Introducción
La población rural del mundo ha enfrentado desafíos desde lo productivo, comercial y ambiental; dentro de estos retos se encuentran procesos de producción sostenibles, búsqueda de mercados para la comercialización y la creación de diferenciales en los productos ofertados. En respuesta a estos se han desarrollado estrategias que buscan impulsar a pequeños y medianos productores hacia la competitividad, mejoramiento de las cadenas productivas y el acceso a mercados; una de estas estrategias son los Sistemas de Garantía Participativos (SGP) como opción de impulso para el desarrollo de las comunidades locales.
Los SGP son modelos de desarrollo asociativo, productivo, comercial y de garantía de promesas de valor, que incluyen la adaptación a las situaciones únicas de cada comunidad; su fin es mejorar las condiciones de vida de los productores rurales e impulsar el desarrollo de los sistemas productivos de quienes los adoptan.
Con estos antecedentes, se identifica la necesidad de reconocer elementos estructurales de los SGP que contribuyen a su aplicación por parte de pequeños productores rurales colombianos, lo anterior es relevante, puesto que propicia aspectos conducentes a la construcción de estrategias de asociatividad que impulsan la competitividad en el mercado, una mayor rentabilidad para mejorar condiciones de vida, análisis de mecanismos productivos con componente de sostenibilidad, lo cual potencia no solo lo económico, sino todo el engranaje de las dinámica productiva de las regiones, como es lo social y lo económico.
Por consiguiente, el objetivo fue identificar los elementos estructurales de los SGP que favorecen el proceso de su aplicación en sistemas productivos rurales para pequeños productores colombianos; para ello, se adelantó análisis sistemático de literatura, que conllevo a identificar antecedentes en dinámicas productivas de comunidades rurales junto con retos y vinculación de partes interesadas; posteriormente, se identificaron los sellos y certificaciones como elementos inherentes a los SGP, lo anterior permitió destacar la relevancia de las redes sociales y las estrategias de marketing como mecanismos de interacción; finalmente se efectuó el análisis de la situación de los SGP para el caso de Colombia, lo cual plantea desafíos, especialmente de apropiación de los procesos y gestión del cambio.
En síntesis, los hallazgos llevan a destacar el contexto, puesto que generan aspectos comunes que se convierten en puntos de fortaleza para la adaptación e implementación de los SGP, dichos sistemas enfocan sus pretensiones hacia el mejoramiento de la calidad de vida, asociatividad, sostenibilidad y cumplimiento de las promesas de valor por parte de los actores involucrados.
Por otro lado, el presente artículo es resultado del proyecto de investigación “Sistemas De Garantía Participativos Sostenibles (SGPS) Basados en la Estrategia de Sellos Ambientales Sostenibles (SEAS), en dos asociaciones productoras de cebolla en rama en el departamento de Boyacá”
Metodología
Diseño: Se realizó una revisión de literatura sobre los SGP (documentos, artículos, libros, estudios y publicaciones oficiales de entes gubernamentales que desarrollarán el concepto y los componentes de los SGP), para establecer una estructura general de estos y su aplicabilidad y replicabilidad en el contexto colombiano.
Estrategia de búsqueda: Para realizar la búsqueda de información primaria, se utilizaron las bases de datos bibliográficas Google Académico, Scopus y Web of Science. En Google Académico se colectaron artículos sobre los SGP con antigüedad máxima de 5 años. En las bases de datos Scopus y Web of Science se realizaron comandos de búsqueda booleanos para artículos y libros publicados después del año 2017, dirigidas al título, resumen y palabras clave para los conceptos (tanto en español como en inglés) participatory guarantee system, innovation network, technology transfer, sustainability, agriculture, y market. Adicional a los artículos de revistas indexadas se realizó una búsqueda de tesis de maestría y doctorado, leyes y documentos oficiales conferidos por el gobierno que tuvieran relación con los SGP y libros de soporte sin exclusión por año de publicación.
Criterios de inclusión y exclusión: A partir de la lectura crítica de los artículos, tesis, y estudios, se seleccionaron los relevantes, buscando como variables los conceptos estructurales de los SGP. Se realizó una revisión descriptiva de los conceptos planteados por los autores que se pudieran aplicar o replicar en el contexto rural colombiano. Se determinó usar un total de 53 documentos entre los que están: artículos, capítulos de libros, documentos oficiales, tesis de maestría y doctorado.
Resultados
Antecedentes
Las comunidades rurales se han enfrentado a desafíos socioeconómicos durante las últimas décadas, debido a los cambios estructurales y las cambiantes expectativas sociales con respecto a la gestión, la producción y los mercados de recursos naturales, incluida la producción agrícola (Lurie & Brekken, 2017). Entre esos desafíos se encuentra el desarrollo de procesos de producción sostenibles, que se basan en la responsabilidad recíproca directa y la rendición de cuentas en la relación de productores y consumidores (Loconto & Hatanaka, 2017).
De esta manera, se identifica que uno de los mecanismos que han surgido como respuesta a este desafío son los SGP como una herramienta para promover la cohesión social, de tal forma que “El mejoramiento organizacional de las asociaciones de productores, la transferencia de tecnología, conocimiento y el aumento de la producción bajo principios de confianza, tradiciones culturales y transparencia” (Astudillo, 2018, p. 38 ), se convierten en elementos que “promueven la participación, comprensión compartida de los principios de producción ecológica y distribución sostenible, en el marco de un acuerdo común de responsabilidad y confianza mutua” (Marchetti et al., 2020, p. 10 ).
Así mismo, se ha encontrado que, varios académicos abogan por los SGP como una iniciativa progresista que promueve la soberanía alimentaria, la inclusión y el empoderamiento de las bases (Montefrio & Johnson, 2019), ello dado que:
Los SGP son sistemas de garantía de la calidad centrados en el ámbito local. Certifican a los productores basándose en la participación activa de las partes interesadas y se basan en la confianza, las redes sociales y el intercambio de conocimientos. (Food and Agriculture Organization of the United Nations [FAO], 2009, p. 118)
Adicionalmente, en los SGP se busca incluir dentro de su estructura a las partes interesadas, tales como: productores, consumidores y en algunos casos agentes de soporte como ONG´s, Universidades y entes gubernamentales, es así como:
La participación de las partes interesadas genera un mayor empoderamiento, pero también una mayor responsabilidad, ya que se exige que los SGP otorguen una prioridad alta a la potenciación del conocimiento formación y la capacidad, no solo de los productores, sino también de los consumidores. (FAO, 2009, p. 118
Además, los SGP simplifican los procedimientos burocráticos para pequeños productores, a menudo abrumados por la extensa documentación requerida para la certificación de terceros.; que inclusive llevan a reducir los costos, evitando la intervención de organismos de certificación privados y/o extranjeros (Sacchi, 2019).
Por otro lado, históricamente los SGP nacen en Europa, “donde algunas organizaciones implicadas en los movimientos ambientalistas de los años 70, instauran normas propias de producción y, a partir de entonces, necesarios sistemas de certificación interna” (Torremocha, 2011, p. 89 ); aunque los SGP nacieron enfocados en garantizar producción orgánica, debido a las dinámicas de los mercados y las condiciones productivas, algunos SGP han desarrollado garantías para productos sostenibles, al mismo tiempo que, los SGP se han situado dentro del movimiento "más allá de lo orgánico" y se las ha descrito como organizaciones sociales que redistribuyen el poder al nivel local (Kaufmann & Vogl, 2017).
Así las cosas, los SGP han ampliado su campo de acción y ahora no solo son certificadores de procesos productivos, sino también de acciones ambientales y sociales que van más allá del producto y se convierten en componentes de la promesa de valor de los productores.
Sin embargo, estos estándares no se refieren a propiedades tangibles, sino a cualidades intangibles, es decir, que están vinculadas a las implicaciones de los métodos de producción, así como a la distribución y consumo de productos. Estos estándares están impulsados por tendencias sociales, ya que los consumidores informados buscan cada vez más las cualidades socioambientales. (Lemeilleur & Allaire, 2016, p. 1 )
Por tanto, los SGP ayudan a los agricultores a participar e interactuar con otros grupos y movimientos, elimina su aislamiento e invisibilidad, brinda acceso a nuevos mercados y políticas públicas (Rodrigues et al., 2019), también se destaca el efecto positivo del SGP en la creación de capacidad y el intercambio de conocimientos entre los agricultores (Binder & Vogl, 2018).
Normalmente los SGP son impulsados por agentes de cambio externos; al respecto, Home et al. (2017) indican algunos de los argumentos para motivar la participación de las comunidades en los SGP:
(…) la construcción de la comunidad, la creación de acceso a nuevos mercados, el fomento de la confianza del consumidor, la mejora de los beneficios agroecológicos, la creación de resiliencia cultural y el empoderamiento de los agricultores con mayores rendimientos, precios más altos, mejor calidad del suelo y costos reducidos. (p.13)
No obstante, “existen docenas de Sistemas de Garantía Participativos que sirven a los productores y consumidores alrededor del mundo. Aunque los detalles en cuanto a metodología y proceso varían” (International Federation of Organic Agriculture Movements [IFOAM], 2007, p. 1). Es así como cada SGP desarrolla una estructura propia de acuerdo con las condiciones de sus miembros, ubicación y productos a ofertar.
Aunque esto significa que cada iniciativa de SGP está adaptada localmente y, en cierta medida, es única, todas comparten una serie de objetivos clave que incluyen: una visión compartida; participación activa de múltiples partes interesadas; transparencia del proceso; mantener la confianza como elemento fundamental; conceptualizar la certificación como un proceso de aprendizaje; y horizontalidad: lo que significa que todos los miembros comparten por igual los derechos y responsabilidades relacionados con la forma en que se establece y mantiene el sistema. (IFOAM, 2012)
Por consiguiente, en la actualidad se encuentran 250 iniciativas de SPG que involucran a unos 130,000 agricultores en todo el mundo; se estima que tanto los SPG bien establecidos como los de etapa temprana, se extienden por 73 países en todo el mundo (Sacchi, 2019). De estos, 20 países tienen SGP bien establecidos, 33 países tienen SGP en desarrollo y 19 países tienen SGP operativos (Home et al., 2017). Aunque estas cifras pueden estar muy por debajo de la realidad ya que el registro de un SGP al IFOAM es totalmente voluntario.
Adicionalmente se evidencia que los SGP se convierten en estructuras organizativas y de asociatividad, constituyen un mecanismo para evaluar las prácticas de los productores, promover y perfeccionar las medidas de sostenibilidad y seleccionar nuevos productores (Cerrada et al., 2018). También, brindan una ventaja para entrar en los mercados locales y alternativos; se consideran canales de comercialización alternativos aquellos basados en la reconexión y comunicación cercana entre productor y consumidor, construyendo nuevas formas de relación y gobernanza de la red de actores (López et al., 2018), los participantes están involucrados en un conjunto de prácticas y experiencias que van más allá de garantizar cualidades intrínsecas de sus productos. Lo anterior, implica la construcción y puesta en común de valores sociales que caracterizan una forma particular de agricultura (Radomsky et al., 2015).
Estructura de los Sistemas de Garantía Participativos (SGP)
Los Sistemas de Garantía Participativos han sido estudiados desde diferentes perspectivas, haciendo énfasis en su estructura, dinámicas internas y campos de acción, “cuentan con un esquema de organización que compagina solidez en los principios y flexibilidad en las reglas; participación en la horizontalidad y respeto a la diversidad -medioambiental y humana-” (Torremocha, 2011, p. 89 ), impulsa la reaparición de las capacidades y el desarrollo de las potencialidades de los habitantes rurales (Chaparro et al., 2019).
Se establece que los SGP, pueden ser específicos del contexto, y cada SGP responde a los desafíos y condiciones particulares que enfrentan los productores, consumidores y partes interesadas (Home et al., 2017), la participación es multidimensional, muy compleja y de naturaleza específica al entorno, puede ocurrir de diversas formas, significar cosas diferentes y cambiar con el tiempo (Kaufmann et al., 2020), y estos “buscan incentivar la construcción de redes de trabajo y aprendizaje mutuo, vertebradoras de los territorios rurales donde se insertan” (Boza, 2013, p. 17 ).
Las experiencias de SGP en todo el mundo han mostrado que existen unos límites comunes (Vernier, 2020).
Aunque los SGP se desarrollan en espacios y condiciones locales y específicas, se logran determinar características que son concordantes y comunes sin importar el punto geográfico donde se desarrolla el sistema o el tipo de productos ofertados, existen unos principios básicos propuestos por Meirelles (como se citó en Boza, 2013):
Visión compartida: tanto los agricultores como los consumidores del Sistema tienen que entender los principios de gestión de este de forma común.
Participación: se trata de impulsar que todos los agentes que estén interesados en los productos se impliquen a su vez en el Sistema.
Transparencia: con los agentes implicados en el SPG deben tener la mayor cantidad de información posible a su disposición sobre el desarrollo de este.
Confianza: como principio fundamental para garantizar el funcionamiento de los SPG.
Proceso pedagógico: hace especial énfasis en la formación de los productores y en el fortalecimiento de sus lazos, lo cual les permita que su acción conjunta se siga desarrollando a largo plazo.
Horizontalidad: no hay jerarquías de control, es decir, la decisión de aquello que se puede verificar como agricultura orgánica no queda en manos de ningún ente o grupo de personas, sino que todos los agentes del Sistema pueden intervenir en igual grado. (pp. 21-22)
Por otro lado, los SGP se conciben como un sistema de garantía a nivel local, alternativo a la certificación por agencia o también llamada de tercera parte (López, 2018); de esta manera surgen como respuesta de certificación propia para el mercado orgánico, pero en la actualidad no están destinados exclusivamente a estos productos y cada vez más se considera como una herramienta para el monitoreo de estándares acordados (Home et al., 2017). Este reciente resurgimiento del modelo original de certificación de segunda parte desafía directamente la certificación de tercera parte, que se denuncia como demasiado costosa para los pequeños productores y no aplicable a las condiciones agroecológicas y sociotécnicas locales (Fouilleux & Loconto, 2016).
Cabe destacar que, en la estructura de los SGP se ha desarrollado redes sociales y ecosistemas, llegando a incorporar elementos que plantean un marco general para la estructuración y funcionamiento de estos, ampliando los campos de impacto.
No sólo serían los condicionantes de tipo biológico o medioambiental los que configurarían la estructura de los ecosistemas agrarios, de igual importancia resultan los factores sociales, económicos y culturales que envuelven a los agentes interconectados con ellos. Es por este motivo que la agroecología, le ha dado una gran importancia al estudio de la sociología agraria y del desarrollo rural. (Boza, 2013, p. 17 )
Una parte importante en la estructura y funcionamiento de los SGP es la participación activa que se traduce directamente en transparencia, dado que todos son conscientes de los resultados del proceso de creación de confianza (Cuéllar & Ganuza, 2018), así como la posibilidad de hacer trazabilidad de los productos ofertados a los consumidores, Gardner et al. (2019) afirman que “Dicha información puede servir a los compradores en su capacidad de tomar decisiones informadas sobre los productos que compran, y a los productores y proveedores en su capacidad de demostrar que están adoptando estándares mejorados” (p. 168).
Es conveniente destacar que, los SGP se consideran como estrategias de desarrollo socioecológicos que integran personas y ecosistemas.
Los sistemas socioecológicos son sistemas interdependientes y vinculados de personas y naturaleza, que están anidados a través de escalas. Esto refleja que las personas son parte de los ecosistemas y les dan forma, desde la escala local hasta la global, y al mismo tiempo dependen fundamentalmente de la capacidad de estos sistemas para proporcionar servicios para el bienestar humano y el desarrollo social. (Fischer et al., 2015, p. 145 )
Certificaciones de tercera parte, sellos y ecoetiquetas
Actualmente existen varios sellos y certificaciones que reconocen diferentes niveles de intervención, efectos ambientales y sociales a los productores agrícolas, dicha certificación estimula a los productores a mejorar su desempeño ambiental, social y económico. En teoría, lo hace permitiendo al consumidor diferenciar entre bienes y servicios sobre la base de sus atributos y efectos ambientales y sociales (Blackman & Rivera, 2011).
En este sentido, los SGP como ya se ha mencionado, funcionan a modo de estrategia de certificación propia que reduce los costos asociados de pago a un certificador externo, y que además permite a los propios miembros determinar las condiciones para la obtención y manutención de dicha certificación; parte del proceso de la certificación grupal es la auditoría del administrador para garantizar el cumplimiento de la norma en todo el grupo. Luego, esto es respaldado por una auditoría de una muestra de productores individuales para validar el sistema (Guedes et al., 2014). Por esto, son los mismos productores quienes deben establecer normas precisas y garantizar que el seguimiento y la aplicación sean lo suficientemente estrictos como para excluir a los productores de bajo rendimiento (Blackman & Rivera, 2011); se encuentra que la certificación participativa implica el intercambio de conocimientos y aprendizajes compartidos entre sus miembros, así como una inspección específica por seguimiento cruzado (Rover et al., 2016); por tanto, este seguimiento cruzado se entiende como la revisión y verificación de los compromisos en las unidades productivas por parte de los diferentes miembros del sistema.
Aun cuando una de las formas de evidenciar al mercado el cumplimiento de las normas establecidas son los sellos, se encuentra que “los tipos de sellos más importantes que se conocen para los productos agropecuarios y agroindustriales son: de producción orgánica, de consideración del medio ambiente, de identidad territorial y de comercio justo” (Riveros, 2014, p. 14 >); es así como, uno de los sellos que más ha tomado fuerza y reconocimiento por parte de los consumidores, son las llamadas etiquetas ecológicas, pensadas como un medio para que los consumidores tomen decisiones que reduzcan el impacto ambiental y les permitan influir en la forma en que se fabrican los productos (Rex & Baumann, 2007).
En este sentido, el desarrollo de procesos que permitan la obtención de certificaciones o sellos por parte de los productores, van encaminadas en el ingreso a nuevos nichos de mercado y a la creación de diferenciales para sus productos que sean fácilmente reconocibles por los consumidores o compradores, es así cómo se desarrolló el concepto de marketing verde, Peattie (como se citó en Rex & Baumann, 2007) definió el marketing verde como "el proceso de gestión integral responsable de identificar, anticipar y satisfacer los requisitos de los clientes y la sociedad, de una manera rentable y sostenible" (p. 568).
Dichos sellos, certificaciones o ecoetiquetas son un resultado que le muestra a los consumidores el cumplimiento de diferentes promesas que el productor hace sobre sus procesos y productos; buscando informar a los consumidores acerca de las propiedades ecológicas de los productos ofrecidos, como es el caso del uso de ecoetiquetas, donde se incluya información que contribuya a decisiones de compra; a su vez que impulse a las empresas a producir productos que sean mejores desde el punto de vista medioambiental (Rex & Baumann, 2007).
SGP como Redes Sociales
Algunos autores enmarcaron los SGP dentro de las dinámicas de “Redes Sociales”, puesto que “son herramientas para el intercambio de experiencias y conocimientos, y se convierten en procesos de construcción social” (Torremocha, 2011, p. 89 ).
Dentro de estas redes, los procesos de producción y consumo de alimentos están estrechamente relacionados en términos espaciales, económicos y sociales. Por lo general, implican la proximidad geográfica entre las partes interesadas, la venta directa (lo que significa un precio justo para los agricultores y un precio asequible para los consumidores gracias a la exclusión de los intermediarios), y el desarrollo de redes basadas en la confianza combinadas con el conocimiento mutuo y la defensa de la reputación del otro. (Sacchi, 2019, p. 242 )
Sobre este aspecto, Chaudhuri et al. (2020) identificaron tres formas principales de las redes sociales de los agricultores:
Red de amistad que involucra interacciones / intercambios de agricultor a agricultor sobre nuevas aplicaciones de conocimiento / idea / tecnología dentro de la propia comunidad.
Red de asesoramiento entre pares, referente al trabajo en red de agricultor a agricultor dentro de la propia comunidad, pero que involucra principalmente a personas que tienen más experiencia / conocimiento para proporcionar consultas relacionadas con la granja.
Red de asesoramiento oficial extendiéndose fuera de la comunidad; involucrando a expertos (por ejemplo, agentes de extensión, ingenieros, etc.) de quienes los agricultores adquieren nuevos conocimientos / información o paradigmas (tecnología / rutina agrícola / cultivo, etc.). (p. 5)
Sin duda alguna, los SGP se estudian e implementan como estrategias de desarrollo local, “construidos en y desde lo local, los sistemas participativos de garantía integran los condicionantes de cada territorio donde se aplican” (Torremocha, 2011, p. 94 ).
En igual forma, los SGP se convierten en impulsores de cambio social desde el funcionamiento como red, “el desarrollo de SGP ha facilitado varios procesos sociales que han permitido inclusión y cohesión, fortaleciendo relaciones basadas en la confianza entre los miembros de la red” (Sacchi, 2019, p. 247 ); estos procesos de cohesión e inclusión se evidencian en una mejora en la cooperación y la confianza generada en las dinámicas de trabajo dentro del SGP; enmarcado en el concepto de “Innovación Social”.
Los esquemas de SGP son un valioso ejemplo de nichos de innovación social que aplican un enfoque de participación cívica y cambio social al resolver las necesidades sociales y adoptar prácticas contextualmente productivas que preserven el medio ambiente. Estos hallazgos han demostrado el papel sobresaliente de SGP en acortar la cadena de suministro y mejorar la cadena de valor. (Sacchi, 2019, p. 247 )
Lo referente a la creación de mayor valor y calidad debe basarse en prácticas de transferencia de conocimiento e innovación por parte de las comunidades; se encuentra que la participación de los agricultores en los procesos de innovación a menudo se enmarca en términos del desafío de crear las condiciones para fomentar hábitos eficientes de aprendizaje interactivo entre todos los interesados (Crivits et al., 2014). La innovación puede tener lugar en diversas combinaciones de productos, procesos, servicios y sistemas (Dey et al., 2019), y en consecuencia, la definición de roles se debe desarrollar desde “conseguir el trabajo en conjunto" (Totin et al., 2020), mediante la construcción de amplias redes alrededor de plataformas de innovación, desarrollando opciones plurales para mejorar los medios de vida de los pequeños productores (Totin et al., 2020).
Por su parte, en las plataformas de innovación, varios interesados de una cadena de valor común, se reúnen para discutir limitaciones y oportunidades potenciales para los sistemas agrícolas, el procesamiento, el manejo y las iniciativas de mejora de marketing que pueden beneficiar a todos los participantes (McDonald et al., 2019), además, se debe analizar los procesos de desarrollo de producción y producto agrícola desde I + D + i y [d] (Investigación, Desarrollo, Innovación y Diseño), como un elemento diferenciador determinante para estimular la innovación y la competitividad en cualquier sector o área de investigación y desarrollo (González et al., 2019).
Estrategias de marketing - nichos de mercado
Dentro de los objetivos que tienen los SGP; uno de los principales es el acceso a mercados y las estrategias para entrar a estos, “la venta de productos a través de la sociedad de agricultores a la que pertenece un grupo de SGP, promete que el agricultor podrá vender los productos a los precios que los propios agricultores decidan” (Home et al., 2017, p. 18 ); desde esta promesa Home et al. (2017) enfocaron su trabajo de investigación buscando identificar en diferentes SGP de diversas regiones del mundo, elementos comunes que permitieran establecer la efectividad de estos en el acceso a mercados diferenciados; particularmente, una forma de acceder a nuevos mercados es mediante el marketing colectivo; “al converger fuerzas para acceder a mercados específicos directos y regulares, se logra la eliminación de intermediarios de las transacciones y se aumenta el margen de beneficio” (Home et al., 2017, p. 18).
Sobre este tópico se encuentra que para Crespo y Sabín citados en Roldán et al. (2018):
La consolidación de espacios alternativos para la comercialización, la distribución y consumo de alimentos constituye un referente para la transformación de los sistemas agroalimentarios en la medida en que dichos espacios expresan demandas, visibilizan las luchas y reivindicaciones de sus participantes. (p. 3)
Cabe destacar que dentro de estas redes y sistemas se han desarrollado actividades orientadas a lo que se han llamado “mercados emergentes”, que se presentan a las comunidades como opciones para el progreso económico, estos mercados se han definido como “mercados locales”, “surgidos en las últimas dos décadas en ciudades latinoamericanas, se caracterizan por la posibilidad de consolidar espacios de intercambio favorables para productores, transformadores, intermediarios y consumidores” (Roldán et al., 2018, p. 2 ).
Conceptualmente, los llamados “mercados locales” se convierten en el primer nicho para la comercialización de los productos de los SGP; se denominan así “por los vínculos sociales, políticos y económicos que crean en los territorios en los que se ubican y por la cercanía que tienen con quienes los abastecen” (Roldán et al., 2018, p. 2 ); es así como los elementos que determinan la configuración de estos mercados, son variados y se ajustan a las realidades micro y macrosociales, que aunque no sean evidentes para los actores, determinan las estrategias y los realidades sociales y políticas (Long, 2007).
Una de las características de los mercados locales es la cadena corta de suministro y transparente para las partes, puesto que generan relaciones entre productores y consumidores en los que ambos se convierten voluntariamente en componentes activos de nuevos sistemas de oferta y demanda, así como diferentes marcos para crear una comprensión común de los alimentos (Chiffoleau et al., 2019).
Es de resaltar que las cadenas cortas de suministro para atender los mercados locales se convierten en la principal estrategia de comercialización para productores y compradores del sistema, y estas se basan en los principios de “ética y transparencia entre las partes”, deben guiar las estrategias y actividades de la mayoría de actores del sistema; y relacionarse con una comprensión sistémica de los problemas y la perspectiva de la sostenibilidad, incluidos los temas de justicia social para los productores y los consumidores (Bui et al., 2019).
Por su parte, la marca local surge como una de los primeros y principales procesos de marketing que se desarrolla desde los SGP, esto por el conocimiento de las ventajas geográficas, culturales, productivas etc., de las partes que componen el sistema y por los beneficios que han mostrado estos procesos, uno de los objetivos de la marca local es crear símbolos locales o marcas, una imagen local holística y características y talentos locales únicos (Tang et al., 2018). Las marcas locales se vuelven impulsoras para diferentes renglones de la economía local, el turismo, la industria, procesos públicos, y los alimentos a menudo se consideran un elemento clave que se puede utilizar para comercializar y promover el valor de la marca local (Tang et al., 2018).
Muchos sistemas locales de desarrollo han diseñado y puesto en marcha marcas locales, que deben buscar reconocimiento y legitimidad en el mercado, en un proceso bilateral: la creación y el mantenimiento de la identidad por parte de la comunidad, que es el lado interno del proceso; y validación de esa identidad desde los intermediarios y críticos clave, y eventualmente consumidores, del lado externo (Christensen et al., 2015).
Sistemas de Garantía Participativos en Colombia
“En Colombia, los SPG se han desarrollado en los departamentos del Valle del Cauca, Risaralda, Antioquia y la Costa Atlántica, construyendo una cultura de producción ecológica basada en la confianza, generando además valor agregado” (Solarte y Grass, 2021, p. 3 ).
De manera particular, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural expidió la resolución 464 del 29 de diciembre de 2017, por la cual se adoptan los lineamientos estratégicos de política pública para la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria ACFC, en el Artículo 3, definiciones relacionadas con los lineamientos estratégicos de política pública para la ACFC, define los Sistemas de Garantía Participativos (llamados en el documento Sistemas Participativos de Garantía - SPG) como:
Sistemas de garantía desarrollados a través de la relación y participación directa entre los productores, los consumidores y otros miembros de la comunidad, quienes verifican, entre sí, el origen y la condición de los productos agroecológicos, y a través del sistema, garantizan la producción, comercialización y consumo de estos productos en el mercado local y regional. (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, 2017, pp. 5-6)
En el mismo documento, en el Artículo 9, Estrategias de los lineamientos de política pública para la ACFC, en el numeral 9 se menciona a los Sistemas de Garantía Participativos como una estrategia que busca:
Fomentar los sistemas productivos sostenibles y los mercados locales (Circuitos cortos de comercialización) de la ACFC a través del desarrollo de Sistemas Participativos de Garantía -SPG como un instrumento de las organizaciones agrarias para el reconocimiento y el aval de la producción agroecológica articulada a estrategias de fomento al consumo consciente y responsable. (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, 2017, p. 11)
Por último, este documento en los Lineamientos estratégicos de política pública para la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria plantea que:
Los SPG contribuyen, principalmente, a resolver dos problemáticas interrelacionadas como son la comercialización y la sostenibilidad de los sistemas productivos. Por una parte, la extensa cadena de intermediarios en la compra y venta de alimentos encarece el costo para el consumidor final y desestimula a los productores de alimentos a pequeña escala, quienes son los más afectados por las asimetrías en estas cadenas. Adicionalmente, los Planes de Ordenamiento Territorial y en general los instrumentos de planificación territorial no suelen incluir las iniciativas locales de comercialización como mercados campesinos, mercados móviles, centros de acopio, entre otros. Por otra parte, los procesos para adquirir certificaciones orgánicas son difíciles y costosos, restringiendo su uso por parte de los productores y organizaciones de la ACFC; y evidenciando la necesidad de diferenciar la producción agroecológica de los demás sistemas de producción a través de mecanismos alternativos y más pertinentes. (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, 2017, p. 70)
Además de esta norma, el Congreso Colombiano promulgó la Ley 2046 del 6 de agosto de 2020 por la cual se establecen mecanismos para promover la participación de pequeños productores locales agropecuarios y de la agricultura campesina, familiar y comunitaria en los mercados de compras públicas de alimentos.
El objeto de la presente ley consiste en establecer condiciones e instrumentos de abastecimiento alimentario para que todos los programas públicos de suministro y distribución de alimentos promuevan la participación de pequeños productores locales y productores locales agropecuarios cuyos sistemas productivos pertenezcan a la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria, o de sus organizaciones legalmente constituidas. (Ley 2046, 2020, p. 1)
Así las cosas, se identifica que la existencia de una normatividad legal refleja el interés desde lo público hacia los SGP como estrategias de desarrollo para la ACFC, se han estructurado los planes y políticas para generar nuevas y mejores oportunidades para la distribución de los productos, empoderar a las organizaciones, optimizar procesos de planificación y producción local con comercialización asegurada, a la vez que se mejoran condiciones para la seguridad y soberanía alimentaria y nutricional a nivel local (Acevedo, 2020).
Finalmente, se destaca que el interés desde lo público no es suficiente para que estas estrategias se conviertan en procesos reales con resultados tangibles para los productores rurales, es necesaria la participación activa de todas las partes que pueden componer el sistema, siendo los primeros y más activos los mismos productores y los compradores, dar el protagonismo a los agricultores del campesinado en estos sistemas de producción y distribución, requiere cambio estructurales sin precedentes a nivel de producción local planificada, fortalecimiento organizacional y esquemas de contratación transparentes, flexibles y vigilados (Acevedo, 2020).
Conclusiones
Los SGP, “son instrumentos idóneos para incidir, desde lo local hacia lo global, y, así, participar activamente en la definición de estrategias de actuación en los territorios” (Torremocha, 2011, p. 95 ), van más allá del objetivo principal: proporcionar una alternativa a la certificación de terceros.
Los alcances que abarca la teoría del empoderamiento, cohesión social, infraestructura colectiva y oportunidad de los agricultores, están representados en los resultados de la participación en el SGP (Home et al., 2017), la gobernanza inclusiva y la ética sistémica son características clave del potencial de tales iniciativas para contribuir a que se materialice una transición de sostenibilidad (Bui et al., 2019).
La sostenibilidad a través de las cadenas de valor, implica un conjunto de prácticas que utilizan la cadena como medio para influir la toma de decisiones del productor y las estrategias para mejorar sus prácticas para la producción sostenible (Gómez et al., 2019).
Aún hay un alto desconocimiento de esta iniciativa tanto por los productores como por los consumidores y aunque existen definiciones, reglamentos y leyes para los países como Colombia, falta interés por parte de los entes gubernamentales en esta estrategia de desarrollo, debido a la ausencia de incentivos, de políticas públicas para la agroecología y de voluntad política, lo que lleva a un apoyo financiero y técnico insuficiente de las autoridades locales (Home et al., 2017).
Aún falta mayor conocimiento de los consumidores colombianos en cuanto a los beneficios de los productos ecológicos, además es relevante realizar investigaciones en nuestro medio que ayuden a identificar las variables que tienen en cuenta los consumidores comprometidos con el medio ambiente y responsable con los comportamientos en el momento de búsqueda, compra y consumo, con el fin de desarrollar y ampliar la oferta de mercado sensible a las necesidades y deseos de estos. (Sánchez, 2017, p. 162 )
Desde la revisión de literatura, se concluye que los SGP son una estrategia que, aunque tienen particularidades de acuerdo con el territorio, personas y productos donde se empleé, si cuenta con un marco conceptual que es aplicable y replicable.
Los SGP permiten a los productores tener una certificación propia auto gestionable que impulsa los procesos participativos, realza la importancia de los seres, saberes y haceres, y los combina con el conocimiento técnico y tecnológico de agentes externos, para desarrollar modelos de producción y comercialización competitivos que buscan mejorar las condiciones de vida de los productores asociados.
Desde el punto de vista de los elementos estructurales, los SGP se deben ajustar al contexto local, y aunque todos tienen unos elementos comunes que se repiten, cada uno cuentan con características exclusivas que irán acondicionándose a medida que la implementación del sistema se desarrolla y crece en productores y productos. En el mismo sentido, los SGP promueven el mejoramiento de condiciones de vida de los productores, impulsa la asociatividad, la sostenibilidad productiva y económica, siempre y cuando se cumplan los principios básicos, como son las promesas asociadas al producto y la visión compartida de los actores del sistema.