Las tecnologías son un método común de comunicación entre los jóvenes universitarios, y se usan frecuentemente para establecer y mantener las relaciones de pareja, pero también para ejercer intimidación, acoso y malos tratos (Mishna et al., 2018). El abuso online en el noviazgo (AON) es definido por Zweig, Dank, Lachman y Yahner (2013) como un comportamiento que incluye control, acoso, acecho y abuso a través de la tecnología y los nuevos medios de comunicación.
La prevalencia es variable según las diferentes investi gaciones que oscilan entre 28% (Mishna et al., 2018) y 95% (Bennett, Guran, Ramos & Margolin, 2011). Sin embargo, la investigación que analiza la frecuencia (cantidad de veces que se produce cada tipo de abuso dividido por el total de la muestra) y la cronicidad (frecuencia de cada tipo de agresión entre los que lo realizaron al menos una vez) (Borrajo, Gámez-Guadix & Calvete, 2015b) es limitada. Melander y Hughes (2018) indican que los participantes ha bían perpetrado al menos una forma de agresión y habían sufrido al menos dos formas de agresión durante el último año. El estudio de Borrajo, Gámez-Guadix, Pereda y Calvete (2015a) revela que agresores y víctimas tienden a repetir sus conductas (cronicidad). Aquellos que fueron víctimas de agresión directa tendieron a ser victimizados una media de 4.83 veces en el mismo año, mientras que los que fueron víctimas de control lo fueron una media de 7.01 veces. En cuanto a la perpetración, aquellos que fueron perpetrado res de agresión directa tendieron a repetirlo una media de 5.16 veces el año y los perpetradores en control una media de 6.97 veces.
Diferentes factores sociodemográficos y personales han sido relacionados con el AON. El sexo arroja resulta dos inconsistentes. Burke, Wallen, Vail-Smith y Knox (2011) revelan que las mujeres presentan mayores niveles de per petración en control. Sin embargo, Deans y Bhogal (2017) constatan niveles más bajos de perpetración en las muje res tanto en control como en agresión directa. Cuando se analiza la victimización, Burke et al. (2011) muestran ma yor victimización en control en las mujeres; sin embargo, Bennett et al. (2011) indican que los hombres informan de mayor victimización en hostilidad, intrusión, humillación y exclusión. Mientras que otras investigaciones no encuen tran diferencias significativas en victimización por sexo ni en control ni en agresión directa (Borrajo et al., 2015b). La orientación sexual se configura como una variable significa tiva en el AON (Zweig et al., 2013). Los jóvenes LGTB indi caron mayor victimización (37% vs. 26%) y perpetración (18% vs. 12%) que los jóvenes heterosexuales (Dank, Lachman, Zweig & Yahner, 2014).
Los resultados sobre la influencia de la edad en estudios internacionales parecen ser consistentes, sin diferencias significativas entre los estudiantes universitarios (Burke et al., 2011; Melander & Hughes, 2018). Sin embargo, en con texto español, Borrajo et al. (2015b) encontraron una mayor prevalencia del AON cuanto más jóvenes eran los partici pantes. Otros factores sociodemográficos poco evaluados son el nivel educativo de los padres, o el nivel de ingresos de la unidad familiar. Entre los estudios existentes, no se encontró relación entre el nivel educativo de los padres y el AON (Melander & Hughes, 2018). Tampoco se encontraron relaciones entre ambos roles y el estatus socioeconómico familiar (Van Ouytsel et al., 2017).
Una actividad rutinaria realizada por los jóvenes que se ha relacionado frecuentemente con la ciberagresión es el uso abusivo de las tecnologías. El uso diario elevado del teléfono móvil e Internet ha sido relacionado con cyberbullying en perpetración y en victimización (Tsimtsiou et al., 2017; Yudes-Gómez, Baridon-Chauvie & González-Cabrera, 2018). Sin embargo, esta relación en las relaciones de pare ja ha sido poco explorada. Zweig et al. (2013) encontraron que un elevado uso del teléfono móvil estaba significativa mente relacionado con la perpetración y la victimización del AON.
Las actitudes y creencias han sido fuertemente asocia das a la violencia en la pareja. En este sentido, los mitos del amor romántico, entendidos como un conjunto de creen cias compartidas socialmente sobre la naturaleza del amor (Yela, 2003), pueden hacer a los jóvenes más vulnerables a la violencia en el noviazgo (Sharpe & Taylor, 1999). Estas creencias románticas se han relacionado con conductas de control en agresión offline (Papp, Liss, Erchull, Godfrey & Waaland-Kreutzer, 2017) y online (Borrajo, Gámez-Guadix & Calvete, 2015c). Otro aspecto relacionado es la aceptación de la violencia referido a la creencia sobre la adecuación social de la agresión (Fernández-González, Calvete & Orue, 2017) y pueden facilitar la perpetración y la victimización (Rey-Anacona, 2015). Poseer actitudes que justifican la vio lencia está relacionado con una mayor implicación en la perpetración del abuso tanto en el contexto offline (Fernández-González, Calvete & Orue, 2018) como en el online (Borrajo et al., 2015c).
El presente estudio analiza la prevalencia y las diferen cias en la frecuencia y cronicidad en la perpetración y en la victimización del AON y su relación con los mitos del amor romántico, el abuso del móvil y la aceptación de la violencia. Para comprender mejor la naturaleza del AON, planteamos los siguientes objetivos de investigación:
Objetivo 1. Analizar la prevalencia y el tipo de expe riencias de victimización y perpetración del AON entre estudiantes universitarios. Se espera que estos estudian tes informen de distintas experiencias de victimización y perpetración y que la forma más frecuente de abuso sea el control (H1).
Objetivo 2. Analizar las diferencias en la frecuencia y la cronicidad de la victimización en el AON. Se espera que las mujeres informen de una mayor perpetración y victimización mediante el control (H2). Las personas LGTB informarán de mayor victimización y perpetración que los heterosexuales (H3). No se espera encontrar diferencias significativas con relación a la edad (H4). Debido a la es casez de estudios sobre la influencia del nivel de ingresos familiares y nivel educativo de padres y madres, no se han realizado hipótesis sobre estas relaciones.
Objetivo 3. Examinar la relación del AON con el abuso del móvil, los mitos del amor romántico y aceptación de la violencia. Se hipotetiza que el abuso del móvil, los mitos del amor romántico y la aceptación de la violencia estarán relacionados de forma positiva con el AON, tanto en la per petración como en la victimización (H5).
Método
Participantes
Los datos se recogieron mediante un muestreo por con veniencia en 17 facultades de la Universidad de Castilla-La Mancha. El tamaño de la muestra con un error de mues treo de ± 3.4%, un nivel de confianza del 95% y p = q = .5, (N= 22483) se estimó en 1019 estudiantes. Se amplió la mues tra intencionalmente seleccionando 1751 estudiantes. Se excluyeron seis casos, ya que algunas de las medidas care cían de datos. El análisis de los datos se realizó con aquellos participantes que indicaron haber tenido una relación ro mántica durante el último año o que estaban en una relación romántica en el momento actual. La muestra final incluye un total de 1657 estudiantes. De los cuales, 1086 participan tes eran mujeres (62%) y 665 eran hombres (38%), distribu ción similar al perfil general de la Universidad (56% mujeres y 44% hombres, según datos de la Oficina de Planificación y Calidad de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2018). La edad de los participantes se sitúa entre los 18 y 42 años (M= 20.59; DT= 3.21) (tabla 1). Las carreras estudiadas por los participantes pertenecen a ciencias sociales 933 (56%), de ciencias aplicadas 256 (15.4%) y 468 de ciencias físicas y de la salud (28.2%).
Procedimiento
Los datos se recogieron durante el curso académi co 2017-2018. La recogida de datos se realizó en horarios previamente establecidos en cada una de las clases. La disposición del estudiante para comenzar la encuesta fue su asentimiento. Al finalizar se pidió a los participantes que introdujeran sus cuestionarios en un sobre sellado. El pro cedimiento duró aproximadamente 40 minutos en cada gru po. El Comité de Ética de Investigación Clínica del Hospital Virgen de la Luz en Cuenca aprobó el protocolo de estudio (PI0519).
Instrumentos
Variables sociodemográficos. Los participantes propor cionan información sobre su sexo, edad, orientación sexual y curso en el que se encontraban. Además se solicitó que estimaran los ingresos medios anuales de su familia con op ciones entre "25.000€ o menos"; "de 25.000€ a 50.000€"; "de 50.000€ a 75.000€"; "de 75.000€ a 100.000€"; y "más de 100.000€". La educación de los padres se evaluó si guiendo el criterio de investigaciones previas (Van Ansem, Schrijvers, Rodenburg & Van de Mheen, 2014). Se les pidió a los encuestados que identificaran el nivel más alto de edu cación para su madre y su padre en una escala con opcio nes "no completó la educación secundaria" (nivel educativo bajo); "educación secundaria", "bachillerato o FG de grado medio" (nivel educativo medio); "FP de grado superior", "estudios universitarios" (nivel educativo alto).
Abuso online en el noviazgo. Se empleó el cuestionario desarrollado por Borrajo et al. (2015a). Este cuestionario consta de 20 ítems divididos en dos factores: agresión di recta (ejemplo ítem: "Mi pareja o expareja ha creado un perfil falso sobre mí para crearme problemas") y control (ejemplo ítem: "Mi pareja o expareja ha revisado mis redes sociales, WhatsApp o correo electrónico sin mi permiso"). La escala de respuesta para cada uno de los ítems es la siguiente: va de 1 (nunca) a 6 (en más de 20 ocasiones). La fiabilidad de la escala para la presente muestra fue de .76 para victimización de agresión directa y de .82 para victimización de control. En la escala de perpetración fue de .78 para la perpetración directa y de .84 para la perpetración de control.
Abuso del móvil. Se empleó la escala de experiencias re lacionadas con el teléfono móvil (CERM) (Beranuy, Chama rro, Graner & Carbonell, 2009). La escala está compuesta por diez ítems en la que los participantes indican la medida en que han experimentado problemas derivados del uso del móvil (ítem: ¿dejas de salir con amigos para pasar más tiempo utilizando el móvil?). La escala de respuesta varía del 1 (nunca) a 4 (siempre). Las puntuaciones se interpreta ron considerando que las puntuaciones más altas indican un mayor abuso del móvil. El valor del alfa de Cronbach para la escala en este estudio fue de .86.
Mitos del amor romántico. Se empleó la versión redu cida de la escala de mitos hacia el amor validada en ado lescentes por Rodríguez-Castro, Lameiras, Carrera y Vallejo (2013). La versión reducida contiene siete ítems con una escala de respuesta de 1 (fuertemente en desacuerdo) a 5 (muy de acuerdo). La escala se compone de dos facto res: mitos sobre la idealización del amor (ítem: "los celos son una prueba de amor") y mitos sobre la vinculación amor-maltrato (ítem: "se puede maltratar a alguien a quien se ama"). El valor del alfa de Cronbach para la subescala sobre la idealización del amor fue de .79, mientras para la subescala sobre la vinculación amor-maltrato fue de .78.
Aceptación de la violencia en el noviazgo. Se empleó la versión validada y adaptada al español por Fernández-González et al. (2017). La versión en español se compone de diez ítems con una escala de respuesta desde 1 (comple tamente falso) a 6 (completamente cierto), que evalúa la aceptación de normas de abuso en las citas (ejemplo ítem: "está bien que un chico o chica golpee a su pareja de novios si él/ella lo insultó frente a sus amigos"). Las puntuaciones más altas indican una mayor aceptación de la violencia. La consistencia interna para la muestra del presente estudio fue de .85.
Análisis estadísticos
Primero, se analizaron los descriptivos generales sobre todas las variables de estudio. Segundo, se calculó la fre cuencia media y los porcentajes del AON. Tercero, se anali zaron las diferencias en la frecuencia y la cronicidad de la victimización y perpetración, tanto en las formas de abuso directo como de control. Para ello se utilizó la prueba t de Student para variables con solo dos categorías y la F de Welch para las variables con más de dos categorías, uti lizando la prueba post hoc de Games-Howell. La relación entre el AON, los mitos del amor romántico y la aceptación de la violencia se realizó mediante un análisis de regresión múltiple. Los análisis se hicieron utilizando el programa es tadístico SPSS 19.0.
Resultados
Análisis de la prevalencia del abuso online en el noviazgo
Los estudiantes fueron considerados víctimas o perpe tradores de AON moderado si informaron haber sufrido uno o más de los comportamientos incluidos en el cuestionario. Consideramos que los jóvenes que informaron haber sufrido o perpetrado once o más veces alguno de los comporta mientos fueron víctimas o agresores de AON severo.
El procedimiento reveló que el 43.3% de los encuestados informó haber perpetrado al menos un comportamiento de AON. El 23.9% informó de perpetración de AON severo. Del mismo modo, el 42% de los encuestados informó haber experimentado al menos un comportamiento de AON y el 24.3%, de haber sido víctimas de AON severo.
En cuanto a los diferentes tipos de AON, el 12.1% de los encuestados informó de la perpetración en agresión direc ta al menos una vez y 15.6% de victimización de al menos una forma de agresión directa. De forma severa, el 4.2% informó de perpetración de agresión directa y 8.2% de victimización severa de agresión directa. En cuanto al control, el 40.2% informó de perpetración en control al menos una vez y 39.6% de victimización en control. La prevalencia de la perpetración en control severa es de 22.6% y de victimización severa en control es de 23.2%. Las experiencias más frecuentes son las llamadas o mensajes excesivos, víctimas (29.1%), perpetradores (23.5%), seguido de la utilización de las nuevas tecnologías para controlar dónde ha estado y con quién, víctimas (21.9%), perpetradores (21.1%) (véase tabla 2).
Diferencias en la frecuencia y cronicidad de victimización y perpetración en abuso online en el noviazgo de acuerdo con las variables sociodemográficas
Se analizaron la frecuencia y la cronicidad con relación a las variables sociodemográficas establecidas (véase tabla 3). Los resultados revelaron que los participantes de 25 a 42 años informaron de una mayor cronicidad en la victimización por control que los participantes de 18 a 24 años. Las mujeres informaron de una mayor frecuencia de victimización por control que los hombres. Los participantes del grupo LGB informaron de una mayor frecuencia de victimización directa y una mayor cronicidad en la victimización por control. No se encontraron diferencias significativas por curso ni tampoco por nivel de ingresos familiares y nivel educativo de los progenitores.
La tabla 4 presenta las diferencias en la frecuencia y cronicidad de la perpetración de acuerdo con las variables sociodemográficas examinadas. No se encontraron dife rencias significativas en la perpetración de acuerdo con la edad. Las mujeres informaron de mayor frecuencia y cro nicidad de perpetración mediante el control. Los partici pantes del grupo de LGB informaron una mayor frecuencia de perpetración directa. En cuanto a los ingresos familiares medios, el grupo con menos de 50.000 euros informó de una menor frecuencia de la perpetración directa. Los estu diantes que tienen progenitores con un nivel educativo más alto informaron de una menor cronicidad de la perpetración mediante control.
Asociación entre mitos de amor romántico, abuso del móvil y aceptación de la violencia con el abuso online en el noviazgo
Los resultados del análisis de regresión múltiple mos trados en la tabla 5 indican que, aunque el porcentaje de varianza explicado no es elevado, los mitos de amor román tico se relacionan de forma positiva con la victimización di recta y mediante control y con la perpetración por control. El abuso del móvil y la aceptación de la violencia se en contraban relacionados de forma positiva con todas las for mas de AON, tanto en victimización como en perpetración. En cuanto a las variables control, los resultados revelaron que ser mujer está más asociado con la victimización y la perpetración en control. El grupo de mayor edad estaba asociado con una mayor victimización en control y también con mayor perpetración directa y por control. Por último, la victimización y perpetración directa era mayor entre los participantes del grupo LGB.
Discusión
El presente estudio tuvo como objetivo analizar la pre-valencia, y las diferencias en la frecuencia y cronicidad del AON y su relación con el abuso del móvil, los mitos del amor romántico y la aceptación de la violencia.
En consonancia con investigaciones previas, el 43.3% de los encuestados (hombres y mujeres) fueron perpetradores y 42% víctimas de al menos un comportamiento de AON en el año anterior (Burke et al., 2011). Además, los resultados revelaron que casi una cuarta parte de los encuestados ha bía estado involucrado como perpetrador o víctima de forma severa, con 23.9% de ser perpetradores y 24.3% víctimas.
En cuanto al tipo de abuso, los datos de prevalencia en victimización y en perpetración directa están en consonan cia con los resultados previos encontrados por Borrajo et al. (2015a). Sin embargo, en el abuso por control encontra mos cifras más bajas pero similares a otras investigaciones internacionales (Burke et al., 2011). No obstante, en línea con lo hipotetizado (H1), el presente estudio constata la elevada prevalencia de este fenómeno, especialmente de los comportamientos de control. De hecho, las formas más comunes de AON son aquellas que implican alguna forma de control como "llamadas o mensajes excesivos" o "revisión de redes sociales, WhatsApp o correo sin permiso", tal y como ha sido informado en investigaciones previas (Borrajo et al., 2015b).
En relación con el sexo de los participantes, los resulta dos confirmaron la hipótesis de partida (H2). En línea con estudios previos, las mujeres informaron de mayor perpe tración mediante el control que los hombres (Burke et al., 2011). Este resultado podría estar matizado por el hecho de que los hombres pueden estar menos dispuestos a ad mitir el uso de diferentes formas de agresión por control, por el estigma asociado con ser agresivo hacia una mujer (Melander & Hughes, 2018). También, en consonancia con estudios previos, las mujeres informaron de niveles más altos de victimización por control (Burke et al., 2011). Sería importante analizar en qué medida estos resultados están en consonancia con la persistencia de los roles de género tradicionales de acuerdo con los que los hombres han sido socializados para minimizar o ignorar los actos psicológicos de las agresiones (Marganski, 2013).
Con respecto a la orientación sexual, los jóvenes LGB informan de mayor victimización en ambos tipos de abuso y una mayor cronicidad en la victimización directa. En la per petración también encontramos que los participantes del grupo LGB informan de mayor perpetración directa, confirmando nuestra hipótesis (H3). Este resultado coincide con la investigación previa que sugiere que los jóvenes LGB son más vulnerables a sufrir violencia interpersonal, aunque también a perpetrar AON (Dank et al., 2014).
Con relación a la edad de los participantes, los resulta dos confirmaron parcialmente nuestra hipótesis (H4). Los participantes mayores de 24 años informaron de sufrir una mayor victimización mediante control. Este resultado es contrario a la investigación previa que ha informado de una mayor frecuencia del AON cuanto más jóvenes son los par ticipantes (Borrajo et al., 2015b) y con los estudios que han expresado que la frecuencia de la violencia en el noviaz go es menor entre las parejas más mayores (Rubio-Garay, Carrasco, Amor & López-González, 2015).
En línea con la investigación previa (Melander & Hughes, 2018; Van Ouytsel et al., 2017), no se encontraron diferencias significativas en victimización en ninguna de las variables familiares (nivel de ingresos y nivel educativo de los progenitores). Sin embargo, los estudiantes con ingresos familiares superiores a 50.000 euros informaron de mayor perpetración directa, quizá porque tengan un mayor acceso a la tecnología. Por otro lado, el nivel de estudios de ambos progenitores se relacionó con la cronicidad de la perpetra ción por control, lo que significa que los estudiantes con progenitores con un nivel educativo más alto informaron de un menor ejercicio de perpetración por control. Ante la escasez de estudios, analizando estas variables es difícil extraer conclusiones y es necesaria una investigación adi cional para explorar estas relaciones.
Por otro lado, los resultados encontrados corroboraron la hipótesis 5, ya que se halló una relación positiva entre el abuso del móvil, los mitos del amor romántico, la acepta ción de la violencia y el AON. En línea con estudios previos (Zweig et al., 2013), los resultados mostraron que el AON es mayor cuanto mayor es el uso de los dispositivos tec nológicos. Este resultado sugiere que un mayor tiempo de dedicación genera más oportunidades para que los perpe tradores realicen conductas de abuso y, a su vez, las vícti mas están más expuestas al abuso (Van Ouytsel, Ponnet, Walrave & Temple, 2016). Además, los resultados indicaron que los mitos de amor romántico están relacionados con la victimización directa y por control y la perpetración por control. Este resultado está en consonancia con la investi gación previa que muestra que los mitos de amor facilitan la utilización de diferentes estrategias controladoras que pueden interpretarse como signos de preocupación y amor (Borrajo et al., 2015c). Los resultados también mostraron que los participantes que creen que es aceptable la violen cia hacia la pareja tienen más probabilidades de ser perpe tradores y víctimas del AON en todas sus formas. En esta línea, Borrajo et al. (2015c) plantean que la justificación de las creencias relacionadas con el AON estaba relacionada con una mayor implicación en la perpetración directa. No obstante, dado que la proporción de varianza explicada no es elevada, es necesario una investigación adicional sobre nuevas variables que pueden ser determinantes en las con ductas de abuso (Cava, Buelga & Tomás, 2018).
En conclusión, el AON es un problema social importante debido a la elevada prevalencia y a la relación encontrada entre la violencia de pareja online y offline (Cava & Buelga, 2018). De acuerdo con los resultados del presente estudio, los programas de prevención e intervención deben implementarse en ambos sexos y en todos los niveles educativos incluyendo la Universidad, prestando especial atención a las minorías sexuales a través de la implementación de in tervenciones dirigidas a la capacitación de los jóvenes en el uso de las tecnologías de manera saludable y a modificar actitudes y creencias distorsionadas sobre el amor y hacia la agresión.
Este estudio amplía la investigación sobre los comporta mientos de AON en estudiantes universitarios, pero no está exento de limitaciones. En primer lugar, este estudio utili zó medidas de autoinforme en todos los constructos clave, estando sujetas al sesgo de deseabilidad social. Segundo, la naturaleza transversal de este estudio limita nuestra ca pacidad para hacer inferencias causales, se necesitan estu dios longitudinales para examinar la relación causal entre las variables estudiadas. Para finalizar, las mujeres, y las personas heterosexuales, están sobrerrepresentadas en el estudio, cualquier generalización que involucre el sexo y la orientación sexual deben tomarse con precaución.