Introducción
La pandemia derivada del Covid-19 significó una situación de cambio y adaptación en la manera en el que la humanidad funcionó durante las últimas décadas. El desarrollo de la enfermedad desde que inició a finales del 2019 ha dejado tras de sí más de dos millones de muertos y cientos de millones de infectados (Erdem y Lucey, 2021); además de crisis sociales significativas en diversos países del mundo y cuantiosos daños económicos (Barrutia Barreto et al., 2021) e incluso retrocesos en desarrollo social y humano. Lastimosamente, la gestión social y sobre todo sanitaria de la pandemia no alcanzó las expectativas esperadas por la población a nivel mundial y demuestra la dificultad de las sociedades y de los gobiernos de varios países para abordarlo satisfactoriamente (Jorna Calixto et al., 2021). En el caso del Ecuador, debido al contexto de mayor vulnerabilidad económica y social, la situación de la crisis agravó más la condición de afectación del país (Jumbo- Ordóñez et al., 2020).
Uno de los aspectos de interés para la investigación social que se requieren explorar acerca de los efectos del Covid-19 son los que tienen relación con la salud mental (en especial con el estrés) y la respuesta en el trabajo (productividad y bienestar). En el caso de la salud mental, la evidencia señala que existe un aumento de los problemas y dificultades en torno a la salud mental en niños, adolescentes y adultos (Kola, 2020; Moreta-Herrera et al., 2022; Pieh et al., 2021), pues se presentan con más frecuencia sentimientos de desesperanza, dificultades de afrontamiento ante la pérdida y la muerte, nerviosismo, inquietud y agitación corporal, alteraciones del sueño y trastornos mentales (Caycho-Rodríguez et al., 2021; Dong y Bouey, 2020). Tales sentimientos se derivan especialmente de los factores asociados al Covid-19 (miedo, ansiedad, contagio) y el estrés rutinario (Sánchez-Vélez y Moreta-Herrera, 2022a). En el caso de los trastornos mentales, los de mayor prevalencia son los de ansiedad, depresión, consumo de sustancias, somatización, sueño, entre otros (Espada et al., 2021; Huarcaya-Victoria, 2020; Qiu et al., 2020; Wang et al., 2020).
También se registra una particular incidencia del aumento del estrés durante el presente contexto de la pandemia (Boyraz y Shevlin 2020) y de otras condiciones de afectación mental como miedo y ansiedad (Caycho-Rodríguez et al, 2022; Moreta-Herrera et al., 2022b) en distintos grupos poblacionales (Wong et al., 2021), incluido el sector de la salud (Hernández-García et al., 2021). Por esta razón, es necesario su estudio y su análisis, dado que esto termina afectando a las actividades laborales que incluyen la productividad, el rendimiento, el interés y otros (Mafud et al., 2017; Patlán, 2019).
Estrés y bienestar laborales
El estrés comprende un desequilibrio sustancial entre la demanda de un individuo y la capacidad de respuesta ante esa demanda (García-Herrera et al., 2013); además, surgen síntomas (psicosociales y físicos) que le dificultan establecer un enlace entre sus habilidades y las expectativas puestas en ellos (Pasca y Wagner, 2012). Es decir, se expresa una dificultad del individuo para adaptarse a la situación que requiere de la capacidad y de la facilidad para responder.
En el caso del ‘estrés laboral’ (EL), este fenómeno surge de la aparición de factores psicosociales de riesgo que afectan con el tiempo a la salud de los trabajadores y al funcionamiento empresarial de la organización (Moreno y Báez, 2010). De esta manera, se refiere a la reacción psíquica adversa del individuo como producto de la intensa carga y excesiva presión que recibe en su trabajo. Aunque el estrés es una respuesta específica y ‘normal’ del organismo a una demanda del ambiente externo, se vuelve inadecuado cuando se da una ruptura en el equilibrio entre el proceso de esfuerzo-recompensa (Siegrits et al., 2010) del individuo.
Dentro de esta condición, muchos de los trabajadores en algún momento de su vida laboral sufren de este cuadro. Sin embargo, cabe señalar que los profesionales vinculados a la salud son de los grupos con mayor vulneración ante esta situación (García-Moran y Gil-Lacruz, 2016) que posteriormente afectan al ámbito laboral. Algunas de las causas asignadas al desarrollo de esta condición son: a) problemas ergonómicos, b) ritmo de trabajo, c) horario, d) problemas de rol o función laboral, e) desajustes entre exigencia y competencia laboral, f) sobrecarga, g) poca recompensa y d) oportunidades de desarrollo profesional, problemas de comunicación, maneja en la relación profesional-paciente, entre otros (Sarsosa-Prowesk y Charria-Ortiz, 2018).
El estrés laboral en el ámbito del trabajo muestra clara importancia, dada la asociación que guarda con otras variables como la satisfacción laboral (Brattig et al., 2014; Gavilanes-Gavilanes y Moreta-Herrera, 2020), el desempeño laboral (Kim y Han, 2017) y la productividad (Yi y Chan, 2017) e incluso condiciones de salud laboral como el síndrome de burnout (Kim, 2020). Sin embargo, dadas las necesidades laborales actuales, hoy las organizaciones tienen más interés en el desempeño de los colaboradores basado en aspectos subjetivos como felicidad, salud mental y bienestar laboral (Benavides et al., 2018), pues permiten una mejor gestión de los recursos de prevención y tratamiento de enfermedades laborales y mejora la productividad, rendimiento y la calidad de vida de los trabajadores (Diener et al., 2003), por lo que la incidencia que tiene el estrés laboral en estos aspectos es relevante.
En este aspecto, el bienestar de los trabajadores es un área de estudio notable para comprender el trabajo y los efectos que tiene dentro de una organización. Existen varias miradas del bienestar desde aspectos individuales como el bienestar individual donde se analiza la percepción que tiene el individuo de su satisfacción y deseo de crecimiento (Diener, Oishi y Lucas, 2003; Moreta-Herrera et al., 2021; Seligman, 2003; Yánez-Ramos y Moreta-Herrera, 2020), así como una percepción más amplia e integral que supera las percepciones y se complementa con condiciones específicas otorgadas por un contexto determinado (como las condiciones de trabajo en un entorno laboral) (Restrepo Escobar y López Velázquez, 2013).
En este aspecto, el bienestar laboral (BL) resulta del grado óptimo entre la satisfacción del trabajador (percepción individual) y las condiciones adquiridas en el trabajo que le permiten sentirse cómodo y operativo para desempeñar sus actividades laborales (González y Bousoño, 1996; Organización Internacional del Trabajo [OIT], 2016). Para Blanch et al. (2010), el BL se compone tanto por el bienestar psicosocial que comprende la afectividad, las expectativas individuales y las competencias laborales del trabajador, así como de los efectos colaterales derivados del trabajo (desgaste, alienación y somatización). Con ello se establece la integración de aspectos como el lugar de trabajo, los riesgos a los que está sometido el individuo, la organización del trabajo, las relaciones interpersonales y las capacidades de los individuos (Suomaa et al., 2011) y permiten una visión más integral de este fenómeno.
Atender el BL de los trabajadores es un elemento ineludible en el proceso de gestión organizacional, dado que no sólo tiene que ver con el cuidado a la integridad física y psicológica de los trabajadores, sino que también se relaciona con los criterios de rendimiento y rentabilidad organizacional (Echevarría Alicea y Santiago Ortega, 2017). Así mismo, de autoeficacia y cumplimiento de metas organizacionales (Mafud et al., 2017), gestión de las emociones y manejo de los procesos de atención y comunicación (Acosta, 2020). Aunque estos aspectos son relevantes, los estudios que analizan los niveles de presencia del BL en los grupos de trabajo (incluido el personal de salud) no existen en demasía. Sin embargo, se rescata el trabajo de Evaristo-Chiyong y otros (2022) en personal de salud en América Latina durante el Covid-19 que señalan la presencia de Bienestar Psicosocial es moderada y de efectos colaterales, aunque es bajo se encuentra en niveles de riesgo.
Tanto el estrés laboral como el bienestar del trabajador resultan ser variables de análisis fundamental en la investigación sobre el trabajo (y más aún en personal de la salud y en el contexto del Covid-19). La evidencia señala de la relación que guardan entre sí estas variables (Essens y Lepeley, 2018; Mafud et al., 2017; Millán et al., 2017; Thoma et al., 2021) en distintos grupos de trabajadores. Sin embargo, información específica muestra que esta relación en personal de salud es limitada y escasa (aunque destaca el trabajo de Blanco y otros [2018]), lo cual vuelve relevante la necesidad de profundizar en esta particularidad.
Esta necesidad se fundamenta, por una parte, por el nivel de estrés laboral en este tipo de profesionales, pues suele ser elevado (Charos et al., 2017; Matyushkina et al., 2020), dado que los niveles de bienestar laboral pueden verse implicado y a su vez en las actividades que se desempeñan (Gómez-Baya et al., 2018). Mientras que, por otra parte, los efectos laborales actuales ocasionados por la atención de la pandemia evidencian que los profesionales de la salud se encuentran mucho más presionados y afectados a nivel psíquico que otros grupos (Kriakous et al., 2021; Lázaro-Pérez et al., 2020; Ruíz-Fernández et al., 2020). A esto se debe agregar que en el contexto del Ecuador tampoco existen estudios similares, lo cual vuelve necesario tanto para la investigación organizacional como para el desarrollo de propuestas de solución a futuro el explorar en la probable relación existente entre estas variables de interés.
Objetivos e hipótesis
Tras el análisis respectivo, se establecen como objetivos de la investigación: a) Establecer la relación existente entre el estrés y el bienestar laborales en el personal de salud del Distrito 18D04. Para los fines de contraste de los resultados, se hipotetiza que: Existe relación entre el estrés laboral y el bienestar la laboral (H1).
Metodología
Diseño
Para llevar a cabo la presente investigación, se realizará un estudio de tipo descriptivo, con un enfoque cuantitativo, correlacional y transversal (Ato et al., 2013), con la finalidad de obtener información de la relación entre el bienestar y el estrés laboral en los profesionales de Salud del Distrito 18D04 de la provincia de Tungurahua.
Participantes
Los participantes comprenden 334 trabajadores del distrito de salud 18D-04 de la provincia de Tungurahua, Ecuador. Sobre la distribución por género, el 29,3% corresponde a hombres y el 70,7% a mujeres. En cuanto a la identificación étnica, el 96,7% son mestizos, mientras que el 3,3% restante corresponden a blancos, indígenas y afroecuatorianos. Acerca de las edades, estas fluctúan entre los 23 a 63 años (M= 34,7 años; DT= 8,9).
Además, con respecto a las actividades laborales, incluyen al personal de salud operativo (médicos, enfermeras, odontólogos, psicólogos, auxiliares y otros). En este aspecto, el 85,6% de la muestra se dedican a actividades operativas, mientras que el 7,2% restante como servicio de salud de apoyo y el 7,2% con actividades administrativas y operativas. Con respecto a las condiciones laborales, el 78,4% tienen su modalidad de trabajo bajo nombramiento, el 9% bajo nombramiento provisional y el 12,6% con contrato temporal. Finalmente, los años de servicio fluctúan entre los 0 y 39 años de servicio (M= 6,4 años; DT= 5,78).
Instrumentos
Cuestionario de bienestar laboral general (CBLG, Blanch et al., 2010). Es una escala, que se enfoca en la percepción del bienestar laboral de los trabajadores. Este cuestionario incluye una dimensión de bienestar psicosocial (afectos, competencias y expectativas) constituida por 42 ítems y otra de dimensión de efectos colaterales (somatización, desgaste y alienación) compuesta de 13 ítems. Todas las preguntas se responden en escalas Likert de 7 opciones. Acerca de las propiedades psicométricas de la escala, esta cuenta con una elevada fiabilidad con un valor de α= .97.
Cuestionario de estrés laboral de la OIT (Aguilar et al,. 2007). Encargada de identificar la presencia de estrés laboral en trabajadores. Consta de 25 ítems que permiten valorar los estresores laborales enfocándose en diversos aspectos tales como: las condiciones ambientales de trabajo, los factores intrínsecos del puesto y temporales, los estilos de dirección y liderazgo, la gestión de recursos humanos, las nuevas tecnologías, la estructura organizacional e incluso aspectos relacionados al clima organizacional. Las preguntas de la escala se responden por medio de una escala Likert de siete opciones, en el que 1 equivale a ‘nunca’ y 7 a ‘siempre’. Acerca de las propiedades psicométricas, la escala cuenta con un valor de α= .92, que es equivalente a fiabilidad de consistencia interna alta.
Resultados
Análisis descriptivo
En la Tabla 1 se observa que las dimensiones del estrés laboral reportan una presencia de estrés de tipo moderada baja. La dimensión de mayor incidencia corresponde a las de Estructura y Tecnología, mientras que las de menor incidencia comprenden a las de Falta de Cohesión y Territorio. En general, el nivel de estrés laboral es bajo (2,24/7 puntos). Finalmente, el 9,4% de los participantes puede considerarse como personal de riesgo de estrés laboral elevado, dado que acumulan puntuaciones que evidencian una presencia frecuente y generalizada de factores causantes de estrés.
Por otra parte, en la Tabla 2 se observan los resultados de la presencia de bienestar laboral entre los participantes. En lo que respecta al Bienestar Psicosocial se evidencia a través de las medias ponderadas que esta es moderada alta (5,44/7 puntos), es decir, los participantes del estudio gozan de una percepción de bienestar adecuada; aunque el 3,9% de los participantes cuentan con valores de riesgo por bajo nivel de bienestar psicosocial. En cambio, a nivel de efectos colaterales, los resultados son bajos (2,53/7 puntos), es decir que la presencia de problemas somáticos o de agotamiento extremo es poco usual; sin embargo, existe un 5,7% de participantes con efectos colaterales altos en condición de riesgo. Con estos datos se permite considerar que el bienestar laboral en general es adecuado entre el personal de salud.
Análisis de correlación
La Tabla 3 muestra el análisis de relaciones existentes entre el EL y el BL. En el mismo se observa que las dimensiones de Estructura Organizacional y Falta de Cohesión presentan una relación baja y negativa con el BP; mientras que, de manera global, el EL se correlaciona con el BP en sentido negativo con una intensidad baja. Por otra parte, se observan relaciones positivas moderadas (estructura, territorio y tecnología) y positivas bajas (clima, influencia del líder, falta de cohesión y respaldo del grupo) con los EC. De manera global, hay una relación moderada y positiva entre el EL y los efectos colaterales del BP.
Finalmente, se observa una relación negativa y baja entre los componentes internos del BP como son los efectos colaterales y el bienestar psicosocial.
Discusión
El objetivo del estudio es conocer el estado actual del EL y el BL, así como establecer la relación entre las mismas en una muestra representativa del personal de salud del Distrito 18D04 del Ecuador.
En el análisis descriptivo del EL (ver Tabla 1), se encontró que las mayores fuentes generadoras de estrés se encuentran en los aspectos asociados a la estructura organizacional y al uso y manejo de la tecnología como los elementos más representativos. En sentido general, la carga existente de EL en la muestra es baja, aunque destaca que aproximadamente el 10% de los participantes presentan indicadores de EL muy elevados y que probablemente requiere supervisión y asistencia específica. Estos hallazgos en el estudio permiten evidenciar cierta similitud con estudios preliminares en otros contextos (Boyraz y Shevlin et al., 2020; Mafud, Arocena y Moreno, 2017; Sánchez-Vélez y Moreta-Herrera, 2022; Patlán, 2019) asociados a la pandemia del Covid-19 e incluido en el personal de salud (Wong et al., 2021). Sin embargo, en el personal de salud del Ecuador no se encuentran estudios referenciales con los cuales contrastar. Estos hallazgos son pioneros, pues evidencian la vulnerabilidad de este sector laboral incluso antes de la pandemia (García-Moran y Gil-Lacruz, 2016) y con probables repercusiones en el contexto de la postpandemia.
Con respecto a los indicadores de BL (ver Tabla 2), la presencia de criterios de bienestar psicosocial (afectividad, competencias y expectativas) se encuentran en un nivel moderado alto; mientras que los niveles de efectos colaterales (síntomas somáticos, desgaste y alienación) son bajos. Los casos de riesgo con puntuaciones extremas rondan entre el 4% aproximadamente para el Bienestar Psicosocial y el 6% aproximadamente para los efectos colaterales. La síntesis de estos análisis permite identificar una presencia moderada de bienestar laboral en el personal de salud evaluado. Es decir, su rendimiento no es plenamente óptimo, cuando en este sentido sí debería serlo. El nivel de BL refleja a diferencia de otros análisis pre-pandemia (Yánez-Ramos y Moreta- Herrera, 2020) que este se ha visto en alguna medida afectado, dado que su rendimiento es menor. Mientras que concuerda con resultados similares durante la pandemia en los países de América Latina (Evarsto-Chiyong et al., 2022). Esto señala el aparente impacto de este evento en el desempeño del personal de salud del Ecuador y de otros países.
Finalmente, en la Tabla 3 se observa el análisis de relación entre el EL y el BL. Los componentes de Estructura Organizacional y Falta de Cohesión, así como el EL en general presentan relaciones negativas y de intensidad baja con el factor de Bienestar Psicosocial; mientras que existe relación de intensidad moderada y positiva del EL en general, así como de los componentes internos con el factor de Efectos Colaterales del BL. Es decir, que el estrés tiene principalmente una correspondencia con el aumento de somatización, desgaste y alienación entre los trabajadores, que, con los aspectos de clima organizacional, la influencia del líder, la falta de cohesión y el respaldo del grupo del BL. En este aspecto, estos resultados concuerdan con estudios anteriores que señalan la relación que guardan estas variables entre sí (Essens y Lepeley, 2018; Mafud et al., 2017; Millán et al., 2017; Thoma et al., 2021). En especial sobre todo con la relación que guarda el EL con el malestar que genera sintomatología psicológica (Pasca y Wagner, 2012), que de hecho afectan al desenvolvimiento natural del desempeño en la organización (Moreno y Báez, 2010).
Entre las implicaciones del estudio, cabe señalar sobre la presencia significativa de estrés, así como de disminución del bienestar laboral en el personal de salud durante el tiempo que se presentó la pandemia del Covid-19 del Ecuador. Esto es relevante dado que la investigación sobre la temática es aún escasa, en especial en profesionales de la salud dentro de la región. Además, con esto se aporta al estado del arte y al desarrollo de estas líneas de investigación. Hay que considerar que incluso se observa un porcentaje significativo de casos (en especial asociado al estrés) que presentan situaciones de riesgo y que pueden afectar tanto al contexto de la salud mental como al laboral y social, por lo que se requiere considerar estos resultados para generar propuestas de intervención y en especial de prevención del EL para no afectar los criterios de calidad laboral subjetiva como la percepción de bienestar en el trabajo.
Finalmente, en referencia a la revisión anterior de la literatura, se confirma la relación entre el EL y el BL lo cual se plantea en una muestra de estudio limitada como lo son los profesionales de salud y del Ecuador. Sin embargo, este estudio además aporta con información sobre el área del BL en el que más impacta el estrés, el cual corresponde a los efectos colaterales (somatización, desgaste y alienación). El estrés afecta moderadamente en la configuración de síntomas y de malestar psicológico de los trabajadores, pero no presenta correspondencia significativa (dado que es leve) con la estructura organizacional donde se asientan los criterios de calidad de vida laboral.
Este hallazgo previamente no ha sido identificado por estudios similares, por lo que estos resultados son pioneros para tener una mejor comprensión del estrés y su impacto en la calidad de vida laboral y del bienestar.
Limitaciones y recomendaciones a futuro
Una limitación del estudio a considerar es que se desarrolló en personal de salud que laboró en el contexto de la pandemia del Covid-19 en el Ecuador, sin reflexionar sobre otros grupos de trabajo que también contribuyeron significativamente durante este tiempo de pandemia como cuerpos de seguridad, educadores, obreros y otros. De este modo, estos resultados no pueden ser generalizables a otros contextos a menos que se incluyan otros grupos de trabajo a futuro para mejorar las estimaciones de los hallazgos.