El síndrome metabólico (SM) es un término dado a un grupo de factores de riesgo de origen metabólico asociado al desarrollo de enfermedad cardiovascular (EC) y diabetes mellitus tipo 2 1. La prevalen-cia de SM se incrementa a medida que avanza la edad. En Cuenca-Ecuador se realizó una investigación durante el periodo octubre 2013 a febrero 2014, en donde se demostró el ascenso de SM tanto en los individuos menores de 20 años (con 23 %), como en los del grupo de 70 años y más (con 88 %) 2. En adultos mayores la inactividad física es un factor de riesgo para la aparición de SM y el desarrollo de EC, adicionándose a estos riesgos el proceso biológico de envejecimiento 3,4. Llama a prestar especial interés la falta de evidencia acerca del nivel de actividad física (AF), prevalencia del SM y la asociación de estos factores; pues se proyecta que en Ecuador los adultos mayores -un grupo de atención prioritaria- 5, pasarán del 7 % en el 2010 al 18 % en el 2050 6.
En este contexto, este estudio tiene como objetivo determinar la prevalencia del síndrome metabólico, el nivel de actividad física, y la asociación de estos factores en los adultos mayores de Cuenca.
MÉTODOS
Sujetos
Estudio transversal descriptivo con una muestra de 378 sujetos que fue calculada con una población de 22 015 adultos mayores, frecuencia de 50,2 %, error: 5 % y IC: 95 %. Se incluyó en este estudio a hombres y mujeres de 65 años o más, que deseaban participar y firmaron el consentimiento informado; y residentes de las parroquias urbanas de Cuenca. Se excluyó a sujetos con deficiencia mental, alteración del estado de conciencia, impedimento físico para movilizarse y diabéticos. Se recopiló la información de 387 adultos mayores y sobre esta muestra se realizó el análisis correspondiente. El presente estudio se desarrolló posterior a la autorización de la Comisión de Bioética de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Cuenca.
Medidas antropométricas
El peso corporal (kg) y la altura (cm) se midieron utilizando una balanza y tallímetro de pared Health O'Meter 402LB, los sujetos vestían ropa liviana y estaban descalzos. El índice de masa corporal (IMC, kg/m2) se calculó como el peso (kg) dividido para la altura al cuadrado (m2) y se clasificó de acuerdo a la OMS. La circunferencia abdominal (CA, cm) fue medida en la línea media entre el margen costal inferior y la espina ilíaca anterosuperior en bipedestación, con una cinta métrica Seca al final de una espiración normal 7.
Presión arterial y datos de laboratorio
La presión arterial (PA) fue medida según las normas del JNC 7 con estetoscopio y esfigmomanómetro de mercurio marca Riester adecuadamente calibrado, los participantes estuvieron en reposo 5 minutos previos a la medición de la PA. Se realizaron dos tomas de la PA con intervalo de 1 semana, se tomaron en cuenta los valores más altos de ambas tomas 8.
Se recogieron muestras de sangre para análisis bioquímicos después de una noche de ayuno (>12 h). Para la medición de las concentraciones séricas de glucosa se utilizó un método enzimático colorimétrico en presencia de glucosa oxidasa con reactivos de la casa comercial Wiener; los triglicéridos (TG) se determinaron mediante una lipasa lipoproteína que produce la hidrólisis formando glicerol y ácidos grasos; y para lipoproteínas de alta densidad de colesterol (HDL-C) se usó el sistema enzimático colesterol-oxidasa/peroxidasa, por colorimetría, previa separación de lipoproteínas.
Evaluación de la actividad física
El nivel de AF fue evaluado por el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ) en su versión corta, el cual ha sido validado internacionalmente 9. Esta se compone de siete preguntas que investigan la frecuencia, intensidad y duración de la AF de la última semana en las diferentes actividades diarias.
Este instrumento categoriza a los sujetos en tres niveles: 1. Nivel bajo: Sin actividad reportada o no incluido en niveles moderado o alto; 2. Nivel moderado: Más de dos días de actividad intensa de al menos 20 minutos por día, o más de cuatro días de actividad moderada y/o caminata de al menos 30 minutos, o más de cuatro días de cualquier combinación de caminata moderada o intensa llegando a 600 METS-minuto por semana, y; 3. Nivel alto o intenso: Actividad intensa de tres días acumulando 1 500 METS-minuto por semana, o más de seis días de cualquier combinación (caminata, moderada, intensa) acumulando 3 000 METS-minuto por semana 10.
Criterios de síndrome metabólico
El diagnóstico de SM se basó en los criterios propuestos por el Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol y el Panel de Tratamiento del Adulto III (NCEP-ATP III) (II), el valor de la CA se extrapoló de la cifra aplicada a población asiática 12, debido a que en Latinoamérica se carece de puntos de corte de circunferencia abdominal 13. Se diagnosticó de SM a los sujetos que presentaron tres o más de los siguientes criterios: CA aumentada (>90 cm en el hombre y >80 cm en la mujer), nivel de glucosa en ayunas elevada (>100 mg/dl en ayuno o tomar medicamentos antidiabéticos), PA alta (PA sistólica >130 mm Hg o PA diastólica >85 mm Hg o tomar antihipertensivos), alto nivel de TG (>150 mg/ dl), y bajo nivel de HDL (<40 mg/dl para los hombres, <50 mg/dl para mujeres).
Análisis estadístico
Los datos fueron procesados y analizados en el programa SPSS (versión 15; en español). Las variables cuantitativas se expresaron como media y desviación estándar (DE) y las cualitativas como número y porcentaje. El test Chi-cuadrado y el test t de student fueron usados para comparar entre los grupos con y sin SM. El análisis de variancia (ANOVA) fue usado para evaluar la asociación entre los componentes del SM y el nivel de AF en ambos sexos. El nivel de significancia estadística fue p<0,05.
RESULTADOS
Dentro de las principales características sociodemográficas de los adultos mayores se encontró un predominio de mujeres (63,6 %), casados (55,8 %), nivel de instrucción primaria (68,7 %), económicamente inactivos (73,9 %), entre los 65 y 74 años de edad (64,6 %) con una media de edad de 72,8 (de ± 7,5) años. El 45 % de adultos mayores tuvo un nivel alto de AF y el 59,9 % tuvieron SM.
La Tabla 1 resume las características de los sujetos por sexo, de acuerdo a los criterios del NCEP-ATP III, el 47,9 % de hombres y el 66,9 % de mujeres tuvieron SM. Los factores de riesgo para SM en orden descendente fueron: CA (83,2 % de la muestra total), con 69,7 % de hombres y el 91 % de mujeres; HDL (74,7 % de la muestra total), con 59,9 % en hombres y el 83,3 % en mujeres; HTA (59,4 % de la muestra total), con 57,7 % en hombres y el 60,4 % en mujeres; TG (38,2 % de la muestra total), con 38 % en hombres y el 38,4 % y glucosa (15,8 % de la muestra total), con 14,1 % en hombres y el 16,7 % en mujeres. El sobrepeso (IMC 25-29,9) ocurrió en el 47,3 % del total de la muestra, 43,3 % de las mujeres y 54,2 % de los hombres. Existen diferencias significativas entre hombres y mujeres diagnosticados con y sin SM de acuerdo a los criterios del NCEP-ATP III, a excepción de la PA diastólica en los hombres. En cuanto a la AF total: nivel alto, moderado, bajo y METS/ min/semana no se encontraron diferencias significativas entre los sujetos con y sin SM en ningún caso.
Tabla 1 Características sociodemográficas; criterios para el síndrome metabólico y actividad física para hombres y mujeres con relación a la presencia de síndrome metabólico (SM) o su ausencia (sin SM)

IE: inactivos económicamente; SM: Síndrome Metabólico; IMC: Índice de Masa Corporal; CA: circunferencia abdominal en centímetros; PAS: Presión arterial sistólica en mm Hg; PAD: Presión arterial diastólica en mm Hg; GA: Glucosa en ayunas en mg/dL; TG: Triglicéridos en ayunas en mg/dL; HDL: colesterol HDL en mg/dl; AF: actividad física; MET: Unidad de Equivalencia Metabólica; Los datos se muestran como media, ± desvió estándar o número (%). El valor de p fue calculado por la prueba de Chi-cuadrado y t de student; *Diferencia significativa entre los valores de SM y no SM
En la Tabla 2 se presentan los criterios diagnósticos de SM en relación a los tres niveles de AF considerados. También es posible observar que no hubo asociación entre la AF y las medidas antropométricas tales como CA e IMC para ambos sexos, aunque estas medidas fueron ligeramente mayores en las mujeres con niveles de AF altos que en aquellas con niveles bajos. Igualmente no se observaron asociaciones significativas entre el nivel de AF y PA para los hombres, las mujeres presentaron valores altos de PA sistólica y diastólica con niveles bajos de AF, aunque solo se observó significancia para la PA diastólica.
Tabla 2 Criterios diagnósticos para el síndrome metabólico en los diferentes niveles de actividad física para hombres y mujeres

SM: Síndrome Metabólico; AA: alta actividad; MA: moderada actividad; BA: baja actividad; CA: circunferencia abdominal en centímetros; IMC: Índice de Masa Corporal PAS: Presión arterial sistólica en mm Hg; PAD: Presión arterial diastólica en mm Hg; GA: Glucosa en ayunas en mg/dl; TG: Triglicéridos en ayunas en mg/dL; HDL: colesterol HDL en mg/dl; AF; Los datos se muestran como media, ± desvió estándar. El valor de p fue calculado por la prueba de covarianza ANOVA. *Diferencia significativa entre los valores de los niveles de actividad física.
DISCUSIÓN
La frecuencia de SM en adultos mayores en este estudio, según los criterios del NCEP-ATP III, fue mucho mayor a la reportada en estudios con características poblacionales similares: en Perú (23,1 % en mujeres y 5,1 % en hombres) 14 , Brasil (59,9 % de mujeres y 40,4 % de hombres) 15 , Francia (11,3% de mujeres y 12,5% de varones) 16 y en China (39% en mujeres y de 18% en hombres) 17. Se puede apreciar así, una amplia variación de la prevalencia del SM en los diferentes grupos poblacionales, lo que podría darse por sus diferentes estilos de vida y valores de CA utilizados, debido a que el presente estudio adecuó la CA de acuerdo a la población asiática. Por lo tanto, se evidencia la necesidad de estudios locales que definan esa prevalencia en las diferentes poblaciones y etnias. Se ha demostrado que la CA aumenta conforme avanza la edad 18, la misma que es considerada como un factor de riesgo dominante que se presenta en etapas tempranas y favorece el desarrollo de SM 19. Por lo tanto, el control del contenido de grasa corporal es importante para la prevención y el tratamiento temprano de SM.
Los hombres con IMC 24-29,9 (40 sujetos, 60,6 %) presentaron una frecuencia de SM más alta que las mujeres (72 sujetos, 44,2 %). Estos resultados son similares a los reportados en una población de adultos mayores de Taiwán, en donde se emplearon criterios para el SM iguales a los utilizados en el presente estudio 20.
Este estudio reportó un nivel alto de AF, similar al encontrado en 129 sujetos (>65 años) de una población urbana en Corea, donde se determinó que el 18,6 % tenía un nivel alto de AF y el 50,4 % moderado 21. Resultados diferentes se encontraron en 3 066 sujetos (>60 años) de España donde se reportó una frecuencia de AF baja con el 54,2 % 22 y en 150 sujetos (60-70 años) de México donde se encontró que el 78 % tenían un nivel bajo de AF 23. Al igual que para la prevalencia del SM, existe una gran variedad de niveles de AF en la población adulta mayor según la latitud del estudio. La población bajo estudio se favorece del ambiente urbano en el que reside. Hernández y colaboradores destacan la importancia de este aspecto en la promoción de la actividad física en adultos mayores de América Latina, ya que a diferencia de los adultos jóvenes, los adultos mayores desarrollan sus actividades vitales en sus mi-croterritorios de residencia 24.
Usando el IPAQ en su versión corta como instrumento de medición, no se encontraron asociaciones entre el nivel de AF y el diagnóstico de SM. Tres estudios 25,26,27, que utilizaron el mismo instrumento y realizados en poblaciones similares en cuanto a la edad, presentaron resultados semejantes al presente estudio. Dalacorte (Brasil, 2009) explica que se requiere un largo periodo para establecer un desorden metabólico y menciona la posibilidad de que los adultos mayores con SM hayan adquirido el hábito de realizar AF vigorosa recientemente; influenciado por la gran cantidad de información disponible acerca de los beneficios e importancia de la AF y su realización durante el tiempo libre del que disponen ya que un gran porcentaje de ellos son económicamente inactivos. Este fenómeno se reportó en este estudio por los individuos con SM que presentaron mayor gasto energético expresado en mets comparado con aquellos que no tenían SM. Sin embargo, no se encontró significancia estadística.
Por otra parte, estudios realizados con el IPAQ en sus versiones corta 28 y larga 29 en poblaciones con promedios de edades menores a la edad de este estudio, si reportaron asociación entre niveles bajos de AF y SM en adultos mayores. De igual forma, Hahn (Alemania, 2009) identificó que, al realizar actividad deportiva con alta intensidad y regularidad (>2h/semana), estos sujetos presentaron menor riesgo de SM, además de contribuir a mejorar su bienestar psicológico 30. La Tabla 3 presenta un resumen de los trabajos mencionados sobre la asociación entre AF y SM.
Tabla 3 Resultados de la asociación entre la actividad física auto-reportada y síndrome metabólico en algunos estudios

SM: síndrome metabólico; IPAQ: Cuestionario Internacional de Actividad Física; NCEP ATP III: Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol y el Panel de Tratamiento del Adulto III; IDF: Federación Internacional de Diabetes. OR= Odds Ratio
En las mujeres adultas mayores, hubo tendencia a ser más alto el CA e IMC en aquellas físicamente activas con respecto a las mujeres insuficientemente activas. Esto puede ser atribuido a que este grupo de población es el que asiste con mayor frecuencia a consultas médicas 31, lo que indica que los consejos dados por el personal de salud contribuyen a cambios en el estilo de vida, entre ellos la práctica de AF vigorosa.
Es posible que el nivel alto de actividad física reportado en este estudio se deba a que la información dada por los sujetos dependió mayoritariamente de la memoria y que su precisión se basa en la auto-respuesta 32. Además, se debe dar importancia a la deseabilidad social, lo que conlleva que la población tienda a sobreestimar su percepción de gasto energético ya que cada vez hay más actividades que fomentan la realización de AF 33.
Por último, es importante considerar el diseño de este estudio ya que su naturaleza transversal no permite determinar la relación de causa-efecto, por lo que estudios prospectivos grandes en adultos mayores son necesarios para confirmar este hallazgo.
La prevalencia del SM en la población estudiada fue muy alta, lo cual indica que se deben poner en práctica más políticas de cuidado para los adultos mayores. El nivel de actividad física medida con el IPAQ corto también resultó ser alto, pero no se halló asociación con el diagnóstico del SM. A pesar de que el IPAQ en su versión corta ha sido ampliamente validado, es necesario confirmar los presentes hallazgos usando instrumentos de medición directa de AF