Introducción
Esta revisión historiográfica aborda los principales textos, tendencias y tipos de problemas en la Historia de la Locura y de la Psiquiatría en Colombia. El texto se divide en tres temáticas. La primera es un recuento de las principales corrientes teórico-metodológicas en Occidente sobre la institucionalidad, la práctica y la formación del saber psiquiátrico, a partir de la historia tradicional, apologética y de los prohombres de ciencia. La segunda es la perspectiva crítica del fenómeno socio-cultural y político de la locura, así como de la epistemología y la historia conceptual de los síntomas de los trastornos mentales. La tercera presenta un balance de estas corrientes en Colombia, sobre el surgimiento del interés por la historia en las introducciones de las primeras tesis de psicopatología de las facultades de medicina a finales del siglo XIX y principios del XX, así como de los primeros artículos que reseñaron el devenir de la medicina mental en revistas científicas del país.
El inventario de artículos resultados de investigación, tesis doctorales, trabajos de maestría y de pregrado se focaliza principalmente en las ciudades de Bogotá D.C., Medellín, Cali, Bucaramanga y Cartagena, lo cual muestra la ausencia de estudios sobre Historia Institucional, Terapéutica y Sociocultural de la Locura, y la Psicopatología en otras regiones del país.
Los trabajos se ordenaron de modo cronológico y se analizaron según sus objetivos y metodologías, de tal modo que pudieron agruparse en cuatro líneas de investigación: 1) Etnopsiquiatría y cultura psi, 2) Biopolítica, higiene y medicalización, 3) Historia social, y 4) Historia de la salud.
El consolidado final es un aporte que permite reconocer perspectivas, tipos de fuentes y potenciales problemas de investigación. Sin embargo, se evidencian vacíos temáticos que se proponen en las conclusiones como líneas futuras de trabajo en el ámbito nacional.
Historiografía tradicional o de bronce
La historia de la psiquiatría se inscribe en dos corrientes principales en el mundo occidental: la tradicional o de bronce, y, la perspectiva crítica. La primera está constituida por los trabajos realizados exclusivamente desde la clínica por parte de médicos y psiquiatras, entre los años treinta y cincuenta (Sacristán 2005, 11). Según Rafael Huertas (2012), predominaron revisiones historiográficas y reflexiones metodológicas de origen sajón, en las que solo se tuvieron en cuenta aportes publicados en lengua inglesa, criterio que produjo una visión reduccionista y de etnocentrismo científico. Estas "ofrecen una visión cómoda, confortable y, en cierto modo, 'heroica' del pasado que tuvo, como objetivo fundamental, la legitimación científica y social de la medicina mental y de sus profesionales" (Huertas 2012, 13-14). En esta postura coinciden revisiones historiográficas realizadas para el caso de México (Sacristán 2005), Argentina (Stagnaro 2006) y Brasil (Venancio y Facchinetti, 2016). Este tipo de historia se produjo cuando estos profesionales de la salud se desempeñaron como jefes de pabellón y de consulta externa, director de manicomio o de hospital psiquiátrico. Según lo señala Cristina Sacristán (2005, 11):
[...] posiblemente la conciencia de saberse miembros de una élite científica ligada a la administración pública y a la profesionalización de la psiquiatría, los condujo a indagar el pasado para encontrar un lugar en él. Sin decirlo de manera explícita, algunos sienten que hicieron o están haciendo historia; por eso, después de reseñar la evolución histórica de la especialidad hacen una semblanza de sí mismos, de su contribución personal o de la institución a la que pertenecen, llegando así hasta el presente.
Es así como, en la tradición de la historia de la psiquiatría colombiana, se registra el discurso clínico y administrativo de los médicos de los asilos, así como tesis de medicina y artículos científicos, en los cuales, al referirse a las causas de la locura y de la degeneración de la raza, plantearon condiciones históricas, antropológicas y sociológicas para fundamentar sus explicaciones etiológicas. En particular las tesis doctorales en Medicina, de finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, incluyeron una introducción o reseña de los orígenes de la psicopatología, estudiada hasta la época de sustentación.
En las primeras publicaciones predominaron los géneros de la semblanza, reseña histórica y psicografías de personajes notables de la cultura, la política y la medicina; escritura cultivada desde 1942 con Anales Neuropsiquiátricos del Frenocomio de Mujeres de Bogotá1, editada por Edmundo Rico Tejada2 en colaboración con Luis Jaime Sánchez.3 En esta publicación se destacaron los que llamaron médicos escritores y, asimismo, aparecieron los primeros ensayos de historia de la especialidad. En particular los textos de Humberto Rosselli quien, en 1948, obtuvo el título de médico con la tesis La Medicina en la Independencia de Colombia, temática sobre la que publicó varias entregas. De hecho, es reconocido por su compilación en dos volúmenes de la Historia de la psiquiatría en Colombia (1968), en los que ordenó y amplió reseñas presentadas en diversos congresos y revistas médicas desde 1949.
Rosselli es uno de los autores de principal referencia en este campo en Colombia y se destaca también en Latinoamérica. Así lo refieren Carlos Rojas, Néstor Portilla y Sergio Villaseñor (2002, 62), quienes publicaron una revisión que da cuenta de la asimilación, traducción y circulación en castellano de los principales autores de la psiquiatría clásica y moderna; asimismo, sobre la creación de las cátedras de clínica psiquiátrica y enfermedades nerviosas, que propiciaron la constitución de la psiquiatría como especialidad médica. Estas fueron iniciadas en Río de Janeiro (1887) por Nuno de Andrade, Buenos Aires (1888) por José María Ramos Mejía, Santiago de Chile (1891) por Augusto Orrego Luco, Sucre (1898) por Carlos Alberto Arteta, La Habana (1907) por José Antonio Valdés Anciano, Montevideo (1912) por Bernardo Etchepare, Medellín (1914) por Juan B. Londoño, Bogotá (1916) por Miguel Jiménez López (Bogotá) y Lima (1916) por Hermilio Valdizán.
Historiografía crítica o revisionista
Esta corriente surgió en los años sesenta y setenta. Propuso un abordaje más amplio e interdisciplinario desde las ciencias sociales (Historia Social, Antropología, Sociología, etcétera) y, según Huertas (2001, 12), se dio relevancia a los análisis externalistas4, que asumen la locura y la práctica psiquiátrica desde presupuestos sociales y culturales, más allá de una visión iatrocéntrica5 o reduccionista a la disciplina y autoridad médica.
En la perspectiva crítica se reconocen tres tendencias historiográficas: la primera, se interesa por el orden y desorden psiquiátrico, en cuanto a los espacios de la locura, la institucionalización de la marginación del enfermo mental y las contradicciones del tratamiento moral en la dinámica y funcionamiento del manicomio. Se destacan los trabajos de Michael Foucault (2007, 2009), Erving Goffman (2009), Thomas Szasz (2006) y Robert Castel (1980).
La segunda, es la relación Historia, Medicina y Sociedad, en la que Huertas incluyó el aporte de Lanteri-Laura Georges sobre la cronicidad de la psiquiatría, por encargo de la revista de la escuela de Annales que, en su auge, influyó en el surgimiento de la Historia Cultural y Social; así como en la compilación de la Nueva Historia de la Psiquiatría publicada por Jacques Postel y Claude Quétel en 1987, que tiene el sello de la propuesta de la Nouvelle Histoire de la tercera generación de la escuela de Annales de la década del setenta (Huertas 2001, 24).
La Historia Social de la Medicina, como tal, se atribuye a Henry Sigerist (1951, 1961), continuada por sus discípulos Erwin Ackerknecht (1993) y G. Rosen (1974). Posteriormente, se publicaron los trabajos de Roy Porter (1989) y de Andrew Scull (2013). De acuerdo con Huertas (1999, 8), en esta perspectiva se inscribe Edward Shorter (1999), quien arremete contra la historia de los sectarios,
[...] que han hecho de esta materia un castillo de arena que cuadrara dentro de sus ideologías [...] los historiadores fanáticos se han apoderado de la historia de la psiquiatría para ilustrar cómo sus fantasmas favoritos personales -sea el capitalismo, el patriarcado o la propia psiquiatría- han convertido a los que protestan en enfermos, encerrando en los manicomios a aquellos que desafiaban el orden establecido [...]. Los hijos de los años sesenta insistían en que los psiquiatras y sus instituciones carcelarias no nos conducían hacia el 'progreso'.
En la perspectiva de Historia de los Síntomas de los Trastornos Mentales, representada por German Berrios, -quien fundó en 1989 junto a Roy Porter la revista History of Psychiatry-, se destaca la Escuela psicopatológica de Cambridge, la cual plantea el modelo de convergencia entre la perspectiva histórica, clínica y cuantitativa para la recalibración de la semiología psiquiátrica. De este modo, según Berrios (2008, 27),
Por ejemplo, cuando se enfrenta con un delirio, el clínico desea conocer la historia de los términos 'equivalentes' en los idiomas pertinentes (etimología histórica y comparativa), de las conductas y cambios cerebrales que intervinieron (paleontología conductual), y de las teorías y conceptos (historia conceptual). Para completar esta tarea el clínico debe conocer las presentaciones actuales de los síntomas, su incidencia y prevalencia y las características estructurales (análisis clínico), y, finalmente, estar informado de las mediciones (psicometría).
Por otra parte, la Red Iberoamericana de Historia de la Psiquiatría6 fue creada en el marco del XIV Congreso de la Sociedad Española de Historia de la Medicina, realizado en Granada en 2008, con el apoyo del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic). En 2001, la Red creó la revista Frenia, la cual publicó 11 volúmenes hasta 2011, en la que se difundieron contribuciones de diversas regiones de Iberoamérica y Europa.
En Iberoamérica se destacan otras revistas en las que se publican aportes de historia de la psiquiatría, tales como: Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia, creada en 1948 y editada por el Csic; la revista Dynamis. Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque Historiam Illustrandam, editada desde 1981 en cooperación con las universidades de Granada, la Autónoma de Barcelona, la de Cantabria y Miguel Hernández; asimismo, la revista Manguinhos - História, Ciências, Saúde, editada en Brasil desde 1994 por la Casa de Oswaldo Cruz/Fiocruz; la Revista Latinoamericana de Psicopatología Fundamental, editada desde 1998 por la Associação Universitária de Pesquisa em Psicopatologia Fundamental, adscrita a la Pontifícia Universidade Católica de São Paulo.
Si bien en Colombia no existe una revista especializada en Historia de las Ciencias y en particular de la Psiquiatría; los avances de esta con respecto de sus antecedentes en Psicopatología y Terapéutica, así como de sus precursores, se encuentran en la Revista Colombiana de Psiquiatría, editada desde 1964 por la Sociedad Colombiana de Psiquiatría, aunque fundada en 1961; de igual forma se encuentra una producción dispersa en revistas de la disciplina histórica y, en general, de las ciencias humanas y sociales, así como de la salud.
Balance historiográfico
Los trabajos en Historia de la Psiquiatría en Colombia se caracterizan por tener delimitaciones institucionales locales y regionales, principalmente en los departamentos de Cundinamarca y Antioquia, debido a que tuvieron mayor tiempo de funcionamiento y centralización de la atención de pacientes remitidos de otros departamentos.
Asimismo, se encuentran trabajos dedicados a la fundación y funcionamiento de otras instituciones psiquiátricas, como el Asilo Psiquiátrico San Isidro y posterior Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle del Cauca, estudiados en tres trabajos de pre-grado, como son el de Julio Arbeláez y Enrique Pérez (1983), Diana Orejuela (2014), y Mateo Montes (2016). Por otra parte, en Bucaramanga, sobre el Instituto Psiquiátrico San Camilo, presentado por Eide Escobar (2009); y en Cartagena, la transición del antiguo pabellón de alienados del Hospital de Santa Clara al Hospital Sanatorio de San Pablo estudiada en la monografía de Kenny Maturana y Alcides Terán (2013).
La elección de las fuentes se basó en resultados de investigaciones contemporáneas, presentadas desde 1983. Esta selección se ha hecho luego de una búsqueda de fuentes históricas correspondientes al periodo delimitado. Su organización, selección y sistematización fue sometida a la confrontación y discusión con las ya mencionadas cuatro líneas de investigación: 1) Etnopsiquiatría y cultura Psi, 2) Biopolítica, higiene y medicalización 3) Historia de la salud, 4) Historia social.
Etnopsiquiatría y cultura psi7
En la perspectiva de la Antropología médica, se encuentra la investigación Salud y Medicina Tradicional en Colombia, desarrollada entre 1973 y 1976 por el Instituto Colombiano de Antropología. Esta se enmarcó en la Etnopsicología y Psicología Transcultural que busca comprender "las concepciones y prácticas que las comunidades no-occidentales tienen para definir y curar los problemas de salud mental [...] y que por lo general riñen con las concepciones y prácticas oficiales (las de la psiquiatría occidental)", en palabras de Carlos Pinzón y Rosa Suárez (1992).
El proyecto se delimitó en la ciudad de Bogotá y cubrió 15 hospitales psiquiátricos o con atención psiquiátrica. Según Pinzón y Suárez (1989, 91-115), el trabajo se realizó en dos dimensiones complementarias: la cuantitativa, para lo cual se realizó un muestreo estadístico, y, la cualitativa, con trabajo etnográfico en los patios y pabellones de los hospitales, para observar la cotidianidad y sus conflictos. De los resultados, derivaron dos artículos en coautoría en los que indagaron por tres historias que se cruzan, como es la de la formación del saber psiquiátrico y su institucionalidad, en relación con la situación y experiencia vivida por los propios pacientes; así como la trama locura y resistencia cultural.
En una perspectiva afín a la anterior, se conformó la Red de Etnopsiquiatría y Estudios Sociales de Salud-Enfermedad, creada en 2002 pero con trabajos iniciales desde 1994, como un espacio interdisciplinario e interinstitucional, coordinado por el grupo Antropología Médica (1997) de la Universidad de los Andes.
Entre las líneas afines de la Red, se encuentra la de Memoria Social de la Locura, la cual "estudia la genealogía y contextos de producción y uso de diagnósticos y tratamientos sobre la locura; además, se detiene en el análisis de las concepciones sobre el sufrimiento psíquico, desde una perspectiva histórica y sociocultural a través del tiempo", según Suárez y Uribe (2012).
En este sentido, el antropólogo Carlos Uribe, coordinador de la Red, acude a una paráfrasis de Marcel Mauss, en su Ensayo sobre el don, para afirmar que "las enfermedades mentales parecen ser un ejemplo de 'fenómenos totales', caracterizados por una compleja dialéctica que involucra lo biológico, lo psicológico y lo sociocultural, todo dentro de un tejido de representaciones culturales sobre el cuerpo, la subjetividad, el género, la enfermedad, la experiencia y, en general, la realidad" (2000, 346).
De esta Red se destaca una serie de trabajos de Uribe (1997; 1998; 1999a y b; 2000) en torno a las relaciones magia y locura, violencia simbólica y enfermedad mental. Asimismo, sobre la clasificación de los "síndromes culturales psiquiátricos", tales como esquizofrenia, delirios, psicosis y otros trastornos asociados al ámbito moral y social.
El trabajo de Olga Cruz (2006), en igual sentido, aborda la historia de la locura en el Nuevo Reino de Granada durante el siglo XVIII, a partir de la teoría humoral de la época y de los documentos judiciales en archivos coloniales. Plantea que las enfermedades mentales tuvieron más importancia "por las implicaciones sociales de las conductas que se derivaban de dichas patologías, que por el interés mismo en la entidad clínica y en el paciente". Actualmente, está terminando su tesis doctoral en Historia sobre el delirio en este mismo periodo.
De igual forma, en 2008, María Ospina, presentó su trabajo de maestría sobre la relación entre género y enfermedad mental a través de la etnografía de narrativas dolientes, que privilegiaron el punto de vista de las pacientes en la Clínica de Nuestra Señora de la Paz en Bogotá, mediante un proceso de inmersión como investigadora y paciente al mismo tiempo. Este trabajo estuvo precedido del contexto histórico del Asilo de Locas de Bogotá en la primera mitad del siglo XX, cuyas fuentes se ubicaron en informes médicos que reposan en el Archivo General de la Beneficencia de Cundinamarca (2006). Asimismo, derivó en un trabajo posterior sobre la medicalización del sufrimiento y el mercado farmacéutico en el capitalismo biomédico, a través de la experiencia de la referida clínica de mujeres (2011).
Por otra parte, en esta perspectiva de Historia Cultural de la Locura, el trabajo de maestría en Historia de Diana Rodríguez (2013), abordó la locura entendida como un pasaje pintoresco de la vida diaria de la ciudad, que puede observarse a través de las categorías de representación y de estereotipo de personajes locos en Bogotá, entre 1850 y 1930, a través de la prensa, revistas, crónicas, dibujos y fotografías de la época.
Así, en cada ciudad aparecen relatos de periodistas y escritores sobre chiflados, locos, orates, bobos, entre otros, que perviven en la memoria de la cultura popular, como los reseñados por Rosselli (1968) y en los referidos trabajos de Orejuela sobre Cali (2014); Maturana y Terán sobre Cartagena (2013); y Escobar sobre Bucaramanga (2009).
Un aporte desde la integración de las metodologías del arte para la interpretación de fenómenos de exclusión, se encuentra en la tesis de maestría en Estudios Artísticos, presentada por Meira del Busto (2016), sobre fotografía de archivo como elemento que permite construir memorias subalternizadas, en particular el caso del fotolibro "Jaula" publicado por Diane Witlin y el psicoterapeuta José Gutiérrez, obra pionera en la historia de las prácticas artísticas dentro de un contexto psiquiátrico en Colombia. Esta investigación creativa produjo el audiovisual llamado "Feminidades anómalas: el asilo de locas de Bogotá".
Biopolítica, higiene y medicalización
En esta línea hay trabajos que hacen alusión al debate de la decadencia de la raza y se refieren a la locura de forma tangencial como una de las consecuencias de la modernización social. Es el caso del trabajo de Zandra Pedraza, inscrito en la antropología histórica, que desde 1996 abrió un camino de estudios críticos sobre esta controversia científica en Colombia, en relación con las estrategias de eugenesia, -discurso que estará muy presente en los inicios de la psiquiatría en Colombia-.
Asimismo, la investigadora analizó las visiones del progreso y la felicidad que, en cuanto a un estado mental ideal, fueron promovidas a partir de las hiperestesias o intensidades de la actividad interior sobre las emociones, inteligencia, sentimientos, ideas y pasiones en los ámbitos íntimo, familiar, social y público; y, en efecto, la preeminencia de la corporeidad como recurso central para la formación de un sujeto moderno y el establecimiento de un orden social en Colombia, entre 1830 y 1990 (Pedraza, 2011).
Por otra parte, se destaca el trabajo de Sandra Castañeda (2004), en el que abordó la emergencia de las tecnologías de normalización en el país, en particular los dispositivos manicomiales y los peritajes jurídico-psiquiátricos, en el marco del discurso degeneracionista, a finales del siglo XIX y XX.
Igualmente, se incluyen los aportes de Carlos Noguera (2003) en torno a la relación que se estableció entre medicina y política, con respecto a la higiene y la eugenesia promovida como estrategias de normalización y medicalización para la prevención de la degeneración física, mental y moral, en la primera mitad del siglo xx en Colombia.
Por otra parte, en Antioquia, se destacan dos trabajos pioneros: el primero, de Claudia Zuleta y Patricia Mora (1993), quienes realizaron la clasificación y descripción del archivo de historias clínicas del Hospital Mental de Antioquia8, desde 1903 hasta 1930, en la línea de Historia de la Cultura Material, adscrita al grupo Historia Moderna de América: Dominación, Resistencia y Creación Cultural de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL)-Sede Medellín, coordinado por Luis Miguel Córdoba.
El segundo es el trabajo de Claudia Montagut (1997) sobre la formación del discurso psiquiátrico en Antioquia, que se caracterizó por tres campos de despliegue: la política como problema social del loco; la moral, el control de sus comportamientos; y la antropología-biología, como la conceptualización natural y eugenista de la criminología; trabajo orientado en la línea de Políticas y prácticas de subjetivación y gubernamentalidad del grupo Narrativas Modernas y Crítica del Presente, coordinado por el profesor Alberto Castrillón.
En esta última línea se inscribe la tesis de maestría en historia de José Felipe Silva (2012), en torno a tres fenómenos en los que confluyen lo orgánico, lo psíquico y lo cultural: la corporeidad de la locura en la que, a su vez, se constituye una subjetividad negada dentro de un espacio positivado de contención de lo otro, en tanto desviación y anormalidad.
En esta perspectiva, se destaca la línea de Historia de la medicalización del grupo Producción, Apropiación y Circulación de Saberes - Procircas de la UNAL-Se-de Medellín, coordinado por Jorge Márquez Valderrama, quien ha publicado trabajos sobre normalización y biopolítica en psiquiatría y salud mental (2014; 2015), así como la orientación de tesis doctorales en este campo, como la de María Vásquez, presentada en la Universidade Federal de Santa Catarina (2015), que comprendió las condiciones discursivas e institucionales que permitieron la apropiación del concepto de degeneración, sus filiaciones teóricas y los dispositivos para clasificar y evaluar la población de Colombia desde finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
De igual forma, se vinculó la tesis doctoral de la que se deriva el presente balance historiográfico, sobre alienismo tardío9, psicopatología e higiene mental en la modernidad colombiana (Gutiérrez 2018), de la que se han publicado avances acerca de la teoría de la degeneración y etiología en las primeras tesis sobre psicopatología en Colombia (Gutiérrez y Márquez 2017); la caracterización sociodemográfica, nosológica y terapéutica de la primera década de servicio del Asilo Psiquiátrico San Isidro de Cali (Gutiérrez 2015); así como la ortopedia mental o paidopsiquiatría de la corrección de menores en Antioquia (Gutiérrez y Silva 2016); la asociación entre pobreza y locura como enfermedades sociales en los asilos de Cundinamarca y Antioquia (Gutiérrez y Márquez 2014), y un trabajo inicial sobre poder psiquiátrico y formas clínicas en el Manicomio Departamental de Antioquia (Gutiérrez y Marín 2012).
Corresponde a esta línea el trabajo de Maestría en Historia de Manuela Barrios (2018), sobre los actos de peritaje y las sentencias de procesos civiles y penales, hallados en el Archivo Histórico Judicial de Medellín, en los que se determinó el estado mental de un individuo, para conocer las conceptualizaciones de la locura en Antioquia a finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.
A este trabajo le sigue, igualmente, el de Erika Giraldo (2018), que plantea una crítica a la historia de los procesos de medicalización y normalización de la infancia según el movimiento de Higiene Mental, la intervención médico-pedagógica y psiquiátrica en las instituciones de protección de la infancia, a partir de la obra intelectual y los trabajos realizados por el médico Eduardo Vasco Gutiérrez, promotor de la práctica Clínica de orientación infantil (CGC) en Colombia, entre 1930 y 1970.
En este campo se encuentra la tesis de doctorado en Historia de Abel Martínez (2015) como una crítica a la biopolítica y eugenesia atribuida al debate de la degeneración de la raza, considerado "la mayor controversia científica de la intelectualidad colombiana", a partir de 1916 cuando Miguel Jiménez López dicta la Cátedra Inaugural de Patología Mental en la Facultad de Medicina de la UNAL - Sede Bogotá, que titula La Locura en Colombia y sus Causas, se concentra en la década del veinte cuando se produce el gran debate nacional, las conferencias, las publicaciones y los artículos sobre el tema. En esta se sustenta que esta teoría se difundió mediante una retórica de la exageración de las estadísticas de enfermedades físicas y mentales, asimismo critica que no existieron bases científicas de eugenesia ni de una biopolítica en el discurso degeneracionista colombiano.
Historia de la salud
En cuanto a esta perspectiva, se encuentran dos líneas que aportan al respecto: la primera, es la de Historia de la Locura y la Psicopatología en Colombia del grupo interuniversitario Historia de la Salud (GHS)10, que inició en 1998; y, la segunda, es la de Prácticas y Representaciones sobre Salud, Enfermedad y Terapéuticas del grupo Procircas, UNAL - Sede Medellín, relacionado en la segunda línea sobre Biopolítica, Higiene y Medicalización.
Del primer grupo (GHS), se encuentra el trabajo de Álvaro Cardona (2002), que hace un recorrido, a grandes rasgos, desde el siglo XVII hasta el XX, en el que plantea que "las explicaciones somáticas y psicosociales de la enfermedad mental han sido asumidas alternativamente durante todo el período por alienistas y psiquiatras, determinando diferentes tipos de enfrentamientos al tratamiento de la locura, sin llegar a un acuerdo definitivo".
Se reseñan los trabajos de Álvaro Casas (2008) sobre la relación entre el desarrollo urbano, la migración -consecuencia del proceso de industrialización- y el surgimiento de los primeros establecimientos de contención de la locura, intervenida como un problema de orden público. Asimismo, el proyecto Nosología Psiquiátrica y Enfermedad Mental en Antioquia, Siglos XIX y XX (2013), el cual se basó en la clasificación de los diagnósticos de las historias clínicas del antiguo Manicomio Departamental de Antioquia.
Esta última investigación tuvo como antecedente el proyecto de depuración del archivo clínico pasivo del Hospital Mental de Antioquia, para su posterior entrega en custodia al Laboratorio de Fuentes Históricas de la UNAL-Sede Medellín, efectuado entre 2007 y 2008. Este fue realizado por Mirta Gómez (2008), el cual consta de una muestra de historias clínicas digitalizadas hasta 1930, una base de datos en Excel de la información de los expedientes, así como un informe de inventario y caracterización del contenido del archivo.
En esta misma línea del GHS, se publicó un estudio de Diego Duque y Gladys Quiceno (2011) sobre el alcoholismo como enfermedad social y los primeros diagnósticos de psicosis alcohólica en el Manicomio Departamental de Antioquia, entre 1900 y 1930, así como los diferentes enfoques clínicos y los recursos disponibles para su tratamiento.
Se incluye también, la investigación de Manuela Barrios (2012), la cual analizó un caso de locura documentado en el municipio de Amalfi, Antioquia, en 1908, las formas de clasificación de las enfermedades mentales en la época y algunos referentes del reconocimiento social de la locura. Este trabajo, como se vio, tuvo continuidad en un trabajo de Maestría en Historia con una delimitación espacial y temporal más amplios, así como un corpus documental mayor.
Al anterior le sigue el trabajo de Susana Rodas y Héctor Llano (2012), en el que realizaron un acercamiento a las historias clínicas del Manicomio Departamental de Antioquia en las tres primeras décadas del siglo XX, con el fin de conocer la evolución institucional y terapéutica de la psiquiatría en este departamento.
Se destaca la tesis doctoral de Juan Lopera (2016), orientada por el Grupo de Historia de la Salud y vinculada al grupo El Método Analítico y sus Aplicaciones en las Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia (UdeA), que discute los antecedentes del concepto técnico de salud mental definido por la OMS, que se remontan al Movimiento de Higiene Mental de la primera mitad del siglo XX, en relación con una acepción más amplia, con la salud psíquica, entendida como sabiduría práctica.
Del mismo grupo GHS, se orientó el trabajo de grado en Historia de Alejandro Arroyave, quien se propuso examinar los procesos de interdicción en Antioquia entre 1886 y 1936, hallados en el Archivo Histórico Judicial de Medellín, para comprender las relaciones y tensiones entre familia, peritos y juristas en el momento de objetivar a la demencia, para declarar la incapacidad de determinados actos de la vida civil y, por tanto, privar de la administración de su persona y bienes.
Por otra parte, el grupo Historia Moderna y Contemporánea de la UdeA, inscribió el trabajo de Ana Cadavid (2011) que, como la mayoría de trabajos, se basó en las historias clínicas de la transición del Manicomio al Hospital Mental, entre 1930 y 1970, para comprender las relaciones entre el significado de la locura, las transformaciones en el discurso clínico y el funcionamiento institucional.
El grupo Procircas, realizó en 2012 el Seminario Problemas de Filosofía e Historia de las Ciencias, con Sandra Caponi, investigadora invitada de la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil), quien orientó las conferencias: Locos y degenerados: una genealogía de la psiquiatría ampliada, y, Morel, Magnan, Kraepelin, la teoría de la degeneración, trabajos incluidos en un libro homónimo del primer título (Caponi 2012).
El GHS organizó la Jornada Académica "Perspectivas históricas de la Salud Pública y la Psiquiatría en América Latina", en el marco del VIII Congreso Internacional de Salud Pública (2013), en la Facultad Nacional de Salud Pública (FNSP) de la UdeA. En alianza con el grupo Procircas, de esta jornada surgió la iniciativa de conformar la Red Colombiana de Historia de la Salud Mental, la cual se vincularía a las actividades de la Red Iberoamericana. Una vez creada la nueva Red se realizaron el Primero y Segundo Encuentro de la RCHSM, en 2014 y 2016, en la FNSP, UdeA. En el último, Olga Cruz ofreció la conferencia central sobre Perspectivas teóricas y metodológicas de la línea de Memoria social de la locura, perteneciente a la referida Red de Etnopsiquiatría.
La RCHSM organizó el Seminario de autor: Norberto Aldo Conti (2014), psiquiatra e investigador de la Asociación de Psiquiatras Argentinos, quien orientó las sesiones sobre Historia de los trastornos afectivos, Epistemología e Historia de la Clínica, e Ideología y locura. Por último, la RCHSM y el GHS organizaron el Ciclo de conferencias Historias de locura, psicopatologia y medicina legalH, en el Auditorio de la Biblioteca Central de la UdeA, en 2015. De esta trayectoria surgió la programación de sesiones permanentes para presentar avances y resultados en este campo de saber histórico.
Historia social
En este campo se destaca el trabajo resultado de la tesis doctoral de Estela Restrepo Zea (2011), adscrita al grupo de Historia Social y de la Cultura de la UNAL, obra que dedica el último capítulo a los asilos de indigentes, de locos y locas que pertenecieron a este hospital, el cual se titula "La perdutta gente: sombríos, taciturnos y pesarosos 1860-1885". En este aporta precisiones sobre el origen de los primeros establecimientos de asistencia social para esta población enajenada, en los programas de la Beneficencia de Cundinamarca.
El grupo Historia social de la UdeA orientó el trabajo de Adriana González (2004), con el cual empezó su incursión a los archivos institucionales, expedientes judiciales, historias clínicas e informes médicos, sobre los tratamientos psiquiátricos y psicológicos en la transición del Manicomio al Hospital Mental, que se inscribe en el contexto de las políticas higienizantes y excluyentes del proyecto modernizador.
Al anterior le siguió el proyecto de historia institucional y terapéutica del Hospital Mental de Antioquia, en conmemoración de sus 125 años, (1875-2003), coordinado por Luciano López (2007)), cuyo propósito fue entender la forma como surgió la estigmatización social, que afecta de diversas formas la cobertura y prestación de los servicios de salud mental.
En la Maestría en Historia, que soporta este grupo de investigación, se presentó el trabajo de Dina Herrera (2015) sobre la formación, discurso y trayectoria del médico alienista Lázaro Uribe Cálad, director del Manicomio Departamental de Antioquia durante 26 años, desde 1920 hasta 1946, a partir del cual se indagó por la nosología y tratamiento en el modelo alienista o manicomial, asimismo, en el contexto de modernización urbana y de mentalidad civilizatoria de la época.
De igual forma, el trabajo de Alejandra Vanegas (2015, 7), tuvo como fuentes las historias clínicas del Manicomio Departamental e inicios del Hospital Mental, entre 1935 y 1965, en el que abordó la enfermedad psíquica como un objeto elaborado culturalmente, "es decir no como un hecho natural, sino como una realidad que se construye en la interacción social cotidiana, por medio del lenguaje y las prácticas".
La Red Internacional de Historia Social, de la que hace parte el referido grupo de la UdeA, en alianza con la Universidad Autónoma Metropolitana de México, editaron un número temático de la revista Trashumante con el título "Historia social de la psiquiatría en América Latina" ( N.° 5, 2015), el cual reunió trece artículos sobre este campo, presentados por integrantes de redes de estudios sociales y culturales de los saberes psi de Iberoamérica, incluyendo las mencionadas anteriormente.
Conclusiones
De acuerdo con la historiografía actual, se destaca que la psiquiatría latinoamericana "es mestiza, social y crítica. Acepta el núcleo temático común con el resto de la psiquiatría mundial, pero lo ubica y busca su expresión patoplástica en nuestro contexto histórico y cultural" (Rojas, Portilla y Villaseñor 2002, 65). Esta revisión comparte perspectivas y tendencias con la historiografía de la psiquiatría en Europa y España, construida por Huertas (2001; 2012) y similar al orden de las líneas configuradas en México por Sacristán (2005), que van desde la historia tradicional, hacia la historia profesional objetiva y hasta la historia social y cultural; secuencia que también se sigue en Argentina por parte de Stagnaro (2006) y en Brasil por Venancio y Facchinetti (2016).
El presente balance permitió agrupar la producción historiográfica en cuatro líneas de investigación que tienen amplia trayectoria en Colombia: 1) Etnopsiquiatría y cultura psi, con enfoques de la antropología médica e histórica, y de la construcción simbólica de la salud-enfermedad mental; 2) Biopolítica, higiene y medicalización, según el método arqueo-genealógico de las prácticas, instituciones, saberes y discursos de este campo histórico, con una tendencia hacia la asimilación de las ideas de la degeneración, la eugenesia, la normalización y medicalización, el positivismo y la medicina legal; 3) Historia social, en la que inscriben trabajos de historia institucional, nueva historia política, de la medicina y de la ciencia; y 4) Historia de la salud, también comparte enfoques de la historia social, en particular orientados hacia la salud pública y la salud mental, la historia de la clínica y de la nosología psiquiátrica.
En cuanto al mayor interés que presenta la segunda línea, este fenómeno de alteridad, normalización y administración de la vida de los individuos que debían ser objeto de intervención en defensa del orden público y moral, tienen una marcada tendencia a partir de Foucault, en cuanto a los dispositivos disciplinarios y de control11, biopolítica12, y gubernamentalidad13, como una nueva mirada que trasciende más allá de la historia de las políticas oficiales de la institución psiquiátrica y jurídica.
Sin embargo, de acuerdo con Huertas (2011), es preciso señalar que no se trata de una investigación que reduzca su metodología al paradigma foucaultiano del poder y el control psiquiátrico, debido a que sus principales críticas apuntan a que resultan trabajos descontextualizados y muy especulativos, que aparecen con un talante contestatario atribuido a una supuesta antipsiquiatría, sin suficiente evidencia empírica que compruebe sus afirmaciones y, asimismo, porque estos suelen dejar de lado las bases económicas y políticas de las distintas formas de marginación y de control social.
Las investigaciones presentadas en Bogotá no tienen suficiente incursión en el archivo de historias clínicas e informes médicos del sistema de asilos psiquiátricos de la Beneficencia de Cundinamarca, al igual que no han estudiado los registros de los manicomios de otros departamentos. De igual forma, las investigaciones realizadas en Medellín no han interrogado los archivos de la capital del país, a donde, entre 1850 y 1950, era remitida la mayoría de atacados de perturbación mental e indigentes de diferentes regiones y municipios con convenios interadministrativos con la Beneficencia de Cundinamarca, incluido el Manicomio de Bermejal en Medellín y el Asilo de San Isidro en Cali.
Por otra parte, es recurrente, principalmente en Antioquia, utilizar la clasificación de las historias clínicas por medio de bases de datos y estadísticas, para dar cuenta de la nosología, la terapéutica y los tipos de diagnóstico en la población, según las correlaciones entre la procedencia, sexo, edad, raza, estado civil y ocupación. Sin embargo, los trabajos producidos hasta el momento no profundizan lo suficiente en tres contenidos de las historias clínicas que son significativos en la presente investigación, a saber, el Certificado médico, el espacio de Observaciones y la Historia clínica del enfermo" (con un su único o varios ingresos); de estos tres tópicos se resaltan los relatos de los comportamientos, creencias y concepciones sobre los hechos ocurridos en la cotidianidad privada (familiar) y en el espacio público. Estos relatos condujeron a la remisión del loco o del indigente por parte de la familia o de las autoridades, así como a la declaración del tipo de tratamiento médico y de contención.
En comparación con la tradición de los grupos y redes de historia de la psiquiatría en Iberoamérica, en Colombia están por producirse investigaciones desde la perspectiva de los pacientes y sus testimonios documentales, textos, voces e imágenes de la locura que, a su vez, incluyan el arte y la psicopatología de la expresión; tampoco existe un notable interés por la historia del psicoanálisis y de las psicoterapias, así como la relación Psiquiatría, Sexualidades y Género.
Para futuras investigaciones, se propone el análisis de contenidos y de discurso de la revista Anales Neuropsiquiátricos del Frenocomio de Mujeres, publicada en Bogotá desde 1942 hasta 1960, así como de la Revista Colombiana de Psiquiatría, editada desde 1964 y actualmente vigente, con el fin de agrupar tendencias epistemológicas, prácticas, corrientes y escuelas en la disciplina psiquiátrica moderna en el país.
A modo de prospectiva, en la época actual de los Diálogos y Acuerdo de Paz del Estado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Farc (2012-2017), surge el interés por investigar los efectos del conflicto en la salud mental de las víctimas, pero estas iniciativas son incipientes y no han profundizado en la historia de la locura y de la psiquiatría en la época llamada de la Violencia política (1946-1966) en la que se enfrentaron a muerte liberales y conservadores, episodio que dio origen a los grupos insurgentes, y de autodefensas y paramilitares. De igual forma, estudios retrospectivos que indaguen sobre las consecuencias y el daño psíquico de la guerra interna en la historia reciente de la segunda mitad del siglo xx hasta las primeras décadas del XXI.
***