Introducción
Existen en nuestro contexto considerables estudios que permiten analizar cómo viven la experiencia migratoria aquellas familias colombianas cuando uno de sus integrantes parte, pues es notoria la alta movilidad de personas hacia el exterior en busca de oportunidades laborales. Sin embargo, poco se ha estudiado acerca de los aspectos familiares de los extranjeros que se motivan a vivir en Colombia por razones laborales.
La movilidad de extranjeros hacia nuestro país por razones laborales es cada día más alta, así como las cifras de colombianos que con doble nacionalidad retornan al país en búsqueda de opciones de trabajo. Los datos generales sobre flujos de ingreso de trabajadores temporales extranjeros en Colombia muestran un aumento en los últimos años. En el período 2007-2011, estos flujos presentaron un crecimiento del 102 %, debido al aumento de las oleadas de trabajadores temporales en la frontera con Venezuela.
Este aumento de los flujos migratorios laborales ha reunido el interés de algunas entidades gubernamentales y organismos internacionales especializados en el tema migratorio y laboral. Tanto la Organización Internacional para las Migraciones -en adelante, OIM- como la Organización Internacional del Trabajo -en adelante, OIT- plantean la necesidad de articular esfuerzos que permitan obtener información pertinente y actualizada sobre los flujos migratorios laborales transnacionales, con el propósito de promover el diseño y la implementación de acciones y políticas públicas tendientes a abordar procesos vinculados con la integración y la protección de los derechos de las personas trabajadoras y sus familiares en las sociedades de origen y de destino.
De acuerdo con el rastreo realizado con funcionarios de la Oficina Regional de Migraciones, ubicada en Medellín, encontramos que no existe información en este organismo que dé cuenta sobre aspectos familiares del extranjero trabajador en Colombia. A su vez, en el rastreo bibliográfico, centrado en bases de datos especializadas y en fuentes oficiales como Migración Colombia y la Alcaldía de Medellín, pudimos descubrir que no existen investigaciones previas que faciliten la comprensión del tema.
Hay escasos recursos bibliográficos que permitan obtener conocimientos del fenómeno de la migración hacia nuestro país. Se encontraron algunos ensayos, artículos, información en periódicos y contadas investigaciones sobre colectividades específicas que llegaron en oleadas migratorias en los siglos XIX y XX a ciertas regiones del país, como son los árabes hacia el norte de Colombia y el eje cafetero, los japoneses en el Valle del Cauca o la población judía en Bogotá y el caribe colombiano. En estos textos se halló información que dio cuenta de sus orígenes, cultura, aspectos socioeconómicos, mas no sobre su organización familiar (Fawcet de Posada 1991; Sanmiguel 2006; Viloria 2003).
Con respecto a la entrada de extranjeros a Medellín, Migración Colombia (2015) reporta que en el 2015 entraron a la ciudad 279 874 extranjeros. Si bien buena parte lo hizo por razones de turismo, dentro de esta cifra se encontraban quienes llegaron a trabajar en la ciudad. La información suministrada por esta oficina regional da cuenta de que, entre enero y septiembre del 2015, en Antioquia se tenía registro de 1860 extranjeros que llegaron al departamento a laborar. En consecuencia, si a esta cifra se suman las visas otorgadas en años anteriores y las personas extranjeras que trabajaban en la ciudad de manera irregular, estamos frente a un número significativo de extranjeros que puede vivir con sus familias o que tiene proyección de traerlas. Esto da cuenta de un fenómeno social de inmigración que marca una tendencia en nuestra región, razón por la que es importante centrar la mirada desde las ciencias sociales, particularmente, en el campo de la familia.
De esta manera, en el presente trabajo hay un interés especial por conocer la motivación para emigrar a Colombia y separarse del grupo familiar cercano o extenso; a su vez, entender cómo se vive el proceso de ajuste y adaptación a las nuevas condiciones de vida. Esto se lleva a cabo en cuatro apartados: marco de referencia, materiales y métodos, resultados y conclusiones; en los cuales se espera exponer a cabalidad el proceso investigativo sobre la temática.
Marco de referencia
Las investigaciones en familia nos presentan diversas tipologías familiares, las cuales se definen según "la forma observable del grupo familiar, en cuanto a su tamaño, la forma matrimonial y de parentesco que presenta, la ubicación residencial y el número de generaciones que incluye" (Zapata 2014, 53). En los últimos años, hay un creciente interés por la denominada familia transnacional, a raíz de los procesos migratorios en el contexto actual de globalización. Es de suma importancia indagar sobre esta forma familiar, pues en ella existen distinciones particulares y cambios en sus funciones, roles y subsistemas. Según Cerda, las familias transnacionales:
[...] Constituyen grupos familiares en los que, a pesar de la distancia geográfica entre el migrante y su familia, las relaciones no se fracturan, al contrario, se apuntalan de distinta manera echando mano de dos elementos de suma importancia por su contribución como mecanismos de enlace: los medios de comunicación y las remesas. (2014, 80)
En estas familias se experimentan modos alternativos de interacción familiar entre quienes se quedan y se van. Así, se vinculan a través de medios tecnológicos que se convierten en eslabones claves para compartir la cotidianidad. En resumen, la familia trasnacional tiene como característica fundamental que, a pesar de estar dispersa geográficamente, desarrolla estrategias que le permiten mantener los lazos emocionales y las funciones de cuidado.
Existen diversos marcos referenciales para estudiar a las familias, desde la teoría general de los sistemas estas pueden ser comprendidas como sistemas, que a su vez están constituidos por diversos subsistemas o conjuntos de personas relacionadas por aspectos particulares que les son comunes y que permiten la funcionalidad del grupo. Cada persona en la familia pertenece a diferentes subsistemas, los cuales, como afirma Minuchin, "pueden ser formados por generación, sexo, interés o función" (1987, 88).
Un referente que en las últimas décadas ha cobrado mucha importancia en los estudios de familia es el construccionismo social; perspectiva que le confiere un valor primario al lenguaje y a los procesos de asignación de significados, para comprender cómo las familias construyen y le dan interpretación a su realidad, según el contexto en el que están situadas. En este marco, López afirma lo siguiente:
La realidad cotidiana está socialmente construida mediante la objetivación de patrones sociales que son construidos y negociados en el seno de las prácticas sociales diarias. El principal medio de objetivación de estos patrones son las operaciones lingüísticas cotidianas que se dan en cada comunidad social. Por lo tanto, la realidad es construida como un proceso histórico dentro de las interacciones sociales permitidas por el lenguaje. (2013, 13)
La familia, aunque es un sistema en continua transformación y cambio, tiene funciones determinadas como la socialización y la transmisión cultural, la supervivencia material y económica, al igual que el soporte afectivo y emocional de sus integrantes. Para el cumplimiento de dichas funciones se establecen unas interacciones particulares entre sus miembros, las cuales son cambiantes en el tiempo y acordes con las circunstancias que viven.
También se tienden a transmitir unos valores morales, priorizando algunos de ellos, que acaban por convertirse en rasgos distintivos; al mismo tiempo, se transmiten valores no morales que contribuyen a configurar la identidad familiar. De este modo, Gimeno (1999) diferencia entre valores morales y no morales: los primeros están asociados a los dilemas éticos, costumbres y comportamientos que marcan diferencias entre el bien y el mal; y los segundos, ajustados a elecciones, gustos o preferencias.
Estos valores compartidos por el grupo familiar son la base para pensar un proyecto de vida común, en el cual la experiencia migratoria aparece como alternativa de vida. Luz María López en su trabajo Proyecto familiar y familia en situación de transnacionalidad en Colombia, afirma que: "El proyecto, es un proceso, incorpora sentidos, redes, vínculos, significados, alude a la existencia de experiencia previa, es decir, revela los precedentes a partir de los cuales se manifiestan intereses hacia el futuro" (2011, 132).
También, es preciso tener en cuenta que la familia como todo sistema tiende a mantener su estabilidad, de tal manera que ante los cambios responde con procesos de adaptación que facilitan el retorno al equilibrio. Cada familia expresa de manera diferente la asimilación de los cambios, de acuerdo a rasgos de su identidad familiar. Gimeno afirma: "la estabilidad y posibilidades de cambio de la familia garantizan la vivencia de sus propios valores, que constituyen el acervo cultural del grupo y regulan de modo explícito o implícito la vida familiar" (1999, 127).
Materiales y métodos
La investigación contó con la participación de varios grupos de investigación de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. En lo que concierne al objetivo planteado desde el Grupo de Investigación en Familia, se tuvo como propósito central describir los acuerdos familiares y las motivaciones que tuvo la migración en el proyecto de vida familiar del inmigrante trabajador residenciado en Medellín. Para este fin se realizó una investigación basada en el enfoque social cualitativo, teniendo como referente el método biográfico-narrativo, el cual facilita comprender los fenómenos de la vida a través de relatos particulares. Para lograr lo anterior, se empleó la técnica estudio de caso, la cual, según Martínez (2006), es una estrategia de investigación dirigida a comprender las dinámicas presentes en contextos singulares con el estudio de un único caso o de varios casos. También tuvo un componente de investigación descriptiva, en tanto que buscó aproximarse a algunas características de las personas y sus familias.
En consecuencia, se entrevistaron treinta personas extranjeras trabajadoras que tuvieran como residencia a Medellín. Se combinaron dos formas para la selección de la muestra a través de la técnica de bola de nieve, donde a partir de conversaciones las personas fueron referenciando a otras con las características citadas. Igualmente, se realizó un muestreo intencional en los lugares donde se seleccionó la población, lugares donde era notoria la presencia de extranjeros, como la oficina de migraciones, restaurantes, cafés, centros de idiomas de universidades y consulados. Como producto, se diligenció una ficha de caracterización sociofamiliar que permitió dar cuenta de aspectos demográficos, sociales y de composición familiar. Por otra parte, se efectuaron cinco entrevistas semiestructuradas a inmigrantes que posibilitaron recoger sus relatos de vida, para analizar la información a la luz de unas categorías acordes con los objetivos planteados en el estudio1.
Resultados
Este apartado presenta resultados para dos de los objetivos específicos de la investigación. Por un lado, lo referente al rastreo de características de las treinta familias de los extranjeros trabajadores; luego, los hallazgos acerca de las motivaciones que originaron la migración a nuestro país y los procesos de adaptación.
La población consultada posee nacionalidades diversas, siendo los más representativos aquellos migrantes provenientes de América del Sur, ya que equivalen al 40 % de la población estudiada, con personas originarias de Ecuador, Uruguay, Perú, Brasil, Venezuela y Argentina. Por otra parte, América Central y del Norte y las Antillas, con entrevistados nacidos en México, Costa Rica, Estados Unidos y Cuba, representan un 27 % de la población; Europa, con individuos procedentes de España, Italia, Rusia y Reino Unido son el 27 %; y, finalmente, Asia, con nacionales de China e India con un 7 % sobre la población total. Estos resultados están en consonancia con las cifras que muestra la Oficina de Migraciones (2013), los cuales dan cuenta de cómo las migraciones responden en cierta medida al efecto de contracorriente, es decir, la mayoría de los países de origen de la población inmigrante, son algunos de los destinos de la emigración colombiana. Como se ve en este caso: Ecuador, Perú, Venezuela y Estados Unidos.
Entre la población entrevistada se encontró un mayor número de hombres (57 %) que de mujeres (43 %). El promedio de edad fue de 36 años.
En cuanto al estado civil, unidos mediante el matrimonio están el 36.7 %; luego, siguen en igual proporción los separados, solteros y en unión libre con el 16.7 % cada uno; finalmente, viudos y divorciados con el 7 % cada uno. Los familiares del 56.7 % de los entrevistados no tienen proyectado venir a vivir a Colombia; las razones que aducen son que sus familiares ya tienen su vida organizada en sus países de procedencia, principalmente los padres; otros expresan que no les interesa traer la familia; y algunos exponen que estarán un tiempo corto y piensan regresar. El 33.3 % dice que su familia ya vive aquí con ellos y el i0 % sí contempla traer a la familia cercana cuando estén más estables económicamente.
La conformación familiar prevalente es la nuclear, representada por un 33 %. De igual manera, es notorio el hogar unipersonal con un 30 %, el 27 % son diadas conyugales, el 7 % son familias extensas y solo una persona afirma formar parte de una familia monoparental materna (3 %).
Con respecto a la etapa del ciclo vital en la cual se encuentran las personas entrevistadas, el 30 % corresponde a familias en la etapa de desprendimiento de los hijos adultos. Aquí se toman en consideración a aquellas personas que hacen parte de un hogar unipersonal, donde es relevante el momento vital que tienen con respecto a su familia en sus países de procedencia; el i3 % son familias con hijos adultos mayores de 18 años. En la etapa de la conformación de la pareja está el 20 %; el 17 % está pasando por la etapa del nacimiento del primer hijo; en etapa de la escolaridad está el 13 %; y, finalmente, el 7 % está en la etapa de la adolescencia de los hijos.
Por otro lado, es importante destacar el uso que hacen los inmigrantes de las redes de apoyo social y familiar encontradas en la ciudad. Estas redes, durante el proceso investigativo, nos permitieron vislumbrar su importancia por la función de protección para los inmigrantes. En palabras de María Aguilar:
La existencia de redes -formales e informales- es lo que protege socialmente a las personas, familias y grupos; evitando o disminuyendo los riesgos de exclusión social. La creación y el fortalecimiento de las diversas redes sociales (y especialmente las de apoyo social) constituyen el mejor antídoto preventivo frente a problemas sociales que derivan en marginación, desintegración y exclusión social. (2016)
De modo que sobresale el apoyo que los encuestados dicen encontrar en amigos y compañeros de trabajo (71 %), en quienes depositan la confianza suficiente para acudir en caso de necesidad; en menor proporción aparecen otros familiares (19 %); y, por último, están los vecinos (10 %).
A continuación, se presenta una caracterización de las cinco personas que participaron en los estudios de caso. La entrevistada 1 es de origen ecuatoriano, tiene 47 años y es casada con un ecuatoriano. La pareja tiene un hijo de 22 años. Llegaron a la ciudad hace dos años y medio. Salieron por razones políticas y de seguridad en Ecuador, para radicarse primero en Inglaterra y luego en España, donde vivieron durante 18 años. Ante la crisis económica de este país buscaron volver a Latinoamérica y en una visita que hizo el esposo con el hijo por razones de negocios, conocen Medellín y quedan atraídos por la ciudad. Cuando en familia deciden la migración, acuerdan que ella es quien se viene a vivir con el hijo a Colombia y el esposo continuará en el exterior, pues se dedica al comercio de arte en distintas partes del mundo. Ella trabaja como restauradora de arte.
La entrevistada 2 es de origen ruso, está casada y tiene 36 años. No tiene hijos. Su esposo es colombiano, a quien conoció en Rusia. Después de casarse vienen a vivir a la ciudad, por cuanto el esposo decide ubicarse nuevamente en su país de origen, donde residen hace cinco años. La señora trabaja como docente en una institución de educación superior privada.
El entrevistado 3 es de origen británico, tiene 32 años y vive en unión libre con su compañera colombiana. Tiene dos hijas de dos años, nacidas en Colombia. Hace cuatro años está radicado en la ciudad. Migró principalmente con la intención de ganar experiencia y mejorar el español, a través de un intercambio programado por el Icetex. Después de instalarse en la ciudad conoció a su actual compañera. Trabaja como docente.
El entrevistado 4 es de origen brasileño, tiene 36 años, está casado con una colombiana y no tiene hijos. Llegó a Medellín hace 13 años, con el fin de estudiar Comunicación Social y Periodismo; allí conoció a su actual pareja. Trabaja como docente en una institución de educación superior privada.
El entrevistado 5 es de origen cubano, separado y con dos hijos. Decidió salir de Cuba en 1997 por inconformidades con el régimen de su país. La motivación principal de la migración fue buscar para sus hijos un país donde pudieran vivir la libertad de expresión. Luego de la reunificación de la familia en Medellín, se dio la separación conyugal. Es veterinario, ejerce como cirujano y docente.
Al explorar los motivos por los cuales nuestros cinco entrevistados toman la decisión de migrar hacia Colombia, encontramos diversos factores que fueron los motores para asumir la migración con todas las rupturas y retos que ella implica. Factores económicos, construcción de un mejor futuro para los hijos, el crecimiento en lo académico y profesional, un espíritu de aventura, consolidación de la relación de pareja, son las principales expectativas que aparecen como parte de su proyecto de vida. A continuación, se presentan las categorías que surgen para comprender las razones que motivaron a estas personas a vivir la experiencia migratoria.
Factores económicos
Según el derecho internacional, el migrante económico se define como la persona que deja su domicilio habitual para mejorar el nivel de vida en un país distinto al de origen (OIM 2016). Un aspecto importante sobre las razones que motivan la migración y que sobresale en estudios sobre la cuestión, es el relacionado con las dificultades económicas que llevan a las personas hacia la búsqueda de oportunidades en otras regiones. En el caso de la entrevistada i: la migración fue la respuesta para afrontar la crisis monetaria vivida en el país de residencia. Ella menciona que su esposo y su hijo realizaron un viaje previo a Medellín, para saber si podrían encontrar estabilidad económica en el país, afirma: "Cuando se da ese problema de la crisis en España empezamos a ver qué teníamos, qué podíamos hacer, a dónde podíamos ir; entonces se dieron tres países para volver, Ecuador, Costa Rica y Colombia" (EIE 2016). Esta familia elige Colombia, porque podían estar más cerca de sus familiares residentes en Ecuador, ya que en este país las condiciones políticas no les facilitaban el retorno.
Los factores económicos ocupan una de las principales explicaciones del desplazamiento, de tal manera que las personas buscan una compensación en términos de costo-beneficio y esperan que sea lo suficientemente alta como para subsanar los sacrificios tangibles e intangibles que implica el traslado. Así, buscan en el lugar de destino el bienestar no encontrado en sus países de origen (Arango 2003). El relato en la entrevista i representa a aquellas familias que, establecidas en sociedades aparentemente seguras económicamente, se ven perjudicadas por la fragilidad de los mercados y la incertidumbre laboral. Como familia, habían emigrado de Ecuador hacia España unos años atrás por razones políticas y es allí donde se ven afectados por la crisis económica. Esto evidencia que las personas más vulnerables en esas circunstancias son los trabajadores inmigrantes que deben retornar a sus lugares de origen o buscar otros destinos.
Se definen dos tipos de migrantes por razones económicas: los migrantes en busca de oportunidades o de movilidad, quienes tienden a ser más prudentes y hacer evaluaciones más detalladas, como es el caso de la familia de la entrevistada i -donde primero viajaron el padre y el hijo a Medellín a explorar oportunidades y las condiciones de la ciudad-; y, por otro lado, están los migrantes por supervivencia, que por lo general pertenecen a la economía agraria o a la economía informal del país emisor (Malgesini 1998). Con relación a lo anterior, la entrevistada 1 afirma:
Se vienen ellos dos primero por motivos de negocio[s] y es cuando conocen la ciudad; se quedan aquí tres meses previos a mi venida [...]. 247 Como familia nos decidimos por tres aspectos: primero, porque mi hijo prácticamente quedó enamorado de la ciudad, segundo por el clima, eso a mí me gustó, y porque la crisis nos golpeó a nosotros y decidimos venir a probar suerte aquí. (EIE 2016)
Construcción de un mejor futuro para los hijos
Para el entrevistado 5, el no estar de acuerdo con la situación política de su país fue un factor válido para salir de allí y llegar a Medellín, principalmente para evitar que el futuro de sus hijos estuviera influenciado por condiciones sociales, económicas y políticas con las que no estaba de acuerdo. De esta manera, afirma el entrevistado: "Yo salí porque estaba asfixiado... En Cuba uno no podía expresar libremente lo que sentía o lo que pensaba, entonces así es muy difícil y yo no quería que mis hijos pasaran por eso" (EIC 2016).
El desarrollo de la migración cubana se modificó luego del triunfo de la revolución en 1959, momento en el que las condiciones políticas y económicas cambian sustancialmente con la implementación del proceso revolucionario. Como afirma Antonio Aja: "Desde 1959 y hasta el 2004 habían emigrado, por todas las vías posibles y hacia diferentes lugares del mundo, cerca de 1 359 650 personas nacidas en Cuba" (2009, 9). Los flujos migratorios desde Cuba se destacan por la diversidad de causas asociadas a los cambios políticos y económicos, las paradojas sociales de clase y las redes migratorias creadas. Las circunstancias de estos procesos migratorios impactaron de manera profunda las relaciones familiares.
Por otro lado, las explicaciones a las oleadas migratorias cubanas incluyen situaciones generacionales, como es el caso de las emigraciones producidas a mediados de la década de i990, época en la cual emigró el entrevistado 5, pues en los sectores más jóvenes predominaba la desmotivación, el desinterés y la desconfianza en el proyecto social cubano para la realización de los proyectos de vida individuales y familiares (Aja 2007). Para este entrevistado, la decisión de emigrar de su país natal hizo parte de un proyecto de vida dialogado y planeado con su esposa, basado en los valores que como pareja habían construido y en contraste con las condiciones políticas de su país; así, estas circunstancias les hicieron direccionar un futuro para sus hijos hacia una realidad social diferente.
Para los hijos, yo en Cuba lo tenía todo... Era el dueño de una veterinaria en La Habana, pero me salí porque dije: "No quiero esto para mis hijos, yo creo en el desarrollo espiritual, el desarrollo material va y viene, la plata va y viene, eso no mueve montañas". (E5C 2016)
Como pareja sabían los riesgos que podía traer la migración. No obstante, vivieron la experiencia con absoluta determinación, decidiendo que él viajaba primero. La reunificación se dio cinco años después.
El más grande tenía 10 años, el más chiquito tenía seis y mi esposa era médico allá […]; cuando veíamos que no había otra oportunidad de sacar a los hijos, [...] la única posibilidad era que yo fuera adelante. Fue el compromiso que se hizo, incluso sabíamos los riesgos, por eso es que no hubo problema en la ruptura final, porque sabíamos que producto de la misma situación en Cuba se habían desecho muchas familias, porque no permitían viajar con ellas, muchos matrimonios se acabaron. (E5c 2016)
En este relato también podemos conocer el impacto que tuvo la experiencia migratoria para la familia del entrevistado. Teniendo en cuenta las condiciones políticas y de seguridad, su viaje fue planeado en secreto, solo conocían sobre ello un círculo muy cerrado de amigos y la esposa, lo cual tuvo repercusiones fuertes a nivel emocional en sus demás parientes. Narra el entrevistado:
En Cuba hay una frase de José Martí que dice: "En silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograr han de andar ocultas". Entonces ese fue el eslogan mío, y solamente lo sabía un amigo, mi gran amigo de Cuba, y el día antes se enteró mi mamá, lo único que dijo fue: "Prefiero no verlo y saber que está libre, que verlo aquí preso". Me llevó diez años sin ver a mi mamá. Se sabía que ese era el precio y se pagó. (E5C 2016)
Si bien como se afirmó anteriormente, la mayoría de las migraciones voluntarias se realizan por razones económicas, para el entrevistado 5 los motivos no fueron económicos, pues gozaba de estabilidad laboral y reconocimiento profesional; sus razones fueron más ideológicas ante el descontento por las condiciones políticas y sociales de la isla, sin tener motivaciones por persecución política. Se configuró una emigración clandestina al permanecer en Colombia después de que expiraron sus documentos de viaje; además, no contaba con un permiso de residencia en el exterior, lo cual impidió la reunificación con su familia, por lo que tuvo que esperar diez años para traerla a Medellín y volver a ver a su familia extensa.
El entrevistado 5 migró de Cuba en 1997 cuando sus hijos se encontraban en la etapa escolar. Al alejarse de la familia tuvo que renunciar al contacto directo con los hijos durante el tiempo en que se dio la separación. En esos años no existían las facilidades de comunicación que hoy brindan los avances tecnológicos; adicionalmente, no podía hacer visitas periódicas y tuvo dificultades para traer a su familia. Así que durante los diez años previos a la reunificación la comunicación era solo por vía telefónica.
Pero si en las normas paso algo, hay una etapa, dicen los psicólogos, en los primeros siete años esa figura paterna se necesita que este ahí; el más grande la vivió hasta los 10 años conmigo, pero el más chiquito no, porque yo lo dejé con 6 años. (E5C 2016)
Según los estudios que se han realizado sobre las familias transnacionales, la experiencia migratoria para quienes parten y aquellos que se quedan en el país de origen es vivida como un proceso de pérdida y duelo. La distancia altera la cotidianidad, se pierden las costumbres y las ceremonias compartidas. Una de las acciones que pueden ayudar en estas experiencias es la celebración de rituales, pues "facilitan la continuidad y preservan la identidad por parte de él o los miembros que se encuentran por fuera de su lugar natal" (Black, Roberts y Whiting 1988, citados por Rosado 2008, 72). Los vínculos entre padres e hijos se mantienen y fortalecen estableciendo espacios de conexión virtuales o presenciales, algunos espontáneos, otros planeados en el tiempo, como llamadas telefónicas, contactos a través de Skype, WhatsApp o viajes periódicos, que para el caso del entrevistado 5 solo fueron posibles por teléfono.
Crecimiento en lo académico y profesional
El motivo para migrar en otro de los entrevistados, que viajó desde Inglaterra, estaba puesto en la vida profesional y en la oportunidad de adquirir conocimientos nuevos: "Yo vine a Colombia por un intercambio organizado por el Icetex para ser profesor de inglés y mejorar mi español" (E31 2016). Fue un proyecto que contempló desde el ámbito personal, donde la familia de origen no participó abiertamente de la decisión: "Yo les conté y, pues, la decisión fue mía" (E31 2016).
La historia del entrevistado ilustra acerca del programa del Gobierno nacional que, a través del Icetex, facilita la movilidad de docentes extranjeros para trabajar como profesores visitantes en aras de una cualifi-cación. Asimismo, están las becas ofrecidas por este organismo dirigido a extranjeros que deseen mejorar su formación con el programa "Reciprocidad para extranjeros". Estas acciones permiten fortalecer la cooperación y el intercambio educativo. El entrevistado afirma: "Vine con el propósito de mejorar mi español, ganar experiencia como profesor y conocer" (E31 2016).
Este tipo de ofrecimientos para convertir al país en un destino educativo y laboral favorece que personas extranjeras, quienes inicialmente se plantean una permanencia temporal, lleguen a consolidar sus proyectos de vida familiar y laboral en el país. Como el caso del entrevistado 3, quien ya ha formado una familia con una compañera y dos hijas pequeñas.
Colombia cada vez resulta más atractiva para extranjeros por la calidad de la educación superior; según cifras de Migración Colombia, en el 2016 ingresaron a las universidades colombianas i4 i93 estudiantes (Cárdenas 2017). Esto pone de relieve la relación existente entre los procesos migratorios y la internacionalización de la educación. La movilidad de docentes y estudiantes como estrategia de cooperación es una de las formas más comunes de intercambio académico y de contribución al desarrollo. A partir de estos programas, la movilidad es apreciada como una forma de conocimiento mutuo entre países y culturas diferentes (Luchilo 2006).
Por otro lado, en los estudios sobre migraciones se han categorizado dos tipologías: migraciones irreversibles cuando el desplazamiento es definitivo y reversibles cuando el retorno al país de origen es muy posible; en estos casos los visitantes adquieren generalmente la condición de residentes transitorios (Tosi 2009). No obstante, las experiencias vividas por estas personas al crear vínculos y darse un proceso de adaptación que les es satisfactorio hace que la migración pueda llegar a ser irreversible, como fue el caso del entrevistado 3, quien lleva 4 años en Medellín.
Espíritu de aventura
Otro de los entrevistados, de origen brasileño, sobre el motivo que propició su viaje hacia Medellín, menciona el deseo por conocer y explorar nuevos lugares, un país por descubrir, una cultura por conocer; por ende, se atribuye a la curiosidad el factor motivante. Esto, se puede evidenciar a continuación:
Yo quería explorar, quería saber qué tan grande era el mundo; entonces decidí irme. Primero fue a Inglaterra; estuve allá un año y conocí colombianos y decidí venir a Colombia a ver cómo sería vivir en Colombia o conocer Colombia. (E4BR 2016)
Es una experiencia migratoria que para él inicia como un reto, una incertidumbre, un desafío; posteriormente, le posibilita extender un proyecto de vida personal y luego familiar en Colombia, al casarse con una colombiana. El entrevistado afirma lo siguiente:
Yo creo que Medellín me escogió, porque después de 13 años viviendo acá, la gente me pregunta por qué me quedé si Brasil es muy bacano, un país muy lindo, la gente es muy amable también. Después de trece años yo no sabría contestar, no sé, yo creo que fueron muchas cosas; de pronto la aventura de estar aquí solo y empezar desde cero a ver qué pasaría. (E4BR 2016)
En cuanto a la participación de su familia en su decisión, el entrevistado, quien vivía con sus padres en su país de origen, expresa que fue una determinación autónoma en la cual no tomaron parte sus familiares.
En Brasil somos un poco más independientes que aquí en Colombia; aquí ustedes son más unidos hablando de familia, nosotros queremos nuestra familia de cierta forma somos unidos, pero no como acá. Entonces, simplemente, yo ya trabajaba, ya tenía 22 años y decidí irme y me fui. (E4BR 2016)
Ante la migración, la familia de origen no se vio exenta de padecer in-certidumbres y miedos frente a la salida de uno de sus hijos: "Pues ellos al principio fueron muy negativos, porque la madre es muy aferrada a sus hijos y entonces fue muy complejo y difícil de aceptar. Yo creo que hasta hoy, después de catorce años, no ha aceptado todavía" (Ε4ΒR 2016).
Este entrevistado hace parte de la generación de millennials, personas nacidas entre i980 y el 2000, también llamados generación Y, o generación Net. Hacen parte de una cultural global, conectada a través de medios tecnológicos y donde un buen número de ellos valoran el deseo de recorrer el mundo, innovar, apostarles a desafíos y con flexibilidad para adaptarse a los cambios. "Ven el trabajo sin fronteras territoriales, ni temporales y a la diversidad como una oportunidad para entender el mundo" (Infante 2016, 10). De igual manera, la narrativa de este entrevistado remite a una de las características de aquellas familias transnacionales, en las cuales los padres quedan en el país de origen durante la etapa de la salida de los hijos, mientras que estos están dispersos en varios lugares del mundo: "Yo tengo un hermano que en estos momentos vive en California en los Estados Unidos, es empresario" (Ε4ΒR 2016).
Se encuentran, entonces, parejas que se quedan solas y cuya asistencia durante la vejez ya no estará prestada directamente por los hijos, por encontrarse en otras partes del mundo. No obstante, los vínculos se mantienen a través de visitas periódicas y recursos tecnológicos.
Desde hace tres años y medio o cuatro años, yo intento ir a Brasil cada tres meses, y he cumplido, yo voy y visito a mi familia, no importa si es una fecha importante o no, pero yo intento ir cada tres meses y eso me ha hecho bien, por estar más cerca de la familia. Igual ellos tienen herramientas de internet como Facebook, Skype, WhatsApp. (E4BR 2016)
La consolidación de la relación de pareja
Cuando los miembros de la pareja son de países de origen distintos, el que uno de ellos decida volver a su país es una razón que motiva la migración del otro. Esta puede ser la situación de muchas parejas, como es el caso de la entrevistada 2, pues el motivo que al parecer le hizo radicarse en Medellín fue apoyar a su esposo en la decisión de retornar a Colombia: "[…] con más de dos años de casados, él quería regresar a Colombia, entonces fue más decisión de mi esposo regresar a Colombia, que mi decisión" (E2R 2016). Se puede observar en esta experiencia una situación común en las parejas de diferente nacionalidad: se hacen renuncias para seguir al compañero o compañera a sus lugares de origen, dejando tras de sí familia, costumbres e idioma.
Se presenta la conformación de parejas mixtas en los entrevistados 2, 3 y 4. Estas parejas se definen como aquellas que son constituidas por personas de orígenes culturales diferentes, conocidas también como binacionales, interculturales o transculturales y tienen criterios de denominación diversos, según se tome como base el país de nacimiento, grupo étnico, religión, idioma, entre otros (Crester 1990, citado por Albert y Masanet 2008). En estas parejas se da una mezcla cultural que les exige realizar consensos y adaptaciones a nuevas costumbres. Como lo afirma la entrevistada 2: "Necesité hacer acuerdos en algunas costumbres [...] también, porque no hay ciertas cosas aquí, entonces necesité pensar cómo compensar eso que faltaba" (E2R 2016).
Lo comúnmente observado en los tres entrevistados es que su pareja es de nacionalidades, idiomas y culturas distintas. Este tejido intercultural requiere de unas negociaciones adicionales para tener en cuenta en la construcción de la pareja, acerca de los contenidos culturales que se mantienen y se incluyen en la relación y, luego, en la crianza de los hijos.
Sobre la adaptación
Una de las tareas importantes en el sistema familiar es lograr el ajuste y la adaptabilidad ante los cambios y las demandas. La migración trae una serie de tensiones asociadas a las pérdidas que los emigrantes tienen, como la separación de familiares, amigos, costumbres y de todo lo conocido, a tal punto que es experimentado como un duelo. Al respecto, Valentín González hace referencia al duelo migratorio como:
[...] La pérdida que sufren las personas que se ven abocadas a abandonar su país y emigrar a otro para buscar un futuro mejor. En todos los casos, junto con los problemas inherentes al proceso migratorio se suman la pérdida extraordinariamente significativa de los vínculos con la tierra y con las gentes que les vieron crecer. (2005, 78-79)
Las personas pueden experimentar esta transición como un empezar de cero, como lo narra una de las entrevistadas:
Con la crisis tuvimos que devolver la casa y, al venir aquí, vinimos de cero, completamente de cero. Traer nuestras cosas nos significaba un capital como de 10 000 euros, con la posibilidad de que no pudiéramos sacar de la aduana nuestras cosas. Entonces dijimos: "Con ese dinero podemos empezar de nuevo". (EIE 2016)
Para la entrevistada i se presentaron momentos difíciles, como arrendar un inmueble, pues al no contar con personas cercanas que les respaldasen era más complejo que les aceptaran en los contratos de arrendamiento. Por otra parte, ella se encontraba en aislamiento social, ya que no contaba con personas conocidas en la ciudad y había temores para insertarse en actividades que le permitieran crear redes sociales.
Yo llegué a esta ciudad sin conocer nada. Empecé a salir, pero después de un año... En ese año hacía cosas puntuales, comprar y de vuelta a la casa, banco y de vuelta a la casa. Cuando mi marido no estaba, entonces, ¿qué hago?, ¿a dónde voy? Y con ese temor de Colombia, porque aquí hay que tener cuidado. Entonces, empecé a salir, pero después de un año... Algunas veces mi hijo me decía: "Vamos al cine"; sola me daba miedo salir. (EIE 2016)
Para las personas que proceden de países similares al nuestro y aquellas que hacen parte de parejas mixtas con semejanzas culturales puede haber una ventaja en la asimilación de los cambios, como se muestra en la siguiente narración:
Cuando voy a Brasil o vengo a Colombia para mí es como estar en mi casa, que yo me acuerde, tampoco fue muy difícil, porque culturalmente Brasil y Colombia son dos países muy parecidos; de Sudamérica son las dos culturas más parecidas. (E4BR 2016)
Otros recursos importantes para facilitar la transición son las redes de apoyo social e institucional. Para el entrevistado 5, encontrar coterráneos fue el recurso que facilitó la acomodación en el lugar de residencia: "Yo empecé viviendo, como todo el mundo, con cubanos" (E5C 2016). En los estudios sobre migraciones, la categoría de "cadena migratoria" forma parte de los conceptos para tener en cuenta para su comprensión. Las cadenas migratorias se refieren a aquellas redes sociales que facilitan la consecución de empleo, traslado y alojamiento, posibilitando la inserción del migrante en la sociedad de destino. La existencia de contactos personales con compatriotas que les precedieron en la migración disminuye las tensiones, pues hay reducción de gastos, sirven como fuente afectiva y brindan información, ya que los otros inmigrantes tienen mayor experiencia (Jofre 2012).
Por otra parte, es importante resaltar cómo en la entrevistada i se despliegan recursos individuales como la racionalización y la determinación de hacer un giro a una circunstancia que estaba viviendo en aislamiento:
[...] esto me está matando, me va a enfermar. Así que un domingo dije: "Tengo que salir con mi perro a caminar". Cuando vi en la ciclovía baile-terapia, pensé: "Tengo que meterme ahí". Empecé a ir y, pues, hice amigas. Alguien me dijo que había cursos en una caja de compensación y fui, hasta cuando empecé a ver que tenía que involucrarme más en esta sociedad. (EIE 2016)
Al posibilitarse este cambio, flexibilizar ante la situación y realizar contactos sociales e institucionales, se producen cambios significativos que mejoran su calidad de vida y de la familia. Por otro lado, las redes sociales representan un potencial de ayuda para los migrantes, pues sirven de soporte, una vez que son recursos sociales que facilitan el aprendizaje de habilidades, la consecución de empleo y son un factor protector para la salud mental (Maya, Martínez y García 1999).
De igual forma, la adaptación no es un proceso que se limite solo al inmigrante trabajador, sino que también involucra a aquellos miembros de la familia que le siguen: "Acomodarse a las circunstancias y hacer como quien 255 dice, adaptarse a la situación y adaptar al hijo a la situación. Porque para mi hijo fue difícil y más cuando era adolescente" (EIE 2016).
En general, según las narraciones, se ha logrado una buena adaptación a los cambios que vivieron estas personas y sus familias tras la experiencia migratoria. Para el caso de la entrevistada i, al parecer las expectativas trazadas en el momento de la migración con respecto a este proyecto de vida familiar se han visto colmadas actualmente. Pues el esposo aunque está trabajando desde el exterior, ha logrado establecer en Colombia un punto de referencia para el comercio de arte y ella ha continuado con su labor:
Las expectativas mías eran vivir en una sociedad en la que yo me pudiera involucrar... Tener amistades, tener gente fraterna. Estoy conociendo gente maravillosa; lo único que estoy esperando con paciencia es el hecho de que mi marido venga definitivamente a vivir aquí, es lo único. (EIE 2016)
En lo que se refiere al entrevistado 5, al hacer un balance de la experiencia migratoria se encuentran satisfacciones y logros al tener en la actualidad los hijos adultos y profesionales, quienes vivieron su adolescencia en un sistema en el que sus padres habían esperado encontrar mayores libertades y posibilidades. A su vez, han continuado los lazos emocionales con las personas de su país de origen:
Y hoy son lo que son por eso y están felices, a tal punto de que ellos van a Cuba; el más grande se casó por lo civil con una colombiana que fue su novia desde que vino y luego fueron a Estados Unidos, allí se casaron por lo civil. A los cubanos les dan más rápido los papeles que a los colombianos, pero se van ahora en junio a casarse en Cuba por la iglesia y todos vamos para allá. (E5C 2016)
En los sitios de destino, los migrantes suelen tener un proceso de adaptación más favorable, según se presente su situación laboral, el lugar de vivienda y los vínculos de amistad y solidaridad que realicen. De acuerdo con Ángela Hernández (1997) las fases de ajuste y adaptación familiar son etapas separadas en los momentos de crisis. Por un lado, durante el proceso de ajuste las familias afrontan las demandas con los recursos existentes con unos patrones de interacción predecibles y estables. La crisis surge cuando las demandas superan las capacidades existentes. Por otro lado, en la fase de adaptación las familias recuperan el equilibrio al desarrollar nuevos recursos y nuevas conductas de afrontamiento, resignificando lo acontecido de una manera más esperanzadora (Hernández 1997, 50).
Conclusiones
Colombia, como país receptor de flujos migratorios, no tiene las condiciones de un país del llamado "primer mundo". Por el contrario, ha existido históricamente alta salida de colombianos hacia el exterior. Sin embargo, las condiciones sociales, políticas y económicas están favoreciendo un flujo mayor de extranjeros que, con sus familias, llegan a Medellín a trabajar.
El ciclo vital familiar que predomina entre las personas a quienes se les diligenció la ficha sociofamiliar y que están con sus familias en la ciudad, les ubica en el momento de la conformación de la pareja, seguida de las familias en la fase de nacimiento del primer hijo y luego aquellas en la época de la escolaridad, mostrando una tendencia hacia familias jóvenes.
Es importante destacar el uso que hacen los inmigrantes y sus familias de las redes de apoyo social y familiar encontradas en la ciudad. Sobresale el apoyo que dicen encontrar en amigos y compañeros de trabajo, en quienes depositan la confianza suficiente para acudir a ellos en caso de necesidad; en menor proporción aparecen otros familiares y, por último, los vecinos.
Estas redes sociales de apoyo son fundamentales para los procesos de adaptación y conocimiento cultural del país al que los inmigrantes llegan; permiten sobrellevar situaciones difíciles de índole personal, económica y emocional, pues se convierten en un soporte indispensable en la nueva vida. Cuando se forma parte de grupos sociales en los que se puede forjar un sentido de pertenencia, en los que se puede encontrar una ayuda cuando se necesite y confianza para compartir sobre la vida individual, la percepción de estabilidad aumenta y hace más fácil la lejanía del lugar de origen y la radicación en un país diferente.
Por otro lado, se observa en este estudio para cada uno de los entrevistados que el motivo que originó la migración fue diferente. Cada una en su individualidad es la expresión de cientos de familias y de individuos que siguen estos mismos motivos para emigrar de sus países de origen. De ahí lo valioso de sus narraciones, que, siendo situaciones acogidas de manera individual, pueden ayudarnos a comprender fenómenos colectivos. Como se pudo observar, hay cinco motivaciones para la migración: las motivaciones de tipo económico, la búsqueda de un mejor futuro para los hijos, el crecimiento en lo académico y profesional, el espíritu de aventura y la consolidación de la relación de pareja. Son testimonios que nos presentan unas personas y unas familias situadas en el contexto de una sociedad cosmopolita global, donde se opta por experiencias sociales y familiares nuevas y sorprendentes.
En cuanto a la adaptación al nuevo entorno de vida, en cada entrevistado y su familia hay una manera particular, una actitud especial, de experimentar los acontecimientos de la vida, sean estos cotidianos o excepcionales; y, según sus recursos, lograron transitar por este período de cambio. Se resalta en los relatos del presente estudio que la experiencia vivida les ha permitido romper con las prevenciones que tenían sobre Colombia y encontrar en Medellín una ciudad donde han logrado colmar sus expectativas, consiguiendo una inserción a la vida social y económica, a la par que acomodarse a las reglas del lugar de destino.
Los casos en el momento del estudio dieron cuenta de unas motivaciones que apuntan hacia el mejoramiento de las condiciones de vida, no se presentaron casos de familias que huyeran de sus países por razones religiosas, políticas o de seguridad, llegando en calidad de refugiados, como podría darse en el momento presente con familias migrantes de países como Venezuela.
El término "familia" adopta diversas definiciones que cambian según el contexto y las circunstancias, entre estas se encuentra el fenómeno de la migración toda vez que exige comprender la familia como un grupo en donde los vínculos afectivos y las funciones que tienen sus miembros pueden ser posibles y se mantienen sin el requisito de la copresencialidad. Por otra parte, es necesario para su análisis contar con unos marcos referencia-les, entre ellos el enfoque sistémico y el construccionismo social, que entren en sintonía con las complejidades que trae la contemporaneidad y desde cuyos lentes pueda apreciarse la cambiante dinámica relacional y vincular de las familias.
Es importante continuar ampliando indagaciones sobre el tema de las migraciones hacia Colombia, pues hay limitada información y debemos estar preparados como profesionales de las ciencias sociales a incorporar narrativas con las familias desde la multiculturalidad, en los procesos de acompañamiento preventivo, promocional, de orientación y terapéutico.