Introducción
La salud se define como el equilibrio armónico entre las diferentes dimensiones que integran al organismo humano, es decir, el balance energético que debe existir entre lo físico, psicológico, social y espiritual, dando lugar a la percepción del bienestar y la salud personal (Logan & Ganster, 2005). La salud física depende de una alimentación equilibrada, actividad física, meditación, siesta, y dormir ocho horas (Ganster & Rosen, 2013). La salud psicológica está dada por el pensamiento y actitud positiva, optimismo, autoeficacia, autoestima, asertividad, resiliencia, emociones positivas, así como por el desarrollo de conductas saludables, que nos protejan de los accidentes y de conductas de riesgo para la salud, como el estrés, la ansiedad, la depresión y la ira (Oh, Butow, Mullan, Clarke, & Beale, 2014).
De igual forma, la salud social depende de la calidad de las relaciones interpersonales en lo familiar, laboral, escolar y comunitario; para optimizarla ayudan la sonrisa, el saludo, el buen trato, la amabilidad, la cortesía, la generosidad, el agradecimiento, el elogio y el reconocimiento, así como perdonar y ayudar a los demás (Brown, Bravo, Roos, & Pearson, 2015). La salud espiritual se refiere al bienestar que se genera cuando la persona entra en contacto y disfruta el arte, la cultura, la música, la danza, el canto, la contemplación de la naturaleza, la práctica de creencias religiosas y el vivir de acuerdo a los valores humanos (Allan, Bott, & Suh, 2015).
El estrés es la reacción de tensión generalizada del organismo ante la percepción y el significado abrumador de las demandas excesivas de la vida en el hogar, escuela, trabajo y sociedad, que se presentan cuando la persona no cuenta con los suficientes recursos para afrontarlos adecuadamente, y se experimenta con pensamientos, emociones y conductas de ansiedad, depresión, o ira, y que interfieren con el adecuado funcionamiento del individuo en todos sus contextos sociales y que, a la larga, afectan la salud (Lakhwinder & Rashap, 2012). En particular, la salud puede verse afectada por las presiones del ambiente laboral y suele ocurrir cuando la persona no afronta adecuadamente el estrés laboral o no cuenta con los recursos personales suficientes para tal fin, convirtiéndose en fuente de desequilibro, alteración y enfermedad (Stiglbauer & Batinic, 2015).
Lo relevante es la percepción que se tenga del ambiente laboral y de los factores estresantes, cómo se le percibe y el significado que se da a las demandas laborales, que a la larga resulta más importante que las presiones laborales en sí. Esto no es nada nuevo, viene desde los griegos; los problemas de las personas no se deben tanto a los sucesos que les pasan, sino al significado que les dan a los sucesos, o sea al significado que les atribuyen a los estresores laborales, y a cómo los afrontan (Gonzáles & Neves, 2015; Oblitas, 2010).
Una forma sencilla y práctica de medir el estrés laboral es mediante la ‘Escala de Puntuación del Estrés Laboral’, que marca un puntaje del 1 al 10; a mayor puntaje, mayor nivel de estrés. Así, si un trabajador señala que su nivel de estrés es 9, probablemente su nivel de estrés sea alto y ello también coincida con el resultado de las pruebas psicológicas. Su origen es clínico y se le utiliza con frecuencia en los estudios que evalúan dolor, estrés y otras respuestas fisiológicas en niños y adultos, con resultados objetivos, ya que el reporte verbal o escrito del paciente suele ser exacto con respecto al síntoma (Quiles, Van-der Hofstadt, & Quiles, 2004; McGrath, 1987; Van-der Hofstadt & Quiles, 2001). En evaluaciones de nivel de estrés realizadas con esta escala en estudiantes, se han encontrado correlaciones positivas con inventarios de estrés y ansiedad.
El bienestar psicológico es la percepción de un funcionamiento óptimo a nivel personal y psicosocial, el cual supone algunas de las siguientes características (Ryff, 2014; Ryff & Singer, 1996, 2001): auto-aceptación de sí mismo, de la personalidad, de las fortalezas y debilidades y del pasado; relaciones sociales positivas con los demás, con calidez, confianza y aceptación, con amistades y apoyo social; capacidad de amar, de sentir empatía, de dar y de ayudar; claridad en el propósito y sentido de vida, orientado por objetivos y metas; percepción del presente y del pasado con significado; las creencias le dan sentido a la vida y se siente que la vida va a algún lado; crecimiento personal capitalizando capacidades y potencialidades para seguir creciendo como persona; apertura a nuevas experiencias y al desarrollo del potencial humano; autonomía e independencia para elegir y tomar decisiones, con independencia y convicción; regulación del comportamiento desde el interior y tolerancia a la presión social; dominio del entorno, con capacidad para manejar las exigencias del ambiente social y conseguir las oportunidades para satisfacer sus necesidades personales.
La Escala de Bienestar Psicológico (ebp;Ryff & Singer, 2001)
Esta escala se ha convertido en un instrumento para medir diferentes contextos relacionados con la variable bienestar psicológico, como pensamientos, emociones y conductas positivas, bienestar en la familia, escuela, trabajo y sociedad (Diener, 2009; Feldman & Blanco, 2006; García, 2002; Ryff & Singer, 1996); así como factores específicos del bienestar como satisfacción personal, autoestima, asertividad, perseverancia, optimismo, optimismo, alegría, buen sentido del humor, resiliencia, ayudar a los demás, ser compasivo, sonreír, disfrutar lo que se hace, pasatiempos y apoyo social (Keyes, Shmotkin, & Ryff, 2002; Ryan & Deci, 2001; Ryff, 2014).
La satisfacción vital es un componente cognitivo del bienestar psicológico definido como la percepción y valoración positiva que la persona realiza de su vida en general o de algún aspecto particular de la misma, como, por ejemplo, de la vida familiar, educativa, laboral, salud, social, etc. Estos factores constituyen las áreas de funcionamiento más cercano a la vida de las personas. La satisfacción vital es un estado psicológico que resulta de la interacción entre la personalidad del individuo, su entorno inmediato -familia, trabajo, etc. - y su medio social -cultura, ingresos, etc.-.
La valoración personal de la propia salud resulta más importante que el estado de salud mismo, la satisfacción con el trabajo se encuentra relacionada con el bienestar y, junto con la satisfacción familiar, se encuentran mediadas por la edad, género y la existencia de los hijos. La satisfacción con uno mismo se encuentra relacionada con la autoestima y las expectativas de control, y hay una correlación positiva entre satisfacción económica y bienestar (Dinisman, Monserrat, & Casas, 2012; Moyano & Ramos, 2007; Verdugo, Ponce de León, Guardado, Meda, Uribe, & Guzmán, 2013).
El término inglés mindfulness proviene de la palabra sati que, a su vez, procede de la lengua llamada pali, utilizada por los budistas desde hace más de 25 siglos. Estos conceptos hacen referencia a la atención y a la conciencia plenas que, en las enseñanzas del Buda Gautama, eran dos de los factores para alcanzar el estado de iluminación (Crane , 2015).
En psicología, el mindfulness o ‘atención plena’ -cuyo antecedente remoto está en el budismo (Keng, Smoski, & Robins, 2011)- consiste en observar y atender plenamente, sin distracciones ni interpretaciones la respiración, el ritmo cardíaco, observar la temperatura del cuerpo, soltar o aflojar los músculos (Body-Scan), los pensamientos, emociones y conductas (Birnie, Speca, & Carlson, 2010; Schultz, Ryan, Niemiec, Legate, & Williams, 2015).
Los elementos básicos del mindfulness son: (a) centrarse en el momento presente, focalizar la atención y la conciencia y sentir las sensaciones, pensamientos, emociones y conductas tal como ocurren, sin tratar de evaluarlas, interpretarlas o modificarlas; (b) apertura a la experiencia y los hechos: el ser consciente de lo que sucede en la mente, cuerpo y ambiente en el momento presente, permite anteponer la percepción de las emociones y las sensaciones antes que los pensamientos, que todo lo tiende a racionalizar, interpretar y falsificar; (c) aceptación total: aceptación completa sin racionalidad de las experiencias, sean estas positivas -como sentirse alegre y contento-, o negativas -estrés, ansiedad-; (d) elección: la persona tiene la posibilidad de elegir el tipo de experiencia que desea experimentar, observar sentir, aceptar y no interpretar; y (e) control: aprender a sentir las experiencias tal como ocurren, sin tratar de controlar reacciones y emociones (Bishop et al., 2004).
El mindfulness se ha investigado en el ámbito laboral para disminuir la tensión (Klatt, Buckworth, & Malarkey, 2008), reducir el estrés, mejorar el bienestar y la salud en las enfermeras (Bazarko, Cate, Azocar, & Kreitzer, 2013), manejo del estrés en personas sanas (Chiesa & Serreti, 2009), autocontrol emocional (Goldin & Gross, 2010), disminución de la depresión, ansiedad, dolor y angustia (Williams & Kuyken, 2012; Marchand, 2012), manejo del burnout en paramédicos (Shapiro, Astin, Bishop, & Córdova, 2005), reducción del burnout en enfermeras (Cohen, Wiley, Capuano, Baker, & Shapiro, 2005), regulación emocional y satisfacción laboral (Hülsheger, Alberts, Feinholdt, & Lang, 2013) y en combinación con la terapia cognitiva para el manejo del estrés crónico (Moscoso, 2010), con resultados alentadores.
El qi gong -se pronuncia chi kung-, proviene del chino chi que significa ‘energía’, y del término gong que significa ‘técnica’. Por tanto, el qi gong se puede traducir como la técnica para movilizar la energía vital o el arte de hacer circular la energía vital para obtener bienestar y salud. Se practica con objetivos orientados a la salud y prevención de la enfermedad. Elqi gong es una serie de ejercicios que se basa en la medicina china tradicional (Jahnke, Larkey, Rogers, & Etnier 2010), y combina respiración, posturas corporales y el poder mental para mejorar la salud, aliviar el dolor, eliminar el estrés, la ansiedad y la depresión, así como ayuda a obtener más energía y vitalidad. Incluye técnicas que comprenden una serie de movimientos suaves y lentos con la cabeza, el cuello, las articulaciones, las extremidades del cuerpo, el tórax y la espalda, combinando la respiración, la postura y la atención en los movimientos (Griffith et al., 2008).
El qi gong se ha investigado para la conservación de la salud y la longevidad (Posadzki, 2010), en el tratamiento de trastornos psicológicos (Abbott & Lavretsky, 2013), control del dolor (Wang et al., 2014), manejo del estrés (Griffith et al., 2008), en tratamientos para el manejo de la ansiedad (Wang et al., 2014) y depresión (Oh, Mi, Inamori, Rosenthal, & Yeung, 2013), con resultados significativos.
La combinación de mindfulness y qi gong ha sido investigada en fibromialgia (Astin et al., 2003), en enfermedades mentales (Lloyd, Tsang, & Deane, 2009), burnout (Jouper & Johansson, 2013), estrés académico (Chambers, Christopher, Dunnagan, & Schure, 2006), cuidado personal (Schure, Christopher, & Christopher, 2008), trastornos de ansiedad (Chow & Tsang, 2008), depresión (D’Silva, Poscablo, Habousha, Kogan, & Kligler, 2012) y calidad de vida (Fernros, Furhoff, & Wändell, 2008), con hallazgos significativos.
Un mal estado de salud, la falta de bienestar psicológico, la insatisfacción vital y el estrés laboral no solo afectan el funcionamiento, rendimiento y la productividad, sino que también constituyen factores de riesgo que a la larga atentan socavando la salud. Por tal motivo, una iniciativa que combine mindfulness y qi gong para el mejoramiento del estado general la salud, el bienestar psicológico, la satisfacción vital o existencial y la reducción del estrés, se justifica por sí misma (Colgan, Christopher, Michael, & Wahbeh, 2015; Matos, Sousa, Gonçalves, Machado, & Greten, 2015).
Por todo lo anterior, el objetivo de la presente investigación fue evaluar el efecto del mindfulness y qi gong en el estado de salud, bienestar psicológico, satisfacción vital y niveles de estrés laboral en un grupo de trabajadores administrativos de la Universidad de la Costa (Barraquilla). El presente estudio se orientó al abordaje del siguiente problema central: ¿cómo incide la exposición a un taller de intervención basado en mindfulness y qi gong sobre el estado de salud, bienestar psicológico y satisfacción vital y en los niveles de estrés laboral, en una muestra de trabajadores administrativos de la Universidad de la Costa? La hipótesis de trabajo se ha formulado bajo los siguientes términos: la intervención basada en mindfulness y qi gong incide significativamente en el mejoramiento del estado de salud, incremento de bienestar psicológico, optimización de la satisfacción vital y reducción del nivel de estrés laboral, al contrastar las medidas de tipo pre-test y post-test.
Método
Diseño
Se utilizó un diseño de tipo pre-experimental con un solo grupo, con medida pre-test post-test, basado en análisis estadísticos y comparaciones de medidas relacionadas derivadas de escalas psicológicas para la valoración del nivel cuantitativo. En consecuencia, el diseño metodológico tiene la finalidad de generar comparaciones de contraste antes y después de la intervención, suministrando información útil para identificar la incidencia de la exposición al taller de mindfulness y el qi gong entendido como variable independiente frente a las variables dependientes Estado de salud, bienestar psicológico, satisfacción vital y el estrés laboral (Hernández, Fernández, & Baptista, 2010).
Participantes
La muestra fue de 52 trabajadores de la Universidad de la Costa que asistieron voluntariamente al taller de mindfulness y qi gong, rubricando el consentimiento informado. En relación con la caracterización de la muestra se evidenció un predominio de las mujeres (57.8 %) con respecto de los hombres (42.2 %); el promedio de edad se estimó sobre los 32 años. El nivel de formación profesional o superior se representó con un 58.9 % de los casos, seguido por un 13.8 % en el nivel de formación técnica y el 29.4 % con formación secundaria, principalmente. La muestra contó con la participación de las diferentes dependencias administrativas, resaltándose por su participación servicios generales (26.6 %), bienestar universitario (17.4 %), ingeniería (11.9 %), planeación (8.3 %), talento humano (8.3 %) y ciencias económicas (6.4 %).
Instrumentos
Escala de Bienestar Psicológico: ( α =.88) diseñada por Ryff & Keyes (1995) y adaptada por Díaz, Rodríguez, Blanco, Moreno, Valle y van Dierendonck (2006); consta de 39 reactivos con un formato de respuesta tipo Likert que van de 1 a 6, donde 1=totalmente en desacuerdo y 6=totalmente de acuerdo; integrada por seis sub-escalas originales con las siguientes consistencias internas -medidas con Alfa de Cronbach-: auto-aceptación, sentirse bien consigo mismo (.83); relaciones positivas, relaciones sociales estables (.81); autonomía, mantener la individualidad (.73); dominio del entorno, sensación de control externo (.71); propósito en la vida, tener metas y objetivos vitales (.83) y crecimiento personal, desarrollo de potencialidades (.68).
La Encuesta de Salud sf-11: corresponde a la adaptación realizada para España por Alonso et al. (1998) del sf-11 Health Survey, y adaptada a Colombia por Ramírez, Agredo y Jerez (2010). Es un instrumento muy adecuado para su uso en investigación y en la práctica clínica (α=.7). El sf -11 es una versión reducida del Cuestionario de Salud sf-36. Consta de 11 ítems provenientes de las ocho dimensiones del sf-36: función física, función social, rol físico, rol emocional, salud mental, vitalidad, dolor corporal y salud general. Las opciones de respuesta son del tipo escalas de tipo Likert que evalúan intensidad o frecuencia; el número de opciones de respuesta oscila entre tres y seis, dependiendo del ítem.
Escala Numérica de Estrés Laboral: es un conjunto de números de cero a diez, donde cero es la ausencia del síntoma a evaluar -estrés laboral- y diez su mayor intensidad. Se pide al sujeto que seleccione el número que mejor indique la intensidad del estrés laboral. Es un método popular, fácil de administrar y sencillo de interpretar que va desde 0=sin estrés laboral hasta 10=máximo de estrés laboral). Así, si un trabajador señala que su nivel de estrés es 9, probablemente su nivel de estrés sea alto y ello también coincida con el resultado de las pruebas psicológicas.
Escala de Satisfacción Vital: (α=.81) diseñada por Cortés (2013). Evalúa en forma sencilla y practica 10 áreas de interés vital: satisfacción familiar, satisfacción afectiva, salud, educación, apoyo social, recreación, trabajo, rol docente o administrativo, finanzas y proyecto de vida. Utiliza una escala de 1 a 6, siendo 1 el menor nivel de satisfacción y 6 el mayor.
Procedimiento
Etapa 1, de convocatoria institucional y solicitud de consentimiento informado por parte de los participantes, para asegurar el seguimiento del protocolo universal que contempla los estándares éticos en el desarrollo de estudios de evaluación e intervención psicológica;
Etapa 2, de administración del pre-test y en el orden que se indican de las Escalas de Salud sf-11, Bienestar Psicológico, Satisfacción Vital y Escala Numérica del Estrés Laboral, antes del inicio del taller, en grupos de 15 participantes, con una duración estimada de una hora; la aplicación se realizó en el recinto donde se llevó a cabo el evento.
Etapa 3, de implementación de los talleres vivenciales de mindfulness y qi gong, con dos sesiones semanales de cuatro horas cada una, ocho horas en total, con 30 minutos de descanso en cada sesión para contrarrestar los efectos de la fatiga.
Las sesiones se realizaron en las instalaciones del campus universitario de la Universidad de la Costa. Durante la primera sesión, se realizó una exposición con diapositivas de los conceptos básicos de bienestar, salud, estrés y enfermedad (una hora). Para el mindfulness -basado en la observación plena y total de la respiración, pensamientos, emociones y sensaciones, sin evaluar, enjuiciar, o buscar explicación, es decir, aplicando cero racionalidad- se utilizó el video de 30 minutos Mindfulness primeros pasos (Calvo Gómez, 2012), para ilustrar la técnica, y luego la practicaban siguiendo las indicaciones del facilitador: prestar atención a determinadas zonas del cuerpo y a la respiración
Posteriormente, se describió la técnica Body-Scan: acostados sobre una alfombra los participantes empiezan a ‘soltar’ o ‘aflojar’ los músculos que el instructor va indicando de la cara -frente, párpados, mejillas, mandíbulas y labios-, cuello -todas las fibras musculares-, extremidades superiores -hombros, brazos, antebrazos, manos y dedos-, tronco -pecho, abdomen y espalda- y extremidades inferiores -muslos, piernas, pies y dedos-. Luego atención en la respiración abdominal o diafragmática, inspirando por la nariz, sin levantar los hombros ni tórax, llevando el oxígeno hasta debajo del vientre hasta un punto previamente visualizado que se encuentra a 4.5 cm. debajo del ombligo -respiración dantian- y exhalando por la boca y manteniendo a atención en la función respiratoria. Duración total: 45 minutos.
En la segunda parte de la sesión los participantes practicaron yoga chino -qi gong-, observando y repitiendo los ejercicios del instructor, siguiendo los movimientos suaves de las extremidades y articulaciones, respiración natural y máxima atención centrada en los movimientos y sensaciones que se van experimentando (60 minutos). Previamente, se mostró un vídeo de 30 minutos Introducción al Qi Gong para conocer los fundamentos y los movimientos básicos de la técnica (Pen Sat, 2012).
A continuación, se describe la técnica qi gong: de pie y con el cuerpo relajado, se realizan movimientos rotatorios del cuello hacia la derecha, izquierda, adelante y detrás; se continúa con movimientos rotarios de las extremidades superiores hacia adelante, a los lados y atrás, flexionando ligeramente las rodillas; posteriormente, se hace rotar la cintura a ambos lados, las rodillas hacia afuera y hacia adentro, los tobillos a ambos lados y se producen movimientos de ambas extremidades en diferentes posturas clásicas, combinando la postura, respiración abdominal y la atención en los desplazamientos.
Durante la segunda sesión, a la semana siguiente, también de cuatro horas, se repitieron las mismas actividades de la primera intervención.
Finalmente, en la etapa 4, se administró el post-test de las Escalas de Salud sf-11, Bienestar Psicológico, Satisfacción Vital y Escala Numérica del Estrés Laboral, al mes de haber término el taller, en forma colectiva, con una duración estimada de una hora.
Análisis Estadístico
En el análisis cuantitativo de los datos se utilizaron medidas descriptivas, la prueba de consistencia interna de Alfa de Cronbach, prueba de consistencia temporal, Análisis factorial por componentes principales con rotación Varimax con el fin de reducir dimensiones -a partir de este, también se generó la medida de adecuación muestral y la prueba de esfericidad de Bartlett, para validez de constructo- y prueba no paramétrica de Wilcoxon para muestras relacionadas con sus respectivos efectos, para establecer comparaciones en pre-test y post-test en las escalas aplicadas.
Resultados
En el estudio, se tiene una muestra relacionada, debido a que a un mismo individuo se le aplica el mismo instrumento en dos momentos. Estos datos recopilados, no son normalmente distribuidos, por ende, se debió optar por una prueba no paramétrica de Wilcoxon para observar en qué componentes existía diferencia significativa entre los momentos pre-test y post-test, así como sus efectos. Cabe resaltar que estas pruebas se aplicaron después de reducir las dimensiones con el análisis factorial, de las cuales quedaron las variables más significativas.
Para el estudio de los datos, se realizó un análisis factorial exploratorio con el fin de obtener unos factores en función de las variables originales, el cual se aplicó en cada escala utilizada segregando los momentos de pre-test y post-test.
Con base en lo anterior, la Escala de Salud se compone de: salud general -bienestar biopsicosocial-, actividad física -movimiento del cuerpo rutinario y habitual-, energía vital -potencial e impulso para funcionar en la vida-, salud laboral -bienestar y satisfacción en el trabajo-, cansancio/fatiga -debilidad, agotamiento-, actividades domésticas -tareas y rutinas en el hogar-, dolor -sensación desencadena por el sistema nervioso- y eficiencia -capacidad para ejecutar adecuadamente una función-.
Análogamente, la Escala de Bienestar Psicológico se constituye de: adaptación y desadaptación -ajuste o desajuste al medio psicosocial-, confianza y desconfianza -seguridad e inseguridad en el actuar-, claridad y confusión en la vida -tener claridad o ambigüedad en objetivos vitales-, apertura -flexibilidad- y conformismo -aceptación pasiva de las cosas- y autoestima alta y baja -percepción positiva de uno mismo-.
Igualmente, la Escala de Satisfacción Vital, se conforma por: salud -bienestar general en lo físico, psicológico y social-, apoyo social -conjunto de recursos humanos y materiales para afrontar una situación de emergencia- y productividad -nivel de producción en la vida-.
Todos estos factores se generaron por el método de estimación de componentes principales con una rotación Varimax, en donde se destaca que en todos los casos la medida de adecuación muestral excede a .5, lo que indica que los datos son viables para un análisis de factores. Asimismo, en la Prueba de Esfericidad de Bartlett, es significativa en todas las escalas debido a que p<.05 y los Porcentajes de Variabilidad Explicada en su mayoría están por encima del 60 % (Tabla 1).
Nota: Para la Escala numérica de estrés: el coeficiente de correlación de Pearson r=.524, Estadístico t=4.264, p<.000 (significativa al 5%), para la prueba de consistencia temporal.
También, es pertinente afirmar que las escalas tienen consistencia interna debido a que la mayoría de los valores de Alfa de Cronbach están por encima de .7 y para la Escala Numérica de Estrés la consistencia temporal es .5242 -coeficiente de correlación de Pearson con significancia al 5 %-.
Cabe resaltar, que los grados de libertad son cambiantes y, para este caso, la extracción de variables en función del análisis de comunalidades -la proporción de la varianza explicada por los factores comunes en una variable-, no excede el valor de .5 y para este factor se evidencia que no posee más de dos variables que puntúen en el mismo. Posteriormente, al hacer las pruebas de comparación de cada factor dentro de su escala correspondiente, se aplicó la prueba de Wilcoxon para muestras relacionadas con el cálculo del efecto resultante de dividir el estadístico Z entre el tamaño de la muestra.
Para esto se tiene que en la Escala de Salud existen incidencias en: salud general (p<.000), dolor (p<.000), actividades domésticas (p<.000), energía vital (p<.000) y eficiencia (p<.000). Aquí, los efectos más grandes los tiene salud general (r=.828), dolor (r=.646), actividades domésticas (r=.635) y energía vital (r=.813); en cambio el de eficiencia es más intermedio (r=.316). No se encontraron incidencias significativas en actividad física, salud laboral, cansancio y fatiga
Se puede observar que, en la Escala de Satisfacción Vital, se tienen incidencias claras en: salud y productividad, debido a que los valores de p son menores que .05, aunque, ambas con efectos intermedios, .306 y .484, respectivamente; no se obtuvieron diferencias en apoyo social.
También, en la Escala de Bienestar Psicológico, todos los componentes tienen incidencia relevante (p<.000): Adaptación y desadaptación, confianza y desconfianza, claridad y confusión, autoestima, apertura y conformidad. Se tienen efectos grandes en todos (r>.5), excepto en apertura y conformismo (r=.416), que es intermedio (ver Tabla 2).
La Escala de Puntuación del Estrés, arrojó una incidencia no relevante y estadísticamente no significativa en la comparación formal de las mediciones (Z=.669; p=.679 y r=-.058).
Discusión
En relación con las mejorías encontradas en el Estado de salud, de ocho indicadores de salud, cinco mejoraron significativamente -salud general, energía, eficiencia, actividades domésticas y disminución del dolor-; en Bienestar psicológico, cambiaron positivamente y en forma significativa todos los cinco indicadores analizados -adaptación, confianza, claridad, apertura y autoestima-; estos cambios son congruentes y similares con lo reportado por algunos estudios sobre salud, bienestar y satisfacción con la vida (Birnie, Speca, & Carlson, 2010; Chiesa & Serretti, 2009; Ganster, 2015; González & Neves, 2015; Jahnke et al., 2010; Kiecolt et al., 2010; Oh, Butow, Boyle, Costa, & Pavlakis, 2014), quienes señalan que los cambios experimentados en algunas áreas de la vida, como salud, bienestar y satisfacción, tiende a influir positivamente en otros contextos como el personal, familiar y social, debido a que la persona funciona de forma sistémica e interdependiente.
En Satisfacción vital, mejoraron en forma relevante dos de tres factores -salud y productividad-; en cambio, el factor apoyo social no tuvo variación. Tener y gozar de un buen estado salud es la base para tener un funcionamiento adecuado en lo personal, familiar y laboral; si a ello le agregamos el factor productividad, el funcionamiento tiende a optimizarse, lo cual coincide con lo encontrado por Crane (2015), Hülsheger, Alberts, Feinholdt y Lang (2013), Klatt et al. (2008), Posadzki (2010) y Wang et al. (2014), quienes también obtuvieron mejoras en salud y productividad, como consecuencia de una mayor satisfacción por la vida. La falta de incidencia en apoyo social podría interpretarse como un factor complejo que toma más tiempo para hacerse realidad o aumentar su incidencia (Ganster, 2015; Jahnke et al., 2010; Logan & Ganster, 2005).
El Estrés laboral fue la única de las cuatro variables que no sufrió un cambio estadísticamente significativo, lo cual en parte significa que se requerirá un programa como el utilizado, pero con más sesiones de duración -por ejemplo, mínimo el doble de lo empleado en la intervención-, ya que los cambios están siempre en función de la maximización de la variable tratamiento. Esta afirmación tiene su fundamento en el hecho de que el programa de mindfulness más qi gong produjo incidencia significa en las otras tres variables de estudio: Salud, Bienestar psicológico, Satisfacción vital.
Las estrategias para la reducción del estrés laboral, basadas en el mindfulness (Crane, 2015; Fjorback, Arend, Ornbøl, Fink, & Walach, 2011; Schultz, Ryan, Niemiec, Legate, & Williams, 2015), y en el qi gong (Griffith et al., 2008; Kiecolt et al., 2010; Oh, Choi, Inamori, Rosenthal, & Yeung, 2013; Wang et al., 2013), han evidenciado resultados satisfactorios en la salud integral de las personas sanas y en la prevención de enfermedades relacionadas con el estrés laboral, como son los problemas digestivos, circulatorios, respiratorios y musculares. Cabe mencionar que la muestra obtuvo una incidencia significativa en el estado general de salud y en energía vital, componentes básicos para funcionar adecuadamente en familia, trabajo y sociedad.
La aportación principal de la investigación es que, al combinar mindfulness con qi gong, se puede optimizar salud, bienestar psicológico y satisfacción vital en una muestra normal de trabajadores universitarios. En la revisión de antecedentes encontramos que ya se ha empezado a experimentar dicha combinación de técnicas en el tratamiento del estrés, ansiedad, depresión y dolor en portadores de enfermedades agudas y crónicas, con resultados preliminares alentadores (Hülsheger et al., 2013; Klatt et al., 2008; Oh et al., 2014).
Sería interesante considerar su implementación en los ambientes laborales como una actividad rutinaria para el manejo de la variables estrés laboral potenciando salud, bienestar psicológico y satisfacción vital, y así poder prevenir la ocurrencia de enfermedades relacionadas con la vida laboral -síndrome del intestino irritable, fibromialgia, trastornos cardiovasculares, etc.- (Brown et al., 2015; Colgan, Christopher, & Wahbeh, 2015; Matos et al., 2015; Stiglbauer & Batinic, 2015).
Una de las limitaciones del estudio fue la corta duración de la exposición del programa de intervención, el cual constó solo de dos sesiones y que en un principio estaba previsto en cuatro, con lo cual probablemente se hubiese logrado un mayor impacto en la reducción de los niveles de estrés laboral. Como la participación en la investigación tuvo carácter institucional, la muestra no pudo ser seleccionada en forma aleatoria, lo cual limita la generalización de los datos encontrados. Tampoco se pudo utilizar grupo de control debido al tipo de contrato laboral que se estableció con la universidad -todos los trabajadores deberían tomar el taller-.
Como sugerencia se propone duplicar el tiempo de sesiones de dos a cuatro y el doble del tiempo de duración, de acuerdo con el principio de la maximización de la variable tratamiento, con la finalidad de poder registrar significativamente el impacto del programa de intervención sobre el estado de salud y el nivel de estrés laboral; asimismo, para trabajar con una muestra aleatoria y con un grupo de control para lograr mayor validez del estudio. La conclusión principal del estudio es que la combinación de mindfulness y qi gong contribuye en forma significativa al mejoramiento del estado general de salud, optimización del bienestar psicológico e incremento de la satisfacción vital. No se obtuvieron incidencias significativas en los niveles de estrés laboral.