Los vientos del liberalismo en el Caribe. Efectos, transformaciones e intercambios en la transición del siglo XVIII al XIX, es el resultado de una variada compilación de historiadoras e historiadores que, a lo largo de sus trayectorias, han aportado a los estudios críticos sobre el Gran Caribe teniendo en cuenta dinámicas, efectos y retos dentro de la disciplina. En esta oportunidad, el componente que integra los trabajos expuestos en este libro son las conexiones alrededor de las poblaciones, tensiones que guardan los escenarios del mar, las relaciones socio económicas, la libertad y el alcance gestado en las acciones y los cambios que se pronunciaron ante el reformismo durante el siglo XVIII.
El libro está compuesto por tres apartados en los que se expone en detalle no solo las transformaciones políticas y económicas, sino las perspectivas del tránsito social en las relaciones del Caribe frente a las ideas de luchas, crisis e independencias. La primera parte titulada Vientos de cambio. Comunicaciones imperiales, individuación femenina y valoraciones territoriales se compone de tres artículos. En el primero, Roció Moreno, señala el papel relevante que tuvo el correo como medio de comunicación entre las autoridades y los territorios en la América colonial, pues sirvió como canal para aseguramiento del aviso y acato de las ordenes reales. Así fue uno de los elementos claves dentro de las reformas borbónicas para la manutención del poder y centralización de la información, por la efectividad de las disposiciones y el contacto directo con los territorios. La autora enfoca la importancia de Cartagena de Indias como uno de los enlaces oficiales de comunicación oficial no solo de la región neogranadina sino de todo el Caribe en el siglo XVIII.
En el segundo artículo Mabel López Jerez detalla como las ideas del reformismo borbónico, fomentaron cambios y conductas en el pensamiento de las mujeres frente a la postura autónoma que se retrató en las acciones de este grupo poblacional en el Caribe de la Nueva Granada. La autora, también pone en consideración las dinámicas de las manifestaciones sobre la defensa, incluso, protección a la integridad en los modos de vida maritales, en los casos de agresión y abuso. Si bien, no se puede homogenizar el pensamiento y comportamiento de las mujeres en el ámbito del liberalismo social en el territorio, si se estrechan lazos con el anhelo de justicia y buen trato. Sin embargo, estas luchas no fueron sencillas, puesto que ante una sociedad que ejercía presión sobre las formas tradicionales y buenas costumbres socialmente aceptadas, el rechazo hacia estas no fueron recibidas con beneplácito, lo que cerró la participación de mujeres en diversos escenarios sociales.
En el tercer artículo escrito por Raúl Román y Antonino Vidal, se estudian las luchas de poder emprendidas por España e Inglaterra, quienes estuvieron unidos por intereses territoriales y comerciales, pero separados por el control y hegemonía de los espacios de la América colonial. El Caribe fue un epicentro que llevó a los españoles a replantear los intereses geopolíticos, y jugó un papel clave en la economía, ya que, al no contar con amplia producción de oro y plata, se optó por mantener un control que abriera un abanico de posibilidades para la renta y la ocupación territorial. De este modo, la protección de ataques de enemigos, la formación de mercado y las relaciones trazadas a partir 376 de los escenarios portuarios son las premisas sobre las que se desarrollan las luchas entre las dos coronas.
En el segundo apartado del texto titulado Transformaciones económicas, libertad comercial y roles portuarios en los litorales del Caribe occidental, Anthony Goebel McDermott y Ronny Viales Hurtado analizan los factores ambientales derivados de la construcción del fuerte de San Fernando de Matina durante fines del siglo XVIII, en la actual Costa Rica. El estudio examina el contexto del reformismo borbónico como uno de los elementos para la expansión comercial de las transnacionales fruteras de Estados Unidos a principios del siglo XX, lo que ilustra la intervención extranjera en la aceleración de estructuras comerciales. Los autores proponen que, en medio de las políticas borbónicas, la generación de renta por medio de las actividades económicas buscó posicionar el comercio a través de la explotación de los recursos que, posteriormente, implicó la transformación del paisaje incidiendo en la vida socioambiental de la población. Se enfatiza en la United Fruit Company, que dispuso de control espacial y ambiental para las operaciones productivas en el aprovechamiento de recursos en este territorio.
El segundo artículo de Luis Mezeta propone un análisis sobre las consecuencias que derivaron de las políticas proteccionistas en el comercio para América y la promulgación de monopolios en las últimas décadas del control monárquico. El territorio de estudio es Yucatán, donde se detallan las consideraciones en un escenario de liberalismo económico dado por los comerciantes, quienes extendieron el librecambismo por el Caribe colonial tardío. El autor indica como en los escenarios caribeños las relaciones y transformaciones económicas, dieron lugar a intereses de ocupación y control de las áreas estratégicas donde existían libertades de comercio.
En el último artículo de este apartado Elizabeth Payne, de manera detallada, presenta las experiencias del desarrollo en los puertos de Centroamérica durante las dos primeras décadas del siglo XIX. La autora revela un panorama con las diferentes etapas que los puertos experimentaron con respecto a la consolidación de intereses y disposiciones orientadas hacia el Caribe. En este contexto, Payne, expone que los puertos caribeños ocuparon un papel secundario hasta este siglo, 377 pues solo con el protagonismo borbónico se observan reformas que cambiaron la percepción y atención sobre esta zona. No obstante, en estas trasformaciones se evidencian tensiones que reflejan el deseo de independencia, lo que vino de la mano del descenso económico en estos puertos lo que agudizó el control hispánico. Los puertos caribeños presentaron un desempeño limitado que no generó competitividad con los mercados externos y las poblaciones, que correspondió con un desempeño favorable en las demandas internas de mercado.
El tercer apartado denominado Espionajes coloniales, diplomacias metropolitanas y redes de comunicación contrainsurgentes en el Caribe Imperial, inicia con un primer artículo de Antonino Vida y Raúl Román, que da cuenta del rol de los agentes imperiales en las disputas monárquicas que, por medio de las reformas e intereses geoespaciales, agudizaron los esfuerzos para la manutención de la corona española en Caribe. Los autores muestran como los enfrentamientos de españoles e ingleses a lo largo de la primera parte del siglo XIX, propiciaron una serie de esfuerzos de tipo militar con el ánimo de establecer estrategias para la protección de los espacios. Los sistemas de espionaje y la búsqueda de elementos estratégicos por parte de los españoles sirvieron como objeto para la planificación y acción de contrarrestar las aspiraciones de los ingleses en rutas de comercio y dominio territorial.
En el segundo escrito Calos Murgueitio, interpreta las relaciones que sostuvo España y Francia durante la independencia de Haití. Se distinguen los propósitos del partido patriota blanquista, que conforma la Asamblea Colonial de Saint Marc en marzo de 1790, irrumpiendo los deseos de libertad e igualdad de las gentes de color, quienes se oponían a la Asamblea Nacional de Paris, abriendo camino a una disputa civil. Durante este periodo los temas socio raciales convergen hacia la búsqueda de libertad y transformación de libertades. Ahora bien, el rechazo y las luchas entre los diversos actores sociales, fue una constante para muchos de los lideres quienes fueron sometidos por las autoridades francesas a todo tipo de condenas dando ejecución a muchos miembros de estas campañas por las gentes de color en Santo Domingo Francés (Haití).
El último capítulo lo cierra Johanna Von Grafenstein, por medio de un análisis de redes de comunicación indica como en la época de la independencia la información fue un hilo conector en la campaña expedicionaria de Xavier Mina, que se dieron a partir de los planes defensivos en el golfo de México. De esta forma, la autora pone en consideración los hechos y dinámicas que emprendieron tanto los expedicionarios como las autoridades del virreinato en un escenario de circulación de información, donde el Caribe fue el espacio protagonista de estas actividades. La autora señala como la información contaba con una serie de atributos entre los que se destaca: el detalle y la confiabilidad de las comunicaciones, por consiguiente, fue importante para advertir sobre peligros como enfrentamientos a los que estaba expuesta la monarquía novohispana. La calidad de la información y los detalles que esta guardaba, sirvieron para la toma de decisiones y resolución de problemáticas para acabar con la expedición de Mina en el golfo de México. Una vez más, en este y otros escenarios del Caribe la información representó un factor crucial en las actuaciones y estrategias de las autoridades españolas.
El esfuerzo que Antonino Vidal y Raúl Román han realizado para visibilizar las áreas de estudio de los autores que conforman el texto es de destacar, pues la variedad de análisis y el abordaje de cada temática logra conectar varios elementos importantes para entender las transformaciones del Gran Caribe durante el periodo del tardío colonial. El propósito del libro se cumple, aunque, resalta el problema persistente de la ausencia de otros análisis que puedan servir para comparar otras comunidades, territorios y estrategias. Aun así, el marco conceptual de este libro es una de sus grandes fortalezas, que permite ahondar más a fondo en las temáticas expuestas, así como el uso de las fuentes es adecuado para reforzar y comprender los lineamientos propuestos por los autores.
Por tal, el texto recoge y coordina una serie de elementos historiográficos, políticos, culturales y económicos, que a través de las diversas perspectivas de los autores muestra un panorama más amplio sobre lo que fue el gran Caribe durante los siglos XVIII y XIX. Asimismo, la obra permite entender otras miradas analíticas que han resalto estudios que 379 tocan aspectos cotidianos que impactaron la vida política y comercial, basados en ideologías de identidad, luchas por el territorio y libertad
de las comunidades que fueron ejes de cambios en estos territorios. Por último, el libro resulta una pieza infaltable en el estudio del Gran Caribe para los historiadores en formación y, como complemento, a investigadores especializados en estas áreas.