Introducción
La muerte es un fenómeno natural que no puede deslindarse de la condición humana, ha sido definida como la pérdida total de las funciones vitales, además de considerarse como la conclusión de la existencia terrena e histórica del hombre1 . El proceso de morir se ha desplazado a lo largo de la historia desde la familia y el hogar hasta los profesionales de salud y los hospitales2 . Es difícil crear una actitud correcta ante la muerte debido a que existen muchos componentes que la afectan (sociales, culturales, religiosos, económicos) que hacen que cada persona viva el proceso de establecer su postura de una manera distinta3 .
Los profesionales de enfermería no están libres de la influencia de las emociones y/o sentimientos que genera el presenciar la muerte de un paciente, puesto que el papel primordial del enfermero reside en dar cuidados a las personas sanas o enfermas, para que logren el mantenimiento o recuperación de la salud, y en el caso particular de un enfermo terminal, cuidarlo para que tenga una muerte digna. Tales cuidados demandan actitudes, conocimientos y destrezas que deben adquirirse y perfeccionarse en el proceso de la formación disciplinar4 .
Las actitudes que de forma individual se expresan ante la muerte y los aspectos relacionados como el dolor, la pena o el sufrimiento, pueden condicionar la forma en que los profesionales de enfermería afrontan la muerte y con ello, establecen el trato que brindan a los enfermos en situación terminal y a sus familiares. Esto cobra importancia si se expone que la muerte ocurre de manera diaria en la práctica enfermera, sobre todo en áreas de asistencia crítica y son ellos quienes se enfrentan de modo directo a la muerte y a la agonía ajena1 , 5 . Estas experiencias pueden ser muy dolorosas, por lo que es probable que aparezcan en mayor o menor grado, ansiedad, intranquilidad e inseguridad, ya que la muerte en la actualidad parece más un fracaso técnico que un suceso del ciclo vital de todos los seres vivos, lo que en ocasiones puede traducirse en atención inadecuada y/o actitudes de rechazo, huida o inseguridad, incluso el afrontar sus propios miedos ante la muerte6 , 7 .
Es esencial que el profesional de enfermería esté al tanto y que acepte sus propios temores sobre la muerte8 , 9 . Sin embargo, la formación profesional parece estar enfocada en el valor de la tecnología y la ciencia, olvidando la importancia del cuidado enfermero bajo relaciones humanas empáticas que le permitan reconocer sus propias estrategias de afrontamiento ante la muerte, y con ello mantener actitudes correctas con el fin de contribuir al cuidado del enfermo terminal y su familia de manera más eficaz y con mayor calidad10 .
Es indiscutible que abordar las actitudes y emociones en los profesionales de enfermería es sumamente necesario, ya que son aspectos que pueden influir en la calidad de los cuidados11 , por lo expresado anteriormente, el objetivo de este estudio fue explorar cuáles son las actitudes que muestra el personal de enfermería que labora en áreas hospitalarias críticas ante el proceso de la muerte de pacientes.
Materiales y Métodos
Se realizó un estudio de tipo descriptivo-transversal, cuya población estuvo conformada por el personal de enfermería de dos instituciones de salud pública: el Hospital de Regional de Alta Especialidad “Dr. Gustavo A. Rovirosa Pérez” y del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Mujer, ambos ubicados en la ciudad de Villahermosa, Tabasco.
Bajo un muestreo no probabilístico por conveniencia, es decir, sin tener un criterio estadístico además de la facilidad operativa y los bajos costos de este tipo de muestreo, se obtuvo una muestra final de 71 enfermeros profesionales de los turnos matutino, vespertino y nocturno que laboraban en servicios de áreas críticas y de hospitalización como la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), Medicina Interna y Urgencias, los cuales contaban con más de un año de experiencia laboral y que hayan experimentado en el transcurso de su práctica profesional la muerte de algún paciente a su cargo. Se excluyeron a quienes no desearon participar en el estudio, además del personal suplente que cubre guardias en los servicios antes mencionados por corto tiempo y al personal administrativo de enfermería que no estuviera trabajando en contacto directo con el paciente (jefes de piso y supervisores de turno).
De manera inicial se explicaron los objetivos de la investigación y fueron firmados los consentimientos informados, realizados bajo los lineamientos establecidos en la Ley General de Salud, en materia de investigación para la salud, reiterando que la participación era estrictamente anónima y confidencial. La primera parte del protocolo inició con la recolección de antecedentes personales y laborales para caracterizar a la muestra, a través de una cédula de datos sociodemográficos.
La segunda parte fue la aplicación del Cuestionario de Actitudes ante la Muerte en su segunda versión (CAM-2), instrumento reestructurado por Hernández (1997) del original de Martin y Salovely “Death Attitudes and Self-Reported health-Relevant Behaviours”. El CAM-2 cuenta con una escala de respuestas tipo Likert y consta de 6 subescalas para su interpretación, que corresponden a diferentes actitudes ante la muerte: evitación, aceptación, temor, pasaje, salida o solución y perspectiva profesional y el cual ha presentado un índice de confiabilidad de 0.71.
El análisis de los datos se realizó mediante el paquete estadístico Statistical Package of Social Sciences (SPSS) versión 21.0 para Windows. Para la realización del estudio se contó con la aprobación del Comité de Ética de ambas instituciones, además de estar apegado a lo que rige la Ley General de Salud, en materia de investigación. Se protegió la privacidad de los profesionales de enfermería participantes a través de la firma de un consentimiento informado, socializando que sus respuestas no serían vinculadas a su identidad.
Resultados
En el proyecto participaron 71 enfermeros de los dos hospitales de alta especialidad del estado de Tabasco, México. La información que se obtuvo a través de la recolección de los datos se expresa, a continuación, mediante tabla y gráficas.
Datos sociodemográficos
Los 71 profesionales de enfermería estaban adscritos a servicios donde se atienden pacientes en estado crítico al momento de su participación. La mayoría de los participantes pertenecen al sexo femenino (71.8%), con una edad promedio de 32.5 años (DE=7), 39.1% de ellos casados según el estado civil. Con relación a los datos laborales, se obtuvo que el 49.3% tiene estudios correspondientes a licenciatura de enfermería, el 22.5% cuentan con especialidad y el 28.2% son enfermeros generales. Sobre el tipo de contratación, 43.7% son personal con base institucional y el 56.3% son suplentes con una media de antigüedad laboral de 7.8 años ( DE=5.9).
Respecto a los tipos de actitudes de actitudes del personal de enfermería obtenidos mediante el CAM, se obtuvo que la mayoría de los participantes (67.6%) refieren tener una actitud de indiferencia ante la muerte de pacientes, 16% mencionan tener actitud negativa y el 7% actitud positiva. Con relación a la evitación del personal de enfermería ante la muerte de pacientes, se obtuvo que el 54.9% refieren tener actitudes negativas. La tabla 1 muestra la distribución de las frecuencias de los ítems del CAM respecto a la evitación. Resalta el 67.6% de los participantes que consideran que pensar en la muerte nunca es perder el tiempo, además el 43.7% algunas veces prefieren no pensar en la muerte.
Ítem | Siempre | Algunas veces | Nunca | |||
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f | % | f | % | f | % | |
Pensar en la muerte es perder el tiempo | 1 | 1.4 | 22 | 31 | 48 | 67.6 |
No es bueno pensar deliberadamente en la inevitabilidad de mi muerte | 29 | 40.8 | 37 | 52.1 | 5 | 7 |
Yo realmente prefiero no pensar en la muerte | 13 | 18.3 | 31 | 43.7 | 27 | 38 |
Encuentro difícil encarar a la muerte | 5 | 7 | 30 | 42.3 | 36 | 50.7 |
Me siento más cómodo si la petición de asistir a un paciente moribundo de mi área proviene de sus familiares | 20 | 28.2 | 25 | 35.2 | 26 | 36.6 |
Fuente: Instrumento de Actitudes ante la muerte (CAM-2) n = 71
La tabla 2 muestra los resultados obtenidos respecto a las actitudes de aceptación a la muerte. Se observa que el 22% nunca ha pensado en su muerte como un hecho posible, mientras que el 63.4% de los profesionales encuestados refieren que la aceptación de su muerte los ayuda a tener más responsabilidad. Otro dato interesante es que el 59.2% ha pensado con temor algunas veces en la posibilidad de contraer una enfermedad que los lleve a la muerte.
Ítem | Siempre | Algunas veces | Nunca | |||
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f | % | f | % | f | % | |
La aceptación de mi muerte me ayuda a tener más responsabilidad | 45 | 63.4 | 15 | 21.1 | 11 | 15.5 |
Mi vida tiene más significado porque acepto el hecho de mi muerte | 35 | 49.3 | 17 | 23.9 | 19 | 26.8 |
He pensado en mi muerte como un hecho posible | 27 | 38.0 | 22 | 31.0 | 22 | 31.0 |
Espero con placer que haya vida después de la muerte | 27 | 38.0 | 15 | 21.1 | 29 | 40.8 |
Pienso con temor en la posibilidad de contraer una enfermedad que me lleve irremediablemente a la muerte | 9 | 12.7 | 42 | 59.2 | 20 | 28.2 |
Fuente: Instrumento de Actitudes ante la muerte (CAM-2) n = 71
Con relación a la perspectiva de actitud de temor el 46.5% manifiesta que pensar en la muerte les genera ansiedad, mientras que el 39.4% ve la muerte de los pacientes como algo natural ( Tabla 3 ).
Ítem | Siempre | Algunas veces | Nunca | |||
---|---|---|---|---|---|---|
f | % | f | % | f | % | |
La posibilidad de mi muerte me despierta ansiedad | 9 | 12.7 | 33 | 46.5 | 29 | 40.8 |
Me siento perturbado cuando pienso lo corto que es la vida | 9 | 12.7 | 33 | 46.5 | 29 | 40.8 |
Yo temo morir joven | 6 | 8.5 | 22 | 31.0 | 43 | 60.6 |
Reconocer mi muerte como un hecho inevitable ayuda a mi crecimiento profesional | 38 | 53.5 | 22 | 31.0 | 11 | 15.5 |
El contacto frecuente con la muerte me ha hecho verla como algo natural | 28 | 39.4 | 29 | 40.8 | 14 | 19.7 |
Fuente: Instrumento de Actitudes ante la muerte (CAM-2) n = 71
La tabla 4 muestra la actitud basada en las creencias de que la muerte es un pasaje o tránsito el 74.6% del personal de enfermería considera como una prioridad salvar la vida del paciente, aunque este padezca una enfermedad terminal y el 46.5% considera que algunas veces la muerte puede ser un alivio de la vida. Resalta también que el 49.3% de los participantes piensan que después de la vida puede haber un lugar mejor y el 28.2% perciben a la muerte como un paso a la eternidad.
Item | Siempre | Algunas veces | Nunca | |||
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f | % | f | % | f | % | |
Yo pienso que después de la vida puede haber un lugar mejor | 35 | 49.3 | 24 | 33.8 | 12 | 16.9 |
Pienso que puede haber vida después de la muerte | 24 | 33.8 | 26 | 36.6 | 21 | 29.6 |
Veo la muerte como un paso a la eternidad | 20 | 28.2 | 20 | 28.2 | 31 | 43.7 |
El más alto sentido de mi trabajo es salvar o alargar la vida de mi paciente, aunque padezca de una enfermedad terminal | 53 | 74.6 | 14 | 19.7 | 4 | 5.6 |
Hay momentos en que la muerte puede ser un alivio | 14 | 19.7 | 33 | 46.5 | 24 | 33.8 |
Fuente: Instrumento de Actitudes ante la muerte (CAM-2) n = 71
Con respecto a la actitud fundamentadas en la concepción de la muerte como una salida o solución el 93% del personal de enfermería considera que nunca se debe ver la muerte como una salida a la carga de la vida, en contrario a esto el 59.2% considera que no vale la pena seguir viviendo la vida con mala calidad (ver tabla 5 ).
Item | Siempre | Algunas veces | Nunca | |||
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f | % | f | % | f | % | |
La muerte puede ser una salida a la carga de la vida | 2 | 2.8 | 3 | 4.2 | 66 | 93.0 |
Cuando no hay nada más que ver en el mundo, deberíamos aceptar la muerte | 59 | 83.1 | 6 | 8.5 | 6 | 8.5 |
Preferiría morir a vivir sin calidad | 5 | 7.0 | 11 | 15.5 | 55 | 77.5 |
No vale la pena seguir viviendo con mala calidad de vida | 42 | 59.2 | 22 | 31.0 | 7 | 9.9 |
Las personas solo deberían pensar en la muerte cuando son viejos | 3 | 4.2 | 6 | 8.5 | 62 | 87.3 |
Fuente: Instrumento de Actitudes ante la muerte (CAM-2) n = 71
Por último, la tabla 6 se refiere a las actitudes de perspectivas profesionales es predominante que el 39.4% del personal de enfermería muestra sentimientos conmovedores cuando enfrentan a la familia de un enfermo terminal, solo un 2.8% ve la muerte de un paciente como un fracaso profesional y el 47.9% ha pensado en su muerte cuando asiste a un paciente moribundo.
Item | Siempre | Algunas veces | Nunca | |||
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f | % | f | % | f | % | |
Experimento la muerte de mi paciente como un fracaso profesional | 2 | 2.8 | 11 | 15.5 | 58 | 81.7 |
No puedo evitar pensar en mi familia ante un paciente que se va a morir | 20 | 28.2 | 35 | 49.3 | 16 | 22.5 |
No me gustaría atender a un paciente agonizante | 32 | 45.1 | 32 | 45.1 | 7 | 9.9 |
Cuando asisto a un paciente terminal he pensado en la posibilidad de mi muerte | 16 | 22.5 | 34 | 47.9 | 21 | 29.6 |
Me conmueve enfrentar a la familia de un paciente moribundo | 28 | 39.4 | 37 | 52.1 | 6 | 8.5 |
Me siento más libre al aceptar mi muerte | 37 | 52.1 | 21 | 29.6 | 13 | 18.3 |
Después de la muerte encontraré la felicidad | 13 | 18.3 | 20 | 28.2 | 38 | 53.5 |
Fuente: Instrumento de Actitudes ante la muerte (CAM-2) n = 71
Discusión
Es conocido que los profesionales de enfermería que laboran en áreas críticas están expuestos a presenciar la muerte de pacientes de manera continua, lo que debería traducirse a una educación continua que permita brindar cuidados de manera profesional y empática, además de permitir el desarrollo de habilidades para afrontarla de manera adecuada, pues enfrentar la muerte es un proceso difícil y cuidar de los seres humanos es un trabajo complejo si se recuerdan las esferas de atención que un profesional de enfermería debe atender (bio-psico-sociales, espiritual), por lo que estos temas deben ser atendidos desde la formación profesional1 , 10 , 13 .
Los resultados obtenidos muestran que, de manera general, la actitud ante la muerte de los participantes de este estudio es de indiferencia, contrario a autores que mencionan que las actitudes son positivas, y se entienden como una etapa natural de la vida1 , 7 . Es interesante observar que, aun cuando las actitudes son de indiferencia, el contacto frecuente con la muerte ha llevado al personal de enfermería a verla como un hecho que exige salvar o alargar la vida de los pacientes, pero no como un fracaso profesional. Se considera que la actitud de indiferencia arrojada en los resultados puede deberse a que el personal de enfermería en su rutina diaria observa este fenómeno de manera común y natural, en donde tratan de no involucrar sentimientos o lazos afectivos con los pacientes por lo que los profesionales de enfermería pueden aceptar la idea de la muerte sin sufrir un cambio de conducta ante este hecho11 , 12 , 14
Por otro lado, el personal de enfermería reconoce que aceptar la muerte ayuda a tener más responsabilidad ante su trabajo, en este sentido es necesario destacar que, al aceptar su propia muerte, el personal de enfermería se siente más libre para cuidar al paciente moribundo dentro de su perspectiva profesional. Esto coincide con quienes manifiestan que el estar en contacto con un enfermo terminal puede generar mayor responsabilidad y atención de la vida, ya que suele ligarse al pensamiento de la propia muerte o la de un familiar11 , 12 .
Conclusión: En este estudio los resultados mostraron que el personal de enfermería posee sentimientos de indiferencia respecto al cuidado del paciente ante la muerte, sin embargo, es interesante mencionar que consideran que aceptar su propia muerte los lleva a cuidar con mucha más libertad, lo que puede traducirse a asumir responsabilidades de crecimiento personal y profesional, ya que permite un mayor significado de vida. Este hecho puede dar pauta a estudios de constructos nuevos como la autotrascendencia, que logren resaltar el conocimiento de enfermería con el sustento/ comprobación de las nuevas teorías.
Se recomienda, además, realizar estudios de tipo correlacional, donde se estudien factores que puedan influir en las enfermeras para adoptar actitudes de indiferencia ante este tipo de pacientes.
Es indispensable que los profesionales de enfermería conozcan sobre los cuidados paliativos y de corte tanatológico, a fin de mejorar el cuidado en el paciente terminal.