Introducción
En la década de los ochenta el crecimiento económico estaba basado en el desarrollo de grandes empresas; no obstante, en la última década la tasa de creación de pequeñas y medianas empresas ha ido creciendo hasta convertirse en uno de los principales motores de la economía mundial, destacándose las empresas nacientes como indicador de desarrollo económico y social (Audretsch & Keilbach, 2004; Wennekers et al, 2005). Aunado a esto las pequeñas y medianas empresas (PYMES) desempeñan un papel fundamental en la economía a nivel internacional, siendo reconocidas como una fuente importante de generación de empleos, por su participación en el comercio exterior, por ser desarrolladoras de capital humano, por fungir como distribuidoras de la riqueza, y por su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) de las naciones (Cazorla, 2008).
En esta misma línea, Acs y Mueller (2008), Van Praag y Versloot (2007) indican que sólo las empresas nuevas que logran sobrevivir y, en especial crecer de manera significativa contribuirán al bienestar de una nación. Por lo cual, los primeros años de vida de una empresa configuran su futuro. De esta forma el emprendimiento es presentado como una posible solución a los problemas que un territorio enfrenta, entre éstos, el desempleo (Kirchhoff & Phillips, 1992; Storey, 1994; White & Reynolds, 1996); el desarrollo económico regional (Storey, 1994, Reynolds, Hay & Camp, 2002); y como fomento a la innovación (Acs & Audretsch, 1988; Hisrich & Peters, 1989).
Debido a esto, las diferentes instancias gubernamentales se han interesado en el desarrollo de políticas y de estrategias que fomenten el emprendimiento. En el caso de América Latina, el fomento para la creación de nuevas empresas ha llevado a sus gobiernos a realizar grandes reformas políticas, como la privatización de los servicios públicos con el objetivo de liberar los mercados internos y fomentar la competitividad de la iniciativa privada (Aulakh, Rotate & Teegen, 2000).
Esto ha llevado a la especialización de una línea de investigación de emprendimiento, fenómeno que en sus inicios se observaba como el nacimiento de empresas, las cuales se encuentran en una constante situación de incertidumbre sobre sus resultados, y en donde el empresario debe aplicar sus habilidades para que dichas organizaciones puedan generar un rendimiento económico (Cantillon, 1755; Gartner, 1985);Otras de las nuevas tendencias en esta línea de investigación es la seguida por Reynolds (2005) quien relaciona al emprendimiento al concepto del autoempleo; así como la temática actual de observar la fuerte relación entre la creación de empresas y su gestión (Mcenzie, et al., 2007; Sieger, et al., 2011); otro tópico de estudio al respecto, es el referente a familias emprendedoras de Pequeñas y Medianas Empresas (Cruz & Justo, 2017), y en los últimos años, se enfatiza en el auge del emprendimiento social (Félix, Husted & Aigner, 2017), entre otras temáticas.
Dentro de las diferentes aristas seguidas en la investigación del emprendimiento, es destacable la falta de consenso en los elementos del entorno que condicionan el emprendimiento, teniendo por ejemplo a Veciana (1999), que implica la existencia de factores económicos e institucionales como condicionantes de una situación emprendedora, lo cual es apoyado por los resultados encontrados por autores como Phillips (1993), Penfold y Vidal (2011), entre otros. No obstante, autores como Obra et al., (2010) y Dapena (2015) explican que son necesarios apoyos de preparación para emprender para garantizar una apertura y mantenimiento de los negocios, por lo que no existe un modelo unificador para tales elementos.
En este sentido, el objetivo de este estudio es el identificar los factores del entorno que determinan el emprendimiento en México y definir las regiones del país con características del entorno similares para emprender. Para efectuar este análisis se desarrolla este documento con la siguiente estructura: en la siguiente sección se realiza una breve revisión de literatura sobre el tema, posteriormente se presenta la metodología utilizada en el trabajo, enseguida se presentan los resultados obtenidos de la aplicación de las técnicas estadísticas y finalmente se presenta una discusión y las conclusiones obtenidas de este análisis.
1. Revisión de la literatura
Emprendimiento
El primer estudio sobre emprendimiento fue desarrollado por Cantillon en 1755, quien lo definía como el nacimiento de empresas sin seguridad de éxito; a lo largo del tiempo, se ha logrado consensuar la definición de emprendimiento como: el desarrollo de un proyecto que persigue un fin económico, el cual posee ciertas características entre ellas la innovación y donde se considera cierto grado de inseguridad (Anzola, 2003; Formichella, 2013; Gartner, 1990). Por otra parte, Stevenson y Gumpert (1985) enfatizan, que es importante definir al emprendedor desde su capacidad de innovación, en donde, además de ser creador de una empresa, busca continuamente la oportunidad de generar nueva riqueza.
Es necesario precisar que la creación y el desarrollo de nuevas empresas contribuye decisivamente a lograr el deseado bienestar para una sociedad, dado que permite incrementar el nivel de empleo, impulsar la innovación y mejorar la competitividad (Acs et al., 2007; Amit, Glosten y Muller, 1993). Desde hace varias décadas se ha considerado la creación de empresas como una fuerza crítica para el crecimiento económico de un país, porque supone nuevos puestos de trabajo, aumento de ingresos por impuestos, crecimiento de exportaciones, así como el aumento de la productividad nacional y, por consiguiente, una afectación directa al PIB (Low y MacMillan, 1988). No obstante, las políticas públicas no son el único elemento que puede favorecer al emprendimiento, lo cual obliga a buscar otros aspectos o factores que sean determinantes para ello.
La literatura sobre este tema presenta tres enfoques particulares para estudiar los determinantes del emprendimiento; en primera instancia, el enfoque económico, en el cual se exponen los aspectos que relacionan al emprendimiento con el desarrollo económico y define que el emprendimiento se realiza con fines meramente económicos (Audretsch y Thurik 2001; Audretsch y Keilbach 2004; Parker y Robson, 2004;Wennekers et al.2005, entre otros).
En segunda instancia, el enfoque conductual defiende que las características personales del empresario son las que determinan la actividad emprendedora (McClelland, 1961). Y el tercer enfoque denominado sociológico o institucional, el cual define que es el entorno de la región o el contexto lo que motiva la intención de crear una empresa (Aldrich y Zimmer 1986; Manolova et al. 2008).
Aun cuando son tres enfoques distintos, puede observarse que responden a dos cuestionamientos básicos del emprendimiento, el por qué emprender y el qué se necesita para emprender, en este sentido el enfoque económico se convierte en la respuesta al por qué emprender, y son los enfoques conductuales e institucionales la razón del qué se necesita para emprender. Esto es apoyado por Urbano y Alvarez (2014), quienes explican que para lograr un emprendimiento exitoso deben existir dos condiciones, en primera instancia deben de contarse con las habilidades y motivaciones personales y como segunda condición el entorno debe ser propicio para el emprendimiento.
De esta forma el emprendimiento es visto como un proceso que se desarrolla a partir de que los empresarios perciben las oportunidades o generan las oportunidades de negocio (Félix, Husted & Aigner, 2017; Alvarez & Barney, 2007; Shane, Venkataraman, 2000). Siendo un proceso que puede ser largo y complejo, lleno de incertidumbres, riesgos y obstáculos (Ma, Gu & Liu, 2017; Gielnik et al., 2015), y en donde diversos factores condicionarán el resultado de la empresa, y no todos estos factores dependen o pueden ser controlados por el propio emprendedor (Veciana, 1999).
En tal sentido, dichos factores no controlables son definidos como las condiciones del entorno facilitadoras de la actividad emprendedora, y que en gran medida se encuentran asociados a la región o país. Veciana (1999) identifica dentro de los factores del entorno que afectan la condición emprendedora la disponibilidad de financiamiento, el mercado y las actitudes favorables de la sociedad hacia el emprendedor. Al respecto, Kantis, Angelelli & Gatto (2000) consideran las condiciones económicas y las condiciones del mercado, la dinámica de los sectores en que se desarrolla la actividad emprendedora, el marco institucional formal, la financiación y búsqueda de recursos, como factores del entorno indispensables para emprender.
Moreno y Olmos (2010) explican que la existencia de programas o mallas curriculares para formación de emprendedores en las universidades, así como una política pública orientada al desarrollo de instituciones de soporte (incubadoras de empresas, parques tecnológicos, capitales semillas, proyectos de vinculación sociedad-empresa), son la llave para expandir el bienestar socioeconómico de todos los estados.
Por otra parte, North (1990) explica que las instituciones gubernamentales son el agente de cambio en el proceso económico al proporcionar respaldo legal y estructuras públicas que benefician la creación de empresas y que benefician a todos los agentes empresariales lo que se refleja en un aumento en las tasas de crecimiento económico. De forma integradora a todas estas posturas o factores del entorno planteados anteriormente, la OCDE (2006) considera que el propio proceso de emprendimiento involucra la necesidad de un apoyo financiero, la maduración adecuada del proyecto emprendedor y el marco regulatorio que apoya el surgimiento de empresas. Lo anterior se convierte en un modelo de factores del entorno necesarios para garantizar el emprendimiento (Figura 1).
Siguiendo este modelo, a continuación se describen los factores del entorno planteados en dicha figura y que son definidos como: financiamiento, servicios de apoyo y capacitación, así como el marco regulatorio.
Financiamiento
Uno de los factores de mayor relevancia en la determinación del éxito o fracaso de un emprendimiento es el financiamiento. Los emprendedores recurren a apoyos financieros de diversas fuentes a lo largo de su proceso de gestación y maduración de su negocio (Cortés & Echecopar, 2008), debido a ello, necesitan desarrollar habilidades de gestión que les permitan establecer comunicación con aquellos que poseen los recursos, para hacerles notar la oportunidad potencial de inversión que existe en su idea de negocio o empresa naciente.
En la literatura respeto al emprendimiento, se destaca que la fuente de financiamiento bancaria, en algunas ocasiones no es considerada como la opción más viable para la nueva empresa, debido a la incertidumbre que permea en ella; aunado a esta situación la mayoría de las instituciones bancarias requieren de hasta tres o más años de declaraciones de la situación financiera de la empresa para asignar un crédito, así como de la existencia de activos que cubran el préstamo. Del mismo modo, las altas tasas de interés y la poca accesibilidad para asignar créditos a negocios nacientes vuelve a las instituciones bancarias como una opción poco viable para el financiamiento (Bosma, Van Praag & De Wit, 2000; Autio, Wong y Reynolds, 2003; Bygrave y Hunt, 2004; Ho y Wong 2007).
Por este motivo, un alto número de nuevos negocios recurren al autofinanciamiento a través de ahorros personales, así como al financiamiento de accionistas informales como lo pueden ser: individuos interesados, amigos, proveedores, clientes, prestamistas e incluso la propia familia (Bosma, Van Praag & De Wit, 2000; Bygrave y Hunt, 2004). De forma que el rol de los inversionistas informales en la formación de nuevas empresas ha ido en aumento (Autio, Wong y Reynolds, 2003; Ho y Wong 2007) identificándose como fuente principal de financiamiento de nuevos negocios.
Además de las instituciones financieras y de los inversionistas informales, y considerando la importancia del emprendimiento para el desarrollo de un país, el gobierno ha apostado por programas de financiamiento para emprendedores, estableciendo políticas de fomento al emprendedor y fondos prestables para los mismos fines (Pavón, 2010; Reynolds y White, i997). En el caso de México, se ha creado el Instituto Nacional de Emprendedores (INADEM), como organismo gubernamental que otorga apoyos de financiamiento con bajas tasas de interés y a fondos no reembolsables para estimular la creación de nuevas empresas.
Servicios de apoyo y capacitación empresarial
Otro de los factores del entorno que determinan el emprendimiento son los Servicios de Apoyo y Capacitación, en los últimos i5 años; se han realizado intentos institucionales para que las PyMEs sean fortalecidas a través de diversos programas de apoyo, principalmente en los rubros de capacitación y consultoría, con el fin de elevar la infraestructura tecnológica y el nivel de internacionalización, de igual modo el facilitar su acceso a través del desarrollo de habilidades gerenciales a la gestión de créditos mediante subsidio de intereses, esquemas de fondos de garantías, micro financiamientos, entre otros (Kantis, Angelelli & Gatto, 2000; Allinson, et al., 2000; Evans & Leighton,1989).
Varela (2001) propone la formación de nuevos empresarios, mediante procesos de capacitación, donde el sistema educativo sea responsable de dicha formación. Los servicios de apoyo y capacitación empresarial son primordiales en la creación de empresas, no obstante, la falta de acceso a dichos servicios lleva al emprendedor a imitar ideas ajenas, las cuales no requieren de una inversión económica alta, ni de adiestramiento (Moules, 2013), pero que finalmente con el paso del tiempo conlleva al cese de los negocios por la falta de detección de oportunidades reales o por la falta de propuestas innovadoras (DeTienne y Chandler, 2004). Por ello, es fundamental la existencia de centros de capacitación e incubación de negocios que permita la promoción de nuevas empresas innovadoras y donde se preste el apoyo suficiente y adecuado que facilite el camino en los primeros años de vida de un proyecto empresarial (Formichella, 2013).
Marco regulatorio
La decisión sobre el crecimiento de la empresa no puede ser entendida completamente si no se observan las condiciones contextuales o nacionales (Autio & Acs, 2010). En consecuencia, los marcos institucionales interactúan con individuos y organizaciones, por tanto la actividad emprendedora debe ser insertada dentro del contexto económico, sociocultural y legal de un país (Baughn, Chua & Neupert, 2006).
De este modo se observa que las principales áreas de las políticas públicas concentran esfuerzos para impulsar la actividad empresarial, sostenible y con potencial de crecimiento, lo anterior da fe de la necesidad de contar con un variado menú de acciones que pueda ser acometido por el sector público; haciendo notar que, en cada economía, en García-Macias, et al. cada país, o región las prioridades pueden variar en función de las circunstancias (Dapena, 2015; Penfold y Vidal, 2011).
Según lo referido, la administración pública de un gobierno debe dar respuestas a esta nueva realidad, ofreciendo un nuevo marco legal, financiero y fiscal que facilite la implantación y, posteriormente, la expansión de estas empresas. Considerando que existen diferentes procesos legales que se deben tomar en cuenta al momento de iniciar un negocio como registro de propiedad, permiso de construcción, entre otros trámites que llegan a detener la apertura de un negocio por sus costos o por el tiempo requerido para su cumplimiento (Bergamini, Navarro, López, 2014).
En este sentido, en países como Estados Unidos e Inglaterra se han planteado nuevas formas jurídicas como leyes sobre el emprendimiento (Bergamini, Navarro, Lopez, 2014, 2014; Penfold y Vidal, 2011) que han otorgado grandes ventajas para la apertura de nuevas empresas, los anterior motiva a que dichas acciones deban ser emuladas en países de América Latina, como México considerando sus contextos particulares y regionales.
2. Metodología
Para dar cumplimiento al objetivo del presente estudio se define la siguiente hipótesis general:
H1: Los factores del entorno favorecen la creación de nuevas empresas en México.
Con el fin de contrastar la hipótesis mencionada se realiza un estudio cuantitativo, de corte transversal definiendo dos grupos de variables, considerando los factores del entorno como las variables independientes que impactan en el emprendimiento, y como variable dependiente el emprendimiento medido a través de la creación de nuevas empresas. Para identificar y medir los factores del entorno que determinan el emprendimiento en México, se seleccionaron 14 indicadores que componen los tres factores del entorno para el emprendimiento de acuerdo con los modelos revisados a partir de la revisión de la literatura, elaborando una base de datos con fuentes secundarias a partir de información obtenida del Censo Económico 2014 del INEGI, Secretaria de Economía; Banco Mundial y CONACYT para el año 2014. La base construida contó con datos para cada una de las 32 entidades en que se divide políticamente el territorio mexicano. La Tabla 1 presenta los indicadores que integran los factores del entorno sujetos a estudio.
Identificador | Descripción | Forma de cálculo | Fuente | Año | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Financiamiento | |||||||
FB | Financiamiento por medio de bancos | Número de PYMES financiadas por medio de Bancos por estado | INEGI | 2014 | |||
FP | Financiamiento por medio de proveedores | Número de PYMES financiadas por medio de proveedores por estado | INEGI | 2014 | |||
FFOA | Financiamiento por medio de familiares o amigos | Número de PYMES financiadas por medio de familiares o amigos por estado | INEGI | 2014 | |||
FPPA | Financiamiento por medio de prestamistas o agiotistas | Número de PYMES financiadas por medio de prestamistas o agiotistas por estado | INEGI | 2014 | |||
FPOS | Financiamiento por medio de particulares o socios | Número de PYMES financiadas por medio de Bancos por estado | INEGI | 2014 | |||
FNO | No especificaron el financiamiento | Número de PYMES que no especificaron su financiamiento por estado | INEGI | 2014 | |||
FCDA | Financiamiento por medio de cajas de ahorro | Número de PYMES financiadas por medio de cajas de ahorro por estado | INEGI | 2014 | |||
FG | Financiamiento por medio de programas de Gobierno | Número de PYMES financiadas por medio de programas de Gobierno por estado | INEGI | 2014 | |||
Identificador | Descripción | Forma de cálculo | Fuente | Año | |||
Servicios de apoyo y capacitación empresarial | |||||||
CAAE | Apoyo para autoempleo | Personas que recibieron apoyo para auto emplearse | SE | 2014 | |||
CCT | Centros de transferencia | Número de centros de transferencia | CONACYT | 2014 | |||
tecnológica | tecnológica | ||||||
CI | Incubadoras | Número de incubadoras | INADEM | 2014 | |||
Marco regulatorio | |||||||
Trámites para permisos de construcción | Número de trámites para obtener los | ||||||
MLTPC | permiso de construcción para la apertura | BM | 2014 | ||||
de empresas | |||||||
MLCRP | Costos de Registro de Propiedad | Costo del registro de propiedad (porcentaje del valor de la propiedad) | BM | 2014 | |||
MLIF | Incentivos fiscales | Número de incentivos fiscales aplicados | BM | 2014 |
Fuente: Elaboración propia.
Los indicadores anteriores fueron clasificados considerando los 3 factores del entorno de emprendimiento definidos en el modelo de la OCDE (2006) como financiamiento, servicios de apoyo y capacitación empresarial y marco regulatorio.
En cuanto a la medición de la variable emprendimiento se utilizará el número de nuevas empresas creadas por cada una de las 32 entidades mexicanas. Dichos datos fueron obtenidos de INEGI (2014).
Después de seleccionar las variables a estudiar, se procede a realizar el estudio mediante software estadístico SPSS 21.0. Dicho análisis inicia con la limpieza de los datos a través de un análisis factorial de componentes principales con el fin de comprobar los factores del entorno, un análisis de correlación y una regresión entre los tres factores del entorno y el emprendimiento medido por el número de nuevas empresas creadas para identificar el impacto del entorno en el emprendimiento. Para finalizar, se realiza un análisis clúster para identificar las regiones con diferente nivel de condiciones para emprender.
3. Resultados
En esta sección se presentan los resultados obtenidos para cada una de las técnicas estadísticas aplicadas.
Análisis factorial
Con el objetivo de corroborar la correcta agrupación de los indicadores en los tres factores del entorno que marca el modelo de la OCDE (2006), se realizó un análisis factorial con rotación varimax.
El análisis factorial expuesto en la Tabla 2 revela 3 factores identificables para los factores de entorno para el emprendimiento, como se muestra a continuación.
Factores | |||
---|---|---|---|
Financiacia-miento | Servicios de formación | Marco regulatorio | |
FB | .970 | ||
FP | .970 | ||
FFOA | .963 | ||
FPPA | .913 | ||
FPOS | .853 | ||
FNO | .751 | ||
FCDA | .707 | ||
FG | .529 | ||
CAAE | .773 | ||
CCT | .705 | ||
CI | .696 | ||
MLTPC | .788 | ||
MLCRP | .777 | ||
MLIF | .654 |
En la Tabla 3 se presentan los estadísticos descriptivos de los factores del entorno, donde cabe destacar que los datos del marco legal están normalizadas empleando la metodología del Banco Mundial para el tratamiento de los mismos, (Ver Tabla 3).
Análisis de correlación
Para medir el grado de relación que guardan los factores de entorno con el emprendimiento, se calculó el coeficiente de correlación. Esto puede verse con mayor detalle en la Tabla 4, se encontraron correlaciones positivas, donde se resalta la alta significancia en las relaciones de financiación y formación con la variable dependiente creación de nuevas empresas.
Análisis de regresión
Dado el análisis de correlación anteriormente descrito, al encontrar correlaciones significativas con la variable emprendimiento medido con el número de nuevas empresas, se realizó una regresión lineal con los factores del entorno con el emprendimiento.
Esto para poner a prueba el poder explicativo de la variable factores del entorno respecto a la variable dependiente nuevas empresas. Los resultados de esta estimación están en la Tabla 4.
El coeficiente de determinación ajustado del modelo (R2) es 0.946 e indica que el modelo explica la generación de emprendimiento en un 94.6% aproximadamente, con una prueba F significativa de 164.457 (p valor .000). Consecuentemente, estos resultados corroboran la Hi que establece que los factores de entorno impactan de manera positiva en la creación de nuevas empresas.
Análisis de grupos estratégicos
En este apartado se revisan los tres factores del entorno determinantes del emprendimiento para describir las condiciones en que se encuentran en cada una de las entidades o territorios de México.
En primer lugar se revisaron las condiciones de financiamiento y se pudo identificar que el financiamiento que se presenta en mayor medida es el bancario (FB) dicho financiamiento favorece al 34% de las unidades económicas analizadas, por el contrario el financiamiento de particulares y socios (FPOS) es el de menor presencia en el nacimiento de empresas con un 2% (Figura 2).
Así mismo el financiamiento bancario se presentan en mayor medida en el Distrito Federal con 27,576 unidades económicas favorecidas con este tipo de financiamiento debido a su robusta infraestructura social, además de toda la parte central del país quienes obtienen en mayor cantidad financiamiento bancario con más de 9500 empresas financiadas a través de préstamos, que les permite la implementación y desarrollo de un nuevo negocio (Figura 3).
En cuanto al análisis de la composición del factor servicios de apoyo y capacitación se puede observar que son pocos los emprendedores que acceden a este tipo de servicios, y que, dentro de la gama de servicios de apoyo, el de mayor recurrencia por los emprendedores es el de los servicios de apoyo para el autoempleo proporcionados por el gobierno, mientras que un número bastante reducido de nuevos negocios son apoyados por centros de transferencia e incubadoras (Figura 4).
Enseguida se presentan los datos que denotan este indicador por estados, destacando nuevamente el centro del país, como la Ciudad de México y el estado de Veracruz como los más beneficiados, por otro lado, el estado menos beneficiado en este rubro es Baja California Sur con apenas 78 apoyos a autoempleo (Figura 5).
Respecto al factor del entorno, denominado marco regulatorio, el cual tiene un impacto mayor en el emprendimiento como se mostró en los resultados de la regresión, debido a que al tener un robusto marco legal y un mayor número de incentivos se facilita la creación de empresas, en la Figura 6 se muestran los tres indicadores que componen al factor marco regulatorio que corresponden al número de trámites para permiso de construcción (PC), costo de registro de propiedad (RP) y los incentivos fiscales por estado. De este índice se puede observar que en estados como Aguas-calientes, Colima, Guanajuato, Tamaulipas, entre otros, es muy económico realizar el registro de la propiedad de tipo comercial, por otro lado la Ciudad de México es el estado más costoso para iniciar un negocio si tomamos como referencia el costo de registro de propiedad (Figura 7).
Análisis clúster
Una vez detectados los factores del entorno para el emprendimiento de los nuevos negocios en México, se realizó la clasificación de los 32 Estados, asociándolos a través de un análisis clúster, logrando cuatro agrupaciones que son mostradas en la Figura 8. La Figura 9 muestra el dendrograma resultante de dicho análisis.
El análisis por conglomerados indica la existencia de cuatro clústeres, implicando que en México existen por tanto cuatro regiones con diferentes niveles de entorno para el emprendimiento. La Figura 8 muestra la distribución geográfica de las regiones. Como puede observarse, la región denominada Región con altas condiciones para emprender solamente se refiere a un estado de México, que es la Ciudad de México. Éste estado guarda particularidades que la convierten en única en el país, teniendo una estructura socioeconómica superior al resto del país. Es la región que destina mayor recursos al emprendimiento, y tiene una estructura socioeconómica alta y una estructura productiva diversificada. Esta región se caracteriza por dar soporte en desarrollo y conocimiento a las estructuras productivas de otras regiones; adicionalmente, suele externalizar su industria.
Respecto a la Región con entorno medio/alto para emprender, está integrada por tres estados, los cuales son Estado de México, Jalisco y Veracruz. Esta región se caracteriza por tener la estructura para emprendimiento más sólida del país, con alta actividad emprendedora y con un nivel medio de innovación que es fuertemente impulsado por la Ciudad de México.
La región denominada Región con condiciones medias para la apertura de nuevos negocios, integra cuatro estados que son Chiapas, Guanajuato, Puebla y Yucatán, dichas entidades tienen un entorno de emprendimiento adecuado, es una región que está trabajando en el fortalecimiento de los procesos para generar nuevas empresas de manera más rápida.
La Región con condiciones bajas para emprender congrega 24 estados, que representan el 81% del territorio nacional. En esta región los tres factores que integran las condiciones necesarias para crear una nueva empresa tienen comportamientos similares, siendo los estados con estructura productiva, socioeconómica en crecimiento del territorio mexicano. Lo que permite concluir que los instrumentos de apoyo se implementan de manera similar en la mayoría del país, aunque se destacan tres regiones con mayores condiciones para emprender, denominadas como: región con entorno medio/alto para emprender, región con condiciones medias para la apertura de nuevas empresas y región con altas condiciones para emprender a diferencia del resto de los 24 estados de este agrupamiento.
4. Discusión
Recordando que el objetivo del presente estudio es identificar los factores del entorno que determinan el emprendimiento en México, se encontró lo siguiente:
Se identificaron tres factores del entorno que influyen en mayor o menor medida en el emprendimiento, siendo estos factores el Financiamiento, el Marco Regulatorio y los Servicios de Apoyo y Capacitación empresarial.
En primera instancia se reconoció que el financiamiento es el factor del entorno de mayor impacto al emprendimiento. Esto soporta los resultados de Ho y Wong (2005) quienes consideran que el apoyo financiero brindado y el seguimiento de éste durante los primeros años es fundamental para el éxito del emprendimiento. De igual forma, se identificó el impacto positivo del marco regulatorio en la creación de empresas, al facilitar los procesos jurídicos para la apertura de unidades económicas. Estos resultados sustentan lo establecido por Varela (2001) quien determina que la formulación de políticas públicas, el marco legal y la infraestructura son factores clave para el surgimiento de empresas.
Por otro lado, se resalta que el factor de Servicios de apoyo y capacitación tiene un impacto adverso debido a la mala implementación de los programas de capacitación empresarial. Esto es respaldado por el estudio de Galán, Giusti, Nóbile y Mollo (2007) quienes determinan que en su mayoría las políticas implementadas por el gobierno están encaminadas a favorecer primordialmente el acceso al financiamiento y son pocas las políticas para capacitar de manera técnica y profesional a los propietarios de la empresa.
En contraste a estos resultados Romer (2007), propone tres tipos de políticas públicas para fomentar la creación de empresas por medio de producción, flujo e implementación de ideas estas son: apoyos a la educación, programas de fomento para la investigación básica y de patentes y, finalmente la facilitación para tramitar derechos de autor. La dificultad incide cuando esas políticas se ejecutan de manera deficiente.
Otra parte importante de la investigación permiten entender cómo funciona la interacción de estos factores del entorno en el emprendimiento para las entidades federativas de México, las regiones obtenidas mediante el análisis clúster permiten identificar importantes diferencias de las estructuras empresariales y nivel de emprendimiento heterogéneo (Sánchez, García, y Mendoza, 2015), algunas entidades tienen fortalezas destacando Veracruz, el Estado de México y Jalisco como una región de empuje a comparación de las demás regiones que pueden quedarse rezagadas, esta situación es similar a los estudios realizados por Ocegueda et al.(2009).
5. Conclusiones
Hoy en día la consolidación de una nueva empresa depende en gran medida de las condiciones del entorno en el que se García-Macias, et al. desarrolla dicha empresa. En esta investigación se identificaron 3 factores necesarios para que el entorno favorezca la apertura de nuevos negocios, siendo estos el acceso al financiamiento, el marco regulatorio en que se desenvuelven las empresas y los servicios de apoyo y capacitación a los que pueden acceder los emprendedores. Estos tres elementos se conjugan en el territorio para propiciar el emprendimiento. No obstante, como se mencionó anteriormente, México es un país con una alta heterogeneidad dentro de su territorio, esto en gran medida debido a los diversos contextos en donde se desenvuelve la dinámica empresarial, lo cual da lugar a que en un mismo país existan cuatro regiones con distinta intensidad para favorecer el emprendimiento.
Se puede observar que la Ciudad de México conforma una región única para el emprendimiento con altas condiciones que favorecen la apertura empresarial, esto en gran medida es resultado a que es el nodo empresarial más importante del país, al ser el centro de las decisiones de índole política, financiera, cultural, académica y social, no existe en el país otro territorio con características tan favorables.
La siguiente región con entorno medio/alto para emprender está conformado por tres estados, el Estado de México, Jalisco y Veracruz; sus características territoriales son muy particulares y permiten niveles elevados de emprendimiento, puesto que el Estado de México se convierte en la zona que rodea a la Ciudad de México y en donde hay gran empuje de infraestructura y de políticas públicas, lo mismo ocurre con Jalisco, al ser uno de los estados de mayor desarrollo económico y de mayor empuje empresarial, no obstante el caso de Veracruz obedece a situaciones geográficas al ser el puerto de mayor movimiento del país y uno de los estados con mayor concentración poblacional lo que finalmente refleja mayores emprendimientos que en otros estados, pero que debe ser visto con cautela considerando que es el estado con mayores servicios de apoyo pero que no reflejan un impacto positivo en su emprendimiento.
Otro de las regiones con condiciones medias para la apertura de nuevos negocios, está integrada por los estados de Chiapas, Guanajuato, Puebla y Yucatán, dichas entidades tienen un entorno de emprendimiento adecuado, esta cuarteta de estados tienen características regionales muy marcadas y cuentan con recursos naturales de gran valor que son utilizados para crear nuevas oportunidades de negocio lo cual otorga ventajas distintivas con respecto a otros estados de la república como por ejemplo del estado de Yucatán y el crecimiento y desarrollo que ha alcanzado en los últimos años su industria pesquera.
La Región con condiciones bajas para emprender congrega 24 estados, que representan el 81% del territorio nacional.
A pesar de que tienen una estructura productiva, existen situaciones que les impiden favorecer del todo al emprendimiento, que pueden ser en los recientes años a la situación de ilegalidad de ciertas actividades que provocan una serie competencia desleal, así como altos niveles de incertidumbre en ciertos estados debido al nivel de violencia e intervención de organizaciones delictivas dentro de la actividad comercial de estados como Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, entre otros.