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Avances en Psicología Latinoamericana
Print version ISSN 1794-4724On-line version ISSN 2145-4515
Av. Psicol. Latinoam. vol.27 no.1 Bogotá Jan./Apr. 2009
Relación entre hermanos y ajuste psicológico en adolescentes: los efectos de la calidad de la relación padres-hijos
Relationship between siblings and psychological adjustment in adolescents: effects of the quality of parent-child relationship
Karen Ripoll, Sonia Carrillo y John Alexander Castro*
* Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia. Correspondencia: Karen Ripoll. Departamento de Psicología, Universidad de los Andes, Carrera 1.ª No. 18A-10, Bogotá, D. C., Colombia. Correo electrónico: kripoll@uniandes.edu.co
Fecha de recepción: 28 de agosto de 2008
Fecha de aceptación: 9 de diciembre de 2008
Abstract
This study evaluated the effect of parent-child relationship quality (acceptance and differential treatment) over dimensions of the quality of sibling relationships (warmth and conflict) and psychological adjustment in 69 adolescent sibling dyads. The effects of parent-child relationships were evaluated both at the individual and dyadic levels. In older siblings, the father-child relationship had a significant effect on both their perception of warmth in the sibling relationship and psychological adjustment. In younger siblings, there was a significant dyadic effect of the older sibling's perceived acceptance by mother on their perception of warmth in the sibling relationship. Results are analyzed based on the literature and questions for future research are proposed.
Key words: psychological adjustment, attachment, parent-child relationship, sibling dyads, adolescents.
Resumen
Este estudio evaluó el efecto de la calidad de la relación padres-hijos (aceptación y tratamiento diferencial) sobre dimensiones de la calidad de la relación entre hermanos (calidez y conflicto) y el ajuste psicológico, en sesenta y nueve díadas de hermanos adolescentes. Se evaluaron los efectos de la relación padres-hijos tanto a nivel individual como diádico. En hermanos mayores se encontraron efectos significativos de la relación con el padre sobre la calidez en la relación de hermanos y el ajuste psicológico. En hermanos menores se observó un efecto diádico de la relación con la madre del hermano mayor sobre la percepción de calidez en la relación de hermanos. Los resultados se analizan con base en la literatura y se plantean preguntas para investigaciones futuras.
Palabras clave: ajuste psicológico, apego, relación padres-hijos, díadas de hermanos, adolescentes.
Relación entre hermanos: su papel en la interacción entre el contexto familiar y la adaptación social de los niños
En las últimas décadas las relaciones entre hermanos se han constituido en objeto de interés de los teóricos del desarrollo que estudian las relaciones afectivas en el contexto familiar. Diversas perspectivas teóricas han abordado el problema de la influencia del contexto familiar en el establecimiento de las relaciones entre hermanos. Algunas de ellas (ej. la teoría del apego y la teoría de aceptaciónrechazo de los padres) sugieren que la percepción que tienen los hijos de la relación con sus padres y los patrones de relación que se aprenden en la familia se constituyen en influencias determinantes sobre la manera como los hijos se desempeñan en diferentes contextos sociales y en su nivel de ajuste psicológico (Elicker, Englund & Sroufe, 1992; Ladd, 2005; Rohner, 2005). Otras perspectivas enfatizan la interconexión entre los diferentes sistemas sociales en los que se desenvuelve el niño (ej. sistema parental, sistema de pareja, sistema de los hermanos) y las diferentes relaciones que se establecen entre las dimensiones que componen dichos sistemas (Hetherington, 1994; Borkowski, Ramey & Bristol Power, 2002). A pesar de que estas aproximaciones teóricas han generado una cantidad considerable de estudios empíricos, la interacción entre factores como las características de la relación padres-hijos, la calidad de la relación entre hermanos y las del funcionamiento psicológico y social de los hijos continúa siendo poco estudiada (Hetherington, 1994).
Algunas investigaciones se han centrado en examinar la contribución de variables familiares, particularmente de la relación padres-hijos, en la calidad de las relaciones entre hermanos. En primer lugar, diferentes autores han sugerido que relaciones padres-hijos caracterizadas por altos niveles de aceptación, cercanía y calidez están asociadas con relaciones positivas entre los hermanos (Brody, Stoneman & McCoy, 1994; Brody & cols. 1999; Cole, 1996; Volling & Elins, 1998; Reese-Weber, 2000). Otros estudios han planteado que los adolescentes que perciben la relaciones con sus hermanos como positivas y cálidas, presentan mayores niveles de ajuste psicológico (Arranz, Olabarrieta, Yenes & Martín, 2001; Oliva & Arranz, 2005).
Calidad de la relación entre hermanos durante la adolescencia
Las relaciones entre hermanos brindan un espacio de adquisición, desarrollo y mantenimiento de habilidades sociales para niños y adolescentes, y se convierten en la base de las relaciones con pares en otros contextos sociales (i.e. la escuela). Dunn (1993) sugiere que las relaciones afectivas que los niños establecen con sus hermanos demarcan un contexto social importante donde los niños reciben y brindan afecto, establecen interacciones de juego y aprenden y practican habilidades de negociación y resolución de conflictos (Dunn, 1993). Otros autores sugieren que las relaciones entre hermanos se caracterizan por niveles variados de calidez y conflicto en las distintas etapas de la vida (Furman & Buhrmester, 1985; Oliva & Arranz, 2005); estas pueden definirse como un contexto de aprendizaje de destrezas y habilidades o como sistema protector contra perturbaciones en el funcionamiento y adaptación psicológica de los niños y adolescentes causadas por situaciones familiares negativas o por eventos estresantes (Brody, 2004; Lockwood y cols., 2002).
Estudios longitudinales sobre la calidad de la relación entre hermanos sugieren que la calidez emocional y el grado de intimidad que manifiestan los hermanos durante la preadolescencia están determinados por comportamientos y habilidades que ellos exhiben en edades tempranas. Por ejemplo, Dunn, Slomkowski & Beardsall (1994) encontraron que la calidad de la relación emocional, en particular la percepción de calidez e intimidad entre hermanos adolescentes, está significativamente asociada al tipo de interacciones que ocurren entre ellos durante la niñez y la preadolescencia. Estas relaciones están igualmente influenciadas por otras variables, como la edad y sexo de los hermanos, y la composición de la díada (i.e., hermanos del mismo o de diferente sexo). Hallazgos de estudios sobre relaciones entre hermanos durante la adolescencia indican que la composición de la díada (individuos del mismo o diferente sexo) parece explicar diferencias en la calidez emocional e intimidad que experimentan los hermanos y hermanas. Así, por ejemplo, se observa mayor calidez emocional entre díadas de hermanas que entre aquellas conformadas por hermano mayor y hermana menor. Por otra parte, las díadas de hermanas y las formadas por hermana mayor y hermano menor demuestran mayor grado de intimidad en su relación que otros tipos de díadas (Dunn & cols., 1994).
Estudios recientes muestran que altos niveles de comunicación, expresiones positivas de afecto y comportamientos prosociales de los hermanos mayores influyen positiva y significativamente en la percepción que los hermanos menores tienen de la relación entre ellos (Arranz & cols., 2001; Cutting, & Dunn 2006). Sin embargo, durante la adolescencia, el tipo de interacción y la calidad de la relación entre hermanos pueden variar. Se ha reportado que, cuando los hermanos mayores llegan a la adolescencia, pierden interés en la relación con sus hermanas menores debido al énfasis que toman las relaciones con pares en sus interacciones sociales (Oliva & Arranz, 2005).
Relación padres-hijos y ajuste psicológico
Desde diferentes perspectivas teóricas se ha reconocido la influencia de la calidad de la relación padres-hijos sobre el ajuste psicológico y posterior desarrollo afectivo de niños y adolescentes. La teoría del Apego (Bowlby, 1973), por ejemplo, plantea que a partir de la interacción con sus cuidadores, el niño desarrolla unos "modelos internos de trabajo" o representaciones acerca de sí mismo y de su cuidador. Estas representaciones proveen un mecanismo de continuidad en el estilo de apego a través del tiempo, de manera que las expectativas y creencias acerca de sí mismo y de los otros que se forman durante la niñez (modelos internos de trabajo) influyen en la competencia social y en el bienestar del individuo a lo largo de su vida (Skolnick, 1986). Desde otra perspectiva, la teoría sobre la aceptación/rechazo de los padres (PARTheory) (Rohner, 1986) postula que la percepción de conductas abiertas de rechazo (hostilidad, agresión, negligencia) o la ausencia de calidez afectiva en la relación padres-hijos se encuentra asociada a siete tendencias conductuales y de personalidad: 1) conductas de hostilidad, agresión o dificultades en el manejo de estas emociones; 2) dependencia o independencia defensiva de figuras afectivas significativas; 3) ausencia de respuesta emocionales; 4) inestabilidad emocional; 5) auto-estima negativa; 6) auto-concepto negativo; y 7) visión negativa del mundo (Rohner, Khaleque & Cournoyer, 2005). Estas tendencias conductuales constituyen lo que en esta teoría se denomina desajuste psicológico.
A partir de más de cuatrocientos estudios realizados por Rohner y sus colegas en más de sesenta países, se ha logrado demostrar la importancia de la calidad de la relación padres-hijos como variable predictiva del ajuste psicológico en individuos de todas las culturas (Rohner, Khaleque & Cournoyer, 2005). Otras investigaciones muestran resultados congruentes con los hallazgos de Rohner y sus colegas, en relación con los efectos de conductas de rechazo de los padres sobre dificultades sociales y afectivas de los hijos, entre otras, conductas depresivas (Richmond, Stocker & Rienks, 2005), dificultades en la regulación de emociones (Contreras, Kerns, Weimer, Gentzler, & Tomich, 2000), hostilidad, baja autoestima, autoeficacia y poca expresividad emocional (Gracia, Lila & Musitu 2005).
Tratamiento diferencial de los padres
Investigaciones recientes han demostrado que el ajuste psicológico de los niños no solo se ve afectado por los comportamientos de aceptación de los padres, sino también por el trato que reciben de los padres en comparación con sus hermanos. Recibir un trato menos favorable que el que experimentan los hermanos se asocia con problemas de comportamiento, estado de ánimo depresivo, ansiedad y baja autoestima (Richmond, Stocker & Rienks, 2005). Por otro lado, Kowal, Krull & Kramer (2004) encontraron que el efecto del trato diferencial sobre el comportamiento de los niños parece estar mediado por su percepción respecto a que dicho trato es injusto. Es decir, si los niños perciben que el tratamiento diferencial de los padres hacia los hermanos es injusto, se manifestarán más problemas de comportamiento y ajuste psicológico.
Relación entre hermanos y ajuste psicológico
Diversos estudios han demostrado la relación entre la calidad de la relación de hermanos, el desarrollo de relaciones sociales positivas con pares y el nivel general de ajuste psicológico de los niños (Pike, Coldwell & Dunn, 2005; Smith, 1995). Por ejemplo, se ha encontrado que las relaciones de carácter positivo entre hermanos promueven el desarrollo cognitivo y del lenguaje, así como el entendimiento de las perspectivas y emociones de otras personas (Smith, 1995). Por otro lado, Branje, Van Lieshout, Van Aken & Haselager (2004) encontraron que la percepción de apoyo en la relación de hermanos se encuentra asociada con la ausencia de problemas internalizantes (ansiedad, depresión) y externalizantes (problemas de conducta) en los adolescentes. Después de controlar los efectos de las relaciones con los pares, el apoyo percibido en la relación de hermanos continuaba teniendo una correlación significativa y negativa con ambos tipos de problemas en el ajuste psicológico.
Otros estudios han reportado una asociación significativa entre el conflicto crónico en la relación de hermanos en la niñez y la presencia de problemas de ansiedad, depresión y comportamientos desadaptativos en la adolescencia (Stocker, Burwell & Bringgs, 2002).
Este estudio se centró en evaluar la relación entre la percepción sobre la relación padres-hijos (aceptación-rechazo, tratamiento diferencial), la percepción de calidad de la relación de hermanos (calidez y conflicto) y el ajuste psicológico en díadas de hermanos adolescentes. La relación entre estas variables se analizó en dos niveles: individual y diádico. Es decir, se tuvo en cuenta tanto la influencia de las experiencias de cada individuo como las de su hermano, sobre su percepción de la calidad de la relación de hermanos y su ajuste psicológico (figura 1). Varios autores han documentado la importancia de considerar los efectos de cada miembro de la díada sobre el otro en la investigación sobre relaciones interpersonales (Kenny, Kashy & Cook, 2006).
Figura 1. Diseño del estudio
Específicamente, este estudio buscó responder las siguientes preguntas de investigación:
P.1. ¿Cuál es la influencia de la percepción que tiene cada uno de los hermanos de la aceptaciónrechazo de los padres, en su percepción de la calidad de la relación entre hermanos y en su ajuste psicológico?
P.2. ¿Cuál es la influencia de la percepción que tiene cada uno de los hermanos del tratamiento diferencial de los padres hacia los hijos, en su percepción de la calidad de la relación entre hermanos y en su ajuste psicológico?
P.3. ¿Cuál es la relación entre la percepción de la calidad de la relación entre los hermanos y el ajuste psicológico en cada miembro de la díada de hermanos?
P.4. ¿Existen diferencias en la percepción de la calidad de la relación entre hermanos dependiendo de la composición de la díada sexo de los hermanos y la diferencia de edad entre ellos?
P.5. ¿Cuáles son los efectos de la calidad de la relación con los padres experimentada por cada hermano, sobre la percepción de la calidad de la relación entre hermanos y sobre el ajuste psicológico del otro miembro de la díada?
P.6. ¿Cuáles son los efectos de la percepción de tratamiento diferencial de los padres, sobre la percepción de la calidad de la relación entre hermanos y sobre el ajuste psicológico del otro miembro de la díada? (figura 1).
De igual forma, se plantearon las siguientes hipótesis sobre la relación entre variables a nivel del individuo (hermano mayor y hermano menor):
H1. Existe una relación estadísticamente significativa y positiva entre la percepción de aceptación en la relación padres-hijos y las variables: a) calidez en la relación de hermanos y b) ajuste psicológico. Por el contrario, la percepción de aceptación en la relación padres-hijos tendrá una asociación estadísticamente significativa y negativa con la percepción de conflicto en la relación de hermanos.
H2. Existe una relación estadísticamente significativa y negativa entre la percepción de tratamiento diferencial de los padres y las variables: a) ajuste psicológico y b) calidez de la relación de hermanos. En contraste, la percepción de tratamiento diferencial tendrá una relación estadísticamente significativa y positiva con la percepción de conflicto en la relación de hermanos.
H3. Existe una relación estadísticamente significativa y positiva entre la calidez percibida en la relación entre hermanos y el ajuste psicológico de cada uno de los miembros de la díada. Por el contrario, se encontrará una relación significativa y negativa entre la percepción de conflicto en la relación entre hermanos y el ajuste psicológico tanto del hermano mayor como del menor.
H4. Existen diferencias estadísticamente significativas en la percepción de la calidez en la relación de hermanos, entre díadas de hermanos del mismo o de diferente sexo. En particular, se encontrarán reportes de calidez emocional mayores en las díadas conformadas por hermanos del mismo sexo que en aquellas conformadas por hermanos de sexos diferentes.
Respecto a la posible relación entre variables a nivel de la díada de hermanos, se propusieron las siguientes hipótesis:
H5. Existe una relación estadísticamente significativa y positiva entre la percepción de aceptación en la relación padres-hijos de uno de los hermanos y la percepción de calidez en la relación de hermanos del otro miembro de la díada. Así mismo, existe una relación significativa y positiva entre la percepción de aceptación en la relación padres-hijos de cada uno de los hermanos y el ajuste psicológico del otro hermano. Por el contrario, se espera una relación estadísticamente significativa y negativa entre la percepción de aceptación en la relación padres-hijos de uno de los hermanos y la percepción de conflicto en la relación de hermanos del otro miembro de la díada.
H6. Existe una relación estadísticamente significativa y negativa entre la percepción de tratamiento diferencial de uno de los hermanos y tanto a) la percepción de calidez en la relación de hermanos, como b) el ajuste psicológico del otro hermano. Existe una relación estadísticamente significativa y positiva entre la percepción de tratamiento diferencial de uno de los hermanos y la percepción de conflicto en la relación de hermanos del otro miembro de la díada.
Método
Participantes
La muestra estuvo conformada por cincuenta y nueve familias de la ciudad de Bogotá. En cada familia se solicitó la participación del padre, la madre y una díada de hermanos 1 que cumplieran con los siguientes requisitos: a) el menor debería tener una edad mínima de once años, b) el mayor debería tener máximo diecinueve años de edad y c) los hermanos seleccionados deberían tener una diferencia de edad de mínimo un año. Los padres de las familias participantes tenían entre treinta y ocho y cincuenta y nueve años de edad (M = 47,73; DE = 4,56), en tanto que la edad de las madres variaba entre treinta y seis y cincuenta años (M = 44,56; DE = 3,22). En las díadas de hermanos, las edades de los mayores se encontraban entre los catorce y los diecinueve años (M = 16,0; DE = 1,35). Las edades de los hermanos menores variaron entre los once y los dieciséis años (M = 13,29; DE = 1,13).
La composición de las díadas de hermanos de acuerdo con el sexo de los miembros fue la siguiente: treinta y dos díadas de mujer-hombre (54,2%), veinticinco mujer-mujer (48,5%) y dos hombrehombre (3,4%). Respecto a la diferencia de edad entre los miembros de la díada, en el 78% de los casos era entre uno y tres años. En más del 70% de las díadas conformadas por mujer-hombre, la mujer era mayor que el hombre. En las cincuenta y nueve familias participantes, los hermanos eran hijos biológicos de la pareja. Así mismo, en todos los casos se trataba de parejas en su primera relación de convivencia.
Con respecto al nivel educativo de los participantes, el 50,8% de los padres y el 45,8% de las madres habían terminado estudios universitarios, seguidos por 32,2% de los padres y 35,6% de las madres que culminaron estudios de posgrado. El 91,5% de los hermanos mayores y el 98,3% de los menores se encontraban realizando estudios de básica secundaria. El 57,6% de las familias reportaron ser de estrato socioeconómico medio, seguidas por 37,3% de estrato bajo.
Para reunir la muestra, se contactaron colegios de la ciudad y se le solicitó permiso a sus directivas para enviar una carta de invitación a las familias. Posteriormente, se llevaron a cabo visitas a las familias en las que se les presentó el proyecto a los padres y se les pidió que diligenciaran la forma de consentimiento en la que se especificaban los aspectos éticos del proyecto; adicionalmente, se realizó una entrevista de datos demográficos y la distribución de cuadernillos de preguntas que los participantes debían responder individualmente.
Instrumentos
Los instrumentos utilizados fueron traducidos al español y dos jueces compararon la traducción con el original en inglés. En un estudio piloto se aplicaron los instrumentos a dos familias y se realizó una entrevista para indagar sobre la comprensión de ítems seleccionados al azar. Se realizaron ajustes necesarios a la redacción de instrucciones y preguntas.
Entrevista a los padres. Se diseñó una entrevista en la que se recogió información sobre los siguientes aspectos: variables demográficas de las personas que vivían en el hogar (edad, sexo, parentesco, nivel educativo), composición de la familia y relación de pareja de los padres (estatus de la unión, duración de la convivencia).
Cuestionario sobre aceptación-rechazo del padre y la madre (Parental Acceptance-Rejection Questionnaire: Father and Mother). Cada versión (padre y madre) de este cuestionario, desarrollado por Rohner (2005), contiene sesenta ítems que evalúan la percepción del niño de conductas de aceptación o rechazo. Ambos cuestionarios contienen los mismos ítems, pero hacen referencia al comportamiento del padre o de la madre. Las preguntas se agrupan en cuatro subescalas: calidez ("Mi madre/padre me hace sentir querido"), hostilidad/agresión ("Me trata con dureza"), indiferencia/negligencia ("Me ignora siempre y cuando no haga algo que lo moleste") y rechazo indiferenciado ("No me quiere realmente"). Las preguntas en las dos versiones del cuestionario se responden en una escala tipo Likert de cuatro puntos (1 = "casi nunca es cierto", 4 = "casi siempre es cierto"). Se obtiene un puntaje total para el instrumento que puede variar entre 60 y 240. Una puntuación de 150 o mayor indica la percepción de más rechazo que de aceptación en la relación. Los coeficientes alfa de Cronbach obtenidos en este estudio indicaron un nivel adecuado de confiabilidad en las dos versiones del instrumento tanto para los hermanos mayores (a = 0,79 y a = 0,77, versiones madre y padre, respectivamente), como para los menores (a = 0,68 y a = 0,71, versiones madre y padre, respectivamente).
Cuestionario sobre relaciones entre hermanos (Sibling Relationships Questionnaire: SRQ). Este cuestionario , desarrollado por Furman & Buhrmester (1985), se compone de cuarenta y ocho preguntas que se agrupan en cuatro dimensiones: calidez, conflicto, estatus y poder, y rivalidad. En este estudio se tuvieron en cuenta las subescalas calidez ("¿Qué tanto tu hermano(a) y tú se lo cuentan todo?") y conflicto ("¿Qué tanto tu hermano y tú entran en desacuerdo y discuten entre sí?") como indicadores de la calidad de la relación entre hermanos. Las preguntas en estas subescalas se responden en una escala Likert de cinco puntos (1= "Casi nunca", 5= "muchísimo"). Los puntajes altos indican mayor calidez afectiva en la relación y la presencia de conflicto entre los hermanos, respectivamente. Adicionalmente, se empleó la escala rivalidad ("¿Generalmente a quién trata mejor tu mamá, a tu hermano(a) o a ti?"), que evalúa el tratamiento diferencial de la madre y el padre hacia la díada de hermanos. Los ítems en esta subescala se responden en una escala Likert de cinco puntos (1= "a mi hermano casi siempre más que a mí", 3 = "igual a mi hermano y a mí", 5 = "a mí casi siempre más que a mi hermano"). Se obtuvieron puntajes de tratamiento diferencial para el padre y la madre por separado. Los coeficientes alfa de Cronbach obtenidos en esta muestra indicaron un nivel adecuado de confiabilidad en las subescalas calidez (a = 0,94 y a = 0,93, para hermanos mayores y menores respectivamente) y conflicto (a = 0,82 y a = 0,84). De igual manera, se observaron niveles adecuados de confiabilidad para la subescala rivalidad cuando se evaluó el tratamiento diferencial por parte del padre hermanos mayores (a = 0,88) y menores (a = 0,87) y por parte de la madre (a = 0,82, hermanos mayores). La escala de rivalidad no demostró un nivel adecuado de confiabilidad al evaluar el tratamiento diferencial por parte de la madre en los hermanos menores (a = 0,21). Por tanto, la escala de rivalidad se tuvo en cuenta únicamente para evaluar el tratamiento diferencial del padre hacia los hijos.
Cuestionario de evaluación de la personalidad (Personality Assessment Questionnaire). Este instrumento se compone de sesenta y tres ítems agrupados en siete subescalas que evalúan disposiciones de la personalidad y el comportamiento (Rohner & Khaleque, 2005). Estas incluyen: a) hostilidad/agresión ("Tengo dificultades para controlar mi temperamento"), b) dependencia ("Me gusta que la gente sienta lástima cuando estoy enfermo"), c) autoestima negativa ("Siento que no valgo nada"), d) auto-eficacia negativa ("Siento que soy un fracaso"), e) baja respuesta emocional ("Evito las relaciones cercanas"), f) inestabilidad emocional ("Me molesta cuando las cosas salen mal"), y g) visión del mundo negativa ("Veo la vida llena de peligros"). Las preguntas se responden en una escala tipo Likert de cuatro puntos (1 = "casi nunca es cierto", 4 = "casi siempre es cierto"). Se obtiene un puntaje total para el instrumento que puede variar entre 63 y 252. Una puntuación de 157 o mayor indica que el individuo se percibe a sí mismo como menos adaptado psicológicamente. El coeficiente alfa de Cronbach obtenido en este estudio indicó un nivel adecuado de confiabilidad del instrumento tanto para hermanos mayores como menores (a = 0,92 y a = 0,92, respectivamente).
Resultados
Estadísticos descriptivos
En la tabla 1 se presentan los promedios y desviaciones estándar obtenidos por los participantes en las subescalas empleadas. Los promedios obtenidos indicaron que tanto los hermanos mayores como los menores percibían un nivel adecuado de aceptación (calidez) en la relación con el padre (M = 121,37 y M = 118,33, respectivamente) y la madre (M = 99,8 y M = 99,4, respectivamente). En relación con la percepción de tratamiento diferencial por parte del padre, los promedios obtenidos para hermanos mayores y menores se encontraron muy cerca del punto medio de la escala (M = 2,97 y M = 2,91, respectivamente). Esto sugiere que, en general, los participantes percibían un tratamiento similar por parte de su padre hacia los dos miembros de la díada.
Tabla 1. Medias y desviaciones estándar de las variables para hermanos mayores y menores (n=59 díadas)
Respecto a la calidad de la relación entre hermanos, tanto hermanos mayores (M = 3,52) como menores (M = 3,39) reportaron niveles adecuados de calidez. Por otra parte, tanto hermanos mayores (M = 2,86) como menores (M = 2,80) percibían ocasionalmente conflictos en la relación. Por último, se observaron niveles adecuados de ajuste psicológico tanto en hermanos mayores (M = 121,72) como en hermanos menores (M = 119,88).
Se realizaron comparaciones entre los promedios obtenidos por los participantes en las subescalas, con base en las siguientes variables: a) posición en la díada de hermanos (hermano mayor o menor), b) composición de la díada de hermanos (hermanos del mismo sexo o de sexo contrario) y c) diferencia de edades en la díada de hermanos (uno a tres años; cuatro a cinco años). Los resultados del MANOVA indicaron un efecto significativo de la diferencia de edades en la díada (F (6, 105)= 4,55, p < 0,001). Posteriormente, análisis univariados mostraron que los hermanos cuya diferencia de edad era de 1 a 3 años percibían más conflicto en la relación que los hermanos cuya diferencia de edad era de 4 a 5 años (F (1, 110)= 9,74, p < 0,01) (tabla 2). Así mismo, los análisis univariados indicaron que las díadas compuestas por hermanos del mismo sexo percibían más conflicto en la relación que aquellas compuestas por individuos de diferentes sexos (F (1, 110)= 4,29, p < 0,05).
Tabla 2. Medias y desviaciones estándar de las variables de acuerdo composición de la díada y diferencia edad entre hermanos (n=59 díadas)
Contrario a lo planteado en las hipótesis, entre díadas de hermanos del mismo o de diferente sexo no se encontraron diferencias significativas en la percepción de calidez en la relación de hermanos; sin embargo, sí se observaron diferencias significativas en la percepción de conflicto dependiendo de la composición de la díada.
Análisis de correlaciones en individuos
Con el fin de evaluar las hipótesis que sugerían asociaciones significativas específicas entre las variables del estudio correspondiente a cada uno de los hermanos, se llevaron a cabo análisis de correlación. Los hallazgos mostraron correlaciones particulares para cada uno de los hermanos entre la dimensión de la calidad de la relación con los padres (nivel de aceptación percibido), las dimensiones de la relación entre los hermanos (percepción de calidez y conflicto) y el ajuste psicológico de los mismos (nivel de desajuste percibido) (tabla 3). Los resultados indicaron que el nivel de aceptación percibido en la relación del hermano mayor tanto con la madre como con el padre se asoció positivamente con su percepción de calidez en la relación entre hermanos (r = - 0,30, p < 0.05 y r = -0,39, p < 0,01 respectivamente; los valores de las correlaciones obtenidos fueron negativos, pues que el instrumento mide el nivel de rechazo en estas relaciones) y con altos niveles de ajuste psicológico (r = 0,39, p < 0,01 en la relación con la madre y r = 0,54, p < 0,01 en la relación con el padre). No se encontraron asociaciones significativas entre la percepción de aceptación del hermano mayor en la relación con los padres y el nivel de conflicto en su relación con el hermano menor.
En el caso del hermano menor, los resultados de las correlaciones entre las variables indicaron asociaciones similares entre la percepción de la calidad de la relación con los padres y el nivel de calidez en la relación entre los hermanos. Los hallazgos mostraron una asociación negativa entre la percepción de bajos niveles de aceptación en la relación con la madre y la percepción de calidez en la relación con el hermano mayor (r = -0,43, p < 0,01), así como una asociación positiva entre esta percepción y el nivel de conflicto (r = 0,36, p < 0,01). Estas mismas asociaciones se encontraron con respecto a la percepción aceptación del hermano menor en la relación con el padre; se encontró que niveles bajos de aceptación en esta relación se asociaron negativamente con la calidez en la relación entre hermanos (r = -0,41, p < 0,01) y positivamente con el conflicto (r = 0,33, p < 0,05). En términos del ajuste psicológico, la percepción del hermano menor de bajos niveles de aceptación en la relación con la madre y con el padre se asoció positivamente con el nivel de desajuste del hermano menor (r = 0,66, p < 0,01 y r = 0,55, p < 0,01 respectivamente).
Respecto al tratamiento diferencial, los resultados mostraron una correlación positiva y significativa entre la percepción del hermano menor del tratamiento diferencial recibido del padre (preferencia hacia sí mismo) y su percepción de calidez en la relación entre hermanos (r = 0,28, p < 0,05), y una correlación negativa entre dicha percepción y el nivel conflicto en la relación (r = -0,36, p < 0,01). No se hallaron asociaciones significativas entre la percepción del hermano menor del tratamiento diferencial del padre y su ajuste psicológico. En el caso del hermano mayor no se encontraron asociaciones significativas del tratamiento diferencial del padre con la percepción de calidez y conflicto en la relación entre hermanos, ni con su nivel de ajuste psicológico.
Finalmente, los resultados de las correlaciones individuales mostraron evidencia de una relación estadísticamente significativa y positiva entre la calidez percibida en la relación entre hermanos y el nivel de ajuste psicológico de cada uno de los miembros de la díada (r = - 0,45, p<0,01 para el hermano menor y r = -0,28, p< 0,05 para el hermano mayor; el valor de la correlación es negativo, pues puntuaciones altas en el instrumento de ajuste indican mayor nivel de desajuste psicológico en el adolescente). Por el contrario, se encontró una relación significativa y negativa entre la percepción de conflicto en la relación entre hermanos y el ajuste psicológico tanto del hermano menor (r = 0,34, p< 0,01) como del mayor (r = 0,28, p< 0,05) (tabla 3).
Tabla 3. Correlaciones bivariadas para hermanos mayores y menores (n= 59 díadas) Análisis de correlaciones en la díada
Con el fin de evaluar las hipótesis que sugerían asociaciones significativas entre variables del hermano menor y del mayor se calcularon correlaciones tomando la díada de hermanos como unidad de análisis (tabla 4). En la diagonal de la tabla 4 se observan los valores de las correlaciones de las puntuaciones del hermano mayor y menor en cada una de las variables del estudio. Como se esperaba, las percepciones de los hermanos acerca de la calidad de la relación padres-hijos y dimensiones de la calidad de la relación de hermanos (calidez y conflicto) fueron estadísticamente significativas. Por ejemplo, entre la percepción de calidez en la relación entre hermanos (r = 0,60, p <0,01) y la percepción de conflicto (r = 0,49, p <0,01) de los dos miembros de la díada se encontraron correlaciones estadísticamente significativas.
Tabla 4. Correlaciones bivariadas entre variables de hermanos mayores y menores (n=59 díadas)
Por otra parte, se corroboraron hipótesis planteadas sobre la asociación entre variables de cada hermano con las variables del otro miembro de la díada. Así, las correlaciones indicaron una asociación positiva y significativa entre la percepción de aceptación del hermano menor en la relación con los padres y la calidez percibida por el hermano mayor en la relación entre los hermanos (r = -0,35, p <0,01 y r = -0,34, p < 0,01 para la aceptación de la madre y del padre respectivamente; el coeficiente de correlación obtenido es negativo, puesto que la medición de la calidad de la relación con los padres indica el nivel de rechazo percibido por los hijos en dichas relaciones). Este resultado significa que cuando el hermano menor percibe aceptación y afecto en la relación con los padres, el hermano mayor reporta mayor calidez en su relación con este. Resultados similares se encontraron en la otra dirección; cuando el hermano mayor percibe altos niveles de aceptación en la relación con los padres, el hermano menor reporta alta calidez en su relación de hermanos (r = -0,45, p <0,01 y r = -0,26, p < 0,05 para la aceptación de la madre y del padre respectivamente).
La percepción del hermano menor de una baja aceptación en la relación con el padre (no con la madre) se asoció positiva y significativamente con el conflicto en la relación entre hermanos reportado por el hermano mayor (r = 0,30, p < 0,01) y con su nivel de ajuste psicológico (r = 0,36, p < 0,01). En el caso contrario, se encontró una asociación positiva y significativa entre la percepción de baja aceptación del hermano mayor en la relación con la madre y el nivel de conflicto en la relación entre hermanos reportado por el menor (r = 0,32, p <0,01). No se encontraron asociaciones significativas entre esta percepción del hermano mayor y el nivel de ajuste del hermano menor, ni de la percepción de aceptación del hermano mayor en la relación con el padre, con el conflicto en la relación entre hermanos, o con el ajuste psicológico reportados por el hermano menor.
Finalmente, la evaluación del tratamiento diferencial del padre realizada por cada uno de los hermanos no mostró asociaciones significativas con el nivel de calidez y conflicto en la relación entre hermanos ni con el nivel de ajuste psicológico reportados por el otro hermano.
Análisis de regresión
Se llevaron a cabo análisis de regresión estándar para establecer los efectos específicos de las experiencias de cada uno de los hermanos en la relación padres-hijos, sobre la percepción de la calidad de la relación de hermanos y el ajuste psicológico del hermano mayor y del menor. En la tabla 5 aparece una síntesis de los modelos puestos a prueba.
Tabla 5. Modelos de regresión lineal para calidez, conflicto y ajuste psicológico (n= 59 díadas)
Calidez en la relación de hermanos. El modelo propuesto para la percepción de calidez en la relación de hermanos resultó significativo para el hermano mayor (F (4,54) = 4,23, p <0,01) y explicó el 23,9% de la varianza (18,2% ajustado). De las cuatro variables predictoras, únicamente la percepción de aceptación por parte del padre del hermano mayor tuvo un efecto estadísticamente significativo sobre su percepción de calidez en la relación de hermanos (Β = -0,3, p < 0,05). El valor del efecto es negativo debido a que el instrumento empleado mide el grado de rechazo en la relación padres-hijos. Sin embargo, este efecto significativo indicaría que cuando los hermanos mayores perciben aceptación en la relación con el padre, es probable que también perciban calidez en la relación con sus hermanos menores.
Respecto a la percepción de calidez del hermano menor en la relación de hermanos, el modelo resultó igualmente significativo (F (4,54) = 6,00, p <0,001) y explicó el 30,8% de la varianza (25,6% ajustado). Como se aprecia en la tabla 5, la percepción de calidez del hermano mayor en la relación con la madre fue la única variable del modelo que tuvo un efecto estadísticamente significativo sobre la percepción de calidez del hermano menor en la relación de hermanos (Β = -0,31, p < 0,05). Este resultado indica que cuando se toman en cuenta tanto las experiencias en la relación padres-hijos del hermano mayor como las del menor, la manera como el hermano mayor percibe la relación con la madre es la única variable que hace una contribución significativa e independiente a la percepción de calidez del hermano menor en la relación entre hermanos. Este tipo de efecto de un miembro de la díada sobre el otro se conoce como efecto del compañero (del término en inglés partner effect) (Kenny et al., 2006).
Conflicto en la relación de hermanos. Se propuso un modelo de regresión para explicar la percepción de conflicto en la relación de hermanos por parte del hermano menor (tabla 5). El modelo resultó estadísticamente significativo (F (4,54) = 4,3, p <0,01) y explicó el 24,2% de la varianza (18,6% ajustado). De las variables predictoras incluidas en este modelo, solo se encontró un efecto marginalmente significativo de la percepción de tratamiento diferencial del padre (Β = -0,25, p < 0,052). El valor negativo del efecto sugiere que cuando el hermano menor percibe que el padre prefiere a su hermano mayor (parcialidad baja), es probable que evalúe la relación con su hermano como más conflictiva.
Ajuste psicológico. El modelo propuesto para el ajuste psicológico del hermano mayor resultó significativo (F (3,55) = 8,9, p <0,001) y explicó el 32,7% de la varianza (29,0% ajustado). De las variables predictoras, únicamente la percepción de aceptación por parte del padre del hermano mayor tuvo un efecto estadísticamente significativo sobre el ajuste psicológico (Β = 0,4, p < 0,01). El valor obtenido indica que la percepción de calidez en la relación padre-hijo está asociada a mayores niveles de ajuste psicológico en los hermanos mayores.
En los hermanos menores, el modelo de regresión para el ajuste psicológico fue significativo (F (2,55) = 27,3, p <0,001) y explicó el 49,4% de la varianza (47,6% ajustado). Se encontraron efectos estadísticamente significativos, tanto de la percepción de aceptación de la madre (Β = 0,27, p < 0,05) como del padre (Β = 0,52, p < 0,001) sobre el ajuste psicológico de los hermanos menores.
En síntesis, los resultados de los modelos de regresión confirmaron las hipótesis planteadas respecto a los efectos de la percepción de aceptación en la relación padres-hijos (con padre o madre), sobre la calidez en la relación de hermanos y su ajuste psicológico. Por otra parte, en el hermano menor, se corroboró la hipótesis relacionada con el efecto de la percepción de tratamiento diferencial sobre la percepción de conflicto en la relación de hermanos. En general, los efectos significativos encontrados corresponden a la influencia de las experiencias de cada individuo en la relación padres-hijos sobre su percepción de la relación de hermanos y su ajuste psicológico. Contrario a las hipótesis, no se encontraron efectos significativos de las experiencias de cada hermano en la relación padres-hijos, sobre la percepción de calidad en la relación de hermanos y el ajuste psicológico del otro miembro de la díada.
Discusión
La aproximación ecológica del desarrollo humano (Bronfenbrenner, 1979) enfatiza la necesidad de analizar las relaciones entre los diferentes sistemas que componen el contexto inmediato en el que se desarrolla el niño. En las fuentes bibliográficas en el área del desarrollo socioafectivo, existe evidencia que muestra asociaciones importantes entre diferentes variables del sistema de relaciones padreshijos y el funcionamiento psicológico y social de los niños en la familia y en otros contextos sociales (Elicker, Englund & Sroufe, 1992; Hetherington, 1994; Ladd, 2005; Borkowski, Ramey & Bristol Power, 2002; y Rohner, 2005). El propósito principal de esta investigación se centró en profundizar en el estudio de posibles conexiones entre dos sistemas de relaciones particulares dentro de la familia (el sistema de las relaciones padres-hijos y el sistema de las relaciones entre hermanos) y proveer nueva evidencia acerca de su influencia en el ajuste psicológico en díadas de hermanos adolescentes.
Los resultados de este estudio permitieron corroborar el papel significativo que cumplen las relaciones positivas entre padres e hijos en otras relaciones significativas en el contexto familiar. En la misma dirección de los trabajos de Volling & Elins (1998) y de Reese-Weber (2000), aquí se encontraron asociaciones significativas entre dimensiones positivas de la relación padres-hijos (percepción de aceptación) y dimensiones positivas de la relación entre hermanos (calidez). Los resultados apoyan hallazgos de otros trabajos que reportan asociaciones entre altos niveles de calidez y comunicación en la relación entre hermanos y el nivel de ajuste psicológico de los mismos (Rohner, 2004; Dunn, 2005; Oliva & Arranz, 2005).
Uno de los aportes de esta investigación consistió en la evaluación de aspectos del sistema de relaciones padres-hijos con base en la percepción de los adolescentes tanto de la relación con la madre como de la relación con el padre y sus implicaciones en la calidad de la relación entre los hermanos. Aunque hay evidencia que ha mostrado diferencias en la calidad de la relación padres-hijos y madres-hijos por ejemplo el nivel de aceptación y la frecuencia y tipo de conflictos (Rohner, 1999; Motrico, Fuentes & Bersabé, 2001) así como sobre efectos diferenciales de algunas dimensiones de estas relaciones en la competencia social y en el ajuste psicológico de los hijos (Forehand & Nousiainen, 1993; Veneziano, 2000), el número de estudios sobre relaciones familiares que evalúa independientemente los efectos de la relación con cada uno de los padres es aún limitado (Gracia, Lila & Musitu 2005). En este estudio se observó que al evaluar simultáneamente los efectos de la aceptación en la relación con el padre y la madre, únicamente la percepción de aceptación del padre tuvo efectos significativos sobre la percepción de calidez en la relación entre hermanos y el ajuste psicológico en hermanos mayores.
¿Qué factores explican la diferencia en el peso que tiene la relación con cada uno de los padres para los adolescentes? Una posible hipótesis puede estar relacionada con los diferentes roles que asumen tanto las madres como los padres en el funcionamiento familiar y su impacto en las diferentes etapas del desarrollo de los hijos. Aunque los cambios en las condiciones socioculturales e históricas ocurridos en las últimas décadas han promovido transformaciones en los roles tradicionales que asumen el padre y la madre en la familia, es frecuente encontrar que las madres adoptan en mayor medida roles de cuidado de los hijos, los cuales representan protección y seguridad para estos, fundamentales durante las etapas tempranas del desarrollo (incluyendo la preadolescencia). La búsqueda de independencia y autonomía característica de la adolescencia puede motivar un cambio en la percepción que tienen los hijos mayores del significado de dichos roles de cuidado y hacer que estos otorguen más peso a roles asociados con la toma de decisiones y adopción de nuevas responsabilidades, el cual pudiera ser más característico del rol asumido por el padre en esta etapa. Estudios que evalúen esta hipótesis podrían añadir información importante al respecto.
La selección de la variable percepción de aceptación que tienen los adolescentes en su relación con los padres como la dimensión central del sistema de relaciones padres-hijos en el presente estudio se basó en la teoría sobre la aceptación/rechazo de los padres (PARTheory) propuesta por Rohner (1986). El postulado central de la teoría de Rohner, que enfatiza la importancia e implicaciones de la ausencia de calidez afectiva en la relación padres-hijos, ha sido evaluado en relación con sus efectos sobre el nivel de ajuste psicológico de los hijos. La conexión entre el nivel de aceptación en esta relación y la calidad de las relaciones de los hijos con sus hermanos no había sido explorada; así, otro aporte importante consistió en extender los alcances de los presupuestos de la teoría de Rohner a otro sistema de relaciones de gran importancia en el contexto familiar.
Una variable que ha tomado importancia en el estudio de las relaciones padres-hijos y su influencia en las relaciones entre hermanos es la percepción del tipo y calidad del trato que reciben los hijos por parte de cada uno de sus padres. Los estudios indican que la preferencia de los padres por uno de los hijos, sumado a la percepción de justicia que los hijos tienen sobre dicha preferencia, tiene efectos negativos en el tipo y la calidad de la relación que se establece entre los hermanos (Richmond, Stocker & Rienks, 2005; Kowal, Krull & Kramer, 2004). Los hallazgos de este estudio, que complementan la evidencia presentada en los estudios citados, demuestran que cuando el hermano menor percibe que su padre muestra preferencia hacia él, tiende a reportar mayores niveles de calidez y menores niveles de conflicto en la relación de hermanos. Es posible que al percibir un tratamiento más favorable del padre hacia sí mismo, esa parcialidad se considere justa y esto incida positivamente en la relación con su hermano.
Teóricos del desarrollo interesados en el estudio de las relaciones afectivas han señalado la necesidad de considerar el carácter bidireccional en dichas relaciones y la importancia de tomar a la díada como la unidad de análisis (Bronfenbrenner, 1979; Kenny et al., 2006); sin embargo, es frecuente encontrar que los estudios sobre relaciones familiares se centren en la medición y evaluación de variables a nivel individual. La inclusión de análisis diádicos buscó responder a esta necesidad. Las asociaciones encontradas entre variables del hermano mayor y del hermano menor proveen evidencia del carácter bidireccional de las relaciones y de las conexiones entre percepciones, expectativas y comportamientos de los miembros que componen las diferentes díadas en los sistemas familiares. Adicionalmente, al incluir en los modelos de regresión las variables de ambos hermanos, se logró establecer cuáles variables de cada miembro de la díada tienen efectos específicos sobre la calidad de la relación entre hermanos y el ajuste psicológico.
En la percepción de calidez del hermano mayor, la percepción de conflicto del hermano menor y en el ajuste psicológico de ambos hermanos, solo las variables individuales tuvieron efectos significativos e independientes. Sin embargo, se encontró que la percepción de calidez en la relación de hermanos por parte del hermano menor está determinada por la percepción de aceptación en la relación madrehijo del hermano mayor. Es decir, existe un efecto de tipo diádico (efecto de compañero) que indica que las experiencias del hermano mayor en la relación con la madre influyen mucho más la percepción de calidez en la relación entre hermanos del hermano menor que sus propias experiencias en la relación con el padre o con la madre. El efecto de la calidad de la relación del hermano mayor con la madre sobre la calidez percibida en la relación de hermanos por el hermano menor podría interpretarse a la luz de los planteamientos de la teoría del apego y la teoría del aprendizaje social. Estas teorías plantean que la presencia de modelos de relación positivos en las relaciones padres-hijos influyen en las relaciones en otros subsistemas familiares (por ejemplo, la relación entre hermanos). En estudios futuros se podrían explorar estas hipótesis para explicar los resultados encontrados en este estudio.
Por otra parte, los resultados indicaron efectos significativos de la composición de la díada en términos del sexo de los hermanos y de la diferencia de edad en el nivel de conflicto en las relaciones entre ellos. Estos datos confirman resultados de estudios previos (Kim, McHale, Crouter & Osgood, 1997; Dunn & cols., 1994) en los que se encontró que tanto el sexo como la edad de los hermanos se constituyen en variables importantes en la evaluación de la percepción que tienen los hermanos del nivel de calidez, intimidad y apoyo en la relación entre ellos.
Limitaciones
A pesar de estas fortalezas, varios factores limitan la interpretación de los resultados de esta investigación. En primer lugar, todos los resultados reportados son correlacionales y el diseño del estudio fue de tipo transversal. En este estudio se propuso que la calidad de la relación padres-hijos tenía un efecto significativo sobre la percepción de calidad de la relación entre hermanos y el ajuste marital. Sin embargo, dadas las características del diseño, no es posible descartar que la calidad de la relación entre hermanos también influya sobre la calidad de las relaciones padres-hijos. Se requiere entonces evaluar las hipótesis planteadas aquí en investigaciones que utilicen diseños de tipo longitudinal, que evalúen las relaciones entre variables en diferentes momentos y se controlen sus efectos a través del tiempo.
Otro factor que limita la generalización de los resultados es la utilización de una muestra no probabilística. Esta investigación se basó en una muestra de díadas de hermanos que participaron voluntariamente muestra por conveniencia y, por tanto, se desconoce si la muestra representa las características de la población de hermanos adolescentes de la ciudad de Bogotá. En consecuencia, los resultados obtenidos deben considerarse como preliminares. Se requiere realizar investigaciones en el futuro en las cuales los procedimientos de muestreo permitan la generalización de sus conclusiones a poblaciones previamente definidas; en otras palabras, estudios que realicen muestreos probabilísticos de la población que se intenta estudiar.
Por último, es necesario considerar las limitaciones que genera el uso de un método común cuestionarios individuales en la evaluación de la asociación entre las variables contempladas en este estudio. El uso de cuestionarios en los cuales el individuo se evalúa a sí mismo en relación con las variables predictoras y las dependientes, puede crear una correlación artificial entre estas (efecto de evaluador común). Adicionalmente, los sesgos relacionados con la deseabilidad social, teorías implícitas, motivos de consistencia y los estados de ánimo pueden afectar las respuestas de los participantes, por consiguiente, los resultados obtenidos (Podsakoff, MacKenzie, Lee, & Podsakoff, 2003).
Investigaciones en el futuro
Estudios sobre la relación entre las variables contempladas en esta investigación deberían tener en cuenta otras variables del contexto familiar (por ejemplo, la intensidad de conflictos en la relación de pareja de los padres, eventos estresantes en la familia) que pueden afectar la manera como los hermanos evalúan la calidad de la relación padreshijos y la relación entre hermanos. Así mismo, sería interesante explorar los efectos de las diferentes dimensiones de la relación de hermanos (calidez, conflicto, estatus y poder) sobre aspectos específicos del funcionamiento social de los adolescentes en su grupo de pares (por ejemplo, autoeficacia y competencia social).
Como se anotó anteriormente, investigaciones futuras podrían recurrir a diversas fuentes de información bases de datos oficiales o privadas que faciliten la identificación de participantes y la selección de muestras probabilísticas que permitan la generalización de los resultados a poblaciones específicas. Además, sería conveniente implementar estrategias para controlar los sesgos creados por el uso de un evaluador común, como emplear diferentes informantes en la evaluación de las variables predictoras y criterio. Por ejemplo, sería recomendable obtener reportes sobre ajuste psicológico de los adolescentes a través de padres o maestros, en tanto que los hermanos reporten acerca de la calidad de la relación padres-hijos o la relación entre hermanos. Adicionalmente, y hasta donde sea posible, la evaluación de variables predictoras y criterio a partir de un mismo informante debería realizarse en diferentes momentos en el tiempo, de manera que se reduzcan los efectos relacionados con el contexto común de medición (Podsakoff et al., 2003).
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