Introducción
Las transformaciones generadas por el desarrollo del turismo son diversas, especialmente en términos de las formas como se distribuyen los beneficios y los costos (Bennett & Dearden, 2014; Cañada, 2017; Cordero Ulate, 2006; Gascón, 2018; Gössling, 2002; Gössling & Peeters, 2015; Mbaiwa & Stronza, 2010; Prado et al., 2015). Las transformaciones territoriales suelen generar conflictos, debido a los cambios introducidos en los lugares de destino no solo para hacerlo más atractivo, sino para desarrollar la actividad. En muchos casos, los cambios sobre la propiedad, así como el acceso y control de recursos clave del territorio generan choques entre quienes poseen o controlan estos recursos, quienes pueden y quieren integrarse al nuevo sector y quienes quedan marginados de sus beneficios (Cordero Ulate, 2006; Gascón Gutiérrez, 1996; Gascón & Cañada, 2018).
Las dinámicas de cambio en el turismo dependen en gran medida del contexto local en el que se despliegue el turismo. En ocasiones, si el contexto es propicio, es posible que sea una estrategia efectiva para aumentar el empleo y las oportunidades económicas para la población local. No obstante, el turismo también puede erosionar activos clave para el sustento de las comunidades locales, lo que aumenta la dependencia y las posibilidades de caer en la trampa de la pobreza. Además, puede promover procesos de diferenciación social y urbanización acelerada, entre otros efectos negativos.
En los ámbitos rurales, el desarrollo del turismo suele encontrarse con condiciones desfavorables, debido a la persistente estructura de pobreza que se reproduce a diferentes escalas geográficas. A pesar de que exista una amplia y variada oferta de atractivos turísticos, las condiciones de acceso a servicios básicos suelen ser deficientes, así como la calidad y cobertura de servicios de educación y protección social. Además, las desigualdades socioeconómicas, la inseguridad alimentaria, la incertidumbre del cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales, así como la exclusión de los mercados lucrativos en la modernización de las cadenas de suministro de alimentos, son problemas recurrentes. Estas condiciones se agravaron aún más por la crisis desatada por la pandemia de COVID-19 (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO], 2015, 2018, 2019, 2021; Naciones Unidas, 2017).
En consecuencia, debido a estas condiciones adversas, es limitada la capacidad de resiliencia de las comunidades rurales, lo que reduce su posibilidad de integrarse favorablemente en la cadena de valor del turismo, dominada por empresarios turísticos, promotores inmobiliarios, grandes propietarios y especuladores de tierras, gobiernos locales y regionales, que tienen un mayor poder de decisión y mayores posibilidades de aprovechar las dinámicas del mercado turístico.
La revisión y análisis de las transformaciones generadas por el auge del turismo desde el enfoque de los medios de vida sostenibles (MVS) permite identificar los cambios reportados en términos de propiedad, control, acceso y distribución de activos (sociales, financieros, humanos, naturales y físicos) en el territorio, al igual que examinar cómo ha cambiado su disponibilidad para la población local y de qué manera las personas agencian sus activos para sobrevivir. Lo anterior, identificando las dinámicas y relaciones que han permitido o impedido que el agenciamiento de iniciativas turísticas pueda constituirse como una estrategia complementaria para que la población rural más pobre resista o pueda recuperarse de las crisis sin perder o deteriorar de manera irreversible sus activos.
Aspectos conceptuales
El enfoque de los medios de vida sostenibles
El enfoque de los MVS analiza, en primer lugar, el nivel de propiedad, control, acceso o distribución de cinco tipos de activos o capitales (social, financiero, humano, natural y físico) que permiten a individuos, hogares y comunidades poner en marcha diferentes estrategias de vida y asegurar su sustento. En segundo lugar, este enfoque permite analizar cómo las personas agencian sus activos para hacer frente y recuperarse de crisis y presiones, examinar las nuevas estrategias implementadas en un contexto y espacio de tiempo determinados, y determinar si dichas estrategias fueron sostenibles en términos de salir de la crisis, ampliar y mantener la calidad y cantidad de sus activos o, por el contrario, menoscabarlos y hacerlos más pobres y vulnerables (Chamber & Conway, 1991; Moser, 2010; Scoones, 1998, 2009).
Los medios de vida están influenciados por la especificidad del entorno donde viven las personas, las familias y las comunidades, así como por los cambios estructurales y contextuales que los rodean (Scoones, 2015). Al poner el relieve en las personas y sus capacidades, se analizan los cambios en el control de los activos (Chambers, 1998), las estrategias de afrontamiento a corto plazo y las posibilidades de adaptación a largo plazo para enfrentar circunstancias cambiantes (Chamber & Conway, 1991). Este proceso es particularmente complejo en espacios rurales, donde existe un contexto desfavorable para agenciar los activos y ampliar las estrategias, lo que limita las opciones y oportunidades para diversificar las actividades productivas y superar las barreras comerciales y de movilidad que obstaculizan la subsistencia (Ellis, 2002).
Los activos, también conocidos como assets o capitales, son elementos que pueden adquirirse, desarrollarse, mejorarse y transferirse de una generación a otra (Bebbington, 1999; Ellis, 2000). Los capitales tangibles y productivos incluyen la tierra y la vivienda; mientras que los capitales intangibles incluyen habilidades y relaciones familiares. A continuación, se describen cada uno de estos cinco capitales.
El capital humano se refiere a las habilidades, conocimientos, aptitudes, creatividad y estado de salud de las personas que les permiten acceder a la infraestructura económica y social necesaria para sus medios de vida. Para aprovechar plenamente su capital humano, las personas necesitan servicios sociales como educación y atención médica, así como infraestructura económica como transporte y electricidad (Departamento de Desarrollo Internacional [DFID], 1999; Moser, 1998).
El capital social incluye las relaciones de confianza, cooperación y reciprocidad de la comunidad, así como las normas y obligaciones que rigen las estructuras sociales e instituciones. Esto abarca tanto las relaciones en el nivel micro (como las redes sociales y familiares) como las relaciones en el macro (instituciones políticas y económicas). Este capital proporciona una base de seguridad y apoyo para los individuos en su búsqueda de MVS (Ford Foundation, 2002; Moser, 1998, 2010).
El capital físico se refiere a las infraestructuras que permiten a hogares y comunidades satisfacer sus necesidades básicas y mejorar su productividad, ya sean bienes de propiedad individual o ya sean públicos de acceso colectivo. Estos bienes suelen ser tangibles, como muebles y bienes de producción, vivienda y servicios públicos esenciales que brindan seguridad y bienestar (DFID, 1999; Moser, 1998, 2010).
El capital financiero se refiere a los recursos económicos que permiten a los hogares y comunidades adoptar diferentes estrategias de medios de vida. Estos recursos pueden ser activos líquidos como dinero, depósitos bancarios, ingresos percibidos, pensiones, remesas o donaciones. Su disponibilidad permite la realización de actividades productivas y la inversión en mejoras y nuevas oportunidades (DFID, 1999; Ford Foundation, 2002).
El capital natural se refiere a los recursos y servicios ambientales derivados del entorno que son importantes para los medios de vida. Estos incluyen ciclos de nutrientes, protección contra la erosión, reciclaje y renovación del aire y el agua. Además, pueden ser tanto tangibles como intangibles y tener un valor cultural importante para las comunidades. Ejemplos de activos naturales incluyen la tierra, los árboles, la fauna, los humedales, la atmósfera y la biodiversidad (DFID, 1999; Ford Foundation, 2002; Moser, 2010).
Los activos no solo son recursos que se utilizan para construir medios de vida, sino que también permiten a las comunidades ejercer control sobre sus vidas y participar en la sociedad, generar flujos de consumo y crear nuevos recursos (Bebbington, 1999; Ford Foundation, 2002).
La cantidad y calidad de activos que tienen las personas son directamente relacionados con su nivel de vulnerabilidad social y las trampas de la pobreza. Los activos son finitos y pueden ser sustituidos, diversificados, aumentados, disminuidos o erosionados a través del agenciamiento y gestión. El aumento de activos y su calidad reduce la vulnerabilidad social, mientras que la erosión de los activos aumenta la inseguridad y la vulnerabilidad. El acceso, control y distribución de los activos también son factores importantes en su gestión y agenciamiento (Moser, 1998).
Territorio desde el enfoque de los medios de vida
El territorio es una construcción social donde fundamentalmente están presentes personas y recursos. Su configuración es resultado de las formas como, a lo largo de la historia, se han ejercido las relaciones de poder, de gestión, de dominio, de prácticas sociales y temporales con intereses distintos, que se construyen según vivencias, valoraciones, actitudes y concepciones particulares de los individuos, grupos y clases sociales que lo conforman (Herner, 2009; Nates Cruz, 2011).
El territorio también se entiende como el espacio donde se desarrollan los modos de vida, donde se establecen mecanismos y medios de sustento, cuyo acceso, control, propiedad y distribución están mediados por las estructuras y procesos, porque cumplen una doble función: la de regular tanto la conducta de las personas como el nivel de propiedad, acceso y distribución de los recursos allí presentes. En este sentido, el territorio es una construcción social del espacio que ocurre de forma colectiva, entre individuos, instituciones y los acuerdos que se establecen. Estos acuerdos pueden crear, fortalecer, transformar, reconstruir e incluso destruir los territorios (Schneider & Peyré, 2006).
Turismo, destino turístico y medios de vida
El turismo es considerado industria, actividad, sector, servicio, con diversas interfaces de orden político, económico, ecológico y cultural (Pinassi & Ercolani, 2017, p. 43). Desde la perspectiva de los estudios rurales, el turismo puede verse como una actividad complementaria dentro de la economía familiar campesina y, en este sentido, aporta a la multifuncionalidad y pluriactividad de los espacios rurales. Lo anterior ha impulsado iniciativas de turismo sostenible, alternativo, justo, agroturismo, turismo rural, turismo de aventura, ecoturismo, geoturismo, turismo comunitario, etc. (Ruiz-Ballesteros, 2015).
Cualquier tipo de turismo requiere la configuración de un destino turístico, es decir, el proceso mediante el cual se adaptan los activos territoriales para volverlos atractivos y motivar una demanda turística. En este proceso se combinan servicios, infraestructura, equipamientos, actividades, atractivos y recursos turísticos, una comunidad con habilidades y capacidades para el turismo, áreas turísticas definidas, y la convergencia institucional de organizaciones públicas y privadas. Además, se requieren leyes, regulaciones, proyectos, programas, políticas y acuerdos que faciliten el proceso, junto con unas condiciones territoriales y ecosistémicas adecuadas (Boullón, 2006; Molina E., 1991; Navarro, 2015; Organización Mundial del Trabao, 2001; Panosso Netto, 2012; Rebollo & Baidal, 2003; Tang, 2015).
Este proceso de configuración genera transformaciones a diversas escalas espaciotemporales, debido a las adaptaciones que se deben desarrollar para responder a la demanda turística (Gössling, 2002; Gössling & Peeters, 2015). Tales procesos suelen generar conflictos por el acceso a los recursos del territorio y pruducir tensiones entre quienes poseen o controlan más recursos (Cordero Ulate, 2006, p. 197; Gascón Gutiérrez, 1996, p. 504), entre quienes se integran al nuevo sector y entre quienes quedan marginados de sus beneficios (Gascón & Cañada, 2018).
Metodología
La metodología que se utilizó para esta revisión se inspiró en el proceso de mapeo sistémico (Centre for Evidence-Based Conservation, 2010), que describe evidencias relevantes de un tema específico, con preguntas abiertas y síntesis de información a través de matrices de clasificación de categorías. El proceso fue el siguiente:
Precisar el propósito de la revisión. En esta revisión se pretende explorar el proceso de transformación territorial derivado del desarrollo turístico y sus impactos en los medios de vida comunitarios. Se busca responder a las siguientes preguntas: ¿cómo ha afectado el desarrollo turístico al capital natural, financiero, humano, físico y social de las comunidades rurales? ¿Qué implicaciones ha tenido para la población local en términos de vulnerabilidad?
Definir estrategia de búsqueda. Las búsquedas se realizaron en las bases de datos Science Direct y Scopus, hasta el 11 de marzo de 2022, usando los términos que se describen en la tabla 1.
Seleccionar información. Se identificaron 149 artículos en la búsqueda, de los cuales se seleccionaron 106 que cumplían con los criterios establecidos: estar en español o inglés, presentar estudios de caso y describir los cambios en los medios de vida de comunidades rurales debido al turismo. A través de la revisión, se encontraron diferentes casos que muestran cambios en los activos de las comunidades debido al turismo. Aunque es posible que la revisión no incluya toda la información disponible sobre los cambios en los medios de vida, se considera que proporciona una buena comprensión y fiabilidad del tema.
Categorizar y cuantificar los hallazgos. Se leyeron completos los 106 artículos para clasificar la información en una hoja de cálculo (tabla 2), la cual incluye información sobre los autores, título de la publicación, año, periodo de estudio, país de origen, tipología de turismo, metodología utilizada y las transformaciones en los activos naturales, sociales, institucionales, económicos, físicos y humanos. Además, se registraron los impactos en la vulnerabilidad de las comunidades, las estrategias adoptadas por la población y las recomendaciones formuladas por los autores. Los cambios en los activos, impactos y recomendaciones se categorizaron y cuantificaron para una mejor comprensión del tema.
Base de datos | Título, resumen o palabras clave | Operador booleano | Título | Título resumen palabras clave | Temporalidad | Número de documentos encontrados |
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Science Direct | tourism | and | Livelihoods | -- | 2007-2022 | 45 |
Scopus | tourism | and | livelihoods | rural | 2007-2022 | 117 |
Formula utilizada: (title (livelihoods) AND TITLE-ABS-KEY (tourism) and title-ABS-KEY (rural)) |
Fuente: elaboración propia.
Autor | |
Título | |
Año | |
Periodo | Periodo de análisis de la transformación |
País | Donde se desarrolló la investigación |
Tipo de turismo | Tipo de oferta turística |
Metodología | Herramientas utilizadas, enfoque |
Natural | Activos provistos por el entorno, del cual derivan recursos y servicios ambientales |
Social | Lazos sociales relaciones de confianza, reciprocidad y cooperación reglas, normas... |
Económico | Recursos económicos, que los hogares adoptan para tener estrategias en materia de medios de vida |
Físico | Infraestructuras que contribuyen a que los hogares y comunidades satisfagan sus necesidades básicas y sean más productivas |
Humano | Capacidad aptitud conocimiento... y estado de salud de las personas necesarios para proveerse |
Vulnerabilidad | Resultados o impactos que genera el turismo para la sostenibilidad de los medios de vida |
Estrategias | Acciones o determinaciones tomadas por los hogares para adaptarse al cambio |
Recomendaciones | Propuestas de los autores a partir de los resultados |
Fuente: elaboración propia.
Resultados
Tendencias en la publicación sobre medios de vida rurales y turismo
Durante la revisión se observó que los estudios seleccionados abarcaban un periodo que comenzaba en 2007, aunque la mayoría de ellos fueron publicados entre 2018 y 2021, según se puede apreciar en la figura 1. Además, se pudo constatar un incremento en el número de publicaciones que reportan la transformación de los medios de vida por influencia del turismo, como se muestra en la figura 2. En cuanto a las publicaciones más citadas, se encontraron las de Bennett y Dearden(2014), Cinner y Bodin (2010), Iorio y Corsale (2010), Mbaiwa (2011), Mbaiwa y Stronza (2010) y Su et al. (2019).
Entre los países con mayor número de estudios publicados se encuentran China, Indonesia y Sudáfrica, como se muestra en la figura 3. Casi un 30 % de los estudios se realizaron en China. En Asia, la mayoría de los casos se concentraron en Asia oriental (58 %) y en el Sudeste Asiático (29 %). Por su parte, en África, el 85 % de los casos se encontraron en el África subsahariana. Sin embargo, se encontró una baja cantidad de estudios realizados en Latinoamérica.
La mayoría de las investigaciones se enfocaron en áreas no urbanas, con un 57 % en áreas protegidas, un 23 % en áreas rurales y un 20 % en zonas costeras. De los 106 casos estudiados, 48 correspondieron al turismo de naturaleza en áreas protegidas, y casi el 60 % de ellos se ubicaron en el África subsahariana. En cuanto al tipo de oferta turística, 17 casos fueron de gestión comunitaria y 12 correspondieron a destinos protegidos por la Unesco.
El 69 % de los estudios utilizó metodologías cualitativas, específicamente herramientas etnográficas, a través de entrevistas semiestructuradas en profundidad (43 %), observación participante ( 18 %) y grupos focales (8 %). En el 13 % de los casos se complementó la información mediante la triangulación de datos secundarios. Otros métodos de análisis utilizados incluyen estudios longitudinales (6 %), investigación-acción participativa (4 %), análisis de narrativas (3 %), análisis comparativo de destinos en distintos momentos de desarrollo del turismo, evaluación rural participativa, indagación apreciativa, mapeo participativo, entre otros.
En el 18 % de los estudios revisados se utilizaron técnicas cuantitativas para procesar encuestas, en algunos casos complementados con metodologías mixtas (13 %). Para el diseño y análisis de las encuestas, se emplearon herramientas estadísticas descriptivas, análisis de diversificación, índice de sostenibilidad, pruebas paramétricas y no paramétricas, y análisis espacial. Sin embargo, una aparente debilidad de los estudios es que la mayoría de ellos analizaron periodos cortos de transformación, que van desde menos de un año hasta cuatro años (figura 4). Son escasos los estudios longitudinales que examinan dichas transformaciones en el largo plazo. Este hecho se debe, en parte, a que muchos de los estudios se realizan a posteriori, como parte de la evaluación de programas o proyectos con financiación externa.
Análisis de las transformaciones en los activos de medios de vida
Cambios en el capital natural
Más de la mitad de los casos revisados han mencionado que la actividad turística ha generado alguna transformación en el capital natural. Sin embargo, estas transformaciones no han sido todas positivas. De hecho, el 53 % de los casos revisados han señalado que el turismo ha ocasionado transformaciones que han disminuido la disponibilidad, el acceso y el control del capital natural. Es decir, en muchos casos se han observado impactos negativos sobre el medio ambiente y los recursos naturales en los destinos turísticos.
Ampliación de prácticas de conservación, usos sostenibles y gobernanza ambiental. La transformación más recurrente que se observó en los estudios revisados es el incremento de los procesos de conservación de los recursos naturales (figura 5). Esto se debe en gran parte a la creación de áreas protegidas, al aumento de procesos de regulación en la gestión de los recursos naturales y a la aplicación de leyes Menos de año 48% y políticas de conservación. Además, se crearon programas de educación ambiental, se aumentó la inversión en procesos de restauración y conservación de bosques y se reglamentaron usos permitidos para los recursos, reduciendo actividades de tala, caza y pesca que fueron declaradas ilegales, y se elevó el control de incendios forestales.
Con estas iniciativas se buscó involucrar a la población en la toma de decisiones y en la gestión de los recursos naturales, fomentando su participación y generando un mayor compromiso por su cuidado y conservación. Además, se promovió la implementación de prácticas sostenibles en la industria turística, como el uso de energías renovables, la gestión responsable de los residuos y la reducción del consumo de agua. Estas prácticas no solo ayudan a conservar los recursos naturales, sino que también pueden generar ahorros económicos y mejorar la calidad de vida de la población local.
En los casos donde el turismo se encadenó con la agricultura para ofrecer agro-turismo, especialmente en viñedos y en tierras de cultivo abandonadas transformadas en campos de plantas comestibles silvestres, atractivas para el turismo, se aumentó el reconocimiento y valoración de las prácticas agrícolas sostenibles. Al ser reconocidos los beneficios económicos de estas prácticas, los agricultores prestaron más atención a la protección del entorno ecológico rural y participaron en la toma de decisiones para la conservación y protección ecológica. No obstante, como veremos a continuación, muchas veces la delimitación de áreas protegidas y la implementación de planes de manejo restrictivos generan distintas formas de despojos verdes ( green grabs).
Erosión del capital natural. El turismo ha tenido un impacto negativo en el capital natural, especialmente en la degradación de los recursos naturales (figura 6). La contaminación por sistemas ineficientes para el manejo integral de residuos sólidos, vertimientos y emisiones es una de las principales causas de esta degradación. Además, el aumento en la demanda de recursos naturales, como tierra, energía, agua potable e insumos para la construcción y operación de establecimientos turísticos, junto con la demanda de alimentos y souvenirs, ha promovido dinámicas de cambios de usos del suelo, deforestación, erosión, intensificación de la agricultura y reducción de áreas de cultivo, principalmente para la construcción de infraestructuras turísticas.
La creación de áreas protegidas y la privatización de recursos de usos comunes o comunitarios, como bosques, playas y lagos (despojos verdes), ha disminuido el acceso y disponibilidad de recursos naturales para la población local. Esto ha generado dificultades para agenciar estrategias de sustento y ha aumentado la presión sobre los recursos naturales, ya que, al reducirse el acceso, la población se ve obligada a desplazarse, lo que induce la expansión de la frontera agrícola y urbana. Esto, a su vez, altera el paisaje rural y aumenta los conflictos por el acceso a los recursos o por el cambio de uso de la tierra, playas, ríos, humedales, etc.
Las personas mayores reportan que el enrolamiento de los jóvenes en la actividad turística disminuye su interés y conocimiento sobre el territorio y la situación ecológica local, elementos que pueden poner en riesgo la futura gestión y conservación de la naturaleza.
Finalmente, en algunos casos, el turismo ha tenido poco impacto en la mejora del capital natural, a pesar de que la actividad turística está respaldada en los atractivos naturales del territorio.
Transformaciones en el capital social
De los casos revisados, 60 mencionaron alguna transformación en términos del capital social. La mayoría de ellos, correspondiente al 54 %, reportaron transformaciones positivas.
Mayor capital social a través de la organización comunitaria. El turismo ha sido un factor importante en el fortalecimiento del capital social, mediante la organización comunitaria, como se puede observar en la figura 7. En muchos casos, la creación de grupos, asociaciones y cooperativas ha sido una estrategia efectiva para el apoyo mutuo en las actividades diarias de sustento. Además, ha habido un aumento en el diálogo, interacción e intercambio entre la comunidad local, organismos gubernamentales y empresas privadas relacionadas con la actividad turística.
Este mayor flujo y acceso a información ha permitido a la población participar en programas de fortalecimiento de capacidades, familiarizarse con la actividad turística y acercarse al uso de herramientas tecnológicas. Estos procesos de intercambio han facilitado la participación comunitaria en la toma de decisiones y en la ejecución de proyectos de desarrollo local y de conservación de la naturaleza. En algunos casos, las apuestas comunitarias han fortalecido la identidad y la visibilidad colectiva, así como han elevado el poder de negociación y la acción colectiva local.
Además, el turismo ha impulsado la creación y fortalecimiento de redes de cohesión social, cooperación y confianza entre los miembros de las comunidades locales. Estas redes han propiciado la comunicación y participación en torno al territorio y la actividad turística entre la población local, empresas privadas, organizaciones de donantes, organizaciones no gubernamentales y gobiernos locales y regionales. En algunos casos, se han creado redes entre proveedores agrícolas y prestadores de servicios turísticos, y se han elevado las oportunidades para los jóvenes, a fin de prevenir la migración y fortalecer los lazos familiares.
El deterioro de las relaciones de intercambio, reciprocidad y confianza. Se han identificado diversas dinámicas que evidencian el deterioro de las relaciones de intercambio, reciprocidad y confianza en relación con el capital social, como se muestra en la figura 8.
La erosión del capital social y de los procesos de intercambio asociados con el auge del turismo se percibe en la mayoría de los artículos, debido a varios factores. En primer lugar, la migración, desplazamiento y reubicación de las comunidades rompe las relaciones de cercanía y los lazos comunitarios. En segundo lugar, la construcción de grandes instalaciones, como hoteles, tiendas y agencias, fomenta la creación de enclaves de servicios y carteles que limitan las relaciones de intercambio entre la población local y los turistas, así como entre proveedores y consumidores, que limitan el libre acceso a los mercados. En tercer lugar, los extensos horarios de las jornadas de las familias que participan en el turismo reducen los tiempos para compartir y socializar, lo cual incentiva relaciones superficiales y desiguales con los nuevos residentes, y facilita que se tornen frágiles las redes familiares, comunitarias, de vecinos y amigos. En algunos casos, los nuevos residentes consideran que los locales tienen pocas capacidades; mientras que los locales creen que los nuevos residentes son arrogantes.
Los cambios culturales generados por el turismo sobre las relaciones tradicionales de compadrazgo, familia extensa y vecindad, como consecuencia de la adopción de prácticas capitalistas neoliberales que todo lo mercantilizan, tienen un efecto negativo sobre las relaciones de reciprocidad, causadas por varios factores. En primer lugar, hay un mayor énfasis en intereses y transacciones individuales a nivel de hogar y comunidad, debido a que prima el interés económico y comercial. En segundo lugar, hay una distribución inequitativa de beneficios que aumenta los conflictos intercomunitarios y deteriora las relaciones. En tercer lugar, hay una competencia desleal entre población local y los nuevos actores con mayor capacidad, experiencia y conocimiento, ya que las pequeñas empresas y prestadores de servicios locales no logran responder con éxito a la competencia por precios bajos, aunado al limitado acceso a los mercados que suelen estar dominados por élites e intermediarios. En cuarto lugar, hay una especialización y diferenciación social que dinamiza y reconfigura las relaciones sociales, generando nuevos grupos, por lo general foráneos, que dominan la gestión turística.
Aunque en algunos casos se elevan las posibilidades de participación y una toma de decisiones más democrática, son recurrentes los casos en que se eleva la desconfianza en función de varios factores. En primer lugar, el incumplimiento de compromisos y acuerdos por parte del gobierno e inversionistas disminuyen la confianza local y elevan el pesimismo al no concretarse los resultados de los proyectos. En segundo lugar, la llegada de nuevos pobladores disminuye la privacidad de las familias locales, produciendo choques culturales entre turistas y anfitriones, así como un generalizado aumento de temores y sensación de inseguridad.
Principalmente, porque los modelos de planeación son centralizados o porque las decisiones son influenciadas por las relaciones de poder que se aprovechan de liderazgos locales débiles, baja capacidad de gestión, desinterés y desconocimiento, ausencia de habilidades o de recursos, por lo cual muy a menudo son los actores más poderosos y mejor posicionados quienes terminan controlando la actividad turística. Además, la percepción de corrupción reduce el interés y la participación de los residentes locales. A menudo, los pobladores locales son discriminados y percibidos como participantes pasivos u obstaculizadores del desarrollo turístico.
En algunos casos, el turismo ha debilitado las redes y relaciones intraloca-les, porque los beneficios del turismo se atomizan entre quienes pertenecen a organizaciones comunitarias legalmente constituidas, mientras los pobres no logran participar por diversas barreras de acceso, y se quedan sin apoyo, sin redes sociales y sin capital social. Además, la especialización y diferenciación turística pueden modificar las relaciones sociales y reducir las redes de comunicación, lo que está relacionado con la erosión de las relaciones sociales tradicionales. Por último, la falta de reconocimiento de los derechos comunitarios disminuye la posibilidad e interés de trabajar en red para acceder y gestionar más democráticamente los recursos del territorio
Transformaciones en el capital humano
En 56 de los 106 casos revisados, se mencionaron transformaciones en términos de capital humano, aun cuando la mayoría de ellas fueron positivas.
Nuevas habilidades y capacidades locales como estrategia de supervivencia. La transformación del capital humano es una de las ventajas que trae consigo el turismo en las comunidades locales, según la revisión de 106 casos. El turismo ha motivado una mayor inversión en educación y capacitación (figura 9), lo que ha permitido fortalecer habilidades para trabajos relacionados con el servicio, la guianza, los idiomas, la comunicación, la hotelería, el marketing, el paisajismo y la creación de nuevos negocios. Además, a través de programas y proyectos, se han mejorado las capacidades relacionadas con el liderazgo, el empoderamiento, la conservación y la gestión ambiental y cultural, el ecoturismo, la gestión de la calidad, la investigación, la planificación y la interpretación cultural. Estos procesos se dieron particularmente en casos de empleados y residentes de sitios patrimonio.
Cuando el turismo se vincula con las comunidades locales, se generan numerosas sinergias positivas, como la revitalización y valoración de los medios de vida, aprovechando los saberes y prácticas locales en la producción de alimentos, artesanías, ganadería y otros sistemas. Esto ayuda a conservar el patrimonio arquitectónico, artesanal y paisajístico, así como la cultura, las prácticas, las normas, los festivales, la gastronomía y las tradiciones, lo cual genera beneficios económicos que fortalecen las estrategias de subsistencia.
El turismo también ofrece oportunidades laborales especialmente a jóvenes y mujeres, porque reduce la migración y aumenta la independencia económica y la ocupación de las mujeres. Además, en algunos casos, el turismo ha permitido elevar el bienestar social al mejorar la calidad y cantidad de equipamientos públicos, servicios de salud, educación, transporte público, conectividad y telecomunicaciones.
Lo negativo del turismo para el capital humano. El turismo puede ser una actividad muy beneficiosa para un territorio, pero en algunos casos puede tener efectos negativos sobre el capital humano (figura 10). Esto es especialmente válido en el caso de ciertas formas de turismo de enclave, que no establecen vínculos duraderos con la población local. En lugar de mejorar las condiciones de vida de la comunidad, el turismo puede reducir el acceso a servicios básicos como la salud y la educación, e interferir con programas sociales y estrategias de sustento. Además, quienes controlan la actividad turística no suelen mejorar las capacidades de liderazgo de la población local, ni sus habilidades para la gestión del turismo, ni integrarlas a la toma de decisiones.
Otro efecto negativo del turismo sobre el capital humano es la mercantilización de la cultura local. En algunos casos, se ajustan las tradiciones y prácticas culturales a los gustos de los turistas, lo que puede llevar a la pérdida de autenticidad y la desaparición gradual de las prácticas culturales rurales. Además, la dinámica de despoblamiento de las áreas rurales, que a menudo están habitadas por adultos mayores, puede contribuir a la reducción de la fuerza laboral y la seguridad alimentaria de la población local. Los hombres y jóvenes migran para trabajar en el turismo, mientras que el grueso de la subsistencia recae en los adultos mayores y mujeres. En este sentido, el turismo puede desplazar las actividades agrícolas, elevar el costo de la tierra y aumentar los precios de los alimentos, lo que tiene un impacto negativo en la población local.
Transformaciones en el capital económico o financiero
De los 106 casos estudiados, se registraron cambios en el capital económico en 90 de ellos. En la mayoría de los casos, es decir, en un 73 %, se observaron transformaciones que aumentaron el capital financiero. Es evidente que este es uno de los principales beneficios del turismo, ya que genera ingresos y beneficios económicos adicionales. Sin embargo, es importante tener en cuenta cómo se distribuyen los costos y los beneficios entre los diferentes actores de la cadena de valor del turismo
Aumentaron los ingresos de la población. La mayor parte de las transformaciones en el capital financiero tienen que ver con el aumento de los ingresos (figura 11).
En el estudio se observó que el turismo generó cambios en el capital económico, derivados principalmente de la venta de productos locales, como artesanías y productos agropecuarios, y arrendamientos de tierras y casas (figura 12). Sin embargo, estos ingresos solo beneficiaron directamente a las personas involucradas con el turismo, como propietarios de negocios, grupos de empresarios turísticos y élites locales.
Además, aunque estos ingresos permitieron aumentar el capital financiero de los individuos y sus familias, en muchos casos resultaron insignificantes comparados con los ingresos provenientes de otras actividades económicas, como la agricultura, la pesca o la artesanía. También fueron inestables y estacionales, lo que los hace de corto plazo y generalmente reportados en efectivo (figura 13). Apenas seis casos indicaron que los ingresos fueron redistribuidos con la comunidad y solo cuatro casos mencionaron que los ingresos fueron realmente significativos para los hogares y la comunidad.
A pesar de esto, el turismo ha generado nuevas oportunidades laborales y ha diversificado las fuentes de ingresos en las comunidades estudiadas. Esto ha permitido la creación de nuevas empresas familiares y comerciales, así como la reducción de la dependencia en la cría de animales. Además, se ha aumentado la seguridad financiera y el acceso a créditos, debido a la diversificación de las fuentes de ingresos.
En las etapas iniciales del desarrollo turístico, la diversificación se enfocó principalmente en la construcción y los servicios de transporte. Sin embargo, con el tiempo, se ha observado un aumento en el empleo relacionado con el comercio, la vigilancia, la guianza, el mantenimiento y la administración de nivel medio y bajo. También ha aumentado el empleo por cuenta propia, que suele ser ocasional y de bajo ingreso. El turismo también ha permitido la generación de empleo para grupos específicos como mujeres, jóvenes, adultos mayores y agricultores.
Por último, se ha observado que el turismo puede generar beneficios económicos colectivos cuando se considera una inversión institucional. La llegada del turismo a zonas agrícolas ha reducido la intermediación entre agricultores y consumidores, incrementando el consumo de productos agrícolas locales y creando nuevos nichos de mercado posterior al viaje. Esto ha generado integración económica local y encadenamientos en estas comunidades.
¿Para quién es buen negocio el turismo? Una de las principales críticas que se han reportado acerca del turismo es la distribución desigual de los beneficios, tal como se muestra en la figura 14. Los ingresos que genera suelen concentrarse en las élites de propietarios y en aquellos que pueden pagar las cuotas de membresía y afiliación a asociaciones comunitarias locales; entre tanto, los trabajadores deservicios mal pagados reciben una porción menor de los beneficios económicos. Además, los operadores de servicios turísticos foráneos que invierten fuera del destino también suelen ser los principales beneficiarios, lo que restringe la participación de la comunidad local que no es propietaria o que tiene limitaciones financieras y barreras de acceso. En general, hay muy pocos casos de colaboración efectiva entre los operadores y las comunidades locales.
Otra crítica importante es que el turismo puede reducir el acceso o desplazar los medios de sustento tradicionales, especialmente en zonas de reserva, donde estos medios se consideran ilegales. Esto aumenta el riesgo financiero para las familias que invierten sus ahorros en un sector que desconocen, y puede generar una mayor precariedad laboral y endeudamiento a largo plazo. Además, el turismo tiende a incrementar los costos y gastos de vida diaria, ya que se mezclan con los costos operativos del turismo y los precios aumentan, debido a la mayor demanda por arrendamientos y servicios de comida, lo que puede encarecer la canasta familiar. El turismo también puede fomentar la informalidad laboral, ya que a menudo la contratación se realiza a destajo y no se cumple con la legislación laboral.
Escenarios de transformación de los medios de vida
Los casos revisados indicaron que la transformación de los distintos capitales influyó en los escenarios de transformación. Además, la dotación inicial de activos también desempeñó un papel importante en la determinación de estos escenarios. Al analizar los casos, se encontraron ciertos elementos comunes en la dotación inicial, que se pueden observar en la tabla 3.
El desarrollo del turismo genera diversos escenarios de cambio, en términos de la transformación de los niveles de acceso a los activos disponibles y las estrategias puestas en marcha para configurar los medios de vida de la población rural. Se identificaron cuatro tipos de cambios y las consecuentes estrategias de vida adoptadas:
E1: los hogares que no se integraron directamente al turismo y decidieron mantener sus medios de sustento tradicionales.
E2: los hogares que se integraron a la cadena de valor del turismo y abandonaron estrategias de vida tradicionales.
E3: los hogares que se integraron al turismo y lograron diversificar sus estrategias y medios de sustento.
E4: los hogares que no se integraron ventajosamente al turismo y se encuentran en procesos de exclusión.
Capital humano | Capital natural | Capital físico | Capital social | Capital financiero | Estructuras y procesos |
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Oferta de recursos naturales atractivos al turismo |
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Liderazgo local redes de apoyo | Dotación inicial de recursos para invertir |
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Fuente: elaboración propia.
El desarrollo del turismo genera diversos escenarios de cambio y estrategias de vida que reflejan la manera en que los hogares rurales experimentan y responden a la llegada del turismo en sus comunidades. En el primer escenario (E1), los hogares deciden no integrarse directamente al turismo y mantienen sus medios de sustento tradicionales. En este caso, es posible que estos hogares no vean al turismo como una opción viable o rentable para sus estrategias de vida, y prefieran seguir con actividades agrícolas, ganaderas u otras tradicionales.
En el segundo escenario (E2), los hogares se integran directamente a la cadena de valor del turismo y abandonan sus estrategias de vida tradicionales. En este caso, el turismo se convierte en la principal fuente de ingresos para el hogar, lo que puede implicar un cambio significativo en la manera en que se organizan y gestionan los recursos familiares.
En el tercer escenario (E3), los hogares se integran al turismo, pero logran diversificar sus estrategias y medios de sustento. En este caso, el turismo se combina con otras actividades productivas para generar ingresos, lo que puede resultar en una mayor resiliencia y estabilidad económica para el hogar.
En el cuarto escenario (E4), los hogares no se integran ventajosamente al turismo y pueden estar en proceso de exclusión. Esto puede deberse a factores como la falta de recursos para invertir en actividades turísticas, la competencia con otros actores más poderosos en la cadena de valor del turismo o la falta de acceso a información o recursos necesarios para participar en el sector turístico. En este caso, es posible que los hogares experimenten una disminución en sus ingresos y una mayor vulnerabilidad económica.
En la tabla 4 se asignaron los cambios en términos del acceso, distribución y control de los distintos capitales para cada escenario identificado. En la tabla se utilizó el signo (-) para indicar una reducción en el acceso, distribución o control de un capital; el signo (+), para indicar un aumento en el acceso, distribución o control, y el signo (=) para indicar que no se registraron cambios significativos. Posteriormente, se construyeron las gráficas de los pentágonos de activos y las transformaciones en las estrategias de sustento, utilizando la información recopilada en la tabla 4. La figura 15 muestra cómo los cambios en el acceso, distribución y control de los capitales influyen en la transformación de las estrategias de sustento de la población rural en relación con el turismo. Cada escenario se representa en la figura con un color diferente, lo que permite visualizar de manera clara las diferencias entre ellos.
C. natural | C. físico | C. económico | C. humano | C. social | |
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E1 |
- Acceso a rn restricciones de uso - Control por gestión externa - Conservación conflictos por uso |
- Acceso por costos ++ Distribución por infraestructura - Control por cambio de uso |
+ Acceso porque aumenta la demanda - Distribución por- que los ingresos son insignificantes = Control porque siguen dependiendo de ms tradicionales |
- Acceso por- que se redujo la mo = Distribución = Control |
- Acceso porque hay pocas redes de apoyo y poca posibilidad de participación = Distribución = Control |
E2 |
+ Acceso a rn restricciones de uso pero pueden usarlo quienes q ofertan turismo de naturaleza - Control por gestión externa - Conservación inadecuado uso |
+ Acceso porque lo requiere el turismo + Distribución por infraestructura - Control por cambio de uso |
+ Acceso porque aumentan las oportunidades + Distribución aumentan los ingresos - Control por vola- tilidad del turismo |
+ Acceso a mo + Distribución, mayor formación y habilidades- Control |
+ Acceso a organización comunitaria - Distribución - Control porque no hay suficiente participación |
E3 |
+ Acceso a rn si ofertan turismo de naturaleza + Control por gestión comunitaria + Conservación y valoración |
+ Acceso porque lo requiere el turismo + Distribución por infraestructura - Control por cambio de uso |
+ Acceso porque aumentan las oportunidades + Distribución aumentan los ingresos + Control que ingresos son diversificados |
+ Acceso a mo + Distribución, mayor formación y habilidades - Control por- que se crean acuerdos de trabajo |
+ Acceso porque hay más organización comunitaria + Distribución porque mejoran los lazos comunitarios y familiares - Control porque aumenta el individualismo |
E4 |
- Acceso a rn restricciones de uso - Control por gestión externa - Conservación conflictos por uso |
- Acceso por costos - Distribución por- que se desplaza la población a nuevas zonas con menor capital físico - Control por cambio de uso |
= Acceso ingresos son insignificantes - Distribución por- que los ingresos son insignificantes - Control porque ingresos son pre- carios |
Acceso mo Distribución Control |
- Acceso porque se desplazaron y se rompieron los lazos - Distribución - Control porque deben buscarse nuevas relaciones |
¿Qué tanto cambio el acceso, distribución y control? |
RN: recursos naturales; MO: mano de obra.
Fuente: elaboración propia.
El análisis permitió identificar diversos escenarios en los que el turismo puede transformar el acceso a los distintos capitales. Por ejemplo, los hogares excluidos experimentaron una disminución en el acceso a los capitales; entre tanto, aquellos que se integraron al turismo y cambiaron sus actividades de sustento, aumentaron su acceso al capital físico, debido a la mejora en infraestructura y viviendas para ofrecer servicios. Sin embargo, en muchos casos se redujo el capital social, ya que la toma de decisiones suele centralizarse. Como resultado, las estrategias adoptadas por los hogares rurales para configurar sus medios de sustento no son equivalentes para todos, y algunos escenarios pueden aumentar la vulnerabilidad de la población. A pesar de esto, también existen escenarios en los que el turismo puede contribuir a medios de vida rurales más sostenibles. La figura 15 muestra la relación entre los distintos capitales y las estrategias de sustento en cada escenario identificado.
Durante la revisión, se encontraron diversas prácticas adoptadas en algunas iniciativas para que el turismo posibilite escenarios más sostenibles. Estas prácticas incluyen:
Fortalecer las capacidades locales, a través de políticas y programas de apoyo a iniciativas de pequeña escala que promuevan una oferta de servicios de crédito, capital de inversión, cooperativas de ahorro y fondos para préstamos con bajo interés o sin interés para familias con bajos ingresos. Esto les permitiría superar la barrera financiera de ingreso al turismo. Además, se busca fortalecer habilidades en hotelería, operaciones turísticas, gestión, artesanía, buenas prácticas de contratación, comercio, marketing, diseño de productos culturales y en idiomas, así como brindar gestión de información para que las comunidades y empresarios locales generen productos turísticos. También se deben establecer programas de gestión del riesgo de desastres y enfermedades, iniciativas para residentes mayores y familias y fomentar una mayor conciencia ambiental.
Desarrollar procesos de planificación turística integral, participativa, centrada en los hogares más pobres, que parta de la cartera inicial de activos de la comunidad. Esto deberá velar por el cuidado de los elementos culturales, ecológicos y sociales; fomentar la participación comunitaria en la toma de decisiones; aumentar la inversión en una gobernanza eficaz multinivel y multisectorial; consolidar sistemas de información abiertos, y reconocer las dinámicas territoriales que pueden afectar la sostenibilidad de los medios de vida rurales.
Desarrollar una cartera diversa de medios de sustento que fortalezca las economías rurales, sin erosionar las estrategias tradicionales. En este sentido, se busca integrarlas para aumentar el valor de la experiencia turística con componentes culturales, roles de la familia y modos de vida de las comunidades.
Promover la cualificación e innovación de los productos y prácticas locales e integrar al turismo otros sectores económicos, como agricultura, silvicultura, cría de animales, para promover las actividades tradicionales, diversificar la economía y vincular a los jóvenes.
Asegurar procesos de regulación para definir límites y derechos de propiedad de los recursos del territorio, controlar la llegada de visitantes y actividades turísticas, proteger la elaboración de artesanías para evitar falsificaciones, redistribuir los beneficios y garantizar el acceso y gestión de las comunidades locales a servicios culturales y patrimoniales que se ofrecen a los turistas.
Fortalecer los procesos asociativos entre la comunidad local, las agencias gubernamentales y los empresarios turísticos, que permitan intercambiar experiencias, reducir la intermediación, estandarizar servicios, realizar promoción conjunta, aumentar poder de negociación con operadores turísticos, gestionar y conservar la naturaleza.
Fortalecer la institucionalidad local, regional y rural en la formulación y gestión de políticas para el desarrollo rural y turístico sostenible, marketing del destino, gestión y agencia de las relaciones entre hogares, redes sociales, mercados informales
Discusión
La revisión destaca una serie de transformaciones que generan dinámicas contradictorias en las comunidades rurales. Por un lado, estas dinámicas pueden mejorar los medios de vida al aumentar el acceso a activos; por otro, pueden amplificar la vulnerabilidad, al impedir a las personas reclamar sus derechos o buscar nuevas estrategias para obtener ingresos o adquirir activos.
La diferenciación social es una de las dinámicas más evidentes, en especial en los hogares más pobres, mujeres y adultos mayores, quienes acceden a trabajos estacionales, informales y precarios en el turismo (Forson, 2022; Iorio & Corsale, 2010; Su et al., 2019; Tao & Wall, 2009). Estas oportunidades no se distribuyen de manera equitativa y están mediadas por dinámicas de poder que favorecen a aquellos con mayores recursos financieros, habilidades de marketing, conexiones y alta influencia en la planificación regional. Esto excluye a los residentes rurales más pobres, que tienen baja capacidad de agencia, bajos niveles de alfabetización y habilidades limitadas en turismo. Por lo tanto, es esencial involucrar a las comunidades locales en la planificación turística para garantizar un beneficio equitativo y sostenible del turismo.
En el afán por adoptar estrategias de sustento asociadas con el turismo, son desplazadas, modificadas o disminuidas las fuentes de sustento tradicionales, porque a corto plazo el turismo parece ser más rentable, más eficiente, y concebirse como una mejor estrategia de sobrevivencia. Pero en el largo plazo, las actividades tradicionales como la agricultura, la pesca, la ganadería, la caza, la recolección, la silvicultura, la cría de animales y la artesanía utilitaria compiten con el turismo, por los requerimientos de tiempo, tierra, mano de obra de ambos sectores. Lo anterior suele generar dependencia económica hacia el turismo. Por un lado, en pocas ocasiones, los programas y proyectos de apoyo al turismo por parte de agencias y fundaciones internacionales logran ser autosostenibles, porque dependen de recursos externos, generalmente con gestión y capacidad externa. Por otro, los nuevos, rápidos e importantes ingresos hacen que las comunidades locales se vuelvan dependientes de esta actividad como única o principal fuente de ingreso para quienes participan directamente.
La falta de diversidad de actividades de sustento hace que el hogar sea más vulnerable a condiciones externas y que se magnifique la exposición al riesgo, porque el turismo es absolutamente susceptible, volátil, estacional y sensible a fenómenos naturales como huracanes, incendios, sequías, avalanchas o calamidades de salud, como lo vivimos durante la pandemia por covid-19, la enfermedad del SARS, la influenza aviar, el H1N1. Pero no solo los fenómenos naturales aumentan el riesgo, el cambio climático, la globalización, los cambios demográficos, la incertidumbre en los sistemas de gobernanza, los cambios de divisas, las crisis económicas, entre otros, afectan el flujo de turistas y, por supuesto, los ingresos de las comunidades anfitrionas, al socavar su capacidad para hacer frente a estas dinámicas.
Como se ha mencionado, la oferta turística se concentra en gran medida en la naturaleza. En algunos casos, se ha avanzado en procesos de conservación y mejora de los medios de vida, como señalan Mbaiwa y Stronza (2010). Sin embargo, en otros casos, el turismo ha aumentado la dependencia de recursos naturales que son necesarios como atractivo turístico, como los recursos marinos, las reservas naturales, los bosques, entre otros.
Esta oferta turística no solo aumenta la dependencia a los recursos naturales, sino que también puede generar despojo por iniciativas de conservación tanto del patrimonio natural como cultural. Por ejemplo, existe una tendencia a utilizar parques o áreas protegidas naturales como telón de fondo para un desarrollo turístico a gran escala con consecuencias negativas. Los proyectos de conservación, en algunos casos, limitan el acceso a los medios de subsistencia en las zonas rurales y urbanas. Estas áreas suelen estar bajo el control de organizaciones nacionales e internacionales externas al territorio, lo que contribuye a la pobreza, desplazamiento y dependencia de las comunidades locales, en lugar de aliviarlas (Bennett & Dearden, 2014).
Además, estos procesos de impulso al turismo en áreas de gran riqueza natural suelen estar acompañados de intervención del Estado a través de regulación por derechos sobre la tierra. Esta regulación fortalece aparentemente la protección de los recursos naturales, ya que prohíbe la deforestación y las prácticas de caza y piscicultura, y asigna el uso de los recursos de acuerdo con la capacidad de gestión. Sin embargo, estas medidas a menudo no toman en cuenta las capacidades de las comunidades rurales, y terminan expropiando la población, disminuyendo su acceso al capital natural. Con la privatización, concesión o arriendo de áreas, los medios de vida de las comunidades locales se vuelven objeto de una mayor vigilancia gubernamental e internacional, con intereses diferentes al bienestar general.
Pero no solo se trata del despojo por conservación de áreas naturales, ya que el Estado también interviene para "conservar" prácticas culturales, fiestas, vestimenta, representaciones y arquitecturas étnicas, que son atractivas para el turismo. Estos atractivos se derivan de los medios de vida tradicionales que se están comercializando ampliamente y que están perdiendo sentido y función.
Es evidente que todavía hay mucho por hacer para lograr un turismo verdaderamente sostenible y responsable.
Conclusiones
Gran parte de los casos analizados muestran experiencias de desarrollos turísticos locales, que suelen ser de pequeña escala y que generalmente contribuyen en parte a mejorar la situación económica de un grupo de población concreta, en particular los directamente relacionados con las actividades turísticas. En general, no es común encontrar que el turismo sea la principal solución para cambiar las condiciones socioeconómicas de toda una comunidad.
Se logró establecer que el desarrollo del turismo genera diversas transformaciones en los medios de vida de las comunidades y hogares rurales, y que estas dependen de varios factores: la exposición a fuentes de vulnerabilidad; el entorno macroeconómico y el contexto socioeconómico, político, cultural local; la dotación inicial de activos y la capacidad de agencia de las comunidades; la cercanía geográfica, acceso y control de los hogares a los atractivos turísticos; la posibilidad de participación en la toma de decisiones y gestión del turismo; los acuerdos institucionales; la autorganización y acción colectiva; entre otros. Estos factores pueden aumentar o reducir la posibilidad para que las comunidades y hogares se integren o adapten a las nuevas dinámicas que el turismo trae de manera provechosa.
Se encontraron comunidades que no lograron integrarse o adaptarse, que tienen una reducida dotación de activos, que son marginadas y excluidas, porque el contexto está más orientado a fomentar la industria del turismo que el bienestar de la población. Entonces, los medios de sustento tradicionales suelen deteriorarse, y el turismo en estos casos no generó ningún beneficio y, en cambio, aumentó las condiciones de vulnerabilidad.
Están los hogares que logran hacer parte de la cadena de valor del turismo, pero abandonan sus estrategias de vida tradicionales. En este grupo, el riesgo y dependencia económica suele ser alto y su dotación de activos inicial estaba configurada para otros medios de vida, por lo cual se reduce su autonomía y su capacidad de resiliencia en el largo plazo; pero en el corto plazo sus ingresos parecen aumentar. En este grupo es clave tanto la capacidad de agencia de los hogares como el papel de la institucionalidad, para que las comunidades puedan desarrollar estrategias de vida basadas en el turismo, sin socavar sus activos.
Están los hogares que se integran al turismo, sin dejar sus medios de sustento tradicionales, diversificando sus estrategias de vida e integrando vocaciones y actividades tradicionales con la cadena de valor del turismo. Estos hogares suelen tener una dotación de activos que son agenciados de manera colectiva, porque hacen parte de organizaciones que les ha permitido aumentar su gobernanza y participación. En estos casos, el turismo no es la única estrategia de vida adoptada, sino una actividad complementaria, respetuosa de no acaparar los activos disponibles, ni transferir su control a quienes tienen más poder e incluir la posibilidad de encadenar otros sectores y actividades, y se cuenta con un contexto donde existe una institucionalidad capacitada, que posibilita la participación y el logro de acuerdos dirigidos a proteger y usar sosteniblemente los activos del territorio. Entonces, el turismo puede expandir el acceso a los activos, fortalecer las estrategias de vida y hacerlas más resilientes y sostenibles.
Lo anterior muestra que cada comunidad y hogar agencia de manera particular sus activos; por ello, aunque el artículo presenta unos escenarios, resultados e impactos, en cada caso pueden ser distintos, no existe un modelo único de éxito o fracaso, pues las estrategias no dependen solamente de las comunidades y los hogares.
El enfoque de los Mvs, al explorar estrategias que se pueden poner en marcha en contextos y espacios de tiempo determinados, para ampliar y mantener la calidad y cantidad de activos de los hogares y comunidades, teniendo en cuenta las complejas estructuras, interacciones y cambios que se producen a través del tiempo, resulta de gran utilidad para los procesos de configuración de un destino turístico, porque su desarrollo también depende de las complejas estructuras, interacciones y cambios territoriales, y sus diversos resultados y transformaciones son difíciles de predecir porque el turismo suele crecer rápidamente, pero sin buena planeación, sin suficiente inversión, sin regulación y con políticas públicas desequilibradas o sesgadas, se desborda y en ocasiones causa la saturación de los destinos, convirtiéndose en víctima de su éxito, porque aparecen impactos no deseables para locales y turistas.
Se puede concluir que el capital natural es clave, no solo para poner en marcha estrategias de subsistencia, sino para el desarrollo del turismo. Es importante señalar que en todos los casos es recurrente la sustitución de capital natural por capital financiero. No obstante, no es posible a partir de los estudios revisados generalizar respecto al tipo y patrones de transformación en el acceso, disponibilidad y calidad de los activos del territorio generados por el auge del turismo y efectos acumulados sobre los medios de vida de la población local. Por ello, es fundamental realizar estudios de caso a profundidad que permitan establecer adecuadamente sus efectos sobre le territorio y la población, así como indagar sobre el papel que juega cada contexto especifico, las maneras como es planeada e implementada la actividad, las formas como se vincula a la población local y sus organizaciones sociales, así como el rol que juegan los actores institucionales en todos los niveles.