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Anagramas -Rumbos y sentidos de la comunicación-

Print version ISSN 1692-2522On-line version ISSN 2248-4086

anagramas rumbos sentidos comun. vol.23 no.45 Medellín July/Dec. 2024  Epub June 27, 2024

https://doi.org/10.22395/angr.v23n45a08 

Artículos

Teléfono móvil y maternidad en Valparaíso: una estrecha relación en la vida familiar *

Mobile Phones and Motherhood in Valparaíso: A Close Relationship in Family Life

Telefones celulares e maternidade em Valparaíso: Uma relação próxima na vida familiar

Daniel Andrés Jiménez Chávez** 
http://orcid.org/0000-0003-4455-9634

Camila Alejandra Buzzo Meneses*** 
http://orcid.org/0000-0001-9665-3505

** Doctor en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile. Correo electrónico: daniel.jimenez@pucv.cl. Orcid 0000 0003 4455 9634.

*** Magíster en Comunicación, mención Comunicación y Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile. Correo electrónico: camila.buzzo@pucv.cl. Orcid 0000-0001-9665-3505.


Resumen

El objetivo de la investigación que da origen a este artículo es conocer los usos que le dan a los smartphones las madres de la ciudad de Valparaíso, principal ciudad puerto del país. La inexistencia de estudios empíricos, en un contexto de alta tasa de penetración de dispositivos móviles, que analicen en profundidad los procesos de uso y apropiación de las tecnologías móviles y el impacto en el quehacer diario, además de la influencia en la vida cotidiana de las madres, se encuentran en el origen de esta investigación. El diseño de la investigación se basó en un estudio cualitativo, no experimental, transversal, de tipo exploratorio y descriptivo. Se llevaron a cabo cinco grupos focales en la ciudad de Valparaíso y cinco entrevistas semiestructuradas con participantes seleccionadas a partir de los grupos focales. El trabajo de campo se realizó entre los meses de octubre y diciembre de 2019 y enero de 2020, en el contexto de las movilizaciones del llamado “estallido social”, con una fuerte representación de grupos feministas. Se llevó a cabo un análisis de contenido y los resultados corresponden a los focus realizados durante los meses de octubre a diciembre de 2019. El principal hallazgo de este estudio es dar cuenta de cómo el teléfono móvil se encuentra presente en todos los estadios de la crianza y la relación madre-hijo, incluso antes del nacimiento y en las primeras etapas de gestación.

Palabras clave: teléfono móvil; mujer; madre; hogar; familia; alfabetización digital; rol de los géneros; vida familiar

Abstract

This research aimed to learn how mothers use smartphones, in the city of Valparaíso —the main Chilean port city. In a context of high penetration of mobile devices, the lack of empirical studies that delve into the use and appropriation of mobile technologies and their impact and influence in mothers’ daily life motivated this research work. The research design was based on a qualitative, non-experimental, cross-sectional, exploratory, and descriptive study. Five focus groups were conducted in the city of Valparaíso, along with five semi-structured interviews with participants selected from the focus groups. Fieldwork was carried out between October and December 2019 and January 2020, in the context of the mobilizations under the so-called "social outbreak," with a conspicuous representation of feminist groups. Content analysis was performed with its findings aligned to the data gathered in the focus groups between October and December 2019. The main finding of the study shows prevalent presence of mobile phones in all the stages of upbringing and mother-child relationship, even before birth and early pregnancy stages.

Keywords: mobile phone; women; mother; home; family; digital literacy; gender role; family life

Resumo

Esta pesquisa tem se proposto inquirir como as mães usam os smartphones na cidade de Valparaíso, a principal cidade portuária do Chile. Em um contexto de alta penetração de dispositivos móveis, a falta de estudos empíricos que aprofundem o uso e a apropriação de tecnologias móveis e seu impacto e influência na vida cotidiana das mães deu origem a este trabalho de pesquisa. Foram realizados cinco grupos focais na cidade de Valparaíso, além de cinco entrevistas semiestruturadas com participantes selecionados dos grupos focais. O trabalho de campo foi realizado entre outubro e dezembro de 2019 e janeiro de 2020, no contexto das mobilizações do chamado "surto social", com forte representação de grupos feministas. Foi realizada uma análise de conteúdo com resultados correspondentes aos dados coletados nos grupos focais entre outubro e dezembro de 2019. O principal resultado do estudo é a presença predominante do celular em todas as etapas da educação e da relação mãe-filho, mesmo antes do nascimento e nas primeiras fases da gravidez.

Palavras-chave: telefone celular; mulheres; mãe; lar; família; alfabetização digital; papel de gênero; vida familiar

Introducción

Las tecnologías de la comunicación diluyen los clásicos límites entre hogar y trabajo (Chesley, 2005), ya que aparecen formas adicionales de acceso individual que permiten el contacto desde cualquier lugar y en cualquier momento (Velcour y Hunter, 2005). En este sentido, Dean et al. (2022) plantean que el tránsito entre lo doméstico y lo profesional impacta más a las mujeres. De esta forma, la flexibilidad del trabajo planteada como posible gracias a la ubicuidad y a la gran cantidad de aplicaciones (en el contexto del smartphone) no es la misma para las mujeres que para los hombres.

Para Chesley (2005) la relación entre trabajo y hogar produce un desbalance que afecta sobre todo a la mujer. Lim (2014) definirá esta situación de convivencia paralela entre el escenario laboral y el familiar, como “doble trabajo”, lo que ya había sido definido tempranamente por Rakow (1992), para quien el teléfono móvil permitirá a la mujer, participar simultáneamente en el mundo del trabajo y en el mundo doméstico. Este desbalance, como lo señala Gregg (2011), implica que las plataformas móviles y online están presentes de forma ineludible en las actividades laborales y de hogar, permeando los entornos físicos y psicológicos de la mujer. En su estudio de 2020, Nagy señala que, en concordancia con estudios anteriores, el smartphone permite a las mujeres ejecutivas atender a las demandas del trabajo y la familia.

La extensión del mundo privado a la que se refieren Rakow y Navarro, se reconoce incluso en los estratos más jóvenes de la población (Cardoso et al., 2007). Incluso al comparar el uso del teléfono de línea fija con el móvil, las mujeres dedican un tiempo mayor que el de los hombres en la coordinación de actividades vinculadas al hogar (Ling, 1998), que con Ling & Haddon (2001) señalan cómo las mujeres llaman con más frecuencia a casa para despertar a los niños pequeños o informarse acerca de si estos van o no al colegio.

Según Frizzo-Barker y Chow-White (2012), los smartphones permiten a las usuarias mujeres balancear la productividad laboral y la conectividad, a la vez que superponer diversos roles, como los de madre, hija o empleada. Crowe y Middleton (2012), en su estudio sobre las extintas Blackberry, señalan que los smartphones permiten gestionar actividades relacionadas con el hogar y con los hijos, a la vez que también permiten coordinar el trabajo mientras se realizan labores de cuidado en persona. Para Schofield (2012), en cambio, esta mejora en la gestión de los escenarios domésticos mediante el uso de aplicaciones requiere a su vez de una coordinación constante entre los miembros de la familia, lo que genera una mayor carga de trabajo y responsabilidad para las mujeres (Lim y Soon, 2010).

Las investigaciones en torno al teléfono móvil revelaron rápidamente la capacidad coordinadora de este (Ling, 1998), para la que Ling e Yttri (2002) acuñaron el concepto de micro coordinación: la capacidad de reagendar las actividades y encuentros en tiempo real y de forma no presencial. Esta forma matizada de comunicación instrumental permite organizar a la familia de forma constante y remota (Christensen, 2009) y una de las tareas primordiales de organización mediante el uso de teléfonos móviles es la coordinación de la familia, el hogar y, sobre todo, de las actividades de los hijos.

El estudio realizado por Rakow y Navarro en la ciudad de Chicago en 1991 permitió reconocer una notoria inclinación en el uso del teléfono móvil por parte de las mujeres hacia los temas familiares y personales, así como también a la seguridad (Rakow y Navarro, 1993). Para Rakow y Navarro, mediante el uso de tecnologías móviles, las mujeres ejercen en relación con las labores de cuidado de los hijos y gestión del hogar, lo que ellos llaman, maternidad remota.

En un contexto de persistencia del concepto, aún más en la medida en que los dispositivos móviles han sido cada vez más ubicuos y funcionales (Lim, 2014), Longhurst (2013) describe en su estudio de la plataforma Skype, cómo esta permite a las madres ejercer la maternidad remota con sus hijos, en períodos largos fuera de casa debido a obligaciones laborales. Incluso el concepto es perceptible en los estudios de la familia transnacional; con madres que supervisan la alimentación de los hijos (Madianou, 2012), gestionan el manejo del dinero de estos (Uy-Tioco, 2007), llaman a casa para saber si hijas e hijos se encuentran a determinada hora en casa (Chib et al., 2014) o para despertarles por la mañana, ayudarles en las tareas y hasta determinar el tipo de juegos de video que utilizan (Madianou y Miller, 2011). En torno a este fenómeno, Sadowski et al. (2021) proponen en su investigación el concepto de Big Mother (en relación con el Big Brother), que plantea que la tecnologización de la vida en el hogar es una carga que asumen las madres, otorgándoles aún mayor responsabilidad.

El cuidado de los familiares y seres queridos en muchas ocasiones se encuentra presente también en las tareas de coordinación, así como la demostración expresa de afecto (Tacchi et al., 2012; Lim, 2014). Estas funciones sociales contribuirían a mantener a la familia unida durante el día al encontrarse fuera de casa (Wei y Lo, 2006; Hermida y Casas-Mas, 2020) y pueden presentarse como una mediación tecnológica de la autoridad paterna, que se expresa en el cuidado de los hijos a través de familiares (Tacchi et al., 2012), así como una expresión de cuidado de la familia con énfasis en usos marcadamente distintos en relación con los hombres (Sreekumar, 2011).

La presencia conectada permite que los miembros de una familia generen y mantengan lazos de cercanía. Licoppe define la presencia conectada (2004) como una comunicación no funcional (pregunta-respuesta), compuesta por mensajes cortos que se generan durante el día, siendo más relevante la acción de comunicar que el contenido mismo. Este conjunto de comunicaciones breves o esporádicas mantienen el hilo de la comunicación familiar en una mezcla de control, así como de cuidado (Christensen, 2009).

La cercanía entre los miembros de la familia se mantiene por tanto con mensajes cuyos contenidos expresivos resultan vitales para mantener la cohesión familiar, incluso en el contexto de la familia transnacional (Madianou y Miller, 2011) en la que se demuestra que el uso del teléfono tiene el rol de una especie de adhesivo social (Vertovec, 2004). En la misma línea, Demirsu (2022) destaca, en su artículo sobre videollamadas en el contexto de las familias transnacionales, cómo las madres son las gestoras de la comunicación entre abuelas-abuelos e hijos. Adicionalmente, existen estudios recientes sobre cómo las nuevas herramientas, en particular las fotografías digitales compartidas, permiten otra vinculación entre las familias a distancia (Cabalquinto, 2020).

Estudios como el de Cui (2016), realizado en Corea del Sur, se refieren a la relevancia que adquieren los servicios de mensajería multimedia (WhatsApp, Telegram, etc.) a partir de una mayor frecuencia y versatilidad de los mensajes y una mayor capacidad de los usuarios para gestionar su actividad. Martínez et al. (2009) describen el contacto entre las madres con los jóvenes mediante el teléfono móvil, que permite acceder y localizar a los hijos en caso de emergencia y así proporcionar seguridad a las primeras. En este sentido, tal y como lo señalan Niermann et al. (2018) y Poulain et al. (2019), el uso de los medios por parte de las madres está relacionado al uso de los medios de los hijos.

La supervisión de los usos de los medios electrónicos y móviles por parte de los hijos (Singh, 2001; Dholakia, 2006) también posee una visible carga de género. Estos procesos se dan en una socialización de la tecnología como un mundo masculino (Meraz, 2008).

Las madres están más implicadas en la regulación de Internet que los padres, como señalan Pasquier (2001) y Ribak (2009). Hynnes y Romes (2006), en su estudio enfocado en las madres danesas, demuestran cómo estas dejan de lado sus aprehensiones sobre Internet debido a las necesidades de aprendizaje de los hijos. Están en la misma línea que Singh (2001), quien se refiere en su estudio centrado en las madres australianas cómo estas utilizan la internet para ayudar a sus hijos en las tareas del colegio. En un reciente artículo, Murphy y Headley (2020) se refieren a cómo las madres adolescentes privilegian el uso de las educaciones de las nuevas tecnologías en sus hijos.

Son las madres quienes se encargan de la alfabetización tecnológica de los hijos y también gestionan la forma (tiempos y espacios) en la que se usan los dispositivos: cuándo se usan los dispositivos (y cuándo no) y los lugares en los que estos pueden ser utilizados. Para las madres japonesas, por ejemplo, el dispositivo móvil es indispensable para la gestión de los horarios y la seguridad de los hijos que están en el colegio (Matsuda, 2008). Algo similar sucede en el Reino Unido, en el que los niños británicos contactan a sus madres sobre todo para comunicar dónde se encuentran y coordinar horarios. En esta línea, Wang (2020) señala que las madres, en el contexto de las habilidades en nuevas tecnologías, buscan la optimización del tiempo desde los hijos y no una guía desde el desconocimiento.

El tiempo dedicado a la supervisión en el uso de las nuevas tecnologías es tiempo que las madres no dedican al uso de medios (disfrute personal), ni a su propia formación (Lim y Soon, 2010). Al respecto, diversos estudios se refieren a una especie de alfabetización inversa. Si bien por un lado hay autores que tienden a minimizar el rol de la población más joven en la alfabetización de adultos existen, varios estudios como los de Selwyn (2004), Hjort (2009) o Katz (2006) que señalan que la población más joven cumple un rol vital en aspectos como la adquisición de equipos tecnológicos y la adopción de usos tecnológicos por parte de los padres. Correa et al. (2015) concluyen que, en determinados contextos, se puede dar una alfabetización inversa y señalan que esta forma de alfabetización es más visible en estratos socioeconómicos bajos y en mujeres.

En este sentido, la pregunta que guía la presente investigación es, ¿cómo influye el uso de teléfonos móviles por parte de las madres en Valparaíso en la dinámica de la maternidad y en la relación con sus hijos e hijas, desde la gestación hasta la etapa adolescente, y de qué manera se manifiesta la interacción entre las madres y los dispositivos móviles a lo largo de estas diferentes etapas de la crianza? Siendo los objetivos específicos de esta investigación: i) identificar y describir los usos que las madres de la ciudad de Valparaíso dan a los smartphones en su vida diaria; ii) describir las diferencias que existen en los usos que las madres de la ciudad de Valparaíso dan a los smartphones en su vida diaria, según su rango etario, su nivel socioeconómico, número de hijos y estado civil, y iii) interpretar los motivos que se encuentran detrás de los distintos usos que dan las madres de Valparaíso a los smartphones en su vida diaria.

1. Metodología

Para responder a estos objetivos, el diseño de la investigación se basó en un estudio cualitativo, cross-seccional, de tipo exploratorio y descriptivo. Se buscaba a través de él generar una imagen del uso presente del teléfono móvil inteligente y las actividades de las mujeres participantes del estudio, y cómo esto se relaciona con la etapa de la maternidad que vivían. La elección de la metodología cualitativa responde a que permite, a través de la riqueza del discurso, comprender mejor el escenario en que la problemática analizada tiene lugar.

Para la composición de la muestra se utilizó un muestreo no probabilístico de propósito, en que se consideró que las participantes fuesen madres habitantes de la ciudad de Valparaíso, que fuesen usuarias de teléfonos inteligentes y que encajaran en algunas de las siguientes categorías:

Tabla 1 Grupos focales 

Focus 1 Grupos de madres de lactantes
Focus 2 Grupo de madres de preescolar
Focus 3 Grupo de madres de púberes
Focus 4 Grupo de madres de adolescentes
Focus 5 Grupo de madres de hijos adultos

Fuente: elaboración propia.

Esta categorización consideró las edades de hijas e hijos y se creó a partir de las etapas de la vida que propone el Ministerio de Salud del Gobierno de Chile.

La muestra final estuvo compuesta por 50 mujeres, grupo que a su vez fue subdividido en los cinco focus group mencionados anteriormente, cada uno con 10 participantes.

El trabajo de campo se realizó entre los meses de octubre y diciembre de 2019, en el contexto de las movilizaciones del denominado “estallido social” en Chile, con una fuerte representación de grupos feministas.

Los resultados se analizaron mediante un análisis de contenido temático. A partir de los datos recolectados y, por tanto, de lo expresado por las propias participantes de los focus groups, se desarrolló un proceso inductivo para la búsqueda de códigos iniciales e ideas analíticas. Dichos códigos e ideas emergieron desde simples palabras, frases o párrafos completos contenidos en las respuestas de las participantes. En este proceso, se etiquetaron segmentos de datos para definir los códigos y categorías que, posteriormente, definieron los temas que se detallan a continuación.

Tabla 2 Libro de códigos 

Temas Categorías Ejemplos Códigos
Coordinación Salud “Para lo que más uso el teléfono es para ver la hora, cuando se despierta por la noche, la hora de la comida del bebé”. -Gestación
-Recién nacido
“Yo lo utilicé para contar mis contracciones”. -Alimentación del bebé
Coordinación Trabajo y cuidado de hija e hijo “Veo la hora mientras salgo y voy a dejar a mi hijo para no atrasarme”. -Guardería.
-Cuidadora
Centro escolar “Lo más urgente es revisar los horarios”. -Horarios
Hogar y trabajo “Lo uso para la gestión de la comunidad, pero no para los talleres”. -Separación de actividades
Trabajo “Por la mañana reviso los correos del trabajo” -Organización del día laboral
Personal “Reviso fechas importantes como los cumpleaños”. -Afecto
Búsqueda de información Salud “Antes de ir al pediatra por supuesto, pero todo lo consulto por ahí”. -Salud bebé
Identidad “Yo no quiero perderme a mí misma, no quiero dejar de ser yo” -Cuidado personal
Hogar “Cotizo y busco maestros por Internet”. -Reparaciones
“También horarios de farmacia y supermercados”. -Compra en el supermercado
Cuidado Salud “Debido a las ondas negativas”. -Temor a exposición
“Tratamos de ocupar poco el teléfono, pero él anda revoloteando”. -Enfermedades causadas por exposición temprana al teléfono
Relaciones sociales Contacto no presencial “Ya que es difícil moverse de casa, así podemos estar conectadas todo el día”. -Comunicación con familiares y amistades
“Estamos muy pendientes de mi mamá, quien tiene Alzheimer”.
Contacto con familia fuera del hogar “Yo le tengo capturado el teléfono de sus amigos, de la polola, que se reporte”. -Control y cuidado
“Yo a Valentina le reviso todo”.
“Entonces llegan por la noche y por eso estamos comunicadas por WhatsApp”.
“Yo le veo todo lo que pone en Instagram”.
Supervisión y pedagogía dispositivos Acceso “Debí hablar con mis papás, cuando mi hijo estaba con ellos, tenía acceso a pantallas”. -Relación con padres, abuelas y abuelos
Reemplazo “Si tengo que hacer algo le pongo dibujos animados en el teléfono”. -El smartphone como “chupete”
Límites “A la hora de almuerzo no se usa el celular”. -Lugares de uso.
“Yo perdí la pelea de que en la mesa no hay pantallas”. -Dependencia
Contenidos “Mi hija sabe que pueden aparecer cosas en YouTube”. -Realidad y no realidad
-Pornografía
-Redes sociales
Autocontrol “Yo soy usuaria intensiva de tecnología, pero no delante de mis hijos”. -Modelo
Pedagogía “Mis hijas me han enseñado cómo utilizar Instagram”. -Alfabetización inversa
Usos personales Ocio “Veo frecuentemente memes”. -Deporte
“Utilizo Spotify mientras voy en el bus”. -Música
“Veo YouTube a diario”. -Videos
-Imágenes

Fuente: elaboración propia.

2. Resultados

2.1. Grupo de madres de lactantes

En esta etapa aparecen temas vinculados a la coordinación, la búsqueda de información (relacionada con el cuidado), así como el cuidado asociado a la salud y los dispositivos. Las relaciones sociales (en el contexto de la gestación y la lactancia) también son visibles.

Durante la gestación y los primeros meses de vida, un uso que se manifiesta por primera vez, y que prevalece en la investigación, es la coordinación. Se puede reconocer una forma inicial de coordinación en el control de la salud y desarrollo del embrión y posteriormente del feto, realizada mediante aplicaciones (también hay un componente de cuidado en esta actividad). Estas aplicaciones entregan información relativa al desarrollo sensorial; como por ejemplo los sentidos (ojos y oídos) o incluso el tamaño: “Tu bebé es del porte de una uva” (Focus 1, participante 2). Esta coordinación mediante aplicaciones se manifiesta también en las etapas finales del embarazo, en concreto en el control de las contracciones y la coordinación con el médico:

Yo lo utilicé para contar mis contracciones, había una aplicación en el celular. Entonces yo me acuerdo que empecé a contar las contracciones en el celular, que nunca me habían venido, y no sabía qué eran las contracciones y cómo eran… y era mucho (Focus 1, participante 1).

En lo cotidiano, la coordinación se hace presente también a través de la función horaria (reloj) del dispositivo: “Para lo que más uso el teléfono es para ver la hora, cuando se despierta por la noche, la hora de la comida del bebé” (Focus 1, participante 3). La alarma (omnipresente en casi toda la investigación), en este caso es un eficaz recordatorio para los horarios de la ingesta de fármacos cuando el bebé o la madre se encuentran bajo un tratamiento médico: “Yo tengo mis alarmas, mi alarma de las ocho es para los remedios y es mi única alarma del día” (Focus 1, participante 1).

La coordinación también es visible en aspectos relacionados con la gestión del hogar, como es el caso de la adquisición de alimentos mediante el uso de aplicaciones de delivery, lo que evidentemente evita el traslado físico y la complejidad de este.

La búsqueda de información está relacionada con la gestación o la salud del bebé (en lo que también es una manifestación de cuidado) y se obtiene ya sea de forma tradicional (buscador), o más específicamente mediante el uso de aplicaciones (por ejemplo, una cuenta de Instagram que entrega consejos sobre lactancia) o también en foros especializados. La búsqueda de información también se intensifica posterior al nacimiento del hijo o hija:

Y también cualquier cosa que le aparezca, no sé, pintitas de caquita en el pañal, que puede ser. Antes de ir al pediatra por supuesto, pero todo lo consulto por ahí. Y el primer mes de nacimiento, como no puedes salir mucho, me sirvió para vitrinear, para lo social, compré cosas por internet y me arrepiento (Focus 1, participante 1).

Una participante, también en el contexto de la búsqueda de información, en relación con la búsqueda de modelos de ropa en Instagram, señala: “Yo no quiero perderme a mi misma, no quiero dejar de ser yo. Y veía: ya, podría ser esto, esto se ve cómodo y esto con zapatillas. Ya no es tan como mamá de los 50, quiero ser mamá 2019” (Focus 1, participante 1). La búsqueda de información también se extiende a aspectos que tienen que ver con la mantención de la vivienda, en particular la búsqueda de especialistas en reparaciones del hogar.

Aparece en el cuidado, por primera vez, la preocupación por la exposición a los dispositivos, en concreto las pantallas: “Debido a las ondas negativas” (Focus 1, participante 1). Esta preocupación se extiende también a cómo los familiares usan sus dispositivos (también otros dispositivos como la televisión) en presencia de los y las lactantes. En el contexto descrito aparece también una práctica que se hará frecuente en los distintos focus: utilizar el teléfono cuando el hijo o hija duerme o cuando no se encuentra en el mismo espacio de la madre.

En esta fase (después del parto) el smartphone aparece también como una herramienta de contención y autocuidado, en el contexto de las relaciones sociales. Las participantes señalan que el dispositivo les permite estar en contacto con sus familiares, así como con su círculo de amistades, lo que se realiza mediante servicios de mensajería como WhatsApp, llamadas o videollamadas. Igualmente se manifiesta la pertenencia a grupos vinculados a la maternidad.

2.2. Grupo de madres de preescolar

El smartphone coordina la vida desde temprano, lo que se manifiesta en la revisión de los servicios de mensajería a primera hora y en el uso de la función horaria, así como de la alarma: “Veo la hora mientras salgo y voy a dejar a mi hijo, para no atrasarme” (Focus 2, participante 2).

Las madres necesitan coordinar el cuidado de los hijos e hijas a distancia: hijos e hijas se encuentran en una guardería, en casa o al cuidado de un familiar. Durante el día, el contacto es sobre todo con las cuidadoras de hijos e hijas: “Estoy en comunicación con la nana del Balti” (Focus 2, participante 3). Esta coordinación también se expresa en acciones de chequeo en relación con la guardería (si el hijo o hija, efectivamente llegó al recinto), así como la ubicación de los hijos e hijas una vez se encuentran fuera de las guarderías y antes de regresar a casa y volver al contacto físico materno.

El smartphone nuevamente es una herramienta de búsqueda de información: “Busco información en Google, sobre todo de médicos y también horarios de farmacias y supermercados” (Focus 2, participante 4).

En una etapa en la que hijos e hijas ya poseen plena movilidad aparece la necesidad de una supervisión de dispositivos (ya se anunciaba en la fase anterior): dónde y cuándo pueden ser utilizados. Además, en esta cercanía y gestión la preocupación por los efectos de los dispositivos en la salud de hijos e hijas se hace aún más tangible.

Las madres manifiestan su preocupación por el ingreso al mundo móvil por parte de hijas e hijos y esta preocupación se describe como distinta entre madres y padres: “Yo le presenté las pantallas al Santi cuando tenía 5 años, pero en casa de su papá ya lo habían hecho” (Focus 2, participante 2). Esta gestión del smartphone también alcanza nuevamente a los familiares, a quienes se les advierte sobre la exposición a las pantallas: “Debí hablar con mis papás porque cuando mi hijo estaba con ellos, sí tenía acceso a pantallas” (Focus 2, participante 3). Y esta supervisión también implica en muchos casos acompañamiento: “Yo me siento con ella a ver dibujos animados y le explico” (Focus 2, participante 4).

La supervisión de dispositivos no se extingue con el smartphone (y seguirá ampliándose en lo consecutivo): “En casa del papá hay celulares y PlayStation, y él es usuario” (Focus 2, participante 2). El uso del televisor es algo que también se advierte a los familiares, se restringe en casa y se prescinde igualmente.

Las pantallas, a pesar de la frecuente y explícita consideración negativa, permiten reducir la complejidad de la convivencia entre cuidados y trabajo: “Si tengo que hacer, le pongo dibujos animados en el teléfono” (Focus 2, participante 4). Al igual que en el grupo anterior, se advierte también la preocupación por las pantallas y sus efectos en la salud, lo que se considera una expresión de cuidado: “Por la gran cantidad de estudios al respecto” (Focus 2, participante 1). Adicionalmente, se evita utilizar el dispositivo en presencia de hijas e hijos: “Le digo que no mire”. Lo anterior no siempre es fácil: “Tratamos de ocupar poco el teléfono, pero él anda revoloteando” (Focus 2, participante 5). Finalmente, una solución forzada, pero efectiva, consiste en sencillamente guardar el dispositivo y extraerlo del lugar solo cuando el hijo o hija se ha dormido.

Durante la tarde y en el uso de transporte, el uso del teléfono está relacionado con el mantenimiento de las relaciones sociales a través del contacto con amistades y familiares a través de servicios de mensajería o redes sociales. En tanto, entre los usos personales se manifiesta el ocio a través del consumo de memes y música. También es un dispositivo de lectura.

2.3. Grupo de madres de púberes

La coordinación sigue presente en la relación madre-hijas e hijos y teléfono móvil. La supervisión tiene una amplia presencia en el relato de las madres, probablemente debido a la multiplicación de dispositivos.

La coordinación nuevamente comienza durante la mañana con la función horaria, la que también es utilizada para gestionar el tiempo en las actividades deportivas. La gestión de determinados asuntos también puede ser llevada a cabo mediante el smartphone: “Lo uso para la gestión de la comunidad, pero no para los talleres” (Focus 3, participante 1).

En esta etapa, hijos e hijas ya asisten a centros educativos de forma regular, lo que también asigna otro grado de complejidad a la coordinación que implica revisar horarios e información relativa al colegio desde primera hora.

La supervisión de los dispositivos, debido a su alta presencia, también comienza desde temprano, horario en el que se restringe fuertemente el uso de pantallas: “Durante el desayuno, no se usa el celular” (Focus 3, participante 2).

El uso de los dispositivos no solo se enfoca a determinados escenarios de convivencia, sino también a determinadas actividades bajo la premisa de que el teléfono móvil no es un instrumento para actividades relacionadas con el ocio: “Solo pueden utilizar el celular en actividades concretas y la tablet después del almuerzo” (Focus 3, participante 1). En otros casos el uso del teléfono tiene que ver con las obligaciones de la casa, así como su espacialidad: “El uso libre es solo en casa y cuando ya no hay nada más que hacer” (Focus 3, participante 3). Sin embargo, este esfuerzo de delimitación y contextualización de uso no siempre tiene un resultado exitoso y la dependencia de los dispositivos por parte de hijos e hijas también es expresada: “Yo perdí la pelea de que en la mesa no hay pantallas” (Focus 3, participante 4).

Se manifiesta una preocupación visible en relación con determinados contenidos en la internet, lo que igualmente conlleva tareas de supervisión en la que las madres asumen nuevamente un rol activo: “Mi hija sabe que pueden aparecer cosas en YouTube y yo le digo que no es la realidad, sino una realidad virtual” (Focus 3, participante 1). La expresión de que la Red es un escenario alternativo de la realidad y no una expresión de esta, es manifestada: “No es un tema problemático, si se encuentran con pornografía, saben que se trata de una versión desvirtuada de la realidad” (Focus 3, participante 4).

Al igual que anteriormente, se manifiesta la preocupación por el uso de los dispositivos en presencia de hijas e hijos: “Yo soy usuaria intensiva de tecnologías, pero no delante de mis hijos” (Focus 3, participante 3). El uso se puede restringir a un horario posterior al sueño de hijos e hijas, así como restringir el uso a prestaciones básicas: “Uso el celular para ver la hora y los mensajes” (Focus 3, participante 1).

También se observa la supervisión de otros dispositivos: “Mis hijos no tienen celular, pero tienen tablet, si bien su uso es esporádico y solo con su padre” (Focus 3, participante 3). De forma específica, las plataformas de juego constituyen una preocupación, sobre todo en el contexto de la seguridad y la internet: “Mis hijos utilizan la PlayStation, pero solo si están con amigos” (Focus 3, participante 4). En este sentido la noción de presencialidad permite controlar riesgos: “Juega Fornite con personas que conoce y también le sugiero que juegue de forma presencial” (Focus 3, participante 1).

En el contexto de las relaciones sociales, se mantiene contacto con los familiares mediante el teléfono móvil, en particular durante la mañana. Entre los usos personales se observa un consumo de videos a través de YouTube. El consumo de música también aparece como una actividad frecuente, así como el uso del teléfono durante la realización de prácticas deportivas.

2.4. Grupo de madres de adolescentes

Al igual que en las otras etapas, se observa una labor de coordinación que tiene diversas expresiones y que comienza por la mañana revisando los servicios de mensajería instalados en el teléfono, así como durante el transcurso del día orientada hacia temas laborales. El teléfono permite coordinar eventos concretos como es el caso de los cumpleaños.

También se observa una coordinación con los centros educativos (se trata de la educación media o secundaria), que también comienza en la mañana: “Lo primero que hago es revisar el WhatsApp del curso de mi hija” (Focus 4, participante 1). Se reconocen expresiones afectivas en la verbalización de la coordinación matinal: “Google es mi amigo” (Focus 4, participante 2).

El teléfono también es una herramienta para mantener y dinamizar las relaciones sociales. Se mantiene el contacto con las amistades y con la familia y se demuestra de gran utilidad en el escenario nacional en el segundo semestre del 2019 durante el denominado estallido social:

Mi marido trabaja en Valparaíso y con la contingencia nacional y todo lo que está pasando, y Daniela estudia en la Universidad de Valparaíso en Reñaca. Entonces, aparte que las chicas son bien cariñosas y siempre están pendientes del celular, nos estamos comunicando, hay harta comunicación, aunque sea del celular (Focus 4, participante 2).

El smartphone es útil para volver a conectarse con la familia y amistades después del fin de una relación amorosa o para estar en contacto de forma regular con familiares con enfermedades de alta complejidad (madre de una de las participantes padece Alzheimer). Nuevamente se reconoce una especie de componente afectivo en torno a la tecnología, esta vez en concreto en torno al teléfono móvil, como señala una participante: “¿Te sientes sola? El celular te da compañía” (Focus 4, participante 1).

En esta etapa de la maternidad la relación entre madres, hijos e hijas es fuertemente mediada por el teléfono móvil. Existe una comunicación entre unos y otros a través de aplicaciones de mensajería constantemente, tanto dentro como fuera del hogar, sobre todo en momentos en los que los hijos (as) no se encuentran en casa, lo que es una expresión de presencia conectada: “Sí, es que ya las mías están más grandes y Daniela entre subir a Curauma es mucho. Entonces llegan ya en la tarde noche, por eso estamos comunicadas por WhatsApp” (Focus 4, participante 2).

Esta relación puede manifestarse mediante el seguimiento en plataformas sociales: “Si también, nos conectamos las tres. Sí, yo le veo todo lo que pone ella en su Instagram, yo no escribo prácticamente, yo le hago los monitos, contenta, de repente hago así (gesto: O) a las cosas que escribe” (Focus 4, participante 1).

La supervisión de los dispositivos sigue presente. Los hijos e hijas en esta edad inician un uso autónomo del celular, siendo propietarios de sus propios aparatos. En este caso se expresa, por ejemplo, en las edades de los hijos y quiénes pueden o no llevar su teléfono al centro educativo. Y, si bien puede llevarse al centro educativo, su uso está prohibido en clases, aunque se le valora como recurso educativo. Actividades como el almuerzo, la merienda y cena, se reglamentan para llevarse a cabo sin la presencia del teléfono. Lo anterior no siempre es sencillo, ya que los escenarios de omnipresencia del dispositivo son cada vez más visibles:

La Dani ya cumplió 19, no, ella está en esa edad que son inseparables del celular, no hay nada que hacer. De hecho, hasta en la mesa, el reglamento en el que estamos en la mesa en familia cuesta mucho. Entonces ya a tomar desayuno está con su celular, está comiendo está con su celular y me dice, pero mamá si yo soy mujer puedo hacer todo a la vez (Focus 4, participante 2).

La dependencia también constituye una preocupación (en hijos que son adultos): “Toma desayuno con el celular y come con el celular” (Focus 4, participante 3). Esta dependencia también se manifiesta como una preocupación cuando forma parte del uso personal:

Yo tengo una relación de dependencia adictiva con el celular, uso el celular todo el día, en el único momento en que no lo ocupo es cuando me voy a acostar, cuando duermo y aun así a veces lo dejo activo y escucho las notificaciones (Focus 4, participante 3).

En esta etapa también se manifiesta una preocupación orientada hacia los servicios de mensajería y en las redes sociales, de forma más visible que en el período anterior. Las contradicciones en los usos y su relación con los hijos e hijas también:

A mi hija la tengo sin Internet, sin Face. Ella tiene Instagram y tiene WhatsApp, pero el Face no me gusta para una niña pequeña, ella cumplió recién 13 e incluso, no estaba llevando celular, pero como ahora ocurrió todo esto del país y el problema terminaron no con pruebas, sino con trabajos, entonces eso implica haber tenido internet en su celular, entonces le tuve que contratar un plan ahora, al último (Focus 4, participante 1).

Al igual que en las otras fases, se manifiesta la práctica de intentar separar los dispositivos de los hijos y una de las formas es, nuevamente, no utilizar los aparatos o acceder a las aplicaciones delante de los hijos. Esto sucede habitualmente por la noche: “A mi no me gusta Facebook y reviso el smartphone cuando no hay nadie en casa” (Focus 4, participante 1). Si hay actividades que habitualmente se hacen sin los hijos e hijas, se consulta, pero, cuando se hace en compañía, como desayunar, se decide guardar los dispositivos:

Desayuno sola o acompañada, cuando desayuno con el Facu, mi hijo menor, no lo uso porque los chiquillos son capaces de estar con el celular en la mesa igual entonces por un tema de presencia prefiero no ocuparlo, pero cuando estoy sola sí (Focus 4, participante 3).

Los contenidos también constituyen una preocupación, lo que puede gestionarse mediante control parental, lo que en varios casos incluye también el televisor. No obstante, este control (y así se manifiesta) es completamente obsoleto cuando hijos e hijas se encuentran fuera de casa, ya sea en los respectivos centros educativos o en las casas de sus amistades, lo que también constituye una preocupación manifiesta. El grooming también constituye una preocupación, sobre todo por el uso de videojuegos, así como por los perfiles que ya poseen hijas e hijos en las plataformas sociales.

En este caso ya se manifiesta una especie de alfabetización inversa. En el caso de un trabajo autónomo iniciado recientemente (emprendimiento): “Mis hijas me han enseñado cómo utilizar Instagram” (Focus 4, participante 2). Las madres de las participantes (adultos mayores) también pueden ser partícipes de esta alfabetización realizada por hijas e hijos: “A mi mamá se le abrió un mundo con el teléfono. Les hace fotos a plantas y usa WhatsApp, lo que le ayudó a disminuir la ansiedad” (Focus 4, participante 3).

El uso personal del smartphone se realiza también en los traslados (si bien se reconoce temor a un robo al usar el dispositivo en la calle). Se reconoce un uso de plataformas de streaming de música como Spotify, así como también de videos, como es YouTube. También de aplicaciones como Google Maps y Pinterest.

Un elemento que solo surgió como tema en este grupo focal (y no ha sido introducido como parte de la categorización, pero aun así creemos que debe ser mencionado) es el del uso del teléfono como herramienta ligada a la seguridad personal, incluso cuando se trata solo del dispositivo en su versión física: “En espacios abiertos, lo saco de la nada, para no sentirme sola” (Focus 4, participante 3). Es en los traslados habitualmente en los que el smartphone se manifiesta de forma más efectiva como un instrumento que provee seguridad. En este contexto, se llevan a cabo acciones como compartir las rutas de viaje o un uso diurno de este tipo de servicios.

2.5. Grupo de madres de hijos adultos

Lo inteligente es indispensable para las madres y el hecho de que se apague (y queden desconectadas) no es una posibilidad. Es por esto que portan el cargador en caso de que la batería se agote, lo que se verbaliza y se demuestra durante los focus: “Uso harto, igual acarreo el cargador, muero sin teléfono” (Focus 5, participante 5) o “es mi compañero, yo vivo sola” (Focus 5, participante 1). En este escenario también está presente la coordinación, si bien la supervisión aparece de forma más intensa, al igual que la necesidad de mantener contacto con los seres queridos. La alfabetización inversa también es visible, así como usos personales no observados en los grupos anteriores.

La coordinación si bien en menor presencia que en los escenarios anteriores, también se manifiesta, mediante el uso de la alarma. La supervisión de dispositivos también está presente en esta etapa. Tal como ha ocurrido en otras fases se observa el dónde y cuándo puede ser utilizado el teléfono móvil:

Cuesta, pero después de tres gritos… están todos con teléfono, de pronto comienza uno por debajo, después empieza el otro. Mi marido es el que pone más reglas. Yo soy más light, pero él instruye, él paga todo y en ese sentido muñequea y a mi me parece válido porque sino los cabros no pescan y mi marido dice ya por favor a la hora de almuerzo el teléfono fuera y si no ya saben… sin llanto. El mensaje es si quieres, lo pagas tú. Ellos quieren puro gozar (Focus 5, participante 4).

También vuelve a hacerse presente un control sobre las prestaciones del dispositivo: “Mis hijos solo pueden llamar por teléfono y solo tienen conexión a internet al llegar a casa” (Focus 5, participante 3). El no uso en presencia de los hijos vuelve a manifestarse: “Cuando mis hijas están en casa no uso el teléfono móvil” (Focus 5, participante 2).

La presencia conectada tiene diversas expresiones. Se solicita a los hijos e hijas que expliciten su horario de llegada. También se realizan llamadas y contactos a través de servicios de mensajería: “Mi hija se independizó hace poco y se fue a vivir cerquita a Viña, pero igual todos los días, buenos días familia, voy a la U o voy para allá porque es por esa cuestión de saber que están bien” (Focus 5, participante 3).

Igualmente se realiza un seguimiento a través de los contactos con amigos, amigas o parejas:

Por ejemplo, con mi hijo que es más volado y a veces se le acaba la batería, pero pa’ decir mami si tiene batería, yo le tengo capturado el teléfono de sus amigos, el de la polola, entonces lo sigo. Que se reporte (Focus 5, participante 4).

Esta tarea de cuidado y control también se extiende a plataformas sociales:

Yo a la Valentina le reviso todo, el Messenger, le veo hace 33 minutos. sé que está viva, es carretera. Igual la rastreo y me bloquea de aquí, me bloquea de allá, me bloquea de todos lados, yo de donde sea la sigo (Focus 5, participante 5).

En relación con lo anterior, las relaciones sociales también son muy explícitas en este grupo. Se mantiene una comunicación constante con hijos e hijas, también con otros familiares, así como con amistades: “Mi mamá me llama todos los días para que no me quede en cama” (Focus 5, participante 6). También se mantiene un contacto expedito con familiares en el contexto del cuidado: “Cuando me levanto al baño por la noche reviso mi celular ya que mi papá está enfermo” (Focus 5, participante 4). La comunicación se realiza a través de distintos dispositivos como a través de distintos servicios de mensajería. Se realizan contactos frecuentes en el territorio nacional, así como con el extranjero.

Sobre la alfabetización inversa, actividades que en otros escenarios son cotidianas, en este pueden generar dificultades: “Mi hija me realiza las transferencias” (Focus 5, participante 2). En otro caso, se recibe formación por parte de hijas e hijos para realizar estas tareas de forma autónoma:

Yo antes le decía a mi hija que me hiciera la transferencia, pero ella me enseñó para que no la molestara. Yo igual recibo abonos de hospedaje entonces recibo reservas, tengo una página de e-booking y Airbnb, entonces se hacen reservas y recibo correos, entonces ella me enseña y me reta y yo le digo, pero Vale yo no nací con esto, yo soy vieja entonces me cuesta (Focus 5, participante 5).

Los recientes smartphones, y en el contexto etario señalado (problemas de visión versus tamaño de la interfaz), también pueden manifestar dificultades en su uso: “Con las teclas era más fácil, ahora mi hija me responde los correos” (Focus 5, participante 2).

Respecto a usos personales se reconoce el teléfono móvil como una herramienta laboral. Una de las participantes señala que lo utiliza por temas laborales, en concreto a correos sobre presupuestos. Otra menciona que su trabajo está centrado en niños con necesidades especiales y por lo mismo el teléfono móvil es una herramienta de gran utilidad. El ocio y la búsqueda de información es tangible también en este escenario. A través del smartphone pueden desarrollar actividades de interés personal como realizar lectura o escuchar música: “Lo uso más que nada para música con los audífonos, si me levanté temprano, puse a trabajar la lavadora y desayuno escuchando música” (Focus 5, participante 4).

Ver películas y buscar información que les puede servir en el trabajo y en sus momentos de esparcimiento, esto se realiza a través de YouTube y Google:

Si en el día tuve una conversación que me llamó la atención y no manejo el tema, olvídate... es interesante porque abro el Youtube y voy a introduciéndome en el tema, el otro día hablé con alguien de medicina antroposófica y busqué todo lo que pude ver al respecto. Y si me comentan si leyeron tal libro, comienzo a mirar (Focus 5, participante 6).

También se reconoce la búsqueda de información espiritual a través de YouTube, lo que se puede realizar mediante una aplicación instalada en el dispositivo:

Me despierto y como soy cristiana, me gusta leer la palabra y de ahí reviso el celular y lo dejo todo el día de lado, a veces se me queda en la casa y se me olvida y para mí no es tema. Como tengo mi negocio, tengo el teléfono de red fija y el que me necesita me va a llamar a la red fija (Focus 5, participante 3).

3. Conclusiones

Esta investigación ofrece una mirada transversal de las diversas etapas de la vida de la maternidad y su relación con los smartphones, en grupos de mujeres chilenas. Si bien se comprueban resultados de investigaciones anteriores como, por ejemplo, el aumento de la carga de trabajo de las mujeres o la existencia de la presencia conectada (y la perpetuación de los roles de género), también es posible reconocer usos menos visibles como la alfabetización inversa o la búsqueda de información de diverso tipo.

A la luz de las investigaciones más recientes también se reconoce el desigual impacto para mujeres y hombres en el balance entre lo doméstico y lo laboral y cómo la creciente tecnologización de la vida implica cada vez más trabajo para las mujeres. Por lo mismo, en esta línea, es necesario en la maternidad a distancia reconocer el uso de los distintos dispositivos y soportes de comunicación para tales efectos. De la misma forma, se reconoce el rol de las mujeres en la educación tecnológica de los hijos y la alfabetización inversa en un nivel de alta complejidad.

Igualmente, es importante señalar cómo el estudio permite comprobar una suerte de inevitabilidad de la presencia de los teléfonos móviles en la relación madre hijahijo, toda vez que el contacto con el dispositivo se establece antes del nacimiento. Esta inevitabilidad y cómo se ha comprobado, existe aún en forma de cordón umbilical cuando los hijos e hijas ya no viven en casa de sus padres.

Hacia futuros estudios, la multiplicidad de dispositivos, como smartwatches y tablets, cada vez más comunes y accesibles, plantea varios desafíos al respecto en cuanto a la investigación. Uno de los desafíos de esta gran oferta de dispositivos móviles es cómo estos serán utilizados por la población de mujeres más adulta y los efectos de esta utilización. Igualmente, a futuro es interesante y pertinente investigar cómo las nuevas generaciones de madres “nativas digitales” van resignificando el uso de los teléfonos móviles.

Finalmente, aspectos como la alfabetización inversa en una población que envejece cada vez más rápido y en la que aún la tecnología y su acceso se encuentra fuertemente masculinizada, plantea varios desafíos no solo en cuanto a los vínculos de maternidad, sino también en torno a otros escenarios como la formación permanente y las políticas públicas.

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* El artículo es parte del proyecto de investigación “Usos del smartphone por parte de las madres de la ciudad de Valparaíso y la influencia de estos en la vida cotidiana”, código 37.0/2019, financiado por el fondo DI emergente interno de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, adjudicado en julio de 2019.

Recibido: 10 de Mayo de 2023; Revisado: 14 de Septiembre de 2023; Aprobado: 10 de Octubre de 2023

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