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Revista Colombiana de Cirugía
Print version ISSN 2011-7582On-line version ISSN 2619-6107
rev. colomb. cir. vol.21 no.4 Bogotá Oct./Dec. 2006
XXXII Congreso Nacional Avances en Cirugía Conferencia Inaugural Rafael Casas Morales
(1)Profesor titular, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia.
Correspondencia: Augusto Castro Berdugo, MD. Cra. 13 Bis No. 43-23 Cons. 302, Bogotá, Colombia
Fecha de recibo: Agosto 22 de 2006. Fecha de aprobación: Agosto 29 de 2006
Señores expresidentes de la Asociación Colombiana de Cirugía, señor presidente Stevenson Marulanda Plata y demás miembros de la Junta Directiva, doctor Hernando Abaúnza O., director ejecutivo de la Asociación, señores participantes y asistentes.
Agradezco el honor que me ha dado la Asociación Colombiana de Cirugía de dirigirme en la Conferencia Inaugural Rafael Casas Morales.
Quiero hacer un homenaje a dos caídos en estos últimos años que son el Hospital San Juan de Dios y al profesor Rafael Casas Morales; espero que el primero pueda resurgir para beneficio de la medicina colombiana y de la enseñanza de la misma.
Hago referencia a la iniciación de los hospitales en el Nuevo Reino de Granada, que se remonta al 28 de diciembre del año 1513, cuando en cumplimiento de la Cédula Real de Fernando el Católico se crea el Hospital Santiago, cuya vida tan sólo fue de once años.
La creación del primer hospital en Santa Fe de Bogotá se remonta al año de 1564 con el nombre de Hospital de San Pedro, localizado en la calle San Felipe, hoy carrera 6 a espaldas de la catedral.
Felipe IV mediante Cédula Real da licencia al Arzobispo de Santa Fe para fundar un colegio donde se estudie las doctrinas de Santo Tomás, la jurisprudencia y la medicina. En esta forma, el 18 de diciembre de 1653 el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario obtuvo el privilegio de la enseñanza de la medicina en el Nuevo Reino de Granada. Sin embargo, fue el sabio José Celestino Mutis quien en 1801 implementó la Facultad de Medicina en el Colegio del Rosario y nombró como director del Hospital San Juan de Dios al doctor Miguel de Isla; a su muerte en 1807 fue sucedido por Vicente Gil de Tejada, quien se retiró del mismo en la fecha de la Independencia, ya que era partidario de los realistas.
El antiguo Hospital de San Pedro en su última etapa fue refugio de todo género de personas eclesiásticas, seculares, regulares, junto con indios de la provincia, los incurables y los locos.
Posteriormente la antigua construcción que llevó el nombre de Hospital de San Pedro fue demolida y con el producto de la venta del terreno se inició la construcción del Hospital San Juan de Dios, en la calle de San Miguel cerca del río San Francisco. Dicha construcción tenía iglesia, vivienda de los religiosos y el hospital propiamente dicho. Durante más de dos siglos el San Juan de Dios estuvo ubicado junto a la iglesia del mismo nombre, cuyos linderos eran calles 11 y 12 y carreras 9 y 10.
Es un hecho importante en la historia del Hospital San Juan de Dios que el general Santos Acosta en 1867 hubiera sancionado la ley que presentó a la Cámara de Representantes el diputado Vicente Plata Azuero, creando la Universidad Nacional y anexándole el Hospital San Juan de Dios que pertenecía al estado de Universidad un local para la Escuela de Medicina en el claustro principal contiguo al edificio del Hospital San Juan de Dios y se nombró a todo el profesorado de la Escuela de Medicina en dicho hospital.
En 1870 el Hospital entró a hacer administrado por la Junta General de la Beneficencia de Cundinamarca. Tan sólo en 1926 pasó a ocupar los amplios terrenos de La Hortúa en la calle primera, donde se encuentra actualmente. La construcción del nuevo bloque se inició en 1948 y culminó en el año de 1953.
En la década de los setenta la Universidad Nacional, Facultad de Medicina, construye la torre docente que fue destinada para el funcionamiento de las unidades académicas, auditorio Casas Morales y Dirección Científica del hospital.
Con la creación de los programas de posgrado comienza la época dorada del Hospital, que a pesar de no estar aprobados oficialmente se inician el 1 de febrero de 1957.
En el año de 1979, siendo presidente Julio César Turbay Ayala, por decretos 293 y 1374 de ese mismo año se declara al Hospital San Juan de Dios como fundación privada con el objetivo de desvincularlo de la parte oficial que era la Beneficencia de Cundinamarca que lo administraba. El 6 de agosto de 1994 se promulga la Ley 100 y de esta forma comienzan todos los traspiés que tuvo el hospital, ya que ésta no considera nunca el funcionamiento de un hospital universitario, cuya misión es la atención óptima del paciente y una enseñanza del más alto nivel.
Por este motivo, infortunadamente y sin que nadie hubiera sido deudo real, es cerrado por las directivas administrativas y sin ninguna oposición de la Universidad ni la Facultad el día 21 de septiembre de 2001. Esto se debe al desconocimiento que por lo general se tiene de la historia, ya que por Ley de la República desde 1867 el Hospital, como vimos anteriormente, era anexo a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
Quiero recordar que en fallo reciente del Consejo de Estado responsabiliza del apoyo económico para esta institución a la Beneficencia de Cundinamarca, al departamento de Cundinamarca y al Ministerio de Hacienda.
Haciendo un recuento del funcionamiento del Hospital San Juan de Dios en el área quirúrgica durante el período 1900 a 1957, éste contaba con servicios al estilo francés, los cuales tenían la dirección del gran patrón y entre ellos podríamos enumerar a los profesores Pompilio Martínez, Juan N. Corpas, Pedro Eliseo Cruz, Hernando Anzola Cubides, César Augusto Pantoja, Hernando Luque y Jorge Hello. El doctor Santiago Triana Cortés estaba encargado de la Cátedra de Técnica Quirúrgica.
Anexos a dichos grupos como profesores o jefes de clínica voy a enumerar algunos de ellos. Espero que los que omita no se sientan excluidos voluntariamente: Ernesto Andrade Valderrama, Alfonso Bonilla Naar, Hernando Velásquez, Luis Vaca, Rafael De Zubiría, Álvaro Caro, Jaime De la Hoz, Víctor Covelli, Javier López Llano, Juan Jacobo Muñoz, Alberto Chaya, Bernardo Tirado, Orlando Jiménez y otros.
Los primeros enunciados que eran los jefes de servicio y profesores adscritos estaban ad honorem y de tiempo parcial, porque ser profesor de la Universidad Nacional y trabajar en el Hospital San Juan de Dios era un gran honor.
Su ejercicio profesional lo hacían en sus consultorios privados y en esta forma podían tener un digno vivir.
El cierre de múltiples instituciones de salud entre las cuales enumero primero las de Bogotá y en orden cronológico: Instituto Neurológico, Clínica Fray Bartolomé, Clínica Santa Rosa de la Caja Nacional de Previsión, Hospital Infantil Lorencita Villegas, Hospital San Juan de Dios, Hospital Universitario de Cartagena, Hospital Universitario de Caldas, Hospital Ramón González Valencia, que cambió su carácter universitario, y otros. Recientemente los cierres operados en la asistencia médica del Seguro Social en la Costa Atlántica muestran que la violencia en el país no sólo se hace en la zona rural sino en la zona urbana haciendo que la atención médica sea cada vez más difícil, a pesar de las estadísticas de gran cobertura. Me refiero a los problemas existentes en la capital, donde una consulta en medicina general o especializada hay que solicitarla desde las 3 a.m. para que sea asignada 15 días o un mes después si tiene éxito el paciente. Hay que anotar que las cirugías electivas y especialmente las de alta complejidad no tienen la oportunidad que amerita el paciente y en muchas ocasiones éste fallece antes de su programación, lo cual es común no sólo para la medicina subsidiada sino para la contributiva.
En relación con la enseñanza de la medicina las facultades, principalmente la Nacional, han tenido que realizar un peregrinaje por los diferentes sitios de práctica donde nos han recibido bien pero no tenemos la calidad de escuela que hace fuerte la enseñanza en pre y especialmente en posgrado.
La iniciación de la residencia en el Hospital San Juan de Dios regentada por la Universidad Nacional se inicia el 1 de enero de 1957 por iniciativa del profesor Rafael Casas Morales, quien se anticipa un año a la aprobación oficial que se llevó a cabo como consta en el Acta No. 1 de octubre de 1958 de un comité constituido por los doctores Rafael Casas, Alberto Vejarano, Alfonso Vargas, Tufic Meluk, Juan Jacobo Muñoz y José Félix Patiño, quien presidía el comité.
Este plan de posgrado, inspirado en el programa del Massachusetts General Hospital de la Universidad de Harvard, en la Universidad Nacional y el Hospital San Juan de Dios era piramidal y tan sólo terminaban habitualmente cinco de un grupo que inicialmente era de diez a doce en el primer año.
Durante este período de auge de la Facultad de Medicina y del Hospital San Juan de Dios debemos recordar que la tecnología de punta existente en los países desarrollados se adquiría en forma inmediata, ya que el criterio en esa época era de dar el mejor servicio al paciente y de entrenar a los residentes con esta tecnología. No se tenía el criterio de la productividad económica sino el de la atención oportuna del paciente al más alto nivel, y la actualización de profesores y residentes con estas nuevas tecnologías.
Rafael Casas Morales, profesor de cirugía de la Universidad Nacional, se graduó en 1952 y fue interno entre los años 1951 y 1954 y Jefe de Clínica por concurso en el año 1955. Mediante beca del Laboratorio Lederle es admitido en el Massachusetts General Hospital de la Universidad de Harvard como Fellow en Cirugía; trabajó bajo la tutoría de William McDermonth, Jr. y luego de Oliver Cope. El primero dedicado a la hipertensión portal y el segundo a la cirugía endocrina, motivo por el cual el doctor Casas desarrolló gran interés en la cirugía de tiroides y paratiroides. Ocupó la Dirección del San Juan de Dios, la jefatura del Departamento de Cirugía y durante su gestión integró los servicios hospitalarios con los académicos, organizando los diferentes departamentos clínicos. El aporte más importante fue la reorientación a la educación de posgrado como se mencionó. El Hospital San Juan de Dios pasó de ser un hospital de día a un hospital de cobertura docente y asistencial de 24 horas durante los 365 días del año, dando como resultado la época de mayor productividad científica que permitía presentar numerosos trabajos en los diferentes congresos que se efectuaban en el país y fuera de él.
Alfonso Bonilla Naar, en 1958, da comienzo a la cirugía cardiovascular con las valvulotomías cerradas de la aórtica y mitral y la cirugía de corazón abierto bajo hipotermia profunda para corregir la comunicación interauricular. Este profesor por esta misma época inicia la inquietud de homo y autotrasplantes (publicados en Surgery 1962, septiembre; 54: 517-520).
Ernesto Andrade Valderrama dedicó toda su vida a la docencia en la Universidad Nacional, Facultad de Medicina y Hospital San Juan de Dios; era un estudioso de la patología de seno y colo-rectal. En cuanto a la cirugía de colon se puede decir que estandarizó las técnicas e indicaciones, especialmente en la utilización de la colostomía y su manejo. Fue uno de los primeros en realizar la resección abdomino-perineal de Miles (Boletín de la Clínica Central), realizó numerosas interposiciones de colon por cáncer del esófago y era un experto en la patología de la glándula mamaria tanto benigna como maligna; fue el impulsor para que en el Hospital San Juan de Dios se realizaran las primeras mamografías.
Otra de sus áreas de especial interés fue la historia de la medicina, siendo fundador de la Sociedad de Historia de la Medicina, donde dictó una conferencia magistral sobre este tema. Dentro de sus trabajos publicados figura la Operación de Noble Modificada, con la cual optó el título de Profesor Titular de la Universidad Nacional.
Álvaro Caro Mendoza, "El Pibe", realizó entrenamiento como fellow de cirugía en el Massachusetts General Hospital de la Universidad de Harvard bajo la tutela del doctor Oliver Cope. Entre los años sesenta al ochenta demostró gran interés por la patología de la hipertensión portal, reflujo gastroesofágico, patología benigna y maligna de páncreas, vías biliares, patología de estómago y cirugía de tiroides y paratiroides; realizó todas las cirugías existentes en la época y fue pionero en varias de ellas, como anastomosis portocava, esplenorrenales y mesentérico cavas, cirugía para el reflujo gastroesofágico, operación de Lucius Hill, modificada por Augusto Larrain. Este fue el tema que escribió para su promoción a Profesor Titular; pancreatoduodenectomías, pancreatectomías, derivaciones pancreatoyeyunales y, en la parte de paratiroides, los adenomas hiperfuncionantes.
Fernando Gómez Rivas, egresado ya del plan de posgrado en el año de 1962, mostró desde un comienzo gran inclinación hacia la cirugía vascular y cardíaca; practicó las primeras reimplantaciones de miembro superior e inferior y con el grupo de nefrología de la época, los doctores Carvajal, Arjona, Carreño y Rebollo en los años 1963 a 1965 realizó los primeros trasplantes renales de donante cadavérico informados en el país. En 1966 viaja a Estados Unidos donde realiza nuevamente entrenamiento en el área quirúrgica y al terminarlo se dedica al cuidado del paciente críticamente enfermo y a la cirugía cardiovascular.
Jaime De la Hoz, es el cirujano más versátil entre los profesores de la época, ya que igualmente opera cuello, abdomen, tórax o practica cirugía cardiovascular; tuvo un paso por la anestesia, lo cual le permitió observar a un número grande de cirujanos.
Fue uno de los fundadores de la Unidad de Cirugía Cardiovascular creada como tal con los doctores Emilio Echeverri y Javier López Llano en la era de la circulación extracorpórea y en cuyo servicio estuvieron como residentes Camilo Cabrera y Luis Eduardo Cortés.
Tan sólo voy a enumerar algunas de sus contribuciones a la cirugía en el San Juan de Dios, como es la timectomía para la miastenia gravis, trabajo elaborado con la Unidad de Neurología del Hospital dirigida por el doctor Ignacio Vergara; fue uno de los primeros en realizar la mediastinoscopia en Bogotá y reconstrucción de la tráquea, inició la cirugía endocrina mediante el tratamiento del síndrome de Cushing, feocromocitomas, insulinomas y aldostenorismos primarios. Contemporáneo con las correcciones del reflujo gastroesofágico del doctor Caro practicó y defendió la técnica de Nissen para dicha patología.
Jaime Escobar Triana, podríamos decir que tuvo gran inclinación por la cirugía colo-rectal y después de su permanencia en Londres, en el Hospital San Marcos, difundió técnicas de Milligan y Morgan para la hemorroidectomía y el cierre primario del periné en la resección abdomino-perineal. Planteó la necesidad de integrar al currículo el componente biológico con el humanístico y social, ganador del Premio Nacional de Medicina con su trabajo sobre "Absceso hepático" realizado en el Hospital San Juan de Dios, fundador de la Universidad El Bosque, posteriormente decano de la misma y en la actualidad rector. Se encuentra dedicado a la cátedra de bioética.
Erix Bozón Martínez, la contribución más importante fue la iniciación de la nutrición parenteral total en la década de los años setenta, para lo cual fue necesario en ese momento la preparación en el mismo hospital de la nutrición en el laboratorio de farmacia existente, ya que en el país no existía dicha nutrición comercialmente. Fundador de la Universidad El Bosque donde ha ocupado todos los puestos directivos de la misma.
Víctor Covelli, su ingreso a la docencia se inicia con los concursos para Interno de Cirugía y Jefe de Clínica. Sin lugar a dudas uno de los más preparados en la parte académica; viaja a Estados Unidos, al Boston City Hospital, y hace un fellowship en cirugía de la hipertensión portal a cargo de los profesores MacDermonth y Melvin Osborne, destacándose por su capacidad en la parte investigativa.
A su regreso al país es nombrado director del Departamento de Cirugía de la Universidad Nacional y con ánimo innovador trae a la docencia a los doctores Helbert Escobar, egresado del plan de posgrado de Buffalo, NewYork, y al doctor Rafael Cohen, egresado de posgrado de la Clínica Mayo.
El doctor Covelli después de haber ocupado todas las escalas en Cirugía General en la Universidad Nacional, Facultad de Medicina, Hospital San Juan de Dios, con ánimo de tener mayores conocimientos marcha a Estados Unidos donde realiza entrenamiento en radiología y se dedica con gran éxito a la neurorradiología intervensionista.
El doctor Helbert Escobar, quien tenía entrenamiento en cirugía cardíaca, se vincula al Servicio de Cirugía Cardiovascular e inicia una época de gran productividad. En asocio con el Servicio de Nefrología, dirigido por los doctores Carreño y Rebollo, practicó el primer trasplante renal con donante vivo.
Federico Peñaloza Bonilla, entre sus contribuciones más importantes podríamos anotar el torniquete que lleva su nombre en el trauma masivo del hígado que se utilizó por primera vez el 23 de noviembre de 1974.
Camilo Cabrera Polanía, del plan regular de posgrado se dedica a la cirugía cardiovascular donde escalafonó como docente; viaja a Estados Unidos a la ciudad de Houston (Hospital San Lucas), donde realizó su fellowship en cirugía cardiovascular en el servicio del doctor Denton Cooley. Regresa al país para vincularse nuevamente a la docencia en la Unidad Cardiovascular; se retira para crear con su hermano Reinaldo la Fundación Cardio Infantil, que es hoy una de las instituciones más prestigiosas del país en cirugía cardiovascular tanto de niños como de adultos.
Recordemos que las banderas de la actividad quirúrgica fueron tomadas por otros docentes como Augusto Castro, Enrique Rincón, Miguel Otero, Carlos Ibla, Francisco Buitrago, Álvaro Murcia, Jorge Ospina, Guillermo Oliveros, Guillermo Echeverri y Mario Torres, quienes continuaron desarrollando los planes de los docentes que antecedieron y fueron encargados de dar inicio a la cirugía mínimamente invasiva: laparoscopia y toracoscopia. Gracias al entrenamiento recibido por los docentes en los cursos organizados por la Sociedad Colombiana de Cirugía.
Reconocimiento especial merecen los pioneros de la anestesia en el Hospital San Juan de Dios que permitieron el desarrollo de la cirugía. Algunos de ellos son Gustavo Delgado, Aníbal Galindo, Germán Muñoz, Jaime Casas Buenas; a partir de 1960 ya de un plan curricular de posgrado aparecen los doctores Fernando Flórez, Jorge Osorio, Julio Enrique Peña, Rafael Sarmiento, José Silva, Sánchez, Céspedes, Torres, Charris, Paucart, Fonseca, Granados, Franco, Segura, Marín y muchos más.
Esperamos que la reapertura del Hospital San Juan de Dios y de nuevos sitios de trabajo esté a cargo de los profesores encabezados por el director del departamento Rubén Caycedo y de los profesores Álvaro Casallas, Stevenson Marulanda, Óscar Guevara, Fabio Cortés, Germán Junca, siendo esto un gran desafío, pero confiamos que tenga feliz término.
Agradecimientos por su colaboración a los doctores Hernando Abaúnza, Jaime De la Hoz y Guillermo Páez.
Referencias
1. De Francisco Zea A. Nota histórica, El Hospital San Juan de Dios y la medicina en Colombia a comienzos del siglo XIX en Santa Fe de Bogotá. Academia Colombiana de Historia.
2. Andrade E. Oración año 1983. Sociedad Colombiana de Cirugía 83: 56-61.
3. Bozón E. Oración "Maestro de la cirugía colombiana". Rev Colomb Cir 1992; 7: 171-174.
4. Muñoz Delgado JJ. "El primer hospital de América en Santa María la Antigua del Darién". Imp. del Instituto Caro y Cuervo. Bogotá, 1995.
5. Soriano Lleras A. "Crónica del Hospital de San Juan de Dios, 1564-1869". Beneficencia de Cundinamarca. italgraf. Bogotá, 1964.
6. Acta No. 1 de octubre de 1958, Hospital de La Samaritana, Bogotá.
7. De Francisco A. El Hospital San Juan de Dios. Academia Nacional.