Introducción
Hace algunas décadas el tema relacionado con las estrategias de acompañamiento educativo en el contexto familiar y escolar ha presentado un interés relevante en varias disciplinas como la educativa, pedagógica y psicológica principalmente.
El artículo se presenta en tres capítulos que se describen a continuación: El primero dará cuenta de las percepciones sobre educación inicial y su relación con los ámbitos familiar y escolar y cómo inciden en el desempeño escolar en la infancia. El segundo capítulo referencia los estudios relacionados con las responsabilidades y obligaciones de la familia y la escuela en el acompañamiento educativo de los niños y finalmente se desarrolla un apartado que indaga las estrategias de acompañamiento educativo en el contexto familiar y escolar.
Es así como el interés por profundizar en la literatura relacionada con el acompañamiento educativo a nivel escolar y familiar; nace de la necesidad que se observa en los centros educativos frente a las estrategias utilizadas para acompañar a los niños y la manera cómo las familias se vinculan de manera asertiva en los mismos procesos en beneficio de la formación académica de sus hijos. Otro interrogante por el cual se realiza esta investigación está relacionado con la manera como los entes educativos y las familias se vinculan de manera mancomunada para favorecer el desarrollo integral de la infancia.
Este artículo tiene como objetivo la revisión de investigaciones relacionadas con las estrategias de acompañamiento educativo en el contexto familiar y escolar.
En este propósito, la revisión bibliográfica se sustenta en investigaciones realizadas por algunos autores que han profundizado el tema. Es el caso de Gutiérrez y Sánchez (2013) quienes concluyen en su estudio que desde las instituciones educativas se tiene como herramienta principal para fortalecer los procesos de formación de las familias, los micro planes, el trabajo con familias focalizadas, la inclusión, la apropiación del equipo psicosocial y la articulación con otras instituciones; esta diversidad de estrategias logró influir en el "crecimiento de las familias en la adquisición de nuevos conceptos, de pautas de crianza y el desarrollo de estrategias más eficientes que mejoraron su desempeño como padres-madres y/o adultos responsables" (p.32). Por su parte, Gubbins (2014) plantea con su investigación sobre estrategias educativas de familias de clase alta, un estudio exploratorio donde se sustenta que:
La vida diaria de los niños se estructura con base en rutinas que buscan equilibrar las obligaciones escolares con sus necesidades de desarrollo integral. Esto se expresa en una rígida organización del tiempo distribuido en horas dedicadas a la alimentación, descanso, juego y estudio. Se trata de una estructura sobre la cual se despliega sensibilidad, atención y capacidad materna para responder a las necesidades y demandas de los hijos. Existe monitoreo diario de las solicitudes que realiza el colegio y supervisión de una adecuada respuesta de parte de los hijos. (p. 1082)
Ante la situación planteada, el artículo propuesto aporta en primera instancia a las instituciones educativas para que fortalezcan con sus maestras los procesos de acompañamiento educativo y generen propuestas donde vinculen a los padres de familia; y a los entes gubernamentales en la construcción de metodologías que beneficie la relación escuela, niño y familia.
En el orden de las ideas anteriores y con relación al tema que se desarrolla en esta investigación, son ilustrativos los estudios realizados por: Hermida, Barragán y Rodríguez (2017); Lavado, Giuffra y Franco (2015); Ancheta (2013); Secretaría de integración social (2017); Ministerio de Educación del Perú (2013); Lugo y Moreno (2017); Castro, Argos y Ezquerra (2015). Ministerio de Educación Nacional de Colombia (MEN, 2014); Cuestas, Polacov, y Vaula (2016); López, (2013); MEN (2017); Falabella, Cortázar, Godoy, González, y Romo (2018).
Como resultado de este rastreo bibliográfico se puede decir que en el ámbito familiar aún se presentan vacíos en cuanto a las estrategias de acompañamiento educativo. Es necesario que la institución educativa se piense en metodologías que le apuesten al trabajo familia y escuela y se hagan efectivas para que no queden solo en el papel. Con relación a lo anterior, se genera un interrogante: ¿De qué manera las estrategias de acompañamiento educativo familiar y escolar se harán efectivas en beneficio de los procesos educativos en la infancia?
Materiales y métodos
La investigación desarrollada se inscribe en la línea infancia, historia y cultura del grupo educación, infancia y lenguas extranjeras y la línea familia y calidad de vida, del grupo familia, desarrollo y calidad de vida de la Universidad Católica Luis Amigó.
El estudio se realizó bajo un enfoque cualitativo y una estrategia de revisión documental. En un primer momento se hizo la búsqueda exhaustiva de las investigaciones y autores que hablaran del tema, teniendo en cuenta algunos criterios de selección: artículos, libros, capítulos de libro, tesis de posgrado y pregrado que se encontraran en el rango de 2010 a 2019 y con base en los siguientes descriptores: estrategias de acompañamiento educativo, estrategias de acompañamiento familiar, educación inicial. Estos descriptores se combinaron de diferentes formas al momento de la exploración con el fin de ampliar los criterios de búsqueda. Se preseleccionaron 60 artículos, de los cuales se escogieron 50 de acuerdo con los criterios de inclusión y exclusión establecidos en la investigación. Los artículos que no hacían alusión al tema fueron descartados.
En un segundo momento se organiza la información recolectada, a partir de una matriz que tenía los siguientes datos: título del artículo (autor, año), tema, perspectiva teórica, intención del autor y resultados del estudio. Una vez organizada la información, se agruparon los documentos en tres campos temáticos, relacionados con el tema a investigar: la educación inicial desde la perspectiva familiar y escolar, responsabilidades y obligaciones educativas de la familia y la escuela con la infancia y estrategias de acompañamiento educativo. Una mirada al entorno familiar y escolar.
Para finalizar, se realiza un análisis con base en cada uno de los campos temáticos antes mencionados, describiendo los aspectos recurrentes y divergentes, mediante un ejercicio de reflexión permanente.
Resultados
La educación inicial desde la perspectiva familiar y escolar
La búsqueda de investigaciones y referentes teóricos alrededor de esta temática lleva a realizar un acercamiento a cada uno de los conceptos que aquí se relacionan. Este artículo se inicia con la comprensión de la educación inicial en diferentes entornos y contextos; a partir de una revisión bibliográfica que favorezca el acercamiento a investigaciones y teorías sobre el tema propuesto. Lo anteriormente expuesto, se hace necesario para la comprensión de las estrategias de acompañamiento educativo, tanto en el ámbito familiar como institucional que se va a desarrollar a lo largo de esta revisión.
En esta medida, resulta oportuno iniciar con la postura sobre la educación inicial en Colombia, frente a lo cual el Ministerio de Educación Nacional (MEN, 2014) indica que:
La educación inicial, a partir de la observación y seguimiento de la singularidad en la diversidad, brinda los elementos para potenciar el desarrollo integral de manera intencionada, permitiendo que las niñas y los niños experimenten situaciones retadoras en ambientes enriquecidos para promover interacciones y acciones que favorezcan el contacto espontáneo y natural de las niñas y niños consigo mismos, con el medio, con los adultos y sus pares. (p.17)
Ante la situación planteada, los diferentes entornos en los que se desenvuelven los niños inciden de manera directa en su desarrollo integral. Así lo da a entender el MEN (2014) al presentar estos entornos como:
Diversos espacios sociales, culturales e incluso físicos donde las niñas y los niños interactúan con otros y con el contexto, con capacidad para favorecer el desarrollo infantil, promover la construcción de la vida subjetiva y cotidiana, vincularlos con la vida social, histórica, cultural, política y económica de la sociedad a la que pertenecen. (p.14)
Atendiendo a esto, desde la Estrategia de Atención Integral a la Primera Infancia, De Cero a Siempre (2013) se proponen el entorno hogar y el entorno educativo, como parte de los espacios que posibilitan un desarrollo integral de los niños. De esta manera, el hogar es entendido como "el espacio de acogida y afecto en el que transcurre la mayor parte de su primera infancia, que les proporciona referentes sociales y culturales básicos con los cuales empiezan a moverse en la sociedad" (p.125). Y el entorno educativo, "propicia de manera intencionada acciones pedagógicas que permiten a las niñas y a los niños vivenciar y profundizar en su condición de sujetos de derechos, ciudadanos participativos, transformadores de sí mismos y de la realidad, creadores de cultura y de conocimiento" (p. 128).
De acuerdo con lo anterior, Ramos y González (2017) mencionan que "el primer contexto educativo donde se desarrolla el niño es la familia. El padre y la madre son sus primeros maestros, sus primeros guías y acompañantes" (p. 106). Por lo tanto, el hogar se presenta como el primer acercamiento que tienen los niños a un ambiente de formación, puesto que:
En la familia constituyen parámetros universales en su papel formativo el cuidado, el crecimiento, el desarrollo socioafectivo de sus miembros, especialmente de los hijos, así como la transmisión de pautas culturales signadas estas, por lo socialmente condicionado, donde la educación familiar recibe el influjo de lo que es la sociedad, siendo a la vez un reflejo de ella. (p.109)
De igual manera, cabe mencionar que "la responsabilidad de los padres es decisiva en la educación de los hijos, pues la familia es el primer medio ambiente necesario y natural para toda educación" (Pedraza, Salazar, Robayo & Moreno, 2017, p.304)
En efecto, para que se presente un proceso educativo en óptimas condiciones, se hace necesario que la familia y la escuela trabajen conjuntamente en pro del bienestar de los niños. No obstante, algunas investigaciones han evidenciado que este ideal está lejos de alcanzarse.
En relación con lo anterior, el estudio realizado por Valdés y Sánchez (2016) menciona algunos elementos que, según los docentes, intervienen en la participación de los padres en el proceso educativo de los hijos, así son factores negativos el poco interés por participar, la poca disponibilidad de tiempo, las demandas laborales en exceso, la falta de responsabilidad y el hecho de hacer cargo de todo el aprendizaje de los hijos a los maestros.
Por su parte, Suarez y Urrego (2014) recalcan que el docente y la escuela deben presentarse no solo como protagonistas en el desarrollo de la comunidad sino también como fuerza integradora que facilita, potencializa y dinamiza el propósito de alcanzar mejores niveles de calidad de vida de la población, "por tanto, el docente debe informar periódicamente a las familias sobre el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas y orientarlos para su cooperación en la escuela" (p.105).
De allí, la importancia de la comunicación asertiva entre la familia y la institución educativa que propicie cooperación entre ambas partes, con el fin de fortalecer el proceso educativo de los niños, en este caso, en educación inicial que es la base de los demás niveles escolares.
Discusión
Responsabilidades y obligaciones educativas de la familia y la escuela con la infancia.
Respecto a la función de la familia y las instituciones educativas, se consideran variedad de percepciones. En primer lugar, la Ley General de Educación establece como responsables de la educación de los menores al Estado, la sociedad y la familia (ley 115, 1994). Obligación que sustenta el MEN (2007) al asegurar que para lograr una educación de calidad "es fundamental fortalecer el rol de los padres de familia como formadores y participantes activos del proceso de formación de sus hijos" (p. 3).
De igual forma, el Plan Nacional Decenal de Educación 2016-2026 (2017) plantea como una de sus macro metas la participación de la familia en la educación, al diseñar e implementar estrategias pedagógicas que garanticen la efectiva vinculación de la familia como principal responsable del proceso de formación de sus integrantes con la participación consensuada de los demás actores sociales.
Dentro de esos actores sociales se encuentran las instituciones educativas, las cuales deben cumplir igualmente con obligaciones que potencien las dimensiones del desarrollo en los diferentes espacios donde interactúan los niños. Es así como en diversas investigaciones se ha destacado el papel que cumplen la familia y la escuela, en conjunto con cada uno de los miembros que las componen.
Después de lo anterior expuesto, se cita a Ortega y Cárcamo (2017) en la que muestran como uno de los resultados más relevantes de su investigación que:
El cómo se modela la participación de las familias está determinado por la relevancia que asignan al buen desempeño escolar de sus hijos. Precisamente, los momentos, instancias y formas en que participan las familias están relacionados con el valor asignado a estas para potenciar los resultados académicos. (p.98)
Cabe agregar que las familias son las primeras transmisoras de conocimiento, de generación en generación. Sobre este asunto Gutiérrez y Sánchez (2013) comentan que: Hablar de formación para las familias es retomar la historia de vida de cada individuo y su pensar, entender un ser humano por esencia cultural, producto de cada uno de los sistemas en los que habita, el sistema educativo por ende debe ir encaminado hacia el desarrollo de esta historia social pues es en este reconocimiento y construcción de experiencias desde donde se parte para construir nuevos aprendizajes, sin perder la esencia que cada ser humano tiene de su círculo cultural (...). (p, 21)
Al respecto Rodríguez y Viveros (2013) realizaron un estudio sobre intervención familiar en escenarios educativos y concuerdan en expresar que "precisamente, es en la primera infancia cuando la familia se convierte en soporte de la relación del niño-niña-adolescente frente a entornos-contextos; esto, finalmente, es clave en la comprensión de las lógicas de integración al ingresar al escenario educativo" (p. 118).
Tal como lo expresa Sierra (2014), "la calidad de la educación inicial supone además la atención de las familias y los cuidadores para que realicen mediaciones por el desarrollo de los niños y las niñas con el acompañamiento de maestras, maestros, profesionales de la salud" (p. 30).
Con referencia a la presencia de la familia y su aporte al proceso educativo de los niños, Pizarro, Santana y Vial (2013) aducen que "en el ámbito escolar, la familia y la forma en que esta actúe en función de la formación de los niños tiene diversos impactos, uno de ellos se asociada con los aprendizajes" (p. 274).
Por otro lado, la visión de los docentes frente al compromiso de las familias con el proceso educativo de los niños, apuntan a que desde la escuela se tienen altas expectativas hacia la familia, a la vez que es crítica y constantemente evaluada por las escuelas (Razeto, 2018).
En este sentido, Moreno, Bermúdez, Mora, Torres y Ramos (2016), proponen que "mientras la familia aporta valores, normas, costumbres y está al tanto de las necesidades emocionales, la escuela se centra en la formación intelectual, sin dejar de lado la formación personal" (p. 132).
En el orden de las ideas anteriores, cabe resaltar que el acompañamiento familiar y educativo presentan cualidades específicas, diferencias y similitudes de las cuales algunas van en beneficio del aprendizaje en la educación inicial y otros castran los procesos donde el mayor perjudicado es el niño.
De igual forma, se rescata el estudio realizado por Lastre, López y Alcázar (2018), quienes recalcan la importancia de la participación de las familias en el proceso formativo de los hijos y de esta manera concluyen con que:
La mayoría de las familias asumen un rol pasivo en el proceso de acompañamiento escolar, por lo tanto, se debe dinamizar la participación de la familia en la escuela, establecer redes de apoyo sólidas que fomenten vínculos fuertes, de tal manera que la familia funcione como modelo de aprendizaje o favorezca el aprendizaje. (p.13)
Así entonces, la participación de la familia es lo que le permite ser parte complementaria en el proceso educativo de los niños, puesto que al participar por convicción y no por obligación abre el camino hacia un trabajo conjunto entre ella y la escuela.
Estas acepciones, evidencian el alto grado de compromiso que tiene la familia en la sociedad. Sin embargo, no es la única responsable de la formación de los niños. La institución educativa también debe asumir la obligación que le corresponde; ambos, siendo conscientes de que representan las bases de socialización y desarrollo de seres humanos que necesitan de ellos para completar de manera adecuada su crecimiento.
De igual forma, Flórez, Villalobos y Londoño (2017), sustentan que se debe entender el acompañamiento familiar como "una labor que se actualiza permanentemente, que demanda de ella y de los docentes los mejores esfuerzos en formación cultural, que lleven a buen término la acción educadora de la familia y formativa de la escuela" (p.11).
En efecto, el acompañamiento educativo que se brinda en la escuela, como se sustenta en el párrafo anterior cumple una acción formativa, por lo tanto, este acompañamiento se presenta como una "dimensión fundamental en los procesos de crecimiento y desarrollo de individuos y grupos" (García & Mendía, 2015, p.42). Lo que lo convierte en un aliado indispensable de todo proceso educativo, que tiene como fin último el formar de manera integral.
Dadas las consideraciones anteriores y de acuerdo con Suarez y Urrego (2014) "se debe buscar y lograr la reflexión colectiva, en aras de acciones concretas que propendan el fortalecimiento del vínculo relacional, con el fin de garantizar acompañamientos efectivos en la formación de los niños, niñas y jóvenes" (p.108).
En suma, el acompañamiento en estos dos ámbitos principales para que se presente de manera integral el proceso educativo, son parte indispensable en la estructuración social y afectiva de los niños y niñas; así como en la manera en que se desarrollan sus formas de interactuar y aprender con el entorno.
Estrategias de Acompañamiento Educativo. Una Mirada al Entorno Familiar y Escolar
Variedad de investigaciones mencionan conceptos relacionados a este tema que si bien es parte importante de toda práctica ya sea familiar o escolar, se ha abordado muy poco desde estas perspectivas y menos aún en relación con el acompañamiento educativo.
Resulta oportuno decir que, en la revisión bibliográfica realizada sobre acompañamiento educativo familiar, se encontraron pocos estudios que abordaran el tema. En su gran mayoría, los textos encontrados se centraron en el acompañamiento que realiza la institución y se menciona la importancia de vincular a la familia en los procesos educativos de sus hijos.
Esta postura se complementa con lo propuesto por Álvarez (2010) quien afirma que "las familias que promueven en sus miembros espacios para el diálogo y los acuerdos generalmente desarrollan en sus hijos conductas positivas que repercuten en otros espacios como los escolares" (p. 260)
En el orden de las ideas anteriores se retoma lo dispuesto por el MEN (2017) que, desde su estrategia para la educación inicial y preescolar, propone ¡Preescolar es una nota! "una iniciativa que busca que a los niños que asisten al nivel preescolar se les brinde atención integral en los establecimientos educativos oficiales, es decir, contar con el nivel preescolar integral en el marco del Sistema Educativo Formal" (p. 23).
En este mismo sentido, Pineda, Garzón, Bejarano y Buitrago (2015) realizaron una investigación con el fin de evidenciar los saberes y prácticas pedagógicas construidas en los 20 años de implementación del Proyecto Pedagógico Educativo Comunitario (PPEC) del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) con la primera infancia. Al respecto comentan que:
El programa surge de la necesidad de brindar una alternativa distinta para la atención integral a la primera infancia, en la pedagogía de los agentes responsables de la atención, se dé un lugar privilegiado a la familia y la comunidad, y se asuma la educación como un proceso amplio y contextuado que tenga como referente inmediato la vida cotidiana. (p. 265)
De igual forma, Jaramillo, Ruiz, Gómez, López y Pérez (2014) proponen que "el favorecimiento de vínculos, el reconocimiento y desarrollo de competencias, el reconocimiento de la singularidad y el fomento de la participación" (p.479), son ejes fundamentales para la formulación e implementación de estrategias que propicien el adecuado involucramiento de cada entorno en donde interactúan los actores educativos.
Todo lo anterior, evidencia que las estrategias educativas que se empleen deben involucrar cada uno de los aspectos que componen el entorno familiar y escolar, buscando potenciar las fortalezas que estos entornos puede aportar al proceso educativo de los niños y niñas.
En este sentido, toman relevancia las estrategias de acompañamiento que utilizan los docentes en el aula. Es el caso de lectura compartida: una estrategia educativa para la infancia temprana; propuesta de Política Pública para la Educación Infantil en Chile, descrita por Villalón, Bedregal, Strasser y Ziliani (s.f) como:
La estrategia propuesta es la lectura compartida de una serie de textos seleccionados, en torno a los cuales se estructuran diálogos dirigidos a favorecer el desarrollo progresivo de elementos tan relevantes como el vocabulario, el razonamiento lógico y la relación entre el lenguaje oral y escrito. (p. 2)
En este mismo orden y dirección, es relevante el estudio sobre estrategia educativa para la participación de los padres en compromisos escolares, en el cual se evidencia que el acompañamiento educativo de los padres implica diversos aspectos como:
Ir a dejar o a buscar a los estudiantes a la institución, lo que permite tener un contacto con el entorno educativo, así como también, la posibilidad de acercarse a conversar con el profesor para saber y estar al tanto de aspectos como el comportamiento, el rendimiento académico y de las diferentes actividades que se desarrollan en la institución. También incluye la colaboración en actividades como (jean day, bingos, rifas) y formar parte del gobierno escolar. (Julio, Mánuel & Navarro., 2012, p. 124)
De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, Olaya y Mateus (2015) comentan al respecto que:
Cuando las tareas requieren estrictamente del acompañamiento de un adulto, el adulto es quien debe propiciar espacios de tranquilidad y responsabilidad en que el niño y el adulto puedan realizar dichas tareas de una forma agradable y se le dé la importancia necesaria al acompañamiento por parte del adulto en el área escolar del niño, así se lograra que los niños, la escuela y la familia conformen un equipo en que la prioridad sea un buen desempeño escolar y una relación armónica entre los tres. (p. 26)
Es evidente entonces que la familia como primer agente socializador, es la encargada de educar y enseñar los valores y costumbres a sus miembros, desde los primeros años de vida. Por lo tanto, se exponen los argumentos de Lan, Blandon, Rodriguez y Vásquez (2013) sobre el acompañamiento educativo familiar:
En la familia ocurren implícita y sutilmente aprendizajes a través de actividades y relaciones que si bien, no tienen una evidente intención de enseñar, producen aprendizajes, como es el caso de acompañar a los hijos e hijas en las primeras experiencias significativas de sus vidas como es el hecho de aprender a caminar, hablar, bailar, condiciones de crecimiento que si son correctamente estimuladas, permiten el desarrollo de un niño o niña con mayor confianza en sí mismo, en sus actitudes, habilidades y talentos (p. 43).
Sobre la base de las consideraciones anteriores se cita a Fornos, Hernández y Lugo (2019) que proponen:
(...) la participación de la familia en la educación de los hijos trae consigo diversas ventajas o beneficios, ya que permite mejorar la autoestima, ayuda a la familia a desarrollar actitudes positivas hacia la escuela y proporcionar a esta una mejor comprensión del proceso de la enseñanza (p.25).
Dadas las condiciones que anteceden, se presentan a continuación algunos estudios relacionados con las estrategias de acompañamiento educativo utilizados por algunos entes rectores de la política educativa, las instituciones y las docentes.
En este propósito Jaramillo, Osorio y Narváez (2011) en su investigación sobre el acompañamiento en los procesos de mejora de la práctica educativa en el preescolar de los maestros profesionales y en formación, comentan que se ha pasado de unas dinámicas tradicionales que de acuerdo con el MEN:
Permiten la mejora de la disciplina; en este marco de ideas se incrementan los materiales didácticos elaborados por el docente, estudiantes y padres de familia; el entorno natural de la escuela se convierte en recurso didáctico y en núcleo generador de unidades temáticas y de actividades de los contenidos de aprendizaje; las actividades se realizan aplicando los principios pedagógicos de la lúdica, la integralidad y la participación; se realizan preguntas problematizadoras, en la realización de las actividades se introduce el trabajo en equipo por parte de los niños y la participación de padres, docentes y alumnos todo lo cual hace parte de los compromisos para la búsqueda de información. (p. 117)
En este mismo sentido, es relevante el estudio de Barbosa y Galeano (2013) quienes han profundizado con respecto a la formación y acompañamiento de maestras en educación inicial. Sobre el tema las autoras comentan que:
En algunos talleres referidos a la literatura infantil, se propuso a los jardines trabajar alrededor de las diferentes posibilidades que tiene la literatura. Se hicieron reflexiones sobre lectura de imágenes, la importancia de jugar con los sonidos del lenguaje, el hecho de que la literatura infantil va más allá de las palabras, el disfrute por el juego con los sonidos y las melodías, la lectura en voz alta y las posibilidades de trabajar con sombras chinescas, dramatizaciones o láminas. Las propuestas, en general, se desarrollaron desde los cuentos, las posibilidades sonoras del lenguaje, la lectura de imágenes, todo desde el diseño de ambientes. (p. 55)
En relación con este último, López y Ramos (2017) coinciden en que es importante rescatar la lectura como una estrategia de acompañamiento educativo en el hogar, que favorece la motivación y la constancia para que el niño le tome amor a la lectura y esto repercuta a nivel escolar. "En esta táctica es bueno fomentar que el niño pueda relatar con sus propias palabras lo leído, así se verificará que el niño esté asimilando lo leído. Crear una rutina de estudio es un buen plan" (p. 53).
De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando sobre las estrategias de acompañamiento educativo por parte de los docentes, es evidente que los niños aprenden con mayor facilidad, son más creativos, tienen mejor autoestima, disciplina y seguridad; si las estrategias utilizadas en las instituciones educativas tienen riqueza en cuanto al juego, la creatividad y la inventiva por parte de los maestros. Es así como Jaramillo, Osorio y Iriarte (2011) expresan que en las estrategias utilizadas en los últimos años en las instituciones educativas:
Se destaca el paso de unas prácticas rutinarias y tradicionales, hacia unas más dinámicas y de acuerdo con los lineamientos del MEN. En la realización de las actividades se introduce el trabajo en equipo por parte de los niños, la disciplina mejora y se incrementan los materiales didácticos elaborados por el docente, estudiantes y padres de familia y los niños tienen la oportunidad de manipularlos. (p.160)
Otro elemento que se hace necesario destacar cuando se habla de la educación inicial con relación al acompañamiento y las prácticas educativas, es el currículo que desarrollan las maestras en educación preescolar en las actividades cotidianas con los niños. Al respecto Cuervo (2015), comenta que:
En todos los niveles educativos se considera que el currículo es la base sobre la que se organizan los procesos de enseñanza y de aprendizaje; sin embargo, situaciones vividas a diario en medio del quehacer educativo se evidencia que muchas veces predomina la organización- planificación de estos procesos, poniendo al descubierto un tipo de maestro/a operativo, instrumental; este tipo de maestro/a deja a lado la reflexión y discusión en torno a preguntas esenciales como ¿Cuál es el sentido de la educación preescolar?, ¿Qué tipo de conocimiento requieren los niños a esta edad? ¿Qué relación existe entre el currículo y la vida cotidiana de los niños? ¿Qué tipo de sujeto busca formar? (...). (p. 8)
En este orden de ideas, el Ministerio de Educación del Ecuador (2014) en su propuesta de currículo de educación inicial, explica que:
Surge y se fundamenta en el derecho a la educación, atendiendo a la diversidad personal, social y cultural. Además, identifica con criterios de secuencialidad, los aprendizajes básicos de este nivel educativo, adecuadamente articulados con el primer grado de la Educación General Básica. (p.11)
De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, la provincia del Chaco en Argentina desde el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (2013), promueve una propuesta de currículo para la educación inicial, desde una perspectiva pedagógica que implica para los docentes:
Una referencia para la toma de decisiones sobre qué enseñar, cuándo, cómo y con qué medio hacerlo. Se constituye así, en una propuesta que cada docente deberá poner en contexto y en referencia con su comunidad educativa para darle sentido, haciendo posible la enseñanza y el aprendizaje, entendiendo al conocimiento no como un simple dato, reflejo de una realidad dada, sino como un instrumento eficaz para el montaje de procesos que no sólo sirvan para entender y comprender el mundo, sino fundamentalmente para transformarlo. (p. 9)
Con referencia a lo anterior, la provincia de Buenos Aires en su diseño curricular para la Educación Inicial (2018), considera que cada propuesta de enseñanza necesita ser pensada en perspectiva de la construcción de una trayectoria educativa en un continuum, exige considerar qué y para qué enseñamos. Y, por qué eso y no otra cosa. Las decisiones en relación con lo que se enseñará en cada sala no pueden considerarse como un acto privado. Exige pensarlas como producción colectiva, promoviendo el debate sobre lo que se anticipa, el desarrollo de las propuestas y su evaluación.
A lo largo de los planteamientos hechos con relación a los currículos en educación inicial, se puede concluir que los documentos construidos deben tener una intencionalidad que favorezca el desarrollo de capacidades diversas en los niños como la comunicación en todas sus formas de expresión: escuchar, hablar, escribir, interacción social, desarrollo del pensamiento crítico, resolución de problemas, creación con los demás, exploración, desarrollo de habilidades motrices, entre otras que realmente sean explicitas en el currículo propuesto por las instituciones y docentes.
Conclusiones
Es evidente en todo el rastreo bibliográfico que la familia continúa siendo el primer agente socializador de sus miembros y es su responsabilidad el desarrollo y la formación de los niños y niñas; para esto se requiere de una institución educativa comprometida con la función educativa, pero con mirada holística y sistémica que vincule de manera asertiva a las familias de hoy.
La literatura revisada muestra que los maestros pueden diversificar sus herramientas metodológicas a fin de motivar y generar interés en los cuidadores y padres de familia para que participen activamente en los programas y actividades que proponga la escuela.
Se confirma en esta revisión bibliográfica que las instituciones educativas realizan esfuerzos para convocar y vincular a la familia con los procesos educativos de los niños, pero es evidente que las estrategias utilizadas y el diálogo con las familias requieren de mayores esfuerzos para acercar la comunidad a la escuela.
Por otra parte, la investigación arrojó que la familia y la escuela son los sistemas de mayor impacto en el desarrollo infantil, pero los esfuerzos realizados de manera individual no aportan positivamente al proceso educativo de los niños; es necesario el trabajo en equipo de ambos entornos, para aportar de manera positiva al proceso educativo de los niños.
Los estudios revisados en este artículo ponen en evidencia las múltiples estrategias que desde el gobierno nacional se vienen implementando para la formación integral en la primera infancia de las maestras desde hace varias décadas, pero queda el interrogante si estas si están siendo aplicadas en el entorno escolar o por el contrario se quedan simplemente en el papel y no trascienden a aula de clase y a las familias de los niños.
Una manera de dar respuesta al interrogante planteado en la introducción es pensar en la articulación del programa o estrategia educativa con un objetivo de una de las asignaturas; de tal manera que la participación familiar esté supeditada a los logros académicos de los niños y así su participación en la escuela se incremente exitosamente.