INTRODUCCIÓN
Hay un gran número de experiencias anómalo/paranormales (EAP) relatadas por enfermeros1–3, y médicos4,5, que consisten en apariciones, extrañas “coincidencias”, visiones del lecho de muerte y otros fenómenos anómalos, a veces relatadas por los pacientes5,6, y otras veces por enfermeras en el entorno hospitalario7. Por ejemplo, hay visiones de la aparición de parientes ya fallecidos que vienen a ayudar a los pacientes terminales que proporciona consuelo. a ellos mismos y a sus familiares. Otros describen ver luces asociadas a sentimientos de amor y compasión y amor, cambios en la temperatura ambiente, relojes que se detienen en la casa en sincronía con la muerte de un pariente hospitalizado, relatos de nubes, vapores, y formas alrededor del cuerpo del paciente terminal, y aves, moscas o animales que aparecen y luego desaparecen8,9. En un estudio reciente con enfermeras7, encontramos que el 54% indicó haber tenido estas experiencias, pero no estaban asociadas al estrés laboral. Sin embargo, aquellos que las tuvieron indicaron una propensión a alucinar combinado con un alto nivel de absorción psicológica (alto grado de concentración en las tareas) en comparación con aquellos enfermeros que no reportó ninguna experiencia.
El estudio más reciente de O’Connor3, llevó a cabo una investigación con enfermeras de terapia intensiva que sugiere que para estas experiencias no son raras ni sorprendentes, incluso entre profesionales en cuidados paliativos9,10. Hoy día muchas personas mueren en hospitales, donde, por desgracia, las enfermeras no tienen ni el tiempo ni la capacitación para tratar adecuadamente este aspecto tan importante como es el proceso de morir. Imhof11, señala que, puesto que el proceso de morir no se enseña como parte de la formación en enfermería y no forma parte de los estudios médicos, el proceso de morir es ignorado por quienes atienden en hospitales con pacientes terminales, de modo que las experiencias que ocurren alrededor del momento de la muerte en general rara vez se reportan6,12. Otras experiencias, tales como oír voces, llamados, llantos o quejidos en salas vacías, sensación de presencia, funcionamiento anómalo de equipos o instrumental médico o equipos que se encienden y apagan, no están relacionados con un paciente específicamente, sino que ocurren en el edifìcio y varias o una enfermera es testigo, esto es, en una sala o en un pasillo en particular del hospital3,13. Uno de los problemas asociados a tales experiencias es que no hay estudios con enfermeras sobre las posibles variables psicológicas relacionadas. Sin embargo, hay numerosos estudios que sugieren posibles correlaciones entre la frecuencia de estas experiencias con el estrés ocupacional de las prácticas de enfermería, y la propensión a la alucinación y la absorción psicológica (involucramiento o concentración en las tareas) como variables que podrían modular el estrés.
Dado que los profesionales en salud mental tienden a definir estas experiencias como síntomas de enfermedad, las opiniones y las experiencias de las enfermeras parecen ser particularmente importantes. Millham et al14, observaron una prevalencia de alucinaciones auditivas en enfermeras psiquiátricas. El 84% de las 54 enfermeras que respondieron a su cuestionario, describieron experiencias de tipo alucinatorias. Hay estudios que demuestran la existencia de alucinaciones en la población general15–18, pero ninguno que haya examinado la prevalencia de alucinaciones auditivas en enfermeras de salud mental, que son los trabajadores que más frecuentemente tienen contacto con personas que escuchan voces. Una variable potencialmente relacionada con las experiencias anómalo/paranormales en enfermeras podría ser el estrés laboral. El estrés se define por lo general desde una perspectiva “percepción-respuesta-demanda”19–21, de modo que una situación de sufrimiento es más perjudicial para las enfermeras, y estrechamente relacionado con el ausentismo del personal y problemas de salud22–24.
De hecho, la enfermería ofrece una amplia gama de potenciales factores de estrés en el lugar de trabajo, ya que es una profesión que requiere alto nivel de habilidad, trabajo en equipo en una variedad de situaciones, y prestar atención en todo momento –lo que a menudo se conoce como “trabajo emocional”25. French et al.26, identificaron nueve factores de estrés hospitalario que afecta a las enfermeras, uno de los cuales es tratar con la muerte: los pacientes terminales y sus familias (para una revision, ver27; Rabkin28. De hecho, hay evidencia que vincula las experiencias alucinatorias con eventos estresantes específicos, como la pérdida de un cónyuge29–31, situaciones potencialmente mortales, como los accidentes mineros32, operaciones militares33, y ataques terroristas34,15–16.
Una variable de interés en este contexto es la absorción, esto es, la capacidad de enfocar la atención exclusivamente en algún objeto (incluyendo la imaginación) y disociarse de los eventos que distraen. Se refiere a un estado de implicación imaginativa en el que las capacidades atencionales de un individuo se enfocan en un dominio conductual, excluyendo el procesamiento explícito de información en otros dominios35, por ejemplo, escuchar música en un concierto, invlucrarse viendo una película, el recuerdo vívido que trae visitar ciertos lugares familiares, sentirse inmerso en la naturaleza o en el arte, recordar experiencias pasadas con mucha claridad y vividez, y alta capacidad para imaginar. En otras palabras, puntajes elevados de absorción indican la capacidad de inhibir momentáneamente el testeo de realidad, incluso tener experiencias paranormales, como tener experencias de encuentro con apariciones36, y ver el aura37–39. Pero la capacidad de absorción, por sí sola, puede no ser suficiente; tal vez la gente requiere tener una motivación o necesidad de la experiencia de absorción, así como una situación adecuada para inducir factores de estrés en el lugar de trabajo, como el entorno hospitalario. Irwin40,41, encontró que hay rasgos diferenciales en la necesidad de absorción en individuos con experiencias paranormales, y Glicksohn et al42, observaron que la absorción es un rasgo de la personalidad predisponente para tener experiencias alucinatorias, que sugiere que la absorción puede ser un factor para la experiencia para varios tipos de experiencias anómalas no patológicas.
Por otra parte, la esquizotipia se ha definido como “un constructo multifactorial de personalidad, cuyos aspectos parecen estar en un continuo con la psicosis”43. La esquizotipia positiva, que incorpora el pensamiento mágico y otras experiencias extrañas, tiene una asociación con las creencias religiosas y las experiencias espirituales; Por ejemplo, Wolfradt et al44, usaron un cuestionario de personalidad esquizotípica45, en la poblaciòn general y encontraron que estas experiencias estaban fuertemente relacionadas con la esquizotípia positiva. Esto sugiere que hay dos procesos disociativos, la absorción y la propensión a la fantasía, asociados con las experiencias anómalas. En el contexto de las experiencias paranormales, McCreery et al46, investigaron la relación entre las experiencias fuera del cuerpo y diferentes dimensiones de la esquizotipia. Parra37,38, encontró un mayor nivel de esquizotípia perceptiva cognitiva en individuos que afirman poder ver espontáneamente el “aura” o el campo energético de una persona, que aquellos que no tienen la experiencia. Posiblemente, estas personas tienen una vida imaginativa mucho más intensa. Parra et al47,48 también encontraron mayor nivel de esquizotipia y propensión a la alucinación que quienes no tienen tales experiencias. Williams et al49, propusieron que, para algunas personas, las creencias paranormales representan una defensa cognitiva contra la incertidumbre. En general, aunque los fenómenos paranormales, como la telepatía y ver el aura no se correlacionan con síntomas negativos de esquizotipia, sin embargo, existe una correlación significativa entre la experiencia fuera del cuerpo, la sensación de presencia y ver apariciones con los síntomas negativos, aunque sustancialmente más débiles que en los síntomas positivos.
El término empatía se refiere a la sensibilidad y comprensión de los estados mentales de los demás. Según Hogan50, la empatía es “el acto de construir para uno mismo el estado mental de otra persona” y para Hoffman51, “la respuesta afectiva más apropiada a la situación de otra persona que a la propia”. Como lo ilustran estas definiciones, el término empatía se ha utilizado para referirse a dos habilidades humanas relacionadas: la toma de una perspectiva mental (empatía cognitiva) y el intercambio vicario de emoción (empatía emocional).
Hay abundante evidencia en apoyo de empatía en enfermería (para una revisión ver52) cuya importancia en este contexto está relacionada con la actitud empática de las enfermeras para favorecer la adhesión del paciente al tratamiento. La empatía también es un predictor de la competencia clínica y precisión diagnóstica53,54 Aunque hay una aceptación general del vínculo positivo entre la empatía, los pacientes y la competencia clínica, todavía existen algunas inconsistencias entre la empatía y el bienestar de las enfermeras55. Por ejemplo, hay resultados controvertidos sobre las correlaciones entre empatía y estrés laboral56–57.
Algunos estudios indican asociaciones entre la empatía, la fatiga y la depresión de las enfermeras58. Hochschild59, señaló que la empatía, en las interacciones emocionales con los pacientes, mejora la satisfacción laboral de los enfermeros. Aunque la empatía es una de las dimensiones más mencionadas en la atención al paciente, todavía hay ambigüedades asociadas con este concepto. Sin embargo, no se encontraron estudios sobre empatía clínica y experiencias anómalas en enfermeras. En un estudio, Parra60, demostró que individuos de la población general que tienen experiencias paranormales tenían puntajes más altos de empatía, por lo que las personas que afirman tener tales experiencias parecen tener mayor capacidad para reconocer las emociones de otro (por ej. toque terapéutico, premoniciones, y ver el aura61. Además, hay una serie de experiencias anómalo/paranormales que parecen estar relacionadas –y a veces se confunden–con la empatía. Estas experiencias parecen involucrar rasgos necesariamente interpersonales (es decir, experiencias extrasensoriales) en lugar de características intra-personales como las experiencias fuera del cuerpo, premoniciones, recuerdo de las vidas pasadas o experiencias místicas. Tal vez la empatía funciona como una experiencia telepática en naturaleza, reforzándose recíprocamente. Parra60, sugiere que hay muchas personas empáticas que no son conscientes que lo son, pero aceptan que son en algun grado “sensibles” a los demás.
En base a estas afirmaciones, los objetivos del presente estudio son (a) determinar el tipo y grado de las experiencias anómalo/paranormales en enfermeras, y (b) relacionar tales experiencias estrés laboral y capacidad de absorción como una extension del estudio original de Parra et al7, y adicionar las variables propensión a la esquizotipia (en lugar de alucinación) y empatía con el paciente. Hipotetizamos que: (H1) las enfermeras que tienen experiencias anómalo/paranormales puntuarán alto en estrés laboral; (H2) tenderán a tener mayor tendencia a la esquizotipia, (H3) mayor capacidad de absorción, y (H4) mayor empatía que aquellos que no tienen tales experiencias.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio es de tipo descriptivo, comparativo y correlacional, de carácter cuantitativo, con diseño transversal, y tiempo de ocurrencia prospectivo. Se aplicó una técnica de muestreo no probabilística. El criterio de inclusion/exclusion fue que las enfermeras entrevistadas tuvieran al menos dos años en el hospital, y en el mismo tumo, mayores de edad y de ambos sexos. Se solicitó completar un consentimiento informado que garantizó el anonimato de las respuestas, asi como el permiso explícito del Hospital.
Participantes
De un total de 450 enfermeras de 36 hospitales y centros de salud de Buenos Aires, recibimos 344 cuestionarios completos (77%), a través de la cooperación de Area de Investigación y Docencia de los departamentos de Enfermería (los Jefes de Enfermería de cada hospital resultaron de invaluable ayuda), quienes nos dieron el permiso para realizar las entrevistas y administrar el conjunto de los cuestionarios. Todos los participantes firmaron un consentimiento informado. El Comité de Etica aprobó la metodología del presente estudio bajo la Resolución 187/16.
La muestra se dividió en dos grupos en base a las respuestas dadas por las enfermeras, aquella/os que respondieron SI a una de las trece preguntas de la Encuesta de Experiencias Anómalo/Paranormales en Enfermeras se las agrupó como enfermeras con EAP (Experiencias Anómalo/Paranormales). Esta muestra consistió en 235 enfermeras con experiencias, de las cuales 183 (78%) eran mujeres y 52 (22%) varones y el rango de edad era de 19 a 68 años (Media= 39,19 años, DT= 11,15). La antigüedad laboral promedio era de once años en hospitales (Rango= 1 a 48 años, DT= 10,52), de las cuales 39 (16,6%) operaban en el turno matutino, 51 (21,7%) y 45 (19,1%) en el turno nocturno (sólo 6 operaban en dos turnos, 2,6%). Sesenta y seis (31,8%) trabajaban bajo otras modalidades de turno, como franqueras (37, 15,7%) y fines de semana (29, 12,3%). Veintiocho (12%) no mencionaron turno. Las principales áreas eran: Sala (24,3%), Guardia (13,2%), Terapia Intensiva (22,1%), Neonatología (7,7%), otras (22,2%, por ej. ambulancias, cirugía, etc.). El 9% no respondió el área.
El segundo grupo “control” (sin experiencias), aquellas enfermeras que respondieron NO la misma encuesta, consistió en 109 enfermeras de las cuales 89 (81,7%) eran mujeres y 20 (18,3%) varones. El rango de edad era de 19 a 69 años (Media= 38,94 años, DT= 11,62). Las enfermeras obtuvieron una Media de 9 años en su trabajo (Rango= 1 a 39 años, DT= 8,97), de los cuales (19.3%) operaban en el turno matutino, 16 (14.7%) en el turno vespertino y 27 (24.8%) en el turno nocturno. Veintiocho (25,7%) trabajan en otras modalidades de turno, franqueras (15, 13,8%) y fines de semana (13, 11,9%). Dieciséis (14,7%) no mencionaron turno. Las principales áreas eran Sala (28,4%), Guardia (15,6%), Terapia Intensiva (16,5%), Neonatología (10,1%) y otros (18,1%, ambulancias, cirugía, etc.). El 11% no respondió el área.
Instrumentos
Encuesta de Experiencias Anómalo/Paranormales para Enfermeras. Originalmente proviene de un formato de entrevista en profundidad (in-depth interview) de cinco preguntas de respuesta libre, que se formulaba a médicos y enfermeras dentro de ámbito hospitalario, inspirada en estudios previos3;4;12;61. Contiene 13 ítems de respuesta dicotómica (SI/NO) e incluye un espacio para ampliar por escrito la respuesta del encuestado para recabar información acerca del tipo de experiencia (por ej. “En mi centro de salud fui testigo de eventos que escapan a mi comprensión, por ejemplo, oír ruidos extraños, voces o diálogos, llantos o quejidos, pero cuando fui a chequear la fuente de origen de tales sonidos, no encontré nada.”) El cuestionario también incluye datos tales como años de servicio, turno (mañana, tarde y noche), área hospitalaria (sala, guardia, cuidados intensivos, neonatología, y otros). Nombre de la institución (podía ser confidencial) y correo electrónico o teléfono fijo/móvil eran opcionales. Las preguntas también se pueden subdividir en dos tipos: Tipo 1: Enfermeras como receptoras (auditoras) de las experiencias de sus pacientes (por ej. una experiencia cercana a la muerte o una experiencia fuera del cuerpo) y de sus colegas (items 1, 2, 7, y 10), y Tipo 2: Enfermeras como testigos de experiencias anómalo/paranormales (items 3, 4, 5, 6, 8, 9, 11, y 12).
Maslach Burnout Inventory (MBI 62–64). Es un cuestionario de 22 ítems en el que se plantea al sujeto una serie de enunciados sobre los sentimientos y pensamientos con relación a su interacción con el trabajo. Se valoran en una escala tipo Likert que mide la frecuencia y la intensidad de cada una de las situaciones descritas en los ítems, posee 7 alternativas de respuesta, mediante adjetivos que van de (0) nunca hasta (6) diariamente. Incluye tres sub-escalas o factores referidos a las dimensiones que conforman el síndrome que son: (1) “Agotamiento Emocional” que refieren a la disminución o pérdida de recursos emocionales o describen sentimientos de estar saturado y cansado emocionalmente por el trabajo; (2) “Despersonalización” describe una respuesta fría e impersonal y una falta de sentimientos e insensibilidad hacia los sujetos objeto de atención, y “Realización Personal” describen sentimientos de competencia y eficacia en el trabajo y la tendencia a evaluar el propio trabajo de forma negativa y vivencia de insuficiencia profesional (puntuación baja indica des-realización). La fiabilidad interna del MBI63–64, es buena, con un coeficiente alfa de Cronbach= 0,75. Para este estudio se utilizó la versión chileno-argentina adaptada de la versión mexicano-española. La escala posee alta confiabilidad y test-re-test (Alfa = .91)65.
Tellegen Absorption Scale (TAS5). Está compuesta de 34 ítems, de respuesta dicotómica (Verdadero/Falso) que mide la frecuencia con que una persona se involucra en actividades que exigen atención y concentración. Está constituida por seis factores: Sensibilidad, Sinestesia, Expansión de la Cognición, Disociación, Recuerdos vívidos, y Expansión de Conciencia, por ejemplo, “cuando escucho música de órgano u otra música imponente a veces siento como si me estuvieran levantando del aire”. La fiabilidad interna del TAS es buena, con un coeficiente alfa de Cronbach de 0,90; la confiabilidad test-retest de la versión argentino-española también ha sido considerada aceptable36–38.
Inventario Oxford-Liverpool de Sentimientos y Experiencias –Abreviada (O-LIFE66–67). Es un cuestionario autoadministrable de 40 reactivos de valor dicotómico (SI/NO) que puede ser administrado en adolescentes y adultos, tanto en población normal como en población clínica. Ofrece alta validez interna (Alfa de Cronbach= .70) y alta confiabilidad test-retest de (r= .82). El O-LIFE evalúa cuatro subescalas: (1) Experiencias Inusuales (10 items); (2) Desorganización Cognitiva (10 ítems); (3) Anhedonia Introvertida (10 ítems) y (4) Disconformidad Impulsiva (10 ítems). Estas subescalas además tienen alta consistencia interna (Media de alfa = 69). Una combinación de las cuatro sub-escalas permiten evalúan dos factores de esquizotípia, que se derivan de la suma de los puntajes brutos de las subescalas: Experiencias Inusuales/Desorganización Cognitiva (F1: Esquizotipia positiva), y Anhedonia Introvertida/Disconformidad Impulsiva (F2: Esquizotipia negativa). La dimensión positiva se refiere a un funcionamiento distorsionado e incluye varias formas de alucinaciones, ideación paranoide e ideas de referencia; la dimensión negativa, conocida como anhedonia o déficit interpersonal, se refiere a la disminución o déficit en la conducta normal del individuo que tiene dificultades para experimentar placer a nivel físico y social, aplanamiento afectivo, ausencia de confidentes íntimos y amigos, y dificultades en sus relaciones interpersonales. La evaluación psicométrica del O-LIFE ha demostrado una buena fiabilidad test-retest (Alfa = 0,80), así como una consistencia interna aceptable en español43,66.
Test de Empatía Cognitivo Afectiva (TECA68,69). Es un cuestionario con 33 ítems subdivididos en 4 escalas: (1) Adopción de perspectiva, que evalúa la capacidad para la tolerancia, la comunicación y las relaciones personales; (2) Comprensión emocional, que evalúa la capacidad para reconocer los estados emocionales de los otros, así como sus intenciones e impresiones; (3) Estrés empático, que se refiere a la conexión con los estados emocionales negativos de los otros y (4) Alegría empática, que hace referencia a la capacidad de compartir las emociones positivas de otras personas. Adopción de perspectiva y Comprensión emocional constituye el factor “cognitivo” de la empatía, y el Estrés empático y la Alegría empática constituyen el factor “emocional” o afectivo de la empatía. El tipo de respuestas corresponden a una escala Likert, siendo 1= Totalmente en desacuerdo, 2= En desacuerdo, 3= Neutro, 4= De acuerdo, y 5= Totalmente de acuerdo. En este estudio se utilizó la versión española del Índice de Reactividad Interpersonal (IRI), previamente traducido y probado en el contexto español por Pérez-Albéniz, de Paúl, Etxebarría, Montes y Torres70. La versión en español del instrumento fue publicada por TEA Ediciones (alfa = 0,87, versión argentina).
Procedimiento y Análisis
Los cinco cuestionarios se entregaron bajo el pseudo-título Cuestionario de Experiencias Psicológicas en orden contrabalanceado para evitar sesgos en las respuestas (el cuestionario de experiencias anómalas para enfermeras se colocó en primer lugar). La batería de escalas se entregó en un sobre a cada enfermero/a durante la jornada laboral. Se los invitó a completar las escalas de forma voluntaria y anónima en una sola sesión, en días y horarios previamente acordados con la/os enfermero/as.
RESULTADOS
Se empleó estadística no paramétrica (U de Mann-Whittney para comparar ambos grupos o H Kruskal-Wallis para comparaciones múltiples, y Rho de Spearman para correlacionar), ya que las puntuaciones no se distribuían normalmente. El U resultante se transformó en una puntuación con el fin de asignar valores de probabilidad. Se utilizó un método de corrección de Bonferroni para contrarrestar el problema de las comparaciones múltiples, ya que se consideró el método más simple y conservador para controlar la tasa de error de estos análisis. También se realizó un análisis de regresión para medir la variable predictora.
Las experiencias anómalas más comúnmente reportadas (Tipo 2) son sensación de presencia o apariciones (28,8%), oír ruidos extraños o escuchar voces o diálogos, llorar o quejidos (27%), saber enfermedades intuitivamente (20,6%) y como auditores de experiencias de sus pacientes (Tìpo 1), son las experiencias cercanas a la muerte (25,6%), experiencias de intervención religiosa (20,1%) y experiencias anómalas en relation con niños (12,2%) (Tabla 1).
Item | Tipo | Pregunta | N (%) |
---|---|---|---|
1 | 1 | Experiencia cercana a la muerte | 88 (25,6) |
2 | 1 | Experiencia fuera del cuerpo | 33 (9,6) |
3 | 2 | Sensación de presencia | 99 (28,8) |
4 | 2 | Oir ruidos extraños, voces o diálogos | 93 (27) |
5 | 2 | Ver campos de energía, luces | 20 (5,8) |
6 | 1 | Experiencia extrasensorial | 27 (7,8) |
7 | 2 | Experiencia fuera del hospital | 47 (13,7) |
8 | 1 | Funcionamiento anómalo de equipos o intrumental | 28 (8,1) |
9 | 2 | Recuperación intervención religiosa | 69 (20,1) |
10 | 2 | “Saber” intuitivamente la enfermedad | 71 (20,6) |
11 | 2 | Experiencia mística | 27 (7,8) |
12 | 2 | Relatos de terceros (médicos y/o enfermeras) | 104 (30,2) |
De acuerdo con la H1 según la cual las enfermeras que tenían experiencias tenderían a puntuar más alto en estrés laboral, no se confirmó, sin embargo, el factor “Depersonalización” obtuvo más alta que quienes no tenían estas experiencias (MExperiencias= 5,33 vs MControl= 3,33, pdif = 0,002). La H2 fue confirmada: Enfermeras con experiencias tendieron a reportar mayor Absorción (MExperiencias = 15,32 vs. MControl= 11,08, pdif < 0,001), incluyendo los seis factores (todas pdif < 0,001). (MExperiencias = 14,42 vs. MControl= 11.85, pdif = .001), Esquizotipia negativa (MExperiencias = 7,77 vs. MControl = 6,67, pdif = .002) y Esquizotipia positiva (MExperiencias = 6,63 vs. MControl = 5,18, = 0,002) con énfasis en experiencias inusuales (pdιf < 0,001), lo cual confirmó la H3. En relación con la empatía, el H4 no se confirmó, sin embargo, las enfermeras que informaron estas experiencias tendieron marginalmente a reportar mayores puntuaciones de empatía (MExperiencias = 106,05 vs. MControl = 102,82, pdif = 0,037) que el grupo control. Un análisis de corrección Bonferroni excluyó el estrés laboral (pdif = .012); y dos factores de empatía, Empatía cognitiva (pdif = 0,01) y Comprensión emocional (pdif = .008), también tendieron a puntuar más alto que el grupo control (Tabla 2).
Enfermeras (n= 235) | Control (n = 109) | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Variables | Rango | Media | DT | Media | DT | z* | p |
1. Agotamiento Emocional | 0-51 | 17,70 | 10,32 | 15,44 | 10,56 | 1,81 | n.s. |
2. Depersonalización | 0-26 | 5,33 | 5,65 | 3,30 | 4,21 | 3,02 | .002 |
3.Realización Personal | 0-28 | 33,81 | 10,29 | 33,73 | 11,20 | 0,19 | n.s. |
Estrés laboral (Total= 1+2) | 0-75 | 22,95 | 14,07 | 18,71 | 13,19 | 2,51 | .012 |
F1. Sensibilidad | 0-13 | 3,47 | 1,96 | 2,58 | 1,97 | 3,66 | < .001 |
F2. Sinestesia | 0-11 | 3,16 | 1,97 | 2,32 | 1,86 | 3,62 | < .001 |
F3. Expansión de la Cognición | 0-13 | 2,82 | 1,92 | 2,08 | 2,15 | 3,69 | < .001 |
F4. Disociación | 0-11 | 2,28 | 1,51 | 1,49 | 1,50 | 4,43 | < .001 |
F5. Recuerdos vívidos | 0-4 | 2,23 | 1,23 | 1,73 | 1,24 | 3,33 | .002 |
F6. Expansión de Conciencia | 0-9 | 1,40 | 1,12 | 0,95 | 0,91 | 3,65 | < .001 |
Absorción (Total) | 0-32 | 15,32 | 7,38 | 11,08 | 7,82 | 4,52 | < .001 |
1. Experiencias Inusuales | 0-10 | 3,19 | 2,43 | 2,20 | 2,41 | 3,96 | < .001 |
2. Desorganización Cognitiva | 0-11 | 3,44 | 2,60 | 2,98 | 2,77 | 1,73 | n.s. |
3. Anhedonia Introvertida | 0-7 | 4,11 | 1.24 | 3,76 | 1,39 | 2,04 | .041 |
4. Disconformidad Impulsiva | 0-10 | 3,66 | 2,17 | 2,90 | 2,00 | 2,85 | .004 |
F1. Esquizotipia negativa | 0-16 | 7,77 | 4,10 | 6,67 | 4,46 | 3,12 | .002 |
F2. Esquizotipia positiva | 0-20 | 6,63 | 2,60 | 5,18 | 2,57 | 3,15 | .002 |
Esquizotipia (Total) | 0-33 | 14,42 | 5,85 | 11,85 | 6,36 | 3,36 | .001 |
1. Adopción de perspectiva | 2-40 | 26,23 | 4,47 | 25,75 | 4,55 | 1,11 | n.s. |
2. Comprensión emocional | 2-45 | 29,33 | 5,03 | 27,86 | 5,57 | 2,65 | .008 |
3. Estrés empático | 2-40 | 22,20 | 4,65 | 21,57 | 4,38 | 0,99 | n.s. |
4. Alegría empática | 4-40 | 28,29 | 4,84 | 27,87 | 5,13 | 0,73 | n.s. |
F1. Empatía cognitiva | 4-45 | 55,56 | 8,57 | 53,37 | 10,11 | 2,52 | .011 |
F2. Empatía emotional | 4-80 | 50,49 | 7,74 | 49,45 | 8,21 | 1,15 | n.s. |
Empatía (Total) | 15-165 | 106,05 | 15,14 | 102,82 | 17,18 | 2,08 | .037 |
1 p ajustada a análisis múltiples (corrección Bonferroni, punto de corte p = .002) y gl= 343. n.s: no significativo.
*U Mann-Whittney.
Se llevó a cabo una correlación adicional entre Edad y Antigüedad Laboral con Índice de Experiencias, Esquizotípia, Empatía, Absorción y Estrés Laboral. El análisis se llevó usando ambos grupos (enfermeras con experiencia y grupo control). Nueve (75%) de las 12 correlaciones que utilizaron la corrección Bonferroni, fueron significativas: las enfermeras con mayor antigüedad laboral tendieron a tener más frecuencia de experiencias, aunque no estaba relacionado con la edad. La esquizotipia correlacionó negativamente con la edad (p < 0,001) y la Antigüedad (p = 0,009), y Estrés laboral también correlacionó negativamente con la edad (p = 0,001), pero no con la Antigüedad. Empatía y Absorción no fueron significativas (Tabla 3).
Edad | Antiguedad Laboral | |||
---|---|---|---|---|
rs | p | rs | p | |
Indice de Experiencias | .06 | n.s. | .15 | .009 |
1. Esquizotipia negativa | -.16 | .003 | -.06 | n.s. |
2. Esquizotipia positiva | -.29 | < .001 | -.23 | < .001 |
Esquizotipia | -.24 | < .001 | -.15 | .009 |
1. Empatía cognitiva | .02 | n.s. | .09 | n.s. |
2. Empatía emotional | .06 | n.s. | .10 | n.s. |
Empatía (Total) | .03 | n.s. | .11 | n.s. |
Absorción | .02 | n.s. | .03 | n.s. |
1. Agotamiento Emocional | -.19 | .001 | -.05 | n.s. |
2. Depersonalización | -.13 | .026 | -.02 | n.s. |
3. Realización Personal | -.05 | n.s. | -.04 | n.s. |
Estrés laboral (Total= 1+2) | -.19 | .001 | -.04 | n.s. |
1p ajustada a análisis múltiples (corrección Bonferroni, punto de corte p = .004).
Finalmente, se llevó a cabo un análisis de regresión binario post hoc (para N= 344, método Wald) para determinar cuál de las variables es el mejor predictor entre enfermeras con y sin experiencias, esto es, Absorción, Estrés Laboral, Empatía y Esquizotípia. Los resultados indicaron que el mejor predictor resultó Absorción entre enfermeras con experiencias [β = 0,27, gl = 1, p < 0,001; Wald = 19,04; R2 = 0,12] y el grupo sin experiencias.
DISCUSIÓN
El estado de absorción está asociado con el objeto focal de atención, aunque sea imaginario, pero que se vuelve totalmente real para el individuo. En el presente estudio, sin embargo, la capacidad de absorción parece ser sólo una de una constelación de varios factores relacionados. Puede que el estilo cognitivo sea más importante que la capacidad o habilidad, como en el caso de la absorción, que se refiere a la medida en que una persona puede estar tan absorta en una experiencia mental en un momento dado que el control de la realidad se inhibe temporalmente de manera tal que un pobre monitoreo de la realidad se convierte en un aspecto estable del estilo cognitivo. Pero no necesariamente significa que todas estas experiencias son puras fantasías alucinatorias, por ejemplo, las apariciones y otras experiencias similares están relacionadas con la absorción y la imaginación en estudiantes37–38, y creyentes en lo paranormal39,71, de modo que la experiencia de ver fantasmas puede estar relacionadas con procesos cognitivos que involucran fantasía y propensión a la esquizotipia cognitivo-perceptual y ambas están correlacionadas entre sí36.
Por ejemplo, se encontraron diferencias significativas en la absorción y la propensión a la alucinación enfermeras en el turno de noche7, lo que podría indicar que ciertas experiencias requieren menos „ruido“ en términos perceptuales y que la absorción podría ser una variable sensible a ciertas experiencias anómalas, como ver apariciones o escuchar voces. En coincidencia con esto, un estudio previo demostró que los enfermeros que trabajaban turnos matutinos mostraban mayores niveles de estrés y mala calidad del sueño, lo que indica que el nivel de estrés estaba directamente correlacionado con el sueño. Esto sugiere que cuanto mayor es la puntuación de estrés, peor es la calidad del sueño72. Hay varios estudios relacionados con el estrés laboral en el area de la salud mental, pero pocos se relacionan con la absorción, un fenómeno inexistente en estudios asociados con experiencias anómalo/paranormales en enfermeras. Sin embargo, ninguna de estas variables (absorción o propensión a la esquizotipia perceptual) estuvo relacionada con el estrés laboral.
Otros casos relacionados con la sensación de presencia –la experiencia de sentir que uno no está solo, a pesar de tener la certeza de que en realidad no había nadie más alrededor– suele asociarse con la atmósfera ocasionada por la sensación de soledad y aislamiento presentados en un contexto que desencadena, inicia y configura tales experiencias. La sensación de presencia también se asocia con la parálisis del sueño (un estado de inmovilidad involuntaria) que ocurre antes del sueño (imágenes hipnagógicas) o inmediatamente después del despertar (imágenes hipnopómpicas)73. Durante estos estados se experimentan visiones fugaces pero vívidas en diferentes modalidades sensoriales74–75. Estas experiencias pueden ocurrir en los hospitales, cuando la actividad de enfermería disminuye en la noche, lo cual puede causar déficit de sueño que conduce a estados de somnolencia y es conducente de experiencias de ensoñación vívida. En tales situaciones hay una disminución del testeo de la realidad y un aumento de la concentración o absorción76,72,77. Otras experiencias relacionadas con que ocurren poco después de una muerte reciente pueden ser resultado de reacciones psicológicas no procesadas o para facilitar el proceso de duelo por la pérdida de un paciente4,2,78.
Estas experiencias eran a menudo hasta reconfortantes para el paciente terminal, También podemos ayudar a las enfermeras a ser funcionales en la normalización de una experiencia potencialmente malentendida y aterradora; hay evidencia de que estas experiencias son una concomitante común durante la parálisis del sueño. Estudios recientes sugieren que aproximadamente el 30% de los adultos jóvenes reportan alguna experiencia de parálisis del sueño73,79–81, y que estas visiones pueden estar relacionadas con procesos cognitivos que involucran fantasía y procesos cognitivos asociados a la percepción esquizotípica36.
Limitaciones
La limitación más importante de esta investigación fue la falta de voluntad de muchas otras enfermeras en participar del estudio, seguido por el hecho de que las respuestas provenían sólo de enfermeras con experiencias. Estar limitado por proporcionar información de sus experiencias en su institución de salud. Otra debilidad observada en este estudio fue el uso del Inventario Maslach de Burnout que mide el estrés laboral más alto en una dimensión psicopatológica en lugar de una escala de estrés apropiada para el personal de enfermería.
En términos generales, la información que la mayoría de las personas tiene acerca de estas experiencias y su asociación con trastornos psiquiátricos lleva a prejuicios y resistencia. De modo que hay muchos inconvenientes relacionados con esta investigación en entornos hospitalarios, ya que son instituciones conservadoras, poco abiertas, y aún más respecto a proporcionar información relacionada con el tema de esta investigación. También es importante reconocer que las experiencias están baasadas en los recuerdos de estos eventos, y no se preguntó respecto a su frecuencia, de modo que su apreciación –naturalmente– es subjetiva. Las enfermeras revelaron sus experiencias personales y las de sus pacientes señalando que consideraban que estas experiencias no eran infrecuentes o inesperadas. La mayoría no estaba asustada por las experiencias de sus pacientes ni por las suyas propios, sino que se mostraban tranquilos respecto a su realidad y la de sus pacientes. La aceptación de estas experiencias –carente de una interpretación– era una característica de sus respuestas.
Futuros estudios deberían emplear una escala de estrés para enfermeras que podría ser más sensible en la medición de dicho modulador para algunas experiencias anómalas. De hecho, el propósito de realizar un estudio cualitativo será explorar las experiencias de las enfermeras de cuidados paliativos, reflexionar sobre la influencia de estas experiencias en el cuidado de los pacientes moribundos y sus familias y amigos y contribuir a la escasa literatura de enfermería sobre este tema82,83. La respuesta de los profesionales de la salud, específicamente las enfermeras, es un área que aún no ha sido ampliamente reconocida10. Incluso en la literatura de cuidados paliativos en su mayoría apenas se conoce este tema.
CONCLUSIONES
El presente estudio mostró que entre el 12-28% de las 344 enfermeras encuestadas, indicó haber tenido al menos una experiencia anómala en hospitales; las más comunes siendo sensación de presencia o apariciones, oir ruidos extraños, voces o diálogos, llantos y quejidos, y saber intuitivamente enfermedades; en tanto que como auditores de las experiencias de sus pacientes/compañeras, fueron las experiencias cercanas a la muerte, intervención religiosa y experiencias anómalas en relación con niños. Las enfermeras con experiencias no mostraron mayor estrés laboral, pero cierto nivel de despersonalización resultó un rasgo diferencial con el grupo control.
Las enfermeras también mostraron mayor absorción psicológica y propensión a la esquizotipia –tanto en su dimensión negativa como positiva– con énfasis en las experiencias inusuales, lo que confirmó resultados previos (para una revisión, ver 7) que indican que las enfermeras tienden a tener experiencias alucinatorias. Sin embargo, resultaron más empáticas con sus pacientes, con énfasis en mayor comprensión cognitiva y emocional, en comparación con quienes no tenían experiencias. Esta empatía posiblemente sea funcional al estilo cognitivo asociado a las experiencias paranormales, y un motivo adicional por el cual las enfermeras son más receptivas a escuchar tales relatos. Además, las enfermeras con mayor antigüedad laboral también tendían a relatar experiencias anómalo/paranormales, pero esto es inversamente proporcional a la tendencia a la esquizotipia que parece común en las más jóvenes, así como también experimentar un leve aumento del estrés laboral. Aunque las enfermeras con experiencias no tendieron a experimentar mayor estrés laboral, sin embargo, mostraron mayor absorción psicológica, lo cual confirma que aquellos que en la población general experimentan una alta capacidad de absorción por lo general también experimentan diversas formas de experiencias alucinatorias40,41.