Este estudio es de vital importancia para identificar los factores de riesgo familiares que inciden en el consumo de sustancias psicoactivas y de ésta manera evidenciar la magnitud del problema, sus causas y efectos. A partir de esta información se pueden generar acciones conjuntas entre la institución educativa, los estudiantes, los padres de familia, y las autoridades locales, regionales y departamentales, tendientes a la promoción y prevención del consumo de sustancias psicoactivas, de tal forma que contrarresten el flagelo de la drogadicción que ha ido en aumento y que causa daño a los jóvenes; según el informe Instituto Nacional para el abuso de drogas, las personas que sufren una adicción a menudo tienen uno o dos problemas médicos asociados, entre los que podemos mencionar: enfermedad pulmonar o cardiovascular, accidente cerebrovascular, cáncer y trastornos mentales. El diagnóstico por imágenes, las radiografías de tórax y los análisis de sangre muestran los efectos nocivos del abuso de drogas a largo plazo en todo el cuerpo 1. Por ejemplo, las investigaciones han demostrado que el humo de tabaco causa cáncer de boca, garganta, laringe, sangre, pulmones, estómago, páncreas, riñón, vejiga y cuello uterino 2. Además, algunas drogas adictivas, como los inhalantes, son tóxicas para las células nerviosas y pueden dañarlas o destruirlas, ya sea en el cerebro o en el sistema nervioso periférico 1.
El detrimento psicosocial en el ámbito comunitario, familiar, escolar, déficit para una adecuada integración social; genera un debilitamiento para acatar las normas convencionales, produciendo así el surgimiento de conductas “problemas” como: fracaso escolar, vinculación a grupos desviantes y consumo de sustancias psicoactivas.
El informe mundial sobre las drogas (2006) menciona como el problema más importante de América Latina, al igual que ocurre en todas las regiones del mundo, lo constituye el grupo de las drogas legales: alcohol, tabaco y psicofármacos. Con respecto a las drogas ilegales, afirma que las principales drogas de abuso, en Latinoamérica, en orden de frecuencia son: la marihuana, el clorhidrato de cocaína, la pasta básica de cocaína, las drogas de síntesis y la heroína 3.
Es así como el consumo creciente de sustancias psicoactivas ha motivado la realización de un estudio en la Institución Educativa Técnica San Luís Gonzaga del corregimiento de Chicoral municipio de El Espinal. El municipio se caracteriza como localidad agrícola, y la comunidad circula fácilmente en el entorno, sin distinciones políticas, económicas y sociales marcadas. En épocas de cosechas se incrementa la población en la medida que se necesita mano de obra para los procesos de recolección, y esta tiene diferente procedencia, pero con las connotaciones sociales que la caracterizan, como población flotante, dinamizadores de la economía, a través del consumo de alcohol, drogas y prostitución.
Esta problemática incita en los adolescentes: insatisfacciones, desmotivación, baja auto-estima, déficit en habilidades sociales y en las relaciones interpersonales; lo que conlleva a que el estudiante busque salidas a sus frustraciones y tristezas a través del consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales.
Becoña define como factor de riesgo «un atributo y/o característica individual, condición situacional y/o contexto ambiental que incrementa la probabilidad del uso y/o abuso de drogas (inicio) o una transición en el nivel de implicación con las mismas (mantenimiento) 4.
Hawkins nombra entre los factores de riesgo para el abuso de sustancias psicoactivas: uso de drogas por parte de los padres y actitudes positivas hacia el uso de drogas, divorcio o separación de los padres, problemas de manejo de la familia, bajas expectativas para los niños o para el éxito 5. Según Petterson, son factores de riesgo en la familia; una historia familiar de alcoholismo: si el niño ha nacido o se ha criado en una familia con una historia de alcoholismo, el riesgo de tener problemas con el alcohol o con otras drogas se incrementa; problemas de manejo de la familia: estrategias de manejo de la familia inadecuadas, incluyendo carencia de claras expectativas por la conducta, fracaso de los padres en controlar a sus hijos y castigo excesivamente severo o inconsistente incrementa el riesgo de abuso de drogas; uso de drogas parental y actitudes positivas hacia su uso: en las familias en las que los padres utilizan abusivamente alcohol o drogas ilegales, son tolerantes al consumo de sus hijos o implican a sus hijos en su propia conducta de consumo, es más probable que los niños abusen de las drogas y del alcohol en la adolescencia 6.
Forselledo, categoriza los factores de riesgo en específicos como son: ausencia de modelos definidos de autoridad y afecto, padres autocráticos, excesivamente rígidos y punitivos, ausencia de la figura paterna, presencia de un padre adicto al alcohol o a las drogas, carencias en los modelos de comportamiento adecuados al contexto social, conflictos en la pareja parental, relaciones familiares que estimulan la dependencia, consumo familiar de sustancias; y menos específicos como: padres permisivos o desinteresados, carencias económicas, carencias en los modelos sexuales de identificación, limitada participación de los padres en la formación de los hijos, expectativas muy altas o muy bajas en relación al éxito esperado de los hijos, y desintegración familiar 7.
Según Villarreal, en relación al contexto familiar, se constata que la existencia de conflictos en la familia y una pobre interacción entre padres e hijos, una disciplina inconsistente o carencia de disciplina, unas expectativas poco claras del comportamiento de los hijos, un control o supervisión pobres, una aplicación excesiva del castigo, escasas aspiraciones acerca de la educación de los hijos, un clima familiar conflictivo, baja cohesión o vinculación emocional entre la familia, escaso apoyo de los padres predice el consumo de drogas 8.
De igual manera, la familia puede llegar a influir como un factor de riesgo para el consumo de sustancias psicoactivas, de acuerdo a esto Muñoz y Graña (2001) definen que en lo que respecta a la estructura y composición familiar: la ausencia de uno de los padres, como el hecho de que uno de los padres se vuelva a casar podría conceptualizarse como factor de riesgo que permitiría predecir el futuro consumo de tóxicos por parte de los hijos 9.
Una familia se configurará como un factor de riesgo cuando en la misma se promueven actitudes de consumo de drogas legales o ilegales y más aún cuando el consumo se encuentra presente por parte de padres o adultos, cuando hay baja supervisión sobre los adolescentes, cuando la historia familiar promueve conductas antisociales, alta conflictividad intrafamiliar, abuso físico o psíquico, y de bajas expectativas para los niños en lo que se refiere a su desarrollo personal.
El consumo excesivo de alcohol, un fenómeno que antes se asociaba con estudiantes secundarios y universitarios de América del Norte, es ahora una práctica común en América Latina y el Caribe. A pesar de que sólo unos pocos países han recogido la información de beber en exceso, los países que reúnen datos sobre consumo excesivo de alcohol indican que entre 30 % y 65 % de los estudiantes secundarios que informaron consumo de alcohol durante el último mes, también se habían embriagado con alcohol recientemente 10.
De acuerdo al Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar Colombia la percepción de riesgo en cuanto a las drogas lícitas, tabaco y alcohol, (de uso indebido para la población bajo estudio dada su condición de jóvenes menores de 18 años) frente al uso ocasional no varía mucho de acuerdo al sexo de los estudiantes, Sin embargo, sí se observan diferencias en cuanto al grado de los estudiantes. Así, los estudiantes de los grados sexto, séptimo y octavo tienen una mayor percepción de riesgo frente al uso ocasional de tabaco y alcohol (entre 19,8 % y el 14,5 %) en relación con los estudiantes de los grados noveno, décimo y once quienes tienen una menor percepción del riesgo (entre el 11,8 % y el 12,1 %) 11.
Una de las clasificaciones de las sustancias psicoactivas más utilizadas es aquella que, en función de sus efectos sobre el sistema nervioso central, las clasifica en estimulantes (por ejemplo, la nicotina o la cocaína), depresoras (por ejemplo, el alcohol o los opiáceos) y psicodislépticas (como el cannabis o los alucinógenos) 12. Sin embargo, en el estudio del consumo de sustancias en población adolescente es más útil considerarlas desde el punto de vista sociológico o legal, desde el que se considera que existen drogas legales, institucionalizadas o lícitas y drogas ilegales, no institucionalizadas o ilícitas 11.
METODOLOGÍA
El estudio es de abordaje cuantitativo, tipo descriptivo y transversal, dado que se hace la descripción y análisis de los factores de riesgo familiares que inciden en el consumo de sustancias psicoactivas en los estudiantes de educación media de la Institución Educativa Técnica San Luís Gonzaga del corregimiento de Chicoral, municipio de El Espinal durante el primer semestre del año 2012.
La población está conformada por 209 estudiantes del grado 10º y 11º de la Institución educativa Técnica San Luís Gonzaga del corregimiento de Chicoral. Al momento de la aplicación de la prueba se encontraban presentes en la institución 173 estudiantes. Por lo que el instrumento se aplicó al total de la población. Se incluyeron en el estudio los estudiantes matriculados y pertenecientes al nivel de educación media de la Institución Educativa Técnica San Luís Gonzaga del corregimiento de Chicoral.
Para la recolección de la información de esta investigación se utilizó el cuestionario Encuesta Internacional para Estudiantes de Enseñanza Media el cual ha sido utilizado en los estudios realizados por la Secretaría de programación para la prevención de la drogadicción y la lucha contra el narcotráfico SEDRONAR y el Observatorio Argentino de Drogas 12.
Este cuestionario está conformado por las siguientes dimensiones de análisis: Caracterización del colegio, características demográficas del alumno, situación conyugal de padres estado civil, tipo de familia, nivel de involucramiento de los padres, expectativas de los alumnos sobre su educación, rendimiento y comportamiento en la escuela, entorno de amigos, niveles de información y cursos de prevención, percepciones de la realidad socioeconómica de la familia y el entorno actual y a futuro, expectativas de los alumnos, percepción del riesgo del consumo de drogas, prevalencia de consumo de vida, año y mes, incidencia, edad de inicio, frecuencia de uso, abuso de alcohol, oferta y accesibilidad de drogas ilegales, información de las consecuencias del consumo de SPA y cursos de prevención recibidos en el colegio. Este se estructuró para que el estudiante pueda responderlo sin dificultad, debido a la modalidad auto administrado. La duración del llenado del mismo se calculó en un promedio de 30 minutos; consta de 135 ítems, la fase de procesamiento de la información se llevó a cabo con el paquete estadístico SPSS Versión 19.
Entre de los aspectos éticos se incluyó el diligenciamiento de un consentimiento informado para los padres y los estudiantes. Se tuvieron en cuenta los principios de confidencialidad y privacidad, reciprocidad, honestidad intelectual y autonomía.
RESULTADOS
El porcentaje de consumo de sustancias psicoactivas en los estudiantes de educación media de la Institución Educativa Técnica San Luis Gonzaga es de 47,3 %. De 173 estudiantes encuestados el 54,6 % son hombres y el 45,4 % mujeres, entre 14 y 19 años, dentro de estado civil de los padres encontramos que el 61 % son casados y el 39 % separados. La composición familiar es monoparental en el 47,7 %, nuclear 37,9 % y extensa 14,4 %. En cuanto a las condiciones socioeconómicas el 62 % consideran que son buenas, el 29,8 % regulares, el 1,7 % mala, no saben 6,3 %. El 47,3 % ha consumido algún tipo de SPA y el 52,6 % no han consumido.
Las sustancias psicoactivas lícitas consumidas por los estudiantes son: alcohol, cigarrillo energizantes, tranquilizantes y estimulantes. La sustancia psicoactivas ilícita consumidas por los estudiantes con mayor porcentaje es la marihuana (Figura 1).
En hombres el consumo de alcohol es de 51,2 % (42), mayor que en las mujeres 42,7 % (35); se encontró que la edad de inicio de consumo de alcohol es a los 8 años 3,7 % 2; la edad de inicio que muestra el porcentaje más alto es a los 13 años, con un 24,4 % (20) y la edad de mayor consumo actual es 15 años con un 31,7 % (26) (Figura 2).
Como dato significativo se encuentra que el consumo de energizantes es alto (17,1 %) lo cual se relaciona con el fácil acceso y su bajo costo; estos son consumidos más por los hombres que por las mujeres, aunque la diferencia no es significativa, las edades en las cuales se consumen frecuentemente oscilan entre los 15 y 18 años.
En cuanto a tranquilizantes, estimulantes y marihuana se halló que su consumo es bajo (11 %), con una distribución similar en hombres y mujeres; y las edades de consumo comprendidas entre los 15 y 18 años.
En lo que corresponde al estado civil de los padres, se encontró que los estudiantes con padres casados o en unión libre presentan mayor consumo de alcohol, cigarrillo y marihuana y en separados o solos se encuentran los consumidores de tranquilizantes, estimulantes y otras drogas; el consumo de energizantes se da por igual en ambas condiciones.
Se destaca que en los estudiantes que han presentado consumo de sustancias psicoactivas los porcentajes más altos se dan en los pertenecientes a la familia nuclear, el 25,6 % de los consumidores pertenecen a la familia monoparental y el 9,8 % a la familia extensa.
Para el tiempo compartido con los hijos en las horas de las comidas se encontró que los padres en su mayoría si comparten tiempo de las comidas con sus hijos todos los días. Los porcentajes de los padres que saben dónde se encuentran sus hijos y el conocimiento sobre los amigos de sus hijos, se encontró que entre el 35 % y el 56 % siempre y a veces saben dónde están y conocen bastante y más o menos a los amigos de sus hijos respectivamente (Figura 3).
En lo relacionado con los lugares donde se presenta el consumo de estas sustancias se encuentra que en alto porcentaje lo hacen en la casa de los amigos, seguido por las fiestas y la propia casa es de resaltar que el consumo de marihuana se da en la casa, el colegio y sus alrededores.
Dentro de las razones por las cuales los estudiantes consumen sustancias psicoactivas encontramos que el mayor porcentaje lo hace porque le gusta, le divierte o le da placer 37,8 % especialmente para consumo de cigarrillo.
La percepción del riesgo aumenta con la frecuencia de consumo, en un alto porcentaje entre 50 % y 66 % consideran que el consumo de sustancias sicoactivas tiene un gran riesgo, especialmente para el consumo de alcohol y cigarrillo.
En cuanto al conocimiento que tienen los estudiantes sobre las consecuencias del consumo de sustancias psicoactivas se encontró que existe un 22 % que están poco informados, y el 68,3 % de los estudiantes recibieron algún tipo de capacitación.
DISCUSIÓN
El porcentaje de consumo de sustancias psicoactivas en los estudiantes de educación media de la Institución Educativa Técnica San Luis Gonzaga es casi del 50 % y se presenta en edades comprendidas entre 14 y 19 años.
El alto consumo de sustancias como el alcohol 93.9 %, el cigarrillo 18.3 %, nos indica que “…el establecimiento de normas claras de rechazo hacia las drogas ilegales puede provocar la idea de que otras sustancias (alcohol y tabaco) son menos peligrosas al no ser expresamente rechazadas por los padres”, según Muñoz-Rivas y Graña 9. Aunque en el consumo de alcohol se encontró alto porcentaje en hombres no es así en las demás sustancias revisadas, como lo reporta Jordán, quien destaca que el número de hombres que habían usado drogas fue mayor, por lo que pertenecer al sexo masculino es considerado un factor de riesgo para el uso de sustancias psicoactivas, ya que aumenta tres veces las probabilidades del uso 13.
En cuanto a las bebidas energizantes el Sedronar, explica que son bebidas sin alcohol de venta libre que producen un efecto estimulante y están compuestas por cafeína, vitaminas y otras sustancias naturales orgánicas que eliminan la sensación de agotamiento, y que por contener altas dosis de cafeína no pueden beberse de manera ilimitada y pueden producir dependencia. El riesgo potencial del consumo de este tipo de bebidas se ve incrementado por el uso concomitante con otras sustancias como es el caso del alcohol. En éste estudio se encuentra que la mitad de los estudiantes han consumido durante el último año bebidas energizantes, y tres de cada diez lo hicieron durante el último mes, un poco más los varones que las mujeres; el consumo de estas sustancias se evidencia va en aumento 14.
El presente estudio evidencia que los estudiantes con padres casados o en unión libre presentan mayor consumo de alcohol, cigarrillo y marihuana, lo cual no coincide con los estudios que demuestran que el mayor consumo se da en los hijos de padres divorciados, separados o que viven con otros familiares; como lo encontrado en el estudio de Wallerstein, quien destaca como fruto de un estudio longitudinal llevado a cabo durante 25 años, que un 25 % de los/as hijos/as de divorciados consumieron drogas y alcohol antes de los 14 años, frente al 9 % del grupo de comparación 15.
La familia nuclear y monoparental es otro elemento encontrado significativo para el consumo de SPA; Fernández (2002) afirma que la función socializadora de la familia es el elemento sobre el que pivota su influencia en la prevención del uso de drogas en los adolescentes. Este déficit en la función socializadora se expresa en un deficiente control de los hijos, la presencia de actitudes y comportamientos percibidos como tolerantes (o no extremadamente intolerantes) frente a las drogas y la existencia de conflictos familiares, bien entre los padres o de los padres con los hijos 16. Según Forselledo, los padres desinteresados y su limitada participación en la formación de los hijos son factores de riesgo para el consumo de SPA. Lo anterior da explicación al consumo, a pesar de que éste grupo de estudiantes viven con sus padres 7. Lo anterior refleja de acuerdo con Villarreal (2009), una pobre interacción entre padres e hijos, y baja cohesión o vinculación emocional entre la familia se constituye en un factor de riesgo importante 8. Por lo tanto, se concluye que la supervisión ineficaz de las actividades, compañías, etc. de los hijos conlleva al abuso de drogas en los adolescentes, según Kumpfer 17.
Por cuanto el papel de la familia es fundamental para la prevención del consumo de sustancias psicoactivas, se requiere una mayor presencia por parte de los padres en el hogar, compartir tiempo de calidad con los hijos y ejercer un mayor control sobre las actividades que realizan los hijos.
Los lugares en donde se presenta el consumo de estas sustancias identificados en el presente estudio (casa de los amigos, fiestas, colegio, alrededores de la institución educativa y casa propia), coinciden con el Diagnóstico Situacional y Participativo sobre la garantía de los derechos de los niños, niñas, las y los adolescentes del Departamento del Tolima, en donde son ellos mismos quienes expresan que una de las razones para el consumo de drogas es “…la facilidad que tienen para conseguir droga alrededor de las instituciones educativas” 18.
Las razones por las cuales los estudiantes consumen sustancias psicoactivas obedecen a gusto, diversión o placer, lo que coincide con lo reportado en el estudio de Sedronar, en el cual para los estudiantes, la primera causa de consumo de SPA es la búsqueda de placer y diversión, en segundo lugar está la influencia del entorno de amigos 14.
Esta investigación hace un aporte importante, ya que hasta el momento en el corregimiento de Chicoral no se ha realizado un estudio sobre este tema, que permita evidenciar el consumo de sustancias psicoactivas, las sustancias que en este momento consumen los adolescentes de esta población, la prevalencia de consumo de las mismas, además de indagar sobre los aspectos familiares que están incidiendo sobre su consumo.
Se hace un llamado al sector educativo a partir de los resultados obtenidos en el presente estudio para tener un acercamiento con los jóvenes, abrir espacios de diálogo con ellos, escuchar sus inquietudes y temores; en este punto es importante establecer un puente de comunicación con los padres de familia y resaltar los factores de riesgo familiares que inciden sobre el consumo de sustancias en sus hijos, los cuales pueden estar presentes en sus familias más no ser conscientes de ellos.
Los docentes deben ser conocedores de los problemas que afectan a los jóvenes de la comunidad educativa en la cual laboran, y generar estrategias de acción, frente al problema de la drogadicción, la cual con el paso del tiempo se hace más grave y arruina la vida de quienes lo padecen y no sólo a ellos, sino, a la familia en general. Si un maestro en un momento dado sospecha de esta situación y posteriormente tiene certeza de la misma, es primordial que haga un llamado a los padres de familia para que tengan conocimiento y puedan tomar acciones correctivas oportunas.
Este estudio brinda la posibilidad de implementar programas de Educación en Salud involucrando todos aquellos actores que contribuyen a la formación de los estudiantes y al establecimiento de pautas de comportamientos morales y éticos para el control, prevención y disminución del consumo de sustancias psicoactivas en adolescentes escolarizados.