Introducción
El propósito de este trabajo es dar cuenta del estado del arte de las investigaciones y producción sobre la vejez y ser persona vieja como objetos de estudio, análisis e investigación. Para esto se analizarán los avances en una doble vía: los trabajos desarrollados a nivel internacional y la actualidad en la producción académica sobre vejez y ser persona vieja en Colombia. Partimos de considerar la relevancia de los estudios sobre la vejez, toda vez que los cambios demográficos están mostrando que en el país comenzamos a evidenciar un cambio en la estructura poblacional y una tendencia en la inversión de la pirámide poblacional ( 38). Este fenómeno de envejecimiento demográfico implica tomar con mayor radicalidad la vejez como un objeto de estudio, que dada su naturaleza compleja exige un abordaje cada vez más interdisciplinar, y alentar a la investigación sobre este. Así pues, es indispensable conocer el estado de la investigación sobre esta cuestión en nuestro contexto.
En primera instancia, es necesario diferenciar la vejez del envejecimiento. En el caso de la vejez, se refiere a “haber vivido mucho tiempo” (Dulcey-Ruiz, 2015, p. 228). Sin embargo, el significado de la vejez con respecto a la edad depende del contexto en el que se utilice el término. Así, si se trata de un país “desarrollado”, se es persona vieja cuando se posee una edad de sesenta y cinco (65) años o más (Organización Mundial de la Salud, 2001). Mientras que para el Estado colombiano se concibe como aquella persona que cuenta con sesenta (60) años de edad o más (Congreso de la República, 2008); y en el caso específico de Medellín, aunque acoge el lineamiento nacional, también pueden ser personas viejas quienes tengan cincuenta (50) años o más y se encuentren “dentro de las poblaciones en riesgo y sus condiciones de desgaste físico, vital y mental, así lo determinen” (Concejo de Medellín, 2012, p. 2). Dada la cantidad de variables a considerar en la clasificación de una persona vieja, no es posible tener una única noción del término, estando sujeto a los roles, normas y expectativas más o menos definidas que el contexto imponga.
Por su parte, el envejecimiento es un proceso continuo que comienza con el nacimiento y termina con la muerte, en el cual se producen ganancias y pérdidas de orden, fisiológico, morfológico, social y funcional (Sánchez, 2004). Tanto en la vejez, como en el envejecimiento confluyen condiciones físicas, sociales, culturales, económicas, políticas e históricas, por lo cual es importante tener en cuenta los contextos específicos en los que se definen las nociones, dada la cantidad de variables a considerar.
La investigación sobre vejez y ser persona vieja: la perspectiva internacional
El siguiente apartado tuvo como propósito conocer el estado actual de las investigaciones relacionadas con la vejez y ser persona vieja. Para este fin se realizó la lectura, selección, organización, clasificación e interpretación de textos encontrados en bases de datos como APA, EbscoHost, ISI Web of Science, Jstor, Science Direct y Scopus. En los elementos de búsqueda se combinaron cuatro palabras clave: vejez, persona vieja, adulto mayor y persona mayor. Luego de filtrar la información, se analizaron 50 manuscritos publicados entre 1982 y 2017, el análisis de los estudios encontrados, se clasificaron en una matriz de excel, teniendo en cuenta las siguientes categorías: propósito general de la investigación, referentes conceptuales, tipos de diseño, tipos de estudio, sujetos participantes, técnicas de recolección de la información, principales resultados, conclusiones y recomendaciones.
En relación al propósito general de las investigaciones se presenta una tendencia en el estudio de las actitudes hacia la vejez y las personas viejas en diferentes generaciones, (Árraga, Sánchez, Pirela & Mariotti, 2016a, 2016b; Granadillo, Árraga & Sierraalta, 2015; Stefani & Rodríguez, 1988), donde cobra vital importancia entender la vejez, propia y la ajena, como proceso natural de la vida (Mikusinski & De Urteaga, 1982a; Omar, 1987) y las relaciones existentes entre tales actitudes con el bienestar afectivo, emocional, físico y psicológico (Castellano, 2014; De Miguel-Negredo & Castellano- Fuentes, 2012; Silva, Farias, Oliveira & Rabelo, 2012). Los estudios relacionados con esta categoría presentan dos perspectivas: i) actitudes positivas con relación a la vejez, desde la solidaridad intergeneracional, (De Oliveira, 2010; Rodríguez & Vidal, 2015); y ii) actitudes negativas, como el rechazo hacia la vejez, la discriminación por razón de edad (Branscomb & Lee, 2004; Ribera, Bustillos, Guerra, Huici & Fernández-Ballesteros, 2016; Vauclair, Lima, Abrams, Swift & Bratt, 2016), estereotipos negativos (Bustillos, Fernández-Ballesteros, & Huici, 2012; Gómez, 2003; Sánchez, 2004) y maltrato (Giraldo, 2010; Iborra, 2009).
Otras investigaciones están relacionadas con las representaciones sobre la vejez, en relación con: i) la manera como es representado este momento de la vida en diferentes edades (Jiménez, 2015; Saldanha, Felix, & Araujo, 2008; Salmerón, 2012); ii) su representación en la publicidad, el cine o la literatura (Bazzini, McIntosh, Smith, & Cook, 1997; Gillespie, 2012; Moreira de Lima, 2008); y iii) los modos, procesos y mecanismos mediante los cuales es construido socialmente la vejez (Iacub, 2008; Kehl & Fernández, 2001). Desde una perspectiva teórica, existen estudios que se interesan por profundizar en los diferentes modelos teóricos del envejecimiento para entender la vejez desde enfoques positivos, tales como la vejez activa, saludable, productiva y exitosa (Arias & Iacub, 2013; Díaz, 2017; Fernández-Mayoralas et al., 2014; Petretto, Pili, Gaviano, Matos, & Zuddas, 2016), analizar como las ideas posmodernas ayudan a la comprensión de la condición de vejez (Powel & Longino, 2001, 2002), contextualizar la necesidad de una teoría social para comprender la edad y el envejecimiento (Hendricks & Powell, 2009; Powell, 2000) y explicar a profundidad los paradigmas de desarrollo y envejecimiento, con una comprensión global (Neri, 2014).
En una menor proporción se evidencian investigaciones que se interesan por ampliar el conocimiento sobre las creencias acerca de la vejez (Arnold-Cathalifaud, Thumala, Urquiza, & Ojeda, 2007; Mikusinski & Omar, 1982) y las implicaciones que estas pueden tener en la vejez propia o ajena (Alves, 2014). Otras investigaciones pretenden analizar la visión histórica del concepto de vejez y edad desde la Edad Media hasta la actualidad (Martínez, Polo & Carrasco, 2002; Santos & Lago, 2016) y analizar las políticas públicas sobre envejecimiento, aplicadas de forma diferencial en contextos específicos (Paredes et al., 2016). Con relación a las personas en etapa de vejez se evidencian estudios interesados en los modelos de institucionalización (Adler, 2016), funcionamiento cognitivo (Navarro-González, Caleroa & Becerra-Reinab, 2015), necesidades de consumo (Bódalo, 2003), sexualidad (Molina, 2015) y muerte (Pochintesta, 2011).
Con relación a los referentes conceptuales, la mayoría de las investigaciones utilizan el paradigma de curso de vida, solo dos estudios (Navarro-González, et al., 2015; Neri, 2014) utilizan el paradigma de desarrollo a lo largo de toda la vida o life span y ninguno el paradigma de ciclo de vida.
Con relación al tipo de diseño y tipo de estudio, se hallaron 28 investigaciones cualitativas y 22 cuantitativas. Los de tipo cuantitativo, fueron de corte transversal y diseño no experimental, menos el estudio de Navarro-González et al. (2015) el cual fue de corte longitudinal al analizar las variables psicológicas asociadas a la evolución y al nivel de funcionamiento cognitivo de una muestra de personas mayores en un periodo de cuatro años.
El tipo de estudio más recurrente fue el descriptivo. En estos estudios se especificaron las características de la vejez y las personas viejas, se crearon categorías, se midieron conceptos, y se definieron variables asociadas a la vejez con relación a las representaciones (Alves, 2014; Gillespie, 2012; Mikusinski & Omar, 1982; Molina, 2015; Moreira de Lima, 2008; Omar, 1987; Saldanha et al., 2008); actitudes (Árraga et al., 2016a, 2016b; Castellano, 2014; De Miguel-Negredo & Castellano- Fuentes, 2012; Granadillo et al., 2015; Silva et al., 2012; Stefani & Rodríguez, 1988); aspectos conceptuales (Arias & Iacub, 2013; Díaz, 2017; Fernández-Mayoralas et al., 2014; Martínez et al., 2002 Petretto et al., 2016; Santos & Lago, 2016); creencias (Bazzini et al., 1997; De Oliveira, 2010); maltrato (Giraldo, 2010; Iborra, 2009); discriminación por edad (Ribera et al., 2016); política pública (Paredes et al., 2016); consumo (Bódalo, 2003) e intergeneracionalidad (Rodríguez & Vidal, 2015). Así como también, estudios explicativos, los cuales proporcionan un sentido de entendimiento acerca de la construcción de la vejez desde una perspectiva teórica, las condiciones en las que se manifiesta y las posibles relaciones de este momento de la vida con el cuerpo, la finitud, los paradigmas del envejecimiento y la posmodernidad (Hendricks & Powell, 2009; Iacub, 2008; Jiménez, 2015; Kehl & Fernández, 2001; Neri, 2014; Pochintesta, 2011; Powell, 2000; Powel & Longino, 2001, 2002).
Las investigaciones también tuvieron un enfoque correlacional, las cuales buscaron determinar el grado de asociación de la vejez con variables sociodemográficas, psicosociales y psicológicas en un determinado tipo de personas, cuantificar sus relaciones con conceptos como actitudes (Gómez, 2003; Sánchez, 2004; Vauclair et al., 2016); discriminación por razón de edad (Branscomb & Lee, 2004); imagen (Mikusinski & De Urteaga, 1982a); y funcionamiento cognitivo (Navarro-González et al., 2015). Por último, las investigaciones de tipo exploratorio han sido la base para nuevos estudios relacionados con los efectos de la activación de etiquetas referidas a la vejez o la vejez vista desde las personas jóvenes (Arnold-Cathalifaud et al., 2007; Bustillos et al., 2012). No se encontraron estudios mixtos.
Con relación a los sujetos participantes, en su mayoría son personas viejas (Adler, 2016; Bódalo, 2003; De Miguel-Negredo & Castellano- Fuentes, 2012; Giraldo, 2010; Gómez, 2003; Iborra, 2009; Jiménez, 2015; Paredes et al., 2016; Sánchez, 2004; Silva et al., 2012; Vauclair et al., 2016), pertenecientes a programas institucionales como centros de acogida o de día (Castellano, 2014; Gillespie, 2012; Molina, 2015; Salmerón, 2012) o mayores de 80 años en las que se describen sus formas de envejecer y de construir conciencia sobre la finitud de la vida (Navarro-González et al., 2015; Pochintesta, 2011). De igual manera, se destacan investigaciones donde los participantes son personas de todas los estratos cronológicos, (Árraga, et al., 2016b; Bazzini et al., 1997; Kehl & Fernández, 2001; Mikusinski & Omar, 1982; Omar, 1987; Stefani & Rodríguez, 1988), jóvenes con personas viejas (Branscomb & Lee, 2004; Bustillos et al., 2012; Rodríguez & Vidal, 2015, Saldanha et al., 2008), solo adultos (Árraga, et al., 2016a; Mikusinski & De Urteaga, 1982a; Ribera et al., 2016;), solamente jóvenes (Arnold-Cathalifaud et al., 2007; Granadillo et al, 2015) y en una pequeña proporción familias con personas viejas (De Oliveira, 2010).
En lo que se refiere a los técnicas de recolección de la información los más utilizados son la revisión documental (Alves, 2014; Arias & Iacub, 2013; Bazzini et al., 1997; Bódalo, 2003; Díaz, 2017; Fernández-Mayoralas et al., 2014; Gillespie, 2012; Hendricks & Powell, 2009; Iacub, 2008; Kehl & Fernández, 2001; Martínez et al., 2016; Moreira de Lima, 2008; Neri, 2014; Paredes et al., 2016; Petretto et al., 2016; Powell, 2000; Powel & Longino, 2001,2002; Rodríguez & Vidal, 2015; Santos & Lago, 2016; Vauclair et al., 2016;) y los cuestionarios (Arnold-Cathalifaud et al., 2007; Árraga, et al., 2016a, 2016b; Branscomb & Lee, 2004; Giraldo, 2010; Gómez, 2003; Granadillo et al., 2015; Iborra, 2009; Mikusinski & De Urteaga, 1982a; Mikusinski & Omar, 1982; Ribera et al., 2016; Saldanha et al., 2008; Sánchez, 2004; Stefani & Rodríguez, 1988). Seguidos de las entrevistas: i) a profundidad (Adler, 2016; De Oliveira, 2010; Jiménez, 2015; Pochintesta, 2011); ii) semi-estructuradas (Molina, 2015; Salmerón, 2012); y iii) estructuradas (Omar, 1987) y diferentes pruebas para la evaluación del estatus cognitivo, estado físico, satisfacción, calidad de vida, nivel de dependencia y percepción en salud (Bustillos et al., 2012; Castellano, 2014; De Miguel-Negredo & Castellano- Fuentes, 2012; Navarro-González et al., 2015; Silva et al., 2012).
Con referencia a los principales resultados, diversas investigaciones revelan visiones favorables y desfavorables respecto a la vejez o el hecho de ser persona vieja: i) las visiones favorables están relacionadas con el componente cognitivo (Navarro-González, et al., 2015), afectivo, conductual (Árraga et al., 2016a, 2016b; Granadillo et al., 2015), de bienestar psicológico (Silva et al., 2012), donde las personas viejas son vistas como sujetos de derecho (Jiménez, 2015); ii) las visiones desfavorables están relacionadas con ideas de fragilidad, enfermedad, tristeza, (Árraga, et al., 2016b; Bazzini, et al., 1997) y una vida asexual (Molina, 2015). Aun se evidencian visiones estereotipadas, que revindican creencias negativas hacia la vejez (Granadillo et al., 2015), generando escenarios de discriminación por razón de edad, los cuales propician un trato desigual para las personas viejas (Ribera et al., 2016), daño al bienestar psicológico (Branscomb & Lee, 2004), estrés psicosocial que puede aumentar el riesgo de mala salud (Sánchez, 2004; Vauclair et al., 2016), enlentecimiento motor (Bustillos et al., 2012) y expresiones de maltrato psicológico, económico, físico, negligencia, abandono y abuso sexual, en el que la mayoría de víctimas son mujeres y los victimarios son los hombres de la familia (hijos, parejas, nieto) (Giraldo, 2010). Los factores de riesgo asociados a estos tipos de maltrato son del orden: i) individual (sexo: victimas mujeres en su mayoría y agresores hombres; edad: a partir de los 75 años, se incrementa el riesgo de sufrir maltrato; dependencia y demencia: el maltrato aumenta en la medida que se ganan).; ii) relacional (estrés del cuidador, agresividad de la víctima como factor relacional, dependencia económica del agresor, condiciones de convivencia); iii) comunitario (aislamiento social, falta de apoyo social); y iv) social (edadismo, cultura de la violencia) (Iborra, 2009). Tales hechos no solo ponen en riesgo el bienestar de las personas viejas de hoy (Castellano, 2014), sino también a los futuros, puesto que los jóvenes actuales deberán enfrentar la vejez con sus propios estereotipos, aquellos que hoy reproducen (Arnold-Cathalifaud et al., 2007).
Con respecto a las conclusiones los estudios determinan como la vejez es una construcción social, cultural e ideológica, que se construye y re-construye a través de la vida, influenciada por el contexto social, cultural, los cambios demográficos, epidemiológicos, biológicos y psicológicos (Mikusinski & Omar, 1982; Omar, 1987), convirtiéndola en una noción multidimensional, compleja, dinámica y relativa, pues no es fija, varía con el tiempo y está determinada por la cultura (Kehl & Fernández, 2001). En algunas investigaciones la variable edad y nivel socioeconómico influyen en su definición (Stefani & Rodríguez, 1988), en otras, la edad es poco relevante, al estar influenciada por los cambios de la estructura familiar, pautas de cuidado y las tendencias homogeneizadoras dentro de los diversos estratos sociales (Gómez, 2003). De allí, la necesidad de tener en cuenta los contextos y el punto de vista teórico para no considerar las personas viejas como un colectivo homogéneo.
La fundamentación del concepto de vejez ha estado determinada por diversas teorías, tales como el envejecimiento activo, saludable, exitoso, todas de origen europeo o anglosajón, lo que evidencia un uso polisémico del término. Sin embargo, la perspectiva crítica considera la necesidad de mejorarlas con descripciones más inclusivas y universales (Hendricks & Powell, 2009; Petretto et al., 2016), que genere cambios en el paradigma vigente, apoyados en estudios longitudinales que aporten a una mayor comprensión de la complejidad del envejecimiento y la vejez, cada una con sus respectivas pérdidas y ganancias (Arias & Iacub, 2013; Díaz, 2017; Fernández-Mayoralas et al., 2014; Neri, 2014). Otros estudios resaltan los aportes de las corrientes teóricas a la noción de vejez, como la política económica, que analiza como los recursos sociales, económicos y políticos inciden en la manera de vivir la vejez; la gerontología feminista, la cual visibiliza la feminización de la vejez en el mundo e insta a la integración de género y edad en la sociedad; y la gerontología posmoderna, que deconstruye los discursos que homogenizan la vejez, permitiendo así nuevas posibilidades de significación (Powell, 2000). Sin embargo, destacan la necesidad de desarrollar modelos teóricos que analicen o desarrollen explicaciones socioculturales, desde la postmodernidad, en relación con el envejecimiento, género, las representaciones culturales del cuerpo envejecido y la necesidad de la sociedad actual en disimular la evidencia de su propia vejez (Powel & Longino, 2001, 2002). Se trata de tener una mirada equilibrada de la vejez, la cual no es ni el mejor ni el peor momento de la vida, para esto es necesario salir de la trampa de la falsa dicotomía - ser o no ser frágil, ser o no ser activo - para una comprensión más amplia del proceso de envejecimiento que considere que ambas forman parte de la vida (Alves, 2014). Es decir, aceptar el envejecimiento como un proceso natural de transformaciones, no necesariamente ligado netamente a la perspectiva biológica, la enfermedad o deterioro (Pochintesta, 2011), las cuales conllevan a un rechazo tácito de la vejez y a una exaltación quimérica de la juventud, el activismo, la fuerza, la vitalidad, referentes aceptados pasivamente por el colectivo ante la falta de patrones propios, las dinámicas impuestas por los medios de comunicación y el consumismo (Martínez et al., 2002; Santos & Lago, 2016).
Como horizonte de sentido para la investigación, los estudios hacen todo tipo de recomendaciones, que instan a develar las imágenes que predominan en la sociedad sobre la vejez, como base fundamental para el cambio, la mitigación de los efectos adversos que causan las representaciones negativas en los que envejecen (Arnold-Cathalifaud et al., 2007). Otros estudios sugieren el análisis con rigor científico de la fenomenología, las causas y las consecuencias de las normas sociales sobre el prejuicio de la edad, así como las creencias del envejecimiento personal, social, la vejez y las personas viejas desde una perspectiva de género, dado que el desconocimiento en dichos temas fomenta la discriminación por razón de edad como practica social y conlleva a la débil presencia de programas sociales y de políticas eficaces (Giraldo, 2010; Iborra, 2009; Vauclair et al., 2016).
De igual manera, recomiendan la realización de investigaciones que analicen las creencias sobre la vejez, como una forma de contribuir a su comprensión y los efectos que estas pueden tener sobre los diversos grupos de edad (Gómez, 2003). Otros plantean la necesidad de incrementar las investigaciones multidisciplinares en relación con la colaboración que debería existir entre las personas viejas y las población joven, denominada solidaridad intergeneracional, para la materialización y sistematización de las experiencias que promuevan la interacción de aprendizajes y experiencias, y con esto destacar los beneficios que ofrecen los programas enfocados a acercar a los individuos de diversas generaciones (De Oliveira, 2010; Rodríguez & Vidal, 2015). Las anteriores recomendaciones se nutren de la necesidad de tener en cuenta contextos demográficos diversos, redes familiares, sociales y de apoyo, recursos económicos y participación social (Fernández-Mayoralas et al., 2014) en la que se complementen diversas teorías y campos científicos, a fin de alcanzar el conocimiento interdisciplinario del objeto de estudio en el plano de la explicación científica y social (Díaz, 2017).
Actualidad en la producción académica sobre vejez en Colombia
A continuación, se presenta la difusión que se ha hecho respecto a la vejez, como objeto de estudio e intervención, en Colombia, con relación a la formación universitaria en pregrado y posgrado; los trabajos de grado de pregrado, Especialización, Maestría y Doctorado; la producción escrita en libros; así como los eventos académicos más destacados en el país. Para el análisis de los trabajos de grado y la producción escrita en libros se hizo una revisión de los repositorios institucionales de la Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Católica de Oriente (UCO), Universidad de Antioquia (UdeA), Universidad de Caldas, Universidad del Valle, Universidad EAFIT, Universidad Nacional de Colombia, Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y Universidad San Buenaventura, durante los años 2008-2018, con las palabras clave: vejez, persona vieja, adulto mayor y persona mayor. El análisis de los trabajos de grado encontrados, se clasificaron en una matriz de excel, teniendo en cuenta las categorías: temáticas, áreas de conocimiento y nivel de formación (pregrado, especialización, maestría o doctorado). Con relación a los eventos académicos se consultó con la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría, la Confederación Colombiana de ONG (CCONG), la Federación Antioqueña de ONG (FAONG) y la Alcaldía de Medellín, los más destacados en el país, que tuvieran continuidad durante los años 2014 – 2018.
Con relación a los pregrados en el país, a principios de los años ochenta se presentó un desarrollo importante de programas de Gerontología. En el año 1984, la Universidad Católica de Oriente (uco) incursionó con el primer programa de formación en el municipio de Rionegro (Antioquia). Posteriormente, la Universidad del Quindío (Manizales); la Universidad de San Buenaventura, en sus sedes de Cali y Bogotá y la Universidad Mariana de Pasto, en convenio con la uco, en las ciudades de Cali, Bogotá y Pasto. Casi todas ellas, menos la uco y la Universidad del Quindío, dejaron de operar sus programas de Gerontología en el año 2008, luego que el Decreto 2566 de septiembre 10 de 2003, (Presidencia de la República, 2003), exigiera registro calificado para poder desarrollar sus servicios de Educación Superior. Con respecto a los posgrados, se encuentran la Especialización en Psicogerontología, primer posgrado de esta área en Colombia, que inició su primera cohorte en el segundo semestre 2018, ofrecida por la Universidad de Envigado y la Maestría en Gerontología, Envejecimiento y Vejez, ofertada por la Universidad de Caldas. La especialización en Geriatría, programa de posgrado ofrecido para los profesionales en medicina, es ofertado por la Universidad de Caldas, en Manizales; la Universidad del Valle, en Cali; la Pontificia Universidad Javeriana y la Universidad Nacional de Colombia, ambas en Bogotá.
Respecto a los trabajos de grado, se evidencia una producción en pregrado, Especialización, Maestría y Doctorado. La tendencia en las temáticas está relacionadas con políticas públicas, experiencia de envejecer, salud, representaciones, pensiones, ejercicio físico, institucionalización, comunicaciones, funcionamiento cognitivo, familia, recreación, sexualidad, apoyo psicológico, apoyo social, calidad de vida, alfabetización, desplazamiento, muerte, infraestructura y cuidado (Tabla 1).
En cada una de las temáticas se destacan trabajos en distintos niveles de formación, desde política pública en pregrado (Buchelli, 2015; Ceballos, Alzate & Salgado, 2010; Gálvez, 2015; Morales, 2012; Narváez, 2015; Patiño & Bonilla, 2015; Pino, 2017; Sarasty, 2009), en Especialización (Robledo, 2015) y en Maestría (Aguirre, 2016; Giraldo & Arias, 2016; Londoño, 2016); experiencia de envejecer en pregrado (Alarcón & Martínez, 2016; Isaza & Caicedo, 2013; Serna, Castaño, & Largo, 2008), en Maestría (Ávila, 2017; Bernal, 2017; Varela, 2008) y en Doctorado (Castellanos & López, 2010); salud en pregrado (Salas, 2012), en Especialización (Castellanos, Llano & Blanco, 2018; Marriaga & Camacho, 2018), en Maestría (Carabalí, 2016; Sarmiento, 2015) y en Doctorado (Melguizo, 2010). Con respecto al tema de representaciones se encuentra en pregrado (Aristizábal-Vallejo, 2017; López, 2013; Martínez, 2012; Rojas, Mazo, Piedrahita, Rengifo, & Saldarriaga, 2014; Zapata & Orozco, 2014) y en Especialización (Sánchez, 2017).
Por otro lado, trabajos que aborden el tema de pensiones se encuentran: en pregrado (Franco, 2012; Sánchez, 2018; Toro, 2017), en Especialización (Montoya, 2014) y en Maestría (Quintero & Betancur, 2017); en el ejercicio físico solamente en pregrado (Aguirre & García, 2013; Díaz, 2013; Muñoz & Cerón, 2013; Palechor, Angulo & Moroy, 2014; Ruiz & Ochoa, 2012). En cuanto a institucionalización se encuentra en pregrado (Gómez, 2008; Higuera & Higuera, 2012; Sinesterra, 2011) y en Maestría (Robledo, 2010). En comunicaciones solamente en pregrado (Chinchilla & Vargas, 2012; Fuentes, 2012; Ortiz, 2009; Pérez, 2014). En el plano del funcionamiento cognitivo se encuentra desde Maestría (López, 2018; Quintana, 2017) y en Doctorado (Rojas, 2016). El tema de familia se encuentra abordado en pregrado (Arango, López & Soto, 2011; Rodríguez & Villanueva, 2012) y en Maestría (Chavarriaga, & Mazo, N. (2017). En el ámbito de recreación se encuentra en trabajos de pregrado (Buriticá, 2011; Moreno, 2012) y en Maestría (Bermúdez, 2014). Con respecto a sexualidad se encuentra en pregrado (Bermúdez, 2017; López & Porras, 2011) y en Especialización (Torres, 2012); en cuanto a apoyo psicológico solo en Maestría (Del Valle, 2015; Numa, 2012); en apoyo social en pregrado (Rendón & Osorio, 2017) y en Maestría (Marín & Salgado, 2014); en calidad de vida en pregrado (Castro & Rincón, 2011; Tabares, 2012); en alfabetización en pregrado (Aragón & Ruiz, 2014; Ramírez, 2013); desplazamiento en pregrado (Cardona & Granada, 2012); sobre el tema de muerte en pregrado (Posada & Herazo, 2009); en infraestructura (Baiz & Fernández, 2015); y en cuidado solo en Maestría (Calzada, 2017)
Con relación a la producción escrita de libros en el país, cabe resaltar que ha venido en aumento desde la última década, entre ellos se destacan: “Aportes de las personas mayores a la inclusión social: un estudio desde el envejecimiento activo” (López et al., 2018), el cual, desde las dimensiones social, política y económica resalta los conocimientos y experiencias de las personas viejas para la inclusión y la participación social. También se encuentra sobre el envejecimiento activo y la calidad de vida: “Fortalecimiento para la prestación de servicios a Personas en Proceso de Reintegración mayores de 50 años, activas en la Agencia para la Reincorporación y la Normalización” (Robledo et al., 2018), el cual caracteriza la población excombatiente de 50 años y más del país, según nivel de funcionalidad física, existencia de síntomas depresivos, niveles de funcionamiento cognitivo alterado, condiciones ocupacionales, laborales, capacidades, habilidades y expectativas de empleo para definir retos futuros y oportunidades; y “Envejecimiento del nacer al morir” (Dulcey-Ruiz, Parales-Quenza, & Posada-Gilède, 2018), ahonda en la comprensión de la vida humana desde la totalidad de su trayectoria y sus múltiples dimensiones, invitando a la revisión de acciones individuales, sociales y políticas.
De igual manera, se evidencian los libros “Derechos humanos de las personas mayores. Acceso a la justicia y protección internacional” (Dabove, 2017), debate sobre las herramientas de protección jurídica de los derechos humanos de las personas viejas, en el marco de los Principios de las Naciones Unidas y del desarrollo normativo nacional e internacional; “Envejecimiento y longevidad: fatalidad y devenir. Teorías, datos y vivencias” (Hernández, 2016), ahonda en la comprensión del envejecimiento como proceso complejo desde las dimensiones biológica, psicológica, espiritual, social, económica, histórica y política; “Envejecimiento y Vejez. Categorías y Conceptos” (Dulcey-Ruiz, 2015), hace una revisión crítica, desde una perspectiva multidimensional, contextualizada, histórica y socio-cultural del envejecimiento y la vejez; “Misión Colombia Envejece” (Fedesarrollo & Fundación Saldarriaga Concha, 2015), analiza el panorama del envejecimiento y vejez en Colombia, los retos y oportunidades de cara a la construcción de país y “Envejecer en Colombia” (Rodríguez & Vejarano, 2015) ofrece una mirada sintética de la vejez colombiana, integrando tradiciones y nuevas líneas de estudio.
Desde una perspectiva en salud se encuentran los libros “Envejecimiento y vejez en Colombia”, (Dulcey-Ruiz, Arrubla, & Sanabria, 2013), basado en la Encuesta Nacional de Demografía y Salud del año 2010, realizada por Profamilia, el cual analiza la situación del envejecimiento y de la vejez en Colombia según las categorías educación, ingresos, trabajo, salud, apoyo familiar y condiciones de vivienda por edad, género y región; el libro “Situación de salud y condiciones de vida del adulto mayor. Departamento de Antioquia, 2012” (Cardona, Segura, & Garzón, 2013) analiza la situación en salud y las condiciones de vida de las personas viejas de las nueve subregiones de Medellín, desde variables biopsicosociales, económicas y de calidad de vida; el libro “Salud del anciano: valoración” (Gómez & Curcio, 2014), el cual, desde una perspectiva geronto-geriátrica destaca los elementos más importantes para hacer una valoración holística de la persona vieja; y la Encuesta sabe Colombia, la cual se divide en tres libros: i)” Situación de Salud, Bienestar y Envejecimiento en Colombia”, la cual caracteriza “la salud de las personas adultas mayores a nivel geográfico, sociodemográfico, epidemiológico, se generan indicadores en salud en términos de envejecimiento, sobre los servicios integrales del sistema de salud y asistencia social para personas adultas mayores, a su vez se brinda información de su estado nutricional, biomarcadores, bienestar” (Ministerio de Salud y Protección Social et al., 2016a, p. 30); ii) “Cuidado y personas cuidadoras familiares”, el cual caracteriza las personas cuidadoras, familiares de personas viejas en relación con aspectos sociodemográficos y de salud, las características del cuidado y la formación del cuidado (Ministerio de Salud y Protección Social et al., 2016b); y iii) “Vejez y calidad de vida en Colombia”, estudio cualitativo que da cuenta de la comprensión, que tienen las personas viejas del país, con relación a la calidad de vida, su proceso de envejecimiento y estado de salud (Ministerio de Salud y Protección Social et al., 2016c).
Respecto a los eventos académicos, presentados de manera continua durante los años 2014 - 2018, se destacan los realizados por la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría; la Mesa de Trabajo sobre Envejecimiento, Vejez y Transcurso de la Vida y la Alcaldía de Medellín.
En el periodo de tiempo mencionado, la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría ha realizado tres congresos, uno cada dos años, en el año 2014 el “V Congreso Panamericano de Gerontología y Geriatría”, en Cartagena, con su eslogan “Unificando la Región”; en el 2016, el “XII Congreso Colombiano de Gerontología y Geriatría” en Bogotá y en el año 2018, el “XIII Congreso Colombiano e Iberoamericano de Gerontología y Geriatría” en Barranquilla. En el congreso del año 2014 se socializaron los avances de los derechos de las personas mayores a nivel internacional, los temas más destacados fueron: el maltrato hacia las personas viejas, donde el mayor promotor de este son las familias y la necesidad de avanzar hacia la creación de una Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas mayores. En el congreso del año 2016, se abordaron los procesos en torno al bienestar para las personas viejas desde los problemas clínicos, los modelos de asistencia y envejecimiento. En especial, el autor de este trabajo participó con la conferencia titulada “Movilización social de personas mayores para instar al Gobierno Nacional la firma y ratificación de la Convención Interamericana para la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores”, en la que presentó la estrategia de articulación nacional, creada por Fundacol, para la participación de las personas viejas del país. En el año 2018, las temáticas se centraron en el envejecimiento exitoso, Derechos Humanos, nutrición, cuidado, atención en salud, modelos de atención, sexualidad y Bioética en la vejez.
La Mesa de Trabajo sobre Envejecimiento, Vejez y Transcurso de la Vida, coordinada por la Confederación Colombiana de ong y Cepsiger, presenta anualmente un foro-debate en la ciudad de Bogotá. En el año 2014, “Entornos Amigables para todas las edades se centró en las temáticas entornos amigables con los mayores; representaciones, estereotipos y entornos a través de la vida; y relaciones entre espacios de socialización y entornos físicos”. En el año 2015, “Seguridad Económica a lo largo de la vida”, además de abordar ampliamente el tema, presentó información y reflexiones sobre la “Convención Interamericana sobre los Derechos de las Personas Adultas Mayores”. En el año 2016 “Cómo se vive y envejece en Colombia hoy”, realizó un análisis sobre estudios recientes del envejecimiento y vejez en Colombia: “Envejecimiento y vejez en Colombia” (Dulcey-Ruiz, Arrubla, & Sanabria, 2013); “Misión ‘Colombia envejece’” (Fedesarrollo & Fundación Saldarriaga Concha, 2015); “Envejecer en Colombia” (Rodríguez & Vejarano, 2015); y “Encuesta SABE Colombia: Situación de Salud, Bienestar y Envejecimiento en Colombia” (Ministerio de Salud y Protección Social et al., 2016a). En el año 2017, “Vejez, protección y equidad, presentó dos temáticas Cambios y determinantes de arreglos residenciales en la vejez - Colombia 1973-2005”; y “Políticas de vida y trayectorias de cuidado en personas ancianas en Colombia”. En el año 2018, “Relaciones intergeneracionales, vejez y autonomía”, presentó dos paneles: “Relaciones Intergeneracionales” y “Autonomía en la vejez”.
De igual la manera, la Alcaldía de Medellín, por acuerdo municipal n.º 86 (Concejo de Medellín, 2006), institucionaliza un foro anual en el mes de agosto, en torno al tema de envejecimiento y vejez: “Política Pública; bajo la mirada del Plan Gerontológico”, en el año 2014; “Medellín como una ciudad para todas las edades”, en el año 2015; “Por un Envejecimiento Digno: Un Enfoque de Derechos Humanos”, en el año 2016; “Cuidado y buen trato en la vejez”, en el año 2017 y “Solidaridad Generacional, una apuesta de convivencia y respeto”, en el año 2018. Se propone, desde el acuerdo municipal, que la administración municipal tenga en cuenta las conclusiones, de cada foro anual, para el fortalecimiento de las líneas del Plan de Desarrollo del momento o para dar línea en la construcción de Planes de Desarrollo futuros.
Conclusión
Desde la perspectiva internacional, si bien se ha abordado la vejez y el ser persona vieja desde las actitudes, representaciones, perspectivas teóricas, estereotipos, discriminación por razón de edad, creencias, maltrato e inter-generacionalidad, se hace necesario alentar nuevas investigaciones que dialoguen con las teorías del envejecimiento y la vejez, que contribuyan al entendimiento de la vejez como una realidad diferencial, en un contexto social, histórico y cultural específico, y que aporten valor al hecho de ser persona vieja en una sociedad de lógica capitalista. Así mismo, se espera que permitan comprender en profundidad las formas como la vejez es entendida por la sociedad en general, pero sobre todo por las personas viejas. Así mismo, comprender las relaciones de sentido que promueven ciertas creencias, para desde allí plantear posibles alternativas teóricas que promuevan una mayor consciencia sobre la importancia de envejecer con visiones alejadas de estereotipos negativos por razón de la edad, desde un enfoque positivo que aporten a la construcción de una sociedad para todas las edades.
Con respecto a Colombia, se puede concluir que el interés por la vejez viene desarrollándose con más fuerza en los últimos diez años, siendo evidente su mayor difusión y alcance, tanto en la presencia de vida académica a nivel de pregrado, con la reapertura del Programa de Gerontología de la Universidad de Quindío desde el año 2012 y de posgrado, con el inicio de la Especialización en Psicogerontología en la Universidad de Envigado, desde el año 2018. Así mismo, se encuentra un aumento en el número de publicaciones de libros y la realización de trabajos de grado, en las que se destacan las áreas de Gerontología, Psicología, Educación física, Desarrollo Familiar y Trabajo Social en Pregrado; Psicología, Derecho y Medicina en Especialización; Gerontología y Humanidades en Maestría; y Enfermería en Doctorado. Así como la realización de diversos foros académicos en el país que visibilizan la importancia del tema. Sin embargo, la producción académica sobre la vejez evidencia una tendencia a abordar el objeto de estudio de forma multidisciplinaria de aspectos particulares y específicos, no desde la interdisciplina, dado su nivel de complejidad, multicausalidad e heterogeneidad. Se recomienda la realización de estudios sobre la vejez desde miradas pluridisciplinarias que integren las teorías existentes con el fin de aportar al campo de estudio.