Introducción
El ruido “es una perturbación física que se propaga en un medio elástico produciendo variaciones de presión o vibración de partículas que pueden ser percibidas por el oído humano o detectadas mediante instrumento” [1]. El ruido está “compuesto habitualmente del sonido de muchas fuentes en muchas direcciones, próximas y lejanas; ningún sonido en particular es dominante” [2]. Este no solo causa molestias a nivel auditivo en los docentes, sino que impide el buen uso de la voz.
La voz se puede definir como “el sonido voluntario producido por los pliegues vocales gracias a la acción del soplo respiratorio ampliado y modulado en las cavidades de resonancia y regulado por el sistema auditivo, que se proyecta según la intencionalidad del discurso y el contexto comunicativo, con el propósito de lograr un impacto en el interlocutor” [3]. “A lo largo de la última década se ha producido un aumento por el interés de la calidad vocal” [4]. Esta es conocida como eufonía, término utilizado para describir la voz en una condición en la cual todos los atributos mencionados anteriormente están presentes. Esto incluye: buena calidad de sonido para el oyente, comodidad para el que habla e integridad de los órganos y tejidos responsables por la fonación [5] del profesional de la voz.
Se considera profesional de la voz a quien la utiliza como instrumento y medio primordial para su trabajo. Los docentes son los principales [6-9]. A pesar de ello, no reciben la misma educación vocal que otros a quienes se les enseña habilidades y conocimientos específicos para desarrollar la voz de manera óptima y eficaz [10-12]. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera a los docentes como los trabajadores con mayor riesgo de contraer enfermedades de la voz [13].
Es importante tener en cuenta que los problemas de este género son fenómenos multidimensionales y, por lo general, incluyen una autopercepción de la reducción del bienestar físico, emocional, social y profesional [14] La mayoría de las definiciones de la voz se limitan solo al hecho fisiológico de la producción, descartando el factor biopsicosocial que está inmerso en este fenómeno. El profesional es el primero en notar cuándo el rendimiento vocal va disminuyendo, dado que su desempeño se ve afectado [5]. Por ende, es esencial evaluar no solo la parte funcional y estructural sino también cómo se siente el sujeto.
Adicionalmente, los docentes realizan su trabajo en diferentes espacios (abiertos y cerrados) y con condiciones climáticas variables. Durante el desempeño de sus actividades están sometidos a diferentes niveles de intensidad sonora, que dependen de las diferentes circunstancias experimentadas a lo largo de la jornada. Rara vez se superan los niveles de ruido que establece la normativa como límites. Si esto sucediera se adoptarían medidas preventivas ante esta posible causa de sordera profesional [3,7,15]. Sin embargo, ¿qué otras consecuencias tiene dicho ruido? A partir de esta problemática nace el objetivo de identificar los posibles efectos en la calidad vocal de docentes de instituciones educativas en Cúcuta, Norte de Santander, mediante el análisis acústico, y así dar respuesta a la pregunta investigativa: ¿cómo afecta el ruido la calidad vocal en los docentes de instituciones educativas?
Métodos
Para el desarrollo de la investigación se hizo un estudio con enfoque cuantitativo que responde a una investigación de campo de carácter descriptivo y de relaciones entre variables, en el cual se recolectaron datos basados en los lineamientos de la Resolución 8430 (1993) que rige en Colombia y hace referencia a las normas científicas, técnicas y administrativas para la investigación en salud. Teniendo en cuenta lo referido en la resolución, la investigación se ubica en riesgo mínimo [16]. Para el desarrollo se seleccionaron dos instituciones de la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander. Se contó con una población total de 71 docentes de los grados de preescolar, primaria y secundaria, a quienes se le realizó la valoración con: audiometría, análisis acústico de la voz, protocolo índice de incapacidad vocal y sonometría. Cada uno de los sujetos estuvo de acuerdo en participar en el proceso.
Los criterios de inclusión que se tuvo en cuenta al momento de la elección de los participantes fueron: firma de consentimiento informado; tener sensibilidad auditiva normal o un descenso en escala LARSE grado I, sin superar los 30 dB, ya que esta solo afecta una banda y mínimo 1 año de experiencia laboral como docente.
La muestra finalmente estuvo compuesta por 57 docentes, seleccionados mediante la valoración de la sensibilidad de los tonos puros audiometría.
Para la recolección de la información se utilizaron las siguientes técnicas:
Audiometría tonal
Se usó para medir la sensibilidad auditiva del trabajador mediante el registro del umbral de percepción de tonos puros calibrados [17]. Para la realización de esta medición se usó el audiómetro marca MAICOS serial MA39, calibrado el 26 de febrero del 2018.
Se realizó otoscopia con un otoscopio de marca Welchallyn para observar las estructuras anatómicas del oído externo.
La audiometría tonal se tomó para las frecuencias de 500, 1000, 2000, 3000, 4000, 6000 y 8000 Hz, con registro de vía aérea.
Análisis acústico de la voz
Para esta valoración se le solicitó al docente colocarse de pie con el tronco erguido y, tras realizar una aspiración profunda, emitir el sonido de la vocal /a/ en el tono habitual (ni muy agudo ni muy grave). El micrófono se ubicó a una distancia de 10 cm y la grabación se detuvo antes de que cayera el tono y el volumen. Se utilizó un micrófono marca Shure sm86 y un adaptador de señal marca Shure X2u. Para el análisis acústico de la frecuencia en JITTER local, se implementó el programa PRAAT, diseñado por Paul Boersma y David Weenink [18].
Sonometría
Consiste en la medición de los niveles de presión sonora dB para monitorear las diferentes fuentes de ruido en periodos de tiempo establecidos [2,19]. Se hizo uso de un sonómetro integrador de espectro por bandas de octava, de marca ACKLIFE, modelo SLM01, serial TQ69319USA, norma ANSI, calibrado desde fábrica. Los sondeos se llevaron a cabo en tres momentos de actividades académicas normales de la siguiente manera: al inicio de la jornada laboral (primera hora de clases), a mitad de la jornada (terceras horas de clases) y finalmente, un tercer momento durante la quinta hora de clases. Esto se realizó agrupando a los sujetos que tenían una exposición al ruido similar, se los dividió en preescolar, primaria y secundaria. Así se encontró el nivel de ruido promedio al que se encontraban expuestos los docentes según el área de desempeño.
Procedimiento de medición
Se siguieron los criterios establecidos por las entidades nacionales e internacionales que regulan las técnicas de medición en higiene industrial [20]. Fueron verificados los siguientes puntos:
Se comprobó el buen estado de la batería del sonómetro empleado.
Se evaluó de acuerdo a los parámetros recomendados por la GATISO y los valores límites permisibles para la exposición ocupacional al ruido del trabajador.
El ejercicio se realizó en el entorno habitual del trabajador, es decir, sin interrupción de su labor.
Se ubicaron dos puntos de exposición directa por salón de clases, en el primero se puso el micrófono del sonómetro a la altura del oído del docente, a una distancia aproximada de 30 cm.
Se utilizó el protector contraviento del micrófono, para evitar la interferencia por corrientes de aire.
Se tuvo en cuenta las medidas de control en la fuente, control en el medio y control en el individuo.
Percepción vocal
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la evaluación de la salud física no es suficiente para indicar la gravedad de la enfermedad, sino que para complementarla se debe evaluar la calidad de vida. Existen diversas pruebas que permiten realizar esta valoración, pero una de las más convencionales es el Voice Handicap Index-30 (VHI), desarrollado por Jacobson, Johnson, Grywalski, Silbergleit, Jacobson, Benninger & Newman [21].
El VHI-30 fue desarrollado con el fin de cuantificar el impacto percibido por un sujeto en los ámbitos de la propia función vocal, la capacidad física relacionada con ella y las emociones que provoca la disfonía; ha sido evaluado frente a otros cuestionarios, concluyendo que es el más versátil y fácil de completar para la persona y es el que contiene la información más relevante acerca de la calidad de vida relacionada con la voz [6,15,22,23].
Para la realización del VHI se le entregó a los docentes el protocolo que contiene 30 afirmaciones clasificadas en 3 grupos de a 10. Se les explicó la denominación de cada categoría: subescala física (I-F), funcional (II-F) y subescala emocional (III-E) respectivamente [24].
Interpretación de datos
Para el estudio de la información se usó el software SPSS IBM versión 22.0 en español. Se corrió un modelo de regresión lineal múltiple en el que se sometió a prueba la relación producida entre una variable dependiente “Y” y un conjunto de variables independientes (X1, X2,Xk). El análisis de regresión es una técnica estadística que consiste en relacionar dos o más variables. El modelo matemático toma la siguiente forma:
Y = β0 + β1 X1 + β2 X2 + β3 X3 +...βk Xk + E
La variable dependiente que se consideró fue el indicador JITTER, y como variables independientes: ruido, edad, horas de trabajo por día, tiempo de servicio laborado y sexo. A su vez, se realizó una categorización de las variables edad, género y áreas de desempeño.
Resultados
En la realización de la investigación se obtuvo los siguientes resultados, en el orden de evaluación:
Elección de la población
En la Tabla 1 se observa que de los 71 profesionales examinados, 52 presentan sensibilidad auditiva normal bilateral, 2 presentan grado I bilateral y 3 presentan sensibilidad auditiva normal en el oído izquierdo, pero grado I en el derecho. El total es de 57 docentes.
Clasificación de audición OD | Total | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
Grado I | Grado II | Grado III | Normal | |||
Clasificación OI | Grado I | 2 | 0 | 2 | 0 | 4 |
Grado II | 1 | 3 | 0 | 1 | 5 | |
Grado III | 1 | 1 | 2 | 0 | 6 | |
Normal | 3 | 2 | 0 | 52 | 57 | |
Total | 7 | 6 | 4 | 54 | 71 |
El grupo con mayor cantidad de personas es el de adultos jóvenes, seguido por el de jóvenes y por último el de adultos, para un total de 44 sujetos de género femenino y 13 del masculino (ver Tabla 2).
Edades | ||||
---|---|---|---|---|
Género | Jóvenes | Adulto joven | Adulto | Total |
Femenino | 18 | 18 | 8 | 44 |
Masculino | 3 | 9 | 1 | 13 |
Total | 21 | 27 | 9 | 57 |
Para categorizar la variable edad se consideraron los siguientes grupos:
Jóvenes: individuos con edades entre 22 y 30 años.
Adultos jóvenes: individuos con edades entre 31 y 45 años.
Adultos: individuos con edades superiores o iguales a 46 años.
En la Tabla 3, en la relación entre el área de trabajo y la edad, se observa que el grupo más grande da clase en secundaria y está compuesto en su mayor parte por adultos jóvenes; la siguiente categoría comprende a quienes trabajan en el área de primaria, (también mayoría adultos jóvenes) y, finalmente, el grupo más pequeño se desempeña en el área de preescolar.
Análisis de acústica de la voz
Para el análisis de este resultado solo se tomó la frecuencia de JITTER. En la Tabla 4 se observa que de los 57 docentes evaluados existe mayor afectación en calidad vocal del adulto joven, seguida por la del adulto.
Medición del ruido
Como se evidencia en la Tabla 5 el área de trabajo de los docentes con menor exposición a ruido es secundaria y con mayor exposición es preescolar. Cabe aclarar que la variabilidad entre ambas es mínima.
En la Tabla 6 se presentan las correlaciones entre la variable dependiente JITTER y las independientes. Este indicador, que varía entre -1 y +1, mide el grado de asociación lineal existente entre las variables. Como se puede observar, la variable JITTER y las horas laboradas al día son las que presentan el mayor índice de correlación, lo cual sugiere que en la medida que un docente labora más horas al día, mayor será la afectación de su voz, esto concuerda con los antecedentes teóricos.
Edad | Tiempo de oficio | Horas laboradas al día | JITTER | ||
---|---|---|---|---|---|
Edad | Correlación de Pearson | 1 | 0,584** | 0,166 | 0,279* |
Sig. (bilateral) | 000 | 0,212 | 0,034 | ||
N | 57 | 57 | 57 | 57 | |
Tiempo de oficio | Correlación de Pearson | 0,584** | 1 | 0,331* | -0,015 |
Sig. (bilateral) | 000 | 0,011 | 0,912 | ||
N | 57 | 57 | 57 | 57 | |
Horas laboradas al día | Correlación de Pearson | 0,166 | 0,331* | 1 | 0,079 |
Sig. (bilateral) | 0,212 | 0,011 | 0,557 | ||
N | 57 | 57 | 57 | 57 | |
JITTER | Correlación de Pearson | 0,279* | -0,015 | 0,079 | 1 |
Sig. (bilateral) | 0,034 | 0,912 | 0,557 | ||
N | 57 | 57 | 57 | 57 |
Percepción vocal: evolución complementaria
En la Tabla 7 se observa que 30 de los docentes encuestados manifiestan presentar molestias moderadas tanto físicas y emocionales como estructurales.
Para el análisis e interpretación de los datos, se tuvo en cuenta si la variable dependiente JITTER, que mide la frecuencia, puede ser moldeada mediante la distribución de proba-bilidad normal. Con el fin de verificar tal condición se corrió la prueba no paramétrica de Kolmogorow Smirnov, con la que se obtuvo un p-valor=0 que nos sugiere que la variable JITTER puede ser explicada mediante una distribución normal.
La ecuación de regresión que se obtuvo fue la siguiente:
JITTER =0,307+0,015 edad-0,126 sexo-0,012 tiempo de servicio +0,018 horas trabajadas -0,008 ruido
Dando como valor predictivo: R2=18,6%
Análisis y discusión
Al describir el ruido con relación al área de trabajo del docente se observó que en los tres grupos de muestra, preescolar, primaria y secundaria, la medición del ruido se mantuvo entre 62 y 65 dB lo que indica que hay una exposición baja en las instituciones. Esto confirma lo estipulado en la Resolución 1792 de 1990, por la cual se adoptan valores límites permisibles para la exposición ocupacional al ruido y el índice de riesgo interpretado. Así mismo, los grados de riesgo según dosis de exposición y frecuencia de la reevaluación se encuentra en grado I, esta es una dosis inferior a 75Db e indica que no hay exposición [25].
Cuando se interpretó la perturbación en la calidad vocal se advirtió que solo 25 de los 57 docentes evaluados presentaron alteraciones en la frecuencia. Dado lo anterior, se da respuesta a la pregunta de la investigación. Debido a la homogeneidad de los datos del ruido, no hay variabilidad de la información. Esto impide determinar el valor predictivo del ruido en relación con la calidad vocal. De todos modos se cree que es un factor que influye en la calidad de la voz. Según Farías [26,27] “los factores de riesgo no son necesariamente la causa, pero sí están asociados con el evento”, lo que indica que. a pesar de no ser el factor de riesgo con mayor peso en esta investigación, según la teoría, puede contribuir a la aparición de problemas en la voz. Al analizar los resultados se evidenció que las alteraciones vocales pueden ser causadas por diferentes situaciones, por eso no se quiso tener en cuenta solamente el ruido sino también otras variables mediante el modelo de regresión.
En la matriz de correlación entre la variable dependiente y el conjunto de variables independientes se observa que con la edad y con las horas laboradas al día JITTER tiene una correlación positiva, es decir: las variables varían en el mismo sentido. Esto demuestra que a mayor cantidad de horas laboradas, mayor frecuencia vocal, y por lo tanto más posibilidades de perturbación. Se ha confirmado que el habla prolongada durante por lo menos 5 horas diarias, provoca alteraciones en la voz y conduce a posibles disfonías [28,29]. A su vez, se reconoce que la edad es uno de los agentes que más transformaciones induce sobre el funcionamiento orgánico en general. En el curso de la vida la voz sufre diferentes cambios que obedecen a factores de desarrollo hormonales y otros motivos [30]. Así mismo, se identificó que JITTER está correlacionado de forma negativa con el tiempo de servicio, por lo cual se podría decir que los años laborales no influyen tanto en el bajo rendimiento de la calidad vocal como la frecuencia. En un estudio realizado en la Universidad Metropolitana se encontró que no hay una relación proporcional entre los años dedicados a la docencia y las características percibidas acústicamente. De hecho, los resultados describen que sujetos con menor tiempo de uso de la voz en la función docente tienen registros acústicos elevados, fenómeno que también se representa en algunos sujetos con más de 30 años en la docencia y que causa serios abusos de la voz. Ahora bien, este fenómeno no es una constante, ya que puede cambiar según las variables de correlación en el estudio [25].
La perturbación de la frecuencia en JITTER en relación con el género actúa de forma negativa. El género es una variable cualitativa donde se considera que el valor 1 en la variable es hombre y 0 es mujer. Cuando el género toma el valor 1 la medida de la frecuencia tiende a disminuir, indicando que no hay afectación, pero si la variable toma el valor 0, la frecuencia aumenta, es decir que hay una alteración. Esto responde a lo establecido por la teoría. Además, un dato relevante del estudio, es que el elemento género tiene un nexo con la edad, debido a que esta influye en la característica de la voz y se establece como un factor de análisis: alrededor de los 48-50 años empiezan los cambios hormonales para ambos sexos, mucho más rápido para el sexo femenino que para el masculino, por lo que es más común encontrar afectación vocal en mujeres que en hombres [31,32].
La ecuación de regresión que se obtuvo fue la siguiente:
JITTER =0,307+0,015 edad-0,126 sexo-0,012 tiempo de servicio +0,018 horas trabajadas -0,008 ruido.
El R2=18,6% lo cual indica que, en conjunto, las variables independientes explican en un 18,6% la variabilidad que se presenta en JITTER que es nuestra variable dependiente. A pesar de que esta ecuación no es la mejor para fines predictivos, las relaciones que obtuvimos están en correspondencia con los postulados teóricos de la voz. En la valoración complementaria se observó que los docentes tienen una percepción significativa de la afectación en comparación con la calidad registrada de la voz, calificada como moderada.
Conclusiones
No hubo variabilidad en las mediciones del ruido, sus porcentajes fueron homogéneos. Esto impidió realizar un registro predictivo en JITTER en relación con el ruido en el modelo de regresión. Sin embargo, según la literatura, el ruido es un factor que influye significativamente en la calidad vocal siempre y cuando se vea acompañado de otros factores de exposición.
Se recomienda seguir con el proceso ampliando las variables y la población para poder obtener mejores resultados y crear nuevos estándares predictivos.
Se observó que las variables independientes que más se relacionaron con el modelo fueron la edad, el género y el tiempo. Se demuestra así el fundamento teórico, pues se confirma que la edad es un factor predictivo ya que los órganos envejecen y pierden funcionalidad más rápido en las mujeres que en los hombres. A esto se le suma las horas laborales, que crean desgaste por la jornada laboral.
Se encontró que hay variabilidad entre los resultados de JITTER y la percepción de la voz por parte del docente, ya que desde su punto de vista, se encuentran más afectados que lo reportado por los resultados, lo que nos indica que se debe realizar evaluaciones complementarias para una valoración mucho más completa.