Estimado editor
A continuación presento una versión en español de la carta publicada en inglés por el Alliance Almanac1 - que pertenece a la Alliance for Continuing Education in the Health Professions, la sociedad científica norteamericana dedicada a la educación médica continua-, la cual será de gran beneficio para los lectores de habla hispana para enfrentar los retos que implica realizar eventos en situaciones como la actual pandemia por COVID-19.
El 7° Congreso Latinoamericano de Diálisis Peritoneal, programado para se hubiese celebrado los días 27 y 28 de marzo de 2020 en Cartagena de Indias, Colombia, es un claro ejemplo de la migración exitosa de un evento que en su diseño original integraba actividades vía internet y presenciales, y que debido a la pandemia por COVID-19 pasó a ser totalmente virtual.
Esta experiencia, que se produjo en este momento concreto por casualidad, podría ser útil para aquellas organizaciones que están definiendo qué hacer con sus congresos programados para el 2020 debido a la situación actual de salud, pues es evidente que existe una incertidumbre respecto a los eventos presenciales debido a que su realización depende de cómo se desarrolle la pandemia2 y por tanto está en juego la asistencia de oradores invitados y participantes convocados una vez que se permita la reanudación de este tipo de eventos. Además, relacionado a la propuesta de realizar las actividades completamente virtuales, existe la preocupación por la dificultad que plantea la videoconferencia en vivo durante largos períodos de tiempo y durante varios días con respecto a la capacidad de concentración de las personas, pues este es un sustituto de los eventos presenciales rápido pero imperfecto.
La propuesta consiste en realizar un «congreso extendido» que implica la extensión en tiempo, espacio e idiomas de un congreso médico tradicional: es extenso en el tiempo porque permite que los asistentes adquieran los conocimientos y los validen en diálogo con sus colegas a lo largo de varias semanas, en comparación con un evento presencial que habitualmente es muy corto de tiempo y en la mayoría de exposiciones magistrales hay poco espacio para la interacción con los asistentes; es extenso en el espacio porque puede llegar a un público más amplio que normalmente no iría al evento, incluidos los participantes nacionales y extranjeros, y es extenso en idiomas porque permite que aquellos que no dominan el inglés participen gracias a los subtítulos y a la creación de foros de discusión en sus propios idiomas.
En este caso, los organizadores del 7° Congreso Latinoamericano de Diálisis Peritoneal quisieron implementar un modelo híbrido: un congreso presencial planificado para el 27 y 28 de marzo de 2020 en Cartagena y un congreso extendido programado del 23 de marzo al 10 de mayo de 20203. Debido a la crisis por COVID-19, el congreso presencial tuvo que posponerse, por lo que en esas fechas solo se implementaron actividades en forma virtual.
Por su parte, el congreso extendido fue organizado por la Sociedad Colombiana de Nefrología y auspiciado por la Sociedad Internacional de Diálisis Peritoneal y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión, y su público objetivo eran médicos y enfermeras de habla hispana que trataran pacientes en diálisis peritoneal, u otros profesionales con interés en la temática.
Este congreso extendido incluyó una semana introductoria con discusión y votación de los trabajos libres y posters presentados (Figura 1). Aunque durante esta primera semana se realizó un webinar de apertura en vivo, la mayoría de las actividades fueron diseñadas para ser asíncronas y por tanto no requerían una fecha y hora específicas para participar; vale la pena mencionar que dentro de estas actividades se incluyeron conferencias magistrales, simulaciones clínicas y foros de discusión. Varios expositores de habla portuguesa e inglesa fueron subtitulados al español y la interacción entre participantes y docentes se llevó a cabo por una plataforma similar a Facebook en donde se tienen en cuenta las relaciones personales para generar confianza y fomentar un diálogo significativo entre los participantes4.
Tal como se esperaba gracias al alcance que permite el internet, hubo una gran acogida y se registraron 702 participantes de 21 países, principalmente de México (n=144), Argentina (n=114), Costa Rica (n=92), Perú (n=76), Chile (n=55), Ecuador (n=38) y Colombia (n=38); también hubo una menor presencia de asistentes de países de Europa como España (n=3) y Portugal (n=5).
Con este ejemplo y una larga historia de actividades educativas por internet5, EviMed, en asociación con la Oficina de Educación Médica Continua de la Universidad de Virginia, está diseñando programas similares en EE. UU para poder reprogramar actividades previstas originalmente para ser presenciale s y que ahora serán totalmente virtuales o híbridas.
Dado que los congresos anuales son una fuente importante de ingresos para la mayoría de las sociedades científicas, esta propuesta de realizar congresos extendidos sería inconveniente en tiempos habituales, pues cualquier cambio en el status quo podría afectar la salud financiera de las organizaciones. Pero estos no son tiempos habituales y un elemento importante en la gestión de la crisis es encontrar alternativas para las actividades programadas y poder seguir brindando educación de calidad y oportunidades para el intercambio de conocimiento entre profesionales de la salud.
En síntesis, el uso intensivo de la videoconferencia como sustituto de los eventos presenciales no es la mejor solución, pues no se puede esperar que los asistentes a un evento determinado estén frente a una computadora durante horas y días, además la diferencia en los husos horarios también puede dificultar la participación, por lo tanto, es necesario probar nuevos modelos educativos como el ejemplo que se muestra aquí.