1. INTRODUCCIÓN
Constituirse en grupos, es parte y acaso necesidad, de la naturaleza humana. El grupo familiar, por ejemplo, brinda seguridad y protección al individuo, al indicarle normas y conductas que le permiten garantizar la integridad física y emocional. Por tanto, aunque esto se haya afirmado mil veces, hay que reconocer aún que la familia es un pilar fundamental en la formación de individuos, para afrontar los desafíos que implica subsistir en la compleja red de sistemas y organizaciones del mundo.
Ahora bien, el funcionamiento familiar se caracteriza principalmente por la libertad que muestran los miembros para comunicar lo que sienten clara y directamente (Guadarrama y otros, 2011; Sánchez, 2012). Y para las familias de nuestro país, México, la orientación heterosexual de los hijos e hijas no requiere redefinir la relación familiar, puesto que tal orientación constituye una identidad sexual legitimada socialmente. Pero no ocurre lo mismo en el caso de las hijas e hijos que manifiestan una identidad homosexual, pues esta situación obliga a las figuras paterna y materna a asumir un proceso de reconstrucción de dicha relación, de los roles asignados culturalmente y de las expectativas que los padres tenían con respecto a sus hijos (Arévalo y otros, 2011).
Y es que, como institución social, históricamente la familia ha sido la guardiana de las normas de la sexualidad que aseguran la heteronormatividad, y tiende a suprimir a los disidentes de esa norma por medio de la denominada homofobia, que oscurece aún más por la intimidad del mundo privado. Pero ello también trasciende el grupo familiar y potencializa la discriminación y el daño en los espacios sociales (Gonzalez y Silva, 2013).
Según Barrientos y Cárdenas (2010), la cultura que envuelve a estas familias, es igualmente heteronormativa y homofóbica, manifestándose en aspectos como: autoritarismo, conservadurismo valórico, conservadurismo político, roles de género tradicionales, sexismo, religiosidad y actitud negativa hacia el feminismo (Jeremy y otros, 2013; Moral, 2011).
De esta manera, la homosexualidad de un hijo o hija trunca el equilibrio de la estructura familiar, y genera en sus padres y madres sentimientos de pérdida, conjugados con sensaciones de culpabilidad y negación, sin olvidar el miedo de proyectar el futuro de sus hijos e hijas, que alteran el patrón esperado de la obligatoriedad heterosexual.
En este contexto, la gestión de la homosexualidad de los hijos e hijas es compleja para los padres y madres, pero igualmente complicada para las personas homosexuales que enfrentan directamente la experiencia de disgregación y transgresión social en un sistema heterosexual (Ceballos-Fernández, 2014), y también comprende los sentimientos de miedo a perder el apoyo y confianza familiares (Oksal, 2008).
Por ello, este trabajo busca indagar los efectos de la revelación de la orientación homosexual a la familia, ya que, según Ceballos-Fernández (2014), actualmente este proceso resulta arduo y doloroso, debido a la falta de referentes, desconocimiento, sentimientos de diferencia identitarios y reparos al hecho de confesar la homosexualidad; incluso la mayoría de las personas gais y lesbianas reconocen su miedo a dañar la relación familiar al momento de revelar su orientación sexual (Potoczniak, Crosbie-Burnett, & Saltzburg, 2009).
Pero antes de continuar en concreto con la investigación, conviene reconocer algunos conceptos claves para la comprensión del asunto: autopercepción, afrontamiento y soporte social, revelación y respuesta, que puede ser negativa o positiva.
1.1 Autopercepción
Para el presente trabajo, cobra relevancia el constructo de autopercepción, el cual reúne a su vez conceptos como: actitudes, deseos, expectativas, voliciones y valoraciones, formando con ello un sistema mediante el cual la persona se define a sí misma. Tal autopercepción sumada a la realidad configura la autopercepción social, es decir, la forma en que la persona se ve a sí misma en el mundo e intenta comprenderse mediante un proceso de observación de la propia conducta y las circunstancias que le rodean (Bem, 1967, 1972, citado por Martínez, 2009; Hogg y otros, 2010). En tal sentido, además de requerir un autorreconocimiento y una autoaceptación, las y los homosexuales están claramente mediatizados por la cadena de espacios en los que desarrollan y vivencian su homosexualidad, constituyendo la familia el rol principal de este escenario (Ceballos-Fernández, 2014).
Dado que la familia es el espacio social donde el ser humano encuentra los primeros y principales recursos para desarrollar su futura personalidad, esta se concibe también como el mayor factor de protección para el individuo siempre que actúe adecuadamente; de lo contrario, se puede convertir en uno de sus mayores riesgos. De esta forma queda claro que la familia juega un papel relevante en la formación de la identidad de cada individuo y en este la orientación sexual es un aspecto que lo configura (Lujan & Tamarin, 2012).
De acuerdo con las interconexiones que se den en la familia, sus miembros podrán o no afrontar problemas, expresar emociones, manejar las reglas de convivencia y adaptarse a las situaciones de cambio (Rivera, 1999), y es precisamente en la familia, principal medio de socialización y desarrollo para el ser humano, donde las lesbianas y gais enfrentan los estigmas y prejuicios de forma más significativa, lo que impide el proceso de desarrollo de la orientación sexual (Muñoz, Basurod & Barragan, 2014). Casas (2014) afirma que el rechazo parental al hijo/hija homosexual es considerablemente alto, y puntualiza que por parte de los padres hay en específico mayor actitud negativa, alto sentimiento de deshonra, consideración desagradable de la orientación homosexual y rechazo del lazo matrimonial entre personas del mismo sexo.
1.2 Afrontamiento y soporte social
De acuerdo con Macías y otros (2013), las estrategias de afrontamiento son entendidas como recursos psicológicos que el sujeto pone en marcha para hacer frente a situaciones estresantes. Aunque la puesta en marcha de estas no siempre garantizan el éxito, sirven para generar, evitar o disminuir conflictos en los seres humanos, atribuyéndoles beneficios personales y contribuyendo a su fortalecimiento. Además, dichas estrategias no solo se presentan de forma individual, sino que aparecen también como mediadores en el ámbito social.
Uno de los modelos teóricos sobre afrontamiento más citados es el de Lazarus y Folkman (citado en Viñas y otros, 2015), quienes conceptualizan el afrontamiento como los esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que sirven para manejar las demandas externas y/o internas que son valoradas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. Estos mismos autores diferenciaron dos estilos de afrontamiento: el focalizado en el problema o dirigido a su resolución, y el focalizado en las emociones u orientado a restablecer el equilibrio emocional.
En la medida que la red social, conjunto de lazos relativos a alguna clase de individuos, le proporciona asistencia técnica y tangible a estos, apoyo emocional, sentimientos de cuidado y autoestima, etc., dicha red social le proporciona soporte social (Lemos y Fernández, 1990).
El soporte social puede ser definido, de acuerdo con Cobb (1976, citado por Nunes y otros, 2012), como información que conduce al individuo a creer que es cuidado, amado, estimado y pertenece a una red social con obligaciones mutuas. En otras palabras, el soporte social se refiere a la funcionalidad y calidad de las relaciones interpersonales, así como a la percepción de disponibilidad de ayuda o al verdadero soporte recibido.
Para Sarason, Levine, Basham y Sarason (1983, citados por Nunes y otros, 2012), el soporte social puede ser definido como la existencia o disponibilidad de personas en quienes se puede confiar, ya que se muestran preocupadas por el individuo, lo valoran y le demuestran aprecio. Existen diferentes tipos de apoyo que una persona puede recibir de la red social, siendo tres los más ampliamente estudiados: soporte emocional (percibido como expresión de cariño, cuidados y preocupación), soporte instrumental (ayudas prácticas que puede recibir) y soporte informacional (nociones indispensables que permiten que el individuo oriente en forma adecuada sus acciones al momento de resolver problemas o tomar decisiones).
1.3 Revelación
Entre las personas que se autoperciben como gais o lesbianas, un momento crucial en la conformación de la identidad es el de la decisión sobre si han de compartirlo o callarlo (Weststrate & McLean, 2010). Al respecto, González y Toro (2012) afirman que los gais y lesbianas afirman sentir miedo, frustración y tristeza por lo que dirían otras personas, y en particular sus familiares más cercanos, al enterarse de que son homosexuales, resaltando el dolor que su decisión de aceptar la homosexualidad podría causarles; sin embargo, la mayoría indica que uno de los aspectos que más importancia tuvo en el proceso de aceptación es que otras personas conozcan su orientación homosexual, en particular sus familiares.
Compartir la propia orientación sexual es algo culturalmente complejo para los homosexuales, ya que, como señala Montoya (2009), a los latinos en general se les enseña a buscar ante un conflicto la guía de un sacerdote, o un miembro de la familia y en ningún caso hablar a los “extraños”, por lo que el rechazo que experimenta un hombre gay latino por parte de los miembros de la familia lo afecta negativamente: la vergüenza, la culpa y el sufrimiento experimentados por este grupo de hombres contribuye a incrementar los ya altos índices de depresión, aislamiento y pensamientos de suicidio.
En este panorama, las personas gais y lesbianas manifiestan al menos tres razones para revelar su orientación sexual a sus padres: 1) reforzar su propia orientación sexual, 2) aclarar aspectos de su identidad y 3) proporcionar información acerca de su estilo de vida. Incluso, las personas que recibieron una respuesta negativa por parte de sus padres, sienten la necesidad de realizar una segunda salida del llamado clóset por los mismos motivos (Denes & Afifi, 2014).
Ciertamente, la revelación de la homosexualidad del hijo o la hija produce cambios en la relación familiar. Luego de ella se espera una mayor comunicación entre actores y desinhibición al confiarles aspectos íntimos, lo que redundaría en una mayor confianza; sin embargo, los padres reportan vivir este momento con mucho dolor porque no estaba dentro de sus expectativas que su hijo/a tuviera una orientación homosexual, y porque perciben el sufrimiento que ha significado guardar este secreto ante personas tan significativas como lo son las figuras parentales. Reconocen también no sentirse preparados para asumir la homosexualidad de un hijo, puesto que asocian la identidad homosexual con una serie de atributos y estereotipos, lo que urge a una reconstrucción de tal universo simbólico (Arévalo y otros, 2011).
Así, debido a que el sistema familiar no propicia la confianza, la seguridad y el apoyo necesarios que instaría a los sujetos a experimentar su sexualidad y a construir su identidad psicosexual y aceptación explícita al amparo de su familia, los progenitores con hijos e hijas homosexuales requieren orientación y conocimientos, es decir, formarse en el desarrollo de habilidades y competencias psicológicas, educativas, comunicativas y sociales que estimulen el desarrollo de sus hijos e hijas. Y es que las respuestas de los padres a los jóvenes que manifiestan su homosexualidad son cruciales para la posterior adaptación social, puesto que marcará sus experiencias y transiciones personales, de modo que la familia podrá constituir un factor de riesgo perturbador o un elemento beneficioso facilitador en este proceso (Ceballos-Fernández, 2014), toda vez que la divulgación de la propia homosexualidad y el nivel en el desarrollo de la identidad homosexual son elementos intrínsecamente relacionados (Grey y otros, 2013).
1.4 Respuesta negativa a la revelación
El rechazo familiar puede llevar al afectado al consumo de drogas ilegales, depresión, intento de suicidio, así como al riesgo para la salud sexual. En este sentido, tal rechazo es predictor de problemas de salud física y mental. No obstante, una actitud negativa de rechazo puede transformarse positivamente con el tiempo, una vez que los padres y madres se sensibilizan, aprenden y desmitifican lo referente a la homosexualidad de su hijo o hija, mejorando la actitud inicial (Ryan, Russell, Huebner, Diaz & Sanchez, 2010).
Cuando se percibe un ambiente de rechazo por parte de los grupos de apoyo, las personas gais y lesbianas afrontan la incapacidad de compartir e internalizan este rechazo, que se manifiesta con conductas autodestructivas como las antes descritas. Además, como lo señalan Fernández y Vázquez (2013), al estar expuestos al rechazo desde la infancia, hace que la persona asuma como natural la homofobia, por lo que se vive una identidad homosexual desintegrada. Superar tal homofobia internalizada supone el apoyo social de la familia, la escuela, los amigos y la comunidad.
El rechazo a sí mismo o, con otras palabras, la homofobia o el autoestigma es indicador de baja autoestima, poca claridad de autoconcepto y mayor confusión de identidad sexual, que se asocian a síntomas depresivos, de acuerdo con lo reportado en su estudio por Feinstein, Davila y Yoneda (2011), así como a conductas autodestructivas manifiestas en el uso y abuso de drogas (Rosario, Schirimshaw & Hunter, 2009).
Cobra especial relevancia, entonces, una actitud negativa por el daño que puede causar, y es importante entender que dicha actitud está relacionada con el conservadurismo de los padres, valores tradicionales, fuertes creencias religiosas, la rigidez en el ejercicio de la autoridad y las ideas erróneas sobre la homosexualidad, así como con recursos familiares pobres para hacer frente a una situación de estrés (Baiocco y otros, 2014).
1.5 Respuesta positiva a la revelación
Como se ha afirmado, compartir con la familia es de suma importancia y en especial porque la aceptación de la familia se asocia de manera positiva con la salud mental y física, expresados en el buen ajuste psicológico y la evitación del abuso en el consumo de drogas y alcohol (Ryan, Russell, Huebner, Diaz, y Sanchez, J. 2010; D’Amico & Julien, 2012).
Una identidad integrada se relaciona con menos síntomas depresivos y ansiosos, menos problemas de conducta y mayor autoestima. Es claro al respecto que los padres tienen una tendencia a rechazar o medianamente aceptar a los hijos e hijas cuando les comparten su orientación homosexual, pero ello puede mejorar y redundar a una mayor aceptación a partir del compromiso como padres, el contacto con personas gais y lesbianas informadas y pláticas con su hijo o hijas. Por ello la formación familiar sobre el tema es potencialmente positiva en la aceptación y la subsecuente conformación de la identidad homosexual (Rosario, Schirimshaw & Hunter 2009; Samarova, Shilo, & Diamond, 2013)
2. MÉTODO
2.1 Diseño
El artículo presente es resultado de un estudio cuantitativo, elaborado con un diseño no experimental, exploratorio y transeccional (García, 2009).
2.2 Instrumentos
Se utilizaron dos escalas tipo Likert de la Batería de Evaluación Psicosocial de Suceso Vital (Cantú y Álvarez, 2009; 2013), cada una con una confiabilidad de .70: Escala de Afrontamiento Respecto de un suceso Vital, 21 items, una dimensión; y Escala de Soporte Social Respecto de un Suceso Vital, 27 items, una dimensión.
2.3 Participantes
En el estudio participaron 15 hombres autorreconocidos como gais y 15 mujeres auto-reconocidas como lesbianas, de entre 18 y 60 años, que habitan en las ciudades de Saltillo y Coahuila, en el estado de Coahuila, México.
2.4 Procedimiento
Se contactó a las personas gais y lesbianas conocidas, se les presentó el proyecto del trabajo y se solicitó su participación. A quienes aceptaron, se les pidió que recomendaran a otras personas que tuvieran rasgos de interés similares para tomar datos, como una cadena. Ferrel y otros (2013) afirman que la población de hombres exclusivamente homosexuales van del 4 % al 17%, lo que complejiza la selección de la muestra para estudios estadísticos, por lo que se optó por la técnica de bola de nieve para la selección de sus sujetos, no solo por el porcentaje antes señalado sino por el desconocimiento de la población total.
Luego de observar a los sujetos designados, se siguió de la misma manera hasta obtener el número suficiente de sujetos. La aplicación de instrumentos y entrevista se efectuó en una sola exhibición.
Martínez-Salgado (2012) aseguran que en casos como estos no hay reglas para decidir el tamaño de la muestra y, si hubiera que enunciar alguna, esta sería: “todo depende”. Depende del propósito del estudio, de lo que resulta útil para lograrlo, de lo que está en juego, de lo que lo hace verosímil y, en última instancia, de lo que es posible. Así, para juzgar si una muestra es adecuada, hay que conocer el contexto del estudio.
El precepto exige recolectar datos hasta que ocurra la saturación, es decir, cuando se entiende que ha llegado el punto en el cual se ha escuchado ya una cierta diversidad de ideas y con cada entrevista u observación adicional no aparecen ya otros elementos. Mientras sigan apareciendo nuevos datos o nuevas ideas, la búsqueda no debe detenerse.
3. RESULTADOS
Se compararon las medias mediante la prueba T de Student (sig. > 0.05) con el paquete estadístico SPSS.
No se encontró diferencia significativa en el afrontamiento de la identidad en gais y lesbianas (Tabla 1), siendo las más altas estrategias: “Acepté que tengo una situación que antes no tenía”, “Hable con mis amigos y amigas de cómo me sentí en relación a mi situación gay/lésbica”, “Negué que viví la situación” y “Busqué personas que me puedan ayudar a manejar la situación”.
COMPONENTES SUCESO VITAL | O. SEXUAL | N | MEDIA | SIG. |
---|---|---|---|---|
1 Negué que viví la situación | Gay | 15 | 3.13 | |
Lesbiana | 15 | 2.87 | 0.626 | |
2 Intenté informarme acerca de mi situación | Gay | 15 | 2.73 | |
Lesbiana | 15 | 2.47 | 0.629 | |
3 Luché lo más que pude contra ella | Gay | 15 | 2.67 | |
Lesbiana | 15 | 2.47 | 0.718 | |
4 Hice un gran esfuerzo para olvidarme que estoy enfermo | Gay | 15 | 2.47 | |
Lesbiana | 15 | 2.07 | 0.496 | |
5 Busqué apoyo emocional de mis padres en relación a mi situación | Gay | 15 | 2.6 | |
Lesbiana | 15 | 1.73 | 0.396 | |
6 Busqué atención profesional médica y sigo al pie de la letra los tratamientos médicos | Gay | 15 | 1.53 | |
Lesbiana | 15 | 1.53 | 1 | |
7 Reclamé mi enojo a las personas responsables de mis problemas | Gay | 15 | 1.6 | 0.116 |
Lesbiana | 15 | 3.2 | ||
8 Acepté que tengo una situación que antes no tenía | Gay | 15 | 2.87 | |
Lesbiana | 15 | 3.67 | 0.143 | |
9 Busqué apoyo emocional en familiares que viven en casa en relación a mi situación | Gay | 15 | 1.73 | |
Lesbiana | 15 | 2.27 | 0.349 | |
10 Busqué personas que me puedan ayudar a manejar la situación | Gay | 15 | 2.87 | |
Lesbiana | 15 | 2.87 | 1 | |
11 Busqué apoyo emocional en familiares que no viven en casa en relación a mi situación | Gay | 15 | 1.47 | |
Lesbiana | 15 | 1.33 | 0.206 | |
12 Tomé alcohol u otras sustancias para olvidar los problemas relacionados con la situación | Gay | 15 | 1.13 | |
Lesbiana | 15 | 2.27 | 0.128 | |
13 Busqué ayuda espiritual en relación a mi situación | Gay | 15 | 2.4 | |
Lesbiana | 15 | 1.8 | 0.286 | |
14 Trabajé mucho para olvidar los problemas relacionados a la situación | Gay | 15 | 2.2 | |
Lesbiana | 15 | 2.33 | 0.79 | |
15 Busqué atención profesional psicológica en relación a mi situación | Gay | 15 | 2.13 | |
Lesbiana | 15 | 1.73 | 0.413 | |
16 Intenté mantenerme ocupado para no pensar en mi situación | Gay | 15 | 2.33 | |
Lesbiana | 15 | 2.6 | 0.619 | |
17 Busqué apoyo emocional en mi pareja en relación a mi situación | Gay | 15 | 1.4 | |
Lesbiana | 15 | 2.53 | 0.176 | |
18 Creía que mi situación es debido a un error por parte de los involucrados | Gay | 15 | 1.8 | |
Lesbiana | 15 | 1.53 | 0.582 | |
19 A partir de darme cuenta de mi situación cuidé más mis hábitos de salud, descanso, sueño, alimentos, otros | Gay | 14 | 2.21 | |
Lesbiana | 15 | 1.8 | 0.418 | |
20 Hablé con mis amigos y amigas de cómo me sentí en relación a mi situación gay/lésbica | Gay | 15 | 3.2 | |
Lesbiana | 15 | 3.13 | 0.915 | |
21 Intenté no hablar y que no me hablaran de mi situación | Gay | 15 | 2 | |
Lesbiana | 15 | 1.87 | 0.777 |
En cuanto al Soporte Social (Tabla 2), no se presentaron diferencias significativas entre los items con medias con mayor puntaje: “Percibí que cuento con ayuda de parte de mis amistades en relación a la situación”, “Sentía que contaba con personas que se preocupan de mis problemas”, “Percibí apoyo de la gente que me rodea”, “Hablé con alguien de mis problemas en general y sobre cómo me siento”.
SUCESO VITAL (2) | O. SEXUAL | N | MEDIA | SIG. |
---|---|---|---|---|
Lesbiana | 15 | 3.13 | 0.409 | |
2 Obtuve apoyo emocional de mi madre en relación a mi situación | Gay | 15 | 2.73 | |
Lesbiana | 15 | 2.6 | 0.846 | |
3 Tuve apoyo de orientación o información de mi madre en relación a mi situación | Gay | 15 | 2 | |
Lesbiana | 15 | 1.73 | 0.551 | |
4 Obtuve apoyo de amistades en relación a mi situación | Gay | 15 | 2.87 | |
Lesbiana | 15 | 3.13 | 0.637 | |
5 Recibí apoyo médico o psicológico en relación a la situación | Gay | 15 | 1.53 | |
Lesbiana | 15 | 1.67 | 0.747 | |
6 Obtuve apoyo emocional de mi padre en relación a la situación | Gay | 15 | 1.4 | |
Lesbiana | 15 | 1.87 | 0.314 | |
7 Hablé con alguien de mis problemas en general y sobre cómo me siento | Gay | 15 | 2.93 | |
Lesbiana | 15 | 3.2 | 0.646 | |
8 Percibí apoyo de mi madre en relación a la situación de ser gay o lesbiana | Gay | 15 | 3 | |
Lesbiana | 15 | 2.8 | 0.777 | |
9 Obtengo apoyo económico de mi padre en relación a la situación de ser gay o lesbiana | Gay | 15 | 2 | |
Lesbiana | 15 | 2.67 | 0.275 | |
10 Percibí apoyo de la gente que me rodea | Gay | 15 | 3.33 | |
Lesbiana | 15 | 3.4 | 0.904 | |
11 Obtuve ayuda económica por mi situación de familiares que no viven en casa | Gay | 15 | 1.4 | |
Lesbiana | 15 | 1.33 | 0.848 | |
12 Percibí que cuento con ayuda de parte de mi padre en relación a la situación | Gay | 15 | 1.73 | |
Lesbiana | 15 | 2.27 | 0.283 | |
13 Tuve ayuda económica por mi situación de familiares que viven en casa | Gay | 15 | 1.87 | |
Lesbiana | 15 | 1.93 | 0.893 | |
14 Percibí apoyo de otros familiares que viven en casa en relación a la situación | Gay | 15 | 1.93 | |
Lesbiana | 15 | 2.4 | 0.392 | |
15 Obtuve apoyo de familiares que no viven en casa en relación a la situación | Gay | 15 | 2.27 | |
Lesbiana | 15 | 2.73 | 0.575 | |
16 Percibí apoyo de familiares que no viven en casa en relación a la situación | Gay | 15 | 1.8 | |
Lesbiana | 15 | 2.73 | 0.08 | |
17 Obtuve apoyo de mi madre en relación a la situación | Gay | 15 | 2.53 | |
Lesbiana | 15 | 2.53 | 1 | |
18 Obtuve apoyo emocional de otros familiares que viven en casa en relación a la situación | Gay | 15 | 2.4 | |
Lesbiana | 15 | 2.33 | 0.914 | |
19 Obtuve apoyo de información o económico de mi padre en relación a la situación | Gay | 15 | 1.6 | |
Lesbiana | 15 | 1.93 | 0.475 | |
20 Obtuve apoyo de otros familiares que viven en casa en relación a la situación | Gay | 15 | 1.93 | |
Lesbiana | 15 | 2.33 | 0.469 | |
21 Obtuve apoyo emocional de familiares que no viven en casa en relación a la situación | Gay | 15 | 1.4 | |
Lesbiana | 15 | 2.87 | 0.001 | |
22 Percibí que cuento con ayuda de parte de mis amistades en relación a la situación | Gay | 15 | 3.27 | |
Lesbiana | 15 | 3.67 | 0.469 | |
23 Tuve ayuda económica o de información de mi pareja en relación a la situación | Gay | 15 | 1.27 | |
Lesbiana | 15 | 2.4 | 0.023 | |
24 Obtuve apoyo emocional de mi pareja o esposo(a) en relación a la situación | Gay | 15 | 1.87 | |
Lesbiana | 15 | 2.47 | 0.306 | |
25 Conté con personas que se preocupan de mis problemas | Gay | 15 | 3.4 | |
Lesbiana | 15 | 3.47 | 0.906 | |
26 Recibí apoyo emocional del médico o psicologo en relación a mi situación | Gay | 15 | 1.67 | |
Lesbiana | 15 | 1.6 | 0.868 | |
27 Obtuve apoyo económico o de información de mi situación de un grupo de ayuda | Gay | 15 | 1.47 | |
Lesbiana | 15 | 1.07 | 0.19 |
4. DISCUSIÓN
Al no encontrar diferencias significativas en el afrontamiento de gais y lesbianas, en cuanto a los recursos psicológicos que los dos grupos ponen en marcha para hacer frente a la situación de ser homosexuales y revelarlo, es posible afirmar, de acuerdo con Lazarus y Folkman, que tales estrategias parecieran focalizarse en la resolución del “problema” para restablecer el propio equilibrio emocional.
En cuanto al soporte social, se encontraron diferencias significativas en los ítems: “Obtuve apoyo emocional de familiares que no viven en casa en relación a la situación”, y “Tuve ayuda económica o de información de mi pareja en relación a la situación”, siendo en ambos casos las lesbianas quienes reportan un mayor puntaje. Siguiendo a Lemos y Fernández (1990), las lesbianas cuentan con mayores lazos que proporcionan soporte social y, de acuerdo con Sarason (1983, citado por Nunes, 2012), ellas contarían con más personas en quienes se puede confiar, que se muestran preocupadas por ellas y que las valoran y les demuestran aprecio.
También debe considerarse que el mayor puntaje en las medias para ambos grupos indica que tal soporte social se encuentra en las amistades. Como señala Fernández y Vázquez (2013), tanto gais como lesbianas han sido expuestos en sus familias a un ambiente de rechazo hacia la homosexualidad, por lo que revelarles su orientación sexual a estos no resulta una opción primaria, antes bien parece confirmarse lo que señalan las investigaciones de Oksal (2008) y González y Toro (2012): en estos grupos hay un temor a perder el apoyo familiar.
5. CONCLUSIÓN
Las personas gais y lesbianas afrontan en un inicio su homosexualidad como un problema a resolver, es decir, hombres y mujeres tienen una consideración negativa de la homosexualidad, incluso aquellos que se reconocen como homosexuales; esto por el enorme contexto de homofobia social y familiar en que se desenvuelven. Si bien las lesbianas parecen contar con mayores recursos como soporte social, pues reportan apoyo por parte de personas que no viven en la casa familiar y de la pareja, tanto ellas como los gais encuentran mayor soporte por fuera de la familia y, concretamente, en amistades.
Por lo anterior, es posible afirmar que la revelación de la propia homosexualidad, tanto en gais como en lesbianas no involucra, al menos en un principio, a la familia, pues consideran que serán rechazados principalmente por ella.
Es necesario modificar la consideración negativa a priori sobre la homosexualidad que domina en la sociedad para que el individuo que se descubre homosexual pueda contar con el soporte social familiar y para que sus acciones de afrontamiento conlleven al desarrollo y no a la resolución, de donde resulta necesario un proceso de reorganización del individuo, de la familia y del grupo social.