Introducción
La enfermedad renal crónica es actualmente un problema relevante en la salud pública, cuya prevalencia se ha estimado que varía entre el 8 % y el 10 % de la población a nivel mundial, se estima que alrededor de 850 millones de personas a nivel mundial sufren algún grado de enfermedad renal crónica y que además su progresión ha llevado a un grupo representativo de pacientes que requieren terapias de sustitución renal como hemodiálisis, diálisis peritoneal, o trasplante renal, lo que conlleva a altos gastos en los sistemas de salud, lo que representa el 2,3 a 7,1 millones de muertes prematuras por falta de acceso a diálisis, hemodiálisis y trasplante renal1.
De acuerdo al registro latinoamericano de diálisis y trasplante renal, en nuestra región existe una tasa de prevalencia de 509 pacientes en hemodiálisis o diálisis peritoneal por cada millón de habitantes, y una tasa de 19 trasplantes renales por cada millón de habitantes2.
El transplante renal ha sido una alternativa terapéutica en constante evolución dentro de la medicina y está asociada con una mejor expectativa de vida en pacientes con enfermedad renal crónica terminal cuando es comparada con otras terapias de reemplazo renal como hemodiálisis3. A pesar de esto, el trasplante renal tiene una alta morbimortalidad, siendo las enfermedades infecciosas complicaciones que incluso pueden comprometer la vida del paciente4. En este contexto, se han reportado casos de infección asociados al injerto, así como a las diversas etapas que involucran el trasplante y que podrían comprometer, como factores de riesgo, antecedentes del donante, medio de preservación del órgano, los procesos quirúrgicos, las condiciones previas del receptor, o incluso podrían influir los factores propios de la institución responsable, de ahí que el conocimiento para prevenir estas complicaciones es muy relevante y necesario para lograr los mejores beneficios posibles. Entonces, el objetivo de esta revisión es presentar la información disponible sobre la contaminación de líquido de preservación y sus complicaciones asociadas.
Materiales y métodos
Estrategia de búsqueda
Se realizó la revisión de la literatura publicada sobre la contaminación del líquido de preservación en trasplante renal. No se establecieron particulares criterios de inclusión durante la búsqueda, sin embargo, se excluyeron todos aquellos trabajos que no se referían exclusivamente al trasplante renal, o aquellos casos que presentaron complicaciones asociadas a la contaminación del líquido de preservación pero que se presentaron en otras series de casos
Realizamos la búsqueda a través de PubMed, utilizando la combinación de palabras «Contamination of preservation fluid in kidney transplant» [Todos los campos] se identificaron 12 publicaciones. Después de analizar el título y resumen de todos los manuscritos encontrados en la búsqueda, se excluyeron 5 trabajos. Adicionalmente, realizamos la búsqueda de artículos a través de Google académico, donde identificamos 5 manuscritos que podrían ser incluidos, lo que arrojó un total de 12 trabajos para ser analizados.
Reporte de nuestra institución
Se realizó un estudio transversal, descriptivo, observacional, durante el mes de febrero de 2019 en el Hospital de Especialidades de las Fuerzas Armadas N. ° 1 en Quito, Ecuador, en el que se incluyeron 69 trasplantes renales de donantes cadavéricos realizados entre los años de 2014 y enero 2019, de los que se realizó el cultivo microbiológico del líquido de preservación en 59 casos. Para obtener información referente a los resultados de microbiología investigamos la historia clínica de cada paciente.
Resultados
Se incluyeron 12 trabajos publicados, todos escritos en inglés, que fueron clasificados en dos grupos: reportes de caso y estudios de prevalencia.
La tabla 1 resume los hallazgos más significativos en los trabajos clasificados como estudios de prevalencia5-12. En este grupo, los trabajos fueron publicados entre 2005 y 2018. Los escritos por Bertrand, et al6, Veroux et al7, Wakelin, et al10, Ranghino, et al11, y Schiavelli, et al12, presentaron el total de aislamientos microbiológicos que evidenciaron contaminación del líquido de preservación, mientras el resto presentó únicamente la contaminación por Candida sp. Adicionalmente, en este grupo solo 3 estudios, Rodrígues, et al5 y Veroux, et al7, Matignon, et al9, presentaron las complicaciones asociadas a la contaminación.
* Respecto al total de los cultivos tanto positivos como negativos; ** Respecto al total de aislamientos positivos; BGN, bacilos Gram negativos; CGP, cocos Gram positivos; BGP, bacilos Gram positivos; sp, especies.
Entre el total de aislamientos referenciado en cada estudio, se estableció que la prevalencia de contaminación de líquido de preservación varió entre 17,43 % a 59,72 % (promedio 37,64 %), cuando se consideró todos los cultivos positivos para cualquier microorganismo, mientras que para los limitados al reporte de Candida sp, la frecuencia varió de 1,69 % a 8,57 % (promedio 4,67 %). Entre las especies de Candida sp, la más frecuente fue Candida albicans. Respecto a las complicaciones asociadas, solamente fueron reportadas en los estudios limitados a la contaminación por Candida, de las que el retraso en la función del injerto fue la más frecuente. Sin embargo, en los estudios que reportaron la contaminación por cualquier microorganismo, el más frecuente fue Estafilococo coagulasa negativa, el principal agente aislado en la contaminación del líquido de preservación.
Entre los reportes de caso clínico (tabla 2)13-16, todos presentaron contaminación por Candida, con un total de 9 pacientes, entre ellos las complicaciones asociadas fueron arteritis de la arteria renal (6/9), ruptura de la anastomosis (1/9), muerte (4/9), aneurisma de la arteria hipogástrica (1/9), ruptura de la anastomosis (1/9), ruptura de la arteria renal (1/9) y perdida del injerto (6/9).
Resultados de la institución
Entre 2014 y enero 2019, de un total de 59 pacientes trasplantados se aisló al menos un microorganismo en 20 casos (28,1 7 %), de acuerdo al siguiente detalle; Estafilococo coagulasa negativo (9/ 20), Klebsiella sp (3/20), Pseudomona sp (3/20), Estreptococo sp (2/20), Estafilococo aureus (2/20), Enterococcus faecalis (1/20), Aermona sp (1/20) y Candida albicans (1/20). No se identificaron complicaciones clínicas asociadas a esta contaminación en ninguno de los casos.
Discusión
Después de que el órgano ha sido extraído debe ser almacenado hasta ser trasplantado, evento que puede tardar varias horas considerando que generalmente tanto el donante como el receptor se encuentran en diferentes hospitales, por este motivo ha sido necesario el desarrollo de formas seguras y efectivas para preservar el órgano ex vivo, siendo una de ellas el uso de líquidos de preservación cuya utilidad se basa en prevenir el edema celular en el órgano a ser trasplantado, retrasar la lisis celular y optimizar la funcionalidad del injerto posterior al restablecimiento de la perfusión17.
A pesar de que siempre se consideran medidas para prevenir una posible contaminación del líquido de preservación, este es un riesgo presente. En este contexto, analizamos que la frecuencia de contaminación del líquido de perfusión por cualquier microorganismo es elevada. Sin embargo, las mayores complicaciones han sido reportadas cuando la contaminación está dada por Candida sp, cuya frecuencia es relativamente baja. Es importante destacar que los microorganismos más frecuentes en los aislamientos se han reportado en el microbioma humano, por lo que consideramos que la principal fuente de contaminación podría ser un reducido control en las medidas de asepsia y antisepsia en cada etapa del trasplante renal, sin embargo necesitamos estudios que puedan probar esta hipótesis para generar mejores estrategias de control.
En cuanto a las complicaciones asociadas a Candida sp, la arteritis fúngica fue especialmente frecuente, con la consecuente pérdida del injerto renal. En cuanto a la fisiopatología tras este fenómeno, la asociación entre la infección fúngica y el daño endotelial ha sido demostrada en modelos murinos en los que posterior a la inoculación de extractos de la pared celular de Candida albicans (Candida albicans cell wall extract/CAWE) se evidenciaron lesiones protuberantes en arterias coronarias, carótida, celiaca, iliacas, y aorta abdominal, junto a la expresión de c-Jun N-kinasa terminal (JNK), complicaciones que tuvieron una incidencia reducida al inhibir JNK17. Adicionalmente, la actividad de JNK reduce la expresión de genes involucrados en la síntesis de colágeno como COL3A1, gen cuyas mutaciones se han asociado al desarrollo de aneurismas18,19. La suma de todos estos fenómenos podrían dar una posible explicación a la importancia de las complicaciones asociadas a la contaminación del líquido de preservación por Candida sp, sin embargo, es importante investigar la expresión de estos fenómenos moleculares en el paciente trasplantado con el fin de explicar los hallazgos presentados en este estudio.
Conclusiones
La contaminación del líquido de preservación es un fenómeno frecuente en trasplante renal, sin embargo al no poseer publicaciones en las que describan las complicaciones asociadas a la infección por otros microorganismos, podríamos decir que la contaminación por Candida sp, a pesar de no tener una gran frecuencia, es clínicamente la más relevante.
Mejorar los procedimientos y desarrollar mejores estrategias de asepsia y antisepsia durante la ablación e implante de órganos optimizará los procesos durante la actividad trasplantológica, será un reto para los equipos de trasplante.