Introducción
El comportamiento humano es un factor crucial para la salud 1 debido a la influencia que sobre él ejercen las actitudes, las creencias, los significados y conocimientos, siendo determinantes para las decisiones que las personas toman, y que están presentes en forma de acciones que afectan la salud de manera positiva o negativa 2. La adopción de conductas saludables en la niñez está influenciada por la familia, la escuela, los amigos, los medios de comunicación y la organización social, ya que son aprendidos y, por tanto, susceptibles de ser modificados a lo largo de la vida 3.
La importancia de conocer el fenómeno de la adopción de comportamientos saludables específicamente en los niños entre los 8 y 12 años de edad radica en que esta etapa es descrita como un periodo de cambios neurofisiológicos continuos, en el cual se establece la función ejecutiva que incluye el control de la atención, la memoria de trabajo, el razonamiento, la autorregulación del comportamiento, la inhibición, el procesamiento de información y la fijación de objetivos 4.
Socialmente, esta etapa se caracteriza por el establecimiento de estructuras nuevas que implican el aumento de los niveles de independencia y el mantenimiento de relaciones con los compañeros, la autorregulación, los desafíos intelectuales y los primeros cambios de la pubertad 4. Estos tienen implicaciones para la salud, debido a que si se establecen conductas en este periodo pueden persistir en la transición a la adolescencia y la adultez 5) y, por tanto, mantenerse durante toda la vida.
Es importante reconocer que el niño es un ser activo en su salud, al construir su conducta con base en la interacción con el ambiente y desarrollar patrones de comportamiento que determinarán sus futuras formas de vida 6. Para el desarrollo de este artículo el concepto de "niño" hace referencia a los niños y las niñas entre los 8 y 12 años de edad.
Importancia del análisis del concepto
Hasta el momento, los resultados de investigación permiten afirmar que el papel de enfermería en el estudio de los comportamientos saludables en los niños se ha fundamentado en sus determinantes, a partir de la visión de los padres, y en las consecuencias que estos tienen sobre la salud del infante, por lo que se han establecido intervenciones que se basan en la alimentación y la actividad física, principalmente 7-13.
La alimentación en la infancia se ha relacionado con la adiposidad y con el riesgo de obesidad. El desarrollo y mantenimiento de un peso excesivo pueden verse afectados por factores ambientales, incluidos los relacionados con la familia, en donde sobresalen los comportamientos de los padres, sus creencias y percepciones, los cuales modelan la ingesta y accesibilidad de los alimentos. Esto implica que la familia es un factor determinante en la adopción de comportamientos saludables 13.
La actividad física en los niños proporciona beneficios para la salud mental y física, pues reduce el riesgo de desarrollar obesidad y enfermedades crónicas a edades tempranas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, el tiempo utilizado en conductas sedentarias es determinante de la obesidad infantil 14,15.
La obesidad es el principal factor de riesgo cardiovascular durante la niñez, que contribuye al desarrollo de otros asociados como la hiperglucemia y la hipertensión arterial 5,9,12,14. Por esta razón, la promoción de la salud infantil desde enfermería debe facilitar y potenciar los factores que permiten la adopción de comportamientos que sostengan estilos de vida saludables.
Estos factores deben ser determinados a partir de las respuestas del niño frente a su salud y bienestar, por lo que entender el fenómeno de la adopción de comportamientos saludables a través de la clarificación de su concepto puede permitir la consolidación de estrategias de enfermería efectivas en la promoción y prevención, en donde se vincule de forma articulada a la familia y la escuela, principales actores sociales que enmarcan el desarrollo comportamental del niño.
Fines del análisis. La adopción de comportamientos saludables en la niñez, aunque de gran interés por los efectos que produce a nivel de la salud y el bienestar físico, emocional y social, no se ha definido claramente en la literatura, por lo que tiende a confundirse con otros conceptos, como estilos de vida saludables que, aunque se encuentran vinculados, enmarcan significados diferentes, por lo que el propósito de este análisis es clarificar el significado del concepto de adopción de comportamientos saludables en la niñez, a partir de la construcción de una definición constitutiva.
Materiales y métodos
Se utilizó la propuesta de Walker y Avant 16, quienes afirman que el análisis de conceptos es una vía para el desarrollo de la teoría que proporciona una oportunidad para explicar y describir fenómenos de interés para la práctica, por medio de la cual se examinan las características que definen el concepto y los atributos que permiten decidir qué fenómeno es buen ejemplo y cuál no 16. La búsqueda bibliográfica se realizó en las bases de datos Science Direct, PubMed y SciELO, con los términos de búsqueda "Child", "Health Behavior", "Health Attitude", "Child Behavior" and "Acquisition"; se incluyeron artículos científicos en inglés, español y portugués, en full text, en el periodo comprendido entre el 2000 y el 2016, teniendo en cuenta algunos clásicos de la psicología comportamental, así como capítulos de libros y diccionarios, como se observa en la figura 1. Los artículos científicos fueron seleccionados de forma crítica según los criterios CASPe 2016 17.
Resultados
Definiciones y usos del concepto
En los descriptores de salud (DeCS) se define el comportamiento como la respuesta observable del ser humano o de un animal ante una situación, y se señala el término conducta como equivalente al comportamiento 19.
El comportamiento es la manera de conducirse; el conjunto de las acciones con que un ser vivo responde a una situación específica como resultado de la experiencia 20.
Saludable es la condición armónica del cuerpo, la mente o el alma; implica el tener buena salud y un aspecto sano. Todo lo saludable contribuye a conservar o restablecer la salud 20.
El comportamiento saludable es la acción llevada a cabo por una persona para mantener, lograr o recuperar la salud, y para prevenir la enfermedad 21.
La adopción/adquisición hace referencia a elegir o tomar algo como propio, especialmente ideas o costumbres ajenas; hacerse suya una manera de pensar o de actuar, una actitud, una opinión, etc.; así como tomar una resolución o adquirir una determinada configuración 22.
Revisión de la literatura
A continuación se presentan, en orden cronológico, las diferentes definiciones de conductas saludables y adopción de comportamientos que se encuentran en la revisión de la literatura, para finalizar con una breve descripción de las teorías de adopción y cambio de comportamientos relacionados con la salud que han sido extrapoladas a la investigación infantil, y que permiten establecer los atributos del concepto.
Comportamientos saludables
Para Kasl y Cobb 23 los comportamientos saludables son conductas en las que toma parte un individuo cuando goza de buena salud, con el propósito de prevenir la enfermedad.
McAlister 24 los define como aquellas acciones realizadas por un sujeto que influyen en el bienestar físico, psicológico o social.
Gochman 25 considera que en los niños se refiere a patrones de comportamiento, acciones y hábitos manifiestos que se relacionan con el mantenimiento de la salud y el bienestar, y con la restauración y mejora de la salud.
Para Rubio 2 son conductas instrumentales que los individuos realizan y que, disminuyen o aumentan la probabilidad de que se contraiga una enfermedad de forma directa o indirecta. Las directas ponen en contacto con el agente patógeno o factor incapacitante (p. e., exponerse a radiaciones solares que devenguen en cáncer de piel). Las indirectas aumentan la vulnerabilidad del organismo, aunque no lo pongan en contacto con tales factores (p. e., una dieta inadecuada).
En enfermería, los comportamientos saludables hacen referencia a las acciones y actitudes del individuo hacia su salud, las cuales pueden facilitarla y reforzarla, o predisponer el desarrollo de factores de riesgo; están relacionados principalmente con los hábitos dietéticos, la actividad física, el consumo de alcohol y de cigarrillo o tabaquismo 26.
Adopción de comportamientos
Bandura 27 considera que pese a que el ambiente físico y social perfila la conducta, las personas no son entes pasivos en este proceso, sino que a su vez pueden influir sobre su propio ambiente, en una dinámica de reciprocidad. Los contextos interpersonales son importantes; el comportamiento, las ideas, los consejos de los demás, y su ayuda o falta de esta, juegan un papel importante en las conductas asociadas a la salud. El círculo de influencia de la persona incluye los seres más cercanos, como familiares, amigos y pares, compañeros de trabajo, profesionales médicos y personas con las que uno se identifique, o a las que admire. La dinámica es recíproca: las personas se ven influidas e influyen en los demás.
Rosenstock, Strecher y Becker 28 consideran que las personas tienen miedo de contraer enfermedades, y los comportamientos asociados a la salud reflejan el nivel de peligro que se percibe, y la reducción del miedo que la persona espera lograr al tomar una acción concreta. Este cálculo incluye la percepción de si el beneficio del cambio de comportamiento supera los obstáculos psicológicos y prácticos, y la decisión de actuar en consecuencia o no.
Para Prochaska y DiClemente 29, la adopción de un comportamiento nuevo es un proceso, no un acto aislado, ya que las personas tienen diferentes niveles de motivación y voluntad de cambio.
Rimer y Glanz 30 consideran que las personas atraviesan por una serie de etapas de cambio, por lo que las intervenciones pueden concentrarse en contribuir a la transición de una etapa a la otra, y debido a que puede ser difícil producir cambios dentro de los grupos, se necesita motivación, habilidades nuevas y confianza para llevar a cabo la transición con éxito.
Teorías de adopción y cambio de comportamientos relacionados con la salud del niño
La literatura sobre las actitudes y el comportamiento de la salud de los niños puede organizarse alrededor de dos enfoques.
El primero fundamentado en la comprensión y el conocimiento de los niños acerca de los conceptos de salud y enfermedad, y el segundo, que las considera desde las diferencias individuales 31. Estos se han desarrollado a través de procesos investigativos con la tendencia inicial de evitar la presencia de niños como participantes activos en los estudios 32, y son con frecuencia los adultos, principalmente padres y profesionales, quienes suministraban las respuestas a las cuestiones que la investigación plantea en relación con los asuntos específicamente infantiles 33-35.
Bajo estos enfoques, las perspectivas teóricas más usadas en el estudio del comportamiento de la salud infantil, por diversas disciplinas como psicología y enfermería, son las siguientes:
El modelo de creencias de la salud (1950): se centra en el cambio de comportamiento a nivel individual; este modelo identifica cuatro aspectos relevantes: la percepción de la susceptibilidad hacia la gravedad de una enfermedad y sus problemas, los beneficios para reducir el riesgo, y las claves para la acción y la autoeficacia 28. Gholizadeh et al.36) consideran que el riesgo es percibido como un predictor importante de la mayoría de los comportamientos de salud preventivos, pero que no se aborda en el contexto sociocultural, donde la opinión colectiva y las actitudes pueden influir en los comportamientos.
Teoría del comportamiento planificado de Icek Ajzen (1988, 1991): explica la relación entre las creencias y los comportamientos. Sustenta que el comportamiento no es completamente voluntario y controlado. Mediante la adición del control percibido conductual aclara la relación entre la intención de la conducta y el comportamiento real 37. Ha guiado la explicación de los comportamientos que se generan en torno a la alimentación de los niños, a partir de las conductas de las madres 38, así como la evaluación del consumo de alcohol en escolares 39.
Teoría de protección y motivación: desarrollada por Rogers (1975-1983) considera los procesos cognitivos de la evaluación de amenazas y del afrontamiento, en donde los factores que influyen en las intenciones de salud y comportamientos incluyen la percepción de la vulnerabilidad y gravedad al resultado indeseable, la autoeficacia, la eficacia de respuesta y los costos percibidos. Propone que la motivación de la protección se incrementará si la persona advierte la probabilidad y la gravedad de la amenaza para la salud. Sin embargo, no tiene en cuenta el papel de los factores culturales, ambientales y sociales en la adopción o el rechazo de las recomendaciones de salud 40. Se ha utilizado para evaluar los efectos de la promoción de la actividad física 41, y en el establecimiento de factores predictores en el consumo de cigarrillo en adolescentes escolares 42.
Modelo de Valoración de la Familia de Calgary (1983): valora la estructura, el desarrollo y el funcionamiento familiar, centrándose en los detalles cognitivos, afectivos y conductuales de los individuos que determinan la dinámica familiar 43. Ha sido utilizado para determinar la influencia de los factores ambientales y culturales en el sobrepeso y la obesidad en las familias 44.
Teoría de la autoeficacia: desarrollada por Bandura como parte de la Teoría social cognitiva (1986). Considera que las medidas de autoeficacia deben ser específicas, contener diversos niveles de dificultad y permitir el registro del grado de la confianza que una persona tiene, acerca de que una conducta determinada será alcanzable. La autoeficacia es un factor importante y constante en la modificación del riesgo y en el cambio de comportamiento 45. Ha sido ampliamente utilizada en la promoción de conductas saludables en las diadas niño/adolescente y sus padres, especialmente en torno a la actividad física y la alimentación 46-49.
Modelo de promoción de la salud de pender (1982): considera que la conducta está motivada por el deseo de alcanzar el bienestar y el potencial humano. Enfatiza el nexo entre las características personales y las experiencias, conocimientos, creencias y aspectos situacionales vinculados con los comportamientos de salud que se pretenden lograr 50. Tiene en cuenta los beneficios y las barreras percibidos por la acción y la autoeficacia 51. Ha guiado investigaciones para determinar la influencia de las conductas promotoras de salud de los padres en sus hijos 52, así como el desarrollo de herramientas para evaluar los predictores del consumo de alimentos en niños y adolescentes 53.
Estas perspectivas teóricas evidencian la manera como se han explorado la adopción y el cambio de comportamientos de los niños a través del adulto; pese a que estas orientaciones pueden ser de ayuda para motivar el cambio de comportamiento, no toman en cuenta las actitudes y respuestas de los niños frente al ambiente y cómo estas interactúan con el desarrollo cognitivo 31.
Conceptos relacionados
La adopción de comportamientos saludables suele estar relacionada en la literatura con los conceptos de estilos de vida y hábitos saludables. Sin embargo, pese a que se vinculan, no son iguales, y difieren cuando se les examina de cerca.
Estilos de vida: son patrones de comportamiento colectivos que se configuran a partir de diferentes elecciones que hacen los seres humanos y están condicionados por las oportunidades de vida que les brinda el contexto en que se desarrollan 54. Incorporan una relación entre las opciones y oportunidades de vida, las cuales se fundamentan en los elementos de la estructura que, junto con los de la agencia, dan forma a los estilos de vida. Los elementos estructurales son las circunstancias de clase, las colectividades, la edad, el género, la etnia y las condiciones de vida, los cuales generan las oportunidades. La agencia, en tanto se trata de las opciones, está condicionada por la socialización y la experiencia de los individuos 55.
Los estilos de vida están determinados por la presencia de factores de riesgo o de factores protectores para el bienestar, por lo cual deben ser vistos como un proceso dinámico que no solo se compone de acciones y comportamientos individuales, sino también de los de naturaleza social 56.
Hábitos saludables: son un set de disposiciones durables para actuar de maneras específicas 57. El hábito es una forma de conservación del pasado, que constituye la habilidad para conducirse de determinada forma, por lo que requiere de aprendizaje y repetición de actos individuales. Un hábito adquirido es, desde el punto de vista fisiológico, una nueva vía de descarga que se forma en el cerebro, por la cual han de escapar ciertas corrientes aferentes 58. Son rutinas o patrones de comportamiento que se establecen en el organismo y que llegan a tener una base orgánica, biológica. La mayoría de estos se vuelven inconscientes, en el sentido en que operan mecánicamente.
Los hábitos se forman desde la infancia temprana, a partir de la existencia de un condicionamiento que sustituye la causa primitiva del acto, el cual se vuelve autónomo cuando se libera cada vez más de los estímulos exteriores y contiene las percepciones reguladoras necesarias. El aprendizaje del hábito se da por medio del adiestramiento. Cada adquisición se refuerza mediante la repetición, la cual facilita el logro de los primeros y el aprendizaje de los siguientes 58.
El habitusconstituye la dimensión cultural del hábito, y se entiende como un sistema de esquemas adquiridos, permanentes y transferibles, a partir de los cuales los sujetos perciben el mundo y actúan en él 58. Estos esquemas están estructurados socialmente e interiorizados por medio de la mediación semiótica, se han conformado a lo largo de la historia de cada sujeto y suponen la interiorización de la estructura social, del campo concreto de relaciones sociales en el que el agente se construye como tal 58.
Atributos del concepto
Proceso multidimensional: individual y social 24,29,31,32,39-47.
Implica múltiples acciones e interacciones que evolucionan y se desarrollan en el tiempo 26-29.
Está determinado por las características individuales del niño, como son el nivel de conocimiento, las habilidades, las percepciones, las creencias, los valores, las motivaciones, las intenciones para la acción y la percepción de su capacidad para lograr un objetivo 29,30,31,37-44,48,51.
Tiene influencia del contexto interpersonal, social y organizacional del niño 21,29,45,46.
Es un proceso recíproco entre el niño y el contexto o ambiente: el niño influye en el contexto y este en el niño, de forma simultánea 21,29,45,46.
Definición del concepto de adopción de comportamientos saludables en la niñez
La adopción de comportamientos saludables en la niñez hace referencia al proceso de asimilación, aceptación o apropiación de conductas, que puede ser ordenado, interrumpido o coordinado, o en algunos casos darse en el más completo desorden; incluye acciones, actitudes, interacciones y emociones del niño hacia su bienestar, las cuales pueden facilitar, reforzar o mejorar la salud. Constituye un proceso de naturaleza evolutiva con diferentes formas, ritmos y pasos, el cual está continuamente influenciado por el contexto, y puede conducir al establecimiento de un hábito.
A continuación se presentan una serie de casos que ilustran el concepto.
Caso modelo
Juan es un niño de 8 años de edad que asiste a la escuela y se encuentra en tercer grado. Refiere que le gustan mucho las frutas, especialmente la manzana y el banano, y que las prefiere comer en horas de la tarde después del almuerzo; no consume gaseosas, y solo de vez en cuando consume comida chatarra, ya que su mamá le dice que no es buena para su corazón. Juan sabe que comer frutas y vegetales le ayuda a tener una buena salud. Le gusta jugar fútbol desde los 4 años, ya que su papá le ha enseñado que hacer deporte le ayuda a estar en forma; juega en el parque del conjunto residencial donde vive y en las horas de recreo del colegio, este es su pasatiempo favorito. Juan cuenta que quiere seguir jugando fútbol cuando sea más grande porque se divierte mucho y porque quiere llegar a ser un buen arquero. Sabe que es importante alimentarse bien, ya que si no lo hace, no va a tener la energía suficiente para jugar e ir al colegio. Los padres de Juan señalan que es un niño muy activo y feliz, que es respetuoso, amable y solidario con los otros niños, y que se desempeña bien en las actividades del colegio.
Caso límite
Juliana es una niña de 10 años de edad que se encuentra en cuarto grado de la escuela primaria. Juliana manifiesta que come algunas frutas en las horas de descanso porque su mamá se las envía en la lonchera, pero cada vez que tiene oportunidad las cambia por paquetes como papas o chitos debido a que estos le parecen más ricos. Juliana no tiene preferencia por ninguna actividad física o deporte en especial, y solo se ejercita en las clases de educación física porque "le toca" y no quiere perder la asignatura. Los padres de Juliana sienten que ella se alimenta bien, y que realiza suficiente actividad física para su edad, además refieren que es una niña responsable y que se desenvuelve bien en todas las actividades del colegio.
Caso contrario
María es una niña de 11 años de edad, que cursa quinto grado. Su comida preferida es la pizza, junto con los dulces y las gaseosas; refiere que no le gustan los vegetales, pero que las frutas se las come si van acompañadas de leche condensada o helado. María no realiza ninguna actividad física, ya que manifiesta que le da pereza, por lo que prefiere ver televisión durante casi todo el día. En las horas de recreo escoge sentarse a jugar con su celular o a chatear con algunas amigas, ya que no le gusta sudar, ni entrar a clase acalorada. Los padres de María se sienten preocupados por su bajo ánimo, por su poca energía para hacer las labores del colegio, y por sus bajas notas. Sin embargo, manifiestan que se sienten tranquilos sabiendo que pasa la mayoría del día dentro de casa, y no la dejan salir al parque porque piensan que es peligroso.
Antecedentes y consecuencias del concepto de adopción de comportamientos saludables en la niñez
La revisión de la literatura científica nos muestra que la influencia de los padres es uno de los principales determinantes que favorecen la adquisición y el establecimiento de comportamientos saludables en la niñez, mientras que las consecuencias de la falta de estos conlleva el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles a edades tempranas, como se muestra y amplía en la tabla 1.
Tabla 1 Antecedentes y consecuencias del concepto de adopción de comportamientos saludables en la niñez

Fuente: Moscoso y Díaz 18.
Referentes empíricos
Para realizar una medición objetiva de la adopción de comportamientos saludables en la niñez se han utilizado principalmente los instrumentos y cuestionarios desarrollados bajo los enfoques teóricos que procuran explicar cómo las actitudes y percepciones que se tengan frente a la propia salud influyen en las conductas saludables de los niños. Estos instrumentos se han utilizado principalmente en los adolescentes y niños mayores de 10 años, y se amplían en la tabla 2.
Tabla 2 Referentes empíricos del concepto de adopción de comportamientos saludables en la niñez

Fuente: Moscoso y Díaz 18.
Conclusiones
La adopción de comportamientos saludables es un fenómeno universal y social que se da a partir de la interacción de un ser humano con otras personas. Constituye una experiencia subjetiva que se desarrolla bajo diversidad de causas, y produce una gran variedad de consecuencias físicas y psicosociales. Así, la adopción de comportamientos saludables en la niñez es un conjunto abstracto de actitudes, interacciones y emociones del niño hacia su bienestar que influirá en su salud de por vida, por lo que clarificar el concepto amplía el conocimiento acerca del fenómeno, y es el primer paso para lograr entender cómo es su dinámica y conocer sus elementos constitutivos, consolidándolo a partir de la investigación y la práctica de enfermería.
Los comportamientos saludables se adquieren a edades tempranas y persisten en la transición hacia la adultez, por lo que la promoción de la salud en la niñez representa un gran reto para enfermería, que debe facilitar y potencializar los factores que determinan las conductas que sostienen los estilos de vida saludables, a partir de estrategias que incluyan programas escolares y comunitarios que promuevan la actividad física y la nutrición saludable para combatir la carga de enfermedades crónicas asociadas a la vida sedentaria y la obesidad.
Los espacios creados por enfermería para el cuidado infantil deben involucrar a las familias, ya que son los principales agentes sociales que interactúan con el niño, con el fin de cruzar el límite de la comprensión (conocimiento) al de la práctica (actitud), para luego fomentar la adquisición de un patrón de comportamientos saludables que se puedan mantener en el tiempo (hábito), de tal forma que los niños alcancen las etapas de la adolescencia y la adultez de forma óptima.