópico (USE) y la TAC para diferenciar un pseudoquiste pancreático (PP) de una necrosis (walled-off necrosis) peri- o intrapancreática, en pacientes con PC que cursan con exacerbación aguda reciente 8.
La PC es responsable por un extenso uso de los cuidados de salud y está asociada con un costo socioeconómico desproporcionadamente alto 9. El manejo clínico de esta enfermedad es a menudo retador porque frecuentemente involucra la prescripción de opiáceos para el control del dolor, los cuales son altamente regulados y se asocian con numerosos efectos colaterales y problemas de dependencia. Los abordajes actuales de la terapia endoscópica para PC están dirigidos para el alivio de cálculos que obstruyan el ducto pancreático, estenosis del ducto pancreático, drenaje de PP, bloqueo del plexo celíaco (BPC) y estenosis biliares benignas. Cada una de estas técnicas y su contribución en el tratamiento de PC serán revisadas.
Indicaciones y contraindicaciones de la terapia endoscópica en pc
El dolor intratable es la indicación más común para la terapia endoscópica pancreática en pacientes con PC y la modalidad de elección depende de la morfología:
Los cálculos pequeños se pueden extraer mediante colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) con esfinterotomía pancreática, mediante el uso de balones y canastilla de Dormia. Los cálculos de más de 5 mm pueden fragmentarse mejor mediante litotricia extracorpórea con ondas de choque (LEOC) con o sin stent ductal pancreático 10.
Actualmente, la LEOC ha sido recomendada como la primera opción por la ESGE 6.
Las contraindicaciones para la LEOC son los múltiples cálculos a lo largo del Wirsung, cálculos aislados en la región de la cola, múltiples restricciones de Wirsung, presencia de ascitis de moderada a masiva, pseudoquiste de páncreas y masa de la cabeza pancreática 11.
Las estenosis ductales pancreáticas pueden tratarse mediante esfinterotomía pancreática y stent con o sin dilatación.
Los PP deben tratarse en presencia de infección, hemorragia intraquística sintomática, obstrucción biliar, obstrucción de la salida gástrica, saciedad precoz, dolor abdominal, pérdida de peso y aumento del tamaño del pseudoquiste. Se ha sugerido que el tratamiento profiláctico del pseudoquiste asintomático se puede considerar en presencia de compresión de los vasos principales, fístula pancreaticopleural, tamaño de pseudoquiste >5 cm que no disminuye después de 6 semanas y espesor de la pared del pseudoquiste >5 mm 12.
El USE encuentra un lugar en el drenaje del CPP dilatado utilizando técnicas rendezvous cuando el acceso transpapilar no es posible 13.
Tratamiento del dolor refractario a la intervención estándar; puede intentarse con BPC guiado por USE 14.
Terapia endoscópica para los cálculos ductales pancreáticos
Los cálculos del ducto pancreático son concreciones biominerales que pueden obstruir los ductos pancreáticos. Esto puede resultar en incremento de la presión del ducto pancreático activando un proceso inflamatorio que provoca fibrosis. El objetivo de la terapia endoscópica en pacientes con enfermedad calculosa es aliviar la obstrucción con la remoción de los cálculos 15 (Figura 1).
Con los años, las técnicas para fragmentar y eliminar los cálculos ductales pancreáticos han evolucionado 16. Estas técnicas pueden requerir un acceso intraductal como la litotricia mecánica, litotricia electrohidráulica y litotricia guiada por láser; o una intervención extracorpórea como la LEOC.
La litotricia mecánica intraductal, que se realiza mediante un litotriptor mecánico por vía endoscópica, es técnicamente desafiante con una alta tasa de complicaciones y actualmente rara vez se usa. La litotricia electrohidráulica se realiza bajo visualización pancreatoscópica directa utilizando un sistema endoscópico madre-hijo y tiene la ventaja de suministrar energía a un área focalizada de los cálculos 17. Aunque haya modificaciones técnicas que evolucionan con el tiempo, como el uso de un solo operador del SpyGlass y litotricia con láser de holmio, los estudios en la literatura son limitados 18. Además, la disponibilidad por costos y experticia de los operadores de estas técnicas impide la utilización generalizada.
La LEOC es actualmente la modalidad de primera línea para tratar cálculos ductales pancreáticos obstructivos grandes (>5 mm) dolorosos, particularmente para aquellos localizados en las regiones de cabeza y cuerpo 6. El objetivo es reducir los cálculos a fragmentos menores de 3 mm. Las piedras fragmentadas generalmente se eliminan con una CPRE y esfinterotomía pancreática después de la LEOC. Un stent ductal pancreático concomitante se puede utilizar en presencia de una estenosis local.
Para los cálculos radiotransparentes, una esfinterotomía pancreática previa a la LEOC con colocación de un tubo de drenaje nasopancreático puede ayudar a orientar con precisión la LEOC 10. En presencia de cálculos ductales múltiples, el cálculo que se encuentra más cerca del orificio del CPP debe ser el objetivo principal. Los cálculos intraductales aislados localizadas en la cola no necesitan tratamiento con LEOC, porque es poco probable que estas concreciones den como resultado una presión ductal ascendente suficiente como para causar dolor. Además, los intentos de fragmentar los cálculos ductales en la cola podrían provocar una lesión esplénica colateral.
La cirugía derivativa es una alternativa para el manejo del dolor y lograr la descompresión de los ductos, y se compara favorablemente con la endoterapia sin LEOC. Sin embargo, debido a la morbilidad asociada con la cirugía, como la cirugía de Frey (Figura 2), esta se reserva generalmente para pacientes en quienes han fallado los tratamientos no quirúrgicos 19.
Terapia endoscópica para las estenosis del ducto principal
Se observan estenosis en el CPP principal hasta en el 18 % de los pacientes con PC y la prioridad es descartar malignidad. Similar al principio y a los problemas creados por cálculos obstructivos, se piensa que esta estenosis contribuye a los síntomas porque causa hipertensión ductal pancreática; entonces, la terapia es dirigida a mejorar estos segmentos estrechos para descomprimir al sistema ductal. El abordaje usualmente involucra la esfinterotomía pancreática, seguida por la dilatación de la estenosis y la colocación de un stent en el ducto pancreático (Figura 3). El alivio inmediato y sostenido del dolor con este tratamiento se ha reportado en 65 %-95 % y 32 %-68 % de los pacientes, respectivamente 20.
Actualmente, la colocación de un solo stent de polietileno de 10 Fr con cambios sucesivos por 1 año, incluso en ausencia de síntomas, es el tratamiento de primera línea de la estenosis dominante del CPP 6.
A pesar de que los stents de plástico rectos o con cola de cerdo se han usado ampliamente para tratar las estenosis de los ductos pancreáticos, aún no existe un stent ideal. Hasta el momento, se han realizado varias modificaciones en la tecnología del stent pancreático, del tipo S, con flaps laterales, de diámetro o celdas irregulares (bumpy stent), o incluso biodegradables 21. Sin embargo, los diferentes stents se han probado en modelos animales o en ensayos clínicos a corto plazo con tamaños de muestra pequeños. Los datos sobre la validación de estos resultados y los datos a largo plazo sobre la eficacia y la seguridad deben esperarse antes de que estos stents se puedan utilizar de forma rutinaria.
Una técnica en estudio para tratar las estenosis del ducto principal que persisten más allá de los 12 meses después del manejo con un único stent plástico es el despliegue de múltiples stents de plástico colocados lado a lado simultáneamente 22.
En un estudio colaborativo multicéntrico internacional se demostró que el drenaje del ducto pancreático por USE en las estenosis pancreáticas después de una CPRE fallida es un procedimiento seguro, mínimamente invasivo con respecto a la cirugía e incluso más efectivo 23.
Terapia endoscópica para pp
Los PP son colecciones de jugo pancreático encapsulado, con una pared inflamatoria bien definida, que se desarrollan en el 20 %-40 % de los pacientes con PC. A diferencia de los PP de origen agudo, los de la PC raramente remiten espontáneamente. La intervención está indicada cuando los síntomas abdominales persisten (p. ej. dolor abdominal, náuseas, vómitos, saciedad precoz y pérdida de peso), obstrucción de la salida gástrica o biliar, o infección. Algunos tratamientos se han propuesto para colecciones asintomáticas persistentes que son grandes o que tienen una pared gruesa (reconociendo que ser asintomático no es común para quistes >6 cm) y aquellos que pueden estar asociados con fístula, cambios del ducto pancreático principal o con cálculos del ducto pancreático. El drenaje endoscópico de los pseudoquistes se puede realizar mediante abordajes transmurales y transpapilares 24.
Es importante evaluar la anatomía ductal anormal, incluidas las fugas ductales y si existe o no comunicación con el pseudoquiste, con una CPRM o CPRE previa al tratamiento. Un aumento en el tamaño del pseudoquiste en las imágenes sugiere comunicación ductal con el pseudoquiste. La presencia de obstrucción ductal debe manejarse antes de la terapia endoscópica para que la terapia de los pseudoquistes logre una mayor tasa de éxito y de este modo evitar la recurrencia. De forma similar, los pseudoaneurismas arteriales, si se detectan, deben embolizarse antes de realizar la terapia endoscópica porque la mortalidad asociada con hemorragia por pseudoaneurismas cercanos a los pseudoquistes es alta 25.
El drenaje transpapilar durante la CPRE es más útil para pseudoquistes pequeños, solitarios y comunicantes situados en relación con la cabeza y el cuerpo del páncreas. Este tipo de drenaje también se ha mostrado factible y útil en PP grandes y múltiples, sin mostrar unos resultados mejores o inferiores al drenaje transmural 26.
El drenaje transmural se puede realizar creando una comunicación entre el pseudoquiste y el estómago (cistogastrostomía) o el duodeno (cistoduodenostomía). Después de la punción, se deben colocar al menos 2 stents de plástico con doble cola de cerdo a través de la punción para mantener abierta la abertura entre el pseudoquiste y el estómago/duodeno. El stent no debe retirarse antes de 2 meses de la inserción y una imagen de corte transversal debe realizarse obligatoriamente para evaluar la resolución del quiste antes de la remoción del stent27.
Si hay evidencia de imágenes de un CPP seccionado, el stent debe mantenerse in situ indefinidamente para lograr los mejores resultados. Un intento por pasar con el stent la ruptura del conducto, si es posible, también se asocia con un buen éxito a largo plazo 28.
Antes del uso de USE en el drenaje del pseudoquiste, la presencia de una compresión en la pared gástrica o duodenal era esencial, y a través de ella se realizaba la punción/drenaje. Bajo guía ecoendoscópica lineal, el drenaje se puede realizar incluso para pseudoquistes no abultados que se encuentran incluso más allá de la luz gástrica o duodenal con resultados superiores 29. El USE también puede ayudar a delimitar un área avascular para la punción, lo que es de ayuda adicional en pacientes con colaterales vasculares extensas secundarias a hipertensión portal. El USE ofrece una ayuda adicional para distinguir los pseudoquistes de las neoplasias quísticas 30.
Terapia endoscópica en la estenosis biliar por pc
La estenosis biliar benigna se encuentra en muchos pacientes con PC. Su rango de prevalencia estimada es amplio, probablemente basado en el contexto clínico en el cual se ha estudiado, pero puede estar presente en el 3 %-46 % 31. En general, se presentan como una estrechez circunferencial fibrocalcificada que usualmente se desarrolla dentro de la porción pancreática del ducto biliar común, esto hace posible la obstrucción biliar que se desarrolla de la compresión extrínseca relacionada con el edema pancreático o la colección de fluido. Cuando las estenosis son identificadas es importante excluir malignidad. Los pacientes pueden experimentar dolor, náuseas, pérdida de peso, ictericia, prurito y el 10 % puede progresar y desarrollar colangitis o cirrosis biliar 32.
Una indicación clara de intervención endoscópica en PC es la colangitis; sin embargo, su indicación como un procedimiento preventivo es menos clara. Existen numerosas observaciones de pacientes con colestasis por estenosis biliar benigna relacionada con PC manejadas exitosamente sin drenaje biliar, aunque no está claro cómo predecir quiénes van a progresar o a desarrollar otras complicaciones y si es posible que la fibrosis hepática regrese después del drenaje biliar exitoso. La principal indicación para la intervención endoscópica se ha adoptado de la conducta quirúrgica y, además de la presencia de síntomas, se incluyen la cirrosis biliar secundaria, cálculos en el ducto biliar común, progresión de la estenosis biliar basada en el incremento de la dilatación proximal ductal biliar, ictericia persistente (más de 1 mes) o fosfatasa alcalina mayor de 2 a 3 veces el límite superior normal 6.
Use después de una cpre fallida
El desarrollo del USE de matriz lineal ha permitido nuevos enfoques para el drenaje del sistema pancreatobiliar cuando falla la CPRE convencional.
Después de la descripción inicial de Harada 33, varios estudios evaluaron la viabilidad y la eficacia del drenaje pancreatobiliar dirigido por USE. El principio fundamental es perforar el CPP guiado por el USE a través de la pared gástrica o duodenal con una aguja de calibre grande. Una vez que se logra el acceso exitoso al Wirsung, el drenaje ductal se puede realizar mediante técnicas de rendezvous o la ruta transmural 34. En vista del desafío técnico planteado por los procedimientos de rendezvous guiados por USE y la alta frecuencia de las complicaciones, actualmente se recomienda solo para pacientes seleccionados en centros de atención terciaria con la infraestructura y experiencia adecuadas 35.
Bpc guiado por ecografía endoscópica
El BPC es una opción de tratamiento dirigido a la disrupción de la vía aferente de transmisión del dolor desde el páncreas 36. Típicamente, implica inyectar el plexo celíaco con una mezcla de anestésico local y un corticosteroide (esto es distinto de la neurólisis del plexo celíaco con inyección de etanol, lo cual no debe usarse en el tratamiento de la enfermedad pancreática benigna) 37. Los esteroides son utilizados como un sustituto del etanol para prolongar el efecto del tratamiento. La combinación de bupivacaína y triamcinolona fue también el régimen seleccionado en el mayor estudio prospectivo sobre BPC guiado por USE 38.
El BPC puede realizarse por vía percutánea; sin embargo, el procedimiento guiado por USE tiene mejores resultados y menor riesgo de complicaciones, como la paraplejia, que se asocia con la técnica percutánea 14. En vista de la dudosa eficacia (alivio del dolor de corta duración, si es que hay alguno) y complicaciones frecuentes, el BPC debe mantenerse como terapia de rescate o puente para los pacientes que no responden a la terapia médica y endoscópica convencional y no son candidatos quirúrgicos ideales 39. Aunque la neurólisis ganglionar celíaca guiada por USE con alcohol absoluto está justificada en el cáncer de páncreas, debe evitarse en PC, ya que la fibrosis resultante de la inyección de alcohol podría dificultar técnicamente la cirugía posterior.
Ensayos aleatorios comparativos han demostrado que el BPC guiado por USE es superior a el BPC guiado con el fluoroscopio o al BPC guiado por TAC en términos tanto del alivio del dolor como de la preferencia del paciente. El número de pacientes que puede esperarse que experimente mejoría del dolor es alrededor de 50 %-60 % con BPC guiada por USE, pero un problema mayor es que la mejoría del dolor no es usualmente persistente y muchos pacientes pierden el beneficio luego de varios meses. Algunos pacientes pueden responder al BPC secuencial, pero esta estrategia de manejo no está probada y acumula un riesgo con cada intervención 12.
Complicaciones
A pesar de que los procedimientos de litotricia intraductal mecánica y electrohidráulica están asociados con un mayor riesgo de complicaciones, la LEOC es un procedimiento relativamente seguro. Las complicaciones habituales de LEOC incluyen pancreatitis aguda (PA), lesión esplénica, petequias cutáneas, hemorragia, calle de piedras y la perforación, siendo la PA la más importante y frecuente. En un estudio reciente que involucró 1470 procedimientos, por una parte, la LEOC informó una tasa de complicaciones general de 6,7 %. El estudio documentó una odds ratio (OR) de 1,28 para el desarrollo de complicaciones post-LEOC en presencia de páncreas divisum y el intervalo entre el diagnóstico de PC, respectivamente. Por otra parte, el género masculino surgió como un posible factor de protección independiente contra las complicaciones moderadas a graves, con un OR de 0,19 40.
Los problemas comunes encontrados con los stents pancreáticos incluyen la migración y la obstrucción. La duración de la permeabilidad de los stents pancreáticos suele oscilar entre 6 y 12 meses 41.
Las complicaciones del drenaje endoscópico del pseudoquiste incluyen hemorragia, infección y fuga retroperitoneal, respectivamente, observadas en aproximadamente 4 % de los pacientes, aunque la mortalidad suele ser baja (0,5 %) 42. Las complicaciones, como la hemorragia y la ruptura, son menores en el método transpapilar, pero el riesgo de infección es mayor.
Las complicaciones del BPC comúnmente incluyen diarrea transitoria, exacerbación del dolor, hipotensión, ocasionalmente infecciones, y raramente la muerte 43.
Resultados
Litotricia extracorpórea con ondas de choque (LEOC)
La eficacia de la LEOC suele medirse en términos de fragmentación completa de cálculos, eliminación de cálculos y alivio del dolor. Recientemente, se ha demostrado que los cálculos solitarios y de baja densidad son predictores independientes del aclaramiento completo por LEOC 44. La Tabla 1 enumera los estudios que informaron la eliminación completa de los cálculos del conducto y alivio del dolor en respuesta a LEOC con o sin CPRE.
Tandan ha demostrado recientemente un alivio completo del dolor en 68,7 % y 60,3 % de los pacientes en seguimiento intermedio (2-5 años) y a largo plazo (>5 años), respectivamente, después de la LEOC en una cohorte de 636 pacientes 52. Se observó el aclaramiento completo de los conductos en 77,5 % y 76 % de los pacientes en los grupos de seguimiento intermedio y a largo plazo, respectivamente. Aunque el 14,1 % de pacientes en el grupo de seguimiento intermedio y el 22,8 % en el grupo a largo plazo tuvieron recurrencia de cálculos, solo el 3,8 % de los pacientes en el seguimiento intermedio, mientras que ninguno en el seguimiento a largo plazo, requirió repetición de LEOC. Este estudio sugirió que, si la LEOC se inicia desde el principio, es probable que el alivio del dolor persista durante un tiempo más prolongado.
Seven y colaboradores 51, en un estudio con 120 pacientes, mostraron alivio del dolor en 85 % de los pacientes después de un seguimiento medio de 4,3 años. Se observó alivio completo del dolor en el 50 % de los pacientes y hubo una mejoría significativa en los puntajes de calidad de vida (escala visual analógica [EVA] 7,3 [2,7] frente a 3,7 [2,4]; p <0,001). La proporción de pacientes sin dolor seguidos durante 4 años fue significativamente más alta que aquellos que se sometieron a cirugía (61 % frente a 21 %; p = 0,009). El período de seguimiento más prolongado en este estudio fue por más de 7 años.
Se ha demostrado que el uso de secretina antes de LEOC da como resultado una mayor eliminación de cálculos en el estudio realizado por Choi y colaboradores 54. En este estudio, la administración intravenosa de 16 µg de secretina antes de la LEOC resultó en 63 % de aclaramiento de cálculos en comparación con 46 % cuando la secretina no fue usada. La regresión logística múltiple sugirió que el uso de la secretina y la colocación de stent pancreático previo a la LEOC son predictores independientes de la depuración completa o casi total del CPP.
Stent del conducto pancreático para estenosis
La Tabla 2 recopila los estudios más importantes del siglo XXI que han evaluado el papel del stent ductal pancreático para las estenosis del CPP.
El éxito clínico a largo plazo después de la colocación de un stent en la estenosis del CPP se mide por la ausencia de dolor al año después de la extracción del stent. No es necesario un stent adicional si se demuestra la salida del contraste previo a la anastomosis en 1 a 2 minutos y el paso fácil de un catéter 6 Fr a través de la estenosis 11.
El stent pancreático es técnicamente exitoso en 85 % a 98 % de los casos y se asocia con alivio inmediato del dolor en 65 % a 95 % de los pacientes, y se mantiene en 32 % a 68 % en el seguimiento de hasta 14 a 58 meses 66. En un estudio reciente de 17 pacientes que se sometieron a endoprótesis pancreática, el 57 % permaneció completamente libre de dolor (sin recaída) luego de 5 años 64.
Se ha demostrado que en las estenosis pancreáticas la colocación de stents plásticos múltiples tiene tasas de éxito técnico y funcional de 100 % y 94,7 %, respectivamente, junto con el alivio del dolor en 84,2 %. La migración y reintervención del stent se observaron en 10,5 % y 15,8 %, respectivamente 67.
El uso de stents metálicos se asoció con el 100 % de éxito técnico y funcional. Aunque el 85,2 % de los pacientes no presentó dolor en el seguimiento a corto plazo, se observaron complicaciones en el 26,8 %, la migración del stent en el 8,2 % y la reintervención en el 9,8 % de pacientes 66. Actualmente, se recomienda el uso de stents metálicos solo en ensayos clínicos con intercambios planificados dentro de 1 año porque la permeabilidad de estos stents en el CPP se limita a esa duración.
Drenaje de pseudoquistes pancreáticos
Aunque la morbilidad relacionada con el procedimiento y la recurrencia del pseudoquiste son similares con el drenaje endoscópico y quirúrgico a largo plazo, la mortalidad relacionada con el procedimiento es significativamente menor con el drenaje endoscópico (0,2 % frente a 2,5 %). Otras variables que se han encontrado significativamente mejores con la terapia endoscópica en comparación con la cirugía incluyen el costo, la duración de la estadía en el hospital y la calidad de vida hasta 3 meses después del drenaje 68.
Se ha encontrado que tanto el drenaje transpapilar como el transmural de los PP tienen un éxito similar a largo plazo, mientras que el primero tiene una morbilidad menor (1,8 % frente a 15,4 %; p <0,008). Aunque el drenaje transmural del pseudoquiste puede realizarse mediante drenaje convencional y guiado por USE, la tasa de éxito es mayor con el drenaje guiado por USE porque no requiere la presencia de una compresión intraluminal. Los resultados son más favorables para el pseudoquiste localizado en la cabeza del páncreas 11 (Figura 4).
El fracaso terapéutico para el drenaje endoscópico del PP se encontró independientemente asociado con la colocación de un único stent (recto) y la duración del stent de menos de 6 semanas en un estudio retrospectivo. Un ensayo aleatorizado controlado reciente ha demostrado que la recurrencia del pseudoquiste se asoció con la remoción temprana del stent69.
La mayoría de los estudios ha evaluado el papel de la terapia endoscópica en el drenaje de pseudoquiste resultante tanto de PA como de PC. Ahora se reconoce cada vez más, después de la revisión de la clasificación de Atlanta 70, que los PP son poco comunes en PA 71. Es probable que muchos de los llamados pseudoquistes en pacientes con PA en esos estudios fueran realmente una necrosis amurallada. Por lo tanto, los resultados obtenidos de los estudios con drenaje de pseudoquiste son actualmente mejores si solo se consideran los pacientes con PC con verdaderos PP.
Estenosis biliar por PC
El manejo endoscópico de la estenosis biliar benigna en la PC usualmente involucra la colocación de un stent biliar mediante la CPRE. La dilatación sola con balón se realiza poco porque estas estenosis no se resuelven fácilmente y la reestenosis con recaída clínica no es infrecuente después de la remoción del stent. La opción actual es la de colocar uno o varios stents plásticos o colocar un stent metálico autoexpandible (SMA). El promedio de éxito a largo plazo (usualmente definido como resolución de la estenosis) con la colocación de stent plástico biliar endoscópico puede estar alrededor del 37 % a los 32 meses (72). En la misma revisión, el rango de permeabilidad del SMA fue de 37 % a 100 % sobre una media de seguimiento de 45 meses. En una revisión sistemática amplia que presentó una comparación entre estos 2 abordajes, el éxito clínico fue mayor con los SMA no cubiertos (80 %) que con un solo stent plástico (36 %), pero los estudios seleccionados no presentan datos suficientes sobre el uso de stents múltiples 73. Sin embargo, otras experiencias han mostrado alta proporción de éxito con múltiples stents plásticos; la opinión de expertos favorece este abordaje inicial y no apoya el uso rutinario de SMA biliar para esta indicación 6. Unos de los mayores problemas con la colocación de stent biliar son la obstrucción y la infección (Figura 5).
La frecuencia con la que deben ser programados los pacientes para intercambio de stent con el fin de prevenir este problema es también una pregunta habitual (como es variable la adherencia del paciente a esta recomendación). A menudo, a los pacientes se les plantea retornar en intervalos de 3 a 4 meses, pero la baja proporción de oclusión con múltiples stents plásticos puede permitir la prolongación del intervalo de cambio 74. Tampoco existe un consenso sobre el momento en el que la terapia endoscópica debe ser realizada antes de considerar la cirugía, y este interrogante debería ser discutido multidisciplinariamente.
Finalmente, las estenosis biliares benignas pueden encontrarse en muchos pacientes con PC, pero un paso temprano importante es la exclusión de malignidad. Estas estenosis tienen potencial para causar numerosos síntomas y provocar ictericia, colangitis y cirrosis biliar secundaria. La decisión de aplicar terapia se basa usualmente en el desarrollo de los síntomas o con la meta de prevenir infección y cirrosis.
Ambas opciones, endoscópica y quirúrgica, están disponibles, pero se necesitan comparaciones directas. Las estenosis en su mayoría son recurrentes y pueden requerir varios tratamientos endoscópicos con balón dilatador y colocación de stents durante 1-2 años antes de alcanzar un desenlace más duradero. La selección óptima del stent continúa siendo evaluada, pero los resultados con el uso de stents múltiples plásticos es equivalente a los SMA. El intercambio de los stents también debe realizarse cada pocos meses y la pobre adherencia a estos cambios de stents aumenta los riesgos de eventos adversos 75.
Acceso guiado por USE y drenaje después de una CPRE fallida
Un estudio reciente de Shah y colaboradores 76 reportó una tasa de éxito hasta del 75 % para el procedimiento pancreático de rendezvous guiado por USE. Otro estudio multicéntrico español de 125 pacientes mostró un éxito técnico y clínico global de 67,2 % y 63,2 %, respectivamente, para el acceso biliopancreático guiado por USE 77. En otro estudio de Ergun y colaboradores 78 se obtuvieron reducciones significativas en la puntuación del dolor y el diámetro del CPP, se observaron en el seguimiento a largo plazo (mediana: 38 meses [rango: 3-120]) de los pacientes que se sometieron con éxito a un drenaje guiado por USE.
BPC guiado por ecografía endoscópica
El papel del BPC, sea percutáneo o guiado por USE, para el alivio del dolor en PC ha sido controvertido 14. Incluso si es benéfico, el efecto es de corta duración, con 55 % de pacientes que muestra mejoría después de 4 a 8 semanas y se reduce a 26 % y 10 % después de 12 y 24 semanas, respectivamente 38. Los resultados son aún más pobres para los pacientes menores de 45 años que se han sometido a cirugía pancreática previa 37.
Conclusiones
La PC es una enfermedad desafiante cuyo síntoma primario es el dolor. Las razones más comúnmente descritas para la intervención endoscópica son los cálculos que obstruyen el ducto pancreático, estenosis del ducto pancreático, PP, bloqueo del plexo nervioso celíaco y el tratamiento de estenosis biliar benigna. La terapia endoscópica tiene un rol en cada uno de estos desórdenes y su capacidad se ha expandido o se ha refinado con el desarrollo de nuevas tecnologías como el USE, que permite abordajes extraanatómicos.
En resumen:
El síntoma primario de PC es el dolor.
Los cálculos del ducto pancreático deben removerse si es posible endoscópicamente; no obstante, el dolor no siempre responde a la remoción de los cálculos.
Las estenosis del ducto pancreático principal pueden ser manejadas con stent, pero siempre la malignidad debe ser excluida.
El BPC en PC es raramente efectiva para el manejo del dolor a largo plazo.
Los pseudoquistes deben ser intervenidos solo si se piensa que causan dolor u obstrucción intestinal.
La compresión del ducto biliar común se trata con stents a largo plazo.