Introducción
Uno de los grandes problemas de la salud pública en la actualidad es el aumento de la prevalencia de la obesidad 1,2, especialmente en la región de las Américas, donde hoy en día alcanza en proporciones epidémicas y se resalta que más del 60% de los adultos tienen sobrepeso 3. Por su parte, la obesidad infantil está determinada no solo por factores ambientales, sino también hereditarios, sociales y familiares 4.
Se destaca especialmente el cambio en los estilos de vida que hoy mantienen los niños, pues estos no son los más activos, dado que se ha observado un aumento en las actividades sedentarias (como ver televisión), lo que aumenta los factores predisponentes al sobrepeso 5. Esto pone en evidencia la importancia y la necesidad de promover diferentes procesos en pro del desarrollo motriz, a partir del fomento de la actividad física y el desarrollo de la condición física saludable.
La actividad física es un factor de primera magnitud entre los que condicionan la salud humana 6. En los adultos, la falta de esta se convierte en un determinante del riesgo de mortalidad cardiovascular 7-9, sin embargo, es importante resaltar que el tiempo dedicado a las actividades sedentarias influye tanto en la salud como en el nivel de la actividad física, de hecho, se han observado asociaciones nocivas del tiempo dedicado a la televisión con los marcadores cardiometabólicos, incluso, en los individuos que cumplen lo establecido en las directrices de la OMS para la actividad física 10, por tanto, el abandono de la actividad física y el aumento de las actividades sedentarias durante la adolescencia hace más probable la obesidad en el adulto 11, sin embargo, hoy en día existe la tendencia de disminuir la actividad física de los adolescentes debido a múltiples factores como los currículos escolares, pues se evidencia un bajo cumplimiento de los estándares curriculares por parte de los profesores en la formación escolar 12, por las reglas de los padres relativas a la seguridad y las limitaciones del ambiente físico 13.
Ciertamente, la edad escolar y la adolescencia, son etapas cruciales para la configuración de hábitos alimenticios y otros estilos de vida, pues el desarrollo de estos durante la infancia perdurarán con más facilidad durante la edad adulta 14,15. En la literatura existen numerosos estudios que señalan que la historia previa de ejercicio es un factor importante en el inicio o el mantenimiento de actividad física y deportiva, al observar cómo el alto nivel de actividad física de los sujetos en edades tempranas se ve reflejado en sus procesos motrices en edades adultas 16-19.
Lo anterior permite plantear cómo un buen desarrollo de la condición física se establece desde tempranas edades, al tener como principal herramienta la completa y correcta aplicación del currículo de enseñanza, al posibilitar así un ideal desempeño y desenvolvimiento psicológico, motor y social del niño 12,20,21. Por esta razón, el análisis de las condiciones de salud y de vida, con el denominado enfoque de los determinantes sociales y económicos, es un tema central en la agenda de la OMS y de los ministerios de salud de varios países 5,22.
En concordancia con lo anterior, el estudio de los determinantes sociales de la salud en las diferentes etapas de la vida, más que una dimensión es un enfoque útil para la investigación de las desigualdades sociales, ya que abarca los hechos sociales ajenos al individuo que pueden afectar su condición de salud y en este caso la condición física a lo largo de la vida 23; sin embargo, los estudios realizados hasta el momento 24-30 se han hecho con énfasis en variables nutricionales y su relación con las capacidades físicas, a pesar de ello, pocos evidencian propuestas desde los determinantes sociales y menos aún desde baterías motrices específicas para este grupo poblacional.
Igualmente, en el contexto regional y local aún no se realizan estudios que permitan establecer desde el análisis del comportamiento de los sujetos, asociaciones entre las variables sociales y la condición física saludable, lo que deja de lado procesos que ayuden a establecer predicciones de la condición física, es por ello que en la presente investigación se pretende establecer un modelo predictivo de la condición física saludable en escolares de 12 a 18 años, de la ciudad de Dosquebradas, a partir de la interrelación con los determinantes sociales de la salud.
Materiales y métodos
El presente estudio se consideró de tipo descriptivo-transversal con una fase comparativa, se seleccionó como población al total de escolares registrados en la base de datos de la Secretaria Municipal de Educación para el 2016, escolares que debían estar entre 12 y 18 años, matriculados en colegios públicos y privados de la zona urbana de Dosquebradas, Risaralda.
Se realizó un muestreo de tipo probabilístico (muestreo aleatorio simple) donde se tuvo en cuenta para el tamaño de la muestra los estimadores reportados por Salleg y Petro31 de media y desviación estándar de las variables fuerza, resistencia abdominal, flexibilidad y VO2 máx.
La muestra seleccionada fue de 339 alumnos entre 12 y 18 años, incluyendo el ajuste de pérdida del 10%, esta fue obtenida del promedio de los tres tamaños muéstrales realizado a partir de los estimadores anteriormente mencionados, los cuales fueron calculados con una confiabilidad del 95% y un margen de error de 0,6 cm para la variable de flexibilidad, una repetición para la resistencia abdominal y 1 ml/kg/min para la variable VO2 máx.
La recolección de la información se realizó en instituciones tanto públicas como privadas, seleccionando a los escolares de manera proporcional en cuanto a la edad y el género. Los sujetos seleccionados para la investigación cumplieron con los siguientes criterios de inclusión y exclusión:
Estudiantes con las edades establecidas en el estudio que se encuentren matriculados en las instituciones educativas.
Diligenciamiento del consentimiento informado por parte de los padres de familia o tutor legal y asentimiento por los escolares participantes del estudio.
Al momento de la prueba física no estar apto o presentar alguna patología que impida su desarrollo.
El colegio seleccionado para la evaluación de los estudiantes debe contar con 50 o más alumnos matriculados y registrados en la Secretaria de Educación Municipal.
Se emplearon preguntas estructuradas y semiestructuradas con las cuales se indagó sobre los determinantes individuales y sociales de la salud. Para la medición de la condición física relacionada con la salud, se siguió todo el protocolo establecido por la batería Alpha Fitness, versión extendida, determinándose de esta manera los cuatro principales componentes de la condición física saludable 32,33 y se establecieron a partir de estos la condición física general en lo escolares evaluados (figura 1).
El proceso consistió en recodificar en variables dummy (saludable y no saludable), el baremo establecido por el protocolo Alpha Fitness se consideró saludable en el nivel moderado en las tres pruebas que integran el componente morfológico; por su parte, para las pruebas que establecen el componente 122 muscular y cardiorrespiratorio se consideró como saludable los niveles moderado, alto y muy alto; finalmente para el componente motor se determinaron como saludables los niveles moderado, bajo y muy bajo. Una vez recodificada la condición física por componentes se prosiguió a realizar una sumatoria de cada uno de estos, seguidamente, los autores establecen que un escolar al presentar uno o ningún componente no saludable, este debía ser catalogado con condición física saludable, pues Moro, et al. 34 menciona que la condición física es saludable siempre y cuando el sujeto evaluado presente buen desempeño en cuatro de los cinco componentes de la condición física relacionada con la salud.
Para la medición de las pruebas se utilizó un dinamómetro digital con agarre ajustable marca Camry, modelo EH101 con capacidad máxima hasta 90 kilogramos o 198 libras, el cual se calibró cada 100 evaluaciones, un decámetro ½ x 50cm de fibra de vidrio marca Stanley, una báscula electrónica marca Tanita Hd-314 calibrada cada 150 evaluaciones, un tallímetro portátil de pared marca Height de 0 a 200 cm de rango y precisión de 1 mm y un adipómetro marca Slim Guide calibrado cada 100 evaluaciones.
Para el plan de análisis se utilizó el software estadístico SPSS versión 24, licenciado por la Universidad Autónoma de Manizales, se realizaron pruebas de estadística descriptiva en las que se evaluó la frecuencia y la proporción de las variables cualitativas, así como las medidas de tendencia central y de variabilidad o dispersión para las variables cuantitativas. El análisis bivariado se desarrolló a partir de las relaciones encontradas entre la variable de estudio y la condición física saludable. Para determinar la significancia estadística de las relaciones resultantes, se aplicó la prueba estadística chi cuadrado, establecida a partir de las características propias de las variables categóricas. Para el análisis multivariado se realizó la construcción de un modelo de regresión binario no lineal tipo logit, el cual determinó a través de las diferentes variables del estudio, la relación entre estas y el hecho en cuestión, el cual fue determinado a partir de la significancia estadística de cada uno de los determinantes evaluados.
Consideraciones éticas
El presente estudio se consideró como “investigación con riesgo mínimo” de acuerdo al artículo 11 de la Resolución 008430 de 1993 del Ministerio de Salud colombiano 35, ya que se emplearon pruebas de evaluación no invasivas que no atentaron contra la integridad física y moral de los escolares participantes del estudio. Este fue aprobado según acta n.° 62 del 15 de febrero del 2017 del Comité de Bioética de la Universidad Autónoma de Manizales.
Adicionalmente, esta investigación cumplió con los principios enunciados en la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial 36. Por otra parte, se respetaron los derechos de autor de los diferentes insumos teóricos y evaluaciones utilizadas al citar las respectivas referencias bibliográficas.
Resultados
De los escolares evaluados, el 50,4% correspondieron al género femenino; de igual manera, más de la mitad de los escolares se encontraban en rango de edad entre 15 y 18 años y se destaca que la que el transporte activo (bicicleta 3,5% y caminar 56,3%) es el más común entre los estudiantes evaluados.
Con relación a los hábitos saludables, más del 50% de los escolares evaluados mencionaron practicar ejercicio o actividad física, sin embargo, tan solo el 6% de estos estudiantes cumplen con la recomendación dada por la OMS de realizar actividad física mínimo 150 minutos por semana 37.
Se resalta que existe una baja prevalencia con relación al hábito el cigarrillo (4,1%), sin embargo, en lo que corresponde al consumo de alcohol se observó presente en más de un tercio de los escolares.
Así mismo, sobresale que el estrato medio y el régimen de salud subsidiado fueron las variables de mayor proporción en los evaluados, de igual manera, se resalta que un tercio de los escolares mencionaron que sus padres se encuentran separados, destacando que el 86,7% de los evaluados mencionaron vivir con la mamá, mostrando así que prevalecen las familias monoparenterales en la población estudiantil.
En la figura 2 se muestran los niveles de condición física, discriminados por cada uno de sus componentes, donde se destaca que más del 60% de los escolares evaluados presentaron condición física no saludable en tres de los cuatro componentes que evalúa la batería Alpha Fitness.
Finalmente, y despues de realizar la sumatoria de los componentes, se observa que la prevalencia observada de la condición fisica no saludable en los escolares entre 12 y 18 anos de Dosquebradas, Risaralda, fue del 84,4%.
Determinantes sociales | Determinantes individuales | ||||
---|---|---|---|---|---|
Determinante | X2 | P valor | Determinante | X2 | P valor |
Tipo de colegio | 0,532 | 0,466 | Sexo | 0,006 | 0,937 |
Estrato | 2,302 | 0,316 | Edad | 0,126 | 0,723 |
Afiliación al sistema de salud | 0,20 | 0,887 | Forma de desplazamiento | 0,006 | 0,936 |
Tipo de vivienda | 0,719 | 0,869 | Cuántas comidas consume al día | 4,137 | 0,042* |
Condición de vivienda | 0,353 | 0,838 | Beneficiario restaurante escolar | 0,429 | 0,512 |
Estado civil de los padres | 0,030 | 0,863 | Consumo de cigarrillo | 4,464 | 0,035* |
Nivel educativo padre | 7,116 | 0,008* | Se relaja y disfruta el tiempo libre | 1,290 | 0,256 |
Nivel educativo madre | 0,071 | 0,965 | Actividad física | 3,480 | 0,062 |
Fuente: elaboración propia.
Los resultados del análisis bivariado muestran que la condición física saludable tiene relación de dependencia con el número de comidas al día (p = 0,042), el nivel educativo del padre (p = 0,035) y el consumo de cigarrillos (p = 0,008), observándose que el 76,2% de los alumnos que mencionaron técnico, tecnológico y universitario como nivel educativo del padre obtuvieron una condición física no saludable, al igual que el 80% de los escolares que mencionaron consumir cigarrillo o consumir más de tres comidas al día.
Finalmente, al ingresar estas variables al modelo logístico binario realizado, las únicas que mostraron ser predictoras de la variable dependiente condición física son: el nivel educativo del padre y el consumo de cigarrillo.
Se excluyen del modelo el resto de variables, ya que no mostraron significancia estadística necesaria para configurar el modelo, se aclara que para los análisis del modelo se transformaron las variables participantes en variables dicotómicas o dummys.
Se establece como variable dependiente el estado de condición física general, la cual para efectos del modelo es dicotómica, donde 1 representa a un escolar con condición física saludable y 0 representa un escolar con condición física no saludable, a su vez, se establecen como variables independientes las del nivel educativo del padre y del consumo de cigarrillo en los últimos seis meses.
Se observa que la significancia de los betas de la totalidad de las variables modeladas presentan un nivel de significancia estadístico (p < 0,05) (tabla 2). Con respecto al valor de los OR se puede afirmar que si existe el hábito del consumo de cigarrillo en un escolar, este tiene 3,356 veces menos posibilidades de tener una condición física saludable, de esta misma manera, para la variable del nivel educativo del padre se puede establecer que a menor nivel educativo de los padres los escolares tienen 2,272 veces más posibilidades de tener una condición física saludable.
Discusión
Se evaluaron 339 escolares de Dosquebradas, Risaralda, con un promedio de edad de 14,9 +/- 1,96 años, a los cuales se les determinó la condición física a partir de la batería Alpha Fitness, batería utilizada de igual manera en los trabajos realizados por García, et al. 38, Mayorga, et al. 39, Prieto, et al. 29 y Secchi, et al. 40.
Se observó que el transporte activo es el medio de transporte más común entre los escolares, siendo el caminar la actividad que más realizan para transportarse al colegio (56,3%), dato que muestra cierta similitud al ser comparado con los estudios de Rodríguez, et al. 41 quien menciona que el 62,4% y Gonzales, et al. 42 quien afirma que el 56,8% de escolares se transportan al colegio de manera activa, sin embargo, Piñeros, et al. 43 en su estudio realizado en cinco ciudades colombianas, reportaron que el 50,3% del total de escolares evaluados no se trasportan de manera activa al aula de clases (caminar o ir en bicicleta).
El estrato 3 fue el nivel socioeconómico más común en la población participante (61,9%), sin embargo, no se encontró asociación con la condición física (p = 0,316), al igual que en el trabajo realizado por Gonzales, et al. 27.
Por su parte, en el estudio de Secchi, et al. 40 se observa una mejora de los niveles de condición física con el incremento de la edad, al resaltar cómo los niños con capacidad aeróbica saludable presentan mayores niveles de fuerza en miembros inferiores, un menor índice de masa corporal y de perímetro de cintura, sumado a esto, resalta cómo la prevalencia del sobrepeso y la obesidad fue menor en el grupo con capacidad aeróbica saludable, 22,2% vs 75,8% en los participantes masculinos (p = 0,001) y 32,2% vs 57,9% en los participantes femeninos (p = 0,027).
Por otro lado, Cano, et al. 6 en un estudio realizado en escolares españoles, identificaron los factores que determinan el nivel de actividad física, encontrándose que el 74% de la población practica deporte, siendo este el hábito más frecuente a mayor nivel de estudios en los familiares (p = 0,013), en las clases sociales altas (p = 0,021) y en el sexo masculino (p = 0,001); de igual manera, menciona que el porcentaje de niños que pasaba más de tres horas diarias en actividades sedentarias tenía una estrecha relación (p = 0,01) con el nivel educativo de los familiares, al destacar que el 52,9% de los niños que pasaban más de tres horas en actividades sedentarias, sus familiares tenían o no estudios primarios; sin embargo, lo anterior muestra gran diferencia con los datos encontrados en los escolares dosquebradenses, donde no se encontraron diferencias significativas entre la práctica de deporte (p = 0,676), el sexo (p = 0,937) y el estrato (0,316) con la condición física saludable, sin embargo, sí se observó asociación significativa con el nivel educativo del padre (p = 0,008), destacándose que el 76,2% de los alumnos que mencionaron técnico, tecnológico o universitario como nivel educativo del padre, presentaban en mayor proporción una condición física no saludable.
En contraste a lo anterior, Niño, et al. 44 establecen que no existen asociación entre el nivel de estudio de los padres y el nivel de condición física de los hijos, sin embargo, establecen la relación entre el sexo con las diferentes categorías de la condición física, destacando que los hombres presentaron mejores niveles de condición física y las mujeres en la capacidad cardiorrespiratoria, velocidad/agilidad y fuerza (p < 0,005).
A pesar de que el componente cardiorrespiratorio fue el único donde prevaleció el nivel saludable en los escolares (52,5%), llama la atención que el rendimiento es menor en esta capacidad al compararse con diferentes regiones, pues la prevalencia de la capacidad aeróbica no saludable en adolescentes argentinos 40 es del 49,1%; en adolescentes españoles es del 19,3% para hombres y del 17,3% para mujeres 45; en adolescentes europeos 46 es del 38% y 43% para hombres y mujeres respectivamente; en adolescentes australianos 47 es del 29% para hombres y 23% para mujeres; en escolares estadounidenses 48 es del 29% y 31% para hombres y mujeres respectivamente.
Es prioritario pensar que se hace necesario insistir en estrategias que cambien los hábitos de estilo de vida en esta población, ya que el presente estudio muestra que la mayor proporción de escolares presentan una condición física no saludable, al mostrar bajos niveles en tres de los cuatro componentes de la condición física; lo anterior pone tanto a los profesores como a la familia en un rol de promotores de la salud en los jóvenes. De esta manera, tanto el ambiente escolar como el familiar forman un espacio privilegiado, donde se deben promover estilos y hábitos de vida saludable; por tanto, pensamos que es necesario y urgente dar más oportunidades a la actividad física de los adolescentes (acceso fácil a las instalaciones deportivas, bicicarriles para el acceso a centros educativos y de ocio, promoción de la actividad física durante el tiempo de recreo en los centros educativos, promoción de programas extraescolares de ejercicio físico no competitivo, etc.).
Lo anterior debe ser complementado con la generación de procesos y estrategias educativas y de monitoreo frente al comportamiento de la condición física en los escolares de la ciudad, buscando fomentar la formulación de políticas gubernamentales para la distribución de recursos hacia la promoción de los hábitos saludables, de igual manera se recomienda fomentar la práctica de una vida saludable en los padres de familia, dada la influencia que tienen estos últimos frente a la condición física de sus hijos.
Asimismo, es conveniente establecer programas de prevención basados en la educación y eliminación de los factores que predisponen a una condición física no saludable (como el consumo de cigarrillo), disminuyendo así la prevalencia de enfermedades no transmisibles en edades tempranas. En este sentido, estos resultados deben convertirse en piezas importantes en los procesos que permitan mejorar los niveles de condición física en la población escolar de Dosquebradas.
Es indispensable que este tipo de estudios continúen teniendo en cuenta otras variables, tales como el lugar de residencia (rural o urbana), estudios de tipo longitudinal y buscar asociaciones entre los componentes y cada una de las pruebas físicas.