1. Introducción
De acuerdo con el Report of the United Nations Forum on Sustainability Standards (2013), los Estándares Voluntarios de Sostenibilidad (EVS), son normas que especifican un conjunto de requisitos relacionados con una amplia gama de asuntos de sostenibilidad. Entre ellas se incluyen lineamientos relacionados con el respeto por los derechos humanos, la salud y la seguridad de los trabajadores, los derechos laborales, los impactos ambientales y el relacionamiento con las comunidades, entre otros. Este compendio de requerimientos es impuesto por fabricantes, productores y empresas de comercio al por menor de países desarrollados a proveedores de productos en países en desarrollo. Por tanto, se destacan como un instrumento de gobernanza que impacta el comercio internacional (Marx et al., 2015).
Brandi (2016), plantea que estos asuntos sociales y ambientales recogidos en gran parte en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas demandan soluciones urgentes. Frente a estos requerimientos, el autor propone la necesidad de establecer nuevos modelos de negocios que sean sostenibles en sus operaciones, en las que se contemplen acciones para reducir los impactos ambientales y sociales de la producción y articular la visión de sostenibilidad a los socios comerciales a lo largo de la cadena de suministro, que contribuyan de forma decidida al cumplimiento de estos objetivos de desarrollo.
Los primeros desarrollos de los EVS con alcance global se centraron en los sectores agrícolas y silvícolas, así como la puesta en marcha de iniciativas que promueven el comercio justo. Su rápido crecimiento hace parte de una amplia tendencia en el sistema de gobierno del comercio internacional, que tradicionalmente se ha centrado en las leyes y normativas de los diferentes gobiernos y las disposiciones de las organizaciones multilaterales. Por ello, los EVS representan un movimiento hacia un sistema de gobernanza basado en los requerimientos de consumidores que presionan a las grandes cadenas de comercio al por menor para establecer criterios sociales y ambientales más estrictos a la producción de bienes, especialmente los que provienen de países en desarrollo (Abbott, 2012).
Para Tscharntke et al. (2015), las normas y certificaciones voluntarias de sostenibilidad ofrecen un mecanismo prometedor para mitigar los graves impactos negativos de la expansión e intensificación agrícola en la biodiversidad tropical. Esto contribuye a potencializar el valor de la biodiversidad de los sistemas agroforestales y la incursión en el mercado voluntario de la certificación que conduce a una producción más respetuosa con el medio ambiente (Sellare et al., 2020). En contraste, DeFries et al. (2017), destacan cómo los programas de certificación voluntaria se han convertido en un enfoque clave para promover cadenas de suministro sostenibles para productos agrícolas, debido a que proporcionan beneficios a los productores por adherirse a las prácticas ambientales y laborales establecidas, contribuyendo a beneficios de orden económico, social y ambiental.
En general, son múltiples los enfoques que se derivan del análisis de los EVS en el comercio internacional de bienes agroindustriales. Para contribuir al análisis de las múltiples perspectivas y al desarrollo conceptual del campo, el artículo tiene como objetivo identificar cuáles son las principales dimensiones de análisis en los EVS en el comercio internacional de bienes agroindustriales. Con este fin, se propone un análisis de contenido de una muestra de documentos identificados mediante ecuaciones de búsqueda.
2. Metodología
2.1 Identificación de los documentos
La identificación y análisis de documentos científicos en el campo de los EVS en el desarrollo del comercio internacional agroindustrial se realizó mediante la técnica de análisis de contenido (Elo & Kyngäs, 2008), de documentos científicos publicados entre el 2002 y el 2020 en las bases de datos SCOPUS e ISI Web of Science. Se tomaron estos años por considerarlos el período de desarrollo del campo en la producción de documentos científicos y se seleccionaron estas bases de datos como fuente de información al ser validadas por su calidad científica en el contexto internacional. Para la recopilación de los documentos, se utilizó una ecuación de búsqueda con los términos: voluntary, sustainability, standards, certification, sustainable development, comerce, agricultural certification, fair trade, supply chain, globalization, governance, international trade, environmental economics, stakeholders, private governance y sustainable production.
A partir de los resultados se configuró un corpus de 263 documentos científicos. Con esta muestra, se realizó el procesamiento de indicadores en el software SciMAT, permitiendo la elaboración de un mapa de superposición y un mapa estratégico de campo que describen la producción. En esta primera fase se depuró el contenido de los documentos seleccionados, lo que dio lugar a la segunda parte del análisis.
Luego de la elaboración de los indicadores, se realizó el análisis de contenido de los artículos seleccionados en los softwares Apache Stanbol y Atlas.ti, permitiendo identificar las cinco dimensiones analíticas de los EVS en el comercio internacional de bienes agroindustriales. Para desarrollar cada una de las dimensiones identificadas, se seleccionaron 62 artículos que permitieron su caracterización a partir de los criterios de visibilidad e impacto de los autores, revistas y artículos.
2.2 De los indicadores a las dimensiones analíticas de los EVS
El análisis de los resultados se divide en dos acápites. En el primero se describen los indicadores construidos a partir de la configuración del corpus de artículos científicos y de palabras claves o descriptores de cada uno de ellos. En el segundo acápite se presentan las dimensiones analíticas identificadas en el contenido del corpus científico.
El análisis inicia con la presentación del mapa de superposiciones y el mapa estratégico. El mapa de superposiciones describe las medidas de estabilidad del campo de los EVS entre 2002 y 2020 y se encuentra dividido en seis subperíodos, que permite identificar el cambio en el número de descriptores, o palabras claves, a lo largo del tiempo analizado. Cada uno de los círculos del mapa representa un período de estudio y su número es el total de descriptores. A lo largo de la ventana de observación se tiene un incremento de 19 a 1.011 descriptores. El número de descriptores compartido entre cada período (valor en la flecha horizontal), destaca cómo entre 2002 y 2010 no se compartieron descriptores, dinámica que cambió a partir del 2011 cuando se pasó de 36 descriptores a 100 en 2014 y posteriormente a 232 en 2017 (Figura 1).
El índice de similitud de descriptores entre períodos (valor del paréntesis), muestra un incremento de 17% en 2010 a 31% en 2020. Este valor señala el grado en que se asemejan los descriptores temáticamente. A mayor índice, mayor similitud entre los términos. Para el campo de los EVS, el índice es relativamente bajo, lo que indica una baja relación entre los términos a lo largo del período. Esto también se puede interpretar como una amplia gama de términos que no guardan relación semántica. Las flechas en diagonal que ingresan a cada círculo en la figura 1, describen el número de descriptores nuevos en cada período. En este aspecto, se observa un incremento sostenido a partir de 2008 hasta el 2020. Respecto a los descriptores que salen en cada período (flecha diagonal que sale de cada círculo) se observa una dinámica similar a la de los términos que ingresan, la cual se caracteriza por ser creciente y sostenida entre 2008 y 2020. Este comportamiento de ingreso y egreso de términos refleja una baja consolidación de términos en la comunidad académica asociada al campo de estudio y a su vez, una amplia gama de relaciones con otros temas de estudio que reflejan interdisciplinariedad en el campo.
Para analizar la relación entre los descriptores, los temas y el campo de estudio de EVS, se elabora un mapa estratégico de descriptores. Este espacio bidimensional se construye a partir de la centralidad y densidad de los descriptores de los artículos seleccionados según los promedios de citas de cada descriptor. La centralidad mide la fuerza de interacción de una red de descriptores con otras redes. Al respecto, este indicador mide la fuerza de los lazos externos de los descriptores con otros temas, indicando la importancia de un tema con relación al desarrollo del campo de estudio analizado (Callon et al., 1991) (Figura 2).
En contraste, la densidad mide la fuerza interna de la red de descriptores. Este indicador mide la fuerza de los lazos internos entre todos los descriptores que dan forma al campo de investigación (Callon et al., 1991). El cuadrante I, describe los temas con mayor centralidad y densidad, esto significa que son los descriptores de mayor desarrollo del campo y lo estructuran. Para los EVS los temas motores más relevantes son desarrollo sostenible, sostenibilidad, países en desarrollo, aceites vegetales, caucho, comercio, gestión forestal, gestión del agua y aplicación de la ley.
El segundo cuadrante presenta los descriptores con alta densidad pero baja centralidad, por tanto, son los temas sólidos dentro del campo, pero con bajos vínculos externos, en consecuencia, son especializados que se convierten en marginales al campo al no tener capacidad de desarrollo con temas externos como, por ejemplo, mecanismos basados en el mercado, agricultura por contrato, modelos de comportamiento o mercados. El tercer cuadrante concentra los descriptores de baja centralidad y densidad, por tanto, son temas marginales que no se conectan al tema central o a temas externos al campo como, por ejemplo, comercio de biocombustibles e inversión extranjera directa.
El cuarto cuadrante se concentra en los descriptores con mayor centralidad pero baja densidad. Estos se interpretan como descriptores potenciales para el campo de estudio por su relación con temas externos pero que aún no se han consolidado en su interior. Por tanto, son temas promisorios para el campo, como normas laborales, innovación social o comunidades sostenibles.
El análisis del mapa de superposición y el mapa estratégico describe las principales características de la estructura conceptual del campo del conocimiento de los EVS. Al respecto, se destacan distintos rasgos interdisciplinarios que develan las posibilidades analíticas con relación a las distintas dimensiones de abordaje para su comprensión. En la siguiente sección se presenta el resultado del análisis de contenido que permitió la identificación de cinco dimensiones analíticas de los EVS en el comercio internacional de bienes agroindustriales, a saber: Dimensión de aproximación teórica; Dimensión de promotor del comercio internacional de alimentos; Dimensión de incentivo para la producción de biomasa y productos forestales; Dimensión de estímulo al comercio justo; Dimensión de limitantes de los EVS.
3. Resultados y discusión
3.1 Dimensión de aproximación teórica
Asegurar el consumo y la producción sostenible es uno de los principales pilares de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Tanto el consumo como la producción sostenible pueden ser soportados a través de procesos de regulación de los estados nacionales. Sin embargo, frente al rápido desarrollo de mercados, los sistemas regulatorios privados voluntarios contribuyen de forma más efectiva a la sostenibilidad a través de un mecanismo de regulación que se adapte de mejor forma a las dinámicas cambiantes de los mercados (MacGregor et al., 2017).
Respecto a los sistemas regulatorios privados voluntarios, Green (2013) y Wagner (2020), afirman que los EVS son una forma de autoridad empresarial por la cual los productores y comercializadores persuaden a otros consumidores y proveedores al reconocimiento de dicha autoridad y legitiman el desarrollo de un conjunto propio de reglas, estándares o prácticas y su operatividad.
Green (2013) y Ascui et al. (2020), aseguran que los EVS contienen un amplio y diverso grupo de instrumentos que incluyen certificaciones (lideradas especialmente por organizaciones no gubernamentales), el desarrollo de códigos de conducta empresariales, o normas éticas, y las normas de origen geográfico que identifican las características deseables de los productos cuando se producen en una región determinada. En este orden de ideas, Surmeier (2020), sugiere que el aprendizaje entre empresas certificadas gracias al cambio de prácticas de adquisición permite el fortalecimiento de cadenas de suministro locales, mediante el desarrollo de capacidades de gestión empresarial.
Según Vifell y Thedvall (2012), las dificultades de los estados nacionales para hacer frente a fenómenos transnacionales como la degradación ambiental y las bajas condiciones laborales internacionales, crean la oportunidad para el surgimiento de nuevas normas de autorregulación, las cuales son emitidas por institutos de normalización que emiten certificaciones o estándares “voluntarios”. Estas certificaciones se establecen como un nuevo sistema de incentivos, que, desde los mecanismos propios de mercado, sea capaz de influir en las decisiones de producción de las empresas hacia procesos productivos más sostenibles con el medio ambiente y los contextos sociales donde operan.
Wagner (2020), sostiene que los EVS abarcan principalmente tres dimensiones de acción: (a) la base normativa de los gobiernos, (b) el contenido sobre los requisitos sociales y ambientales específicos de cada uno de los estándares, y (c) la cobertura de mercado del estándar y el potencial de crecimiento de la iniciativa. Asimismo, plantea que una característica clave de los EVS es su rigor, el cual depende del grado de cumplimiento que deben tener los proveedores para acceder a la posterior certificación, la gestión y las prácticas específicas para ello y las formas como se auditan, verifican y certifican estos procedimientos.
Loconto y Santacoloma (2014), afirman que las EVS son un sistema de reglas o características con criterios sociales y ambientales sobre un producto o un proceso productivo que no poseen un carácter obligatorio vinculante. Sin embargo, son utilizadas voluntariamente por productores, distribuidores, minoristas y consumidores como mecanismo normativo que regula las transacciones comerciales a nivel internacional.
En efecto, Le Polain-De Waroux et al. (2016), aseguran que la globalización económica ha aumentado el riesgo de desplazar la actividad productiva a los llamados “paraísos de la contaminación” y que, ante esto, las formas tradicionales de gobierno ambiental centradas en la acción del estado y las organizaciones multilaterales, han perdido parte de su capacidad para promover la sostenibilidad a escala global. Por ello es necesario un nuevo enfoque de política comercial a nivel internacional que integre el cumplimiento de objetivos no comerciales (como la protección ambiental o la protección de los derechos laborales, tal y como los contempla el Sistema Generalizado de Preferencias de la Unión Europea), que garantice un comercio global más sostenible.
Este hecho ha permitido, tal como lo afirman Marx et al. (2017), que el desarrollo de EVS con mayores niveles de aplicación de las disposiciones laborales y ambientales en los acuerdos comerciales en los que los mecanismos de supervisión y auditoría de EVS están acreditados y son independientes, coadyuven al cierre de las brechas regulatorias y agreguen credibilidad a las disposiciones comerciales. Debido a este fenómeno los EVS, como procesos de certificación, se encuentran en aumento constante especialmente en los productos agroindustriales ya que los consumidores, ubicados en su mayoría en países desarrollados, están dispuestos a pagar primas adicionales al precio de los productos que tengan la certificación (Minten et al., 2018).
Surmeier (2020) y Bernzen (2013), manifiestan que la sostenibilidad en todos los ámbitos requiere el cumplimiento de normativas y estándares. Al respecto, destacan la importancia de una cadena de suministro sostenible, coordinada por empresas líderes que comprendan cada una de las actividades necesarias para desarrollar un producto o servicio desde su concepción, la producción y el posconsumo.
3.2 Dimensión de promotor del comercio internacional de alimentos
El desarrollo de los EVS se ha caracterizado por una tendencia creciente y dinámica en el comercio internacional de alimentos. Milder et al. (2015), plantean que el mayor uso de los EVS se encuentra en el aseguramiento de la cadena global de estos bienes. Estos estándares han experimentado un rápido crecimiento, incluso en productos agrícolas tropicales como el cacao, el café, el aceite de palma y la soja. Sellare et al. (2020), afirman que las organizaciones de la industria agrícola, las cuales tienen los mayores impactos al medio ambiente y su conservación, deben adoptar una forma innovadora en el diseño de procesos eficientes de producción, en el desarrollo de nuevos productos “verdes” y en la integración de nuevos métodos de gestión y comercialización que respondan de forma asertiva a la reducción de estos impactos ambientales.
Respecto al crecimiento del uso de estos estándares, Henders et al. (2015), argumentan cómo el incremento en el uso de los EVS está asociado con la creciente complejidad e impacto de las cadenas de suministro globales. De igual forma, plantean que en general los sistemas agroalimentarios pueden estar vinculados a mayores y considerables niveles de daño social y ambiental y por ello, son más susceptibles del establecimiento de estándares de sostenibilidad.
Tayleur et al. (2017), sostienen que la industria agroalimentaria presenta una mayor dinámica en el número de registros de tierras de cultivo bajo normas que conducen a la certificación y promueven la sostenibilidad. De igual forma, aseguran que dichos esquemas se han adoptado en 133 países y que las tierras de cultivo bajo alguna forma de certificación voluntaria cubrieron el 1.1% de la superficie agrícola mundial, registrando una tasa anual de crecimiento del 11% entre 2000 y 2012. Los autores sostienen que las materias primas comercializadas con mayor intensidad en el mercado mundial agroalimentario (como el café, el cacao, el té y el aceite de palma), tienen al menos el 10% de su área de producción globalmente bajo certificación en algún estándar de sostenibilidad voluntario.
Por su parte, Plassmann (2018), sostiene que existen dos tipos de estándares voluntarios para la industria de alimentos. El primer tipo fomenta la inserción de las mejores prácticas que permitan a los productores obtener mayores beneficios sociales, ambientales y económicos de su producción. El segundo tipo establece una visión de ciclo de producto donde, a través de la medición de las huellas de carbono, se estima el nivel del impacto climático de los productos agrícolas y su cadena de suministro.
En cuanto al rol de los incentivos y las barreras para los pequeños productores agrícolas, Vermeulen y Dengerink (2016), plantean cómo los EVS desempeñan un papel importante en la creación de señales de mercado en el comercio internacional. Los autores destacan el caso del té producido y exportado desde la India, donde observaron las diferencias de desempeño comercial entre proveedores de té certificados y no certificados. En este segmento, los productores certificados tienen un mejor desempeño económico y producen mayores beneficios ecológicos y sociales con relación a los productores no certificados. En este mismo sentido, Partzsch y Kemper (2019) afirman que los programas de certificación voluntaria en productos como el algodón, prometen garantizar la sostenibilidad de su producción.
En cuanto a la elaboración de bienes como el café y el cacao, Millard (2011), asegura que su productividad se ve afectada en gran medida por la salud de los ecosistemas circundantes. Este hecho permite que se presenten incentivos “naturales” en el diseño de procesos productivos que contemplen el cuidado y la protección de los paisajes boscosos que rodean este tipo de cultivos, generando una mayor armonía entre los procesos de conservación de la biodiversidad y las necesidades económicas de los productores.
3.3 Dimensión de incentivo para la producción de biomasa y productos forestales
En cuanto a la aplicación de EVS en la producción y comercio global de productos forestales y biomasa, su estructura mantiene rasgos similares con los elementos planteados para la industria de alimentos. Las biomasas presentan niveles importantes de afectación al medio ambiente tanto desde su producción y consumo como en su posconsumo. Por ello, la implementación de EVS es una garantía de producción forestal y de biomasa sostenible que minimice los impactos al medio ambiente.
De acuerdo con Lamers et al. (2016), diversas organizaciones de carácter no gubernamental han creado organismos privados que establecen normas y estándares cuyo propósito es reconocer de forma oficial a las empresas y los propietarios de tierras que practican la “gestión forestal sostenible”. Con este mismo enfoque, Van Heeswijk y Turnhout (2013), sostienen que los productos forestales en madera reciben una mayor atención por parte de instituciones de normalización, incluidos los gobiernos, las asociaciones comerciales y las instituciones de certificación. Precisamente, Garret et al. (2019), afirman que los compromisos de “cero deforestación” son un tipo de iniciativa de sostenibilidad voluntaria que las empresas adoptan para señalar su intención de reducir o eliminar la deforestación asociada a la fabricación de sus productos que comercializan a nivel internacional.
Moser et al. (2014), advierten que el enfoque de la política de la Unión Europea emplea una amplia variedad de estándares de certificación voluntaria bajo esquemas novedosos de gobierno híbrido. Con el cambio de las economías basadas en la extracción de petróleo a las economías basadas en la producción de biomasa, la demanda mundial de este producto y el comercio están creciendo. Esta reconversión podría transformarse en una amenaza para la seguridad alimentaria global. Por esta razón, y tal como lo expresan Sellare et al. (2020), los EVS aún no contemplan los aspectos relacionados con la seguridad alimentaria, por lo cual no se desarrollan criterios prácticos para su abordaje ni mucho menos formulan indicadores claves de desempeño que midan los resultados de estas iniciativas.
3.4 Dimensión de estímulo al comercio justo
El comercio justo representa un esquema muy específico de EVS orientado al desarrollo de relaciones comerciales equitativas que den garantía de la sostenibilidad de la oferta, especialmente de productos agroalimentarios en mercados locales e internacionales y cuenta con unas características muy definidas que lo hacen uno de los estándares con mayor dinamismo en el mercado internacional. Frente a esta definición, Ruben y Zúñiga (2011) y Anderson (2018), manifiestan que este tipo de EVS garantiza a los pequeños productores en países en desarrollo un precio de venta mínimo, que cubra sus costos de producción y medios de vida.
En cuanto al desarrollo de las iniciativas de comercio justo, Welford et al. (2003), afirman que la mayor globalización de los mercados exige mayor transparencia y disponibilidad de información sobre las políticas de las empresas sobre la gestión de la cadena de suministro y el comercio. Por tal razón, los autores aseguran que el comercio justo podría proporcionar a las empresas una nueva estrategia competitiva basada en estándares éticos orientados al consumidor, a través de una estrategia de diferenciación que pueda mejorar su competitividad.
Actualmente las certificaciones de comercio justo se aplican a la comercialización de una variedad de productos. Steinrücken y Jaenichen (2007), expresan que estas certificaciones han encontrado un interés cada vez mayor entre los consumidores. Según Naegele (2020), más allá de la responsabilidad social y las preocupaciones de imagen, los productores pueden usar la etiqueta de comercio justo como una forma de segmentar el mercado y aprovechar la mayor disposición a pagar del consumidor por un producto con esta certificación. En este sentido, diversas organizaciones de comercio justo se orientan a mejoras en las condiciones de trabajo y de vida en los países en desarrollo por medio de certificaciones.
Igualmente, tal como lo sustenta Naegele (2020), el comercio justo puede aumentar la capacidad de los pequeños productores en países en desarrollo a adaptarse y ser más resistentes al cambio climático. Los autores sugieren que el comercio justo afecta la capacidad de adaptación de dos formas: primero por el mayor volumen de ingreso disponible, que luego puede invertirse parcialmente en medidas de adaptación, en segundo lugar, al aumentar el intercambio de conocimientos técnicos gracias al mayor acceso a redes internacionales que permiten una adaptación más eficiente. Raynolds (2012), sostiene que el comercio justo establece e incorpora criterios éticos de producción en los mercados internacionales, donde los esquemas de certificación garantizan que las condiciones sociales y ambientales de producción, especialmente en países en desarrollo, excedan los mandatos legales y las normas de la industria.
3.5 Dimensión de limitantes de los EVS
En el análisis de los EVS como sistema de incentivos para adoptar prácticas sostenibles en la producción de alimentos, productos forestales y biocombustibles, se identifica que, a pesar de sus beneficios, estas iniciativas asumen una serie de limitantes que impiden que los EVS se consoliden definitivamente como una herramienta eficaz para garantizar un comercio global más sostenible. En este sentido, Reinecke et al. (2012) y Sellare et al. (2020), sostienen que el creciente número de EVS para gobernar el comercio internacional presenta un número mayor de estándares que persiguen objetivos generales compartidos y similares que generan un “mercado de estándares” saturado, que a su vez conlleva a mayores tensiones comerciales entre productores y consumidores.
Byerlee y Rueda (2015), afirman que a pesar del fracaso generalizado de las políticas e instituciones dirigidas por los estados para frenar la deforestación y proteger los derechos sobre la tierra, el sector privado hace énfasis en los estándares voluntarios para certificar la sostenibilidad de sus productos. Sin embargo, plantean que, a pesar de este importante paso, los EVS tienen unas restricciones dada su naturaleza voluntaria, las limitaciones de la demanda y al concentrarse en los pequeños agricultores.
Asimismo, Goetz (2013), plantea que, para el sector de los biocombustibles, el carácter impreciso y voluntario de los EVS, así como la falta de mecanismos efectivos de compensación y sanción proporcionan una protección insuficiente a los ecosistemas y las comunidades potencialmente impactadas por estos proyectos productivos. Para abordar estos retos, empresas, comercializadores e instituciones certificadoras que desarrollan EVS, deberán llevar a cabo una recopilación más rigurosa de datos espaciales de las diversas zonas críticas en biodiversidad y un análisis más detallado de los alcances e impactos existentes.
Ponte (2014), advierte que los EVS tienden a discriminar más fácilmente a los productores en función del tamaño y su localización geográfica. Un ejemplo de ello es la producción de café proveniente de África, donde la implementación de EVS y su posterior certificación podrían mejorar sus medios de vida. Sin embargo, como lo plantean Latynskiy y Berger (2017), los incentivos de la certificación se diluyen debido a que los pequeños agricultores que presentan bajos niveles de producto deben cooperar y buscar la certificación bajo un esquema grupal de productores. No obstante, Corvaglia (2016), coincide en definir cómo el uso de los EVS no está exento de críticas y preocupaciones, en particular con respecto a sus implicaciones legales internacionales, a pesar de que estos estándares y etiquetas proporcionan información importante sobre los proveedores y orientación junto con el proceso de adquisición.
3.6 Discusión
La identificación de las cinco principales dimensiones de análisis en los EVS en el comercio internacional de bienes agroindustriales permite un acercamiento conceptual al campo del desarrollo productivo y competitivo del sector. Sin embargo, el refinamiento del análisis a través de estas dimensiones da cuenta de los múltiples retos y la incertidumbre que se genera entre productores en el contexto internacional, toda vez que la participación en el mercado estaría mediada por la capacidad de las empresas del sector para responder a los requerimientos de consumidores e instituciones certificadoras.
Al respecto, si bien se presentan limitantes para los pequeños productores, es necesario reconocer el alto impacto que los EVS generan a nivel de mitigación del impacto ambiental, requerimientos laborales y los significativos aportes a la sostenibilidad en el sector agroindustrial. Esta dualidad entre la adopción y su alcance permite comprender los EVS en términos de desarrollo social, económico y ambiental para consumidores y productores.
Por parte de los consumidores, las exigencias de un mayor detalle sobre el origen y las características del proceso de producción lleva a establecer mayor rigurosidad en el diseño de los EVS. Para los productores en cambio, el establecimiento de EVS lleva a la incorporación de requerimientos que los adscribe a procesos y prácticas de transparencia en sus cadenas de suministro que puede estimularlos a no participar del intercambio comercial y con ello de no alcanzar mayores cuotas de mercado en contextos donde la información es considerada como relevante para el consumo, como ocurre en el sector agroindustrial.
4. Conclusiones
La identificación de las principales dimensiones del desarrollo de los EVS en el comercio internacional de bienes agroindustriales y el posterior análisis de indicadores, señala que este campo de estudio muestra un comportamiento emergente en las publicaciones científicas a nivel internacional. Los resultados del análisis de contenido de este cuerpo de artículos, muestra una tendencia creciente en el uso y aplicación de los EVS como forma de gobierno en el comercio global, especialmente en productos alimenticios, forestales y aquellos que provienen de biomasa para la generación de combustibles. Este acentuado crecimiento responde en gran medida a que la rápida globalización hace cortos los esfuerzos regulatorios de los gobiernos nacionales por proveer un comercio ético que se preocupe por asuntos sociales, ambientales y económicos (comercio justo).
Por tal razón los EVS, como mecanismo puro de mercado, entran a asumir un rol de gobierno que busca integrar estos requerimientos que cada vez son más exigidos por grupos de consumidores especialmente en países desarrollados. Otro hallazgo del análisis se encuentra relacionado con el alcance de los EVS, pues a pesar de la masificación en su uso, su efectiva implementación aún presenta limitaciones.
Estas restricciones provienen especialmente de la excesiva proliferación de estándares, su naturaleza voluntaria que no tiene un carácter aglutinador y los altos costos de implementación, que impiden incluir efectivamente a los pequeños productores en países desarrollados. Igualmente, se ha demostrado que las normas privadas sólo compensan de forma parcial las debilidades que estructuralmente han mostrado las instituciones públicas en garantizar un comercio sostenible.
Uno de los elementos clave identificados es el reconocimiento del comercio justo como un conjunto de estándares y certificaciones que integran factores de equidad en el comercio internacional. Estos certificados buscan garantizar a los pequeños productores en países en desarrollo un precio de venta mínimo y por lo tanto justo, que les permita competir en igualdad de condiciones con otros productores.
En general, el análisis realizado da cuenta de las múltiples dimensiones analíticas y prácticas de los EVS en el mercado agroindustrial a nivel internacional, lo cual se constituye en un amplio conjunto de posibilidades para el desarrollo de futuras líneas de investigación, desde perspectivas como la productiva, la regulatoria, de abastecimiento o de gestión.
A futuro, el desarrollo del tema podría enfocarse en la profundización de dimensiones como: la promoción de comercio internacional de alimentos, la producción de biomasa y productos forestales, el comercio justo y las formas de gobierno privado. Para ello, las investigaciones futuras podrían identificar las principales categorías analíticas que permitan ampliar el campo de estudio de los estándares voluntarios, con el objeto de analizar el marco normativo adecuado en sectores asociados a la producción agroalimentaria sostenible y en la identificación y aplicación de prácticas que propicien producciones sostenibles en la industria alimenticia.