Cartagena de Indias, D.C., 12 de marzo de 2024
Doctora Monica Bejarano Editora Revista Colombiana de Cirugía
Querida Editora,
Previamente se ha discutido sobre el crecimiento en la producción científica en las ciencias biomédicas, el cual ha sido dramático y podría comprometer la calidad de la evidencia producida, incluyendo en la medicina y cirugía. Un análisis bibliométrico basado en los resultados publicados por Scimago Journal & Country Rank correspondiente al año 2021, demostró que China, uno de los países más prolíficos en el mundo, tuvo un incremento del promedio anual en los últimos años de hasta 90 mil artículos citables, comparado a otros países como Estados Unidos y Reino Unido, con promedios registrados de 20 mil y 10 mil documentos citables, respectivamente 1. Este hallazgo despertó interés en analizar otras métricas referentes a la integridad científica y relevancia en la publicación científica, identificando que datos como el porcentaje de autocitaciones y de colaboración internacional son esenciales para determinar la pertinencia de la evidencia producida.
Como respuesta a este fenómeno, reemergió un concepto difundido hace poco más de 10 años 2, conocido como meta-investigación, propuesto y liderado por el doctor Jhon Ioannidis, médico estadístico de la Universidad de Standford. A través de esta metodología, que significa “investigar la investigación”, se busca estudiar los métodos, reporte, reproducibilidad, evaluación e incentivos de la investigación 3. Aunque este concepto es aplicable a toda la ciencia, ha existido un importante énfasis en biomedicina, considerando que esta área lidera de forma notable la producción científica global 3. Distintos investigadores han apoyado y reproducido esta metodología, identificando brechas en el conocimiento potencialmente corregibles, para promover la calidad de la evidencia producida en medicina, sobre todo en aquellos estudios con diseños de la más alta calidad, como ensayos controlados aleatorizados y revisiones sistemáticas 4,5.
Sin embargo, basados en observaciones particulares, autores colombianos idearon la iniciativa de adaptar esta metodología en la evaluación de la evidencia en cirugía, considerando particularidades del método científico, que derivan de la práctica quirúrgica 6. Incluso, uno de los argumentos es la existencia de guías de reporte de estudios específicos para cirugía 7. Por ejemplo, distinto a las guías estándar, la guía STROCSS para el reporte de estudios observacionales en cirugía, manifiesta en algunos de sus puntos, la descripción obligatoria de consideraciones pre, peri y postoperatorias, tipo y control de calidad de la intervención quirúrgica, sujetos que realizan la intervención, desenlaces específicos, etc; los cuales son esenciales en la valoración y reproducibilidad de resultados quirúrgicos 7.
Como ejemplo del impacto que posee este tipo de análisis, un estudio reciente que utilizó sistemáticamente esta metodología valoró la calidad de las revisiones sistemáticas sobre intervenciones quirúrgicas de forma global, haciendo uso de la herramienta AMSTAR 2. De 141 revisiones incluidas, el 89,4 % (n=126) obtuvieron una calidad críticamente baja; esencialmente, el compromiso de la calidad se debió a la falta de registro de protocolos, razones de exclusión de estudios, diseño de búsqueda sistemática, descripción detallada de las intervenciones, definición del riesgo de sesgo e interpretación de los resultados 8. Conocer estos puntos, son fundamentales para el diseño y la ejecución de futuros estudios, en pro de mejorar progresivamente la calidad de la evidencia quirúrgica, ya que estos errores se pueden corregir.
En Colombia, se describió el panorama de la investigación quirúrgica nacional 9,10, no obstante, la aplicación de la meta-investigación quirúrgica para valorar objetivamente la calidad metodológica, de reporte o reproducibilidad de estudios en cirugía, es un nicho novedoso del que se desconoce mucho. Es interesante y pertinente, la creación de líneas o grupos de investigación dedicados a este campo, que sirvan como apoyo para complementar y evaluar constantemente la calidad de los estudios en cirugía que se realizan en el país. De esta forma, se implementaría la interdisciplinariedad que muchos autores apoyan 11, para fortalecer las brechas que posee la investigación médica.