Introducción
Los procesos de paz en Colombia se han venido desarrollando en medio de tensiones, críticas y grandes expectativas por parte de todos los actores. Uno de estos, de gran importancia, es el empresario sobre el que no se tiene, a pesar del papel histórico jugado en el conflicto, una idea clara de su capacidad para apoyar decididamente, por ejemplo, la generación de empleo de los desmovilizados. Si bien se han dado algunos instrumentos jurídicos que abren posibilidades para esta iniciativa, los bajos niveles de innovación y competitividad de las empresas colombianas en su mayoría pequeñas y medianas llevan a pensar que no será posible una absorción de esta mano de obra de manera tan simple.
El nivel competitivo e innovador de las empresas en Colombia es bajo, pues en su mayoría son pymes y éstas son de familia en un alto porcentaje. Esto plantea grandes retos y cuestionamientos a las posibilidades de aportar a los procesos de paz desde varios puntos de vista, en especial desde las exigencias y supuestos que se plantean en el modelo del Foro Económico Mundial, en especial en los indicadores de medición comparada de distintas economías, en las que Colombia no ha podido superar desde hace varios años un puesto de relativa mediocridad. Al respecto Guzmán y Medina (2016) afirman que el ranking se calcula utilizando los datos obtenidos de la encuesta de opinión ejecutiva y datos estadísticos obtenidos por diversas agencias internacionales.
En el reporte del periodo 2016-2017 Colombia mantuvo la posición 61 entre 138 países objeto del estudio. Al comparar la posición del país con el resto del mundo, según análisis del SNCTI, la nación se mantiene como la quinta más competitiva de la región después de Chile, Panamá, México y Costa Rica.
El Foro Económico Mundial realiza el estudio global de competitividad (RCG) que le permite presentar el índice de competitividad global (ICG) desde el año l979 para medir la capacidad de una nación para lograr un crecimiento económico sostenido en el mediano plazo. Entre 140 economías, el estudio comprende 12 pilares constituidos por 112 variables, que incluyen cifras oficiales (datos cuantitativos) e información proveniente de encuestas de opinión (datos cualitativos) realizadas a más de diez mil líderes empresariales en todos los países.
En esta investigación se busca medir la percepción que de este modelo tienen empresarios y académicos de distintas regiones del país. Las siguientes son las preguntas orientadoras de esta investigación: ¿a partir del modelo de competitividad cuáles son las variables que más consenso alcanzan entre los encuestados?, ¿cuáles son las principales paradojas de la competitividad a partir de la percepción de actores?, ¿qué alternativas de gestión en el postconflicto se pueden proponer a partir de los resultados del estudio?,
El Objetivo del estudio es identificar las variables del modelo que más consenso generan en la percepción, mediante análisis estadístico con la finalidad de proponer alternativas a una gestión competitiva de las pymes para los próximos escenarios postconflicto de la realidad colombiana. Cómo objetivos específicos se plantean: 1) revisar los conceptos de innovación y competitividad de pymes en el contexto del postconflicto colombiano; 2) medir la percepción que, sobre las variables del modelo, tienen actores de empresas pymes y académicos; 3) sugerir alternativas de gestión en función de la competitividad empresarial colombiana en el contexto del postconflicto
Los resultados aportan en la identificación de la percepción del micro y pequeño empresario acerca del nivel de competitividad de estas empresas que representan más del 95% del tejido empresarial, en contextos del postconflicto colombiano. Esta situación es altamente problemática, pues las expectativas frente a los procesos de paz que se adelantan conciben un papel activo del empresariado colombiano, pero desde la percepción de los expertos y actores de estas empresas, la realidad es diferente.
Revisión de Literatura
Los empresarios y el proceso de paz
La violencia en Colombia envuelve múltiples violencias que a su vez demandan múltiples soluciones (Tirado Mejía, 1995, p.128); una larga historia de cerca de 200 años (Deas, 1993) singularmente nos muestra tipologías de violencia de corte político, económico, militar, policial, religioso y cultural que nos permiten reconocer una experiencia de partidos fuertes, Estado débil y fracturado así como de nación dividida (Wills Obregón, 2014, p.4). No obstante, aunque actualmente se considera que una situación de paz para Colombia lo es para el mundo; Colombia ha sido identificada como una de las naciones más violentas del mundo y con uno de los conflictos también más antiguos del continente americano, especialmente, el conflicto guerrillero (PNUD, 2016, p.30).
La negociación de paz entre el gobierno colombiano y las FARC representa el fin del conflicto y el inicio de un gran desafío de construcción colectiva de futuro (Rueda, Alvarado, & Gentili, 2016, p.11). El caso colombiano ha servido de ilustración mundial para derivar aprendizajes en torno de la contribución de la empresa multinacional a la agudización del conflicto armado, en contextos de países con economías de guerra, basada en los recursos naturales y la estrategia de la obstrucción en la extracción (Bartel, 2006, p. 7). La guerra ha sido funcional a la estrategia y ha favorecido a las trasnacionales que están en estos sectores (Estrada, 2016, p.105). No cabe duda que los procesos de paz conllevarán un mejoramiento del índice global de desarrollo humano en tanto este es función de las libertades ampliadas con base en el funcionamiento, las capacidades y el agenciamiento; en este sentido, la riqueza de la vida y la riqueza económica podrán consolidarse, es decir, estarán sustentados en un enfoque multidimensional del bienestar que va más allá del enfoque del ingreso (PNUD, 2016, p.iv).
El mercado laboral y los desmovilizados es un asunto de gran envergadura, pues el riesgo de la reincidencia y la deficiente conceptualización de la gobernanza en la que se tejan espacios concretos de participación del privado en los asuntos de orden nacional (Lache Peña, 2016). En la reintegración, según el Conpes 3554 (Reintegración, 2008), las partes implicadas deben acordar tanto la reconciliación como la reincorporación a la vida civil y económica; en este caso, las empresas, por cuestión de seguridad, no contratan directamente sino que optan por la capacitación y desarrollo emprendedor mediante fundaciones u otros medios, según Angelika Rettberg (2012) citado por Lache Peña (2016, p.10). Los retos y perspectivas, que a la vez son propuestas de acción, de los empresarios colombianos en la construcción de la paz, se reducen a la lucha contra los saboteadores generando clima de confianza, aplicar los instrumentos, participar en la construcción de agendas territoriales, afrontar la tarea del financiamiento de manera creativa, la gestión de la negociación del conflicto mismo (Grasa, 2015, p.1).
Los retos de los empresarios en la construcción de la paz son diversos y están relacionados con las infraestructuras de paz que, según Gallego (2016, p.8) citando a Ryan (2013, p.15), pueden ser estructuras interdependientes, mecanismos, recursos, valores y habilidades que son de orden preventivo y permiten construir paz si se gestionan en niveles de consulta y diálogo. El desafío del postacuerdo debe enfrentarse mediante acciones consensuadas con el sector empresarial pues su papel es fundamental en la consolidación de la democracia; puede decirse que la paz y el desarrollo económico van de la mano, por eso el papel del empresario en el postconflicto es estratégico.
La responsabilidad social empresarial, como un aspecto central en los procesos de paz, adquiere un sentido mayor en el caso del postconflicto en Colombia, así como en el caso del África Subsahariana (Prandi & M., 2010). Podríamos afirmar que los acuerdos de la Habana deben convertirse en un ejercicio de aprendizaje, pues la violencia en Colombia, como fue enunciado, nos es un asunto de confrontación guerrillera, sino de delincuencia común, de violencia de Estado, de luchas ideológicas radicales y fundamentalistas que, en la mayoría de los casos, pasan inadvertidas. En este sentido pues, y a pesar de la crítica ácida en muchos estudios en los que se considera que la empresa es un factor del conflicto, también lo es, especialmente la empresa privada local, un agente vital en la creación de empleo y oportunidades de emprendimiento a largo plazo, sobre todo si se cuenta con las condiciones necesarias para ello (Prandi & M., 2010, p.35).
La economía del conocimiento y los desafíos para las empresas pequeñas y medianas
Cada día es más conocido que la economía del conocimiento es aquella en la que la investigación científica y tecnológica incide radicalmente en la innovación y la productividad empresarial, pues exige de éstas grandes transformaciones en la administración para poder alcanzar los estándares de la gestión en contextos de conocimiento, la llamada productividad sistémica (Motta, Moreno, & Borrastero, 2017). El conocimiento es el resultado de la innovación la cual incrementa el nivel competitivo sofisticando tanto la demanda como la oferta (Galvez Albarracin & García Pérez de Lema, 2012); nos encontramos pues en la era del conocimiento, cuya economía es del conocimiento, que presiona no solo el crecimiento económico, sino el impacto en la calidad de vida, asunto que no se sabe hoy si es de manera positiva o de manera negativa, pues la concentración de capital nos indica que el crecimiento económico es altamente concentrado y desigual en distintas regiones del mundo, pues
El Ingreso Nacional de apenas el 10% de individuos con mayores ingresos (el decil superior) era 37% en Europa, 41% en China, 46% en Rusia, 47% en Estados Unidos-Canadá y aproximadamente 55% en África Subsahariana, Brasil e India. En Medio Oriente, la región más desigual del mundo de acuerdo a nuestras estimaciones, el decil superior se apropiaba del 61% del Ingreso Nacional (World Inequality Lab, 2018, p.5).
En el actual contexto de liberalización de los mercados, no solo la rentabilidad es el indicador de desempeño superior sino, fundamentalmente, el incremento de los niveles de bienestar de unos pocos, como lo muestra el informe OXFAM (2016), que sostiene que se trataría de acabar con los privilegios y la concentración de poder para que la economía no esté al servicio del 1% (OXFAM, 2016).
Productividad y competitividad
La productividad es un método evaluativo para identificar resultados más eficientes a un menor costo, tendientes a satisfacer los clientes e incrementar la rentabilidad mediante hardware, software y humanware (encolombia.com, 2016); además “es la relación entre el producto generado y los factores que contribuyen a lograr esa producción”. Esta puede variar por un sinnúmero de factores, como son los insumos materiales, humanos, tecnológicos y de capital, además de la forma como la empresa se organiza, mejora sus productos y genera nuevos. (Baz & Rubio, 2004, p.17). Frente a los retos globales no son los países quienes compiten, sino sus empresas según Krugman (1994); entonces, sin empresarios y sin empresas un país no puede progresar (Baz & Rubio, 2004).
En la década de 1990 en Colombia, los efectos de la globalización sobre las pymes “tienden a sugerir la presencia de efectos tales como, cambio tecnológico y/o incremento en la dependencia de la gran empresa; ambas posibilidades con impacto no muy claro sobre crecimiento no empobrecedor, por con posibles efectos sobre el empleo” (Restrepo Gómez, 2007). La productividad laboral es necesaria si se quiere incrementar la competitividad de las pymes; así se ve en el caso del sector textil de Bucaramanga (Jaimes, 2015). Las pymes posibilitan la competitividad del país, pero en el marco de una política económica que lo conciba y lo facilite (López, 2014). El sector textil-moda, caso Bogotá muestra que la estrategia de clusterización permite al país alcanzar niveles innovación de competitiva, similar a otros países (Monroy, 2012).
La política nacional de competitividad y productividad establecida en el Conpes 3527 de junio de 2008 y soportada en la ley y 811 de 2003, propone los pilares que permitirán al país llegar al 2030 en un proceso de crecimiento; tales pilares contemplan: modelos de integración de cadenas productivas, clúster, parques industriales y tecnológicos, así como zonas francas; fortalecimiento de la productividad y su relación con el empleo; el desarrollo del talento humano; el fomento de la ciencia y la tecnología; y, por último, estrategias transversales de promoción de competencia e inversión. Frente a este proceso macro de transformación se debe tener en cuenta que se sabe que deben “desarrollarse condiciones internas de las empresas con el fin de generar un contexto político y económico en el cual las mismas puedan perfeccionarse y superar las dificultades que su tamaño trae” (Montoya, 2010, p.116). En el caso de las pymes es necesario realizar grandes esfuerzos para garantizar un gobierno corporativo con fundamentos en las tecnologías de información y comunicación, pues muchas de estas organizaciones no comprenden el papel de las TI en consolidación de la ventaja competitiva (Jimeno Gonzalez, Ariza Colpas, & Piñeres Melo, 2017, p.7).
Innovación y competitividad en las mipymes
Innovatio, innovationis aluden a “algo recientemente introducido, como un nuevo método o dispositivo” Nelson (1999) citado por Glosbe (2016, p.1). Sin embargo, según el contexto son muchas las acepciones de este término García-Gonzalez (2012). Alude a cambio, alteración, modificación, transformación, corrección, rectificación; es cambio que introduce novedades para su aplicación práctica generadora de rendimientos económicos. En el mundo de la gerencia empresarial conlleva la aplicación de nuevas ideas para permitir el incremento de la productividad; por otra parte, “la competitividad se ha asociado cada vez más a la innovación, al conocimiento y al desarrollo tecnológico” (Pérez-Zúñiga, Camacho-Castillo, & Arroyo-Cervantes, 2013, p.2).
La innovación implica rupturas del statu quo, o lo que es lo mismo, destrucción creativa que rompe la linealidad de la teoría económica tradicional walrasiana que, según Schumpeter (1997, p.72), no puede pensar los cambios que el mismo sistema económico produce, lo que significa que la innovación generada por el empresario responde a discontinuidades, contradicciones y tensiones (Segura, 2006, p.3).
El empresario es, por su parte, el agente del cambio al realizar destrucciones creativas mediante nuevas combinaciones; no es inventor, solo es un realizador práctico de ideas que existen en la sociedad (1997, p.97). En esta línea de reflexión, Segura (2006, pp. 9-10) citando a Schumpeter (1997) sostiene que los empresarios deben sortear tres obstáculos: la incertidumbre para la toma de decisiones; los obstáculos psíquicos que genera el enfrentarse a una nueva tarea; y los obstáculos sociales al tener que nadar contra la corriente. En el trabajo que propone Schumpeter puede afirmarse que la innovación es pues una contribución del empresario para el progreso social, en cuanto el empresario rompe con las rutinas tradicionales. “Debe ser una persona con dotes de liderazgo, y con un talento especial para identificar el mejor modo de actuar. El emprendedor tiene la habilidad de ver las cosas como nadie más las ve (Carrasco & Maria-Soledad, 2008, p.122) y estas condiciones implican el manejo de las emociones y la capacidad de atracción por la obra; así lo plantea el mismo Schumpeter, (1934), citado por (Carrasco & Maria-Soledad, 2008, p.123) al afirmar que es un liderazgo emprendedor capacitado para impresionar al grupo social y arrastrarlo hacia su innovación.
Desde esta perspectiva es posible la ampliación de la teoría schumpetereana en su noción de energía emocional permite “enlazar la micro- economía con la macroeconomía a través de la unión de la innovación, la comercialización y la creación de empresas con el crecimiento económico. Éste es un modelo complejo y multidimensional, cuyo valor ha sido reconocido más por los estudiosos de la creación de empresas” (Gross, 2005), citado por (Valencia, 2011, p. 26).
Innovar entonces consiste en generar nuevas combinaciones de los factores productivos existentes en las que el empresario juega un papel trascendental, en este sentido Contreras y Blanco (2008, p.4) afirman que la innovación puede ser de tipo comercial o estar orientada a la procesos de mejoramiento o a la creatividad, no necesariamente a la tecnología conforme Schumpeter citado por García (2000) “la innovación también podría referirse a nuevas formas organizativas, la apertura de mercados, la apertura a accesos a fuentes de aprovisionamiento, entre otras” (García, 2000, p.102). Ahora bien, desde la perspectiva de la I+D, en lo referente a la introducción de nuevos sectores, y desde la perspectiva del avance tecnológico, varios estudios consideran que la innovación es un factor determinante del crecimiento económico.
Desde la perspectiva de Schumpeter (1997) el capitalismo es una metodología de cambio económico dinámico que va en contra de las nociones neoclásicas de constantes parametrales; en este sentido, el desarrollo económico es el resultado de alteraciones y transformaciones internas; es discontinuidad, alteración del equilibrio. De ahí que el crecimiento económico poco tiene que ver con la competencia perfecta, pues las ganancias obedecen a situaciones temporales de monopolio o cuasimonopolio que se perderán a partir de la difusión de los conocimientos; la ganancia, por su parte, no es el resultado del equilibrio económico sino fruto de las actividades desestabilizadoras de los emprendedores. Así, el capitalismo entendido como un comportamiento de discontinuidad, obedece a la actividad de los grupos de innovadores y emprendedores.
La innovación desde esta perspectiva se puede comprender como la introducción al mercado de un bien o servicio o proceso metodológico empresarial, la creación de una fuente de suministros, la apertura de un nuevo mercado, bajo la condición de aceptación de la innovación por parte del mercado y la generación de niveles de competitividad.
Schumpeter considera el proceso de producción como una combinación de fuerzas productivas, las que, a su vez, están compuestas por fuerzas materiales y fuerzas inmateriales. Las fuerzas materiales las componen los llamados factores originales de la producción (trabajo, tierra y capital, medios de producción producidos). Las fuerzas inmateriales las componen los ´hechos técnicos´ y los ´hechos de organización social´, que, al igual que los factores materiales, también condicionan la naturaleza y el nivel del desarrollo económico. (Montoya Suárez, 2004, pp.209-210).
En la función de producción para Schumpeter los factores son los medios de producción, los recursos naturales, la fuerza de trabajo, la tecnología e innovación, y los aspectos socioculturales. De esta manera, para Schumpeter, “el aumento de la producción depende de la tasa de cambio de los factores productivos, la tasa de cambio de la tecnología y la tasa de cambio del ambiente socio-cultural” Montoya-Suárez (2004, p.210). Esto permitió al autor establecer la diferencia entre crecimiento económico y desenvolvimiento o desarrollo económico, pues el uno corresponde al incremento de los medios de producción y de la población que es de manera constante, cuantitativo y estático; mientras el segundo alude al cambio, a la discontinuidad, a la alteración de manera cualitativa y dinámica (Montoya Suárez, 2004, pp.210-211).
Lo que mueve el desarrollo económico entonces es la tecnología y la innovación de tipo tecnológica, en una dinámica no incremental sino radical, la de los cambios revolucionarios y transformaciones decisivas de tipo social. Aunque existe una gran tendencia a considerar que los aspectos socioculturales no son decisivos pues se considera un determinismo tecnológico, no obstante es indudable que la ciencia y la tecnología juegan un papel importante en el desarrollo de las fuerzas productivas, pero no se puede perder de vista que éstas no son autónomas, que, por el contrario, su papel en el desarrollo lo ejerce en y desde determinadas condiciones socio-económicas que determinan su carácter, funcionamiento e impactos (Montoya Suárez, 2004, p.212).
Michael Porter (1985) ha dedicado gran parte de su trabajo a desarrollar las nociones de estrategia, competitividad y ventaja que han transformado no solo el pensamiento económico sino también el gerencial.
Michael Porter ha desarrollado ampliamente el concepto de competitividad económica desde 1978 hasta nuestros días, comenzando con la noción de fuerzas competitivas como base de la estrategia, y de la ventaja de un país, una región y una empresa. Su pensamiento ha aportado nociones importantes para la gerencia como cluster empresarial, los grupos estratégicos, la responsabilidad social corporativa y el valor compartido. Por sostiene que, por un lado, “La competitividad de una nación depende de la capacidad de sus industrias para innovar y mejorar” (Porter M., 2009, p.163); y por otro, la gran dificultad que se tiene es que, si bien “el concepto de empresa competitiva está claro, el de nación competitiva no lo está” (Porter M., 2009, p.167), pues no solo obedece a fenómenos macroeconómicos, ni a microeconómicos como la mano de obra, ni a ventajas comparativas, ni a políticas públicas, ni siquiera aún a las diferencias en las prácticas de gestión. Como dice el mismo autor “ninguna de estas explicaciones es ampliamente satisfactoria; ninguna es suficiente por sí sola para justificar la posición competitiva de las industrias de un país. Todas ellas contienen alguna verdad; pero parece ser que lo que actúa es un conjunto de fuerzas más amplio y complejo” (Porter M., 2009, pp.176-178).
Parece ser que el único concepto significativo que explique la competitividad nacional es la productividad entendida como valor de la producción por unidad de la mano de obra y el capital, asunto que depende tanto de la calidad y de las características de los productos (las cuales determinan los precios que pueden alcanzar) como de la eficiencia como son producidos; en sí, es el determinante fundamental del nivel de vida de una nación a largo plazo; es la causa fundamental de la renta per cápita nacional.
La productividad de los recursos humanos determina los salarios de los trabajadores; la productividad con que se emplea el capital determina el rendimiento que obtienen los propietarios. El nivel de vida de una nación depende la capacidad de sus empresas para lograr altos niveles de productividad y aumentar ésta a lo largo del tiempo (Porter M., 2009, p.168).
En el caso latinoamericano desde hace varios años se ve la necesidad de desarrollar capacidades que permitan enfrentar estos retos. Así, “El desafío para las Pymes incluye la necesidad de diseñar una agenda estratégica innovadora y la definición de una secuencia y tiempos de concreción de un conjunto de acciones complejas, en el marco de una mayor flexibilidad para ajustarse a los cambiantes escenarios futuros” (Kantis, 1996, p.1).
La innovación es sin lugar a dudas un factor clave en el desarrollo regional y de igual forma en la competitividad empresarial en la medida en que incide directamente en el incremento de la productividad. No obstante, hoy se considera que la innovación, más que una acción independiente de las empresas, es el resultado de sistemas integrados en sentido regional en donde, “se producen cambios de forma continuada, numerosas interacciones entre los agentes y no existirá crecimiento sin contar con un sistema de innovación que vincule la tecnología, las empresas y las instituciones” Vence (1998) citado por (Rodeiro & López, 2007). Esto significa que el vínculo con el entorno es una condición necesaria para permitir que la innovación sea posible en las micro, pequeñas y medianas empresas; así se plantea desde la CEPAL al considerar la innovación de este tipo de empresas en América Latina, pues ejerce gran influencia la capacidad de las firmas de interpretar las señales de mercados y especialmente las oportunidades y necesidades competitivas a las que se enfrentan; y por otro, modifica sus capacidades de aprendizaje, para detectar, interpretar, adaptar e incorporar nuevos conocimientos, afinando y potenciando sus competencias. (Dini & Stumpo, 2011, p.14).
La innovación en las mipymes requiere de procesos rigurosos de gestión; no obedece a una actividad libre e improvisada por parte de los distintos actores. En Latinoamérica no está explícita la estrategia que se sigue para alcanzar una gestión de la innovación tecnológica. En estudios realizados en mipymes manufactureras (Ortiz, 2006) se pueden resaltar fortalezas como la flexibilidad, la velocidad de respuesta ante cambios externos, la comunicación interna efectiva; debilidades como la infraestructura de investigación y desarrollo, el poco poder de mercado, la fragilidad de los canales de distribución, la falta de recursos financieros para emprender actividades de investigación de mercados y tecnologías, la poca capacidad para la fabricación y el diseño/rediseño de maquinaria y equipo, para la organización de la producción y los programas de entrenamiento continuo.
No cabe duda que la innovación es una herramienta indispensable para la competitividad exportadora de la mipymes colombianas “porque permite la adaptación a las exigencias presentes de los mercados, llevando a las organizaciones a la competitividad, la permanencia y el crecimiento y con base en ellas desarrollar estrategias que le permitan diferenciarse y posicionarse en los mercados internacionales y nacionales” (Álvarez-Elizalde, 2014, p.1).
Para (Gómez & Daniel, 2014, p.1) en una estrategia de ciencia, tecnología e innovación empresarial se deben tener en cuenta seis pilares:
1) una institucionalidad publica coordinada y articulada entre sí, y con los demás actores del sistema, incluyendo particularmente las empresas, y universidades y centros de investigación, 2) el financiamiento -que puede ser público o privado o una combinación de ambos-, basado en “grants”, exenciones tributarias o capital semilla y de riesgo, 3) un talento humano, incluido el gerencial, crítico para liderar los proyectos de emprendimiento dinámico, innovación y los procesos de generación de conocimiento, 4) el desarrollo o transferencia de avances científicos y tecnológicos a través de la investigación teórica o aplicada, 5) a través de la propagación de una cultura de innovación y emprendimiento fortalecer la capacidad de traducir las ideas en bienestar y desarrollo para la sociedad, y 6) un entorno competitivo que facilite la generación de emprendimiento y la consolidación de empresas.
Este escenario es un punto de referencia para realizar este estudio descriptivo con base en los criterios metodológicos del Foro Económico Mundial que permite identificar el estado y las problemáticas de la innovación en las mipymes, como factores clave en pro del mejoramiento competitivo de las empresas de tamaño micro y pequeño, así como la competitividad del país.
Para analizar e interpretar la información recolectada en el trabajo de campo se proponen las siguientes hipótesis: 1) el desconocimiento de los factores de innovación y competitividad que tiene en cuenta el Foro Económico Mundial puede afectar la gestión de los empresarios de las micro y pequeñas empresas; 2) la disposición tecnológica, la sofisticación de los negocios y la innovación son los factores que más pueden afectar la competitividad de las micro y pequeñas empresas; 3) la colaboración y articulación entre la Academia y el sector productivo no tiene efectos trascendentales en la productividad de las regiones objeto de estudio.
Metodología
Este estudio es de carácter estadístico descriptivo con cuestionarios trabajados en valores cualitativos ordinales, a través de la medición de la percepción de los factores y variables del modelo de Competitividad del Foro Económico Mundial. Se aplicaron cuestionarios a una muestra de 45 académicos de ciencias económicas y administrativas y a 137 empresarios pymes de varias regiones de Colombia durante 2016 y 2017, con la escala Likert valorada de 1 a cinco, siendo 5 la aceptación plena y 1 la no aceptación; para los resultados se trabajaron estadísticos tales como la media, la mediana y la desviación estándar por cada variable del factor. Y para posibilitar la comprensión e interpretación de los resultados se aplicaron el coeficiente de correlación R de Spearman y el coeficiente de determinación R² por la naturaleza de la escala trabajada.
El modelo metodológico considera la hipótesis genérica en la que se afirma que tanto la percepción que tienen los empresarios como la de los académicos es pesimista en cuanto la competitividad, según el WEF se requiere de condiciones macroeconómicas avanzadas, las cuales no son posibles de alcanzar en el corto y mediano plazo por parte de países en vías de desarrollo como Colombia, máxime en un escenario de postconflicto y reformas fiscales.
Se plantean las siguientes hipótesis para dilucidar en el estudio:
H1: La competitividad en las pequeñas y medianas empresas en el postconflicto está condicionada por el cambio de las políticas económicas y educativas de cara a fortalecer la capacidad productiva y tecnológica
H2: El desconocimiento de la importancia de la investigación como factor de innovación obedece a la falta de integración de la universidad y la empresa
H3: Las pymes existe se orientan al mercado local por falta de preparación del empresario frente a los mercados internacionales
H4: La educación en general y su relación con la investigación es un factor determinante de la competitividad de las empresas pymes.
H5: La infraestructura disponible para la acción de las pymes es una limitante para su crecimiento y para la generación de empleo.
Instrumentos de medición
Para cumplir con el objetivo del estudio, se diseñaron dos cuestionarios, uno destinado a los expertos y el otro a los empresarios, integrados por dos bloques de preguntas referidos a los datos sociodemográficos y a los factores con sus respectivas variables para su valoración mediante una escala de Likert de 5 puntos, donde (1) es Completamente en desacuerdo hasta (5) Completamente de acuerdo. A continuación, se presentan los dos cuestionarios.
Resultados
Análisis de resultados de la encuesta a empresarios de la encuesta a expertos Coeficientes de correlación y determinación por factores
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
Institucional | EXINST2 | EXINST1 | 0,79 | 0,63 |
EXINST3 | EXINST1 | 0,76 | 0,58 | |
EXINST3 | EXINST2 | 0,73 | 0,53 | |
EXINST4 | EXINST3 | 0,55 | 0,30 | |
EXINST5 | EXINST1 | 0,66 | 0,44 | |
EXINST5 | EXINST3 | 0,81 | 0,66 | |
EXINST5 | EXINST4 | 0,61 | 0,37 |
Fuente: Autores
Existe una alta correlación y una media alta determinación entre la ética y el cumplimiento del marco ético del gobierno de las firmas; de igual manera se da esta relación entre la protección de la propiedad intelectual y los derechos de propiedad.
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | ||
---|---|---|---|---|---|
Infraestructura | EXINFR8 | EXINFR7 | 0,50 | 0,25 | |
EXINFR10 | EXINFR7 | 0,58 | 0,34 | ||
EXINFR10 | EXINFR9 | 0,60 | 0,37 | ||
EXINFR12 | EXINFR9 | 0,59 | 0,35 | ||
EXINFR12 | EXINFR10 | 0,65 | 0,43 | ||
EXINFR12 | EXINFR11 | 0,58 | 0,34 |
Fuente: autores
La telefonía y los aeropuertos tienen una correlación medio alta y una determinación medio baja; los puertos, las vías férreas y las carreteras no contribuyen de manera importante en la competitividad
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Macro economía estable | EXMACR17 | EXMACR13 | 0,49 | 0,24 |
Fuente: autores
La deuda pública y el déficit tienen una correlación media y una determinación baja.
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Salud y Educación primaria | EXEDUPRI19 | EXEDUPRI18 | 0,49 | 0,239 |
EXEDUPRI 22 | EXEDUPRI 21 | 0,68 | 0,46 | |
EXEDUPRI 23 | EXEDUPRI 21 | 0,61 | 0,37 | |
EXEDUPRI 24 | EXEDUPRI 21 | 0,49 | 0,37 | |
EXEDUPRI 24 | EXEDUPRI 23 | 0,61 | 0,37 | |
EXEDUPRI 25 | EXEDUPRI 23 | 0,50 | 0,25 |
Fuente: autores
La expectativa de vida y el decrecimiento de la mortalidad infantil tienen una correlación medio alta y una determinación medio baja. El incremento de la cobertura y la calidad en salud y educación se correlacionan de manera media y se determina de manera medio baja.
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Educación superior y capacitación | EXEDUSUP 26 | EXEDUPRI 21 | 0,50 | 0,25 |
EXEDUSUP 26 | EXEDUPRI 22 | 0,50 | 0,25 | |
EXEDUSUP 26 | EXEDUPRI 24 | 0,57 | 0,33 | |
EXEDUSUP27 | EXEDUPRI 24 | 0,51 | 0,26 | |
EXEDUSUP27 | EXEDUSUP26 | 0,66 | 0,44 | |
EXEDUSUP28 | EXEDUPRI 23 | 0,60 | 0,36 | |
EXEDUSUP28 | EXEDUSUP27 | 0,57 | 0,32 | |
EXEDUSUP28 | EXINFR9 | 0,59 | 0,34 | |
EXEDUSUP29 | EXINFR9 | 0,51 | 0,26 | |
EXEDUSUP30 | EXINFR10 | 0,51 | 0,26 | |
EXEDUSUP30 | EXEDUSUP27 | 0,49 | 0,24 | |
EXEDUSUP30 | EXEDUSUP28 | 0,55 | 0,30 | |
EXEDUSUP30 | EXEDUSUP29 | 0,78 | 0,62 | |
EXEDUSUP32 | EXINFR9 | 0,59 | 0,35 | |
EXEDUSUP32 | EXEDUPRI23 | 0,59 | 0,35 | |
EXEDUSUP32 | EXEDUSUP27 | 0,50 | 0,25 | |
EXEDUSUP32 | EXEDUSUP28 | 0,54 | 0,30 | |
EXEDUSUP32 | EXEDUSUP29 | 0,52 | 0,27 | |
EXEDUSUP33 | EXINFR9 | 0,66 | 0,44 | |
EXEDUSUP33 | EXINFR10 | 0,49 | 0,24 | |
EXEDUSUP33 | EXINFR12 | 0,62 | 0,38 | |
EXEDUSUP33 | EXEDUSUP30 | 0,56 | 0,32 | |
EXEDUSUP33 | EXEDUSUP32 | 0,64 | 0,41 | |
EXEDUSUP34 | EXINFR9 | 0,61 | 0,37 | |
EXEDUSUP34 | EXINFR12 | 0,53 | 0,28 | |
EXEDUSUP34 | EXEDUSUP33 | 0,65 | 0,43 |
Fuente: autores
El mejoramiento de la calidad educación científica y matemática en los últimos años tienen una alta correlación y determinación; de igual manera el incremento de la cobertura en educación terciaria y secundaria, así como la investigación especializada y el incremento de la educación secundaria. Las variables de este facto guardan una correlación y determinación entre media y medio alta.
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Eficiencia del mercado de bienes | EXEFMB35 | EXINFR9 | 0,51 | 0,26 |
EXEFMB35 | EXINFR12 | 0,62 | 0,38 | |
EXEFMB35 | EXEDUPRI19 | 0,54 | 0,30 | |
EXEFMB35 | EXEDUSUP27 | 0,49 | 0,24 | |
EXEFMB35 | EXEDUSUP28 | 0,54 | 0,29 | |
EXEFMB35 | EXEDUSUP32 | 0,51 | 0,26 | |
EXEFMB35 | EXEDUSUP33 | 0,56 | 0,32 | |
EXEFMB35 | EXEDUSUP34 | 0,50 | 0,25 | |
EXEFMB36 | EXEDUPRI 25 | 0,51 | 0,26 | |
EXEFMB37 | EXEDUSUP36 | 0,59 | 0,34 | |
EXEFMB41 | EXMACR14 | 0,51 | 0,26 | |
EXEFMB41 | EXEDUPRI 22 | 0,55 | 0,30 | |
EXEFMB41 | EXEDUPRI 23 | 0,49 | 0,24 | |
EXEFMB41 | EXEDUSUP 26 | 0,54 | 0,29 |
Fuente: autores
La intensidad de la competencia local y la telefonía se correlacionan de manera medio alta y se determinan de manera medio baja. De igual manera, la intensidad de la competencia local se correlaciona con la disponibilidad de la investigación especializada de manera medio alta y se determina de manera medio baja.
Análisis de resultados de la encuesta a empresarios
Coeficientes de correlación y determinación por factores
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Eficiencia del mercado laboral | EMLAB4 | EMLAB1 | 0,52 | 0,16 |
EMLAB4 | EMLAB3 | 0,53 | 0,28 | |
EMLAB5 | EMLAB1 | 0,51 | 0,27 |
Fuente: autores
Se identifican correlaciones medias y determinaciones bajas entre la productividad reconocida en los pagos y la flexibilidad laboral, así como el mejoramiento de las prácticas de contratación y despido. De la misma manera la fuga de cerebros se correlaciona y determina de manera media y baja con la flexibilidad laboral.
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
Sofisticación del mercado financiero | EMFINA10 | EMFINA9 | 0,58 | 0,39 |
EMFINA11 | EMFINA10 | 0,62 | 0,39 |
Fuente: autores
La existencia de regulación de intercambios y la disponibilidad de capital de riesgo se correlacionan de manera medio alta y se determinan de manera medio baja; de igual manera, la disponibilidad de capital de riesgo y la existencia de protección al inversionista se correlacionan de manera medio alta y se determinan de manera medio baja.
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Disposición tecnológica | EMETC14 | EMTEC13 | 0,69 | 0,48 |
EMETC16 | EMTEC15 | 0,68 | 0,47 | |
EMETC17 | EMTEC16 | 0,56 | 0,32 | |
EMETC18 | EMTEC15 | 0,57 | 0,32 | |
EMETC18 | EMTEC17 | 0,61 | 0,37 |
Fuente: autores
El buen nivel de absorción de las tecnologías por parte de las firmas y la disponibilidad de últimas tecnologías se correlacionan de manera medio alta y se determinan de manera media
Igualmente, el incremento del uso de Internet y de los suscriptores de telefonía celular; así como la disponibilidad de computadores personales.
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Tamaño del mercado | EMDEM20 | EMDEM19 | -0,08 | 0,01 |
Fuente: autores
Los empresarios pymes perciben el mercado internacional como una amenaza o tienen una percepción muy negativa de este mercado frente al mercado local
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Sofisticación de los negocios | EMNEG25 | EMDEM20 | 0,64 | 0,41 |
Fuente: autores
El control de la distribución internacional y el Mercado extranjero se correlacionan de manera medio alta y se determinan de manera medio baja.
Factor | Variables | Coef correlación | Coef determinación | |
---|---|---|---|---|
Innovación | EMNEG29 | EMNEG26 | 0,51 | 0,26 |
EMNEG30 | EMNEG26 | 0,50 | 0,25 | |
EMNEG30 | EMNEG29 | 0,55 | 0,30 | |
EMNEG31 | EMNEG30 | 0,75 | 0,56 | |
EMNEG31 | EMNEG25 | 0,55 | 0,31 | |
EMNEG31 | EMNEG26 | 0,52 | 0,27 | |
EMNEG32 | EMNEG31 | 0,48 | 0,23 | |
EMNEG33 | EMNEG30 | 0,49 | 0,24 | |
EMNEG33 | EMNEG32 | 0,52 | 0,27 | |
EMNEG34 | EMNEG33 | 0,60 | 0,37 | |
EMNEG35 | EMNEG30 | 0,51 | 0,24 | |
EMNEG35 | EMNEG33 | 0,53 | 0,28 | |
EMNEG35 | EMNEG34 | 0,61 | 0,38 |
Fuente: Autores
Los gastos de las compañías en investigación y desarrollo y la calidad de las instituciones de investigación se correlacionan y determinan de manera medio alta. Por otra parte, Utilidad de las patentes y la disponibilidad de científicos e ingenieros se correlacionan de manera medio alta y se determinan de manera medio baja; de igual manera sucede con la disponibilidad de científicos e ingenieros y las compras de productos de alta tecnología por parte del gobierno.
Conclusiones
Frente a los retos del postconflicto en relación a la cantidad y la calidad de los empleos que se deben proveer y crear, los resultados de estudio plantean un escenario pesimista, pues tanto los expertos como los actores empresarios no ven en el modelo de competitividad que ha asimilado Colombia mayores posibilidades de crecimiento.
La ética y el cumplimiento del marco ético del gobierno, así como la protección de la propiedad intelectual y los derechos de propiedad, son variables que deben tenerse en cuenta desde la perspectiva institucional de la política pública, para el fortalecimiento de las pymes de cara a los compromisos asumidos en el postconflicto.
La infraestructura de carreteras, puertos y aeropuertos, la deuda pública y el déficit, son un factor crítico en el desarrollo de los negocios, son factores críticos en este estudio. El incremento de la expectativa de vida y el decrecimiento de la mortalidad infantil, al igual que el mejoramiento de la calidad educación científica y matemática, y la investigación especializada contribuyen en el desarrollo social y el crecimiento de las empresas.
La competencia local, la disponibilidad de la investigación especializada y las tecnologías de información y comunicación inciden en la calidad de las prácticas gerenciales en las empresas.
La productividad reconocida en los pagos y la flexibilidad laboral, así como el mejoramiento de las prácticas de contratación y despido, y la fuga de cerebros se correlaciona son factores que no favorecen a las empresas para enfrentar los retos y los desafíos del postconflicto.
La existencia de regulación de intercambios y la disponibilidad de capital de riesgo, así como la protección al inversionista deben considerarse como aspectos estratégicos para que las empresas aporten a los procesos de paz y postconflicto.
La absorción de las tecnologías y la disponibilidad de últimas tecnologías, así como el incremento del uso de Internet y de los suscriptores de telefonía celular, también son factores estratégicos para la participación de las pymes de manera decisiva.
Si bien los empresarios perciben de manera negativa los mercados internacionales, es preciso formarlos en las prácticas de mercadeo y distribución internacional.
Es preciso revisar las políticas económicas y educativas de cara a ayudar a las empresas en sus gastos en investigación y desarrollo, el vínculo con instituciones de investigación de calidad, el uso de patentes en relación con la disponibilidad de científicos e ingenieros.
El estudio permitió validar las hipótesis planteadas. Por eso en el postconflicto, las pymes podrán jugar un papel decisivo sí se mejoran los instrumentos de apoyo y la integración del conocimiento.