En los últimos años, la comunidad de historiadores urbanos en Colombia ha experimentado un notable crecimiento, reflejado en iniciativas como la Red Colombiana de Historia Urbana. Creada en 2016, esta organización se ha convertido en un referente clave para el estudio del pasado urbano del país, demostrando el interés creciente por comprender la evolución de las ciudades en el contexto colombiano.
La ciudad, como campo de investigación, es concebida por la Red Colombiana de Historia Urbana en su manifiesto como un artefacto dinámico que requiere un enfoque interdisciplinario1. Este enfoque abarca las dimensiones físicas, sociales, políticas y culturales de la vida urbana. Al convocar a investigadores de diversas disciplinas, la Red promueve un espacio de reflexión sobre la ciudad desde una perspectiva de larga duración, reconociendo su constante capacidad de transformación y adaptación.
Durante sus ocho años de existencia, la Red ha impulsado activamente la creación de estos espacios para el debate académico. Un ejemplo destacado son los encuentros anuales organizados en diversas ciudades del país, que han fomentado el intercambio de ideas y el avance de la investigación en el campo de la historia urbana. Estas iniciativas han dado lugar a importantes publicaciones que abordan temas relevantes para la disciplina.
Entre las obras más destacadas se encuentra Repensando la Historia urbana. Reflexiones históricas en torno a la ciudad colombiana (2020), una compilación de textos del primer encuentro de la Red, que marca un punto de partida en el replanteamiento de cómo se ha entendido la historia de las ciudades en Colombia. Actualmente, la Red trabaja en la edición de un nuevo volumen que recopilará las ponencias del VI Encuentro, celebrado en Bucaramanga en 2022.
El trabajo editorial de la Red también incluye la publicación de monográficos en revistas especializadas. Un ejemplo es el Anuario de Historia Regional y de las Fronteras de la Universidad Industrial de Santander, que, en su volumen 27, número 2 de 2022, publicó el dosier titulado “Historias urbanas de ciudades intermedias de América Latina”, un esfuerzo renovado por interpretar las realidades urbanas de ciudades clasificadas como intermedias en el contexto latinoamericano.
En esta misma línea, el trabajo que el lector tiene a la vista en este momento, fue propuesto por miembros de la Red Colombiana de Historia Urbana a la Revista CS de la Universidad Icesi bajo el título “Estudios históricos sobre la producción de ciudad y la vida urbana en América Latina”, convocando a investigadores a presentar artículos que examinaran los procesos y fenómenos urbanos desde diversas perspectivas, con el objetivo de mantener el diálogo entre quienes estudian este vasto y dinámico campo.
El resultado de dicha convocatoria constituye el presente número de la revista, que consideramos como una actualización de los estudios urbanos en Colombia y de algunos países más de América Latina; un campo amplio y multifacético que, al igual que las ciudades que investiga, está en constante transformación. La convocatoria promovió artículos que abordaran la ciudad desde su espacio físico, hasta aquellos que la ven como un nodo clave en redes de relaciones espaciales regionales, nacionales o globales. Además, proponía explorar este campo de estudio como un agente autónomo que construye su propia realidad: sus espacios, edificaciones, movilidades y permanencias, así como los elementos que, aunque aparentemente fijos, se escapan de cualquier intento de definición definitiva. Este enfoque incluyó el análisis de imaginarios, narrativas emergentes y elementos intangibles que influyen en la configuración urbana.
Así bien, en la presente edición de Revista CS contamos con contribuciones que exploran los procesos de urbanización y ayudan a pensar no solo el espacio físico de las ciudades, sino también las relaciones sociales, económicas y políticas que las sostienen. De tal manera, el presente dosier permite ratificar que las ciudades, como construcciones humanas, son el escenario donde se desarrollan múltiples interacciones que definen la vida urbana a lo largo del tiempo. Esta perspectiva coincide con lo que afirma Germán Mejía (2020) al decir que las ciudades no son simples contenedores de relaciones sociales, sino expresiones de estas relaciones que evolucionan en un espacio determinado.
Otro de los aportes de la historia urbana que podemos encontrar en la presente publicación, es su capacidad para analizar las ciudades no solo desde su estructura física, sino desde las dinámicas sociales que las constituyen. Así, la ciudad no puede entenderse únicamente por su perímetro urbano o su morfología; es un territorio definido por su interacción con el entorno y su capacidad de adaptación y cambio a lo largo del tiempo. En este sentido, resulta pertinente la reflexión de Eulalia Hernández en “Travesías por la historia urbana en Colombia” (2021) , donde destaca que hablar de historia urbana implica asumir tanto lo espacial como lo temporal, reconociendo la complejidad y pluralidad de las ciudades.
Este número de la revista responde a estas preocupaciones, destacando cómo las ciudades de América Latina han sido moldeadas tanto por las fuerzas locales como por los flujos globales de ideas y capital. La interdisciplinariedad, característica de los estudios urbanos, es esencial para comprender las ciudades desde múltiples perspectivas. Los trabajos aquí presentados exploran temas que van desde la vivienda y la planeación urbana hasta las representaciones simbólicas de las ciudades en medios como el cine.
La relación entre la ciudad y su entorno, y la tensión entre cambio y duración en la historia urbana, es un hilo conductor que atraviesa este dosier. En el contexto latinoamericano, las ciudades no pueden comprenderse sin sus interacciones con el entorno rural, aspecto vital en su desarrollo. Como señala Mejía (2020) , la ciudad no puede existir sin su relación con el campo, una interdependencia fundamental para su supervivencia y expansión. Además, es crucial examinar no solo las grandes ciudades, sino también las pequeñas urbes y territorios, cuyas historias han sido menos exploradas, pero son esenciales para entender los procesos de urbanización en el país.
En definitiva, este número de la Revista CS ofrece una ventana para explorar las ciudades desde múltiples ángulos, entendiendo que su estudio implica no solo observar sus transformaciones físicas, sino también las relaciones sociales y políticas que las sostienen. Los trabajos reunidos aquí reflejan el compromiso de la comunidad académica por ampliar los horizontes de la historia urbana, fomentando el diálogo y la reflexión crítica sobre el pasado, presente y futuro de nuestras ciudades.
Los editores invitados a coordinar el dosier consideramos que las contribuciones aceptadas para ser publicadas en el mismo, pueden agruparse en las siguientes temáticas:
El estudio urbano desde los procesos históricos, que abarca barrios, morfologías e imaginarios de la ciudad.
Aportes metodológicos a la historia urbana, centrados en la reflexión sobre cómo abordar este campo de investigación.
La producción de lo urbano a través de fenómenos sociales, que explora las múltiples expresiones y dinámicas del espacio urbano.
En relación con la primera temática, esta se abre con el artículo “Expectativas y realidades de la vivienda para la clase media: el caso del barrio Las Terrazas de Bucaramanga, 1961-1970”, escrito por Miguel Darío Cuadros-Sánchez y Fabio Vladimir Sánchez-Calderón. En este escrito, realizado en el marco del Semillero Geohistoria y del proyecto de investigación de la Universidad Industrial de Santander “La historia barrial como camino para construcción de comunidades sostenibles en Bucaramanga y su área metropolitana”, se explora la relación espacio, ciudad e historia desde la vivienda.
Una de las apuestas de los autores es ampliar la perspectiva de los estudios históricos sobre el tema, ya que, si bien en los últimos años ha incrementado el interés por la historia urbana barrial y los estudios sobre la vivienda en la historiografía colombiana, el énfasis ha estado puesto en las acciones de los habitantes de barrios populares -usualmente pobres- y de las instituciones estatales, descuidando el estudio de las clases medias. Hay también un cambio de foco en el interés por mostrar la acción específica del sector privado y los propios habitantes, utilizando publicaciones de instituciones públicas y privadas de orden nacional y regional, cartografía y prensa regional. Así mismo, se enmarca el caso desde una perspectiva geopolítica, caracterizada por la Guerra Fría en América Latina, donde la vivienda es un asunto central y foco de las políticas públicas y la cooperación internacional.
Por otro lado, Carolina Salazar Marulanda e Isabel Llanos-Chaparro presentan el artículo “De Cervantes a Santander: la vía del desarrollo urbano en Manizales”, donde se ocupan de la historia urbana de la ciudad desde un eje vial estructurante, que empezó como un carretero, camino ubicado al oriente del núcleo fundacional, desde el cual se fue expandiendo la ciudad y que fue muy importante, ya que conectaba con los caminos para cruzar el páramo y llegar hasta el río Magdalena, principal ruta de mercancías con el puerto de Barranquilla. Esto marcó una forma de poblamiento novedosa y exógena al centro tradicional, que venía ocurriendo en varias ciudades colombianas desde finales del siglo XIX.
Así, desde un análisis morfológico y de las transformaciones urbanas, técnicas y culturales, se da razón del crecimiento de Manizales a partir de la Avenida Cervantes, luego Santander, y se establecen dos momentos de desarrollo urbano: 1. La expansión entre las décadas de 1910 y 1930, con la denominación de avenida Cervantes, y 2. A partir de la década de 1940, como avenida Santander. Entre otros asuntos, se destaca el archivo fotográfico que se incluye en el artículo que complementa y muestra otras perspectivas tanto de la forma edificada como de las transformaciones del paisaje urbano.
La segunda temática del dosier, Aportes metodológicos a la historia urbana, cuenta con el artículo “Análisis de la intervención urbanística en Cartolandia a través del método de la foto-voz”, escrito por Renato Pintor-Sandoval y Jhon Jaime Correa-Ramírez. Ubicado en Tijuana, Baja California, en México, Cartolandia fue un asentamiento irregular que inició en 1955, en una topografía difícil, rodeada por cerros y mesetas empinadas y zonas de riesgo por fallas geológicas, caracterizado por viviendas precarias de cartón y lámina. Fue desalojado en 1972 para dar lugar a la canalización del río Tijuana y otras obras de renovación urbana. Las más de 1.000 familias que habitaban allí tuvieron que reubicarse en otras zonas. Con la idea de recuperar la memoria de los habitantes que fueron desalojados y para dar cuenta de las tensiones que ocurrieron en diversos momentos, como el poblamiento inicial y la reubicación en el centro urbano, se aplica la metodología de la foto-voz. A partir de esta se comparten fotografías, documentos e imágenes con las personas entrevistadas, motivando en ellas recuerdos de los distintos sucesos y reconstruyendo las vivencias en torno al proceso de ocupación del territorio, generando además reflexiones sobre la relación entre los pobladores y las luchas por el derecho a la ciudad. Junto a este método, se implementaron herramientas de la sociología urbana y trabajo de archivo, así como su cruce con documentación estatal.
Esta metodología de la foto-voz, que involucra memorias individuales y colectivas, además cruzadas con otro tipo de materiales, se convierte en una herramienta muy útil y potente para la historia urbana. Entre otras cosas, permite rescatar visiones y voces que no están en otros archivos que tradicionalmente han sido centrales en la historia urbana, y genera diálogos y discusiones entre los mismos pobladores.
En cuanto a la tercera y última temática contenida en el dosier, correspondiente a la producción de lo urbano a través de fenómenos sociales, contamos con cuatro artículos. En ella se ampliaron las perspectivas sobre la historia urbana, contribuyendo al diálogo colectivo y continuo sobre las ciudades y sus múltiples formas de ser vividas, construidas y entendidas.
El primer texto de esta parte es de autoría de Jesús Bojórquez-Luque y se titula “Expansión y planeación urbana en contextos de políticas turísticas. El caso de Cabo San Lucas, Baja California Sur, México, 1980-2012”. En él se analiza el crecimiento urbano de Cabo San Lucas, una ciudad turística de Baja California Sur, México, cuyo desarrollo acelerado fue impulsado por políticas públicas en materia turística desde 1974. Estas políticas transformaron la localidad, originalmente un pequeño pueblo pesquero, en un destino turístico internacional, atrayendo inmigración masiva gracias a la creación de empleos asociados al turismo de alto nivel, particularmente náutico. El objetivo central del artículo es estudiar los instrumentos de planeación urbana que se implementaron para gestionar dicho crecimiento y evaluar su efectividad. A través de una metodología cualitativa de corte histórico, basada en fuentes primarias como planes de desarrollo urbano y documentos oficiales, Bojórquez-Luque concluye que los esfuerzos de planificación fueron insuficientes para controlar la demanda de suelo urbano, lo que resultó en un crecimiento desordenado y el surgimiento de asentamientos irregulares.
El principal aporte de este estudio al campo de la historia urbana radica en su enfoque sobre el turismo como un motor de transformación urbana, particularmente en ciudades turísticas mexicanas como Cabo San Lucas. Desde una perspectiva que caracteriza la ciudad como un espacio en constante evolución, moldeado tanto por factores económicos como por dinámicas sociales, el artículo destaca cómo la expansión turística en México fue promovida por el gobierno a través de los Centros Integralmente Planeados (CIP). En este contexto, Cabo San Lucas se convirtió en un epicentro de desarrollo turístico con un impacto profundo en su estructura urbana. El texto ofrece una reflexión sobre cómo la planificación y el turismo se entrelazan para dar forma a las ciudades, mostrando la necesidad de un enfoque integral que considere tanto las oportunidades económicas como los retos sociales y ambientales asociados al crecimiento acelerado.
A continuación, contamos con el texto “Paralelismos en la historiografía de ciudades en territorios mineros latinoamericanos. Caso de Antofagasta”, de Ricardo Gaete-Quezada. Este artículo examina el proceso de poblamiento y fundación de Antofagasta en 1868, analizando su relevancia como territorio minero en el marco del extractivismo en América Latina. Como objetivo tuvo identificar las continuidades históricas de las prácticas extractivistas desde el período colonial y su influencia en la fundación de ciudades mineras, utilizando un análisis documental que permite caracterizar el desarrollo urbano de Antofagasta dentro de un contexto extractivista. A través de este enfoque historiográfico, se estudiaron aspectos sociales, políticos y económicos vinculados al auge de la industria salitrera en el desierto de Atacama entre 1860 y 1879, destacando la disputa entre Bolivia y Chile por la soberanía de la región en los años previos a la Guerra del Pacífico.
El artículo aporta al campo de la historia urbana al explorar cómo la minería ha sido un motor de crecimiento urbano en América Latina, con Antofagasta como caso de estudio representativo de las dinámicas del extractivismo en zonas desérticas. La investigación resalta los paralelismos entre este caso y otros centros mineros de la región, subrayando el impacto de la minería en la configuración territorial, las tensiones sociales y los procesos políticos que acompañaron la fundación de ciudades. Desde esta perspectiva, el estudio de la ciudad a través de su relación con la minería permite entender la urbanización como un fenómeno ligado a la explotación de recursos naturales, proporcionando una visión integral del desarrollo urbano condicionado por el extractivismo.
Leopoldo Prieto-Páez, en su artículo “El Centenario de la Batalla de Boyacá en Bogotá. Mujeres, ritos y espacio urbano”, analiza la conmemoración en 1919 en la ciudad de Bogotá de la Batalla de Boyacá, un evento que ha recibido poca atención en la historiografía colombiana. A diferencia de otros estudios que se han centrado en las transformaciones físicas de la ciudad, el trabajo de Prieto-Páez adopta una perspectiva novedosa al examinar el papel crucial que desempeñó un grupo de mujeres en la organización y configuración de dicha celebración. En este sentido, el autor se traza como objetivo principal develar la participación femenina en la producción urbana, ya que influyó por medio de los festejos y, por extensión, en la producción de un modelo específico de ciudad durante ese momento histórico. Así, a través de un análisis espacial de la conmemoración y de la interpretación de documentos históricos sometidos a nuevas preguntas, se revelan aspectos desatendidos en la historia urbana tradicional, lo cual hace de este artículo un texto muy original que corresponde a la perspectiva social de producción de ciudad que plantea Germán Mejía (2020) y que citábamos más atrás.
Por lo dicho anteriormente, podemos concluir que el aporte de este artículo de Prieto-Paéz al campo de la historia urbana es muy significativo, ya que introduce un enfoque interdisciplinario que vincula la historia de las mujeres con los estudios urbanos. Al estudiar la interrelación entre conmemoración, espacio urbano y género, se ilumina un aspecto jamás explorado del desarrollo de Bogotá en el siglo XX. Este análisis permite comprender mejor cómo las celebraciones oficiales, influidas por actores específicos como las mujeres, pueden moldear la identidad y estructura de una ciudad. La investigación no solo revisita un evento histórico importante, sino que también propone una lectura más compleja de la historia urbana, donde los factores sociales y de género desempeñan un rol esencial en la configuración del espacio público y la memoria colectiva.
Para cerrar, el dosier cuenta con el artículo “Representaciones de Cali en el cine documental de los años veinte”, de José Fernando Sánchez-Salcedo, que explora el papel del cine en la construcción de una imagen moderna y cosmopolita de la ciudad de Cali durante la década de 1920, en el contexto del proceso de modernización impulsado por las élites de la ciudad. A través del análisis de dos documentales clave, “El Valle del Cauca y su progreso” (1926) y “Olimpiadas Nacionales de Cali” (1929), Sánchez-Salcedo nos sumerge en una compleja relación que muestra cómo el cine contribuyó a forjar un imaginario urbano basado en el progreso industrial, la higiene corporal y la educación física como pilares del desarrollo social. El artículo se esfuerza por evidenciar cómo estas representaciones cinematográficas ayudaron a posicionar a Cali como una ciudad de primera categoría en el contexto colombiano, alineada con el modelo de grandes metrópolis latinoamericanas.
“Representaciones de Cali en el cine documental de los años veinte” constituye un aporte al campo de la historia urbana, ya que plantea una variable sociocultural como el cine como herramienta clave en la construcción de la identidad urbana. Así, a través del dispositivo fílmico, el autor plantea que las representaciones de Cali no solo reflejaban los avances materiales e infraestructurales, sino también los valores sociales promovidos por las élites de la época. El cine se convierte aquí en un vehículo de modernización cultural, en el que la proyección de imágenes de la ciudad sirvió tanto para consolidar una visión de progreso, como para generar un imaginario colectivo de la urbe. Este enfoque propone una nueva perspectiva para el estudio de la ciudad, considerando no solo su dimensión física, sino también simbólica y cultural, donde los medios de comunicación y la producción audiovisual juegan un papel determinante en la creación de regímenes de visibilidad urbana.
En conclusión, esta edición de la Revista CS se presenta como una plataforma que amplía y profundiza los estudios urbanos en América Latina, abordando una variedad de temas que revelan la complejidad y riqueza de las dinámicas urbanas en la región. Los artículos aquí incluidos reflejan cómo el enfoque interdisciplinario y los métodos innovadores de análisis permiten una comprensión más detallada de los espacios urbanos, su historia y sus representaciones. Desde la morfología urbana hasta los imaginarios sociales, cada contribución reafirma que la historia de la ciudad es, en esencia, la historia de las personas, sus relaciones y sus aspiraciones.
A medida que continuamos explorando las ciudades como espacios dinámicos e interconectados, este número invita a investigadores y lectores a repensar la historia urbana no solo como un registro del pasado, sino como un lente que ilumina los desafíos contemporáneos y las oportunidades futuras de nuestras ciudades. Así, el presente dosier contribuye al fortalecimiento de la comunidad académica en historia urbana y ofrece una valiosa referencia para quienes desean profundizar en la comprensión de las ciudades latinoamericanas y su evolución en el contexto global.