Introducción
En los últimos años, las dinámicas sociales han ido cambiando y el comportamiento criminal no ha sido la excepción. Dadas las coyunturas actuales, existen ciertos fenómenos delictivos que generan una gran afectación no solo a nivel económico, sino también político, social y moral. Es así como ante tales problemáticas, la Policía Nacional de Colombia con miras a contrarrestarlas, se ha dado a la tarea de contribuir en la generación de conocimiento científico, orientado a entender y caracterizar adecuadamente el comportamiento criminal para enfocar esfuerzos tendientes a prevenir, controlar y disminuir la incidencia de actos criminales en el territorio colombiano.
Al respecto y teniendo en cuenta que para conocer el volumen de delincuencia, se recurre a las estadísticas oficiales (anexo 1), cuyos datos otorgan legitimidad y objetividad (Fernández, 2013). El comportamiento delictivo en Colombia ha suscitado numerosos análisis que abordan desde las circunstancias de tiempo, modo y lugar, hasta posibles características geográficas de los territorios donde se materializan las conductas. Diversos también han sido los objetivos del manejo de la información criminal; para este caso, se presenta una radiografía criminal del país para la vigencia del 2022, a partir de la aplicación de un método descriptivo sobre los datos registrados en el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (SIEDCO), que permita entre muchas otras aportar de manera significativa en la toma de decisiones en el ámbito de la seguridad y planificar el servicio de Policía. Así también es preciso señalar que, como producto del proceso de homogenización adelantado entre la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación sobre los registros administrativos, algunos de los delitos presentaron variaciones; por lo cual se hace referenciación a dicho proceso.
De esta manera, se da cuenta que el proceso de consolidación de registros administrativos en materia de criminalidad, efectivamente afectó la comparabilidad de las cifras de criminalidad, como se evidenció en el estudio realizado por Rodríguez et al. (2018), en el que se comprobó que este proceso generó cambios metodológicos en dos dimensiones: la primera de ellas, cuando el SIEDCO empezó a recibir casos provenientes del Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA), y en segundo lugar, cuando se puso en marcha el aplicativo ¡ADenunciar! Por consiguiente, el trabajo mancomunado que se ha ejecutado por años para alcanzar el umbral de la cifras reales, ratifica que realizar una adecuada medición de los índices de criminalidad ha permitido y seguirá permitiendo el diseño e implementación de políticas públicas que garanticen la conservación de la seguridad y convivencia ciudadana.
En tal virtud, la importancia de dilucidar un panorama preciso de las tendencias y fenómenos delictivos que afectaron la seguridad y convivencia ciudadana en el territorio colombiano, radica en que identificar aspectos diferenciadores permite, además de diseñar e implementar la política criminal, como se mencionó anteriormente, vislumbrar posibles cursos de acción para la contención y disrupción del delito desde una perspectiva multidimensional, que involucre diferentes actores, así como soluciones, priorizando las estrategias de conformidad a las características sociodemográficas de cada territorio.
Por ello, el presente estudio descriptivo constituye insumo para el diseño de las estrategias interinstitucionales en el marco del Sistema Nacional de Convivencia y Seguridad Ciudadana propuesto en el Plan Nacional de Política Criminal 2022-2025; toda vez que se adelanta un recorrido sobre diferentes esferas del ámbito socioeconómico que pueden llegar a explicar o soportar muchas de las decisiones y comportamientos que inciden en los miembros de la comunidad, como los índices de empleabilidad e informalidad, así como los de pobreza y condiciones de vida.
En concordancia con lo anterior, se esboza una caracterización sociodemográfica, en la que se pretende explicar las circunstancias alrededor del delito, a partir de variables como el sexo, la edad, la ocupación de las víctimas, entre otras; destacando como las de mayor suministro de información, las causas generadoras, así como las modalidades y las armas usadas para su materialización. Asimismo, a través de la caracterización espaciotemporal, se busca identificar y priorizar cuáles son los territorios mayormente afectados, las zonas y sitios de mayor concentración, como también la identificación de las variables de mayor incidencia en cada uno de ellos.
Metodología
De acuerdo con Hernández et al. (2006), la investigación descriptiva busca especificar las propiedades, las características y los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se someta a un análisis. En este sentido, el presente estudio de carácter descriptivo y analítico se desarrolló con miras a presentar el comportamiento criminal en Colombia para el 2022, desde un enfoque estrictamente cuantitativo empleado para la extracción, análisis e interpretación de los registros administrativos del SIEDCO, que permitiera dilucidar un panorama más preciso de las tendencias y fenómenos delictivos que afectaron la seguridad y convivencia ciudadana en el territorio colombiano. De forma complementaria, mediante una entrevista semiestructurada que se realizó a un funcionario de la Policía Nacional, se recopiló información con respecto al proceso de homogenización de los registros administrativos, el cual tuvo como propósito identificar aspectos de interés que desde la experiencia de quienes participaron en el mismo, permitieron validar la relevancia e importancia que representa la unificación y consolidación de la información estadística en materia de criminalidad. El instrumento abordó como ejes centrales: i) importancia de la homogenización de registros, ii) calidad y comparabilidad de los datos en el análisis del delito, iii) afectación de la homogenización en la interpretación de los datos de criminalidad, iv) revelación de tendencias o patrones que no eran visibles, v) actores y participantes en el proceso.
Método
Con el fin de describir los datos extraídos del SIEDCO, se priorizó la utilización del método de análisis descriptivo que busca caracterizar las variables, y es empleado tanto para trabajos descriptivos como para definir la muestra como primer paso para realizar un análisis (Romero et al., 2013). Para ello, el análisis involucró las siguientes fases: i) definición de datos requeridos, ii) extracción y tratamiento de información representativa de la colección de datos del SIEDCO, iii) representación gráfica, iv) descripción de tendencias, v) presentación de resultados. De esta manera, el análisis se realiza tomando en cuenta los niveles de medición de las variables y mediante la estadística, a través de distribución de frecuencias, medidas de tendencia central (media, mediana y moda), medidas de variabilidad (rango, desviación estándar y varianza); gráficas y puntuaciones z.
Proceso de homogenización de los registros administrativos en SIEDCO
Dentro de los procedimientos realizados por la Policía Nacional, se encuentra el desarrollo de la operación estadística “Conductas y Servicios de Policía”, enmarcada como el proceso “Desarrollar Investigación Criminológica”, perteneciente al Servicio de Investigación Criminal de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL - DIJIN. Así, con el propósito de cerrar cada vez más la brecha entre las cifras registradas en los sistemas de información de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, en el 2023 se incorporó al SIEDCO una nueva herramienta para la validación de denuncias, a partir de la cual se consideró establecer unidad de criterios en ambas entidades para la actualización y presentación de la información, en virtud de las directrices para la gestión de la información estadística del sector defensa y seguridad, con la finalidad de armonizar el esfuerzo institucional, implementar mecanismos de intercambio de datos, asignar responsabilidades a las diferentes instancias que intervienen en la producción de la información estadística (Ministerio de Defensa Nacional (MDN), 2023, p. 7). Estos lineamientos se encuentran descritos en la “Metodología para la consolidación de la información estadística del sector defensa y seguridad nacional” que corresponde a la actualización del documento “Libro Blanco de las cifras del sector seguridad y defensa”, generada por el MDN (2023). En este contexto, con base en la información suministrada por un funcionario de la PONAL que participó activamente en el proceso de homogenización y la información contemplada en la “metodología para la consolidación de la información estadística del sector defensa y seguridad nacional”, se destaca que la unificación de cifras permite la generación de productos de análisis que, partiendo de la realidad, presenten un panorama claro de la criminalidad en el país y que a su vez permitan orientar la toma de decisiones e impactar en la política pública desde el enfoque de la prevención y control criminal. De este modo, la consolidación impacta positivamente, por cuanto ha dinamizado el mejoramiento en la calidad de los datos registrados en el SIEDCO, a través de las depuraciones y clasificaciones realizadas para identificar aquellos casos que no corresponden a una conducta punible. En este proceso participaron expertos, instituciones y colaboradores involucrados, así:
Ministerio de Defensa Nacional: a través del Observatorio de Derechos Humanos y Defensa Nacional, ha definido la metodología para la consolidación de la información estadística del sector defensa y seguridad nacional, con el propósito de recopilar las cifras producidas por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional.
Fiscalía General de la Nación: desde el 2017 ha venido generando un documento denominado “Censo Delictivo”, mediante el cual se consolidan las cifras de criminalidad registradas en el aplicativo SPOA.
Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL: por intermedio del Grupo Información de Criminalidad ha realizado las coordinaciones pertinentes y mesas de trabajo con la Fiscalía General de la Nación para llevar a cabo diferentes proyectos, dentro de los cuales se encuentra el proceso de homogeneización y unificación de cifras estadísticas. Su experiencia en la consolidación, procesamiento y análisis de cifras es de más de 63 años, lo que la vuelve una de las instituciones más robustas frente al tema de análisis de información. Asimismo, por medio del Observatorio del Delito llevan a cabo la publicación de la Revista Criminalidad, la cual es empleada como referente por varias entidades nacionales e internacionales.
Así las cosas, estas entidades han participado articuladamente desde el 2017, tanto en la estandarización de variables empleadas para el registro de los delitos de impacto y, por ende, la unificación de las cifras delictivas, como en la implementación de estrategias para dinamizar la ejecución de las actividades transversales desde el ámbito de la mejora y perfeccionamiento continuo. Al respecto, a partir de estos esfuerzos, desde el 2022 se incorporó e implementó el “Proceso de validación de denuncias con la Fiscalía General de la Nación”, el cual se realiza de manera mensual y según el MDN tiene el propósito de:
(…) tomar como referencia el universo de noticias que corresponden a la criminalidad legal o típica, para luego excluir los procesos por hechos en los que se ha registrado actuaciones de archivo o preclusión por atipicidad e inexistencia del hecho y los archivos por querellante ilegitimo (universo denominado para la FGN (Fiscalía General de la Nación) cómo entradas efectivas como se explica a continuación:
Inexistencia del hecho: cuando según investigación judicial se determina que no existieron los hechos.
Querellante ilegítimo: cuando la persona que interpone la denuncia no cumple con las condiciones para ser considerado como querellante legítimo, según el art. 71 del Código de Procedimiento Penal.
Atipicidad del delito: la negación de la tipicidad, esto es, la atipicidad, entendida como la ausencia de adecuación de los hechos investigados en los elementos del tipo descritos en el Estatuto Penal. (2023, p. 47)
Desde esta perspectiva, la homogenización mejora la transparencia de los datos tanto de la Policía Nacional como de la Fiscalía General de la Nación, al ser comparables en cerca del 95%, como resultado de los proyectos ejecutados en el marco de las mesas de trabajo que se han adelantado bilateralmente. Es importante indicar que las cifras de la Policía Nacional siempre han sido públicas y se han difundido a través de la página web institucional, ya que la metodología empleada para su consolidación, tratamiento y difusión forman parte de la operación estadística denominada “Conductas y Servicios de Policía en Colombia”, la cual se encuentra certificada por el Departamento Administración Nacional de Estadística (DANE).
Análisis descriptivo comportamental del delito
Si bien el Código Penal colombiano registra más de 360 conductas tipificadas como delito, para efectos del presente artículo se presenta una descripción pormenorizada de los principales que suponen una afectación directa a la convivencia y seguridad ciudadana. Entre ellos, se genera un acápite especial sobre el homicidio como el delito de mayor relevancia dentro de aquellos que atentan contra la vida y la integridad de las personas; seguidamente se presenta un análisis descriptivo de los delitos de lesiones personales, delitos sexuales y violencia intrafamiliar, cerrando así el ciclo. Con relación a la afectación del patrimonio económico, se presenta una descripción de los delitos de hurto a personas, residencias, comercio y vehículos (incluyendo automotores y motocicletas); de igual forma, se esboza el comportamiento general del secuestro y la extorsión. Finalmente, son referidos los principales delitos de afectación a la seguridad vial. Para dar inicio a las descripciones referidas, y considerando de especial relevancia los ajustes y parámetros establecidos para la homologación de los criterios para el registro y conteo de las cifras de criminalidad en el país, se presenta un resumen de la metodología.
Para tal fin, es preciso reiterar que la información presentada en este artículo se refiere a aquella registrada en el SIEDCO, a partir de las denuncias producidas, previa validación de las entidades involucradas en el proceso. Por lo cual, lo aquí plasmado puede contener y generar una limitación sobre la totalidad de la información delictiva, atendiendo a las cifras no reportadas o la falta de denuncia; es decir, la “cifra negra” de la criminalidad, concepto que según Cares (2017), “surge de las encuestas de victimización desarrolladas inicialmente en la década de 1960. A partir de ahí se constató que las denuncias formales carecían de suficiencia para dimensionar la criminalidad”, y reafirmando en palabras de De Folter et al. (1989), siempre existe subregistro en las cifras del crimen. En relación con ello, Rodríguez et al. (2018) señalan que, para brindar una conceptualización a la forma de entender el comportamiento de los registros estadísticos, una clasificación considera tres clases de criminalidad: la real, que hace referencia a la totalidad de fenómenos relacionados con la criminalidad; la registrada, es la que se refleja en los registros de las autoridades; y la oculta, es la que no se refleja en los registros oficiales (p. 12).
Homicidio intencional 2022
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) (2020), el homicidio intencional es la muerte ilícita causada a una persona con intención. Tal como lo indica la nota explicativa sobre homicidio doloso o intencional, publicada por la Policía Nacional de Colombia, dando alcance al indicador propuesto para el homicidio doloso en el documento “Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026”, titulado “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, versión para el Consejo Nacional de Planeación y a la articulación del mismo con la Guía Unificación de Criterios y Conceptos para el Registro de Noticias Criminales e Información Administrativa sobre Homicidios en el SPOA1, SIDENCO2 y SIEDCO de la Fiscalía General de la Nación y Policía Nacional, a partir del 2023, la información estadística de homicidios generada por el SIEDCO (PONAL, 2023), surtió un cambio metodológico a partir del cual, al hablar de homicidio para efectos del reporte estadístico, se tiene en cuenta el homicidio intencional y el feminicidio3. Información sobre la cual se centra la descripción sociodemográfica presentada en este artículo. No obstante, y teniendo en cuenta el interés particular que puede suscitarse sobre la totalidad de la información, la Tabla 5 titulada “homicidio y lesiones personales”, muestra dicho dato discriminado por departamento político. Una vez realizada la aclaración, y considerando que el delito de homicidio sigue refiriendo uno de los pocos que permiten hacer una evaluación en el ámbito internacional, por tanto, forma parte de las temáticas de mayor relevancia en la agenda nacional y cuando de índices de criminalidad se trata, refiere una importancia significativa. Infortunadamente, las cifras en Colombia, por lo menos en los últimos diez años, no han logrado establecerse por debajo de los 11000 casos (véase Figura 1).
En lo que concierne al comportamiento desde el análisis estadístico, en la última década, a excepción del 2018 (incremento del 5 %) y 2021 (incremento del 14 %), se han registrado disminuciones sobre el fenómeno, siendo el 2014 en el que mayor contención logró registrarse con una reducción del 14 %, lo que se tradujo en más de 1900 vidas salvadas. Con el propósito de abordar el homicidio en paralelo con los planteamientos y realidades del ámbito económico y social, se identifican los siguientes como preceptos base para el análisis:
Objetivos de desarrollo sostenible
En el marco del objetivo número 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible “paz, justicia e instituciones sólidas”, el cual busca promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles, se encuentra definida la meta de “reducir significativamente todas las formas de violencia y las correspondientes tasas de mortalidad en todo el mundo”, dentro de la cual se especifica para Colombia, una tasa de homicidios de 16.4 por cada 200 000 habitantes al 2030. Así pues, dando alcance a la hoja de ruta diseñada, se busca llevar la tasa de homicidios del 2022 a 23.2 por cada 100 000 habitantes, tal como lo indica el Departamento Nacional de Planeación (DNP) (s.f.).
Plan Nacional de Política Criminal
Siguiendo con la premisa de la atención multidimensional sobre el delito, el Plan Nacional de Política Criminal (PNPC) establece:
(…) las respuestas de política criminal deben estar acompañadas de estrategias y acciones en diferentes ámbitos; no sólo en el penal y el jurídico, sino también en lo social, económico, cultural, administrativo y tecnológico (…). A su vez, la política debe (i) tener un carácter preventivo, lo que implica que el Estado debe utilizar al derecho penal como última herramienta de intervención (…)”. (CONPES 4089 del 06/06/2022)
Desde las fases de criminalización contempladas por el Plan, debe hacerse frente desde las fases preventiva y la de criminalización secundaria4, aportando así a la estrategia que apunta a mejorar la actuación y capacidad de respuesta institucional del Estado para potenciar su efectividad y oportunidad, a fin de reducir el homicidio, enfocando así todos los esfuerzos a realizar aportes con la prioridad uno: prevención del delito y reducción del homicidio.
En concordancia con lo ya descrito, uno de los objetivos de esta prioridad es caracterizar la incidencia del homicidio en cada territorio, para lo cual el presente documento puede llegar a constituir un insumo que permita un primer acercamiento.
Caracterización sociodemográfica
Del 01/01 al 31/12 de 2022, se registró un decremento del 1.09 % sobre el homicidio, lo que significa 149 casos menos en comparación con el año inmediatamente anterior, donde para la vigencia se registraron 13 685 hechos, el promedio diario de homicidios registrados fue de 37, lo que no refiere una diferencia con relación al 2021.
Aunque el aporte porcentual no es el de mayor concentración, se hace imperioso resaltar que el 6.36 % de los homicidios registrados se concentraron sobre la población de niños, niñas y adolescentes; de igual forma, las personas mayores registran el 3.92 % de participación, siendo las mujeres las mayormente afectadas en este rango etario (véase Tabla 1). El 93.18 % de los occisos son colombianos (12 613), el 5.56 % venezolanos (752), 0.2 % de diversas nacionalidades (31), entre las que se destacan 8 ecuatorianos y 4 estadounidenses; y en 140 casos se desconoce el arraigo. Con relación a los rangos etarios, y teniendo en cuenta que la población de los adultos y los jóvenes son los más afectados, se identifica que el 72.28 % de las víctimas eran solteras, el 24.17 % vivían en unión libre, 2.43 % estaban casados, 0.56 % separados o divorciados y con el 0.21 % estaban viudos. En el 0,35 % de los casos no se registra información.
Según el grado de instrucción de las personas, el 65.75 % (8900) tenía estudios de secundaria, el 27.55 % (3729) estudios de primaria, y tan solo el 1.02%, es decir 138, eran analfabetas. Situación que permite inferir que el 95.27 % de los occisos han tenido acceso a educación, toda vez que además dentro de las víctimas se encontraban personas con estudios de nivel superior. Cabe destacar que sobre el 3.71 % de los hechos, no se tuvo conocimiento del nivel de escolaridad.
El 72.45 % de las víctimas de homicidio, se concentraron en diez ocupaciones o categorías, dentro de las cuales se encuentran los oficios y actividades varias con el 42.97 % (5816), seguido de trabajador independiente 7.61 % (1030), empleado 5.87 % (795), agricultor 3.75 % (507), estudiante 3.27 % (442), comerciante 2.49 % (337), habitante de calle 2.25 % (304), mototaxista 1.51 % (204). El 2.75 % de la población de estudio, es decir 372, no registran una ocupación legal, y en el 15.08 % de los casos se desconoce dicha información. Además de las ya enunciadas, las variables de ocurrencia de mayor interés son aquellas que refieren la modalidad, el medio utilizado para ejecución del delito y las causas generadoras del mismo, por lo cual se logró identificar lo siguiente.
El 98.24 % de los casos, se concentran en nueve principales modalidades, la de mayor afectación continuó siendo el sicariato con el 62.23 % de los hechos, con 8423 casos, seguido de las riñas con el 19.14 % (2591), atacados por GAO6 5.66 % (766) y atraco 4.73 % (640). Cuando la validación se realiza diferenciando el sexo de la víctima, se sigue identificando en ambos casos el sicariato como la modalidad mayoritaria; sin embargo, en segunda instancia, las mujeres mueren por casos de violencia intrafamiliar, mientras que los hombres por riñas (véase Figura 2).
Se destaca que con ocasión de la protesta social no se registraron homicidios, y que la modalidad de atraco presenta un porcentaje igualitario tanto en el registro nacional, así como para hombres y para mujeres del 5%. El arma usada en mayor proporción en la comisión de los homicidios fue el arma de fuego con el 76.50 % (10 355), seguida por las armas cortopunzantes 18.25 % (2470), contundentes 4.76 % (644). Se puede evidenciar que el porcentaje del uso de armas cortopunzantes se posicionó por encima del margen nacional en el caso de las mujeres, donde significó el 23.91 % de los hechos.
Caracterización espaciotemporal
El homicidio, en todos los meses registró más de 1000 hechos. Sin embargo, los meses con baja incidencia fueron marzo, junio y febrero; por el contrario, diciembre significó el mayor registro con 1255 víctimas. Así mismo, se presenta la relación de algunos eventos de connotación nacional los cuales pudieron tener cierto grado de injerencia en el comportamiento del delito en algunas zonas del país (véase Figura 3).
La zona urbana sigue registrando la mayor participación en el ámbito nacional con el 63.58 % (8606). Sin embargo, en comparación con el mismo periodo en el 2021, el homicidio rural ha presentado un leve incremento de 0.69 puntos porcentuales al pasar de 37.11 % a 37.80 %. Los departamentos con mayor participación en el homicidio continuaron siendo aquellos donde se encuentran las ciudades capitales de mayor extensión territorial y de concentración poblacional como lo son Valle, Antioquia y Cundinamarca; sin embargo, Cauca se encuentra en el cuarto lugar de los departamentos más afectados. Todas estas jurisdicciones, aunque registraron el mayor número de casos, presentaron decremento sobre el delito, a excepción de Cauca.
En el homicidio urbano, 280 municipios registran incrementos. En comparación con el mismo periodo del 2021, los 15 con los incrementos más significativos fueron: Cartagena, Barrancabermeja, Saravena, Valledupar, Montería, Quibdó, Cartago, Malambo, Santa Marta, Yarumal, Rionegro, Puerto Boyacá, Cereté, Tame y Arauquita. 346 registraron por su parte incrementos en el homicidio rural; los 15 de mayor diferencia correspondieron a Santander de Quilichao, Puerto Guzmán, Saravena, Tame, San Andrés de Tumaco, Fortul, Remedios, El Águila, Turbo, Ciénaga, Zona Bananera, Chaparral, Ansermanuevo, Simití y Buenos Aires. 39 municipios concentraron el 43.84 % de los homicidios en el país; de estos, solo 22 registraron el 40,29 %, dentro de los cuales Cali y Bogotá significan el 14,80 %.
Los lugares de mayor afectación, continúan siendo las vías públicas con el 59.83 %, seguido de fincas y similares con el 10.94 %, carreteras y casa de habitación con el 5.92 % y 5,40 %, respectivamente.
Es importante señalar que el 7.57 % de los homicidios, se cometieron en lugares de difícil acceso a la Policía Nacional, tales como al interior de residencias, casas de habitación, apartamentos en conjuntos cerrados, resguardos indígenas, entre otros; y el 1.46 % se generaron en zonas selváticas o boscosas. Así como las zonas permiten vislumbrar comportamientos específicos del fenómeno, se debe tener en cuenta que no en todos los territorios la dinámica criminal es la misma; por tanto, es preciso identificar qué modalidades se presentan en cada uno de los municipios para lograr entender cuál debe ser el enfoque al momento de contener el delito.
Genera especial atención que seis de las ciudades capitales de mayor relevancia, tienen participación en cuatro de las cinco modalidades predominantes (Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena y Santa Marta). Santander de Quilichao no solo se encontró ubicado en el top 15 por sicariato, sino que también por atraco, situación de especial interés toda vez que el 98 % de extensión territorial del municipio corresponde a una zona rural. Con relación a problemas de intolerancia, puede enfocarse la atención en municipios como Bucaramanga, Soacha, Pasto y Palmira que se encontraron ubicados en los tops de homicidio por riñas y también por violencia intrafamiliar (véase Tabla 2). En los días del fin de semana se reportaron el mayor número de víctimas, entre los viernes, sábados y domingos se registraron el 51 % de los homicidios; los lunes presentaron un mayor porcentaje de participación que los días viernes. En el horario comprendido de 18:00 a 23:59 horas, se presentó la mayoría de los casos con el 38 %, seguido por las horas de la tarde (12:00 a 17:59) con el 25 %.
Si bien es cierto que el fenómeno del homicidio corresponde a instancias de seguridad pública, debe ser atendido desde una perspectiva multidisciplinaria, ya que como ha podido vislumbrarse en las caracterizaciones sociodemográfica y espaciotemporal, son diversos los factores que inciden en la ocurrencia del delito. La concentración del delito refuerza lo ya descrito, a pesar del decremento, en los últimos cuatro años se aglutinan las víctimas en los centros poblados de mayor relevancia nacional, para el caso de la ruralidad, Tumaco, Santander de Quilichao y Saravena concentran el mayor número de víctimas (Figura 4).
Ámbito socioeconómico
Para poder acercarse a las apreciaciones, es preciso tener en cuenta una serie de variables desde el ámbito socioeconómico, así:
Mercado laboral
En el último informe del DANE con información sobre la vigencia 2022, se reportó que la tasa de desempleo en el total nacional fue de 10.3 % (Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), 2023). Lo que significó una diferencia de 0,8 puntos porcentuales en comparación al 2021, en la que se registró una tasa del 11.1%.
Asimismo, en las 13 ciudades principales se presentó la misma tendencia de reducción. Aunque tanto hombres como mujeres se ocuparon más, estas últimas lograron una mayor representatividad en el mercado laboral, puesto que, para el último trimestre del año analizado, el aumento de la población ocupada en el país se focalizó en las mujeres (+544 000) (DANE, 2023). También, el 11.2 % de las personas consideraron que la situación económica del hogar había mejorado (DANE, 2023).
En cinco de las principales ciudades del país (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga), ciudades que concentran el 20.74 % de los homicidios, la tasa de desempleo tuvo un descenso considerable con relación al 2021 y la tasa de ocupación incrementó en todos los casos. Sin embargo, dicha situación no fue la reflejada en Bogotá, Cali ni Medellín, donde a pesar de los índices descritos, registraron incrementos de delitos en 2.58 %, 1.84 % y 11.97 %, respectivamente.
Por otra parte, ciudades como Valledupar y Santa Marta, forman parte de las ciudades que presentaron la mayor proporción de informalidad al finalizar el 2022 (DANE, 2023), con el 69.6 % y 66.8 %, respectivamente; índices que se encuentran por encima de la media nacional (57.8 %), lo que puede tener alguna relación con su nivel de participación de homicidios principalmente por las modalidades de riñas y atracos. En cambio, ciudades donde la informalidad es más baja como Bogotá y Manizales, registraron decrementos en el delito.
Con relación al índice de competitividad, publicado por el Consejo Privado de Competitividad de la Universidad del Rosario (2022), de las cinco principales ciudades referidas, cuatro se encuentran punteando el top 5 del índice a nivel país, con excepción de Barranquilla, que de igual forma se encuentra en la posición número siete entre las 32 capitales. Bogotá, con especial énfasis en el tema de adopción de tecnologías de la información, innovación, sostenibilidad ambiental y entorno para los negocios, mientras que Medellín en el ámbito de infraestructura y equipamiento.
En lo que concierne al trabajo infantil, cabe destacar que el 16.74 % de los niños, niñas y adolescentes (NNA) entre los 5 y los 17 años de edad que reportaron adelantar trabajo doméstico y de cuidado no remunerado para el 2022, pueden constituir un factor de oportunidad para las organizaciones criminales y, por ende, un riesgo para la seguridad. Lo anterior, teniendo en cuenta que del total de los NNA que manifestaron adelantar alguna actividad laboral, el 37.1 % lo hacen porque “les gusta trabajar para tener su propio dinero” (DANE, 2023).
Pobreza y condiciones de vida
La pobreza y los bajos niveles de satisfacción de los ciudadanos, constituyen factores de interés general, que permiten entender comportamientos delictivos desde la génesis de las necesidades básicas de los individuos (sin que estos sean justificados), en el entendido de su relación con un entorno hostil; es entonces que podría hacerse referencia a que, como lo indica en sus investigaciones Edwin Sutherland a través de su Teoría de la Asociación Diferencial, los sujetos han llegado a aprender a ser criminales por una serie de técnicas trasmitidas culturalmente, principalmente por el empoderamiento que adquiere el crimen en determinados grupos, donde se consolida dicha actividad y se refuerza para continuar haciéndola (Hikal, 2017).
En tal virtud, con base en los resultados presentados en el último Censo Nacional de Población y Vivienda del DANE 2018 (2022), se verificó dicho índice en los 20 municipios con mayor participación de homicidios en el 2022 (véase Figura 5), lo que refiere el 38.77 % de la totalidad de las víctimas para ese año.
Fuente: elaboración propia, fuente Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV), 2018 (Necesidades básicas insatisfechas).
Como generalidad, se observa que en la ruralidad es donde menos necesidades básicas se encuentran cubiertas. Llama la atención Quibdó, donde se registra menos satisfacción en la zona urbana que en la rural; de igual forma este municipio junto con Tumaco, Saravena, Buenaventura y Montería, registraron niveles de insatisfacción por encima del promedio nacional, tanto en lo urbano como lo rural. Por su parte, el municipio de Soledad registró una proporción de más del 70 % de insatisfacción en la ruralidad, lo que es bastante significativo toda vez que el promedio nacional de insatisfacción es del 14.28%. Otro de los factores que debe tenerse en cuenta desde el aspecto social, es la resolución de conflictos de forma no adecuada, causas como el limitado acceso al sistema de justicia, la baja credibilidad en las instituciones, específicamente en las encargadas de administrar justicia, han conllevado que en centros tanto urbanos como rurales se aumente la actividad de justicia por mano propia, lo que en muchos de los casos puede constituir un factor determinante para el incremento de los homicidios. En este punto, es de vital ayuda implementar y fortalecer los instrumentos de política pública que permitan que la ciudadanía esté en la capacidad de aplicar mecanismos de resolución efectivos de conflictos, con el propósito de restablecer la armonía en el entorno social.
Lesiones personales
En los últimos años, el comportamiento del delito ha sido cambiante. Sin embargo, en los últimos seis años se registraron más de 100 000 víctimas, a excepción del 2020 que registró además el porcentaje de reducción más alto y del 2022 donde la cifra fue de 99 507, lo que significó una reducción del 6 % (Figura 6).
Bogotá, Medellín y Cali son las ciudades más afectadas por el delito; sin embargo, las tres registraron decrementos en comparación con el 2021. El único municipio que se encuentra en el top 15 de afectación y que no corresponde a una ciudad capital es Soacha, que se ubicó en el quinto lugar. Las riñas siguen representando el 86.60 % de las modalidades bajo las cuales se genera el delito; las vías públicas fueron el sitio con mayor ocurrencia de este tipo de hechos, seguido por las casas de habitación, concentrando así entre ambas, el 84.81 % (Figura 7).
Delitos sexuales
Los delitos sexuales disminuyeron en 20%. Sin embargo, aun cuando se evidenció una reducción importante del 21 % en comparación con el 2021, el acto sexual con menor de 14 años fue la conducta con más participación en referencia a los delitos sexuales durante el 2022 significando el 35 % del total de estas conductas (Figura 8).
El 84 % de los hechos fueron perpetuados sobre población femenina, en comparativo con el 2021, esta situación se redujo en 21%; por otra parte, el 15% de las víctimas fueron hombres, en comparativo con el 2021, sobre esta población el delito se redujo en 20%. En cuanto a la agrupación por edad hubo una afectación en los tres sectores definidos, así: 37% en adultos, 30% en adolescentes, 33% en menores; es de anotar que en comparación con el 2021, los tres rangos etarios presentaron reducción del 16%, 21% y 25%, respectivamente (Figura 9).
Violencia intrafamiliar
Para el 2022 se registraron 111 761 hechos, evidenciándose una reducción del 12.84% en comparación con el 2021. Las riñas simples y en segunda medida las riñas específicas entre compañeros permanentes, son las modalidades con mayor participación, concentrando el 71% de los casos (Figura 10).
Dicha reducción aplica sobre personas de sexo femenino y masculino; sin embargo, las mujeres son quienes en mayor proporción (74%) siguen representando la mayoría de las víctimas. Para dicha vigencia, en la zona rural se logró una reducción del delito en 20.38% y del 12.33% en la zona urbana; el 25% de las personas afectadas informaron dedicarse principalmente a los oficios varios, a ser empleados o amas de casa.
Las ciudades de Bogotá y Medellín siguen concentrando la mayor cantidad de casos (37.88%). Llama la atención que dentro del top 10 se encuentren dos municipios que no corresponden a ciudad capital, estos son: Soacha (Cundinamarca) y Bello (Antioquia).
Hurto a personas
El delito presentó un incremento del 25.43% en todo el territorio nacional, y sigue presentando tendencias hacia el alza de manera continua en los últimos diez años, a excepción del 2020 que fue atípico.
El 59% de las víctimas fueron hombres, la jornada de la mañana entre las 06:00 y 11:59 es la más afectada, el 1.33% de las víctimas fueron menores de edad; en el 56.51% de los casos no se hizo uso de ningún tipo de arma a la hora de la comisión del delito, según lo informado en las denuncias por parte de las víctimas (Figura 11).
Al igual que en el homicidio y las lesiones personales, las ciudades capitales concentraron el mayor número de casos, adicionalmente Bogotá, Cali y Medellín registraron incrementos sobre el fenómeno con el 26.06 %, 28.77 % y 21.43 %, respectivamente. 612 municipios registraron incrementos sobre el delito en el 2022, en 81 no hubo reducciones, y en 294 se refiere un decremento en el número de casos.
El atraco continuó siendo la modalidad con más representatividad, seguido del factor de oportunidad; ambas modalidades al igual que el total nacional, presentaron incrementos con la vigencia anterior. Las vías públicas y semejantes constituyeron el 61.35 % de los lugares donde en mayor proporción se desarrollaron dichas conductas. Sin embargo, cobra especial atención el hecho de que después de estos, los buses de TransMilenio (sistema de transporte masivo de Bogotá) corresponden al lugar con más víctimas y con relación a los hechos registrados en la vigencia anterior, este lugar presentó un aumento de casos de más del 100 %.
De igual forma, suscitan especial atención lugares donde con relación al 2021, hubo un alza considerable de eventos, entre estos se encuentran universidades y centros educativos, estadios, discotecas, bares y cantinas. En todos los meses del año se registraron aumentos en el delito; a partir de agosto la cifra de hurtos siempre estuvo por encima de los 30 000 casos, alcanzando su pico máximo en el mes de octubre (Figura 12).
Al situar el delito a un hecho concreto, en Bogotá, por ejemplo, la Encuesta de Percepción y Victimización adelantada por la Cámara de Comercio de la ciudad, evidencia que en el 2022, el 17 % de los encuestados manifestaron haber sido víctima de algún delito (porcentaje que registró reducción en comparación con el 2021 en 3 puntos). Con relación al delito del que fueron víctimas, el 77 % informó que el hecho victimizante correspondió al hurto a personas, el cual, aun cuando presenta reducción en su comisión según los encuestados, sigue significando el de mayor afectación.
Respecto a las cifras registradas en SIEDCO, Suba, Kennedy, Engativá, Chapinero y Usaquén fueron las localidades con mayor número de casos, concentrando así el 46.75 % de la ciudad.
Hurto a residencias y comercio
Ambas modalidades de hurto presentaron incrementos; para el caso de las residencias fue del 3.77% y para los establecimientos de comercio del 7.67%, teniendo el siguiente comportamiento histórico, así (véanse Tablas 3 y 4; Figuras 13, 14, 15 y 16).
Para el caso de las residencias, el factor de oportunidad y la violación de cerraduras, significan el mayor porcentaje de hechos con el 71.13 %; no obstante, modalidades como la suplantación de autoridad presentaron un mayor número de casos con relación al 2021. Mientras que, para el hurto a comercio, el factor de oportunidad y el atraco constituyen el 64.74 %.
Al igual que en el hurto a personas, octubre registró mayor número de denuncias en el hurto a residencias, mientras que marzo lo fue en el hurto a comercio. Entre la media noche y las 06:00 se presentan las horas más álgidas en la comisión de hurto a residencias; por el contrario, las horas de la mañana comprendidas entre las 06:00 y 11:59 lo fueron para los establecimientos de comercio.
Hurto a vehículos (incluyendo automotores y motocicletas)
El hurto de ambos tipos de vehículos registró incremento, para el caso de los automotores del 4.60 % y de las motocicletas del 13.56 % (Figura 17).
El hurto a motocicletas viene presentando una tendencia al incremento desde el 2013 hasta el 2022, pasando de 23 218 casos en el 2013 al 38 507; en esteperiodo se excluye el 2020, por ser atípico por causa de la emergencia sanitaria.
En el top 5 de los municipios con mayor registro de casos se encontraron: Medellín, Bogotá, Cali, Barranquilla y Popayán; de estos, registraron reducciones solo Cali y Barranquilla. Municipios como Soledad, Bello, Pitalito y Soacha se encuentran en el top 15 y sugieren una atención especial y diferenciada. Las modalidades de halado y atraco, representaron el 81.24% de los hechos. Las motocicletas de color negro, representaron la mitad de los hurtos, y aquellas con un cilindraje menor a 200 centímetros cúbicos, fueron las más representativas.
Los automotores de modelos inferiores a ocho años fueron los más hurtados; los automóviles y las camionetas significaron el 82.72%. En los automóviles, hubo un aumento en el número de casos, así como principalmente los vehículos tipo panel. Conforme a las características físicas, los carros de color blanco fueron los más afectados, seguidos de los grises y rojos.
Secuestro
El delito de secuestro para el 2022 con relación al 2021 presentó un aumento del 39.38%; el secuestro con fines de exigencia económica significó la mayor proporción con el 63.23%. Tanto en la zona urbana como rural, el delito presentó incrementos de más del 45% en cada caso. En mayor proporción las personas víctimas del flagelo correspondieron a empleados, comerciantes y agricultores, ocupaciones que concentraron el 52.47%. Marzo, abril, mayo y junio presentaron reducción en el delito; sin embargo, el resto de los meses la tendencia fue de incremento, especialmente en el último trimestre del año (Figura 18).
Extorsión
El 2022 constituyó el de mayor afectación en el flagelo de la extorsión en los últimos diez años con 9790 hechos. Desde el 2020, el delito ha venido registrando una tendencia de incremento.
Aun cuando se registró reducción sobre la modalidad de ciber-extorsión, esta siguió significando el 8.87% del total de los registros, constituyéndose así en la segunda de mayor relevancia luego de la modalidad clásica que concentró el 71.03% (Figura 19).
Homicidios y lesiones en accidentes de tránsito 2022
La pérdida de vidas en accidentes de tránsito para el 2022 registró un incremento del 7.72 % en comparación con la vigencia del 2021. Diciembre y julio fueron los de mayor registro, y después de dos años, la cifra de muertes superó la de 700 para el último mes del año. Aunque se evidencian reducciones en algunos tipos de actor vial, las muertes en motocicleta siguen registrando el porcentaje más alto con el 39.69 % sobre el total de las víctimas; llama especial atención el hecho de que el 5% de las víctimas fueran menores de edad.
De las ciudades capitales, diez encabezan la problemática y concentran el 25 % a nivel país (Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Barranquilla, Villavicencio, Montería, Ibagué, Pereira y Santa Marta). De igual forma, en comparación con el registro del 2021, las mismas no presentan reducciones significativas. Para el caso de las lesiones en accidentes culposos de tránsito, el 2022 registró un total de 45 747 hechos. Estos reportes en materia de seguridad vial muestran una línea de tendencia (Figura 20), que desde el 2020 registra incrementos en ambos casos.
Aporte a la contención desde la actividad de policía
Entendiendo que la Policía Nacional tiene como política misional del servicio de policía,
(…) comprometer a todos sus integrantes en la prestación de un servicio de policía conforme a la Constitución Política, las leyes y el mandato policial, dentro del Estado Social de Derecho, bajo un enfoque preventivo, de liderazgo, empoderamiento policial y alta capacidad de investigación criminal, para hacer visible la disminución de delitos, la accesibilidad y participación ciudadana, la corresponsabilidad, la consolidación de la convivencia y la lucha contra la criminalidad (…). (Policía Nacional, s.f.),
para la vigencia de análisis, a partir del cumplimiento de su misionalidad, registró la siguiente actividad operativa:
Para el caso de las capturas, se registraron 187 112, un incremento del 2.55% con respecto a la misma cifra reportada en el 2021. Siguiendo con la descripción de variables que permiten ahondar en el análisis, es preciso señalar que las personas capturadas en una mayor proporción se encontraban en un rango etario de 21 a 40 años de edad (66.94%) y en su mayoría con el 90.02% correspondieron a personas de sexo masculino. Bogotá y Antioquia siguen presentando la mayor cantidad de capturas por todos los delitos. Al igual que en el caso de las víctimas por homicidio, el nivel de secundaria fue el de mayor predominio en los infractores capturados. Continuando con la premisa de la Constitución Política de Colombia, referida al mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas, y propendiendo por salvaguardar la vida y bienes de los habitantes de Colombia, se rescataron del secuestro un total de 53 personas, recuperados 439 731 bienes, 4441 automotores, 15 221 motocicletas; incautadas 16 905 armas, 413 668 municiones y más de un millón de kilos de estupefacientes.
Conclusiones
El comportamiento estadístico del delito y sus variaciones, merecen un análisis diferencial y específico que permita realmente y de forma oportuna generar la toma de decisiones de manera informada; en tal virtud, la información suministrada por el SIEDCO constituye insumo de valor excepcional para esta actividad. Sin embargo, los datos no deben constituirse como la única fuente para tal fin, en el entendido que, en aras de fortalecer dicha exploración, la información cualitativa permite generar mejores apreciaciones sobre la causalidad de los fenómenos.
Entre las apreciaciones que se pueden hacer sobre los diferentes delitos analizados, especialmente cuando se trata de los delitos que atentan contra el patrimonio económico, la libertad individual y otras garantías, así como aquellos relacionados con la protección de la información y de los datos, se logra evidenciar que en el 2022 se registraron incrementos.
Por otra parte, la comisión de delitos en contra de la integridad y la vida, registraron reducciones, tal es el caso de los homicidios, las lesiones personales, los delitos sexuales y la violencia intrafamiliar. Con relación a la información presentada sobre la actividad operativa de la Policía Nacional, se considera pertinente que sea objeto de análisis en otro documento, toda vez que su aporte a la contención no puede medirse únicamente a partir del análisis descriptivo de los resultados obtenidos, y de igual forma, requiere de la interrelación con factores de índole cualitativo.7