Introducción
Desde el enfoque de la psicología social, las relaciones interpersonales son necesidades básicas de los individuos, que se inician dentro del sistema social familiar y determinan la personalidad de los subsistemas que lo componen, por tanto, existen diferentes formas de relacionarse que dependen de varios elementos como la personalidad, la percepción del mundo, las funciones neurocognitivas y cognoscitivas, habilidades sociales y comunicacionales. Alrededor de estos elementos se delinea el nivel de cohesión, de expresividad y de conflicto en las relaciones interpersonales que fluyen dentro del sistema familiar con el propósito de satisfacer emocional y psicológicamente a sus miembros (Vásquez et al., 2020).
Cabe señalar que las relaciones interpersonales se vinculan con el desarrollo de la inteligencia interpersonal, conceptualizada como la capacidad de entender a los demás e interactuar eficazmente con ellos de manera efectiva, lo anterior se evidencia por ejemplo en el tono de voz, los gestos, las posturas, además, se puede observar en el desarrollo del niño por el disfrute de trabajar en equipo entre pares, por comprender y ponerse en el lugar del otro, de tal forma que permita desarrollar su inteligencia emocional (Goleman, 2012; Viña y Benegas, 2020).
Las relaciones interpersonales satisfacen las necesidades emocionales y psicológicas por medio de la comunicación verbal y no verbal como formas de expresar las necesidades internas y externas de los individuos. Son este tipo de relaciones las que proveen emociones positivas o negativas en el desarrollo de la personalidad como alegría, odio, pena, sufrimiento, tristeza, entre otros. La relación interpersonal en un sistema familiar violento denota la falta de satisfacción de las necesidades tanto fisiológicas como afectivas, especialmente la necesidad de contacto físico, intimidad y pertenencia a un grupo, necesidad de seguridad, protección e inclusión, desencadenando graves trastornos de la personalidad del sujeto como aislamiento, depresión, suicidio entre otros (Montero, 2020; Ortiz-Hernández et al. 2018; Castillo, 2020).
Las primeras relaciones interpersonales y emocionales satisfactorias que se asocian con una personalidad sana o enferma se basan en la confianza-desconfianza, que se forma en los primeros 18 meses, la que genera satisfacción y bienestar; si las primeras relaciones son violentas, agresivas o negativas genera desconfianza, falta de bienestar, conflicto, ansiedad, falta de tolerancia y malas relaciones interpersonales en todos los sistemas donde se encuentra el individuo (Londoño, 2020; Sánchez-Ramírez y Gómez-Macfarland, 2020).
El aprendizaje en la vida cotidiana favorece o desfavorece al desarrollo de la autonomía, si esta es desfavorable, genera dudas, incertidumbre, miedo, falta de iniciativa, vergüenza, inseguridad, inferioridad, incompetencia, confusión, desesperanza, infidelidad, celos, desamor, desintegración de la personalidad y genera relaciones interpersonales conflictivas y violentas en el sistema familiar, escolar y social (Moreno, 2020; López, 2020; Viña y Benegas, 2020; Colcha-Ramos et al., 2020).
Referente a las diferencias en las percepciones de redes en las relaciones personales, en gran medida los padres son proveedores de afectos en la infancia y si las relaciones interpersonales son violentas en el sistema familiar, generan tensiones en las relaciones interpersonales en la adolescencia en el sistema escolar. Se considera que las experiencias vividas en las relaciones establecidas con los padres, influirán en las relaciones entre compañeros, si estas son favorables proporcionan afecto, ayuda, compañerismo, intimidad, mejoran la autoestima, la validación personal y apoyo emocional entre pares (Utrero, 2018; Angulo, 2020).
En cambio, quienes manifiestan violencia experimentada en la infancia y adolescencia en el ámbito familiar, es uno de los factores que afectan a lo largo de la vida en las relaciones interpersonales e intrapersonales dentro del sistema familiar. En este sentido, es importante considerar las aportaciones de Carroza (2015), referente a los estilos de apego y las relaciones interpersonales, afirmando que las relaciones afectivas en la niñez y adolescencia influye en la calidad de las relaciones interpersonales en la vida adulta. El vínculo de apego surge para satisfacer la necesidad de seguridad, protección y ayuda que requiere el individuo para desarrollar estilos de vida saludables, la falta de apego o apegos demasiados fuertes denotan deterioro en las relaciones interpersonales entre pares como arrogancia-calculador, frio-distante, reservado-introvertido, inseguridad, dependencia, rechazo, miedo y conflicto.
Las experiencias vividas con otras personas de tipo relacional emocional, sentimental, el conocimiento de los aspectos internos de una persona que le permiten realizar discriminaciones, interpretaciones y orientaciones referentes a su propia conducta, son relaciones intrapersonales asociado a la capacidad intelectual. Una persona que posee una buena inteligencia intrapersonal tiene una percepción viable y modificable de sí mismo, resuelve problemas en su vida diaria; además, esta inteligencia intrapersonal le permite comprenderse y trabajar consigo mismo, a diferencia de la inteligencia interpersonal que facilita la comprensión y el trabajo con los demás (Terán, 2020; Espinoza-Rocha et al., 2021; Sousa, 2021; Constante et al., 2020).
Otro fundamento que se considera oportuno mencionarlo son los roles, que permite la atracción o el rechazo en las relaciones sociales y, además, denotar la capacidad de intuir las características del otro, establecer vínculos emocionales adecuados, satisfactorios o inadecuados y poco satisfactorios. En este estudio se puso énfasis en los roles de interacción social dentro del sistema familiar con las implicaciones individuales y sociales en la dinámica grupal en el momento espacio determinado en la interacción entre pares. Además, se constituye que la cohesión y la estructura grupal, permiten establecer el nivel de estatus social, si existe rechazo en las relaciones entre pares, este tendrá un nivel bajo de estatus social, lo que coloca al sujeto en una situación de desventaja en sus relaciones inter e intragrupales (Dos Santos, 2020; Silva de Castro et al., 2020; Chaparro, 2020). En definitiva, hablar de relaciones interpersonales dentro del sistema familiar implica analizar las diferentes formas de relacionarse desde varios ángulos y obtener nuevas interpretaciones.
La convivencia familiar, el bienestar emocional, psicológico y social es importante en el desarrollo de los seres humanos, la seguridad, necesidad de aprobación, autoestima, auto concepto, autopercepción y autovaloración están íntimamente relacionados al desarrollo psico-efectivo; en cambio la exposición a conflictos y violencia intrafamiliar causa deterioro en las relaciones interpersonales y en la autoestima (Fuensanta, 2006; Gardner, 1995; Gomes, 2020).
La presencia de malas relaciones interpersonales en el ambiente familiar demuestra falta de salud mental, la cual se define como el estado de bienestar físico, emocional, psicológico, social y espiritual que le permiten participar en armonía con el ambiente en su contexto. Desde esta perspectiva, el bienestar se ha considerado como el estado armónico apropiado de las diversas dimensiones de las personas desde su desarrollo, generando buen nivel de autoestima para enfrentar las exigencias de la vida cotidiana, especialmente en el proceso de confinamiento por COVID-19, generando bienestar emocional, escolar, familiar y social con relaciones interpersonales efectivas y asertivas. La presencia de buena salud mental promueve el bienestar psicológico de las personas, permite el aprendizaje, tomar decisiones y obtener salud y bienestar con un estilo de vida saludable (Espinosa, 2020; Montenegro, 2020).
Los sujetos que ejercen violencia interpersonal a lo largo de la vida en las relaciones intrafamiliares se deben a una estrecha relación alto nivel de cohesión, donde se pueden dar las condiciones para la exposición de violencia intrafamiliar en la infancia o en cualquier momento de la vida (Frías, 2011; López, 2020; Sánchez et al., 2020). La percepción que se tiene de las redes de relaciones personales, sociales e interpersonales se debe en gran medida a los primeros vínculos paternos, donde los padres son proveedores de afectos en la infancia y de las relaciones interpersonales en el sistema familiar (Londoño, 2020) (figura 1).
La violencia intrafamiliar es un tipo de violencia relacional que se caracteriza por toda acción cometida por los miembros del hogar que afecta a lo largo de la vida del individuo. La exposición a la violencia trae consecuencias graves que deteriora la personalidad, integridad, libertad entre otros derechos que tiene el ser humano (Aragão et al., 2020). Los factores que predisponen este tipo de violencia en su mayor parte son las tendencias culturales machistas de transmisión intergeneracional de los países latinoamericanos, nivel educativo, socioeconómico, abuso de sustancias, entre otros (López y Rubio, 2020).
Existen varios tipos de manifestaciones de violencia dentro del hogar como la violencia física que se presenta por huellas físicas en alguna parte del cuerpo producida por golpes u otros, la violencia psicológica que es de tipo emocional y verbal dirigida a uno o varios miembros del hogar, la violencia sexual infantil, violencia sexual de género/pareja, la violencia económica entre otros (OMS, 2003; Ruiz-Pérez y Pastor-Moreno, 2020). Por tanto, la violencia intrafamiliar es uno de los problemas de salud pública que repercute a nivel físico, psicológico y social, que se produce en forma recurrente en los individuos a lo largo de todos los tiempos en diferentes situaciones que vive la sociedad, más aún en tiempos de pandemia, por distanciamiento social obligatorio o confinamiento por COVID-19 (Paucar, 2020; Terán, 2020; Rocha, 2021; Nogueira, 2021).
Por otro lado, hay que describir la familia en este contexto violento en tiempos de confinamiento o aislamiento social obligatorio por la pandemia COVID-19 que afectan mundialmente y en Latinoamérica desde 2020 hasta mayo de 2021 tiempos en que se realizó esta investigación (OMS, 2020). El COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el SARS-CoV-2 que produce alteraciones a nivel respiratorio, puede ir desde un resfrío hasta un síndrome respiratorio agudo, los síntomas frecuentes son la fiebre alta, tos seca y cansancio. Con este precedente, la mayor parte de los países en el mundo optaron por el aislamiento obligatorio entre ellos los países latinoamericanos. Se propagó la enfermedad desde febrero 2019 en Brasil y en marzo se encontró en casi todos los países del mundo (Bacon, 2020). Para evitar la propagación de la enfermedad los países emitieron una serie de políticas públicas como el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) para disminuir el riesgo al contagio (Maguiña, 2020; Osores, 2020). En este contexto, el objetivo del presente trabajo fue analizar las relaciones interpersonales y violencia en proceso de confinamiento COVID-19 en América Latina durante 2020 a 2021, con unidades de análisis extraídas de nueve bases de datos de acceso abierto en idioma español y portugués.
Método
Se utilizó el método PRISMA que es el conjunto de 27 elementos que permiten la escritura científica de revisiones sistemáticas, acompañado de las directrices de ejecución y justificación de cada uno de los elementos del diseño de la metodología mixta a través de diagrama de flujo detallado e informativo que denota una síntesis de los resultados de publicaciones que busca reducir el sesgo en la elección de la información y tener un panorama general de la investigación publicada (Urrutia y Bonfill, 2010).
Términos de búsqueda
Se realizó una primera búsqueda para seleccionar las bases de datos de acceso abierto como: 1. Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico (REDIB), 2. Directorio de revistas de acceso abierto (DOAJ), 3. Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal (REDALYC), 4. Scientific Electronic Library Online (SCIELO), 5. Portal bibliográfico mundial (DIALNET), 6. Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud (LILACS), 7. Matriz de Información para el Análisis de Revistas (MIAR), 8. European reference index for the humanities and social sciences (ERIHPLUS), y adicionalmente se buscó información en 9. Google Scholar. Se utilizaron en total nueve bases de datos para la búsqueda de las unidades de análisis consideradas en el estudio.
Resultados
Se identificaron artículos relacionados en idioma español y portugués en países latinoamericanos. Es necesario señalar que para la búsqueda de la información se consideró importante utilizar palabras clave relacionadas con el objeto de estudio como relaciones interpersonales, violencia intrafamiliar, confinamiento, de manera independiente y de forma dual, con variaciones en la búsqueda debido a que no hubo artículos publicados en algunas bases. La selección de los artículos se realizó a través de filtro, cribado y luego de una lectura a profundidad el cribado definitivo (tabla 1). Posteriormente, se realizó una lectura a profundidad donde se identificó las ideas, métodos, instrumentos, muestras que utilizaron los autores, además la situación que se vive en cada contexto de los diferentes países. En el cribado definitivo se obtuvieron un total de 34 unidades de análisis, dato definitivo que se consideró para este estudio (figura 2).
Base de datos | Filtrados | Cribado | Cifrado definitivo |
---|---|---|---|
REBID | 49 | 20 | 17 |
DOAJ | 9 | 2 | 2 |
REDALYC | 1 | 1 | 1 |
SciELO | 7 | 6 | 5 |
DIALNET | 5 | 3 | 1 |
LILACS | 10 | 6 | 4 |
MIAR | 0 | 0 | 0 |
ERIHPLUS | 0 | 0 | 0 |
Google Scholar | 15 | 7 | 4 |
El total de unidades de análisis filtradas fueron x = 96. Total, cribado definitivo = 34.
La descripción de los 34 artículos se muestra en la tabla 2, para cada uno de los estudios encontrados se presenta un breve resumen de cada artículo, señalando el método de recolección de la información, además se muestra de qué base de datos se extrajo la información y el país de procedencia.
En la tabla 3 se describe los tipos de metodología utilizada por los autores de cada una de las unidades seleccionadas, se observa que predomina la revisión bibliográfica y documental, pero ninguna de ellas utiliza el método PRISMA, investigación empírica predomina la metodología cuantitativa.
Método | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Revisión bibliográfica y documental | 20 | 60% |
Metodología cuantitativa | 9 | 26% |
Metodología cualitativa | 3 | 9% |
Metodología mixta | 2 | 6% |
Revisión sistemática PRISMA | 0 | 0% |
Total | 34 | 100% |
En la tabla 4 se observa que son nueve países de Latinoamérica los que han publicado sobre relaciones interpersonales, violencia intrafamiliar y confinamiento, siendo mayor la frecuencia de publicaciones en Brasil, seguido de Perú y Ecuador.
Discusión
En este trabajo se pudo constatar que las relaciones humanas se establecen en las dimensiones de calidez -intención de cooperar, competencias- eficacia basada en el estatus, todo esto como parte de los procesos cognitivos sociales de los individuos que determinan relaciones interpersonales saludables o no saludables (Fiske, 2020).
La revisión sistemática con base en el método PRISMA permitió tener un panorama claro y organizado sobre las relaciones interpersonales y violencia intrafamiliar en el confinamiento por COVID-19, si bien se observan que una gran mayor parte de los resultados son revisiones documentales o bibliográficas, es necesario señalar que algunas de sus dificultades está el posible sesgo en la búsqueda de información, ya que solo se buscó en bases de datos de acceso abierto, sin embargo, esta revisión sistemática permite mostrar un estado general de las publicaciones durante este periodo de contingencia, atendiendo a las bondades que tiene el método PRISMA previamente descritos (Hutton et al., 2016).
Grosso modo en la investigación presentada se muestra un panorama general de cómo la violencia intrafamiliar puede afectar las relaciones con los niños, adolescentes o mujeres, como la violencia sexual (Nogueira, 2021), de tal forma que se establecen lineamientos o recomendaciones generales de atención (Levandowski et al., 2021; Moreno & Machado, 2020; Silva et al., 2020; Pessoa et al., 2020). Si bien esto es un aspecto fundamental dichas estrategias deberían hacer uso de la tele-psicología para poder tener un mayor alcance (Orozco y Herrera, 2020; Osoria y Mena, 2016; Argüero-Fonseca et al., 2021).
Sobre la investigación empírica hay tres tipos de investigación, aquella con metodología cuantitativa, cualitativa o mixta. De manera general, en cada una de las investigaciones reportadas no se encontró la evaluación de intervenciones, esto puede deberse a que aún se está desarrollando este trabajo y es probable que la evidencia empírica pueda verse en los próximos meses, pero hasta el momento se demuestra la necesidad de ello, ya que como se ha mencionado son diversas las consecuencias que afectan a las relaciones interpersonales y que son causa de indicadores de violencia intrafamiliar y más en situación de confinamiento (Caraveo-Anduaga, 2020; Viña, 2020).
La evaluación con datos empíricos se realizó a través de entrevistas en las que se busca conocer las experiencias de las personas sobre la violencia vívida, como lo es la investigación de Fiske y Shelley (2020); Terán-Espinoza y Bravo-Adrián, (2020); y Dos Santos et al. (2020). En otros casos a partir de estadísticas realizan un análisis de la incidencia de violencia y de cómo la pandemia ha influido en esos datos (Levandowski et al., 2021; Nogueira et al., 2021; Padilla, 2020).
En la investigación cuantitativa se muestra cómo se genera una relación de dependencia en jóvenes víctimas de violencia intrafamiliar (Zambrano, 2021; García, 2020), o como el clima social familiar y auto concepto podría influir en el confinamiento en mujeres (Sánchez & Zambrano, 2020), sobre la importancia de la comunicación familiar para reducir situaciones de violencia (Garcés-Prettel et al., 2020) y de cómo el uso de las TIC, modifica las relaciones interpersonales (Concepción-Breton et al., 2020). Propiamente sobre la violencia en el periodo de confinamiento se encontró la investigación de Constante et al. (2020) que señalan al evaluar a un grupo de mujeres cómo han sufrido y cómo se ha incrementado la violencia en este periodo, estos datos muestras la necesidad de crear programas de intervención orientados a la atención de la violencia en situación de contingencia.
Conclusiones
Con base en estos resultados se muestra la importancia que tienen las relaciones interpersonales en la familia para reducir situaciones de violencia y de cómo el periodo de confinamiento ha incrementado esta situación por lo cual es necesario diseñar estrategias de intervención orientadas a reducir estos factores de riesgo, y cuando ya está presente la violencia que sepan qué pueden hacer y a dónde acudir.
El análisis de revisión sistemática muestra la necesidad de comenzar a hacer investigación aplicada, de generar intervenciones y mostrar evidencia empírica de ello. Si bien es complicado tener un acercamiento cercano con las personas víctimas de violencia, es pertinente que instituciones nacionales en cada país puedan brindar un servicio adecuado atendiendo a las particularidades de la pandemia, así como de los efectos que pueda dejar en la salud emocional, no solo por la violencia ejercida, sino por el mismo confinamiento.
Se recomienda, aprovechar las bondades de la tecnología para poder ofrecer un servicio de calidad y tener un mayor alcance, sobre todo si no se tiene certeza del contacto presencial, sin descuidar que habrá personas que no cuenten con los recursos para hacerlo a través de este medio, y que por lo tanto, también se requiere de otros medios que faciliten su intervención.