Introducción
La investigación respecto de las organizaciones criminales y su impacto en la sociedad es un hecho cada vez más trascendente. Muchos países de América Latina suman a sus problemas sociales internos una creciente ola de violencia criminal que supera en letalidad, inclusive en algunos casos, que la vista en guerras civiles (Trejo y Nieto Matiz, 2020).
Tanto la importancia como la intensidad del fenómeno de la violencia criminal han aumentado de manera preocupante en países del continente que se les calificaba con anterioridad como seguros, como es el caso de Chile y Uruguay (Bogliaccini et al., 2022).
La existencia de las organizaciones criminales y sus actividades delictivas crean una amplia gama de fenómenos de causa y efecto que complejizan el estudio de este. Sin embargo, los investigadores se han esforzado con el fin de intentar brindar un marco conceptual y herramientas analíticas que permitan tener una evaluación fehaciente a los casos, cuando estos suceden.
El estudio de la organización criminal abarca múltiples variantes (Von Lampe, 2016), sin embargo, los investigadores deberían tener al menos tres objetivos en sus investigaciones:
Cómo y por qué se cometen los delitos, como, por ejemplo, el tráfico de drogas o robos en serie.
Cómo y por qué los delincuentes se conectan y organizan en redes, pandillas, sindicatos, carteles y mafias.
Cómo y por qué los delincuentes adquieren poder y lo utilizan para controlar otros delincuentes y ganar influencia en la sociedad sobre aspectos legítimos, como los negocios y la política.
El desafío inicial que enfrentan los investigadores radica en la definición misma del concepto de “organización criminal” (Edwards y Levi, 2008). A lo largo de la historia, este concepto ha sido definido de diversas formas, muchas veces asociado a actos excesivos cometidos durante los conflictos militares (Bocanegra, 2016; Boutwell, 1865; Cabanellas de Torres, 1993; Castellanos, 1993; Castillo y Godoy, 2006; Godson y Williams, 2014; Ianni y Reus Ianni, 1972; Oré, 2019; Zúñiga, 2016).
Además, el régimen colonial británico utilizó este término para describir a las bandas comerciales seminómadas involucradas en robos en carreteras y otros delitos violentos (Brown, 2002). En un contexto diferente, se ha utilizado para representar a los campesinos irlandeses que se rebelan contra el dominio británico (Lewis, 1836). En Estados Unidos, el concepto surgió en relación con organizaciones mafiosas originarias de Italia (Appleton, 1868).
Como miembro de un grupo de trabajo de una comisión presidencial, el criminólogo Donald Cressey escribió un texto seminal para la criminología denominado El robo de la nación: estructura y operaciones de la organización criminal en Estados Unidos (1968), el cual sirvió como estudio pionero sobre la organización criminal en los tiempos modernos. Si bien su trabajo tuvo un papel crucial en la definición del concepto, este se centra solo en dos aspectos clave: las organizaciones criminales y sus actividades, así como un alcance más amplio que abarca diversas formas de estructuras criminales y actos de terrorismo (Von Lampe, 2016).
Ha habido numerosos intentos de establecer los límites del concepto de organización criminal (Kleemans, 2014). Según Williams y Godson (2002), la organización criminal abarca a individuos y grupos que se dedican a actividades ilegales y criminales como su principal fuente de ingresos y que tienen relaciones laborales continuas. La estructura de la organización criminal puede variar, desde estrictas jerarquías verticales con compromisos de por vida hasta relaciones no jerárquicas más flexibles y temporales.
En contraste, Conklin lleva el concepto más allá al sugerir que la organización criminal posee los rasgos de una organización estructurada, incluida una división del trabajo, coordinación de actividades a través de normas y códigos, y la asignación de tareas para lograr objetivos específicos (Conklin, 1975).
Von Lampe (2016), luego de revisar la literatura publicada hasta el 2016 sintetiza lo abordado por diversos autores y divide el concepto en tres líneas de enfoque distintas del concepto: actividad criminal, estructura organizacional y gobernanza ilegal.
En su definición de organización criminal, Samuel Porteous (1996) caracteriza a la organización criminal como cualquier organización con fines de lucro relacionada con actividades criminales que tienen consecuencias significativas.
Para la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), la noción de organización criminal gira en torno a la interacción entre delincuentes y su participación en actividades ilegales, con un enfoque específico en grupos estructurados cuyo objetivo principal es adquirir ganancias monetarias a través de medios ilícitos (Hagan, 1983).
Ianni y Reus Ianni (1972) cambian el enfoque de las actividades y la organización a la concentración de poder ilegítimo en manos de criminales, lo que resulta en el ejercicio de una “gobernanza” en el ámbito de actividades y organizaciones ilegales reguladas, controladas e influenciadas. Al mismo tiempo, los delincuentes se infiltran en la sociedad legítima y corrompen a las élites empresariales o políticas, estableciendo un nuevo orden que atiende a sus intereses (Wheeler, 1976).
Kollman y Goranzon (1992) reducen el concepto a sus nociones primigenias: crimen y organización y el estudio de esas dos palabras y sus relaciones; y Finckenauer (2004) realiza una tautología que definen la organización criminal como “una verdadera delincuencia organizada”.
Los estudios han permitido que, en este conjunto de conceptos, se tenga en claro tres aspectos en torno al momento del estudio de la criminalidad organizada:
La organización criminal es un tipo específico de grupo criminal con una cierta forma de organización y como una forma de gobernanza, es decir, ciertas normas de mercados ilícitos (Varese, 2017).
La visión de la organización criminal como producto de las debilidades de los Estados (Hagan, 1983).
La pérdida de la noción de enfrentamiento en la relación entre el Estado y la organización criminal, teniendo más bien que la organización criminal es producto de la tolerancia y cooperación intencional de actores estatales (Albarracín, 2023).
Regresando a Von Lampe (2016), este autor sugiere además cuatro campos de investigacion respecto de la criminalidad que, de acuerdo con su criterio, aún no están suficientemente estudiados:
Empresas criminales u organización criminal
Mercados criminales
Gobernanza criminal
Criminalidad específica
A continuación (Tabla 1), se presenta un resumen de los diversos conceptos de organización criminal con el fin de que se aprecie la variedad de conceptos y temas transversales sobre ella. Además, se evidencia una revisión de autor, frente a la revisión sistemática que se muestra más adelante.
Esta revisión de literatura tiene como propósito realizar una exploración bibliográfica, de los años 2022 y 2023, en una línea de investigación planteada por Von Lampe (2016): organización criminal, sus definiciones, su relacionamiento frente a los nuevos desafíos empíricos criminales de distinta naturaleza, los temas relacionados al concepto, las relaciones con las fuentes de poder y otros asuntos relativos a ella (Santa et al., 2010). El objetivo es crear un marco teórico que permita la identificación precisa de los fenómenos empíricos existentes (Hirschi y Gottfredson, 1988) definiendo el tema de estudio y sus límites, para realizar una exploración integral de sus características. El método para lograr este propósito es hacer una revisión sistemática de la literatura basada en un área de investigación específica (Kelly, 1986).
Método
Una revisión sistemática es un método integral, transparente y reproducible para sintetizar la evidencia de la investigación (Díaz, 2006). La revisión sistemática (Page et al., 2020) es un instrumento diseñado para ayudar a los autores a documentar de manera transparente las razones de la revisión, así como crear una trazabilidad frente a lo que se realizó y sus hallazgos. Esta forma de revisión ha experimentado un aumento considerable en los últimos años frente a las revisiones narrativas o de autor.
Las directrices PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) se desarrollaron para mejorar la calidad de las revisiones sistemáticas y permite garantizar la calidad de la investigación. PRISMA tuvo una declaración del 2009, que fue sustituida en el 2020, que muestra los avances en la metodología para identificar, seleccionar, evaluar y sintetizar los estudios.
Las directrices PRISMA ayudan a los investigadores a llevar a cabo una revisión exhaustiva y transparente. Esto garantiza que todos los estudios relevantes se incluyan en la revisión sistemática y que la revisión se realice de manera transparente y reproducible, además de identificar posibles sesgos en la investigación. Esto ayuda a los investigadores a tomar decisiones más informadas sobre la calidad de la evidencia y las conclusiones que se pueden extraer de ella, facilitando la reproducibilidad de la investigación. Al proporcionar un método claro y transparente para hacer revisiones sistemáticas, otros investigadores pueden reproducir el estudio y verificar los hallazgos (González de Dios et al., 2011).
La revisión sistemática PRISMA mejora además la confiabilidad de los hallazgos de la investigación. En primer lugar, las directrices PRISMA ayudan a garantizar que todos los estudios relevantes se incluyan en la revisión. Esto puede ayudar a minimizar el riesgo de sesgo de publicación, que ocurre cuando los estudios con resultados positivos tienen más probabilidades de ser publicados que aquellos con resultados negativos. Además, PRISMA permite mejorar el poder estadístico del estudio: al incluir todos los estudios relevantes, la revisión sistemática puede proporcionar una estimación más precisa del verdadero tamaño de los efectos de los nuevos conocimientos generados.
PRISMA fue elaborado por un grupo de expertos que identificaron los criterios mínimos para revisiones sistemáticas destinadas a publicaciones científicas de alta calidad. Se siguió un proceso de cuatro etapas a partir de la identificación de los objetos de investigaciones: reconocimiento de estudios relevantes, selección de estudios, resumen de los estudios identificados y síntesis e informe de los resultados.
El método PRISMA contiene cuatro aspectos que resultan conceptualmente novedosos, lo que mejora en gran medida la lista de comprobación de los datos elegidos o recogidos: (González de Dios et al., 2011)
El proceso tiene un carácter iterativo (Barrios Serna et al., 2021).
La conducción y la publicación de un estudio de investigación son conceptos distintos (Moher et al., 2014).
Es necesaria una evaluación de sesgo de los estudios o de los resultados (Sánchez Serrano et al., 2022).
Dimensionar la importancia de los sesgos de publicación, bien por omisión de estudios completos o por omisión de resultados en un estudio individual (Pardal Refoyo y Pardal Peláez, 2020).
El proceso cuenta con cuatro partes bien definidas: la identificación, en la cual se realiza la búsqueda abierta en las bases de datos, en este caso Scopus y Web of Science. Luego el triaje o la búsqueda de estudios duplicados para retirarlos de la lista principal. Después, la revisión de los resúmenes de los estudios completos analizados que se encuentran en el criterio de “elegibles” y, a su vez, se excluyen otros estudios por no cumplir con los requisitos.
Para el presente análisis se ha tomado como base la estructura de la revisión de literatura mediante el método PRISMA. Con los estudios que quedan se hace el estudio cualitativo y cuantitativo, así como el metaanálisis respectivo. El proceso de selección se muestra en la Figura 1.
De acuerdo con lo expuesto, se considera que el uso de la revisión sistemática PRISMA resulta propia para temas relacionados con la violencia y la criminalidad, pues además ya ha permitido a otros investigadores desarrollar este tipo de revisiones en áreas relacionadas. Por ejemplo, Pomahuacre Carhuayal y Sánchez Aliaga (2022) han publicado “Conducta criminal y trastornos mentales: revisión sistemática de instrumentos de autorreporte para adolescentes en conflicto con la ley”, Montaña (2019) utiliza la herramienta PRISMA para hacer una revisión sistemática de la predicción de delitos, y Carrasco Sánchez et al. (2023) presentan otra investigación relacionada con los varones filicidas de menores de edad (Canta y Quesada 2021).
Criterios de elegibilidad
Los criterios de elegibilidad fueron transversales (Barquero Morales, 2022) y se estableció que la búsqueda de los artículos se encuentre delimitada al 2022 y al 2023, tomando en cuenta el contexto de actualidad basado en las evidencias empíricas de los últimos años y el avance del fenómeno criminal en el mundo.
Los criterios de selección utilizados fueron la novedad, la extensibilidad y la interdisciplinariedad, como se muestra en la Tabla 2.
También se realizó un mapeo de los estudios recientes respecto de las organizaciones criminales. La búsqueda automatizada (Marmo et al., 2022) se limitó a campos del conocimiento de las ciencias sociales, negocios, administración y contabilidad, economía, econometría y finanzas, por la pertinencia de los campos de estudio y limitados a su vez a los idiomas inglés y español, dada la importancia de las publicaciones de estos idiomas en la temática.
Se han utilizado estos criterios tanto por su pertinencia como por su cercanía temática entre las disciplinas (Tabla 3). La gran mayoría de documentos se encuentran escritos en inglés y todos están publicados en las distintas bases de datos, en Scopus y en Web of Science. La más reciente fecha de la realización de la búsqueda data del 5 de enero del 2024.
Fuentes de información
Se realizó la búsqueda exhaustiva en las bases de datos Scopus y Web of Science (Jiménez Noblejas y Perianes Rodríguez, 2014) y luego se hicieron modelamientos para construir el algoritmo óptimo para la búsqueda. Se consigna el algoritmo en el apartado correspondiente (Moraga y Cartes Velásquez, 2015). El procedimiento que se siguió implicaba primero eliminar los documentos que resultaban repetidos en la búsqueda.
Seguidamente de la búsqueda, se realizó una lectura rápida sobre el título y el resumen de artículo, procediendo a la exclusión por no ajustarse al objetivo de la investigación. Después, se procedió a clasificarlos temáticamente y a tener una revisión manual, mucho más puntual, respecto de los estudios que pasaron la primera revisión. Por último, se estableció la relación de papers para presentarse por cada tema (Codina et al., 2020).
Estrategia de búsqueda
La estrategia de búsqueda se hizo en dos bases de datos académicas: Scopus y Web of Science. En ellas se limitó la búsqueda utilizando las restricciones indicadas en los criterios de elegibilidad usando el siguiente algoritmo que contiene las restricciones indicadas:
TITLE-ABS-KEY (criminal AND organization) AND (LIMIT-TO (PUBYEAR, 2022) OR LIMIT-TO (PUBYEAR, 2023)) AND (LIMIT-TO (SUBJAREA, “SOCI”) OR LIMIT- TO (SUBJAREA, “ECON”) OR LIMIT-TO (SUBJAREA, “BUSI”)) AND (LIMIT-TO (DOCTYPE, “ar”)) AND (LIMIT-TO (LANGUAGE, “English”) OR LIMIT-TO (LANGUAGE, “Spanish”))
Luego de ello, se procedió a descargar en formato CVS todos los resultados, incluidos los campos que ofrecían las bases, para después iniciar el proceso iterativo de cribado y posterior revisión de pertinencia.
Las palabras clave usadas fueron “criminal” y “organization”, construcción de búsqueda en inglés, ya que, por revisiones iniciales previas, el desarrollo del concepto en lengua inglesa está más desarrollado que en el español.
Evaluación de sesgo en los estudios
La evaluación del sesgo de los estudios realizados se evidencia en la restricción de solo incluir estudios sobre organización criminal en inglés y español. Además, existe en el inventario palabras asociadas que podrían también contener parte del concepto como “organización criminal”, “empresa criminal”, “emprendimiento criminal” y “mafia organizada”, entre otras. Si bien es cierto que existen definiciones inexactas en la distinción de los constructos mencionados, esta investigación ha sido hecha solo con “criminal organization” en idioma inglés y “organización criminal” en español.
Criterios de elegibilidad
La búsqueda se realizó mediante los criterios homogéneos antes descritos por la línea de investigación señalada y se creó un algoritmo que se detalla en el acápite correspondiente.
En la Tabla 4 se detallan los registros identificados, los duplicados, los cribados, el número de registros excluidos por estar fuera del alcance del tema y los excluidos por su especificidad y, finalmente, los registros incluidos en la síntesis cualitativa.
Análisis y estructura
Para la evaluación y el estudio de los resultados del contenido de los artículos mencionados, se clasifican en los siguientes tópicos:
Autores: con la finalidad de identificar al autor principal del documento reportado.
Título: nombre del título original para observar rápidamente el contenido del documento.
Año: de acuerdo con los criterios de selección, inclusión y exclusión indicados.
Aporte: es el resumen de la investigación, en el cual se detalla la temática abordada.
Resultados
Se presenta la revisión sistemática respecto del constructo “organización criminal”.
La búsqueda se realizó utilizando el algoritmo de búsqueda descrito en el apartado “estrategia de búsqueda” de esta investigación.
Los documentos resultantes se detallan en la Tabla 5.
Análisis metabibliográfico
Con el fin de evidenciar las tendencias en la labor académica de investigar la criminalidad y robustecer la investigación planteada, en la línea de investigación “organización criminal” se realizó un metaanálisis con el programa VOSviewer, para enriquecer las conclusiones del estudio y establecer relaciones entre los diversos temas asociados (Cuéllar Rodríguez, 2020).
VOSviewer es un programa que permite desarrollar, crear, visualizar y explorar mapas bibliométricos de conocimiento científico (Van Ecky y Waltman, 2010). Para la creación de mapas bibliográficos, el programa analiza el corpus del documento basado en términos que ubica de tal manera que la distancia entre dos términos puede interpretarse como una indicación de la relación entre ellos. Cuanto menor sea la distancia, más fuerte están relacionados los lazos entre sí.
La relación de términos se determina de las coincidencias entre los documentos entre sí, reconociendo los sintagmas nominales más relevantes de cada documento que cuenten con una frecuencia de coocurrencia más alta.
En el presente estudio, se realizó un ejercicio utilizando los resultados finales de la revisión sistemática mediante PRISMA para luego establecer relaciones bibliográficas por acoplamiento. Los resultados se plantean con colores y acercamientos o alejamientos de los nodos principales para mostrar las relaciones entre los conceptos planteados.
La versión de VOSviewer que se usó para el metaanálisis es la 1.6.20, actualizada al 31 de octubre del 2023. El resultado se muestra en la Figura 2.
De acuerdo con la Figura 2, organización criminal (organized cr) se relaciona fuertemente con su actividad principal, el crimen (crime). En otro campo de definición se encuentra la justicia criminal (criminal jus) y las consideraciones humanas en la actividad criminal (human). El concepto intermedio que asocia lo humano con la organización criminal es la organización (organization).
Además, el metaanálisis muestra que existen cuatro intereses definidos, por parte de los investigadores, respecto de las exploraciones reseñadas: (a) la organización criminal en sí, la mafia, el terrorismo, la migración y la seguridad; (b) la justicia criminal, los derechos humanos y la gobernanza internacional; (c) la violencia, las pandillas, el tráfico de drogas, el tráfico de personas y, finalmente, (d) lo humano con su visión de educación, de experiencia humana, de liderazgo y género. Como se observa, existe mucho más acercamiento bibliográfico respecto de las organizaciones criminales sobre el concepto de crimen más que sobre ningún otro constructo. Tanto los temas de justicia criminal como los temas humanos se encuentran mucho más lejos aún. La red se encuentra fuertemente enlazada con temáticas de organización y de violencia. De otro lado, se destaca que México sea uno de los asuntos más importantes en el entramado. Mucho más alejados están Australia o Europa. Además, las investigaciones sobre derechos humanos están mucho más relacionadas con la justicia criminal, así como al género y a la gobernanza.
Discusión
De la revisión de los hallazgos se evidencia que las investigaciones del 2022 y el 2023, una primera gran línea de investigación corresponde a la organización criminal y se centran en nuevos espacios de ejercicio criminal, como el fútbol, la agricultura o la entrega de regalos, con influencia a otras organizaciones. Sin embargo, el estudio de la organización como un tópico principal y donde existen temas especializados como los estudios de satisfacción laboral y organización afectiva, el estudio de los perfiles criminales y la ambigüedad moral de la organización plantean las investigaciones de organizaciones criminales como un tipo adicional de organizaciones, ya que las teorías aplicadas son las mismas utilizadas para cualquier organización.
Finalmente, las investigaciones también se enfocan hacia el desarrollo de estas organizaciones en las cuales se estudia la evolución de las organizaciones criminales, los mecanismos de financiación, los grados de organización, los estándares de organización y los modelos de organizaciones criminales.
Las investigaciones están utilizando técnicas e instrumentos mucho más cercanos a la ciencia administrativa y alejándose delderecho oexclusivamente la sociología para hacer foco en la esencia de la organización. Otra gran línea de investigación se centra en temas del Gobierno como la gobernanza penal, los enfoques de justicia o la experiencia forense, el coronavirus, la influencia en temas electorales, el reflejo en la prensa o el análisis normativo. En este caso, la característica es la variedad de temas, lo que caracteriza a esta línea de investigación.
El espacio virtual es otra línea de investigación. Investigaciones sobre delito cibernético, seguridad cibernética, organizaciones criminales revestidas de startups, el uso de la inteligencia artificial, la digitalización de las organizaciones criminales o el ciberespacio como nuevas fronteras de la criminalidad son los temas más resaltantes en esta línea.
Existe también un grupo de investigaciones que toman de manera transversal a la criminalidad organizada respecto de su propia temática, lo cual complejiza aún más su entendimiento. El estudio de las formas de financiamiento por la venta de estupefacientes o ligado a la migración y la pobreza agregan mayores desafíos teóricos al fenómeno. Además, las herramientas tecnológicas también son motivo de los estudios, y su interacción como facilitador de actos criminales, sea el ciberespacio o la inteligencia artificial, refleja nuevas luces en aspectos aún no estudiados de las organizaciones criminales.
Las líneas de investigación, de acuerdo con el trabajo realizado, se han expandido a nuevos ámbitos y prácticas; sin embargo, no son suficientes para tener un conjunto de definiciones que permitan delimitar los conceptos de manera sólida. Es necesario hacer una teorización a niveles que permitan explicar de manera total, integrada y profunda la acción criminal, sus integrantes, sus efectos y las dimensiones de su accionar y existencia.
De la revisión sistemática resulta evidente que, por sus efectos, la academia debe orientarse a su estudio; no obstante, la predominancia del método empírico en el contacto con el objeto estudiado dificulta la teorización y la generación de conceptos. Finalmente queda siempre el derrotero de crear una teoría total del crimen.1 2