La ira es una emoción que puede aparecer como reacción a una amenaza, coerción o daño, o bien ante una situación de frustración o trato diferencial (Moral de la Rubia, Ramos-Basurto, & Segovia-Chávez, 2015). Aunque es una emoción normal e indispensable para el adecuado funcionamiento psicosocial (Fernández, 2010), si es muy intensa y sostenida en el tiempo puede generar efectos adversos sobre la salud física (Williams, 2010; Suls, 2013), psicológica (Novaco, 2010) y social (Dutton, 2010; Petersen & Zukerman, 2010).
A pesar de su importancia, aún persisten controversias en relación con su definición conceptual y operacional. Por ejemplo, se ha establecido una diferencia entre hostilidad, agresión e ira, aún cuando estos términos suelen utilizarse intercambiablemente. Mientras la hostilidad es una actitud, y la agresión una acción, la ira involucraría sentimientos de enfado y resentimiento (Spielberger, 1999).
Para evaluar la experiencia, expresión y control de la ira, Spielberger (1988) construyó el Inventario State-Trait Anger Expression Inventory (STAXI). Este inventario constaba inicialmente de 44 ítems y seis factores: Ira-Estado, Ira-Control, Ira-Contenida, Ira-Manifiesta, Ira-Rasgo/Temperamento e Ira-Rasgo-Reacción. Posteriormente, se revisó y amplió el STAXI con 25 nuevos ítems, dando lugar a la Forma Experimental del Inventario STAXI de 69 ítems (STA-XI-EFT). A partir de esta, se elaboró la versión española del STAXI (Miguel-Tobal, Casado, Cano-Vindel & Spielberger, 2001), en la cual se agregaron ítems y se sustituyeron algunos que resultaban ambiguos o redundantes en español; la primera versión (SATXI-1) quedó finalmente constituida por 76 ítems. Luego de la inclusión de nuevos ítems y análisis factoriales, se seleccionaron 49 ítems que actualmente integran la segunda versión del instrumento (STAXI-2).
En líneas generales, el STAXI-2 permite evaluar la experiencia y expresión de ira, en sus dos dimensiones (estado y rasgo) y en sus tres direcciones (expresión, supresión y control de la ira). El estado de ira es definido por Spielberger (1991) como una emoción en un momento particular, caracterizada por sentimientos subjetivos que varían en intensidad, desde una molestia o irritación hasta furia o rabia intensa. Está compuesta además por tres subescalas: sentimientos, expresión verbal y expresión física de la ira. Por su parte, el rasgo de ira se define como la disposición a percibir una amplia gama de situaciones como molestas o frustrantes, y a experimentar un aumento en el estado de enojo. Posee dos subdimensiones: (a) temperamento irritable, que mide la predisposición general a experimentar y expresar enojo sin una provocación específica; y (b) reacción de ira, que evalúa la predisposición a expresar enojo a partir de una provocación específica (por ejemplo, cuando se es criticado o tratado injustamente).
A su vez Spielberger (1991) distingue tres direcciones de la expresión de la ira, a las cuales denomina: ira hacia afuera, ira hacia adentro y control de ira. La ira externa o hacia afuera permite conocer la frecuencia con la que un individuo expresa enojo hacia otras personas u objetos del entorno. Mientras que la ira interna o hacia adentro, permite conocer la frecuencia con la que un individuo contiene o suprime los sentimientos de enojo. En cuanto a la dirección de control de la ira, esta evalúa la frecuencia con la que un individuo logra dominar los sentimientos de enojo. Puede ser interno (mediante el sosiego y la moderación en las situaciones enojosas) o externo (evitando la manifestación de la ira ante otras personas u objetos circundantes).
A partir de la versión española, Moscoso (2000) elaboró el Inventario Multicultural Latinoamericano de Expresión de la Cólera y la Hostilidad (ML-STAXI). Este cuestionario presenta modificaciones lingüísticas e incluye nuevos reactivos, con el objetivo de lograr un mayor ajuste al contexto Latinoamericano. El mismo cuenta con 44 ítems distribuidos en tres escalas: ira estado, ira rasgo y expresión de la ira. En un estudio reciente (García-Padilla, Lara-Vargas, & Albarracín-Rodriguez, 2016) se efectuó un análisis psicométrico del STAXI-2 y el ML-STAXI en población Latinoamericana. Se concluyó que a pesar de la existencia de diferencias en la estructura factorial, ambos instrumentos son apropiados para ser utilizados en el contexto latinoamericano. De hecho, el STAXI-2 ha sido validado en diferentes países de la región como ser Chile (Barría-Muñoz, 2015), Perú (Meregildo-Rodriguez, 2014; Mirella, 2016), y México (Moral de la Rubia & Ramos-Basurto, 2015; Oliva Mendoza & Calleja-Bello, 2010).
Si bien el ML-STAXI fue desarrollado específicamente para el contexto latinoamericano, el STAXI-2 también sería un instrumento adecuado para utilizarse en este contexto (García-Padilla, et al., 2016), con la ventaja adicional de permitir el desarrollo de estudios transculturales con países que se encuentran fuera del contexto latinoamericano, como por ejemplo España. Tomando esto en consideración, en el presente trabajo se optó por trabajar con el STAXI-2.
Propiedades psicométricas del STAXI-2
La versión española del STAXI-2 ha sido estudiada en diferentes investigaciones y se han obtenido resultados dispares en cuanto a sus propiedades psicométricas. Sobre todo, se advierten controversias en relación con la estructura factorial del instrumento, ya que algunos autores logran replicar la estructura original (Moral de la Rubia, González-Ramírez & Landero-Hernández, 2010; Oliva-Mendoza, Hernández-Pozo, & Calleja-Bello, 2010); otros lo hacen parcialmente (Moral de la Rubia & Ramos-Basurto, 2015; Oliva-Mendoza & Calleja-Bello, 2010) y otros proponen un modelo alternativo (Barría-Muñoz, 2015).
Al revisar la literatura se advierten diferentes modelos para las diferentes escalas del STAXI-2. Para el caso ira-estado, existe el modelo original de tres factores (Barría-Muñoz, 2015; Meregildo-Rodriguez, 2014), un modelo alternativo de dos factores que agrupa los factores de expresión física y verbal (Oliva-Mendoza, et al. 2010), y un modelo unidimensional (Mirella, 2016). Para la escala Ira-Rasgo existe el modelo original de dos dimensiones (Barría-Muñoz, 2015; Meregildo-Rodriguez, 2014; Oliva-Mendoza, et al., 2010) y un modelo unidimensional (Mirella, 2016). Finalmente, para la escala de Control y Expresión de Ira existe el modelo original de cuatro dimensiones (Barría-Muñoz, 2015; Meregildo-Rodriguez, 2014; Morel de la Rubia, 2010; Oliva-Mendoza, et al., 2010), un modelo de dos factores que agrupa la Expresión Interna y Externa de la Ira (Moral de la Rubia & Ramos-Basurto, 2015), y un modelo unidimensional (Mirella, 2016).
Al examinar la fiabilidad y la validez de criterio no se advierten problemas y se corroboran dichas propiedades. De este modo, los estudios previos muestran índices de fiabilidad interna aceptables y óptimos, de entre .82 y .93 para las puntuaciones de la escala completa, de entre .89 y .97 para las puntuaciones de la subescala de estado, de entre .84 y .90 para las puntuaciones de la subescala rasgo, y de entre .73 y .89 para las puntuaciones de expresión y control de ira (Barría-Muñoz, 2015; Meregildo-Rodriguez, 2014; Mirella, 2016; Morel de la Rubia, et al. 2010; Moral de la Rubia & Ramos-Basurto, 2015; Oliva- Mendoza, et al., 2010).
A pesar del amplio uso de la versión española del STAXI-2 no se cuenta con estudios que hayan recabado evidencias sobre la validez y fiabilidad de sus puntuaciones en República Dominicana. Realizar estudios de adaptación psicométrica resulta de gran importancia ya que la expresión de la ira puede ser modulada por factores sociales y culturales (Matsumoto, Yoo & Chung, 2010). En función de ello el presente trabajo tiene por objetivo: (a) recabar evidencias de validez de constructo analizando la estructura factorial del STAXI-2, (b) evaluar la consistencia interna de cada una de las escalas que conforman el instrumento, y (c) obtener evidencias de validez de criterio comparando las puntuaciones del STAXI-2 en población general y hospitalaria.
Método
Participantes
Para realizar el estudio se trabajó con muestra de población general (N = 792) y hospitalaria (N = 242) de la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana. La muestra total quedó conformada por 467 hombres (45.2%) y 567 mujeres (54.8%), con edades comprendidas entre los 18 y 82 años (Media = 31.51; DE = 15.83). La muestra general quedo constituida por 356 hombres (45.6%) y 425 mujeres (54.4%), con edades comprendidas entre los 18 y 80 años (Media = 26.94; DE = 11.12). Por su parte, la muestra hospitalaria se constituyó por 106 hombres (43.8%) y 136 mujeres (56.2%), con edades comprendidas entre los 18 y 82 años (Media = 46.62; DE = 19.23). Finalmente, dentro de la población hospitalaria se incluye una submuestra de pacientes que asistían al servicio de psiquiatría (N = 85) con diagnóstico de fobia (n = 41, 16.94%) y trastorno de pánico (n = 44, 18.18%).
Instrumentos
Se aplicó la versión Española del Inventario de la Expresión de la Ira Estado-Rasgo, STAXI-2 de Miguel-Tobal et al. (2001). Este instrumento consta de 49 ítems con cuatro opciones de respuesta tipo Likert (desde 1 = casi nunca, a 4 = casi siempre), organizados en tres escalas de valoración. Los autores presentan una correlación test-retest de 0.71 y un coeficiente alfa de Cronbach de 0.89 para la escala de Ira-Estado, de 0.82 para la de Ira-Rasgo, y de 0.69 para la de Expresión de Ira (Oliva-Mendoza & Calleja-Bello, 2010).
Procedimiento
El STAXI-2 fue aplicado de manera presencial por un equipo entrenado específicamente para estos fines y luego de que los participantes brindaran su consentimiento informado. En la aplicación de la escala no se encontró ningún inconveniente en cuanto a la comprensión de los ítems y las instrucciones. Una vez recabados los datos, los mismos fueron cargados en el programa SPSS versión 20. Para efectuar los análisis estadísticos se consideraron por separados los ítems correspondientes a las escalas de Ira Estado (15 ítems), Ira Rasgo (10 ítems), y Expresión y Control de la Ira (24 ítems) tal como se reporta en investigaciones previas (Moral de la Rubia et al., 2010; Moral de la Rubia & Ramos-Basurto, 2015; Oliva-Mendoza et al., 2010).
Debido a la inconsistencia observada en la literatura en relación con la cantidad de factores subyacentes se compararon mediante análisis factorial confirmatorio (AFC) diversos modelos teóricos en base a la escala analizada. Para el caso de la Ira-Estado, se comparó el modelo original de tres factores (Barría-Muñoz, 2015; Meregildo-Rodriguez, 2014), con un modelo de dos factores que agrupa los factores de expresión física y verbal (Oliva-Mendoza, et al. 2010), y un modelo unidimensional (Mirella, 2016). En el caso de la escala Ira-Rasgo se consideró el modelo original de dos dimensiones (Barría-Muñoz, 2015; Meregildo- Rodriguez, 2014; Oliva-Mendoza, et al., 2010) y un modelo unidimensional (Mirella, 2016). Finalmente, para la escala de Control y Expresión de Ira se testearon el modelo original de cuatro dimensiones (Barría-Muñoz, 2015; Meregildo-Rodriguez, 2014; Morel de la Rubia, et al. 2010; Oliva-Mendoza, et al., 2010 ), un modelo de dos factores que agrupa la Expresión Interna y Externa de la Ira en una dimensión común (Moral de la Rubia & Ramos-Basurto, 2015), y un modelo unidimensional (Mirella, 2016). Para llevar a cabo el AFC se utilizó el software estadístico Mplus versión 6.12, ya que permite aplicar el método de estimación denominado mínimos cuadrados ponderados robusto (WLSMV), considerado el más oportuno cuando se trata de datos categóricos (escalas Likert, p. ej.; Flora & Curran, 2004). Tal como sugiere la literatura se utilizaron múltiples indicadores de ajuste (Ho, 2014). Concretamente se consideró el estadístico chi cuadrado (x 2), error cuadrático medio de aproximación (RMSEA), índice de ajuste comparativo (CFI), índice Tucker-Lewis (TLI), y la media cuadrática residual ponderada (WRMR). Siguiendo los criterios de Hu y Bentler (1999) y Yu y Muthén (2002) se consideraron como puntos de corte valores comprendidos entre .05 y .08 para el índice RMSEA, valores superiores a .90 para los índices CFI, TLI, y valores menores o cercanos a 1.00 para WRMR. Finalmente, las diferencias entre distintos modelos fueron corroboradas a partir de comparar los valores chi cuadrado obtenidos. Para esto se utilizó el comando DIFFTEST disponible en Mplus que permite verificar de manera inferencial las diferencias en los valores chi cuadrados cuando se utiliza el método de estimación WLSMV (Muthén & Muthén, 2015).
Una vez realizado el AFC para las diferentes escalas del STAXI, se evaluó la consistencia interna de cada escala utilizando el coeficiente alfa de Cronbach y se examinó la capacidad discriminativa de las mismas contrastando las puntuaciones de población general y hospitalaria mediante la prueba t de Student para muestras independientes. En este sentido, también fue relevante comparar las puntuaciones de población general y la de los pacientes psiquiátricos. Complementariamente a la prueba t se calculó además la d de Cohen como medida del tamaño del efecto (Thalheimer & Cook, 2002).
Resultados
Antes de aplicar el cuestionario a la muestra definitiva, se realizó un estudio piloto a escala reducida (n=20; 70% mujeres y 30% hombres) tendiente a examinar el funcionamiento del instrumento e identificar palabras o expresiones idiomáticas que pudieran afectar la compresión del cuestionario (i.e. validez aparente). Específicamente se examinaron los siguientes criterios: (a) comprensión de los ítems, y de las opciones de respuestas, (b) comprensión de la codificación de respuestas, y (c) lenguaje utilizado. No se observaron problemas de comprensión respecto a la consigna, los ítems o el modo de codificación de las respuestas. Dado que no se encontraron mayores dificultades en ninguno de los reactivos aplicados, no se llevaron a cabo modificaciones en el instrumento.
Análisis Factorial Confirmatorio y Consistencia Interna: Ira-Estado
Como se aprecia en la tabla 1 los tres modelos propuestos alcanzan adecuados y óptimos índices de ajustes. Sin embargo, el modelo C de tres factores logra un ajuste significativamente mejor. La tabla 2 da cuenta de los pesos de regresión estandarizados de los ítems en función de las dimensiones consideradas. También se muestran allí los coeficientes alfa de Cronbach obtenidos para cada factor y se observan valores aceptables y óptimos de consistencia interna.
Modelos | X 2 | gl | CFI | TLI | RMSEA | WRMR |
---|---|---|---|---|---|---|
Modelo A: Un Factor | 534.331** | 90 | .956 | .948 | .069 | 1.746 |
Modelo B: Dos Factores | 302.291** | 89 | .979 | .975 | .048 | 1.217 |
Modelo C: Tres Factores | 231.092** | 87 | .986 | .983 | .040 | 1.016 |
A Modelo B-C | 36.75** | 2 | .007 | .008 | .008 | .201 |
** p<.01.
Ítems Sentimiento | Expresión Verbal | Expresión Física | ||
---|---|---|---|---|
1. Estoy furioso 0.885 | ||||
2.Me siento irritado 0.850 | ||||
3.Me siento enfadado 0.938 | ||||
5. Estoy quemado 0.767 | ||||
7. Estoy cabreado 0.942 | ||||
6. Me gustaría decir tacos | 0.733 | |||
9. Me dan ganas de maldecir a gritos | 0.866 | |||
10. Me dan ganas de gritarle a alguien | 0.865 | |||
12. Me dan ganas de gritar | 0.842 | |||
15. Me gustaría echarle la bronca a alguien | 0.798 | |||
4. Le pegaría a alguien | 0.853 | |||
8. Daría puñetazos a la pared | 0.873 | |||
11. Quiero romper algo | 0.873 | |||
13. Le tiraría algo a alguien | 0.881 | |||
14. Tengo ganas de abofetear a alguien | 0.931 | |||
α | .862 | .782 | .852 |
Finalmente, entre los factores considerados se observaron las siguientes correlaciones: Sentimiento con Expresión Verbal, r=.86; Sentimiento con Expresión Física, r=.73; Expresión Verbal con Expresión Física, r=.91
Análisis Factorial Confirmatorio y Consistencia Interna: Ira-Rasgo
Como se aprecia en la tabla 4 el modelo B y B* de dos factores logran índices de ajustes adecuados (tabla 3). Aún así, el modelo B* reespecificado demuestra un ajuste significativamente mejor. En este último modelo la correlación entre los términos de error es esperable dado el solapamiento en el contenido de los ítems. La tabla 4 da cuenta de los pesos de regresión estandarizados de los ítems en función de las dimensiones consideradas. También se muestran allí los coeficientes alfa de Cronbach obtenidos para cada factor, y se observan valores óptimos de consistencia interna.
El Modelo B* reespecificado permite la covariación entre los términos de error del ítem 19 y el 22. ** p<.01.
Análisis Factorial Confirmatorio y Consistencia Interna: Expresión y Control de la Ira.
Como se aprecia en la tabla 5 el modelo C de cuatro factores es el único que logra índices de ajustes adecuados. La tabla 6 da cuenta de los pesos de regresión estandarizados de los ítems en función de las dimensiones consideradas. Se muestra allí también los coeficientes alfa de Cronbach obtenidos para cada factor, observándose valores óptimos y adecuados de consistencia interna.
Finalmente, entre los factores considerados se observaron las siguientes correlaciones: Expresión Externa con Expresión Interna, r=.76; Expresión Externa con Control Externo, r=-.18; Expresión Externa con Control Interno, r=-.11; Expresión Interna con Control Externo, r=.22; Expresión Interna con Control Interno, r=.15; Control Externo con Control Interno, r=.70.
Evidencia de Validez Externa. Grupos Contrastados: Población General y Hospitalaria.
La tabla 7 presenta los sentimientos, rasgos, control y expresión de la ira presentes en población general y hospitalaria. Concretamente se observa una diferencia moderada y en favor de la población hospitalaria con respecto al temperamento de ira. La expresión interna y externa de la ira también es mayor en este último grupo, aunque estas diferencias son de baja magnitud. Estas diferencias se vuelven más claras, y aparecen otras variables distintivas, cuando se compara la población general con la población psiquiátrica (i.e población con trastornos emocionales, tabla 8). Concretamente se observan diferencias en favor del grupo psiquiátrico en el estado de ira (tamaños del efecto entre bajo y moderado), el rasgo de ira (tamaños del efecto entre moderado y alto), y en la expresión interna y externa de la ira (tamaños del efecto moderado).
Discusión
El STAXI-2 fue desarrollado por dos razones fundamentales: para proveer una medida de los componentes del enojo que pueda ser utilizada para evaluar personalidad sana y patológica, y para estimar la contribución de dichos componentes en el desarrollo de enfermedades médicas (tales como hipertensión, cardiopatías y cáncer). En República Dominicana no se han publicado investigaciones del STAXI-2 en su versión española; por lo tanto, el presente estudio se propuso analizar las propiedades psicométricas de este instrumento.
Respecto a la validez de constructo, el análisis factorial confirmatorio permitió verificar el ajuste de los modelos originales para todas las escalas de ira (Barría-Muñoz, 2015; Meregildo-Rodriguez, 2014; Morel de la Rubia, 2010; Oliva-Mendoza, et al., 2010). En concreto, para el caso del Estado-Ira se observa una estructura de tres factores in-tercorrelacionados referidos al Sentimiento, Expresión Física y Verbal de la ira. Es importante resaltar en este caso que el modelo unidimensional (Mirella, 2016) como de dos factores (Oliva-Mendoza, et al. 2010) también alcanzaron buenos índices de ajuste. Lo anterior se explica a partir de las altas correlaciones obtenidas entre los factores (r entre .73 y .91). Teóricamente, si bien los factores dan cuenta de formas específicas de experimentar la ira en el momento, también conforman un factor general de sentimiento de ira (Spielberger, 1991; Spielberger & Reheiser, 2010).
En cuanto a la escala de Rasgo-Ira se mantiene la estructura de dos factores intercorrelacionados denominados Temperamento y Reacción de ira. Finalmente, en la escala de Control y Expresión de ira se aprecia una estructura de cuatro factores: Control Externo e Interno de la ira, y Expresión Externa e Interna de la ira. Todas las dimensiones descritas alcanzaron índices de fiabilidad aceptables y óptimos.
Además de los resultados anteriores las escalas consideradas por el STAXI-2 discriminaron adecuadamente entre población general y hospitalaria, especialmente cuando se comparó a la población general con la psiquiátrica. Lo anterior coincide con los aportes de Novaco (2010) quien detalla la relación que tienen las diversas psicopatologías con la ira, particularmente con la depresión aunque también con la ansiedad.
Una de las principales limitaciones del presente estudio es no haber llevado a cabo una adaptación formal previa del lenguaje del STAXI-2 a la población dominicana, por ejemplo haciendo una revisión de los ítems por jueces expertos. Aún así, los autores del presente trabajo consideraron previa aplicación de la escala las directrices internacionales para el uso de cuestionarios en contextos culturales diferentes (Muñiz, Elosua, & Hambleton, 2013) y revisaron que los significados de los términos usados en los ítems e instrucciones sean comprensibles para la población meta. Además, los resultados dan cuenta de una adecuada comprensión de la escala utilizada. Lo anterior se sustenta en la aceptable y óptima consistencia interna así como las altas cargas factoriales obtenidas para cada una de las escalas. Sumado a esto último, como se comentó en la primer parte de los resultados no se presentaron complicaciones en la aplicación de la escala en cuanto a la comprensión de la misma. Otra limitación de la presente investigación es no haber presentado evidencia de validez de criterio y convergente-discriminante de las puntuaciones del instrumento. Futuras investigaciones podrían aportar mayor evidencia sobre estos puntos.
La evaluación psicométrica constituye uno de los principales campos de acción de la psicología en sus diversas áreas, por lo que resulta importante contar con instrumentos válidos y confiables para las distintas poblaciones (Meregildo, 2014); específicamente para Latinoamérica y el Caribe, que permitan obtener datos que reflejen las características de la problemática en estudio. El presente trabajo permite concluir que el STAXI-2 en su versión española es una escala válida y confiable para medir el estado, rasgo, y control expresión de la ira en República Dominicana. Dado que en esta población convergen una serie de problemas que determinan una fuerte tendencia a la expresión de la ira (CESDEM, 2014), y considerando la relación que la ira mantiene con los problemas cardiovasculares (Spielberger & Reheiser, 2010) y con la psicopatología en general (Novaco, 2010), los datos que se proveen en el presente estudio resultan relevantes y permitirán el mayor desarrollo de proyectos de investigación en esta región.