La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que aproximadamente dos billones de personas en el mundo están infectadas con parásitos intestinales y la gran mayoría de éstas viven en países en vías de desarrollo. 1 Latinoamérica es una de las regiones donde el parasitismo es particularmente preocupante. La prevalencia de parásitos intestinales en la región se ha calculado en 45%. 1
Si bien la mortalidad por parásitos intestinales es baja, la morbilidad por su parte es alta y está dada por manifestaciones clínicas como: colitis, prolapso rectal, perforación y obstrucción intestinal, malabsorción intestinal, desnutrición y anemia ferropénica. 2-4 Además, el parasitismo se ha relaciona, posiblemente por sus efectos en el estado nutricional de los niños, con alteraciones en el proceso del neurodesarrollo infantil, incluyendo alteración de las capacidades cognitivas y retardo del crecimiento 5.
La información sobre infecciones parasitarias en Colombia es limitada y no está actualizada. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el país la prevalencia de helmintos transmitidos por el suelo varía del 10,7% al 49,3% 6. Se sabe además que entre 3-5% de pacientes hospitalizados por infección protozoaria fallecen en el país 7. Las poblaciones más vulnerables al parasitismo son los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 70 años 7 y factores que han sido asociados a la persistencia y transmisión del parásito son la pobreza, las inadecuadas condiciones sanitarias, la contaminación fecal de suelos y alimentos, y la migración 8,9
Sin embargo, la mayoría de estudios sobre parásitos intestinales en el país reportan resultados de prevalencias de áreas pequeñas que no se pueden extrapolar a la situación del país. Los hallazgos de estudios publicados en los últimos diez años se resumen a continuación. Giraldo et al encontraron en Armenia una prevalencia de Ascaris Lumbricoides de 2,4%, de Hymenolepis nana de 0,6%, de Trichuris trichiura de 2,1%, de Blastocystis de 6,1% y de Giardia duodenalis de 13% 10. En la Costa Atlántica, Agudelo et al encontraron una prevalencia global de parasitismo intestinal de 92% 11, y finalmente Londoño et al encontraron en zona urbana de Calarcá, una prevalencia de parasitismo del 54,7% en la población estudiada 12.
En cuanto a la prevalencia de parasitismo intestinal en Bogotá, Arias y González encontraron una prevalencia de parásitos intestinales en niños preescolares del 30% en la localidad de Ciudad Bolívar 13, mientras que Bonilla et al, en el sector del Codito, evidenciaron una prevalencia de parásitos intestinales del 44% también en niños preescolares 14.
El sector el Codito se encuentra en la localidad de Usaquén, ubicada al nororiente de la ciudad de Bogotá. Si bien en la localidad de Usaquén predomina la población en estrato socioeconómico medio-alto 15, el Codito corresponde a un sector de la localidad que nació como producto del asentamiento de poblaciones desplazadas y que alberga principalmente población en estrato socioeconómico bajo. El barrio el Codito se legalizó en el 2000. Sin embargo los asentamientos ubicados en el sector oriental del mismo no fueron incluidos en esta legalización. Hace más de 20 años, poblaciones en condición de desplazamiento y pobreza, habitan estos terrenos no autorizados. Terrenos que corresponden a áreas protegidas por normatividad, establecida en el Plan de Ordenamiento Territorial y el Decreto No. 2372 de 2010. El Sistema Nacional de Áreas Protegidas, conforma áreas, definidas geográficamente, destinadas a la conservación del patrimonio natural nacional y global, por lo cual no son habitables y no disponen de infraestructura para proveer servicios públicos. La localidad de Usaquén cuenta con 376 áreas protegidas en la zona urbana y 2 724 en el área rural 15.
Los asentamientos ilegales en el Codito no cuentan con servicio de acueducto, alcantarillado y sistema de recolección de basuras, lo que dificulta la disponibilidad de agua potable 13,15.
Con esta investigación se pretendió establecer la relación que existe entre la prevalencia de infecciones parasitarias en la población preescolar del Barrio el Codito y el acceso al servicio de acueducto y alcantarillado.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio cuantitativo comparativo de corte transversal. La población estudiada fueron los niños entre 4 y 70 meses habitantes de los cerros de la UPZ (Unidad de Planeamiento Zonal) 9 Verbenal, sector conocido como El Codito.
Muestra de tipo probabilística para poder inferir en la población de estudio, la muestra fue de 108 niños, la muestra se recolecto con ayuda de las listas de los niños inscritos preescolares, jardines de madres comunitarias y programas sociales en el sector. La muestra fue calculada utilizando el módulo Statcalc de Epiinfo. Con un nivel de confianza del 95%, un poder del 80%, una prevalencia de parasitismo intestinal en niños no expuestos a la falta de acueducto y alcantarillado del 30% (mínimo encontrado por Bonilla et al.), 14 un radio no expuestos/expuestos de 2 y un OR esperado de 2. Se estimaron un total de 108 niños (36 expuestos y 72 no expuestos). El cálculo de la muestra se realizó teniendo en cuenta el muestreo por conglomerados.
Calculando pérdidas del 40%, se invitaron a participar 176 niños y niñas en edad preescolar -entre los 4 y los 70 meses de edad- habitantes del barrio El Codito, utilizando un muestreo aleatorio por conglomerados (centros de cuidado diurno). Los niños se contactaron a través de centros de cuidado diurno de la comunidad. Se solicitó consentimiento informado escrito a padres o representantes legales de los niños, durante este proceso fueron informados sobre el objetivo y los aspectos prácticos de esta investigación. Se contó con la aceptación de la participación de 144 niños. El protocolo de investigación fue aprobado por el comité de ética de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.
La recopilación de datos, se realizó a través de un cuestionario acerca de las características sociodemográficas del niño y su familia y de los factores ambientales del hogar.
Para la recolección de muestras se entregó a padres o responsables de cada niño un recipiente plástico junto con instrucciones para la recolección de las heces. Las muestras se refrigeraron y se transportaron al laboratorio de Medicina Tropical y Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad del Rosario en las 12 horas siguientes a su recolección. Para el análisis, se utilizó un examen coprológico directo; macroscópico y microscópico. Para el examen microscópico se hizo una preparación húmeda directa del frotis en solución salina y lugol, y se observó en 400 aumentos. Además se realizó el método de concentración por el procedimiento de Ritchi (concentrado con la técnica de formol-éter). Y se estudió el sedimento en 100 y 400 aumentos.
A cada representante del niño se le asignó un código con el cual se podían reclamar los resultados del examen coprológico parasitario. La entrega de resultados se realizó mediante brigadas de salud en las cuales los niños participantes fueron valorados por médicos y los que requerían, recibieron el tratamiento antiparasitario adecuado. En las brigadas todos los padres y los niños en edad preescolar recibieron información acerca de la prevención de parásitos intestinales.
La variable desenlace fue "parasitismo intestinal". Esta variable se codificó dicotómicamente (0: no presenta ningún parásito intestinal y 1: se evidencia algún parásito intestinal). Otras características del parasitismo que se estudiaron fueron: "número de parásitos intestinales" que muestra el número de parásitos intestinales diferentes que presentaban los niños (0, 1, 2, 3 o 4) y "tipo de parásito intestinal" que indica el tipo de parásito con el que estaban infectados (Giardia duodenalis, Endolimax nana, Entamoeba histolytica/dispar, Iodamoeba butschlii, Hymenolepis nana, Blastocystis, Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura, Entamoeba coli).
Las variables control que se incluyeron en el análisis se dividieron en variables del niño -sexo (0=niña y 1=niño), edad en años, mayoría étnica, lugar de nacimiento en o fuera de Bogotá, peso al nacer en gramos, tratamiento antiparasitario en el último año, esquema de vacunación completo, acceso a servicio de salud y tipo de afiliación al sistema de salud (vinculado, subsidiado, contributivo u otros) -, de la madre -madre vive con el niño, madre vive con su pareja, educación de la madre en años, ocupación de la madre (ama de casa, trabajo operacional o trabajo técnico-profesional), y del hogar -ingreso (menor a un salario mínimo vigente legal mensual), estrato socioeconómico (clasificación SISBEN 1, 2 o 3), tipo de vivienda (propia, rentada, inquilinato u otra), baño para uso exclusivo de la familia, presencia de animales en la casa, plagas (insectos o roedores), infraestructura de la vivienda, escala de lavado de manos y alimentos (Lavado de frutas y verduras, lavado de manos antes de cocinar, lavado de manos antes de comer, lavado de manos después de ir al baño), número de miembros en vivienda, consumo de agua potable (hervida o en botella).
Los datos obtenidos fueron digitados en una base de datos de Excel, se utilizaron filtros y se verificaron el 10% de los datos al azar digitados con el fin de garantizar la validez de los mismos.
El análisis estadístico se realizó mediante el uso de SPSS Versión 2.0. Se inició con un análisis descriptivo durante el cual se calcularon la prevalencia global y por tipo de parasito intestinal, las proporciones de variables categóricas, y los promedios, desviación estándar, mínimos y máximos de las variables numéricas. Se usaron pruebas de Chi-cuadrado, prueba exacta de Fisher y prueba t-test student para muestras independientes para determinar las diferencias entre los niños con parásitos intestinales y aquellos sin parasitismo. Finalmente, se realizó una regresión logística binomial multivariada para determinar la asociación del acceso a servicio de acueducto con el parasitismo intestinal controlando por las demás variables estudiadas y para ver otros factores asociados con el parasitismo.
RESULTADOS
En los 144 niños y niñas estudiados, se encontró una prevalencia de parásitos intestinales del 38,9% con un intervalo de confianza de 30,7-47,0%. El parásito que se halló con mayor frecuencia fue la Giardia duodenalis, con una prevalencia del 18,7%. En su orden de prevalencia los demás parásitos encontrados fueron: Blastocystis 9,7%; Entamoeba histolytica/dispar 7,6%; Entamoeba coli y Endolimax nana 6,2% cada una; Ascaris lumbricoides y Ioda-moeba butschlii 1,3%; y Hymenolepis nana y Trichuris trichiura con 0,6% (Tabla 1).
La mayor parte de la población parasitada presentó un solo parásito intestinal (31,3% de la población estudiada y 80,5% dentro del grupo de población parasitada). La Tabla 2 muestra el número de niños por número de parásitos encontrados.
En la Tabla 3 se pueden observar las características de la población estudiada de acuerdo a su diagnóstico de parasitismo intestinal. Se encontró que el 50% de los niños parasitados no tenían acceso a los servicios de acueducto y alcantarillado mientras que el 11% de los niños no parasitados no lo tenían. Esta diferencia fue estadísticamente significativa.
Las otras variables que se asociaron al parasitismo intestinal en los análisis bivariados fueron sexo, estrato socioeconómico y número de miembros en el hogar. Las niñas tuvieron con mayor frecuencia parásitos intestinales, los parásitos fueron más frecuentes en los estratos más bajos y los niños con mayor número de miembros en su hogar tuvieron mayor posibilidad de encontrarse parasitados (Tabla 3).
En la regresión multivariada se encontró que la carencia de servicio de acueducto y alcantarillado estaba asociada a la presencia de parásitos intestinales, incluso después de controlar por las demás variables estudiadas (OR ajustado=31.25, intervalo de confianza 6,08-56,02).
Otras cuatro variables se asociaron a parasitismo intestinal en la población estudiada. a) En comparación con la afiliación al régimen contributivo, los niños afiliados al régimen subsidiado tuvieron con mayor frecuencia parásitos intestinales (OR=1.49). b) Los hijos de madres que se encontraban trabajando en oficios técnico-profesionales tuvieron menos parásitos al compararlos con los hijos de amas de casa (OR=0.05). c) los habitantes de inquilinatos tuvieron con mayor frecuencia parásitos intestinales y finalmente d) los niños que convivían con animales tuvieron con mayor frecuencia parasitismo (OR=2.59) (Tabla 4).
DISCUSIÓN
La prevalencia de parasitismo intestinal encontrada en la población estudiada (38,9%) muestra que el parasitismo es un problema serio en la población preescolar del barrio El Codito. En particular la infección intestinal por Giardia duodenalis, con una prevalencia de 18,7%, es preocupante. Estos resultados son semejantes a los encontrados por Bonilla en la misma población -prevalencia de parasitismo del 44% con predominio de Giardia14.
Si bien el estudio tiene algunas limitaciones, principalmente derivadas de su naturaleza transversal y de la pequeña población estudiada, es importante destacar algunos de sus hallazgos que nos dan una idea de la situación que están viviendo muchos habitantes de Colombia.
La falta de acceso a servicio de acueducto y alcantarillado, tuvo una altísima asociación con la presencia de parásitos intestinales en la población. Lo anterior evidencia, que la falta de acceso a agua potable y a un sistema de disposición de desechos adecuado predispone a adquirir parasitosis intestinales y sus enfermedades asociadas.
Los asentamientos ilegales tienen una larga y compleja historia en Bogotá. Un estudio realizado por la universidad autónoma de occidente en el año 2011 15, menciona los procesos socio económicos relacionados con este problema social, el autor habla que ya desde mediados de los años sesenta Camilo Torres se analizaba esta problemática de la marginación. El proceso en Bogotá, desde el asentamiento ilegal a llegar a ser barrios legales, es no solamente largo sino complejo desde el punto de vista político y de presupuesto.
Por lo anterior y más allá del análisis de las necesidades infinitas de la población que hace parte de esos asentamientos, es deber del área de la salud abordar como solucionar la manipulación del agua y alimentos en estas localidades con tantas carencias.
Unas adecuadas políticas y acciones en salud pública son la solución a la transmisión de los parásitos intestinales. La manera más adecuada es que el gobierno implemente a todo nivel una educación clara sobre la adecuada manipulación del agua, alimentos y del despojo de los desechos. Si se trasmite estos conocimientos de tal forma que hasta la persona con el menor nivel educativo sea consiente que el adecuado lavado de manos, alimentos y utensilios es una de las mejores formas de prevenir las enfermedades gastrointestinales trasmisibles incluidos los parásitos intestinales, se bajara la alta prevalencia de estas patologías. Otra solución que algunos autores mencionan es la des-parasitación masiva en las poblaciones con mayor riesgo.
En el estudio se encontró una asociación entre la pre-valencia de parasitismo intestinal y la falta de acceso a acueducto y alcantarillado. La prevalencia en niños de 6 a 70 meses de 38,9%, similar a lo encontrado en otros estudios realizados en barrios de Bogotá, Colombia. Las variables asociadas a la presencia de parasitismo intestinal fueron el no acceso al servicio de acueducto y alcantarillado, pertenecer al régimen de salud subsidiado, convivir con animales, vivir en una habitación rentada y tener una madre trabajando en oficios operacionales.
Debido a que la falta de acceso a los servicios básicos que tienen las personas que hacen parte de las comunidades que pertenecen a los asentamientos ilegales, tiene una multitud de causas socio políticas, que hacen que los gobiernos se demoren en cubrir, es deber de todos los actores del sistema de salud crear unas políticas de salud pública adecuadas que prevengan los parásitos intestinales•