INTRODUCCIÓN
El cuidado de enfermería es el eje central del ejercicio profesional, y los modelos y las teorías de enfermería se fundamentan en una visión humanista del cuidado. Así, Jean Watson 1 contextualiza a la enfermería dentro de la esfera del arte y la ciencia, y la ubica como la principal embajadora en el reto del cuidado como parte de la condición humana. El cuidado profesional es un instrumento para ayudar a otros, es una forma de relacionarse con el otro, lo que implica una responsabilidad de enfermería con el paciente, que favorece una atención individualizada 2, donde lo técnico y lo humano se complementan para entregar un cuidado integral.
Así, el profesional de enfermería debería considerar al paciente como persona en todos los estados de salud, así como en los estados de máxima vulnerabilidad, como lo es un paciente en unidades de cuidados intensivos (UCI), que son unidades de máxima complejidad 3, donde se reciben pacientes en estado crítico de salud. Es en estas unidades donde enfermería se encuentra cada día frente a la muerte, dadas las condiciones críticas de los pacientes 4, y la mantención en vida de los mismos a través del soporte tecno-científico.
En las UCI se brinda a los pacientes críticos cuidados de soporte vital, uso de tecnología avanzada, tratamientos agresivos (sedación, intubación, ventilación mecánica y monitorización invasiva) que tienen como fin que el equipo de salud utilice todas las medidas posibles para la preservación de la vida 5. Sin embargo, muchas veces ocurre que las medidas llevadas a cabo no ofrecen expectativas razonables de mejora ni posibilidades reales de supervivencia ante una enfermedad incurable, lo que puede prolongar el sufrimiento y no ser lo mejor para el paciente 6. En estos momentos se hace necesario evaluar y decidir acerca de la posibilidad de no continuar innovando terapias si son fútiles, y velar por otorgar una muerte más digna y tranquila para el paciente 7.
Es en estos casos donde aparece el concepto de limitación del esfuerzo terapéutico (LET), definido por Lordaet al.como la decisión de “retirada o no instauración de una medida […] que dado el mal pronóstico de la persona en términos de cantidad y calidad de vida futuras, constituye algo fútil, que solo contribuye a prolongar en el tiempo una situación clínica carente de mejora” 8. Actualmente, las aplicaciones de LET más frecuentes son la decisión de no reanimar y de no iniciar medidas tales como: ventilación mecánica, hemodiálisis, administración de hemoderivados, terapia antibiótica 9, entre otras medidas de soporte vital. En estos casos ocurre un encuentro entre la medicina intensiva y la paliativa, las que a pesar de tener objetivos distintos, deben relacionarse y complementarse entre sí para lograr un objetivo común: el cuidado del paciente al final de la vida 7 y el respeto por su dignidad, resguardando la calidad de vida. Es en estas situaciones donde enfermería tiene la labor de estar junto al paciente, ofrecerle confort tanto físico como espiritual, y ayudarle a soportar la vivencia del dolor y la angustia 10. En consecuencia, el cuidado de estos pacientes debe ser integral, y se debe responder de manera personalizada a sus necesidades, para que este sea humanizado; lo que debería reflejarse en cada una de las acciones de los profesionales de enfermería.
Sin embargo, en muchas ocasiones los cuidados centrados en el paciente se han visto desplazados hacia una visión más tecnificada, afectada por la demanda y la carga de funciones, como también por la diversidad de labores encomendadas a los enfermeros y la creencia de que solo la tecnología nos permite avanzar en la atención 11. Todo esto puede convertir al profesional de enfermería en una suerte de “robot sofisticado” programado para la producción, que olvide la calidad de la atención 12 y ponga obstáculos para otorgar a los pacientes de UCI en LET un cuidado humanizado, holístico y el centrado en la persona.
Con base en lo expuesto, y en las problemáticas eticoclínicas actuales en relación con los cuidados de pacientes con LET en UCI, nace la interrogante acerca de cuáles son los factores que pueden llevan a la deshumanización en el cuidado de enfermería en estos pacientes.
OBJETIVO
Conocer y describir los factores que pueden llevar a los profesionales de enfermería a deshumanizar los cuidados en pacientes con LET que se encuentran en una UCI de adulto.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realiza una búsqueda de literatura, por un periodo de cuatro meses en cinco bases de datos: Web-of-Science, PubMed, Epistemonikos, SciELO y Elsevier. Las últimas dos bases de datos se visitaron con el objetivo de revisar artículos en idioma español, y con información correspondiente a la realidad de América Latina y el Caribe. Para complementar la búsqueda se incluyeron artículos de las revistasEnd-of-Life JournalyJournal of Medical Ethics, con el fin de abarcar un punto de vista bioético. Se realizaron tres búsquedas con la misma estrategia; en la primera, se revisaron las bases de datos PubMed, Epistemonikos y Web-of-Science; en la segunda, las bases SciELO y Elsevier; en la tercera, las revistas electrónicas del área de la bioética mencionadas.
Las palabras clave utilizadas en la estrategia de búsqueda fueron:critical care,intensive care unit,limitation oftherapeutic effort,withdrawing treatment,withholding treatment,end of life,human care,nursing; y sus símiles en español. En el proceso se presentaron escasos resultados con el términolimitation of therapeutic effort, por lo que se incluyeron los términosend-of-life (EOL)yEOL (nursing) care, y se obtuvo un mayor número de artículos relativos al objetivo de la revisión. Se seleccionaron los artículos entre los años 2010-2015, pertinentes a la temática de pacientes adultos hospitalizados exclusivamente en UCI. Se filtró por idioma con artículos en inglés y español; se incluyeron los siguientes tipos de artículos: revisiones de literatura, estudios primarios cuantitativos y cualitativos, estudios clínicos randomizados y estudios observacionales.
Se obtuvo un total de 3.070 artículos con base en las tres búsquedas; de los cuales se realizó la lectura de títulos y se seleccionaron aquellos relacionados con: enfermería en LET, LET en UCI o “final de la vida” en UCI. Se eliminaron los artículos duplicados en las distintas bases de datos y aquellos que no tuvieran los textos completos disponibles. Luego, se realizó la lectura deabstractsy texto completo de todos los artículos restantes, y se seleccionaron aquellos relacionados con el área de pacientes con LET en UCI adulto, y que respondían al objetivo de la revisión. Finalmente, se incluyó un total de 23 artículos para elaborar la revisión (figura 1).
RESULTADOS
Se encontraron una amplia gama de artículos pertenecientes a cuidados de enfermería en pacientes con cuidados paliativos al final de la vida, así como de LET en pacientes en unidades de cuidados intensivos pediátricas. Estos artículos fueron excluidos de la selección por no corresponder al objetivo de la búsqueda.
Se obtuvieron un total de 23 artículos de 9 países en distintos continentes (ver en anexotabla y figura 2), de los cuales 7 eran estudios cuantitativos 4,13-18, 8 estudios cualitativos 19-26, 1 estudio mixto 27, 6 revisiones de la literatura 5,28-32 y 1 estudio teórico 11 (ver en anexotabla y figura 3). Todos ellos fueron analizados críticamente por los autores buscando establecer los factores que podrían llevar a los profesionales de enfermería a deshumanizar los cuidados en pacientes con LET que están en una UCI de adulto (ver más detalles de los artículos analizados en el anexo).
PARTICIPACIÓN DE ENFERMERÍA EN LA TOMA DE DECISIÓN SOBRE LET EN LA UCI
En la actualidad hay consenso en establecer que quien debe tomar las decisiones en relación con su salud es el enfermo, en referencia al principio de respeto por la autonomía del paciente. No obstante, generalmente en las UCI los pacientes adultos no tienen la capacidad para ejercer este derecho debido a su condición de salud 22, por lo que esta decisión pasa a terceros (decisión subrogada). En muchos casos es la familia quien debe tomar estas decisiones, y puede recibir apoyo del equipo de UCI para que le brinde la información necesaria y suficiente a fin de realizar correctamente este proceso. La decisión de LET a un paciente en UCI debe realizarse de manera organizada y planificada, esto requiere de la participación y el acuerdo de todos los profesionales involucrados en el cuidado del paciente 28, así como la participación de este último y su familia.
Uno de los factores ampliamente señalado en la literatura que afectaría la entrega de un cuidado humanizado de enfermería en pacientes con LET en los servicios de UCI es la escasa participación que tiene este profesional al momento de decidir la LET para un paciente. En estudios cuantitativos y cualitativos en profesionales de enfermería se señala que estos no se sienten incluidos ni considerados por el equipo médico en la toma de decisión sobre LET 4,5,13,14,16,22-24,29.
Un estudio del año 2015 realizado en Turquía mostró que un 55,6 % de los profesionales de enfermería refieren que no fueron consultados al momento de tomar decisiones sobre LET; y un 75 % de los enfermeros no se implicaba directamente en los cuidados del proceso de final de la vida de los pacientes con indicación de LET en UCI 13; lo que describe una relación entre la participación en la toma de decisión de LET y vincularse a través del cuidado directo de estos pacientes. Lo anterior podría deberse a que al no participar de la decisión, los enfermeros no tienen oportunidad de compartir con los otros miembros del equipo sus inquietudes en relación con la decisión que se tomará, por lo que se sentirán solo como ejecutores de órdenes 28. Esto podría ser más frecuente en relación con la decisión de LET que, a pesar de ser una práctica habitual a la que se deben enfrentar los profesionales, es una decisión compleja donde influyen diferentes factores clínicos y éticos 13, y no siempre enfermeros y médicos concuerdan acerca de cuándo es correcto limitar terapias 14.
No obstante, enfermería es el principal gestor de múltiples intervenciones de cuidado al final de la vida de los pacientes, que se derivan de las decisiones en la práctica de LET, como por ejemplo: analgesia, nutrición y ventilación mecánica; además de brindar apoyo al paciente y su familia, así como permanecer al lado de este hasta su fallecimiento 4,13,23,28-30.
Es necesario señalar que el factor de la experiencia laboral del profesional de enfermería en la UCI incide en su participación en la toma de decisión sobre LET, pues existe un porcentaje menor de estos profesionales que reconoce ser incluido; estos casos corresponden a enfermeros que tienen una mayor antigüedad laboral en el área intensiva, quienes son considerados personas de confianza y son invitados a participar de este proceso 5,22,24,27.
Se describe que la escasa participación de enfermería en la toma de decisiones de LET llevaría a conflictos entre los integrantes del equipo de salud 28, a una disminución de la satisfacción laboral del profesional de enfermería, y a la manifestación de sentimientos de estrés 5,13,14,28. Los aspectos mencionados podrían afectar la correcta ejecución del cuidado de enfermería, humanizado y personalizado, que necesitan todos los pacientes de UCI que están en el proceso final de la vida, pues la falta de participación de enfermería en la toma de decisiones de LET se identificó como un factor de riesgo para el agotamiento 18, lo que puede generar la adopción de estrategias de protección, tales como técnicas de distanciamiento 5. Además, la participación en la toma de decisiones disminuye las incertidumbres en relación con los procesos y las acciones involucradas en la LET, así como discutir con otros profesionales la mejor manera de reducir el entorno tecnológico 20.
UN ESTUDIO DEL AÑO 2015 REALIZADO EN TURQUÍA MOSTRÓ QUE UN 55,6 % DE LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA REFIEREN QUE NO FUERON CONSULTADOS AL MOMENTO DE TOMAR DECISIONES SOBRE LET; Y UN 75 % DE LOS ENFERMEROS NO SE IMPLICABA DIRECTAMENTE EN LOS CUIDADOS DEL PROCESO DE FINAL DE LA VIDA DE LOS PACIENTES CON INDICACIÓN DE LET EN UCI
En una revisión de literatura realizada por Rojaset al. se establece que la participación del enfermero en la toma de decisión de LET en pacientes de UCI es importante, pues este profesional cumple con distintos roles (abogacía, agente de información y soporte familiar), que podrá ejercer de mejor manera si participa activamente en esta decisión; así no solo cumplirá con la implementación de las medidas para la limitación de las terapias, sino con un cuidado integral 28.
Reconocimiento de la importancia de la participación de enfermería en la toma de decisión sobre LET
En su artículo, Bueno Muñoz 29 señala que la falta de interés de los enfermeros de UCI en participar de la toma de decisión de LET de los pacientes que están a su cargo viene de los mismos profesionales, puesto que muchas veces son ellos los que deciden no involucrarse en este proceso. Esto se evidencia en lo referido por todos los profesionales de enfermería que participaron en un estudio cualitativo, donde señalan que la toma de decisión de limitar o retirar tratamientos la debe realizar el médico, y no le corresponde a enfermería 22.Además, en un estudio transversal realizado por Santanaet al. 17 se señala que un 36,5 % de los profesionales de enfermería que trabajan en UCI opina que no deberían participar en la decisión de limitar un tratamiento; lo que muestra que algunos enfermeros no reflexionan sobre el aporte de una visión de cuidado humanizado y de ética del cuidar al proceso de toma de decisión de LET. No reconocer la importancia y la necesidad de su participación en la toma de decisiones de LET en sus pacientes puede llevar a un segmento de los profesionales de enfermería de UCI a no tener una visión integral y humanizada del cuidar 17,29, lo cual es un derecho de los pacientes sin importar su condición de salud.
Asimismo, algunos profesionales de enfermería con menos experiencia laboral no expresan su opinión al equipo médico respecto a su apoyo o rechazo del proceso de retirada de medidas terapéuticas en los pacientes que están a su cargo 22, lo que podría mostrar una falta de preocupación de velar por el mejor interés del enfermo, elemento fundamental del cuidado humanizado. Sin embargo, como se establece en un estudio cualitativo con enfermeras de UCI, es necesario un aumento de la implicancia y del empoderamiento del rol de enfermería como principal responsable del cuidado del paciente de UCI en LET 20.
Reconocer la importancia de participar en la toma de decisiones permitiría a los enfermeros tener espacios de diálogo con los equipos para poder defender los intereses del paciente. Lo anterior podría favorecer involucrarse en el cuidado del paciente, por medio de un proceso de atención de enfermería de calidad para pacientes adultos moribundos que se encuentran en un servicio de UCI, lo cual puede ser una experiencia gratificante y valiosa, aunque desafiante y exigente 5,19.
Formación ética para afrontar los dilemas al final de la vida en UCI
Las tomas de decisiones al final de la vida, como el retiro y la suspensión del tratamiento para mantener la vida, son difíciles y pueden generan problemas éticos 5,13,21,24; además, con frecuencia no se reflexiona acerca de las implicanciones éticas que surgen en estos procesos 24. Es por esto que en muchas situaciones clínicas difíciles se recurre a expertos en bioética para ayudar u orientar en las decisiones, como es el caso de los comités de ética clínicos 16,17.
EN UN ESTUDIO DESCRIPTIVO REALIZADO EN COLOMBIA 16 SE ESTABLECIÓ QUE SOLO 58 % DE LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA SEÑALA HABER RECIBIDO FORMACIÓN EN LET; ADEMÁS, UN 38 % SABE LO QUE SIGNIFICA DERECHO SUBROGADO, Y SOLO UN 30 % IDENTIFICA LOS PRINCIPIOS ÉTICOS (LO QUE DENOTA UN ESCASO CONOCIMIENTO Y FORMACIÓN EN LOS ASPECTOS ÉTICOS).
En la literatura revisada se describe que los profesionales de enfermería se perciben con escasas habilidades y poco preparados para afrontar los problemas éticos que se relacionan con el cuidado del paciente en LET, debido a la falta de preparación y conocimiento en esta área 5,16,17.
En un estudio descriptivo realizado en Colombia 16 se estableció que solo 58 % de los profesionales de enfermería señala haber recibido formación en LET; además, un 38 % sabe lo que significa derecho subrogado, y solo un 30 % identifica los principios éticos (lo que denota un escaso conocimiento y formación en los aspectos éticos). Poseer una formación en estos aspectos en fundamental para otorgar un cuidado humanizado, pues la toma de decisión de LET implica dejar de realizar ciertas acciones terapéuticas que pueden provocar daño 29, y enfocarse en entregar confort y cuidados paliativos al paciente de UCI 21. Para ello hay que preparar adecuadamente el proceso a fin de tener una buena comunicación con el enfermo y su familia sobre este proceso 16, y que no sea percibido como un abandono al paciente.
AL MOMENTO DE DESEMPEÑARSE EN UNA UCI DE ADULTO, EL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA ASUME DISTINTAS RESPONSABILIDADES RELACIONADAS CON LA SOBREVIDA DEL PACIENTE; ESTO, SUMADO A LA SOBRECARGA TANTO LABORAL COMO PSICOEMOCIONAL, HACE QUE ALGUNOS ENFERMEROS VIVAN CON ANGUSTIA LA PRESENCIA DEL FENÓMENO DE MUERTE DE SUS PACIENTES
Además, se señala que existen falencias para tratar temas de final de la vida, debido a la escasa formación en ética o bioética de los profesionales de la salud en general 24. En un estudio realizado por Santanaet al., los profesionales de enfermería entrevistados establecieron que tener conocimientos en ética y bioética les ayudaría a tener una mayor seguridad para enfrentar estos temas 17. Asimismo, refieren que estas herramientas los ayudarían en su responsabilidad de apoyar a los pacientes o sus familiares en las decisiones 16, a fin de favorecer una comunicación fluida con el paciente o familia, lo que contribuye a una entrega de un buen cuidado 30, es decir un cuidado humanizado.
En un estudio multicéntrico realizado en Portugal, las investigadoras enfatizan en la necesidad de formación en ética para los profesionales que trabajan en UCI, para promover la discusión interdisciplinaria y la deliberación en la toma de decisiones, y afrontar de mejor manera las que deben tomarse en UCI 18.
Estrés emocional en enfermeros de UCI al cuidar pacientes con LET
Al momento de desempeñarse en una UCI de adulto, el profesional de enfermería asume distintas responsabilidades relacionadas con la sobrevida del paciente; esto, sumado a la sobrecarga tanto laboral como psicoemocional, hace que algunos enfermeros vivan con angustia la presencia del fenómeno de muerte de sus pacientes 4. En un estudio cualitativo realizado en Sudáfrica, los profesionales de enfermería referían que el cuidado de pacientes es desafiante y difícil 23. Diversos estudios destacan el alto nivel de estrés psicológico al que se ven sometidos los profesionales de enfermería cuando están al cuidado de un paciente en LET en una UCI, y en contacto con los familiares 5,13,23,26,31. Cuidar de pacientes moribundos es descrito por un grupo de profesionales de enfermería, tanto desde un punto de vista psicológico como emocional, pues este cuidado les produce dolor, es agotador y traumático, entre otros 23. Otro aspecto que contribuye al estrés emocional es la escasez de redes de apoyo a nivel institucional para los profesionales de enfermería sobre el cuidado de pacientes en LET 13,23,31.
Tres artículos coinciden en mencionar que existen estrategias de afrontamiento que utilizan los profesionales de enfermería para manejar el estrés emocional, las cuales son descritas como: el distanciamiento del paciente, la supresión de las emociones y la aceptación de la situación 5,22,31. La primera estrategia señalada es una de las acciones más utilizadas por enfermería; así, el distanciamiento es entendido como el intento de apartarse del dolor y sufrimiento del paciente y su familia, y evitar involucrarse en el proceso de muerte 22. El segundo lugar lo ocupa la supresión de las emociones, que se ve influenciada por la intención de mantener una relación enfermero-paciente-familia exclusivamente en el ámbito profesional 5,31. Sin embargo, suprimir los sentimientos puede deberse a que el profesional no es capaz de enfrentar emocionalmente la situación de final de la vida en sus pacientes, escenario que lleva al desgaste emocional y a la despersonalización del cuidado, lo que incrementa el estrés emocional y psicológico en el entorno laboral en la UCI 5,31. Por último, la estrategia del afrontamiento del cuidado del paciente en LET en una UCI va a depender de múltiples factores personales: experiencias con familiares del profesional, percepción individual sobre la muerte, los conocimientos de la visión social en el morir, la edad del paciente y la experiencia laboral, ya que los profesionales con menor trayectoria desarrollarán actitudes más negativas que aquellos con mayor experiencia 5,16,22,23,26.
En el proceso de los cuidados de pacientes en UCI de adulto con LET se unen dos elementos que pueden promover un mayor estrés en los profesionales de enfermería 5, lo que les dificulta la realización de un cuidado humanizado. Por una parte, la labor de enfermería en UCI tiene una fuerte carga emocional, pues el objetivo principal de esta unidad es evitar la muerte del paciente crítico, lo que no siempre es posible 26. Establecer la LET para un paciente implica un cambio en el enfoque de los cuidados que va, desde los cuidados críticos, altamente teologizados y agresivos (intubación, ventilación mecánica, etc.), al confort y los cuidados de final de la vida 21,30, que tienen como fin brindar una buena muerte 5. Por lo anterior es importante que enfermería entregue cuidados al final de la vida que velen por el resguardo de la dignidad del paciente en esta etapa 32. Este cambio de enfoque, en un corto plazo, promueve que algunos profesionales quieran mantenerse distanciados de los pacientes y no involucrarse directamente con ellos 13.
Por otra parte, enfermería debe velar por entregar un soporte emocional al paciente y su familia 5,15,21,26,30; son ellos a quienes hay que apoyar a través de una buena comunicación, ayuda en la toma de decisión, atención continua 23,30, así como un buen manejo de síntomas 15. Las enfermeras participantes del estudio realizado por Kisorio y Langley 23 refirieron que una buena transmisión de la información, así como acompañar a familias en negación es un aspecto difícil de lograr, y una prueba para entregar un cuidado humanizado. Además, comentaron que aunque les gustaría dar más apoyo a la familia, muchas veces sus otras responsabilidades no se lo permiten, por lo que sugirieron que sería necesario contar con el apoyo de otros especialistas en las UCI, como psicólogos, asistentes sociales o consejeros, para ofrecer diferentes formas de apoyo a la familia 23.
Si bien los cuidados al final de la vida en un paciente con LET en UCI son una oportunidad para una atención de calidad e integral a estos pacientes y sus familias 15, también constituyen un proceso difícil y desafiante para enfermería, por el constante apoyo que se le debe dar al paciente y su familia 23, lo que puede llevar a las enfermeras a experimentar altos niveles de ansiedad o estrés 31. Una buena atención de cuidado en el final de la vida de un paciente requiere que los profesionales de enfermería realicen una práctica que no solo consista en efectuar tareas técnicas, sino también participar en prácticas humanistas y afectuosas 31.
ACTUALMENTE, LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA SON ENTRENADOS PARA REALIZAR PROTOCOLOS, TECNIFICAR SUS HABILIDADES Y FORMAR SUS DESTREZAS PARA ADELANTARSE A LOS HECHOS; PERO NO PARA BRINDAR CUIDADOS PALIATIVOS INTEGRALES
Factores relacionados con el entorno laboral
En un estudio cualitativo descriptivo realizado en España, varios profesionales de enfermería señalaron que no hay espacio ni habitaciones asignadas exclusivamente al proceso de muerte del paciente en UCI adulto en LET, señalándolo como un escenario difícil para lograr una muerte digna 22. Unos artículos mencionan factores ambientales o del entorno que son predisponentes a obstaculizar el cuidado integral de enfermería de pacientes con LET 5,13,15,17,20,22,23,26,30,32. Algunos de los que se mencionan describen situaciones como la visita limitada con horarios restringidos para los familiares, unidades altamente tecnológicas, falta de espacio, la distribución de camas, entre otros 13,20,22,30. Además, un aspecto importante en la relación profesional paciente/familia es la buena comunicación, la cual se ve afectada negativamente por la falta de espacios donde se resguarde la intimidad de los pacientes en el fin de su vida 22,30. Esto confirma que las UCI son servicios que no se adaptan a la realidad social y sanitaria existente con respecto al fenómeno cada vez más frecuente de la muerte hospitalaria 22.
Por otro lado, el sistema rotativo de turnos, el poco tiempo disponible y la responsabilidad del profesional sobre otros pacientes dificulta el cuidado personalizado y el encuentro paciente-enfermero-familia 15,23,30,32. Esto significa que el sistema de turno laboral no otorga el tiempo suficiente para establecer una relación de confianza con la familia del paciente en LET, sumado a que el enfermero debe cuidar a otros pacientes que se encuentran en extrema gravedad y requieren la atención constante del profesional 15,17,26. Además, la elevada rotación en la ocupación de camas es un factor que lleva a que el profesional de enfermería no alcance a procesar sus sentimientos acerca de la muerte, ya que debe recibir y cuidar a un nuevo paciente crítico en la misma unidad 5,23, y dar prioridad a un enfoque de eficiencia.
Una posible alternativa para atenuar estos obstáculos es la creación de un ambiente que apoye la transición a la muerte, a fin de mejorar la atención al final de la vida y proporcionar al paciente en LET una muerte digna en la UCI 32; así como la necesidad de abordar el bajo conocimiento que existe sobre las necesidades que tienen los profesionales de enfermería para brindar un cuidado humanizado al paciente y su familia 30.
Concepción biomédica actual del cuidado de enfermería
Según la Junta de Andalucía: Consejería Española de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, la medicina actual ha sido cegada por sus propios éxitos basados en la tecnología, lo que ha deshumanizado la atención y ha olvidado que la muerte es parte del ciclo vital de cada ser humano 8. Revisiones y estudios cualitativos señalan que existe una falta de la atención centrada en la persona y se ha fortalecido la atención de la fisiopatología, jugando en contra de la humanización de los cuidados de enfermería 22,32. Actualmente, los profesionales de enfermería son entrenados para realizar protocolos, tecnificar sus habilidades y formar sus destrezas para adelantarse a los hechos; pero no para brindar cuidados paliativos integrales 11,22. En un estudio con enfermeras de UCI, realizado por Silvaet al. 25, se estableció que la formación de enfermería no enfatiza en cuestiones relacionadas con la emoción y la espiritualidad, sino que se centra en aspectos técnicos y prácticos; asimismo, reveló que las prácticas de enfermería que involucran cuidado técnico como higiene, hidratación, etc., se vuelven rutinarias, lo que lleva a la atención mecánica, a pesar de que se conoce que la atención de enfermería debe estar enfocada en respetar la individualidad de los pacientes.
En la revisión de literatura realizada por Holman se destaca que un buen cuidado de pacientes con LET requiere enfermeros que extiendan su práctica más allá de las tareas técnicas escénicas, y que participen en una gestión del cuidado auténtica y humana 31.
DISCUSIÓN
La literatura revisada coincide en la importancia de la labor de enfermería, de no abandonar su rol de cuidado en pacientes con LET, en procura de conservar en todo momento la dignidad, y con un enfoque en el paciente como persona integral. Además, surge la necesidad de visualizar la incorporación de la medicina paliativa a los servicios de UCI, tan fundamental en los pacientes en LET que permanecen en estas unidades hasta el momento de su muerte.
A partir de los resultados es posible afirmar que existe una serie de obstáculos, tales como la poca participación en la toma de decisiones de LET de los enfermeros, la escasa formación en ética de los profesionales de la salud, la falta de apoyo institucional para los profesionales de enfermería para hacer frente al estrés emocional, la concepción biomédica del cuidado, entre otros, que propician la deshumanización del cuidado de enfermería en los pacientes con LET en UCI del adulto.
En ocasiones, el profesional de enfermería engloba inicialmente un área procedimental en su rutina laboral en una UCI, y ha apartado el cuidado humanizado e integral de su plan de atención, por lo que ha llegado a cumplir solo labores de tipo técnico, aunque muchas veces quisieran realizar actividades enfocadas en hacer lo mejor para proporcionar una muerte digna a sus pacientes, lidiando incluso con su emocionalidad 20.
Como principal exponente del cuidado humanizado, Jean Watson destaca que el cuidado debe abarcar una dimensión humana, y aunque las enfermeras realizan multiplicidad de procedimientos que pueden volverse mecánicos, la práctica clínica siempre presenta nuevos desafíos a los que enfermería debe responder con creatividad y centrada en el cuidado el paciente 2. Esto implica enfrentar los desafíos para otorgar atención de calidad 5,31 y cuidados humanizados para pacientes con LET en UCI 17, estar presente y participar en el proceso de LET 13,14,17, velar por el acompañamiento emocional y espiritual del paciente y sus seres queridos 15,23,30, y brindar un ambiente de confort y tranquilidad dentro de lo que el contexto permita.
LA MUERTE NOS RECUERDA NUESTRA FINITUD, CARACTERÍSTICA ESENCIAL DE LO HUMANO, POR ESTO NO HAY QUE OLVIDAR QUE ES PARTE DE NUESTRO CICLO VITAL. ES UN DESAFÍO MORAL BRINDAR EL CUIDADO ADECUADO EN EL FINAL DE LA VIDA; ES DECIR, ABORDAR A LA PERSONA DESDE DIFERENTES DIMENSIONES, MEDIANTE EL APOYO Y EL ACOMPAÑAMIENTO DE ESTE PROCESO
En los artículos revisados se mencionan la falta de inclusión del profesional de enfermería en la toma de decisiones sobre LET; ya sea porque el equipo médico no considera a otros profesionales en la toma de decisiones, o porque los mismos profesionales de enfermería creen que no les compete o no reconocen la importancia que tiene participar, o porque no lo consideran como parte de su rol con pacientes en LET 28. Esto hace que el profesional de enfermería adopte una actitud de distanciamiento, de escasa implicancia en este proceso 5, y de poco empoderamiento de su rol como gestor del cuidado humanizado e integral. Sin embargo, en distintos estudios se establece la importancia de la participación de enfermería en esta toma de decisión 13,14,17,22, no solo porque ella es la ejecutora de acciones que derivan de la LET, sino porque es la voz del paciente y puede representar mejor sus intereses 28; además, esta instancia es una oportunidad para incorporar el enfoque de cuidado integral y humanizado necesario para una atención de calidad en el final de la vida 17.
En ocasiones, la tecnología dura y el enfoque biomédico de las instituciones de salud interfieren en la percepción de las llamadas “pequeñas cosas”, que son más importantes para que el paciente o la familia se sientan cuidados 10,11; como por ejemplo, un abrazo, palabras de empatía y consuelo, intercambio de manos, etc. Estas acciones sitúan al cuidado humanizado como indispensable en la atención a pacientes en extrema vulnerabilidad 10, y le da el espacio a enfermería para otorgar un cuidado con un alto sentido humanista 12. Debido al estado de gran vulnerabilidad en que se encuentra un paciente con LET en una UCI, es importante que enfermería no se dedique solo labores técnicas (como cumplimiento de indicaciones, monitorización hemodinámica, etc.), sino que enfrente el problema con un cuidado humanizado al final de la vida, para mitigar el dolor y otros síntomas, procurar una buena calidad de vida, y proporcionar apoyo espiritual y psicológico a los pacientes y sus familias 33. No obstante, como lo señalan algunos investigadores, esta situación puede conducir a problemas en el autocuidado del profesional o en el desarrollo de actitudes negativas hacia los pacientes o sus familias, pues no siempre se cuenta con las herramientas ni el soporte institucional para hacer frente a este tipo de cuidados 5.
Como establece Watson 2, todo ser humano es un ser que siente, pero es habitual que en el ámbito laboral los profesionales dejen de lado este ámbito, lo que trae como consecuencia la negación y el ocultamiento de sus emociones como técnicas de afrontamiento de enfermería, con la intención de mantener una relación profesional entre enfermero-paciente-familia, lo que provoca un distanciamiento del sufrimiento del paciente o de la familia, para así evitar el sufrimiento propio 5. Frente a esto, es necesario asumir que el proceso de muerte lleva consigo dimensiones emocionales y sensibles que siempre afectarán a los profesionales de enfermería, sobre todo cuando se cuida de los pacientes críticos.
Sin embargo, la muerte nos recuerda nuestra finitud, característica esencial de lo humano, por esto no hay que olvidar que es parte de nuestro ciclo vital. Es un desafío moral brindar el cuidado adecuado en el final de la vida; es decir, abordar a la persona desde diferentes dimensiones, mediante el apoyo y el acompañamiento de este proceso 34.
Después de establecida la LET para un paciente de UCI, enfermería debe cambiar el enfoque de su cuidado a fin de favorecer la creación de un ambiente físico, psicológico y espiritual adecuado para que los cuidados sean una respuesta a las necesidades de los pacientes en el final de vida 2,35. Asimismo, es importante generar un ambiente más propicio que promueva el encuentro del paciente con sus familiares, favoreciendo, por ejemplo, la presencia física de estos durante el proceso de muerte 20 para que el paciente no muera solo, y velar por el respeto de su dignidad al momento de su fallecimiento. Los pacientes y familiares en general se sienten seguros al recibir un cuidado realizado con competencia y habilidades, pero este debe estar acompañado de consideración, comprensión y empatía. Además, el cuidado de los pacientes moribundos y sus seres queridos es una experiencia gratificante para los profesionales de enfermería de UCI 5, pero es necesario desarrollar las competencias para afrontarlo.
CONCLUSIONES
Los profesionales de enfermería tienen diversos roles que ejercen en los distintos momentos de cuidado de los pacientes. Sin embargo, en el cuidado humanizado se destacan los roles de defensor de los intereses del paciente, por su cercanía con él, y de agente comunicador, que mantiene el nexo entre la familia y el equipo médico. Para ejecutarlos bien se podría participar en la visita diaria del equipo sanitario, aportando su visión profesional y humana de los requerimientos del paciente. Además, se puede realizar formación académica acerca de LET, aspectos éticos asociados y cuidados paliativos para la UCI, dentro o fuera de la jornada laboral.
A fin de reforzar el conocimiento teórico es importante enfatizar en los aspectos curriculares de los futuros profesionales de enfermería, contenidos relacionados con el paradigma humanista, aspectos bioéticos asociados a la práctica clínica y la visión de la persona desde una perspectiva multidimensional, que incluya el proceso de muerte como parte de su ciclo vital.
Asimismo, es fundamental la creación de una instancia de intercambio de experiencias entre los enfermeros, como también gestionar la presencia de profesionales del área psicoemocional por parte de la dirección de los centros de salud para apoyar a los profesionales de enfermería y el equipo de salud, en el proceso de LET para afrontar el desafío de proporcionar una atención de calidad a los pacientes en el final de su vida.
Finalmente, se recomienda que a nivel institucional se gestione un proceso re-organizacional dirigido a los servicios de UCI, con mayor espacio para el encuentro de la familia con el paciente y con el profesional de salud. Por ejemplo, flexibilizar el ingreso de la familia para acompañar a su ser querido, dar espacios para profesar sus creencias religiosas, etc.
Es necesario afirmar que acciones como las mencionadas permitirán el desarrollo de una profesión de enfermería enfocada en el cuidado humanizado centrado en la persona en condición de gran vulnerabilidad.