Introducción
En los últimos años, la cirugía académica ha cobrado gran relevancia debido a los objetivos actuales de la “cirugía global”, que fueron establecidos por la comisión Lancet en Cirugía Global en el año 2015, con la esperanza de cumplirse para el 2030 1. A diferencia del modelo de educación y atención tradicional, la cirugía académica se ha convertido en un nuevo estilo de vida para el cirujano, al permitir la formación y adaptación de una red interdisciplinaria y transdisciplinaria, la cual integra seis pilares fundamentales: investigación, innovación, mentoría, educación, cuidado del paciente y competitividad 2,3.
Al necesitar de un sustrato significativo para poder lograr la integración de sus partes, se ha descrito que las redes de conocimiento especializado y la investigación colaborativa, facilitan el desarrollo de proyectos de investigación, entrenamiento de estudiantes, médicos residentes y cirujanos, así como el perfeccionamiento de habilidades no técnicas, las cuales juegan un rol fundamental en el cirujano de hoy, en el profesionalismo médico y en la medicina basada en la evidencia 4-6. De esta forma, ha sido factible direccionar las prioridades de la cirugia global, utilizando como puente a la cirugía académica.
Esto cobra más relevancia en los países o regiones donde existe mayor inequidad en el acceso a servicios quirúrgicos básicos y especializados, donde el contexto sociodemográfico y cultural impiden la ejecución de programas de tamizaje y seguimiento estricto, donde la política y la escases de recursos impiden el diseño de megaproyectos y donde la carga de la enfermedad quirúrgica es más representativa 1,3,4,7.
De manera más profunda, con el planteamiento de los objetivos de desarrollo sostenible y su asociación con la salud global, se habla incluso de la ética y compromiso de la medicina con el avance de la calidad de vida e indicadores de salud de la humanidad 7,8. Esto ha sido proyectado como un compromiso moral por todas las ciencias de la vida y de la salud, incluida la cirugía 8. Siendo así, entonces se considera indispensable participar en consorcios y grupos colaborativos sólidos, de naturaleza local, regional, nacional e internacional, que favorezcan la apropiación social y circulación del nuevo conocimiento, el diseño y ejecución de estudios multicéntricos con muestras masivas, y el intercambio y movilidad de estudiantes y profesionales que promuevan el entrenamiento técnico y adaptación laboral, fortalezcan la malla curricular académica institucional, faciliten el acceso a financiación nacional e internacional y, permitan identificar potenciales problemas en la comunidad (Figura 1), que puedan ser resueltos a partir de la ciencia, tecnología e innovación quirúrgica 4-6. Esta hoja de ruta ha sido construida y discutida a lo largo de los años, intentando acaparar todos los vacíos posibles, para poder plantear soluciones prácticas, reales y reproducibles, sobre todo, en aquellos países con mayores necesidades.
¿Cuál es el rol de la cirugía en las necesidades en salud de la población colombiana y, como ayudan los grupos colaborativos en investigación?
Según datos del Banco Mundial, Colombia es un país de medianos y altos ingresos 9, a pesar de poseer una agenda política respaldada por un plan nacional de desarrollo, que describe necesidades significativas de su población 10. Desde el foco de la salud nacional, el Instituto Nacional de Salud ha intentado articular la investigación con políticas y prioridades en salud, en función de experiencias y enfoques de otros países y estadísticas propias de nuestra población 11. Con base en lo anterior, se han planteado ocho dimensiones prioritarias y transversales, pudiéndose afirmar que, por lo menos, la cirugía participa en dos de ellas: 1. Vida saludable, condiciones crónicas y discapacidad; y 2. Salud de emergencias y desastres 11.
Aunque en la actualidad no existen datos precisos sobre la distribución global de las enfermedades quirúrgicas, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Salud, se estima que por los costos y la carga de enfermedad que ocasionan al país, la financiación para investigación que se dispone por parte del estado no es significativa, teniendo en cuenta que solo las enfermedades transmisibles reciben aproximadamente el 50 % de la financiación para investigación en salud, sin conocer cuánto es lo disponible para investigación quirúrgica dentro del grupo de enfermedades no transmisibles, a pesar de saber que las enfermedades quirúrgicas son una prioridad de salud global 1,7.
Esta tendencia, ocasiona que aquellos con interés en realizar investigación básica, traslacional, clínica o de desenlaces en cirugía, se encuentren limitados y tengan que recurrir a otras fuentes de financiación, mucho más competidas 12. Luego, se debe ser más estricto con la forma en que se ejecuta la investigación, para que el estado pueda distribuir de manera equitativa e inteligente los pocos recursos disponibles. Algunas de las barreras y facilitadores de divergencia entre el diseño y la ejecución de investigación en prioridades en salud, están dadas por la incapacidad de establecer una agenda compartida, la falta de espacios y de recurso humano, los mecanismos adecuados para el control del proceso investigativo, la carga laboral, la falta de capacitación técnica y la apropiación individual de la información, entre otras 11.
Ahora bien, los grupos colaborativos en investigación tienen diferentes concepciones y definiciones. Una definición muy práctica, es la establecida por Nyström, et al. 4, donde los definen como colectividades que involucran personas y grupos de diferentes contextos, con distintas experiencias, perspectivas y agendas, en investigación y desarrollo. De esta forma, se destaca el papel que juegan las relaciones sociales y profesionales y los potenciales roles que asume cada actor en la colaboración 4. En este sentido, es mucho más real y efectivo disponer de espacios, agendas compartidas, mecanismos para el control del proceso investigativo, división de cargas y, disponer de un talento humano con distintas habilidades, que se integren y permitan el desarrollo de la investigación a partir de distintas perspectivas, pero, que converjan en un objetivo común.
Con el lanzamiento del nuevo plan decenal de salud pública 2022-2031 13, se evidenció que, con base en las estadísticas más recientes del comportamiento de morbilidad y mortalidad en Colombia 14, la cirugía sigue teniendo implicaciones sobre desenlaces potencialmente prevenibles y, por ende, sobre el indicador de años de vida potencialmente perdidos. Esto debido a que algunas neoplasias, lesiones o traumatismos y enfermedades cardiovasculares (entendiéndose como unas de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el país), son de manejo quirúrgico, con buenos resultados definitivos 14.
En ese Análisis de Situación de Salud 14, estos indicadores y enfermedades se dividen nuevamente por grandes causas, siendo imposible detectar el comportamiento de enfermedades quirúrgicas y direccionar las dimensiones sobre las cuales trabajar. Entonces, se puede partir de la necesidad de disponer de registros regionales y nacionales, que muestren el comportamiento de las enfermedades quirúrgicas y el impacto que tiene la ejecución de programas específicos.
Los grupos colaborativos de investigación son un actor fundamental, que, en compañía del estado, sociedades científicas, hospitales, centros de investigación, instituciones de educación superior y comunidad, pueden dar solución a esta barrera al acceso de datos fidedignos en enfermedades quirúrgicas. Del mismo modo, podrían diseñar políticas y proyectos que se adapten a cada contexto clínico, tecnológico y sociodemográfico, para lograr un impacto real y mejorar estos indicadores en salud. Por consiguiente, es menester reconocer el rol de la cirugía sobre las necesidades de la salud colombiana e impulsar estrategias que se alineen con los objetivos en salud de nuestro territorio, desde el punto de vista quirúrgico, para dar cumplimiento tanto de las directrices de las instituciones que rigen la salud en Colombia, como de los pilares de la cirugía académica y la cirugía global.
La cirugía en el caribe colombiano y el impacto de un grupo colaborativo en investigación quirúrgica en la región
Recientemente, se caracterizó el panorama de la investigación quirúrgica nacional en base a los datos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación 15,16, observando la tendencia de investigación en cirugía en Colombia. De siete departamentos que conforman la región del caribe colombiano (Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre), menos del 10 % de los grupos de investigación encontrados con líneas de investigación en cirugía se encuentran en esta región 15 y, los que existen, se ubican en Atlántico y Bolívar. Por el contrario, más de la mitad de los grupos de investigación pertenecen al centro del país, donde existe mayor productividad en esta disciplina. Teniendo en cuenta estos resultados, es complejo definir con precisión cuál es el aporte de la región caribe, al no existir datos disponibles que reflejen esta realidad. Pero, de acuerdo con la relación entre la productividad y categorización de los grupos de investigación en cirugía, siendo que la productividad científica se concentra en las regiones andina y pacífica del país 15, se infiere que el aporte de la región caribe es muy escaso.
La región del caribe colombiano aporta el 15-18 % de la mortalidad nacional en promedio 14,17, sin variación en su distribución por grandes causas a lo largo de los últimos 10 años 14,17, lo que representa casi un quinto de la mortalidad nacional. Es necesario disponer de datos reales para diseñar estrategias que permitan disminuir este indicador.
Los grupos de investigación generalmente pertenecen a instituciones de educación superior o centros de investigación, y sufren de una extensa tramitología burocrática, lo que, entre otras razones, impide el desarrollo oportuno y multicéntrico de proyectos de investigación.
El Grupo Colaborativo de Investigación en Cirugía General y Subespecialidades del Caribe Colombiano (GRINCIRCAR), nace de la necesidad de impulsar la cirugía académica e investigación quirúrgica en el caribe colombiano, para dar respuesta a los vacíos en cirugía que padece la región y, plantear posibles soluciones. Este grupo posee una metodología de investigación amable, basada en la cirugía basada en la evidencia, mentoría, desarrollo de habilidades no quirúrgicas y, la apropiación social y circulación de nuevo conocimiento en cirugía. Involucra a estudiantes, aspirantes a futuros cirujanos generales, médicos residentes y cirujanos académicos de reconocida trayectoria, todos caribeños, que puedan liderar en equipo proyectos de investigación multi y transdisciplinarios en cirugía general, no solo impactando en la vida de los pacientes, sino también inspirando y guiando a otros.
En la actualidad, está conformando por investigadores principalmente del Atlántico, Bolívar y Magdalena, con miras de seguir expandiéndose y, visionándose como referencia nacional y latinoamericana en cirugía. Busca, además, convertirse en una red sólida que permita conseguir apoyo del sector privado, para facilitar el proceso de entrenamiento y movilización de estudiantes y residentes interesados en aprender o perfeccionar habilidades técnicas y de investigación, de acuerdo con la diversidad ecológica social y epigenética de la región del caribe colombiano.
Finalmente, este es un llamado a la unión académica de la cirugía colombiana, que pueda consolidarse a lo largo y ancho del país y, permita construir registros nacionales sobre el comportamiento de la enfermedad e investigación quirúrgica, además de facilitar la ejecución de estudios multicéntricos que tengan un potencial impacto en la región, el país y el mundo, promoviendo el desarrollo de políticas públicas, programas y algoritmos, basados en la mejor evidencia posible y, sobre todo, adaptada a las necesidades de nuestras regiones.