1. INTRODUCCIÓN
La responsabilidad social empresarial ha permeado el actuar de múltiples organizaciones desde el siglo pasado, convirtiéndose en algunos casos en un componente crucial de la gestión directiva, al afectar positivamente la conciencia corporativa sobre el impacto que la actividad empresarial genera en el entorno social, económico y medio ambiental (Pérez et al., 2018). Sin embargo, los organismos de control advierten que los aportes y esfuerzos económicos realizados para el beneficio de los diferentes grupos de interés en términos monetarios son difusos, y demandan herramientas que planteen con mayor precisión dicho impacto (Lombardo et al., 2019).
Para avanzar en el anterior planteamiento, académicos y profesionales han desarrollado herramientas dirigidas a obtener mayor claridad en la relación existente entre la inversión económica con énfasis en lo social y los resultados cuantitativos de dicha inversión, destacando instrumentos como análisis de costo-efectividad, análisis del costo-utilidad, análisis del costo-beneficio y análisis del retorno social de la inversión (Social Return on Investment) -SROI- (Banke-Thomas et al., 2015).
Esta investigación se centra en el SROI, el cual se concibe como un estudio económico que resulta del análisis costo-beneficio, e intenta tener presente algunos impactos en la evaluación de una organización utilizando valores monetarios para representarlos (Nicholls et al., 2012). Tales impactos, derivados de políticas, programas o proyectos, pueden ser financieros, pero también sociales y ambientales. En la aplicación del SROI se tienen en cuenta dos perspectivas: i) como herramienta, pues su aplicación se encuentra determinada por principios y procesos; ii) como indicador financiero, pues su resultado permite establecer un comparativo de tipo económico. El SROI constituye un marco para la comprensión, medición y reporte del valor económico, social y ambiental generado por un programa, política u organización (Gosselin et al., 2020). Aunque fue desarrollado en Estados Unidos, ha tenido un uso marcado en el Reino Unido para evaluar el impacto de las entidades sin fines de lucro sobre el bienestar y la eficiencia (Mizutani, 2021). El indicador convencional del SROI es Índice de SROI neto = Valor actual neto / Valor de entrada (inversión).
Por otra parte, Grouleff et al. (2021) consideran que el SROI hace parte de la denominada contabilidad social, en tanto constituye uno de los principales instrumentos de medición del desempeño y valoración del impacto social de una organización sobre sus comunidades de interés o partes interesadas, cuestión que constituye el objeto de dicha contabilidad social (Richmond et al., 2003).
Ahora bien, esta investigación se sustentó en un proceso de revisión sistematizada de literatura como metodología que favorece la gestión de conocimiento, encontrando en la diversidad los componentes claves para nutrir un área de estudio específica, pues pretende crear conocimiento partiendo de la identificación y evaluación del capital intelectual existente de manera rigurosa y dejando de lado los comentarios reflexivos que son ampliamente señalados por incluir sesgos implícitos en algunos investigadores (Tranfield et al., 2003).
Las entidades que mayormente han promovido la utilización de esta herramienta han sido aquellas financiadoras de proyectos y creadoras de políticas (entes gubernamentales). El interés principal de estas instituciones es contar con una herramienta de medición que permita la valoración de los resultados e impactos de políticas públicas, políticas organizacionales o programas e inversiones de corte social, en un lenguaje de fácil interpretación, que pueda convertirse en un criterio importante en el proceso de toma de decisiones (Tanaree et al., 2019). No obstante, el uso de esta herramienta ha propiciado el surgimiento de cuestionamientos frente a la efectividad de la misma en relación con la medición de algunas variables blandas (niveles de satisfacción, bienestar, coberturas, impactos específicos, entre otros), pues sus componentes son de difícil evaluación. Asimismo, se presentan interrogantes respecto a su facilidad de aplicación en diferentes sectores.
Conviene subrayar que esto obedece a un desarrollo teórico-práctico limitado de la herramienta SROI en los países de origen (Estados Unidos e Inglaterra), realidad que se extiende a regiones como Latinoamérica, en donde el término ha sido tímidamente abordado, destacando que a la fecha, y según las bases de datos analizadas, no se encuentra una corriente investigativa u organizaciones que desarrollen el tema a profundidad.
Con el fin de avanzar con el fortalecimiento de la herramienta SROI, este artículo busca generar bases teóricas que ayuden a su compresión y aplicación en contextos diferentes de su país de origen, para conducir a las organizaciones a la formulación de metodologías que permitan medir el impacto social generado por sus intervenciones, a través de un indicador práctico y técnicamente adecuado, para que posteriormente se convierta en un referente en la asignación eficiente de recursos que tendrán como destino la construcción de tejido social.
El proceso de revisión que se asume tiene en cuenta ejercicios investigativos en los cuales se evidencia la búsqueda de herramientas o elementos que contribuyen con el desarrollo social a partir de intervenciones en diferentes sectores. Esto la convierte en una investigación que se ajusta a modelos de desarrollo sostenible en tanto aporta perspectivas alternativas de análisis y evaluación del desempeño organizacional, y que, por lo tanto, tiene aplicación en contextos locales, nacionales y globales, así como también permite robustecer el término por medio de un análisis sistematizado de la información. Así, siguiendo a García (2017) y Hurtado (2012), la metodología invita a una propuesta de "desarrollo organizado y sistemático del conjunto de ideas, conceptos, antecedentes y teorías [...], que permiten sustentar la investigación y comprender la perspectiva o enfoque desde el cual el investigador parte y a través del cual interpreta sus resultados" (Hurtado, 2012, p. 186).
2. METODOLOGÍA
El propósito central de este artículo es abordar de manera sistematizada información científica producida alrededor del indicador SROI, el cual constituye un complemento del indicador financiero ROI que muestra hasta qué punto un negocio específico produce ganancias por el uso de capital (Zamfir et al., 2016). Lo anterior busca comprender cómo la evolución del término ha permeado las organizaciones y, a su vez, conocer de qué manera contribuye la aplicación del mismo a la gestión eficiente de recursos en las organizaciones.
Ahora bien, García, citando a Kitchenham y Charters (2007), presenta una diferencia entre los términos Revisión Sistémica y Revisión Sistemática, según la cual la primera refiere a "una forma de estudio secundario que usa una metodología bien definida para identificar, analizar e interpretar todas las evidencias relacionadas con una pregunta de investigación específica de una forma que es imparcial y (hasta cierto punto) repetible" (p. 8); mientras que la segunda ofrece "una amplia revisión de estudios primarios en un área específica que tiene como objetivo identificar qué evidencias están disponible sobre el tema" (p. 8).
Precisado que se trata de una Revisión Sistemática, la cual se construye partiendo de cuestionamientos tales como ¿contribuye la utilización del indicador SROI con la gestión eficiente de los recursos?, los parámetros de búsqueda que se definieron fueron los siguientes: i) Social Return on Investment, ii) SROI y iii) Retorno Social de la Inversión. Estos términos fueron consultados en las bases de datos académicas EbscoHost, Scopus, Science Direct, SpringerLink, JSTOR y Abi/Infor Collection (Proquest). Es conveniente subrayar que solo se trabajó con investigaciones académicas publicadas entre 20042 y 2021.
Los primeros resultados de la búsqueda arrojaron 123 artículos académicos, posteriormente y respetando el criterio de búsqueda, el cual delimita el ejercicio investigativo alrededor de la gestión eficiente de los recursos, la función gerencial y los costos y beneficios, el número resultante se redujo a 41 artículos (ver figura 1).
Fuente: elaboración propia adaptado de flujo PRISMA Transparent reporting of sistematic reviews and metaanalyses (2020).
Es de resaltar que además de considerar la pregunta de investigación también se procedió con un análisis de grupos temáticos, pasajes y textos relevantes por medio de una matriz de análisis categorial que toma como criterios de inclusión los siguientes componentes: autor / año, sector, metodología, país, objetivo, ventajas y limitaciones.
Los artículos utilizados para el análisis de la información proceden de regiones donde inicialmente se creado el término, y gracias al efecto que generó su aplicación ha mostrado mayor desarrollo investigativo y teórico; soportado en estudios que se concentran en el análisis de la metodología y su aplicación en diferentes sectores. En el caso iberoamericano, y bajo los criterios de búsqueda utilizados a la fecha, solo se encontraron dos estudios, los cuales se consideraron en la investigación. Los investigadores tomaron la decisión de renunciar a toda "literatura gris" que pueda existir sobre el tema de estudio para a enfocarse en casos e investigaciones que demuestran un desarrollo sólido y validado a través de literatura científica.
Para el proceso de revisión de la información, se realizó una descripción de los antecedentes del término SROI, posteriormente se desarrolló un análisis de los principales hallazgos teniendo en cuenta las ventajas y limitaciones abstraídas de los artículos analizados, seguido se discutió alrededor de las lecciones aprendidas, de los enfoques metodológicos utilizados y su relación con los objetivos de cada investigación. Asimismo, se hizo una reflexión con respecto al avance de la herramienta en aquellos países en los que se evidencia mayor desarrollo conceptual y empírico de esta, y por último, se da paso a las conclusiones.
3. RESULTADOS
Al operar el SROI es esencial entender que los efectos generados tras una intervención pueden ser consecuencia de actividades sociales, ambientales y económicas. Una vez entendida esta relación, es claro que dichos efectos también pueden ser medibles (Lombardo et al., 2019); sin embargo, este razonamiento arrastra algunas trampas o vacíos, en tanto la herramienta puede generar incertidumbre en aquellos que se identifican con métodos clásicos al considerar la cuantificación de externalidades.
Esta investigación asume un dilema, pues construye su discusión fundada en las evidencias declaradas por autores que han encontrado en el SROI un instrumento de medición, que, por un lado, se entiende como creador de ventaja competitiva, y en otros casos responde a un método que se aleja de la gestión eficiente de los recursos por su falta de claridad. Hecha esta salvedad, profundizar en el tema supone entregar una comprensión equilibrada e integral del alcance que se puede encontrar al asumir el SROI como ejercicio de gestión organizacional.
La información que se presenta la Tabla 1 (ver Anexo 1) es el resultado de un proceso de depuración y selección de aquellos conceptos e impresiones que ha dejado la utilización de la herramienta SROI en diferentes escenarios (sectores, países, usuarios, benefactores, entre otros). Dichos resultados buscan reflejar la realidad evidenciada en cada caso, entendiendo que las organizaciones tienen sus propios factores internos que, a su vez, inciden directamente en el proceso de medición y posterior valoración.
Para una mejor lectura de los resultados, la propuesta se realiza teniendo en cuenta aquellas variables que se consideran determinantes para cumplir con el objetivo de la revisión. Por esta razón, la matriz de datos cruzados se reduce a tres categorías de análisis: i) Autor / año, pues son referentes en cuanto a profundidad y aplicación académico-práctica; ii) ventajas y iii) limitaciones; estas últimas se abordan desde su influencia en la utilización de la herramienta como un factor preponderante en la obtención de resultados reales y medibles. En la Tabla 1 se puede observar el resultado de dichos abordajes. Su relación será analizada bajo el criterio de gestión eficiente de los recursos.
Lecciones aprendidas de la aplicación del SROI en la toma de decisiones
Ventajas de su aplicación:
Para darle respuesta a la pregunta de investigación, la cual gira en torno a la gestión eficiente de los recursos, la discusión sobre las ventajas del uso de la herramienta SROI tomará elementos propios de la gestión administrativa de las organizaciones, a saber: grupos de interés, responsabilidad social empresarial, innovación, mejoramiento y gestión de la empresa, asignación eficiente de los recursos, acceso a capital, valoración y representaciones financieras de la herramienta. La inclusión de las variables mencionadas, permite tener un panorama de evaluación más amplio con respecto al que se tendría al estudiar los autores por separado.
Con el propósito de profundizar sobre las ventajas del SROI, se inicia la discusión con un acercamiento al concepto de responsabilidad social empresarial, el cual, en palabras de Carroll (1991), está representado en cuatro estados: financiero, legal, ético y filantrópico; estados que debe recorrer la organización de manera ordenada, pues cada uno de ellos construye la base del que lo sucede. En este orden de ideas, se puede afirmar que el componente financiero crea los cimientos en donde descansan los demás; por esta razón se acude al SROI como herramienta de valoración, pues provee legitimidad a la base que sostiene las prácticas de responsabilidad social empresarial (Maier et al., 2015; Arvidson et al., 2013), al tiempo que llaman la atención hacia el valor social a través de datos que pueden ser demostrables en términos cuantitativos y cualitativos (Watson et al., 2016).
La legitimidad buscada al implementar el SROI se alcanza con la participación de los grupos de interés. En efecto, Arvidson et al. (2014) y Arvidson et al. (2013) sostienen que la herramienta se caracteriza por incluir y lograr la participación activa de los involucrados, pues al implementarla se analizan y se discuten múltiples puntos de vista (Banke et al. 2015), comprometiendo a los participantes desde diversas perspectivas (Ravulo et al., 2019), lo que finalmente aumenta la confianza al momento de implementar el indicador, y además facilita la toma de decisiones (Vaileanu, 2017) y la gestión eficiente de la organización. Con respecto a la gestión, Klemela (2016) sostiene que al adoptar el SROI se otorga control estratégico y organizacional, pues una vez evaluado su desempeño, concede información importante para la planeación estratégica (Krátky, 2010), al tiempo que refuerza la misión de la organización (Pathak y Dattani, 2014; Hutchinson et. al., 2019), lo cual se refleja en el empoderamiento y adoctrinamiento de los miembros de la organización o proyecto. Por su parte, Watson y Whitley (2017) sostienen que la herramienta puede ser utilizada por toda la organización o en proyectos específicos, pues al ser aplicada genera valor como instrumento de aprendizaje (Millar y Hall, 2013).
Continuando con otros aspectos relacionados con la gestión de la empresa, Aguilar et al. (2019) sustentan que los resultados de la herramienta constituyen un criterio para evaluar el logro de los objetivos planteados por la organización, ya que informa de manera efectiva su desempeño operativo y social (Bottero y Ambrosini, 2017), lo que permite un mayor seguimiento al desempeño de la empresa, a través de la medición de resultados estratégicos (Pathak y Dattani, 2014), y así, capitalizar oportunidades de mejoramiento (Millar y Hall, 2013).
Con respecto a la contribución con el mejoramiento de la empresa, el SROI es generador de información con valor agregado (Arvidson et al., 2013), ya que este método, en comparación con otros instrumentos de medición de impactos (análisis costo efectividad, análisis costo utilidad, análisis costo beneficio), es más efectivo al aportar información de costos (Tanaree et al., 2019) que genera efectos positivos en el aprendizaje organizacional, haciendo de los procesos de planeación y ejecución un ejercicio más dinámico y eficiente (Belluci et al., 2019), en tanto incorpora la información obtenida con la metodología, y de esta manera permite fortalecer los resultados y prácticas favorables, pero al mismo tiempo ajustar las practicas negativas o ineficientes. Asimismo, es una herramienta incluyente que mejora las capacidades de los profesionales involucrados (Watson y Whitley, 2017), dado que se construye de manera grupal.
La asignación eficiente de los recursos siempre será una variable clave al momento de decidirse por explorar nuevas metodologías, pues como se mencionó anteriormente, la organización descansa en su estructura financiera, convirtiendo esta característica en una de las primeras para considerar en el proceso de toma de decisiones. Al respecto, los autores encuentran en la herramienta elementos fiables para su implementación, a saber: i) localiza eficiente y efectivamente recursos (Maier et al., 2015), pues cuando se tiene dominio de ella, permite identificar proyectos de alto impacto que son sensibles a ser escalonados y replicados (Arvidson et al., 2013); ii) permite tomar lo aprendido y aplicarlo para maximizar la intervención social (Belluci et al., 2019), dado que aumenta la eficiencia en el capital o presupuesto asignado a los proyectos, canalizando los recursos a los programas más críticos (Cooney y Lynch, 2014) al maximizar el valor o la promesa de valor de los mismos (Tanaree et al., 2019); iii) al ser una herramienta con énfasis financiero, tiene el propósito de aplicarse sobre estrategias conducentes a reducir costos en las intervenciones o proyectos (Jirarattanasopha et al., 2018); iv) su corte social le permite contar con gran aceptación en diferentes instituciones, lo que le facilita la consecución y gestión de recursos externos a ser utilizados en diferentes programas (McGrath y Stevens, 2019; Pathak y Dattani, 2014 y Cooney y Lynch, 2014). Se puede concluir que la efectividad de los elementos anteriormente mencionados reposa en los principios de transparencia, ya que toma resultados cualitativos (percepciones aisladas aportadas por los participantes), los valora y consolida, para posteriormente presentarlos como anexos en los informes contables, demostrando su eficiencia y efectividad (Belluci et al., 2019).
El siguiente aspecto para tratar consiste en la identificación de los resultados, pues como herramienta con enfoque financiero, se espera de ella una presentación cuantitativa en términos monetarios que sea comparable y que permita un análisis retrospectivo o prospectivo (Watson y Whitley, 2017) con respecto a la destinación de los recursos y a la eficiencia en la utilización del capital. No obstante, la herramienta SROI permite evidenciar impactos adicionales que no fueron considerados al principio del proyecto, pues además del valor financiero tiene en cuenta dimensiones sociales, económicas y ambientales (Lombardo et al., 2019; Arvidson et al., 2013; Arvidson et al., 2014; Banke et al., 2015 y Gambhir et al., 2017). Lo anterior supone la inclusión y visión de varios beneficiarios, lo cual permite entrever impactos indirectos de los proyectos ejecutados manifestados como externalidades positivas, las cuales por sus condiciones cualitativas no entran en la valoración (Hutchinson et al., 2019 y Klemela, 2016). Este enfoque admite explicar sistemáticamente los resultados globales (Kumar y Banke, 2016), al tiempo que es útil para mostrar impactos en proyectos a gran escala (Vaileanu, 2017).
Con lo mencionado en el párrafo anterior, es pertinente hacer énfasis en las representaciones financieras del SROI, pues tras su implementación en diferentes proyectos, los autores reconocen los siguientes aspectos: permite estimar los impactos por medio del valor o estimaciones financieras (Banke et al., 2015); posibilita la medición del valor generado por cada unidad de dinero invertido en el proyecto o en diferentes intervenciones, presentando los impactos de manera clara (Gambhir et al., 2017; Kumar y Banke, 2016 y Leck et al., 2016); y, una vez abordado el componente de externalidades, presenta técnicas para medir resultados intangibles o blandos, remplazando formas subjetivas y traduciéndolas en un lenguaje económico (Leck et al., 2016; Pathak y Dattani, 2014; Lombardo et al., 2019 y Cooney y Lynch, 2014).
Por último, cabe señalar que el SROI permite dar respuesta a la presión que ejercen los stakeholders, internos y externos, sobre las organizaciones -especialmente sociales- para que se actúe de manera transparente y responsable en la maximización del valor social y se impacte positivamente la sociedad (Grouleff, Lueg y Van Liempd 2021).
Restricciones en su aplicación:
A partir de los estudios revisados en este documento, los aspectos que cuestionan la efectividad de la herramienta se han clasificado en categorías como: Falta de imparcialidad, dificultades para establecer una estandarización en la aplicación de la metodología, problemáticas para valorar resultados intangibles (Valdés y Saavedra 2019), altos costos de implementación, baja disponibilidad de indicadores de referencia (proxies), generación de confusión por aspectos contrafactuales al momento de medir el impacto generado por los proyectos, y finalmente, se hace referencia al carácter utilitarista de la herramienta.
Uno de los cuestionamientos que se presenta con respecto a la utilización de la herramienta tiene que ver directamente con la participación de los grupos de interés. En tal sentido, existen reparos con respecto a su efecto en la imparcialidad del mecanismo al momento de medir los resultados obtenidos con su aplicación (Jirarattanasopha et al., 2018). Frente a este hecho, se indica que en la evaluación de los impactos se utiliza un carácter benigno al momento de realizar esta actividad (Lombardo et al., 2019), se genera una tendencia a sobredimensionar los beneficios de un programa específico y una influencia en la opinión por parte de los grupos de interés (Aguilar et al., 2019). Un argumento que complementa lo anterior lo presentan Pathak y Dattani (2014), para quienes todos los grupos de interés relacionados con la planeación de los proyectos no son tenidos en cuenta de igual manera. Se puede afirmar entonces que todos estos argumentos con respecto a la imparcialidad complementan la conclusión obtenida por Arvidson et al. (2013) en relación con que existe una tensión particular entre el elemento participativo en el diseño de cada ejercicio SROI y su utilización para el propósito de competir.
Otra objeción respecto de la efectividad del instrumento en el momento de realizar una evaluación tiene que ver con el hecho de que los instrumentos de medición hayan sido validados o no con la suficiente rigurosidad. En este caso en particular, McGrath y Stevens (2019) encuentran que la herramienta no utiliza información estadística significativa y que, por lo tanto, no existe una medición rigurosa. Asimismo, los estudios analizados evidencian la ausencia de estándares sobre el alcance o métodos de valoración y descuento (Cooney y Lynch, 2014), lo cual conduce a variaciones en la utilización de la metodología (Pathak y Dattani, 2014), y a evidenciar una falta o debilidad en la creación y desarrollo del indicador SROI, ya que esto restringe su objetivo (Millar y Hall, 2013) y no permite que los filtros se puedan aplicar de manera estandarizada entre proyectos (Solórzano et al., 2019).
Toda esta problemática hace que no se cuente con una orientación clara en el momento de sistematizar procedimientos para poder aplicar la metodología (Banke et al., 2015), de manera que se hace complicado establecer una estandarización (Belluci et al., 2019) que permita una mayor eficiencia en la aplicación; por lo tanto, se puede decir que no hay un nivel práctico para su implementación en diferentes sectores (Cooney y Lynch, 2014) y no existe la posibilidad de comparar el indicador en diferentes organizaciones (Belluci et al., 2019), lo cual limita la realización de esta actividades en las diferentes intervenciones (Kumar y Banke, 2016 y Hutchinson et al., 2019).
En concordancia con lo anterior, se han encontrado dificultades para la creación de indicadores monetarios; esto se debe a que en ocasiones surgen dificultades para valorar resultados intangibles o suaves (Kumar y Banke, 2016). De la misma forma, surgen desafíos para poder dar el valor adecuado a los impactos obtenidos en algunos casos (Leck et al., 2016), en especial al momento de capturar el valor social (Watson et al., 2016), pues como se mencionó, la medición de intangibles o resultados suaves seguirá siendo un reto metodológico cuando se debe proceder con la valoración (Kumar y Banke, 2016 y Leck et al., 2016). Al observar que la metodologia no permite la inclusión de algunos costos, el impacto directo al momento de realizar las representaciones financieras de proyecto será evidente (Jirarattanasopha et al., 2018); es así como Watson et al. (2016) concluyen que el valor social no se puede capturar adecuadamente con la utilización de la metodología SROI.
Un caso semejante sucede con la estandarización de técnicas para desarrollar adecuadamente una metodología de trabajo, actividad que demanda contar con proxies o indicadores de referencia que acompañen el proceso, y a los cuales se pueda acudir en el momento de convertir un dato cualitativo en uno cuantitativo de forma rápida y efectiva. Frente a esta necesidad, Belluci et al. (2019) argumenta que no existe un estándar globalizado a nivel de estos indicadores para garantizar una conversión práctica de los resultados. De manera similar, Millar y Hall (2013), Pathak y Dattani (2014) y Vaileanu (2017) mencionan la dificultad en la identificación de estos proxies, al punto de no encontrar los indicadores adecuados una vez se aplican, lo que en palabras de Arvidson et al. (2014) presenta variabilidad en los indicadores, lo cual reduce el nivel de confiaza depositado en la herramienta SROI. Por su parte, Cheun (2017) va más allá al mencionar que no hay disponibilidad de indicadores, y en el caso de la existencia de estos, no se utilizan los adecuados. Esto conduce a subjetividades en los procesos y decisiones de valoración mediante el SROI y en otros casos a generar un riesgo inherente de sesgo en el cálculo de este indicador para efectos de pronósticos (Valdés y Saavedra, 2019). En los procesos de mejoramiento se busca la adopción de métodos que sean efectivos y cuya implementación no implique una mayor inversión, sobre todo en el caso de empresas del tercer sector, que a menudo carecen de recursos suficientes para este tipo de inversiones. En tal sentido, Millar y Hall (2013) indican que un aspecto que genera resistencia para el uso de la herramienta es la relación costo-beneficio derivado de su implementación, referida a dificultades, especialmente en pequeñas organizaciones que lo encuentran intensivo en la utilización de tiempo (Vaileanu, 2017), lo que complica su ejecución y hace que la herramienta genere un costo oneroso (Watson y Whitley, 2017).
El siguiente punto para tratar sucede cuando la metodología SROI es aplicada en proyectos de intervención cuya problemática está siendo abordada de manera independiente por parte de varias organizaciones. Un ejemplo de ello lo constituyen las campañas para la reducción de la tasa de desempleo en las que se pueden encontrar organizaciones tales como secretarías de desarrollo municipal, cámaras de comercio, organizaciones intergremiales, instituciones educativas, sector privado, entre otros. En estas situaciones, la convergencia de varias organizaciones en la misma actividad puede generar confusión al momento de atribuir los resultados para alguna de ellas (Cheun, 2017). En este orden de ideas, Solórzano et al. (2019) sostienen que varios grupos o aquellos que implementen la metodología SROI se pueden atribuir la autoría de ciertas mejoras que incluso pueden haber ocurrido sin ninguna intervención. Estos eventos normalmente son llamados aspectos contrafactuales, que suelen generar confusión y ser cuestionados al momento de evaluar la efectividad de la metodología SROI (Cooney y Lynch, 2014).
Por último, al aplicar la metodología se puede observar la posibilidad de que los impactos sean cuantificables. Sin embargo, esta forma de medición puede conducir a la comercialización de las organizaciones sociales (Arvidson et al., 2013), debido a una priorización en la búsqueda de indicadores en el proyecto (Klemela, 2016). Por otro lado, un aspecto que predomina al momento de aplicar la metodología SROI es su relación con el tercer sector, lo cual es coherente por su enfoque social; a pesar de ello, se sostiene que se ha limitado solo a dicho sector, lo cual ha dificultado su incursión en otras esferas (Bottero y Ambrosini, 2017).
Enfoques metodológicos y objetivos buscados en el análisis
En los estudios revisados con el fin de verificar la utilización de la herramienta SROI como elemento importante en la asignación eficiente de los recursos, predominaron aquellas metodologías en las cuales se realizaron estudios de caso y que además presentaban la posibilidad de establecer comparativos entre las diferentes intervenciones. Otro método utilizado en el momento de realizar la verificación tuvo que ver con las revisiones literarias y revisiones sistemáticas, herramientas que permiten hacer un seguimiento de la evolución de un término y su respectiva utilización. Igualmente, se encontró un caso en el cual se utilizó una metodología mixta haciendo uso de un enfoque financiero, la cual mantiene el objetivo principal de producir información que pueda vincular a los diferentes grupos de interés. Por último, y atendiendo un enfoque prospectivo que permite la planeación y asignación de recursos, se dio la realización de un pronóstico utilizando la metodología SROI. Es importante considerar la frecuencia con la que se presentan los estudios de caso. En la realización de estos ejercicios se da la posibilidad de hacer uso de indicadores o proxies comunes, que son de utilidad principalmente en las etapas de planeación y evaluación. Otro aspecto importante que resulta de esta metodología es la aplicación y transferencia de métodos, ya que gracias a esto se presenta la posibilidad de estandarizar procesos en varias organizaciones. También se dieron casos en los cuales se realizó un análisis comparativo que evaluaba la forma en que era entendida y utilizada la metodología SROI. Igualmente, se verificó el uso de las herramientas requeridas para que los proyectos llegaran a buen término.
Entre las metodologías utilizadas en los estudios revisados existe un caso aislado cuyo objetivo estaba enfocado en dos aspectos fundamentales. Por un lado, se pretendía aportar una herramienta para las organizaciones del tercer sector en sus procesos de consecución de recursos; la otra instancia del proyecto pretendía aplicar la herramienta SROI de una forma más rigurosa, con el fin de dar a esta un mayor soporte técnico y académico. La metodología utilizada para obtener estos resultados fue de corte mixto, puesto que en ella se realizaron revisiones literarias (una enfocada a los beneficios del sector y otra enfocada al desarrollo de la herramienta SROI y además se realizó un estudio con los grupos de interés que iban a ser beneficiados con la intervención. En este caso, se realizaron pre- y postestudios acerca de los impactos de la intervención; todo esto con la ayuda de los grupos de interés, los cuales fueron partícipes del proceso de recolección de información en ambos momentos del proyecto. Allí se pueden encontrar nuevos proxies para una mejor aplicación de la herramienta, como también las limitantes que pueden darse al momento de recolectar la información por parte de los grupos de interés y el efecto que la falta de imparcialidad puede tener al momento de verificar los resultados reales.
Finalmente, se observaron varios casos en los cuales se acudía a las revisiones literarias para establecer la utilización de la herramienta, así como sus ventajas y limitaciones. A partir de allí se establece la necesidad de continuar desarrollando la herramienta con el fin alcanzar una mayor precisión, versatilidad y un efecto vinculante, en sentido que pueda ser utilizada en diferentes organizaciones del tercer sector.
Con relación a las empresas o instituciones con ánimo de lucro, se busca que la herramienta sea funcional en aquellas labores misionales en la cuales la relación empresa - entorno se deba fortalecer bajo prácticas de responsabilidad social empresarial, las cuales por su naturaleza requieren el soporte y la presentación de evidencias cuantitativas.
En la tabla 2 (ver anexo 2) se resumen las diferentes metodologías utilizadas en los proyectos revisados, seguido a cada una de estas se relacionan los objetivos propuestos en cada caso.
Campos en los cuales ha sido aplicada la herramienta
A lo largo del presente análisis se evidenció una tendencia a aplicar la metodología SROI en el sector salud (denominado por diferentes autores como "servicios sociales en salud") y en entidades sin ánimo de lucro o tercer sector, puesto que doce (y trece artículos, respectivamente, discutían sobre la necesidad de encontrar en los proyectos gestados la forma de justificar, en términos monetarios, los impactos que estos proyectos representaban para las diferentes organizaciones. Es importante resaltar, cuando se habla del "tercer sector", que las organizaciones pertenecientes a este grupo se consolidan una vez se crean espacios para construir perspectivas compartidas y unir esfuerzos en una causa en particular, dado que estos artículos contienen discusiones vinculantes y sus reflexiones aluden a múltiples líneas, áreas, sectores; en los que se crea una convergencia entre los diferentes esfuerzos de medición de la rentabilidad social.
Con respecto a las demás áreas de análisis, se encontró lo siguiente: i) Diseño y construcción de edificios, con tres investigaciones, en las que predominan los estudios de caso y la transformación urbana; ii) Educación, con una investigación, concentrada en la educación superior; iii) Empresas deportivas, con tres investigaciones, aquí los equipos de fútbol pretenden construir tejido social por medio de la inclusión y el patrocinio; iv) Inversión socialmente responsable, con investigaciones y una visión a la responsabilidad social empresarial; v) Emprendimiento social, con una investigación, orientada a fortalecer el emprendimiento sostenible; vi) Actividades de arte, con una investigación, resaltando el papel protagónico de este sector, vii) Administración pública, con cinco investigaciones, en las que la valoración de programas y políticas estatales era una prioridad. Es de anotar que todas las categorías anteriormente mencionadas convergen en el diálogo y cuidado de los grupos de interés, pues sería necio discutir sobre responsabilidad si no se trabaja con los demás, incluido como sujeto de gran importancia lo natural (ver figura 2). En cuanto al avance del término a nivel país, Inglaterra presenta el mayor número de estudios, con catorce investigaciones, pues una vez creado el término en Estados Unidos, fue tomado y desarrollado a profundidad por investigadores ingleses. Arvidson et al. (2013) expresan que en el Reino Unido el marco de la herramienta SROI se desarrolló bajo un programa financiado por el Gobierno con énfasis en la medición del valor social que comenzó en 2008 y fue llevado a cabo por el consorcio compuesto por la Red SROI, la New Economics Foundation, Charities Evaluation Services, el Consejo Nacional de Organizaciones Voluntarias y Nueva Capital Filantrópica.
La utilización del término no se encuentra supeditado a Inglaterra, ya que al ser un tema de interés general y con aplicación en múltiples dimensiones en el sector productivo y social, ha sido estudiado y aplicado en otros países que encuentran en la herramienta una ventaja competitiva que justifica intenciones y aplicaciones con enfoque social (ver figura 2).
Las investigaciones anteriormente mencionadas representan una porción de los avances que la herramienta SROI ha logrado desde que fue presentada, pues como se especificó en la metodología, los investigadores toman la decisión de renunciar a toda "literatura gris" que pueda existir sobre el tema de estudio. No obstante, la calidad de los artículos da rigurosidad y brinda al lector un marco de referencia fiable para continuar aportando al mejoramiento de la herramienta o para reflexionar sobre su uso.
4. CONCLUSIONES
A lo largo de esta revisión documental los autores concluyen que la metodología SROI se convierte en un medio para analizar y expresar el valor de una intervención en términos monetarios, tomando como base tanto aspectos cualitativos como cuantitativos. En este proceso de conversión es necesario tener en cuenta la impresión o experiencia de aquellos que lideran las intervenciones, así como los demás actores o grupos de interesados que participan o se ven afectados por su ejecución.
Una característica que se destaca de la metodología es la posibilidad de ajustarse a diferentes modelos organizacionales, pues tanto empresas sin ánimo de lucro como aquellas que lo persiguen reconocen que la herramienta les permite cuantificar impactos que normalmente no podrían ser medidos utilizando métodos financieros tradicionales, debido a que el SROI valora aquellos aspectos ambientales, sociales y económicos para los cuales normalmente no existe un criterio de medida que determine su valor de mercado.
Por otro lado, la existencia de puntos de referencia, a partir de los cuales se puedan desarrollar nuevas intervenciones u otras que simplifiquen su realización, representaría un importante avance para su ejecución, que a su vez impulsaría el uso de la herramienta. Sin embargo, es importante resaltar que aunque la propuesta conceptual y metodológicamente resulta eficiente y transparente, para los tomadores de decisiones implementar la propuesta demanda un dominio profundo, ya que sus resultados derivan de variables cualitativas que pueden ser difíciles de justificar.
Cabe señalar que la aplicación de este tipo de herramientas no debe requerir la utilización de un alto nivel de recursos, ya que la escasez de estos, especialmente en empresas del tercer sector, es una constante, por lo cual se buscan aprovechar al máximo los aportes recibidos con el fin de mostrar una adecuada gestión y así validar su función social.
La utilización de la metodología SROI requiere un desarrollo que se ajuste a las condiciones específicas de cada sector y región con el fin de establecer indicadores comunes de fácil adaptación. Para cumplir con lo anteriormente mencionado, los autores pretenden validar la aplicación de la herramienta, con el fin de crear estándares que contribuyan con el desarrollo y evaluación del término, para de esta manera seguir construyendo tejido empresarial con énfasis social, ambiental y económico.
Finalmente, tanto académicos como profesionales deben continuar trabajando el concepto de responsabilidad en todas sus dimensiones. Para esto son necesarias guías, representaciones gráficas, análisis documental, estudios de caso, validaciones, entre otras; las cuales contribuyen a la discusión y permitan que los métodos, herramientas o practicas utilizadas sean caminos más robustos y seguros para aquellos responsables del proceso directivo.