La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2019) afirma que la educación tiene que evolucionar para ayudar a los individuos a formarse como personas, ciudadanos y profesionales que aporten a la mejora e integración de sus sociedades. Esto incluye la capacidad de producir conocimiento cientifico que permita comunidades sostenibles con una producción y un consumo de energía no contaminante, entre otras medidas para mantener un balance entre crecimiento económico sostenido y desarrollo sostenible (Naciones Unidas, 2015). Sin embargo, Turk et al. (2018) incluyen dentro de los obstáculos para hacer investigación la falta de capacitación y de mentores, falencias que pueden ser subsanadas por las instituciones educativas para promover la investigación con propuestas como la de Shaukat, Siddiquah y Abiodullah (2014), que recomiendan equipar a los profesores de educación superior con mejores estrategias pedagógicas.
Subsanar estas falencias y ampliar el espectro investigativo es una necesidad sentida, especialmente en los países en vía de desarrollo, puesto que la brecha en relación con los países desarrollados es enorme. Del total de personas dedicadas a la investigación, que representan menos del 1%, el 72% provienen de China, la Unión Europea, Japón, Rusia y Estados Unidos, y tan solo el 8% se concentra en América Latina, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, 2015). De ahí que la región aparezca como consumidora de conocimiento, en lugar de ser productora del mismo (Turk et al., 2018).
Osborne, Simon y Collins (2003) sugieren enfocarse en generar y fomentar actitudes positivas hacia la ciencia, más que limitarse a la sola enseñanza de la misma, ya que las primeras tienden a ser más duraderas, mientras que el conocimiento tiene una cualidad efímera. De hecho, afirman que uno de los principales problemas de la falta de desarrollo de conocimiento científico e investigación alrededor del mundo es la actitud hacia la investigación, y hacen un llamado a realizar más investigaciones sobre cómo fomentar actitudes positivas hacia la ciencia y la investigación en las nuevas generaciones, con el fin de mitigar la alienación de la ciencia que varios países están experimentando en su población joven. Showman et al. (2013) añaden que para lograr que los estudiantes sean exitosos en el campo científico e investigativo también es necesario fomentar el desarrollo de cinco cualidades personales claves: la creatividad, el buen juicio, la comunicación, la organización y la persistencia, todas permeadas por la actitud que tenga el estudiante.
Al respecto, las actitudes son estructuras cognitivas estables que permiten a las personas realizar evaluaciones positivas o negativas de un objeto, persona o asunto específicos y que conducen a actuar acorde con tal evaluación (Myers, 2000; Glasman y Albarracín, 2006; Augoustinos, Donaghue y Walker, 2014). El modelo de estructura de las actitudes más aceptado es el tripartito o Modelo ABC, conformado por tres componentes: afectivo (relacionado con las emociones), cognoscitivo (relacionado con pensamientos y creencias) y comportamental (relacionado con tendencias en las respuestas) (Breckler, 1984; Prieto y Vera, 2008; Riveros et al., 2015; Riveros et al., 2018). Este modelo se puede rastrear hasta los filósofos griegos, pero no fue explicado sino hasta 1947, cuando Smith distinguió tales componentes en un modelo tripartito que luego fue tomado y profundizado por los psicólogos sociales desde 1960 hasta el presente (Breckler, 1984).
Según Stainton (2011), parte de las actitudes provienen de información instintiva, como la sensación de disgusto ante cierto aroma, pero la mayoría de información es obtenida de la experiencia: si se tiene una experiencia con una persona, objeto o evento, y esta es positiva, lo más probable es que la actitud hacia dicho estímulo o hacia estímulos similares en situaciones futuras sea positiva, lo mismo si esta es negativa. A su vez, para este autor es importante tener en cuenta que distintas variables afectan esta experiencia, como la aceptación social de la actitud, ya que la información externa en la mayoría de las ocasiones predomina sobre la información experiencial. Augoustinos et al. (2014) afirman que las principales funciones de las actitudes son: permitir a los individuos comprender y explicar el mundo, hacer declaraciones sobre quiénes son, obtener recompensas y evitar el castigo.
Cuando se habla de una actitud hacia la ciencia se hace referencia a "las disposiciones, tendencias o inclinaciones a responder hacia todos los elementos (acciones, personas, situaciones o ideas) implicados en el aprendizaje de la ciencia" (Gardner, 1975, citado en Rodríguez, Jiménez y Caicedo, 2007, p. 86). Esto teniendo en cuenta "los intereses por los contenidos de la ciencia, las actitudes hacia los científicos y su trabajo, como también hacia los logros de la ciencia" (p. 86).
Por otro lado, las actitudes hacia la investigación hacen referencia a "una organización duradera y persistente de creencias, sentimientos y disposiciones" respecto a ella por parte de un colectivo (Aldana, Babativa y Caraballo, 2016, p. 109), entendiendo por investigación "un proceso en el cual los investigadores se proponen obtener un conocimiento científico de los hechos naturales y sociales, con procedimientos adecuados, con el propósito de resolver problemas y ampliar las fronteras del conocimiento o saber" (Aldana et al., 2016, p. 109).
Si bien una actitud positiva hacia la ciencia y la investigación no garantiza innovación, desarrollo y producción científica, sí es un factor que promueve en las personas la curiosidad científica por dichas áreas. Precisamente varios autores (Ajzen y Fishbein, 1977; Prieto y Vera, 2008; Fishbein y Ajzen, 2010; Riveros et al., 2015; Riveros et al., 2018) aseveran que, aunque el vínculo entre actitudes y comportamiento no es directo, sí lo es entre actitudes e intenciones comportamentales. En su Teoría del Comportamiento Planificado, Fishbein y Ajzen (2010) estipulan que la interacción entre actitudes personales, normas sociales y control conductual percibido (que hace referencia a la percepción del nivel de dificultad al realizar un comportamiento) produce las intenciones comportamentales, que tienen un vínculo directo con el comportamiento y son las que realmente pueden llegar a predecirlo.
Sin embargo, Stainton (2011) establece que varios psicólogos han acordado que se puede llegar a dar un vínculo directo entre actitudes y comportamiento, si se cumplen las siguientes condiciones: que tanto el comportamiento como la actitud tengan el mismo nivel de especificidad, que la actitud se mantenga con suficiente fuerza, que el comportamiento sea relevante para la actitud, que haya ocasión para que el individuo manifieste la actitud y que se excluyan los efectos de la deseabilidad social.
Se entiende entonces que una actitud positiva hacia la investigación sea un requisito para una buena formación académica y para ampliar las comunidades académicas y científicas (Rojas, Méndez y Rodríguez, 2012). Ello implica que, si se logra identificar los factores que influencian las actitudes de los estudiantes de pregrado hacia la ciencia y la investigación, es posible desarrollar en ellos una actitud más positiva, que modifica los aspectos negativos y positivos en su educación (Coetzee y Kruger, 2018), lo que puede llevar a que existan más profesionales que realicen investigación y produzcan conocimiento científico.
Por ejemplo, Şentürk y Özdemir (2014) afirman que las instituciones educativas poseen limitaciones que pueden influir en las actitudes hacia la ciencia de los estudiantes, como la falta de recursos y una infraestructura insuficiente, entre otras. Además, estos autores aseveran que dichos obstáculos son reducidos efectivamente para aumentar las actitudes positivas hacia la ciencia en sus estudiantes, cuando los docentes utilizan como herramientas de apoyo escenarios de aprendizaje no formales, como los centros de ciencia y tecnología, museos, zoológicos y bibliotecas.
En revisiones sistemáticas de 228 artículos publicados entre el año 2000 y el 2012 sobre intereses, motivaciones y actitudes hacia la ciencia se encontró que estas fueron menores conforme los estudiantes avanzan en su educación básica y media, especialmente durante la transición de primaria a bachillerato (Potvin y Hasni, 2014). De acuerdo con estos autores, varios estudios han confirmado que estudiantes con alto potencial durante el colegio no escogen carreras asociadas a las ciencias, dada la pérdida de interés por el campo durante su educación media.
A nivel mundial, la mayoría de investigaciones sobre actitudes hacia la ciencia y la investigación en estudiantes se han realizado en programas de educación superior de profesiones de ciencias de la salud (Siemens et al., 2010; Plazas, Gómez y Castro, 2013; Siamian et al., 2016; Kini et al., 2017; Kyaw et al., 2018; Alqahtani et al., 2019), debido a que en estas áreas se resalta la importancia de la investigación para la mejora de los sistemas de salud. Sin embargo, todas las profesiones necesitan de habilidades investigativas. Profesiones como Administración, Negocios y Contabilidad requieren también buenas habilidades en investigación, además de habilidades matemáticas (Shaukat et al., 2014).
En población hispanohablante, gran parte de las investigaciones sobre actitudes hacia la ciencia y/o la investigación se centran principalmente en estudiantes de educación básica y media (García y Sánchez, 2006; Acevedo, 2007; Prieto y Vera, 2008; Vázquez y Manassero, 2008; Marbà y Márquez, 2010; Molina, Carriazo y Casas, 2013; Robles et al., 2015; Lu et al., 2016; Molina, Casas y Rivera, 2017; Portocarrero y Barrionuevo, 2017). Esto principalmente debido a que se ha encontrado que las actitudes influyen tanto en el desempeño escolar como en la elección de una carrera profesional asociada a la ciencia y la tecnología (Blalock et al., 2008).
En conclusión, siendo que la actitud hacia la ciencia y la investigación es determinante para la ampliación del equipo científico de un país, existen múltiples estudios al respecto en estudiantes de ciencias de la salud, mientras que en América Latina los estudios son, en su mayoría, con estudiantes de colegio; sin embargo, los estudios sobre actitudes hacia la ciencia o la investigación con integrantes de programas de educación superior (no solo estudiantes, sino egresados, administrativos y profesores) son escasos, más en el contexto colombiano, lo que resalta el presente estudio, que tiene como objetivo determinar las actitudes hacia la ciencia y la investigación de un grupo de miembros de instituciones universitarias de la ciudad de Bogotá.
Método
Por el nivel de profundidad en el conocimiento que se pretende alcanzar, la presente es una investigación de tipo descriptivo, con método comparativo (Hernández, Fernández y Baptista, 2014) y busca medir la actitud hacia la ciencia y la investigación, para luego realizar comparaciones entre grupos, de acuerdo con diferentes variables de interés. El número de participantes de la muestra fue de 524-330 mujeres (63%) y 194 varones (37%)-, distribuidos entre estudiantes, docentes y directivos de diferentes universidades de Bogotá y sus alrededores, tamaño muestral que se calculó a un intervalo de confianza del 95% y nivel de error del 5%. La media de la edad del grupo de mujeres fue de 23,52 años (DT = 8,602) y de los varones de 29,02 años (DT = 11,92), seleccionados por medio de un muestreo no probabilístico por conveniencia. Los participantes diligenciaron dos instrumentos de forma colectiva (en tiempos de 15 a 20 minutos). La totalidad de las aplicaciones se hicieron en el periodo de febrero a mayo de 2019. En la Tabla 1 se presentan los descriptores estadísticos de las variables sociodemográficas de la muestra de investigación.
Rol | Sexo | ||||
---|---|---|---|---|---|
Frecuencia | % | Frecuencia | % | ||
Estudiante | 371 | 70,8 | Hombre | 194 | 37 |
Docente | 99 | 18,9 | Mujer | 330 | 63 |
Egresado | 13 | 2,5 | Total | 524 | 100 |
Administrativo | 41 | 7,8 | Tipo de carrera | ||
Total | 524 | 100 | Frecuencia | % | |
Estado civil | Ciencias administrativas | 47 | 9,0 | ||
Frecuencia | % | Ingenierías | 46 | 8,8 | |
Soltero | 435 | 83 | Comunicación y afines | 34 | 6,5 |
Casado | 69 | 13.2 | Ciencias sociales | 36 | 6,9 |
Unión libre | 14 | 2,7 | Ciencias de la salud | 25 | 4,8 |
Separado | 6 | 1,1 | Ciencias naturales | 310 | 59,2 |
Total | 524 | 100 | Gastronomía | 17 | 3,2 |
Nacionalidad | Diseño y arquitectura | 6 | 1,1 | ||
Frecuencia | % | Música y artes | 3 | 0,6 | |
Colombia | 500 | 95,4 | Total | 524 | 100 |
Otras nacionalidades | 8 | 1,5 | Nivel educativo | ||
Doble nacionalidad | 16 | 3,1 | Frecuencia | % | |
Total | 524 | 100 | Pregrado incompleto | 327 | 71,0 |
Nivel más alto en el que enseña | Tecnólogo | 4 | 0,8 | ||
Frecuencia | % | Pregrado completo | 22 | 4,2 | |
Técnico | 1 | 1,01 | Especialización | 11 | 2,1 |
Pregrado | 50 | 50,50 | Maestría | 92 | 17,6 |
Especialización | 17 | 17,17 | Doctorado | 23 | 4,4 |
Maestría | 24 | 24,24 | Total | 524 | 100 |
Doctorado | 7 | 7,08 | Tipo de institución | ||
Total | 99 | 100 | Frecuencia | % | |
Tipo de contrato del profesor | Universidad | 395 | 75,4 | ||
Frecuencia | % | Fundación | 111 | 21,2 | |
Catedrático | 15 | 15,15 | Corporación | 17 | 3,2 |
Planta | 84 | 84,85 | Total | 523 | 99,8 |
Fuente: elaboración propia.
Se utilizaron dos instrumentos: el primero es el Protocolo de Actitudes ante la Ciencia (PAC) que consta de 50 ítems y mide actitudes hacia la ciencia, diseñado por Vázquez y Manassero (1997) y adaptado para Colombia por Rodríguez et al. (2007). El segundo instrumento es la Escala de Evaluación de las Actitudes hacia la Investigación (EACIN) construido por Aldana et al. (2016), con 34 ítems que miden actitudes hacia la ciencia en Colombia.
El PAC consta de 50 reactivos con un escalamiento tipo Likert y la siguiente graduación: 0: totalmente en desacuerdo, 1: en desacuerdo, 2: ni de acuerdo ni en desacuerdo, 3: de acuerdo, y 4: totalmente de acuerdo. La prueba está compuesta por cuatro dimensiones, distribuidas de la siguiente forma: 1) enseñanza de la ciencia, en referencia a las actitudes relacionadas con la enseñanza/aprendizaje de la ciencia y la tecnología; 2) imagen de la ciencia: comprende las actitudes relacionadas con las interacciones entre sociedad, ciencia y tecnología; 3) incidencia social de la ciencia: incluye actitudes frente a los temas específicos de ciencia y tecnología con incidencia social; y 4) características de la ciencia. La fiabilidad del estudio de Vázquez y Manassero (1997) fue de 0,890 y la del estudio de adaptación en Colombia fue de 0,90.
El EACIN consta de 34 reactivos, con un escalamiento tipo Likert y la siguiente graduación: 0: muy en desacuerdo, 1: en desacuerdo, 2: ni de acuerdo ni en desacuerdo, 3: de acuerdo, y 4: muy de acuerdo. La prueba está compuesta por tres categorías: afectiva, cognitiva y conductual. La fiabilidad del EACIN fue de 0,850.
Se hizo la revisión del instrumento en general y una aplicación piloto a una muestra pequeña de estudiantes, con el objetivo de verificar las instrucciones, el tiempo de aplicación y los procedimientos de calificación de la prueba. Posteriormente, se realizaron los ajustes respectivos de la prueba piloto y se realizó la aplicación a la totalidad de la muestra, previa firma del consentimiento informado. Las aplicaciones fueron realizadas por los investigadores y estudiantes entrenados para tal fin. Se realizó la recolección a través de cuestionarios escritos y en línea, cuyo tiempo de aplicación fue de 10 a 15 minutos. Se incluyó el consentimiento informado, el PAC y la EACIN. Luego se calificaron los instrumentos y se construyó la base de datos en Excel, que posteriormente fue procesada en el programa estadístico SPSS versión 24. En esta fase se realizaron los análisis descriptivos e inferenciales para el estudio teniendo en cuenta las dimensiones de los instrumentos y las variables de comparación propuestas para la investigación. Finalmente, se construyó el informe de investigación de acuerdo con las preguntas y formulación del problema.
En primer lugar, se les presentó a los participantes un documento dando información relevante sobre la investigación y su propósito, respecto de la cual podían aceptar o negarse a participar. Adicionalmente, se tuvo en cuenta la presunción y preservación del anonimato, ya que los datos fueron manejados a nivel global. No se solicitó el nombre de los participantes durante la aplicación de los instrumentos, con el propósito de que sus respuestas permanezcan anónimas. Además, se tuvo en cuenta la confidencialidad de asuntos personales, ya que los datos fueron manipulados únicamente por los tres investigadores del proyecto y no serán revelados a terceros. Finalmente, para cumplir con la protección de datos, estos se almacenaron de forma segura contra el acceso no autorizado.
Resultados
La presentación de los resultados de la investigación se realizará de la siguiente forma: primero, se muestra la distribución de los participantes por criterios de interpretación previamente establecidos para los puntajes de las actitudes en el PAC y la EACIN; enseguida se da la distribución segmentada por variables demográficas, correlaciones entre las variables demográficas cuantitativas y resultados de las escalas PAC y EACIN; finalmente, las pruebas de hipótesis, para determinar si las diferencias son estadísticamente significativas.
Para iniciar, en la Tabla 2 se muestra la distribución de los participantes por criterios de interpretación de las actitudes en el PAC y la EACIN.
Muy baja | Baja | Promedio | Alta | Muy alta | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Instrumento | F | % | F | % | F | % | F | % | F | % | Total |
PAC | 1 | 0,19 | 5 | 0,95 | 276 | 52,7 | 242 | 46,1 | 0 | 0 | 524 |
EACIN | 0 | 0 | 6 | 1,14 | 133 | 25,4 | 271 | 51,7 | 114 | 21,8 | 524 |
Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 2 se puede observar que 385 participantes presentan una actitud positiva alta y muy alta hacia la investigación, que corresponde al 73,4% de la muestra, mientras que 242 casos tienen una actitud alta hacia la ciencia equivalente al 46,18%.
Se puede notar que existen muy pocas personas (12 casos, equivalentes al 2,29%) que presentan una actitud baja o muy baja hacia la ciencia y la investigación en total.
En la Tabla 3 se puede observar que la variable "rol" está dividida en estudiantes, docentes, administrativos y egresados. En esta, se puede observar que la mayoría de los estudiantes se ubican en la categoria de interpretación promedio para el PAC, con 59,8%, y en la categoría alta para la EACIN, con 55,5%. En el caso de los docentes, el 63,6% puntuaron en la categoría alta para el PAC, y para la EACIN en la categoría muy alta, con 55,6%. En cuanto a los egresados, los porcentajes más altos para el PAC y la EACIN se encuentran en la categoría alta, con 61,5% para ambas. Por último, los administrativos se ubicaron en su mayoría en la categoría alta, con 65,9% en el PAC y 41,5% en la EACIN.
Muy baja | Baja | Promedio | Alta | >Muy alta | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Categorías | Instrumento | F | % | F | % | F | % | F | % | F | % |
Estudiante | PAC | 0 | 0 | 5 | 1,3 | 222 | 59,8 | 144 | 38,8 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 6 | 1,6 | 118 | 31,8 | 206 | 55,5 | 41 | 11,1 | |
Docente | PAC | 1 | 1 | 0 | 0 | 35 | 35,4 | 63 | 63,6 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 4 | 4 | 40 | 40,4 | 55 | 55,6 | |
Egresado | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 5 | 38,5 | 8 | 61,5 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 23,1 | 8 | 61,5 | 2 | 15,4 | |
Administrativo | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 14 | 34,1 | 27 | 65,9 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 8 | 19,5 | 17 | 41,5 | 16 | 39 |
Fuente: elaboración propia.
Para la variable sexo, la mayoría de los participantes hombres (54,1%) puntuaron alto para el PAC, y 50,5% puntuaron alto para la EACIN. En cuanto a las mujeres, 57,3% puntuaron promedio en el PAC y 52,4% puntuaron alto en la EACIN.
Muy baja | Baja | Promedio | Alta | >Muy alta | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Categorías | Instrumento | F | % | F | % | F | % | F | % | F | % |
Hombre | PAC | 0 | 0 | 2 | 1 | 87 | 44,8 | 105 | 54,1 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 1 | 0,5 | 39 | 20,1 | 98 | 50,5 | 56 | 28,9 | |
Mujer | PAC | 1 | 0,3 | 3 | 0,9 | 189 | 57,3 | 137 | 41,5 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 5 | 1,5 | 94 | 28,5 | 173 | 52,4 | 58 | 17,6 |
Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 5, siguiendo con la variable estado civil, los solteros puntuaron en su mayoría en la categoría promedio para el PAC, con 56,1%, y para la EACIN la mayoría lo hicieron en la categoría alta, con 53,1%. Los casados puntuaron la mayoria en el PAC en la categoría alta con 62,3% de la muestra, y para la EACIN en la categoría muy alta con 46,4%. Siguiendo con los de unión libre, tanto para el PAC como para la EACIN, el 57,1% puntuó en la categoría alta. Finalizando, el 66,7% de los casados se ubicaron en la categoría alta para el PAC y el 50% puntuaron en la categoría muy alta.
Muy baja | Baja | Promedio | Alta | Muy alta | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Categoría | Instrumento | F | % | F | % | F | % | F | % | F | % |
Soltero | PAC | 0 | 0 | 4 | 0,9 | 244 | 56,1 | 187 | 43 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 6 | 1,4 | 124 | 28,5 | 231 | 53,1 | 74 | 17 | |
Casado | PAC | 1 | 1,4 | 1 | 1,4 | 24 | 34,8 | 43 | 62,3 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 7 | 10,1 | 30 | 43,5 | 32 | 46,4 | |
Unión libre | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 6 | 42,9 | 8 | 57,1 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 7,1 | 8 | 57,1 | 5 | 35,7 | |
Separado | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 2 | 33,3 | 4 | 66,7 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 16,7 | 2 | 33,3 | 3 | 50 |
Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 6, por nivel educativo de las personas con pregrado incompleto, 55,4% puntuaron en la categoría alta EACIN. Para los tecnólogos, la mayoría (75%) puntuaron en la categoría alta; 50% de aquellos con título de pregrado completo puntuaron en la categoría alta y 45,5% de aquellos con especialización puntuaron en la categoría alta. Los de maestría se encuentran en la categoría muy alta, con 50%. Por último, el 73,9% de las personas con un título de doctorado puntuaron en la categoría muy alta.
Categoría | Instrumento | Muy baja | Baja | Promedio | Alta | Muy alta | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
F | o/ | F | % | F | % | F | % | F | % | ||
Pregrado incompleto | EACIN | 0 | 0 | 6 | 1,6 | 119 | 32 | 206 | 55,4 | 41 | 11 |
Tecnólogo | EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 25 | 3 | 75 | 0 | 0 |
Pregrado completo | EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 5 | 22,7 | 11 | 50 | 6 | 27,3 |
Especialización | EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 2 | 18,2 | 5 | 45,5 | 4 | 36,4 |
Maestría | EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 5 | 5,4 | 41 | 44,6 | 46 | 50 |
Doctorado | EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 4,3 | 5 | 21,7 | 17 | 73,9 |
Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 7, se evidencia que, para la categoría de "tipo de institución" de educación superior, aquellos pertenecientes a universidades puntuaron para la EACIN en su mayoría en la categoría de interpretación alta (53,4%). En cuanto a aquellos que provienen de una fundación, el 47,7% puntuaron en la categoría alta. Por último, los pertenecientes a una corporación puntuaron en su mayoría en la categoría muy alto (52,9%).
Categorías | Instrumento | Muy baja | Baja | Promedio | Alta | Muy alta | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
F | % | F | % | F | % | F | % | F | % | ||
Universidad | EACIN | 0 | 0 | 6 | 1,5 | 105 | 26,6 | 211 | 53,4 | 73 | 18,5 |
Fundación | EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 26 | 23,4 | 53 | 47,7 | 32 | 28,8 |
Corporación | EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 2 | 11,8 | 6 | 35,3 | 9 | 52,9 |
Fuente: elaboración propia.
Muy baja | Baja | Promedio | Alta | Muy alta | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Ciencias Administrativas | PAC | 0 | 0 | 1 | 2,1 | 23 | 48,9 | 23 | 48,9 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 13 | 27,7 | 19 | 40,4 | 15 | 31,9 | |
Ingenierías | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 12 | 26,1 | 34 | 73,9 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 10 | 21,7 | 21 | 45,7 | 15 | 32,6 | |
Comunicación y Afines | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 22 | 64,7 | 12 | 35,3 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 11 | 32,4 | 16 | 47,1 | 7 | 20,6 | |
Ciencias Sociales | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 19 | 52,8 | 17 | 47,2 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 8 | 22,2 | 12 | 33,3 | 16 | 44,4 | |
Ciencias de la Salud | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 13 | 52 | 12 | 48 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 4 | 16 | 11 | 44 | 10 | 40 | |
Ciencias Naturales | PAC | 1 | 0,3 | 2 | ,6 | 176 | 56,8 | 131 | 42,3 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 5 | 1,6 | 81 | 26,1 | 178 | 57,4 | 46 | 14,8 | |
Gastronomía | PAC | 0 | 0 | 2 | 11,8 | 7 | 41,2 | 8 | 47,1 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 1 | 5,9 | 5 | 29,4 | 9 | 52,9 | 2 | 11,8 | |
Diseño y Arquitectura | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 50 | 3 | 50 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 16,7 | 4 | 66,7 | 1 | 16,7 | |
Música y Artes | PAC | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 33,3 | 2 | 66,7 | 0 | 0 |
EACIN | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 33,3 | 2 | 66,7 |
Fuente: elaboración propia.
En lo correspondiente a la variable "carrera", se observa que los porcentajes de los programas con actitudes más favorables (altas y muy altas) hacia la investigación son Ciencias de la Salud (84%), Diseño y Arquitectura (83,4%) y Ciencias Sociales e Ingenierías (78%, cada una), mientras que las Ingenierías puntuaron 73,9% y Diseño y Arquitectura 50% en actitudes ante la ciencia. Por su parte, en la Tabla 9 se muestran las correlaciones entre los puntajes de las escalas con las variables edad, semestre de los estudiantes y años en la docencia de los profesores.
PAC | EACIN | |||
---|---|---|---|---|
Variables demográficas | Coeficiente de correlación | Significancia | Coeficiente de correlación | Significancia |
Edad | 0,292* | 0,000 | 0,408* | 0,000 |
Semestre de los estudiantes | 0,097 | 0,062 | 0,129** | 0,013 |
Años en la docencia | 0,023 | 0,789 | 0,042 | 0,629 |
* La correlación es significativa en el nivel 0,05 (bilateral).
** La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).
Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 9 se detalla que existe evidencia para rechazar la hipótesis nula entre la edad y las puntuaciones totales del PAC y de la EACIN, ya que la significación bilateral es inferior al alfa para un p < 0,01, lo que indica que existe una relación significativa entre las variables. Se encontró una correlación positiva y débil entre la edad y el PAC (0,292) y una correlación positiva moderada entre la edad y la EACIN (0,408), por lo que se colige que a mayor edad hay una mejor valoración de la ciencia y de la investigación. No se encuentran correlaciones con los años de docencia ni con el semestre de los estudiantes. Por su parte, para determinar la relación entre las actitudes hacia la ciencia y hacia la investigación, se llevó a cabo una correlación de Spearman, hallando un coeficiente de 0,647, y una significancia del 0,000, que remiten a una correlación moderada entre estas dos variables, de modo que, si un individuo puntúa alto en el PAC, lo más probable es que también puntúe alto en la EACIN. La Tabla 10 muestra los descriptivos por cada subescala del PAC.
Enseñanza | Imagen | Social | Característica | Total, PAC | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Categoría | Media | DE | Media | DE | Media | DE | Media | DE | Media | DE |
Estudiante | 34,77 | 5,542 | 27,37 | 4,360 | 45,13 | 7,623 | 36,65 | 5,634 | 143,97 | 18,586 |
Docente | 37,88 | 6,381 | 30,15 | 4,974 | 48,83 | 9,286 | 39,79 | 6,443 | 159,99 | 23,921 |
Egresado | 37,46 | 5,897 | 30,08 | 4,821 | 48,23 | 10,986 | 38,00 | 3,937 | 154,08 | 21,743 |
Administrativo | 38,95 | 5,362 | 31,39 | 3,506 | 48,71 | 8,038 | 39,32 | 5,289 | 158,73 | 19,173 |
Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 10, se puede detallar que los estudiantes presentaron una actitud baja en la categoría de enseñanza (M = 34,77), una actitud alta en la categoría imagen (M = 27,37), una actitud baja en la categoría social (M = 45,13), una actitud alta en la categoría característica (M = 36,65) y una actitud baja en el total de la prueba (M = 143,97). Por otro lado, los docentes presentaron una actitud baja en la categoría de enseñanza (M = 37,88), una actitud alta en la categoría imagen (M = 30,15), una actitud alta en la categoría social (M = 48,83), una actitud alta en la categoría característica (M = 9,79) y una actitud alta en el total de la prueba (M = 159,99).
Con respecto a los egresados, ellos presentaron una actitud baja en la categoría de enseñanza (M = 37,46), una actitud alta en la categoría imagen (M = 30,08), una actitud alta en la categoría social (M = 48,23), una actitud alta en la categoría característica (M = 38,00) y una actitud alta en el total de la prueba (M = 154,08). Finalmente, los administrativos presentaron una actitud neutra en la categoría de enseñanza (M = 38,95), alta en la categoría imagen (M = 31,39), alta en la categoría social (M = 48,71), alta en la categoría característica (M = 39,32) y una actitud alta en el total de la prueba (M = 158,73). Por su parte, la Tabla 11 muestra los descriptivos para la escala EACIN.
Afectiva | Cognoscitiva | Conductual | Total, EACIN | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Categoría | Media | DE | Media | DE | Media | DE | Media | DE |
Estudiante | 22,06 | 5,775 | 37,66 | 5,232 | 32,71 | 6,936 | 91,3 | 14,88 |
Docente | 29,63 | 4,539 | 40,02 | 5,753 | 43,07 | 6,13 | 110 | 13,639 |
Egresado | 24,69 | 6,626 | 40,46 | 5,925 | 37,46 | 5,953 | 100,62 | 15,613 |
Administrativo | 26,93 | 6,933 | 39,41 | 5,045 | 39,24 | 8,2 | 103,07 | 18,064 |
Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 11, se puede detallar que los estudiantes presentaron una actitud baja en la categoría afectiva (M = 22,06), una actitud muy alta en la categoría cognoscitiva (M = 37,66), una actitud baja en la categoría conductual (M = 32,71) y una actitud baja en el total de la prueba (M = 91,30). Por otro lado, los docentes presentaron una actitud alta en la categoría afectiva (M = 29,63), alta en la categoría cognoscitiva (M = 40,02), alta en la categoría conductual (M = 43,07) y alta en el total de la prueba (M = 110,00).
Con respecto a los egresados, presentaron una actitud baja en la categoría afectiva (M = 24,69), alta en la categoría cognoscitiva (M = 40,46), baja en la categoría conductual (M = 37,46) y baja en el total de la prueba (M = 100,62). Finalmente, los administrativos obtuvieron una actitud baja en la categoría afectiva (M = 26,93), alta en la categoría cognoscitiva (M = 39,41), alta en la categoría conductual (M = 39,24), y alta en el total de la prueba (M = 103,07).
Ahora, para determinar si dichas diferencias son estadísticamente significativas, se muestran en la Tabla 12 las pruebas de dichas diferencias para el rol de los participantes.
PAC | |||||
---|---|---|---|---|---|
Enseñanza | Imagen | Social | Características | Total | |
Chi cuadrado | 38,676 | 58,383 | 22,097 | 28,219 | 45,938 |
Sig. | 0,000 | 0,000 | 0,000 | 0,000 | 0,000 |
Mayor en | Administrativo | Administrativo | Docente | Docente | Administrativo |
Menor en | Estudiante | Estudiante | Estudiante | Estudiante | Estudiante |
EACIN | |||||
Afectiva | Cognoscitiva | Conductual | Total | ||
Chi cuadrado | 111,271 | 21,321 | 143,331 | 104,332 | |
Sig. | 0,000 | 0,000 | 0,000 | 0,000 | |
Mayor en | Docente | Egresado | Docente | Docente | |
Menor en | Estudiante | Estudiante | Estudiante | Estudiante |
Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 12 se puede observar que para la variable rol existen diferencias significativas en todas las dimensiones y en el total de la prueba, siendo en general mejores las actitudes hacia la ciencia en administrativos y docentes y mejor la actitud hacia la investigación en docentes y egresados, en comparación, en ambos casos, con las de los estudiantes. La Tabla 13, por su parte, muestra las pruebas de comparación de las variables del PAC y el EACIN según el sexo.
PAC | |||||
---|---|---|---|---|---|
Enseñanza | Imagen | Social | Características | Total | |
U de Mann-Whitney | 29875,000 | 27995,000 | 26136,000 | 28572,000 | 27042,500 |
Sig. | 0,201 | 0,016 | 0,000 | 0,040 | 0,003 |
EACIN | |||||
Afectiva | Cognoscitiva | Conductual | Total | ||
U de Mann-Whitney | 22372,000 | 30367,000 | 25134,000 | 25263,000 | |
Sig. | 0,000 | 0,325 | 0,000 | 0,000 |
Fuente: elaboración propia.
Como puede observarse en la Tabla 13, hay diferencias estadísticamente significativas (p < 0,05) en todas las escalas del PAC, a excepción de enseñanza, y del EACIN, menos en la imagen cognoscitiva, teniendo mayores puntajes para hombres. Finalmente, en la Tabla 14 se muestran las diferencias obtenidas por carreras estudiadas.
PAC | |||||
---|---|---|---|---|---|
Enseñanza | Imagen | Social | Características | Total | |
Chi cuadrado | 26,529 | 24,265 | 24,026 | 13,948 | 24,576 |
Sig. | 0,001 | 0,002 | 0,002 | 0,083 | 0,002 |
Mayor en | Ingenierías y Ciencias Sociales | Ingenierías y Ciencias de la Salud | Ingenierías y Ciencias Sociales | Ingenierías y Ciencias Sociales | |
Menor en | Ciencias Naturales | Comunicación | Ciencias Naturales | Comunicación | |
EACIN | |||||
Afectiva | Cognoscitiva | Conductual | Total | ||
Chi cuadrado | 32,605 | 7,737 | 30,018 | 22,393 | |
Sig. | 0,000 | 0,460 | 0,000 | 0,004 | |
Mayor en | Ciencias sociales y Ciencias de la Salud | Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud | Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud | Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud | |
Menor en | Comunicación | Gastronomía | Ciencias Naturales | Gastronomía |
Fuente: elaboración propia.
La Tabla 14 registra diferencias en todas las escalas del PAC, a excepción de la subescala de características, con mejores actitudes en los estudiantes de Ingenierías, Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud, y actitudes más desfavorables en los de Ciencias Naturales y Gastronomía. Por su parte, también se hallan diferencias estadísticamente significativas en todas las escalas del EACIN, siendo mejores las valoraciones de la investigación por parte, también, de Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud, y menores puntajes en Gastronomía.
Discusión
La ciencia y la investigación son pilares del crecimiento de los países, sobre todo en naciones en vías de desarrollo (Naciones Unidas, 2015; Turk et al., 2018), de modo que las actitudes favorables hacia una y otra son determinantes para aumentar los investigadores y científicos en estos países (Osborne et al., 2003). Esto señala la necesidad de estudiar las actitudes hacia la ciencia y la investigación, punto donde está el aporte del presente estudio, en que se determinan esas actitudes por parte de miembros de instituciones universitarias de la ciudad de Bogotá, diferenciados por rol, sexo, tipo de carrera, nivel educativo e institución a la que pertenecen.
Los resultados del presente estudio refieren que, a nivel general, hay una actitud favorable hacia la ciencia y la investigación; una relación directa entre la edad y las actitudes hacia la ciencia; mejores actitudes hacia la ciencia por parte del equipo administrativo y docente de las universidades; y mejor actitud hacia la investigación por parte de docentes y egresados. Actitudes menos favorables por parte de los estudiantes, tanto hacia la ciencia como hacia la investigación, actitudes más favorables en ambos casos por parte de hombres, y finalmente, mejores actitudes por parte de los estudiantes de Ingenierías, Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud, y actitudes más bajas en carreras de Comunicación y afines y Gastronomía.
Cabe resaltar el hallazgo de una actitud favorable hacia la ciencia y la investigación, concordando con los hallazgos y la sustentación de Plazas et al. (2013), dado que desde el inicio en las universidades se da reconocimiento a ambos conceptos (ciencia e investigación). Esto plantearía que realizar estudios universitarios es un aspecto importante para mejorar las actitudes favorables hacia estos dos aspectos, para favorecer el desarrollo de científicos e investigadores de alto nivel.
Respecto de la relación directa entre la edad y las actitudes hacia la ciencia, estos hallazgos encajan con lo encontrado por Matus (2013), quien también observó mejores actitudes al aumentar la edad. Debe indicarse que esto puede deberse a una correlación espuria, así que este aumento no depende propiamente de la edad, sino de un mayor contacto y cercanía a la ciencia y la investigación en el trascurso del proceso de formación, afirmación que refuerzan hallazgos con otros estudiantes universitarios colombianos de otras regiones, quienes no mostraron asociación entre edad y actitud hacia la investigación (Rojas et al., 2012).
Sobre los hallazgos relativos a mejores actitudes hacia la ciencia por parte del equipo administrativo y docente de las universidades, y mejor actitud hacia la investigación por parte de docentes y egresados, así como actitudes menos favorables por parte de los estudiantes, tanto hacia la ciencia como hacia la investigación, es posible que se expliquen por la percepción regular de los estudiantes universitarios hacia sus conocimientos en la metodología de la investigación, la escritura y la búsqueda de la información científica (Castro, Sihuay y Pérez, 2018; Mazas y Bravo, 2018) y/o por la misma falta de formación en investigación (Chara y Olortegui, 2018), por lo que un mejor acompañamiento de administrativos y docentes (quienes tienen mejores actitudes) y la inclusión de cursos formales en ciencia e investigación podrían favorecer el mejoramiento de estas habilidades y, de paso, sus actitudes hacia la ciencia y la investigación, camino viable, según los autores citados, con la vinculación de estudiantes a procesos de investigación formal y la publicación de artículos científicos.
Sobre las actitudes más favorables en ambos casos (hacia la ciencia y hacia la investigación) por parte de hombres, los resultados difieren del estudio de Plazas et al. (2013), quienes no hallaron diferencias entre los sexos. Esto puede explicarse porque en el estudio referido se trabajó solo con Ciencias de la Salud y en estas áreas en general no hay diferencias entre sexos. Estos hallazgos difieren también de los encontrados por Matus (2013), quien halla mayor predominio de actitudes desfavorables en hombres, aunque cabe resaltar que esta investigación se realizó en una universidad estatal, como posible la variable diferenciadora, lo que confirma la necesidad de estudiar comparativamente universidades privadas y públicas.
Finalmente, sobre mejores actitudes por parte de los estudiantes de Ingenierías, Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud, y actitudes más bajas por parte de carreras de Comunicación y afines y Gastronomía, los datos concuerdan con los hallazgos de Plazas et al. (2013), quienes comentan un alto reconocimiento en estas carreras, por el uso de la ciencia y la investigación en ámbitos médico-hospitalarios, y con los datos de Rojas et al. (2012) en muestras de estudiantes de Bucaramanga, que también encontraron actitudes más favorables en Ciencias de la Salud y básicas, aunque ellos observaron actitudes desfavorables en estudiantes de Ingenierías.
En lo que toca a las limitaciones del estudio, debe referirse que, si bien el tamaño muestral es alto, basado en los intervalos de confianza, el muestreo no garantiza la representatividad y contiene desbalance entre carreras, por lo cual se recomienda la replicación del presente estudio con muestreos aleatorios y estratificación por carreras. De igual forma, las instituciones de los participantes se ubican en una única zona del país, y si bien en esta zona confluyen personas de distintas regiones, no se tiene garantía de representatividad nacional, por lo que también se recomienda replicar este estudio con miembros de diversas instituciones universitarias del país.
Finalmente, como el estudio encuentra una actitud favorable hacia la ciencia y la investigación por parte de integrantes de instituciones universitarias, es recomendable agregar futuras líneas de investigación y comparar por tipos de universidad, del país y áreas transculturales, para determinar si es un fenómeno que se da únicamente en la nación o si es generalizado en las universidades de otros países. Finalmente, se precisa llevar a cabo estudios longitudinales que permitan dar cuenta de si estas actitudes favorables cambian en el transcurso de las formaciones posgraduales y si pueden llegar a ser predictoras del éxito académico.