Introducción
La contaminación del ambiente se considera un gran problema a nivel mundial, al que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima alrededor de 4,2 millones de muertes ocurriendo el 91% de los fallecimientos, en países de bajos y medianos ingresos (OMS, 2018). De acuerdo con diversos estudios, la contaminación del aire está relacionada a la aparición de numerosas enfermedades o empeoramiento de ellas (Gately et al., 2017; Han, 2020; OMS, 2018). Estudios epidemiológicos atribuyen a la exposición al aire contaminado, en carreteras y ciudades, una larga lista de efectos en la salud, a nivel del sistema respiratorio, cardiovascular y nervios, ojos y piel, se reporta disminución del flujo de oxígeno en sangre por tanto afecta la capacidad pulmonar y física, observándose aumentos en la incidencia de eventos cardíacos (cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular), enfermedades pulmonares (obstructiva crónica EPOC, respiratorias agudas) y asma, cáncer de pulmón, vías urinarias y vejiga, aumento en la mortalidad asociada a la diabetes; e incluso aparición de autismo, parto prematuro, aumento de la mortalidad en general (Soto & Sellamén, 2011; Choi et al., 2018; OMS, 2018).
Si bien el calentamiento global está afectando la vida, plantas y animales del planeta, es evidente que el ser humano eventualmente se ve afectado. La economía per cápita y del país, también se ve afectada, al alterarse la calidad de vida del hombre, este disminuye su rendimiento, así la producción. Recientes estudios han relacionado el aumento de la prevalencia de los trastornos respiratorios del sueño (TRS), con los índices de contaminación en las grandes ciudades, en los centros urbanos con tráfico intenso. Los TRS se traducen en problemas que afectan el descanso nocturno como la apnea, hipopnea y ronquidos; que trae como consecuencia la disminución de la concentración, aumento de dolores de cabeza y cansancio, síntomas que afectan directamente el desempeño laboral, a cualquier nivel (Shen et al., 2018; Tapia et al., 2018).
La contaminación atmosférica es una mezcla de gases y partículas sólidas en el ambiente, y el parque automotor es la principal fuente de esta contaminación, que además contribuye al fenómeno de calentamiento global, al ser responsable de la emisión de gases de efecto invernadero principalmente con la emisión de monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2) y material particulado (PM10, PM25) (Soto & Sellamén, 2011; Shen et al., 2018; Tapia et al., 2018). Así, por ejemplo, de acuerdo con la Agencia de Protección al Medio Ambiente de los EE. UU. (EAP, de sus siglas en inglés) en 2012 los vehículos fueron responsables de emisiones de más del 75 % de monóxido de carbono (CO) y 60% de óxidos de nitrógeno (NOx) (Gately et al., 2017).
Otro problema de contaminación de las áreas urbanas refiere a la contaminación acústica, como aquellos sonidos con capacidad de provocar efectos dañinos a nivel psicológico o fisiológico. Situación principalmente causada por la actividad del hombre, los medios de transporte, industrias, construcciones y que las ciudades no han sido diseñadas para soportar el crecimiento vehicular e industrial. Este tipo de contaminación afecta desde la actividad simple de la comunicación, hasta impedir el descanso, altera el sueño, la concentración y por tanto aprendizaje, contribuye a generar cansancio y estrés que eventualmente pueden asimismo favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso (Cervera et al., 2013).
De acuerdo con la OMS la principal fuente de contaminación sonora proviene del parque automotor, el cual ha venido creciendo de modo desordenado, aun cuando se registra, para muchos países subdesarrollados, un sistema de transporte deficiente. Que incluso, en estos casos, se registran los puntos de saturación, como aquellas zonas, vías o tramos, donde se encuentra alta congestión o nivel de ruido, como consecuencia de la suma de todos los ruidos que emiten los vehículos en dicho punto, en los que contribuye la acumulación de usuarios del transporte o el exceso de oferta del servicio (Layza & Mejía, 2018).
Lima, ciudad capital de Perú, de acuerdo con la OMS representa una de las ciudades con mayor contaminación sonora de Latinoamérica, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) (2015), publicó los niveles promedio mayores y continuos a los 80dB para la ciudad, con mínimo y máximo entre 81,6 dB y 84,9 dB, en los distritos de Breña y Agustino. A este respecto, el ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), reportó en el 2016 para Lima Metropolitana y el Callao, en circulación 1752919 vehículos, que corresponden al 66 % del total de vehículos a nivel nacional, seguido por los departamentos de Arequipa y La Libertad, señalando como principal causa de los altos niveles de congestión de tránsito (Posada, 2018).
La encuesta del Observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos (2018), señala que el 70,9 % de los residentes de la ciudad de Lima, consideran que el grado de contaminación ambiental y acústica se debe principalmente a los vehículos junto a los prácticas inadecuadas de los conductores; asimismo, que la congestión vehicular conlleva a un consumo en exceso de combustibles y uso de bocinas, lo cual afecta la salud; y la encuesta de Marketing del mismo año, señaló que el 72 % sienten estrés por la desesperante congestión vehicular de la ciudad, el 39 % manifestó depresión y el 51 % que le quita calidad de vida, ya que pueden pasar más de dos horas diarias en el tráfico de la ciudad (El 72 % de los limeños manifiesta estar bajo estrés por el tráfico, según un estudio. 2018, 21 septiembre). Esta situación motivó como objetivo del presente estudio, determinar desde la percepción de los consultores independientes de transporte urbano, las causas de la congestión vehicular y su relación con la contaminación ambiental y la salud en Lima metropolitana.
Materiales y Métodos
Se presenta un estudio de corte cuantitativo de diseño no experimental, tipo observacional y descriptivo, que permita conocer los puntos críticos de congestión vehicular actuales de la ciudad de Lima metropolitana, así como cuantificar los aspectos que caracterizan esta problemática en relación con la contaminación ambiental y la salud de los limeños desde el punto de vista de los consultores especialistas independientes en transporte urbano.
Para esto, inicialmente a través de la observación, que permitió recolectar datos a través de notas de campo que, permitió la selección de siete zonas con mayor congestión de la ciudad, estando conformado por las intersecciones de las avenidas Morales Duárez con Universitaria; Av. Bolívar con Av. Universitaria; Av. Venezuela con la cuadra 19; la intersección del cruce de las avenidas Tomas Marsano, Proceres y Caminos del Inca; Av. Abancay; Av. Javier Prado y por último Av. Evitamiento, mostrando una sobrecarga de vehículos, que comprende el rango horario de 7:00 a.m. y 8:30 a.m. y, por las tardes entre 6:30 a 8:00 p.m., presentándose este escenario de Lunes a Sábado, siendo estos los intervalos de tiempo utilizados para la investigación.
Por otra parte, se realizó un muestreo no probabilístico por conveniencia a 22 consultores independientes, Ingenieros en el área Civil, con máster en transporte y planeamiento urbano o especialistas en movilidad, transporte y desarrollo urbano; a través de una entrevista estructurada vía telefónica, conformada por 12 ítems, que al final incluía un espacio de comentarios abierto, para expresar su mayor preocupación, u opinión respecto a la temática, contando con la validación de tres expertos en planeamiento urbano con la finalidad de lograr la correcta aplicación.
Los datos obtenidos fueron tabulados y procesados por estadística descriptiva mediante distribución de frecuencia (porcentajes) y análisis de Pareto.
Resultados
La ciudad de Lima, referida al área metropolitana, presenta una división política de cincuenta distritos (Figura 1), los cuales comparten un deficiente y limitado sistema de transporte, que conlleva a que la población sufra de problemas de movilidad por deficiente accesibilidad. De ello, en zonas como el distrito de San Juan de Lurigancho, las personas tienen retraso promedio de 40 minutos en su trayecto, lo cual es ocasionado por las barriadas adyacentes al río Rímac y la vía de Evitamiento.
Los resultados de las observaciones del tránsito en Lima Centro definen como puntos críticos con mayor congestión las avenidas Morales Duárez y Bolívar en cruces con av. Universitaria, av. Venezuela con cuadra 19, av. Derby y av. Javier Prado.
La tabla 1 muestra las zonas seleccionadas que tiene un congestionamiento vehicular, donde se destaca, por ejemplo, en el caso de la av. Bolívar con av. Universitaria, la falta de señales preventivas como el semáforo, que dificultan el acceso a la intersección, lo que causa confusión en el tránsito en sentido norte - sur.
La figura 2, muestra en la av. Tomás Marsano con Caminos del Inca, la ubicación de algunos de los inconvenientes que generan los paraderos informales y el incumplimiento de la norma, como señales de tráfico, por unidades de transporte, conocidas como mototaxis.
En líneas generales, se observó congestión a lo largo de la mayoría de las avenidas, siendo los principales generadores de tráfico, las construcciones, calles cerradas, y secundariamente aquellas causadas por el comercio ambulatorio, paraderos informales, estacionamientos no autorizados y los accidentes, como choques, volcamientos o atropellos a transeúntes.
La figura 3, muestra los resultados de las encuestas a los 22 consultores independientes, quienes en más del 30 % comparten y están de acuerdo con que la congestión vehicular es causada por: deficiente gestión y planificación vial; la falta de educación vial por parte de conductores y peatones, ya que se dan omisiones de norma e incumplimiento de fiscalización; paraderos informales, ya que se acumulan unidades de transporte y usuarios en áreas no adaptadas para eso; automóviles con más de 20 años, ya que se accidentan. Asimismo, que esta congestión vehicular es la principal causa de los niveles de contaminación ambiental, específicamente del aire y por el ruido, los cuales afectan a niños, peatones y a los fiscalizadores como policías de tránsito.
Al aplicar análisis de Pareto o distribución ABC, se observó que a juicios de los expertos el 80 % de los problemas son generados principalmente por la mala gestión y planificación de la vialidad y urbanismo de la ciudad; los paraderos informales, en los que se acumulan vehículos y usuarios; los vehículos obsoletos, que pueden quedar accidentados; y la falta de fiscalización, que contribuye a la desorganización e incumplimiento de normas (figura 4).
Gestión y planificación principal causa de congestión Debe de aplicarse mayores sanciones a infractores Parque automotor obsoleto principal causa de... Paraderos informales principal causa de la congestión Comercio informal que osbtaculizan calzadas o vías Falta de fiscalización principal causa de la congestión Omisiones de norma principal causa de la congestión Falta de educación vial principal causa de la. Contaminación sonora afecta fiscalizadores Contaminación sonora afecta principalmente a. Contaminación del aire afecta principalmente a niños Tráfico contribuye a la contaminación del aire Tráfico contribuye a la contaminación ambiental Debe de aplicarse mayores sanciones a infractores
En relación con los comentarios que generó la entrevista, la figura 5 muestra la opinión de los consultores, como un añadido a la estructura de las preguntas, como la formación de congestión vehicular, por la ocurrencia de accidentes de tránsito, los cuales son ocasionados en su mayoría por omisiones de la norma, como no respetar semáforos, pasos peatonales, señales de tránsito, entre otros.
Asimismo, en relación con la contaminación ambiental que genera la congestión vehicular, específicamente la del aire, manifestaron su acuerdo en que se da el aumento de la emisión de gases como el CO y de PM2,5, que son dañinos a la salud, viéndose afectados principalmente los niños. Asimismo, manifestaron conocer que, a largo plazo pueden aparecer enfermedades pulmonares y cardíacas.
Discusión
La globalización y la explosión demográfica de las ciudades, ha conllevado a la aplicación de diversas medidas que, en su momento, permitieron resolver las demandas de la población, no obstante, con el paso del tiempo se fue evidenciando paulatinamente las deficiencias de estos mecanismos que fueron aplicados en su momento, como en el caso del transporte público (Lara et al. 2020). De lo anterior, cabe destacar que, en Lima metropolitana, como resultado de la liberación del transporte en la década de los 90, en la actualidad existen problemas sustanciales respecto a las rutas, la educación vial, entre otros, afectando gravemente a la sociedad (Navarro & Villanueva, 2020), principalmente por efectos de la contaminación y el tiempo perdido en viaje.
La población de la ciudad de Lima es mayor a 10 millones de habitantes y el parque vehicular viene en aumento en los últimos años, generando el 80 % del nivel de contaminación del aire actual (Posada, 2018; Tapia et al., 2018). Entre las medidas que se han establecido para disminuir el tránsito en la ciudad de Lima, está el reordenamiento vehicular, el cual incluye: disminución de paraderos del transporte público; disminuir el tiempo en que el servicio de autobuses expreso tiene para recoger pasajeros; aumentar las velocidades permitidas en principales vías tanto de transporte público como particulares; prohibición de paraderos para taxis a nivel de avenidas y de estacionamientos en vías públicas; instalación de señales de tránsito; sincronización de semáforos; aumento de fiscalización, municipal y policial; habilitar la preferencia del canal derecho para el transporte público; entre otros; acciones que se comenzaron a aplicar desde el 2011, por ejemplo, a nivel de la avenida Abancay (Tapia et al., 2018), pero que en la actualidad
Por otro lado, en los últimos años, la toma de conciencia sobre el fenómeno del calentamiento global, la contaminación atmosférica y calidad del aire, ha motivado, diversos estudios en la búsqueda de disminuir aquellas actividades humanas que generan este impacto ambiental, no solo por la vida de la flora y fauna, sino también por las implicaciones que trae al hombre en su salud y economía. En relación con esto, se dirigen esfuerzos en la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, los cuales son principalmente producidos por la industria del combustible y parque automotor.
La congestión vehicular es un obstáculo para cualquier sociedad en desarrollo, afecta los niveles de productividad de un país, ya que las personas para poder llegar a sus trabajos y retornar a sus casas, pueden demorar hasta más de dos horas, lo que incide en su rendimiento laboral, salud física y mental (Li et al., 2020; Olayode et al. 2020). Se ha demostrado que evitar la congestión de tránsito reduce eficazmente el consumo de combustible de los vehículos, las emisiones de carbono, con lo que se contribuye a la protección del medio ambiente.
De acuerdo con los resultados de este estudio, aún hoy, se presentan altos niveles de congestión vehicular, además de desorganización en el tránsito y en la actividad económica de la ciudad, la falta de fiscalización acarrea la formación de paraderos informales, la aparición de ventas ambulatorias que obstaculizan las vías públicas, y que se incumplan las normas por parte de peatones y conductores que, a su vez, trae como consecuencia accidentes. A esto, se añade la falta de señalización y de semáforos inteligentes, lo que contribuye a la confusión, aumento del desorden y, por tanto, a la congestión.
Del análisis de Pareto (AP), efectuado a las consideraciones expresadas en la entrevista a los consultores independientes, se interpreta efectivamente que entre las causas más importantes que están generando los altos niveles de tránsito están: la mala gestión y planificación de la vialidad y urbanismo de la ciudad; los paraderos informales, en los que se acumulan vehículos y usuarios; vehículos con más de 20 años de circulación, que pueden quedar accidentados; y la falta de fiscalización, que contribuye a la desorganización e incumplimiento de normas. Si bien, todos los aspectos mencionados por los consultores influyen generando congestión en mayor o menor medida, es de importancia el considerar enfocarse en los primeros que, pueden garantizar buenos resultados, viéndose reflejados directamente en la disminución de los niveles de contaminación del aire.
En relación con los aspectos que evidencia el AP, Posada (2018) señala que, en la ciudad de Lima de un total de 1200 cruces con sus correspondientes semáforos, solo 380 están conectados con la central de la municipalidad, ello evidencia lo fundamental que es contar con un sistema de semaforización inteligente que permita la reorganización vehicular entre las diversas vías según las horas y puntos críticos de mayor tránsito.
Por otra parte, son varios estudios donde han determinado que, es esencial una adecuada y eficiente gestión, así como hacer evaluaciones adecuadas de cada una de las medidas que se aplican, por ejemplo, cuando se intentó la reducción de rutas de transporte público, por considerar una sobre oferta, o al crear carriles segregados para el paso único de transporte público expreso. En el primer caso, fue una disposición poco efectiva en reducir la congestión y la contaminación, es mejor mantener esa aparente sobre oferta, pues además de ofrecer una mejor calidad de servicio al ser más frecuente y con puestos disponibles, pueden ser reubicados, planificando sus rutas, zonas y horarios, según se requiera; y en el segundo caso como ejemplo de carriles especiales, la ruta del Metropolitano, se obtuvo un efecto muy bajo en lo que respecta a la velocidad del recorrido, requiriendo ser aplicado para distancias entre 20 y 30 km para que sea significativa su aplicación (Martínez Espinal, 2017).
Franco et al. (2015), estudiaron diversas variables que afectan el sistema de transporte, en la búsqueda de un escenario para lograr la descongestión del tránsito en la ciudad de Bogotá, señalaron que, este tipo de problemas, se generan como resultado del efecto de varios factores, tratándose de un multidimensional, en el que, todos los problemas observados tienen igual importancia, por lo que deben de ser evaluados y "reparados" en conjunto y no, como problemas aislados, si lo que se busca son resultados que perduren a largo plazo. De lo anterior va en concordancia con las respuestas de los consultores independientes en sus entrevistas, donde la planificación vial, omisiones de las normas e incumplimiento de fiscalización, entre otros que son causantes de la congestión vehicular, han sido afrontados de manera independiente, como se mencionó líneas arriba con el caso de la Av. Abancay, pero que no tuvo una respuesta duradera por tomar el caso de forma aislada.
Conclusiones
Para la población de la ciudad de Lima metropolitana, el problema más agudo que presentan es el ocasionado por el transporte urbano, caracterizado por la informalidad, ineficiencia y baja calidad de servicio, calificado como transporte inseguro, con una alta tasa de accidentalidad y generador de contaminación ambiental, causante de congestión vehicular (MTC, 2013), y señalado por la OMS como una de las ciudades de Latinoamérica con mayor contaminación sonora.
De ello, a pesar de los esfuerzos que se han venido realizando en el país, como el impuesto por la Municipalidad de Lima, como el programa "Pico y placa", cuya medida consistía en el último dígito de la placa del vehículo para establecer que días salían a circulación y de esa manera reducir la cantidad de vehículos y agilizar el tránsito, no tuvo mucha duración y éxito en su implementación, por ser una medida enfocada a la solución de un caso aislado, por lo que, en la actualidad aún hay gran presencia de congestión vehicular en varias zonas de la ciudad.
De esta manera, a partir de los resultados obtenidos en el presente estudio mediante las encuestas a los consultores independientes, se sigue con los mismos problemas desde la década de los 90, siendo entre las causas más resaltantes una mala gestión y planificación de la viabilidad, en la que se evidencia también una estrecha relación con la contaminación ambiental que esta congestión vehicular genera, de ello, como se plasmó en la Figura5, hay un aumento en las emisiones de gases contaminantes, teniendo un daño colateral a la salud de la población.
En tal sentido, se recomienda dirigir estrategias y políticas de solución que incluya reformas institucionales que favorezcan mejorar la eficiencia y eficacia en la gestión del transporte urbano, además de, facilitar al ciudadano el poder renovar el parque automotor obsoleto, así como, el iniciar campañas de sensibilización para crear cultura ciudadana. De esta manera, estudios como estos pueden servir de base para futuras investigaciones que busquen dar solución a la congestión vehicular presente en la ciudad de Lima metropolitana ya que, con el transcurrir del tiempo este problema ha ido en incremento y ninguna autoridad le ha podido dar término.