Introducción
Un reporte reciente de la American Psychological Association (2017) señala que niveles más altos de estrés entre poblaciones de bajos ingresos y minorías pueden dar lugar a disparidades en salud, lo cual afecta la expectativa de vida. El estrés afecta nuestra percepción del mundo y, en consecuencia, nuestro comportamiento.
El estrés es definido como el grado en que una situación puede ser valorada como incontrolable, impredecible y agobiante (Baik et al., 2019; Cohen, Kamark, & Mermelstein, 1983). Se lo concibe también como una respuesta ante una situación temida (Barbosa-Leiker et al., 2012) que sobrepasa los recursos de afrontamiento de una persona (González Ramírez & Landero Hernández, 2007), impactando negativamente sobre su salud (Cázares de León & Moral de la Rubia, 2016).
El estrés percibido (particularmente, evaluado con la Escala de Estrés Percibido de Cohen et al., 1983) se ha relacionado con distintas variables sociodemográficas, como el sexo y el estatus socioeconómico. En cuanto al sexo, diferentes estudios evidenciaron que las mujeres reportan mayores niveles de estrés percibido que los hombres (Alimar, Benítez, Koch, & Noel, 2013; Barbosa-Leiker et al., 2012; Faro, 2015; Klein et al. 2016; Lee, Chung, Suh, & Jung, 2014; Nordin & Nordin, 2013; Remor, 2006; Sacco, Bucholz, & Harrigton, 2014). No obstante, en otras investigaciones no se han observado diferencias significativas según el sexo (Cázares de León & Moral de la Rubia, 2017; Cohen et al., 1983; González-Ramírez & Landero-Hernández, 2007; Taylor, 2015).
Respecto al estatus socioeconómico, Faro (2015) observó que las personas de Brasil con ingreso económico alto (superior a 2000 reales, equivalente a 493 USD a la fecha) reportaron menor nivel de estrés percibido que las personas con ingresos bajos. A su vez, Baik et al. (2019) encontraron en una muestra de habitantes de Estados Unidos que la percepción del estrés depende de la interacción entre ingreso económico y sexo. Concretamente, las personas con ingresos bajos indicaron mayores niveles de estrés percibido, y los hombres con ingresos bajos reportaron mayores niveles de estrés que las mujeres con el mismo nivel de ingreso.
El estrés no sólo se ha relacionado con medidas objetivas cuantificables en relación con el de nivel socioeconómico sino también con la percepción de la situación económica. Por ejemplo, Berger, Powell y Cook (1988) evaluaron la relación entre el estrés auto-percibido y la percepción de bienestar económico en personas que se habían mudado y hallaron que las personas reportaban mayores niveles de estrés al percibir que su situación económica actual era peor que la que poseían antes de mudarse.
Teniendo en cuenta el rol del estrés en distintas esferas de la vida cotidiana, nos propusimos indagar las diferencias según el sexo y el estatus socioeconómico, y también su relación con la percepción de la situación económica tanto de la familia como del país, en una muestra de ciudadanos de Córdoba, Argentina.
Método
Participantes
Participaron 279 personas de 18 a 65 años de la ciudad de Córdoba (M = 36.61, DS = 13.97) de ambos sexos (49.8 % varones y 50.2 % mujeres). Se utilizó un muestreo polietápico por conglomerados y estratificado (sexo y edad), preservando el principio de selección probabilística. La unidad primaria de muestreo fueron los hogares y la segunda las personas. El nivel de confianza fue del 95.5 %, con ±5 % de margen de error. El nivel socioeconómico (definido a partir de indicadores educativos, laborales y del hogar) de los participantes fue el siguiente: 17.8 % marginal y bajo inferior, 23.6 % bajo superior, 23.6 % medio bajo, 21.5 % medio, 13.5 % medio alto y alto.
Aspectos éticos
A lo largo de toda la investigación se siguieron los lineamientos éticos para la investigación con humanos recomendados por la Asociación Psicológica Americana (APA, 2010) y los aspectos éticos considerados en la legislación local (FEPRA, 2013). El proyecto macro en el que se inserta esta investigación fue aprobado en cuanto a aspectos éticos. Los participantes brindaron su consentimiento informado de manera oral, tras recibir información sobre las condiciones de anonimato, confidencialidad y voluntariedad de la participación.
Instrumentos
Escala de estrés percibido (Cohen et al., 1983).
La escala comprende 14 ítems que permiten identificar en qué medida se evalúan como estresantes distintas situaciones de la vida. Los ítems de la escala se puntúan en una escala tipo Likert de 5 puntos (0 = nunca, 4 = muy frecuentemente). La puntuación total indica que a una mayor puntuación corresponde un mayor nivel de estrés percibido. Estudios psicométricos de la escala en el contexto local evidencian buenas propiedades de confiabilidad (Alfa de Cronbach = .788; Reyna, Mola, & Correa, 2019).
Percepción de la situación económica del país y la familia.
Se utilizaron preguntas del Latinobarómetro (2015). Específicamente, la valoración de la situación económica del país y de la familia, tanto actual, como de los últimos y también próximos 12 meses. El formato de respuesta fue tipo Likert con 5 opciones de respuesta (1 = muy mal o mucho peor, 5 = muy buena o mucho mejor).
Cuestionario de datos sociodemográficos.
Se recabó información sobre edad, sexo y variables indicadoras del nivel socioeconómico (NSE): nivel educativo, tipo de ocupación, relación entre la cantidad de aportantes del hogar y la cantidad de habitantes (Comisión de Enlace Institucional, AAM-SAIMO- CEIM, 2006).
Procedimiento
Este estudio forma parte de una investigación macro sobre efectos de la pobreza y la desigualdad en variables cognitivas y sociales. En este reporte nos centramos en el estrés percibido. La recolección de datos estuvo a cargo de encuestadores previamente entrenados por una de las investigadoras, y se realizó entre noviembre y diciembre de 2015. Los encuestadores contactaron a las personas en sus hogares y les aplicaron individualmente los cuestionarios. Los cuestionarios fueron aplicados siempre en el mismo orden. Llevó 40 minutos completar todos los cuestionarios de la investigación marco.
Análisis de datos
Inicialmente se analizaron los datos de manera descriptiva y se evaluó si seguían una distribución normal. Luego se condujeron análisis de comparación de grupo (según NSE y sexo) y de correlación (entre estrés y percepción de la situación económica). Se consideró un nivel de significancia de .05 y se tuvo en cuenta el tamaño del efecto.
Resultados
Análisis descriptivo
Los valores promedio de estrés percibido estuvieron en un rango de 1.29 a 4.39 puntos, con una M = 2.77 y DS = .53. La variable presentó valores de asimetría y curtosis en el rango ±1. La prueba de Kolmogorov-Smirnov evidenció que la variable se distribuía de manera normal (Z de K-S = 1.007, p = .263).
Diferencias de estrés percibido según nivel socioeconómico y sexo
Se analizaron las diferencias de sexo y NSE a través de ANOVAs, considerando como variable dependiente a la puntuación total de estrés percibido. Los resultados evidenciaron un efecto principal de NSE (F(4,265) = 5.550, p < .001, η2p = .077). Comparaciones a posteriori con ajuste de Bonferroni muestran que las personas de nivel bajo y bajo inferior (M = 3.04, DS = .51) presentan niveles de estrés percibido significativamente mayores que las personas de nivel medio (M = 2.60, DS = .46; p < .001), y medio alto y alto (M = 2.65, DS = .41; p = .006). No se apreciaron diferencias según el sexo, y tampoco resultó significativa la interacción entre sexo y NSE.
Relación entre el estrés percibido y la percepción de la situación económica del país y de la familia
Teniendo en cuenta las diferencias según NSE, para examinar las relaciones bivariadas entre el nivel de estrés percibido y la percepción de la situación económica del país/familia, se condujeron análisis de correlación parcial. El nivel de estrés no se relacionó de manera significativa con la percepción económica del país actual ni de los últimos meses, pero sí con la percepción de la situación futura (r = -.120, p = .048), quienes mostraron una percepción de estrés mayor evaluaron con más negativa la situación económica del país para los próximos 12 meses. A su vez, la percepción del estrés se relacionó con la percepción de la situación económica de la propia familia. Específicamente, quienes presentaron niveles más altos de estrés percibido consideraron de manera más negativa la situación económica actual de su familia (r = -.256, p < .001), y también en relación al último (r = -.155, p = .011) y próximo año (r = -.174, p = .004).
Discusión
En esta investigación analizamos la relación entre el nivel de estrés percibido y distintas variables sociodemográfica, como también con la percepción de la situación económica del país y de la propia familia.
Los resultados mostraron que el estrés percibido no variaba según el sexo de los participantes, aportando evidencia en la línea de Cohen et al. (1983) y Taylor (2015), entre otros. Con respecto al nivel socioeconómico, se observó que las personas de nivel socioeconómico alto reportan menores niveles de estrés percibido en comparación con las personas de niveles socioeconómicos bajos y medios. Estos resultados están en consonancia con lo observado en estudios previos con muestras de otras latitudes (p. e., Baik et al., 2019; Faro, 2015). No obstante, vale señalar que el tamaño del efecto fue pequeño.
En cuanto a la relación entre el nivel de estrés percibido y la percepción de la situación económica, los resultados mostraron una relación significativa cuando la percepción de la situación económica se refería a la propia familia. En todos los casos, la magnitud de las relaciones fue de pequeña a mediana, siendo un poco más fuerte cuando se hacía referencia a la situación económica actual. Estos resultados son coincidentes con los reportados por Berger et al. (1988) quien también encontraron que las personas reportaban mayores niveles de estrés al percibir su situación económica actual como peor a la que poseían antes de mudarse.
A través de este estudio aportamos evidencia sobre las diferencias de estrés percibido según el nivel socioeconómico, y también su relación con la percepción de la situación socioeconómica, principalmente, familiar. Considerando el impacto negativo del estrés sobre diversos comportamientos (p.e., relacionados con la salud), resulta imperioso conducir nuevos estudios que aporten evidencia sobre las consecuencias del estrés y también los factores determinantes y, así, contar con evidencia científica que permita emprender estrategias para mitigar los niveles de estrés, en especial, en personas que viven en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica.