Introducción
Producto de la crisis económica y social que ha venido atravesando Venezuela, desde 2015 Colombia y el departamento de Norte de Santander enfrentan un fenómeno migratorio que genera grandes desafíos sin precedentes. De acuerdo con cifras de Migración Colombia (2019) hasta el cierre de 2019 en el país se reportaron 1.771.237 inmigrantes venezolanos entre ciudadanos regulares e irregulares, lo que corresponde a un incremento de 338,7 % respecto a 2017. Este departamento, en la frontera con Venezuela, es el segundo del territorio nacional, después de Bogotá D.C. en donde se concentra el mayor número de población migrante venezolana. Según cifras de la misma fuente (2019) se contabilizaron 202.727 ciudadanos, que representaron el 11,45 % del total de inmigrantes.
En los últimos años se han generado nuevas tensiones en los problemas estructurales de Norte de Santander y es lógico asumir que la oleada migratoria, dada su magnitud, haya influido en la dinámica de sus principales indicadores socioeconómicos. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Cúcuta registró la mayor tasa de informalidad laboral a escala nacional. Al cierre de 2019 se ubicó en 71,1 %. Asimismo, la ciudad presentó la tercera mayor tasa de desempleo entre los 32 departamentos del país, después del Quindío. Ese mismo año esta tasa se ubicó en 14,6 %, dato que sobrepasó en 4,6 puntos porcentuales el promedio nacional (10,4 %). En 2017 la actividad económica del departamento rompió con una tendencia alcista de crecimiento que traía desde 2013, para registrar una caída de 0,4 % en el Producto Interno Bruto (PIB).
A primera vista parece existir una coincidencia temporal entre la oleada migratoria venezolana y el deterioro de los principales indicadores socioeconómicos. Los estudios relacionados en la siguiente sección prevén que pueden darse tales impactos más inmediatos, pero al mismo tiempo destacan el efecto positivo que puede tener la migración sobre el consumo, la inversión y el potencial de crecimiento a largo plazo. Por lo reciente del fenómeno y la disponibilidad de datos para el caso de Norte de Santander, solo fue posible evaluar las consecuencias más visibles en el corto plazo. También se debe tener en cuenta que Venezuela representa un socio y mercado importante para la economía de esta parte del país. Por tanto, los efectos negativos que se pueden apreciar en los indicadores socioeconómicos no solo se deben asociar a la inmigración en sí misma sino también a la crisis económica venezolana que la origina.
El presente artículo analiza una amplia variedad de indicadores económicos y sociales en el periodo previo al choque migratorio y a la crisis económica venezolana y en el periodo posterior, con el fin de identificar posibles efectos en diferentes dimensiones asociadas al bienestar de la población de ese departamento. Se utilizaron datos socioeconómicos del DANE, información departamental y sectorial y se construyeron indicadores como el Índice de Crecimiento de los Principales Socios y el Índice de Tipo de Cambio Real para Norte de Santander, con el fin de considerar el canal a través del comercio externo.
Adicionalmente, y aprovechando que se cuenta con el Indicador de Monitoreo de la Actividad Económica (IMAE) en el departamento1, calculado por la Universidad Javeriana Cali y la Cámara de Comercio de Cúcuta (Vidal et al., 2017), se estimó un modelo de regresión lineal para contar con una primera aproximación econométrica al efecto de corto plazo de la inmigración y crisis venezolana en el crecimiento económico de Norte de Santander durante el periodo 2012-2019.
El artículo tiene la siguiente estructura. En la sección 2 se resumen las consecuencias económicas más relevantes que examina la literatura cuando acontecen fenómenos migratorios. En la sección 3 se explican la metodología y los indicadores empleados. En la sección 4 se relacionan las dinámicas de la migración, el comercio externo y el crecimiento económico. En la sección 5 se evalúan los indicadores sociales y del mercado laboral. En la sección 6 se presentan las conclusiones.
Los estudios sobre inmigración y crecimiento económico: un resumen
Gran parte de la literatura sobre los efectos de la inmigración en las economías está centrada en los impactos sobre el mercado laboral (por ejemplo, los estudios de Borjas, 2003; Card, 2001; Card, 2005; Ottaviano y Peri, 2008; Dustmann, 1994; Friedberg y Hunt, 1995; Kerr y Kerr, 2011 y Bõhme y Kups, 2017). Los trabajos sobre los impactos de la inmigración en la actividad económica en general pueden diferir en la medida en que se aprecien significativos contrastes entre el nivel de capital humano de los inmigrantes que ingresan al país o región destino. Si los inmigrantes poseen un bajo nivel de capital humano, ello puede afectar negativamente la dinámica de la producción, pero cuanto mayor es su contenido de capital humano, mayor es su contribución (positiva) a la variación del PIB per cápita. (Véanse, por ejemplo, los estudios para los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos [OCDE] de Dolado et al., 1994; Orefice, 2010; Boubtane et al., 2016; Smith y Thoenissen, 2018 y el estudio para los Países Bajos de Muysken y Ziesemer, 2011).
Otros estudios enfatizan que la inmigración produce efectos sobre el crecimiento económico a través de la Productividad Total de los Factores (PTF). Los efectos dependen de las habilidades productivas, y en particular, de los grupos de edades de la nueva población: una mayor proporción de inmigrantes entre los muy jóvenes o adultos mayores genera un impacto negativo en los ingresos totales, mientras que una mayor proporción de inmigrantes entre los trabajadores en edad de trabajar tiene un efecto positivo. (Los estudios de Aleksynska y Tritah, 2015; Ortega y Peri, 2014; d'Albis et al., 2016; Alesina et al., 2016 y Campo et al., 2018, así lo ilustran).
Adicionalmente, existen algunos trabajos empíricos que abordan la inmigración general sin considerar el canal a través del cual se ve afectado el crecimiento. Por ejemplo, Felbermayr et al. (2010) encontraron una correlación positiva entre la inmigración y el PIB per cápita: un aumento del 1 % en el número de migrantes conduce a un aumento del 0,22 % en el PIB per cápita de una muestra representativa de países. Bellini et al., (2008) observaron que la proporción de extranjeros en la población total produce un impacto positivo en el PIB per cápita de las regiones de destino de la Unión Europea. Por su parte, Ortega y Peri (2009) hallaron que el efecto de la migración en el PIB per cápita de los países de acogida es negativo, a pesar de algunos resultados positivos de los migrantes con un alto nivel educativo en el PIB per cápita. En esta misma línea, la OCDE y la Organización Internacional del Trabajo, en un estudio publicado en 2018 argumentaron que es improbable que la inmigración reduzca el PIB per cápita. Esta investigación se realizó en diez países de ingresos bajos y medios: Argentina, Costa Rica, Costa de Marfil, Ghana, Kirguistán, Nepal, República Dominicana, Ruanda, Suráfrica y Tailandia. Los cálculos de la contribución positiva de los inmigrantes al PIB varían desde el 1 % en Ghana hasta el 19 % en Costa de Marfil, con un promedio del 7 %.
En Colombia se conoce el estudio de Reina et al., (2018) que analiza el impacto económico del fenómeno migratorio venezolano hacia el país en el corto y en el mediano plazos.
Realizaron a partir de una función Cobb-Douglas unas simulaciones de diferentes choques en volumen, de incrementos a la Población Económicamente Activa (PEA) a causa de la inmigración desde Venezuela, manteniendo lo demás constante (productividad y formación bruta de capital-FBKF) sobre el PIB potencial de Colombia. Los resultados revelaron que el crecimiento potencial del país pasaría de 3,4 % en 2018 y 3,2 % en 2019 a nivel cercanos al 3,6-3,9 % en 2018 y 3,4-3,7 % en 2019. (Citado en Fedesarrollo, 2018, p. 56)
El informe del Banco Mundial (2018) determinó los impactos sociales, sectoriales y económicos de la migración sostenida de personas desde Venezuela en Colombia, particularmente en los principales municipios receptores, de acuerdo con la información cuantitativa y cualitativa preexistente. "Mediante un modelo de equilibrio general computable (MEGC) argumentan que la incidencia del choque migratorio sobre la economía sería positiva, generando crecimiento económico en el mediano plazo" (citado en Fedesarrollo, 2018, p. 60).
Los resultados de este modelo muestran que, en el caso de una inmigración de 0,5 millones de personas en la edad de trabajar, equivalente a una migración total de 819.672 personas, el crecimiento económico se aceleraría por 0,2 puntos porcentuales. Esto estaría principalmente explicado por una aceleración en el consumo e inversión de 0,3 y 0,2 puntos porcentuales, respectivamente. (Banco Mundial, 2018, p.119)
La principal desventaja que enfrentaron estos estudios para Colombia es la ausencia en el uso de indicadores para medir apropiadamente y con suficiente número de observaciones el efecto sobre la actividad económica a escala regional. En ambos casos se estima un efecto general sobre el crecimiento nacional, utilizando el PIB anual del país. Por el contrario, la estrategia empírica que se desarrolla en este estudio se distingue por: 1) emplear como variable proxy del PIB departamental, un indicador mensual de actividad económica y 2) estimar con un modelo de regresión lineal el efecto real de la inmigración venezolana sobre el ciclo de crecimiento de la región con mayor afluencia de inmigrantes a escala nacional. No obstante, estas ventajas tienen como limitación el corto periodo que no permiten medir los impactos de largo plazo y la ausencia de un modelo teórico que guíe las aproximaciones empíricas.
Metodología e indicadores utilizados
Para analizar posibles efectos del fenómeno migratorio en Norte de Santander, este artículo estudia el comportamiento de un grupo clave de indicadores que aproximan diferentes dimensiones económicas y sociales en el periodo 2012-2019. Se evalúan variables relacionadas con el mercado laboral (tasa de desempleo, tasa de ocupación laboral y tasa de informalidad); las condiciones de ingreso y su distribución dentro de la población (incidencia de la pobreza monetaria, coeficiente de Gini) y se observa el acceso a servicios de educación, salud y servicios públicos del departamento (tasa de cobertura bruta en educación básica, tasa de deserción escolar, número de afiliados a la seguridad social, cobertura de vacunación, entre otras variables).
Debido a la poca disponibilidad de datos, lo que se busca con este análisis es valorar la coincidencia en el tiempo de los cambios en la trayectoria de los indicadores con la agudización de la crisis venezolana y el aumento del flujo migratorio hacia Norte de Santander. Sin embargo, no es posible establecer una relación de causalidad entre ellos verificable estadísticamente.
Para el desarrollo de este trabajo se construyeron varias métricas con el fin de precisar el fenómeno de la migración o sus diferentes impactos. Se calculó la migración neta a partir de la diferencia entre las entradas y salidas mensuales (aéreas y terrestres) registradas por el puesto de control migratorio Puerto Santander, el puente internacional Simón Bolívar y el aeropuerto Camilo Daza. Como se mencionó anteriormente, se utilizaron los datos trimestrales del IMAE para Norte de Santander, elaborado por la Cámara de Comercio de Cúcuta y la Pontificia Universidad Javeriana Cali. El indicador permite dar seguimiento trimestralmente al crecimiento económico del departamento en el periodo de estudio. El IMAE contiene información directa o indirecta sobre diferentes actividades clave de la economía regional de Norte de Santander. Se construyó con variables de los sectores agrícola, minero, industrial, construcción, comercio, externo y financiero. (Para mayor detalle sobre la metodología del IMAE consultar Vidal et al., 2015; Vidal et al., 2017; Sierra et al., 2017; y para las aplicaciones teniendo en cuenta el IMAE ver Vidal et al., 2021).
Adicional a ello, se construyó un indicador de crecimiento de los principales socios comerciales de Norte de Santander, que evalúa trimestralmente el crecimiento ponderado de los países destino de las exportaciones del departamento, con el fin de considerar otros canales de transmisión.
Las ponderaciones utilizadas para el cálculo se basan en información del DANE (2019), tal como se advierte en la Tabla 1. Este indicador clave permitió cuantificar el impacto más directo de la crisis venezolana en el departamento fronterizo por el canal de comercio internacional, toda vez que toma en consideración la importancia del PIB venezolano entre los principales socios comerciales.
N.° | País | Peso (%) en total Exportaciones | Peso (%) en el total de comercio exterior |
---|---|---|---|
1 | India | 22,2 % | 17,9 % |
2 | Ecuador | 9,6 % | 8,2 % |
3 | Turquía | 9,6 % | 7,9 % |
4 | Reino Unido | 7,9 % | 6,3 % |
5 | Brasil | 6,1 % | 5,6 % |
6 | Japón | 5,1 % | 4,2 % |
7 | México | 4,1 % | 4,0 % |
8 | Venezuela | 3,5 % | 3,4 % |
9 | Estados Unidos | 2,4 % | 7,1 % |
10 | Perú | 1,9 % | 2,3 % |
11 | Suecia | 1,3 % | 1,1 % |
12 | Chile | 0,7 % | 0,8 % |
13 | España | 0,6 % | 1,8 % |
14 | Panamá | 0,2 % | 0,2 % |
15 | Canadá | 0,1 % | 0,2 % |
16 | China | 0,0 % | 5,6 % |
17 | Suiza | 0,0 % | 0,1 % |
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Comercio Exterior del DANE (2019).
El segundo indicador construido es el Índice de Tipo de Cambio Real para Norte de Santander, ITCR-NDS, que evalúa trimestralmente la competitividad-precio de Norte de Santander y corresponde a la relación del tipo de cambio nominal con respecto al conjunto de monedas externas de sus socios comerciales, ajustado por los precios relativos (cociente de los precios de los socios y los precios de Norte de Santander). Un aumento en el indicador (devaluación real del peso frente a las demás monedas) se asocia con un aumento en la competitividad-precio, debido a que los productos de ese departamento se tornan más baratos en comparación con los de los demás socios comerciales y viceversa. Las ponderaciones se basan en información del DANE sobre sus socios comerciales teniendo en cuenta exportaciones e importaciones, según se aprecia en la Tabla 1. En este indicador no se incluyó a Venezuela debido a que su sistema de tipo de cambio múltiple y con control de cambios distorsiona la información sobre competitividad-precio que intenta capturar.
Para la construcción del ITCR-NDS se empleó la metodología de Paridad de Poder Adquisitivo de Edwards (1989), utilizada así mismo por el Banco de la República de Colombia para la construcción del Índice de Tasa de Cambio Real. Se tuvo en cuenta el tipo de cambio nominal y el IPC de los principales socios comerciales de Norte de Santander. Como proxy de los precios del departamento se tomó el IPC de Cúcuta con base en datos del DANE. Las ponderaciones tanto para el Indicador de Crecimiento de los socios de Norte de Santander, como para el ITCR-NDS se elaboraron sobre un promedio móvil de cinco años.
Junto al análisis de diferentes indicadores económicos y sociales, y aprovechando que se cuenta con el IMAE para esta región, este trabajo también realizó una primera aproximación al efecto de corto plazo de la inmigración venezolana en el crecimiento económico de Norte de Santander durante el periodo 2012-2018. Para ello se estimó el siguiente modelo de regresión lineal, que busca formalizar una relación de causalidad estadística, aunque con una aproximación econométrica sencilla:
Donde el IMAE representa el crecimiento económico del departamento en el año t y es la variable dependiente del modelo. La migración neta desde Venezuela está representada por la variable MiG-NETA t . La otra variable explicativa de interés es el crecimiento de los principales socios comerciales de Norte de Santander, piB_socios t que refleja de forma ponderada el impacto del PIB venezolano. Las variables de control son: Índice de Tipo de Cambio real de Norte de Santander, ITCR_NDS; tasa de ocupación laboral, TOt; Índice de Seguimiento a la economía nacional (tomado del DANE), ISE t y la variable ENERGIA, que representa el consumo de energía de los sectores comercial e industrial del departamento. Todas estas tratan de recoger otros determinantes del crecimiento económico departamental: los precios relativos internacionales, la dinámica de la economía colombiana y la demanda interna.
Para comprobar la robustez estadística, se analizaron tres modelos. Los dos primeros corresponden a la ecuación (1), pero en el modelo 2 se utiliza el método de Mínimos Cuadrados Robustos para su estimación, en lugar de los Mínimos Cuadrados Ordinarios. Finalmente, para el modelo 3 se utiliza la ecuación (2) y el método de mínimos cuadrados ordinarios robustos, como se muestra a continuación:
En este caso se emplearon como variables de control la Tasa de Ocupación laboral (TO) en Cúcuta y su área metropolitana, con frecuencia trimestral y obtenida de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), realizada por el DANE de Colombia, el Indicador de Seguimiento a la economía (ISE) (datos mensuales del DANE) y el consumo mensual de energía comercial e industrial en Norte de Santander (datos del Sistema Único de Información de Servicios Públicos Domiciliarios, [SUI]).
Todas las variables se corrigieron previamente por estacionalidad y datos atípicos.
Migración, comercio externo y crecimiento económico
En la figura 1 se aprecia que la migración neta2 desde Venezuela hacia Colombia y Norte de Santander durante 2012 y 2014 se mantuvo en la gran mayoría del periodo en negativo, es decir, que la dinámica reflejada correspondía en mayor medida a población que migraba desde Colombia hacia Venezuela, motivada por la dinámica positiva de crecimiento económico del vecino país que durante esos años requería de mano de obra, tenía unos ingresos per cápita altos, mejores salarios y, lo más importante, era una economía cercana. Sin embargo, esta tendencia cambia desde mediados de 2015 a causa de la crisis que empieza a experimentar la economía venezolana, y es entonces cuando predomina la llegada masiva de ciudadanos del vecino país a territorio colombiano.
Durante los últimos cinco años (2015-2019), la migración neta desde Venezuela a Norte de Santander aumentó alrededor de 306,4 % y a escala nacional incrementó un 26,7 %. Estas cifras evidencian la dimensión y el acelerado ritmo de crecimiento del flujo migratorio venezolano que en el presente se ha convertido en uno de los retos más importantes que enfrentan las economías nacional y regional.
Cambios en el comercio externo
Como es de esperar, los niveles de comercio del departamento con Venezuela han estado afectados por la profunda crisis económica, social y política de este último. Sin embargo, la economía de Norte de Santander logró cambiar rápidamente su canasta exportadora y ello le permitió mitigar el impacto de la crisis en el volumen total de comercio exterior. Sucedieron dos cosas: 1) creció y se diversificó la geografía del intercambio internacional, al sumarse nuevos socios comerciales y 2) la canasta de productos se transformó drásticamente, para concentrarse en la exportación de combustibles minerales (carbón), aceites minerales y ceras.
Los datos muestran que cerca del 96 % de las exportaciones del departamento pasaron de ser enviadas a seis países del mundo, en cabeza de Venezuela, que representaba el 88 % de las ventas totales en 2007, a más de veinte nuevos socios comerciales en 2019, según se observa en la Tabla 2. Pero en 2016 Venezuela ya no aparece entre los principales países destino de las exportaciones departamentales y repunta Turquía con un 9,1 % del mercado, seguido por Guatemala, Brasil, Gabón y Estados Unidos, con una participación conjunta de 37,8 %. En la tabla 3 se advierte la caída de la participación de Venezuela en las ventas externas del departamento.
Año 2007 | Año 2019 | |||||||
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# | Socio comercial | Participación (%) | # | Socio comercial | Participación | # | Socio comercial | Participación |
1 | Venezuela | 88 % | 1 | India | 22,2 % | 13 | Estados Unidos | 2,37 % |
2 | Estados Unidos | 5,1 % | 2 | Ecuador | 9,6 % | 14 | Noruega | 2,25 % |
3 | China | 1,6 % | 3 | Turquía | 9,6 % | 15 | Perú | 1,89 % |
4 | Panamá | 1,5 % | 4 | Reino Unido | 7,9 % | 16 | Albania | 1,66 % |
5 | Zona franca de Cúcuta | 0,7 % | 5 | Brasil | 6,1 % | 17 | Italia | 1,35 % |
6 | Holanda | 0,5 % | 6 | Japón | 5,1 % | 18 | Suecia | 1,32 % |
7 | Gabón | 4,9 % | 19 | Francia | 1,14 % | |||
8 | Guadalupe | 4,2 % | 20 | Rep. Dominicana | 0,92 % | |||
9 | México | 4,1 % | 21 | Puerto Rico | 0,69 % | |||
10 | Guatemala | 3,6 % | 22 | Chile | 0,66 % | |||
11 | Venezuela | 3,5 % | 23 | España | 0,59 % | |||
12 | Finlandia | 2,4 % | 24 | Irlanda | 0,32 % |
Fuente: cálculos y elaboración propios a partir de datos de la DIAN-DANE (2019).
UM: millones de dólares, variación anual y participación (%) Periodo 2007-2019 | |||
---|---|---|---|
Año | Valor exportado | Variación (%) | Participación (%) |
2007 | 605,6 | 302,3 | 88,1 |
2008 | 1202,1 | 98,5 | 90,4 |
2009 | 620,8 | -48,4 | 84,3 |
2010 | 68,9 | -88,9 | 24,0 |
2011 | 106,5 | 54,6 | 26,2 |
2012 | 149,3 | 40,2 | 37,1 |
2013 | 133,5 | -10,6 | 33,1 |
2014 | 51,3 | -61,5 | 18,8 |
2015 | 26,1 | -49,2 | 13,4 |
2016 | 6,5 | -75,0 | 5,4 |
2017 | 18,0 | 175,6 | 8,5 |
2018 | 14,1 | -21,7 | 4,5 |
2019 | 14,3 | 1,7 | 3,5 |
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de comercio internacional del DANE (2019).
La crisis económica venezolana se reflejó en la desaceleración del crecimiento promedio de los socios comerciales desde finales de 2014. En gran parte de 2016 incluso fue negativa. Pero gracias a la rápida reorientación geográfica se evidenció cómo el crecimiento promedio ponderado del PIB de los socios comerciales del departamento logró repuntar moderadamente a partir del primer trimestre de 2017, aunque en el segundo trimestre de 2018 retomó la tendencia decreciente. En realidad, este es un resultado sorprendente si se considera que en este periodo Venezuela perdió la mitad de su PIB, así como lo ilustra la Figura 2.
Fuente: esta métrica del sector externo de Norte de Santander la calcularon y la elaboraron los investigadores (2019).
En cuanto a la canasta exportadora por productos, el departamento pasó de tener en 2007 el 87 % de las exportaciones diversificadas en un grupo amplio de bienes como prendas de vestir, calzado, productos cerámicos, alimentos y bebidas, hortalizas, cobre, minerales, muebles y grasas animales y vegetales a concentrar el 85 % de sus ventas externas en 2019 en combustibles, aceites y ceras minerales (Tabla 4). El auge en las exportaciones de combustibles minerales (carbón), si bien puede ser una debilidad estructural a largo plazo, le permitió al departamento recuperar el crecimiento de sus exportaciones. Las ventas externas de este producto crecieron 28,5 % en 2019, porque pasaron de 272,4 millones a 350,1 millones de dólares. Los principales destinos comerciales de este mineral en 2019 fueron, en su orden, India (26,1 %), Turquía (11,3 %), Reino Unido (9,3 %), Brasil (7,1 %), Japón (5,9 %), Gabón (5,7 %) y México (4,7 %).
Año 2007 | Año 2019 | |||||||
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# | Producto | Peso (%) en el total | # | Producto | Peso (%) en el total | # | Producto | Peso (%) en el total |
1 | Prendas y complementos de vestir | 20,4 % | 8 | Sal; azufre; tierras y piedras; yesos, cales y cementos | 3,9 % | 1 | Combustibles aceites y ceras minerales | 85,0 % |
2 | Calzado | 9,4 % | 9 | Muebles; mobiliario médicoquirúrgico; artículos de cama | 3,8 % | 2 | Grasas y aceites animales o vegetales | 6,5 % |
3 | Pieles y cueros | 8,7 % | 10 | Productos editoriales | 3,0 % | 3 | Abonos | 1,3 % |
4 | Productos cerámicos | 4,6 % | 11 | Grasas y aceites animales o vegetales | 2,7 % | 4 | Reactores nucleares, calderas, máquinas, otros | 1,1 % |
5 | Hortalizas, plantas, raíces y tubérculos | 4,5 % | 12 | Manufacturas de cuero | 1,3 % | 5 | Productos cerámicos | 1,0 % |
6 | Madera, carbón vegetal y manufacturas de madera | 4,3 % | 13 | Abonos | 1,1 % | 6 | Plástico y sus manufacturas | 0,8 % |
7 | Carnes y despojos comestibles | 4,2 % | 14 | Combustibles y aceites minerales | 0,3 % | 7 | Calzados, polainas y artículos análogos | 0,7 % |
Fuente: cálculos y elaboración propia a partir de datos de la DIAN-DANE (2019).
La evolución de las exportaciones de Norte de Santander también puede tener la influencia de la competitividad-precio que contempla los movimientos de la tasa de cambio real. El Índice de Tipo de Cambio Real (sin considerar a Venezuela) evidenció el efecto-precio desfavorable que recibió el sector exportador del departamento en el periodo 2015-2018, después de registrar una tendencia a la depreciación por más de cinco años consecutivos, como lo muestra la Figura 3. No obstante, en 2019 el ITCR-NDS mostró que el departamento retomó una depreciación acumulada de 13,5 % (mejoramiento de los precios relativos de los bienes producidos en su comparación internacional). De este modo se rompe con una racha de tres años consecutivos de apreciaciones reales. La depreciación real de la tasa de cambio también aumentó el poder adquisitivo en pesos de las remesas, lo cual se convirtió en un factor a favor de la demanda interna en el departamento durante ese año.
Efectos en el crecimiento económico
Previo a la crisis económica del vecino país, el PIB de Norte de Santander registró una dinámica alentadora al mantenerse creciendo por encima del promedio nacional (5,2 % en 2013 y 4,8 % en 2014). Luego del cierre de la frontera colombo-venezolana, la economía del departamento se desaceleró hasta un 2,3 % en 2015 (Figura 4), con un diferencial de crecimiento de 0,7 puntos porcentuales (p.p) por debajo del promedio nacional, debido al detrimento de dos de sus principales actividades económicas: agricultura y construcción, que representan 10,4 % y 9,8 % del total del PIB departamental, y que decrecieron 5,7 % y 3,6 %, respectivamente.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de cuentas nacionales y departamentales del DANE (2019).
En 2016 el PIB de Norte de Santander alcanzó una tasa de 4 % impulsado por la recuperación de 20,2 % en el sector de la construcción, un crecimiento de 8,2 % en las actividades inmobiliarias y una leve mejoría de 1,8 % en el sector de la agricultura. En 2017 el ciclo de la economía departamental sintió el coletazo y las consecuencias del cierre de la frontera y la agudización de la crisis venezolana, que se tradujo en un flujo migratorio más intenso.
El resultado del PIB del departamento en 2017 estuvo penalizado por la contracción en cuatro sectores clave de la región: agricultura (-0,6 %), explotación de minas y canteras (-3,3 %), industria manufacturera (-2,9 %) y construcción (-18,4 %). Por su parte, el IMAE del departamento reveló que la economía de la región se contrajo con mayor intensidad durante el segundo y tercer trimestres de 2017, porque decreció 1,1 % y 1,4 %, respectivamente, comparando los mismos trimestres del año anterior.
Los indicadores que lastraron el IMAE a terrenos negativos durante el segundo y tercer trimestres de 2017, fueron: el área culminada de construcción que se correlaciona positivamente con la evolución del sector de la construcción (-8 % y -57 %, respectivamente), la producción de carbón (-35 % en el segundo trimestre de 2017), el gasto de los hogares medido por la venta de vehículos nuevos (-19 % y 6 %, respectivamente) y el consumo de energía industrial y comercial, que suele relacionarse indirectamente con las actividades industrial y empresarial (-11 % y -0,5 %, respectivamente).
Resultados del modelo de regresión
En la tabla 5 se registran los resultados de las ecuaciones 1 y 2. La estimación para los tres modelos advierte una relación negativa y estadísticamente significativa entre la migración neta desde Venezuela y el crecimiento económico del departamento. Concretamente se encontró que en el corto plazo un incremento de 1 % en la migración venezolana reduce entre 0,001 % y 0,002 % la actividad económica de Norte de Santander. Esta puede parecer una elasticidad pequeña, pero cuando se toma en cuenta que el flujo migratorio neto creció 306,4 % entre 2015 y 2019, ello implica que tal evento reduce el crecimiento promedio de este periodo en 0,61 %.
Con este hallazgo se puede argumentar que la incidencia del choque migratorio sobre la economía regional ha sido negativa en el corto plazo, lo que sugiere que el aparato productivo regional, tal como se podía esperar, no ha logrado aún incorporar suficientemente la nueva fuerza laboral y aprovechar los ingresos de los inmigrantes para expandir los niveles de actividad económica.
Los datos de empleo que se analizan más adelante confirman que el mercado laboral del departamento no logró incorporar a la población migrante que, en su mayoría, según Migración Colombia, se encuentra en edad de trabajar.
Por el momento, la evidencia empírica no captura los efectos positivos referidos por ejemplo por Aleksynska y Tritah (2015) y Ortega y Peri (3) que destacan que mayor proporción de inmigrantes entre los trabajadores en edad de trabajar tiene un efecto positivo en el crecimiento económico. Más bien los resultados podrían deberse a que solo se dispone de un periodo corto para apreciar este efecto. Aunque también coinciden con los hallazgos de Dolado et al. (1994) y Orefice (2010) para países de la OCDE, que concluyen que si los inmigrantes poseen un bajo nivel de capital humano el efecto es negativo en la variación de la producción. En el caso de la migración desde Venezuela que se radica en Norte de Santander, "el 29 % de la población migrante ha alcanzado un nivel de educación técnico, tecnológico o universitario por debajo del 34 % de los colombianos" (Fedesarrollo, 2018, p. 4) .
Variable | (1) | (2) | (3) |
---|---|---|---|
MIGR t | -0.0000105* | -0.0000121** | -0.0000109* |
(-0.00000538) | (-0.000006) | (0.00000566) | |
PIB- | 0.09648 | 0.147422 | 0.189846** |
SOCIOS t | (0.089371) | (0.097358) | (0.095248) |
ITCR_NDS t | -0.029471*** (0.007005) | -0.027859*** (0.007631) | -0.02730*** (0.007589) |
TO t | 0.037825 | 0.030365 | 0.024707 |
(0.019254) | (0.021269) | (0.021092) | |
ISE t | 34.76009** | 37.10643** | 44.49542*** |
(14.23354) | (15.50757) | (14.71269) | |
ENERGIA t | 3.679008 | 3.320452 | - |
(2.545035) | (2.77248) | - |
Fuente: elaboración propia.
Nota: ***Significativo al 1 %, **Significativo 5 % y * significativo al 10 %. Los errores estándar están entre paréntesis.
No obstante, en 2019, de acuerdo con Galvis et al. (2019), el 65 % de los venezolanos migrantes a nivel nacional contaba con estudios secundarios, 12 puntos porcentuales más que el promedio de los colombianos (53 %). También, resalta que solo el 4,1 % de esta población migrante se encontraba sin escolaridad formal, dato que contrasta con el registro para los colombianos durante este mismo año (11,2 %).
El parámetro relacionado con el crecimiento de los principales socios comerciales de Norte de Santander no resultó estadísticamente significativo en los modelos 1 y 2, solo en el modelo 3 se encontró que un aumento de 1,0 % en el crecimiento económico nacional incrementa la producción departamental en 0,4 %. La falta de robustez en la significancia estadística sugiere tomar el resultado con cautela, y de alguna manera coincide con el análisis previo sobre el canal del comercio exterior. Si bien Venezuela enfrentó una caída de su PIB de grandes proporciones, el departamento fronterizo logró una reorientación destacada de su canasta exportadora que le permitió amortiguar los impactos en su economía.
Mercado laboral y servicios públicos
Condiciones de pobreza y empleo
Los principales indicadores del mercado de trabajo en el departamento durante los últimos siete años (2012-2019) evidencian un panorama desalentador. Desde 2015, coincidiendo con la ola migratoria desde Venezuela, la tasa de desempleo se mantuvo con una pronunciada y persistente tendencia alcista: con niveles de dos dígitos y superando los registros nacionales, según se advierte en la figura 5. En 2019 la tasa de desempleo departamental se ubicó en 14,6 %, marcando un incremento de 2,1 puntos porcentuales (p.p) con respecto al dato registrado en 2015, y con un diferencial de crecimiento de 4,1 p.p por encima del promedio nacional (10,5 %). En Cúcuta y su área metropolitana, al cierre de 2019, la tasa de desempleo se ubicó en 15,8 %.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE (2019).
Por su parte, la tasa de ocupación (TO) entre 2012 y 2019 disminuyó tanto en Norte de Santander como en Colombia. En 2019, la TO a nivel departamental se ubicó en 47,7 %, inferior en 8,9 p.p al dato nacional registrado (56,6 %) y en 7,0 p.p con respecto al reporte de 2012, que se evidencia en la figura 6. Este comportamiento confirmó lo difícil que ha sido para el aparato productivo nacional y especialmente el departamental, incorporar la mano de obra de la población inmigrante. La magnitud y velocidad del flujo migratorio supera la capacidad de absorción del mercado laboral doméstico.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE (2019).
Como consecuencia de ello, las iniciativas laborales de carácter no formal son cada vez más recurrentes. Desde 2012 en adelante Cúcuta ha experimentado niveles de informalidad cercanos al 70 %, muy superior al promedio nacional de 49,3 %. Durante 2019 la proporción de ocupados informales en la ciudad fue una de las más altas del país ya que se situó en 71,1 %. El dato fue superior en 23,8 p.p comparado en el registro nacional (47,3 %), aunque no se evidencia un cambio de tendencia con el mayor flujo migratorio (Figura 7).
Este flagelo es sin duda un problema estructural de la economía departamental, que se ha mantenido latente durante los últimos años y que se ha agudizado debido al alto número de individuos tanto colombianos retornados como venezolanos provenientes de su país. Esto puede explicarse por el hecho de que la población migrante cuenta con un nivel mayor de educación y competencias en comparación con la población de áreas receptoras, por las dificultades en la obtención de un estatus migratorio regular que les permita emplearse formalmente y porque su mano de obra es de un costo significativamente menor a la de los colombianos residentes (Banco Mundial, 2018, p. 103).
Como producto de las limitaciones del mercado laboral nacional y departamental para ajustarse a la rápida llegada de migrantes venezolanos, se han generado presiones adicionales sobre los indicadores de bienestar.
La proporción de población en condición de pobreza monetaria en Norte de Santander se ha ubicado en promedio alrededor del 46,1 % durante los últimos ocho años. Mientras que a nivel nacional se ubicó en promedio alrededor del 36,6 %. Entre 2012 y 2013 este indicador presentó una tendencia decreciente y disminuyó en ese periodo hasta en 1 p.p (Figura 8). Sin embargo, a partir de 2014, el indicador exhibió incrementos marcados mayormente en 2019, cuando la proporción de personas que se encontró en situación de pobreza monetaria alcanzó el 51,9 %, lo que significó un incremento de 4,5 p.p respecto a 2018.
En cuanto al Coeficiente de Gini el departamento registró unos valores menos comprometedores en comparación con el nacional. En 2019 en los ámbitos nacional y regional se detuvo la tendencia decreciente que se venía registrando desde 2015 (Figura 9).
Acceso a servicios públicos
En la figura 10 se observa que la tasa de cobertura bruta en educación básica y media3 en el departamento promedió 101,9 % desde 2012 hasta 2019 y experimentó un ritmo de crecimiento acelerado desde inicios de 2016. Este dato reflejó que la demanda social en esta zona fronteriza fue mayor a la población en edad teórica para cursar educación básica y media (6 a 17 años), por lo que el indicador en los últimos tres años tomó valores superiores al 100 %.
El Banco Mundial (2018) destacó que "el sistema educativo podría haber absorbido hasta 164 mil estudiantes migrantes y retornados" (p. 98) durante 2017 y 2018, lo que estaría desbordando la capacidad del sistema educativo departamental:
Descapitalizando las instituciones, disminuyendo la calidad ya deteriorada del servicio, aulas sobresaturadas, escasez de profesores y materiales, raciones del PAE distribuidas entre un número mayor de estudiantes excluidos, para dar prioridad a otros en mayor nivel de vulnerabilidad y comunidades locales que han destinado de sus propios recursos para proveer a niños venezolanos de transporte o alimentación. (Banco Mundial, 2018, pp. 22 y 99)
Por su parte, la deserción escolar nacional y departamental ha evidenciado un comportamiento similar. En 2013 y 2015 este indicador en Norte de Santander se mantuvo por debajo del nacional, pero en 2016 registró la mayor tasa (4,8 %),superando en 0,2 p.p el dato de Colombia. Sin embargo, durante 2019 esta tasa se redujo a nivel regional y se ubicó por debajo del promedio nacional en 0,3 p.p (Figura 11).
Según cifras del Ministerio de Salud (2019) el 100 % de la población de Norte de Santander se encontraba asegurada en salud, lo que correspondía a 1.449.651 ciudadanos. Destaca que en 2019 el número de afiliados al sistema general de salud se incrementó especialmente en el régimen subsidiado (Figura 12). En este caso el Banco Mundial (2018) refiere que:
la atención en salud a migrantes venezolanos creció de 125 casos en 2014 a casi 25 mil en 2017, y a más de 18 mil atenciones en los primeros meses de 2018, afectando la capacidad de prestación del servicio e incrementando el número de afiliaciones al régimen subsidiado. (p. 91)
Fuente: elaboración propia con datos a partir de información de Aseguramiento en salud del Ministerio de Salud (2019).
De acuerdo con el Ministerio de Salud (2018) para la vigencia fiscal 2018 se asignaron $20.255 millones para cofinanciar fundamentalmente la atención de urgencias de la población migrante proveniente de Venezuela, y que ha sido acogida en Colombia. A Cúcuta se le asignaron $5.993 millones, que equivalen al 30 % del total, para el apoyo y dotación de la red de prestación de servicios, con equipos médicos y ambulancias de transporte asistencial.
Estos datos también resaltan la puesta en marcha de programas de vacunación ejecutados por el Ministerio de Salud en las fronteras y en las ciudades con más migrantes. Estas estrategias hacen frente al reforzamiento de la vacunación contra el sarampión y la rubeola, con el suministro de al menos 24 mil dosis que se aplicaron a niños de entre 0 y 6 años. En total, en 2018 se aplicaron 677.645 dosis a personas venezolanas en Colombia con una inversión de $9.662 millones. "En Norte de Santander, Santander, La Guajira, Arauca, Cesar, Magdalena, Atlántico y Antioquia, Bogotá y Cartagena se concentró el 84 % de las inmunizaciones aplicadas" (Revista Semana, 2019). En la Figura 13 se aprecia el aumento en la cobertura de vacunación en el departamento fronterizo.
Fuente: elaboración propia con datos del Departamento Nacional de Planeación (DNP) a partir de información del Ministerio de Salud y protección social (2018).
Junto a la demanda de servicios médicos crece también la demanda de agua potable y energía. En el departamento el número de suscriptores con acceso a agua potable se incrementó de forma considerable en 2017, hasta alcanzar una tasa de variación de 9 % con respecto a 2016, cuando registró una caída de 4,7 %. El número de suscriptores con acceso a energía reflejó una tendencia de crecimiento más estable y se incrementó durante 2017 (4,3 %), 2018 (4,7 %) y 2019 (3,2 %), así se advierte en la Figura 14.
La mayor demanda de servicios públicos añade presión sobre los presupuestos locales. El presupuesto de gasto de inversión reportado por el gobierno municipal de Cúcuta se incrementó desde 2016 en adelante, especialmente en los sectores de salud, educación y provisión de agua potable y servicios públicos (Alcaldía de San José de Cúcuta, 2018).
Conclusiones
Los estudios internacionales reflejan que una oleada migratoria puede traer impactos de diversos signos y en distintos horizontes temporales, pero siempre generando tensiones en el corto plazo en el empleo, la pobreza y las finanzas públicas. En el caso de Norte de Santander, si bien no es posible verificar estadísticamente una relación de causalidad, los indicadores de empleo y de pobreza evaluados muestran un deterioro en momentos en que crece el flujo migratorio desde Venezuela.
Debido a lo significativo y la corta duración en que llegan los migrantes, se requieren políticas especiales que fomenten la empleabilidad y reduzcan la informalidad laboral regional. Las autoridades no pueden esperar a que el mercado laboral por sí solo se ajuste en el largo plazo y absorba la nueva fuerza laboral. Se trata de un proceso, que tal como muestran las estimaciones y los análisis, genera tensiones sociales y económicas muy preocupantes en el corto plazo, que deben ser atendidas de una manera creativa por las autoridades nacionales y territoriales.
En el presente artículo se llama la atención sobre el salto en la demanda de servicios públicos que añade tensiones a los presupuestos regionales y desafía la capacidad de respuesta local para ofrecer toda la cobertura se que requiere. Por esto se recomienda que los gobiernos departamental y nacional continúen con los esfuerzos para financiar el exceso de gasto público y busquen recursos de la comunidad internacional para atender un fenómeno que responde a una realidad que rebasa las fronteras colombianas.
En cuanto a los impactos sobre la actividad económica se estimó un efecto neto negativo estadísticamente significativo de la migración de venezolanos en el crecimiento económico de Norte de Santander. La elasticidad estimada es relativamente pequeña, pero en virtud de la magnitud del flujo migratorio, implica que tal evento redujo el crecimiento promedio departamental del periodo 2015-2019 en 0,61 %.
Por otra parte, la estimación del impacto de la crisis económica venezolana, examinada a la luz de la reducción de las exportaciones de Norte de Santander, no es concluyente. Influye en este resultado que en el momento de la crisis venezolana la economía del departamento modificó su patrón de comercio internacional, diversificando los socios comerciales y transformando su canasta exportadora. El impacto comercial se aminoró debido a la pérdida de participación del mercado venezolano en las exportaciones de Norte de Santander.
Todos estos efectos llegan antes de la pandemia de la COVID-19. Para próximos estudios valdría la pena que examinar qué consecuencia tiene a mediano plazo tal situación sobre los flujos migratorios, lo cual pudo haber generado en el corto plazo algún retorno de emigrados a Venezuela.